editorial FEDERACIÓN COLOMBIANA DE GOLF Afiliada a la Junta Directiva Presidente Lázaro Pérez Martínez Vicepresidente Manuel Guillermo Sarmiento Secretario Bernardo Mariño González Tesorero Raúl Colmenares Vocales Luis Gabriel Nieto Juan Camilo Pereira Juan Carlos Orjuela Patricia Aristizábal Ana María Botero Andrés Villegas Ludwig Clausen Mutis Mario Sojo Carlos Gallo
Director Ejecutivo
Felipe Harker Delgado
Veedor Deportivo
Camilo Kalozdi
Veedor Deportivo suplente
Carmen Elvira Gardeázabal
Consejo Editorial
Felipe Harker Delgado Camilo Sánchez Collins
Departamento de Prensa
Carlos Andrés Avendaño S. Hernando Vélez
Colaboradores
Pedro Cárdenas Ramírez Tim Maitland
Impresión
Printer Colombiana S.A.
DIRECCIÓN DE MARKETING
Andrés Cuellar Teléfono: 310 7664 acuellargolf@federacioncolombianadegolf.com
DIRECCIÓN COMERCIAL
Rosaura Numpaque Teléfono: 310 7664 rosauragolf@federacioncolombianadegolf.com Prohibida la reproducción total o parcial sin autorización escrita de la Fedegolf
ISSN 0123-7276
Federación Colombiana de Golf
PBX: (571) 310 7664 • Fax: (571) 235 5091 Página web: www.federacioncolombianadegolf.com Correo electrónico: fedegolf@federacioncolombianadegolf.com Carrera 7 No. 72-64 Interior 26 Bogotá, D.C. - Colombia
E
n las últimas semanas, el tema del juego lento en el golf cobró una especial vigencia de la mano de los jugadores Kevin Na y Morgan Pressel, las dos nuevas caras de una polémica de vieja data y lejos de acabarse vuelve a poner sobre la mesa este espinoso tema. Desde que se tenga memoria, la demora en el juego ha estado presente en conversaciones y materias urgentes por solucionar. Lo diferente ahora es que la situación ha llegado a límites insospechados, al punto que lo que parecía un defecto sectorizado ahora es una tendencia global. Y eso es precisamente lo que tiene preocupadas a organizaciones como la Royal And Ancient Golf Club of St. Andrews y a la United States Golf Association (Usga), las cuales son conscientes que en la medida que esto continúe, mayores serán las deserciones de jugadores en todo el mundo. De acuerdo con estudios de la National Golf Foundation estadounidense, cerca de 4,5 millones de jugadores que cumplieron con rondas de golf en 2010 ni siquiera se acercaron a un palo al año siguiente, echando por tierra los esfuerzos de estas organizaciones por buscar hacer más atractiva la práctica de nuestro deporte. Y si bien generalmente se culpa a la economía y a otros factores por esto, el hecho claro es que emplear cinco horas y media o inclusive seis en una ronda de 18 hoyos es desesperante, molesto y, lastimosamente, constante en la mayoría de los campos. De hecho, varios de los torneos del calendario nacional tienen que modificar su programación, terminar rondas al otro día y pasar por aprietos logísticos para poder llevar a buen
término sus respectivas competencias. Ni qué decir de las rondas habituales de fin de semana, en las que se ven ‘threesomes’ y ‘’threesomes’ esperando salida, caras largas por la demora entre tiro y tiro en cada hoyo e inclusive prolongadas pausas de algunos para tomar refrigerios. En Colombia no son mayoría los jugadores que cumplen con el tiempo estipulado para una ronda. Entendible, sí por todo lo expuesto, pero no agradable. Atenuantes como las dificultades de nuestros campos afectados por lluvias y condiciones climáticas variables, banderas escondidas y ‘greenes’ complejos, entre otros, así como el dinero o puntos de ranquin en juego saltan como las justificaciones probables a esta situación. Tomar medidas a la luz de las normas de golf, con sanciones y llamados de atención, sería el camino más expedito, y por qué no decirlo, fácil para intentar cambiar la tendencia. Sin embargo, no es lo ideal. Opciones para agilizar el juego hay muchas, algunas desde el punto de vista de la tecnología y otras desde el terreno de la competencia misma. Pero igualmente, todo pasa por la motivación y el buen hacer de los golfistas. Por ello, en esta oportunidad queremos hacer un llamado a todos los jugadores para que agilicemos nuestro juego, cada uno desde su perspectiva y posibilidades. Cortar con esta tendencia, que como se dijo ha tomado alcances globales, va a favor de todos, de jugadores y del golf mismo. Para ello, se requiere la colaboración de todos. La labor no puede cumplirse solo desde las instituciones o desde la siempre impopular norma de la penalización, sino que debe convertirse, al igual que nuestra exitosa campaña ‘Yo juego golf como es’, en una empresa común, en un objetivo de y para todos.
2 AbiertodeGolf®
Editorial 115.indd 2
29/05/12 12:21