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De joven parrandero a sacerdote fervoroso
A sus 35 años el “Padre Miguel” dejó la vida disoluta para atender el llamado divino
Leo Hernández
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Asus escasos 5 años, influenciado por su abuelo materno, dice Miguel Solís Ramírez que sintió el llamado de Dios al sacerdocio, pero conforme creció, esa idea se fue disipando o más bien le rehuía; de hecho trató de reemplazarla con el sueño de ser arquitecto o policía.
A tal grado llegó su negativa al llamado divino que en una etapa de su juventud, sobre todo al empezar a trabajar y ganar dinero, se entregó a los placeres carnales “normales” de los jóvenes de ese tiempo, sobre todo al consumo del alcohol y las drogas, hasta que una serie de situaciones y hechos, consecuencia de esos excesos, lo llevaron a tocar fondo y fue lo que lo hizo recapacitar.
Tras aceptar sus errores y cansado del vacío que le dejaba esa forma disoluta de vivir, decidió darle un giro distinto; fue un factor fundamental dejar ciertas amistades, retomar los valores que su abuelo y sus padres le inculcaron, y pensar seriamente que era lo que realmente quería hacer de su vida.
Fue así que, después de cursar los estudios eclesiásticos de Filosofía y Teología y sus 35 años, el pasado 3 de junio el “Padre Miguel”, como ahora le llaman los feligreses, fue ordenado sacerdote para la Diócesis de Phoenix por el obispo John P. Dolan en la catedral de San Simón y San Judas; también fue consagrado su compañero Gabriel Sabado, de origen filipino.
El padre Miguel es originario de la comunidad Cañada de los Ramírez, municipio de La Piedad, Michoacán; es el menor de 7 hijos procreados por Roberto Solís y Viviana Ramírez
Desde el día de su ordenación sacerdotal, de acuerdo a la doctrina católica puede celebrar misa, bautizar, hacer primeras comuniones, predicar, casar y escuchar confesiones; incluso, tiene el poder de convertir la hostia en el Cuerpo y el vino en la Sangre de Cristo.
Incluso, con la imposición de manos y el resto del rito, el obispo le otorgó el poder de perdonar los pecados mediante el sacramento de la confesión, reservado sólo para sacerdotes, obispos, cardenales y el Papa.
“Creo que ese ha sido el día más feliz de mi vida hasta hoy; al ser consagrado como sacerdote solo le pedí a Dios una cosa: que me permita amarlo cada día mas, eso me basta”, declaró el principiante presbítero, quien está consciente de sus juramentos sagrados de guardar el celibato y obedecer a su obispo incondicionalmente.
Se “confiesa” con PRENSA ARIZONA
El Padre Solís Ramírez aceptó confesar cómo fue su nada fácil camino al sacerdocio; dijo que a la edad de 12 años fue traído por sus padres a los Estados Unidos para reunirse con el resto de sus hermanos en Phoenix.

Cursó en 7o grado en la escuela Hamilton y el octavo en California; pero regresó a Phoenix con sus padres y se graduó de Central High School en 2005.
Los ataques terroristas del 9-11 a las Torres Gemelas, a un mes de haber entrado a dicho plantel, le hicieron pensar que era necesario contrarrestar tanta maldad, para lo cual debía prepararse. Fue entonces que pensó en ser policía, incluso entró al colegio pero después se salió y se puso a trabajar en un restaurante de comida rápida.
Sin embargo, al empezar a ganar dinero se olvidó de sus sueños; como los jóvenes de su edad iba fiestas, se divertía con amigos, tenía novias por corto tiempo, le entró a la parranda y con ello vinieron el consumo de alcohol y también de sustancias prohibidas.
“Me fui a vivir solo, al poco tiempo me subieron de puesto, me sentía con dinero, con ‘derecho y libertad’ a hacer lo que quisiera; me alejé de la iglesia y de mi familia, en el fondo oía la voz de Dios pero no escuchaba”, compartió el ministro sagrado que a partir de julio empezará oficialmente su ministerio como vicario parroquial de la iglesia Santa María, de Chandler.
Reveló que sus adicciones fueron rápidamente escalando, sobre todo el consumo de metanfetaminas; pero en diciembre de 2008, casi en la víspera de la fiesta de la Virgen de Guadalupe, una sobredosis de esa droga lo llevó a una sala de emergencias médicas.
“No tengo la menor duda que fue la mano de la Santísima Virgen de Guadalupe a la que desde pequeño fui devoto, a través de ella Dios me ayudó a corregir mi vida, gracias a eso estoy aquí hablando con usted”, compartió el sacerdote.
Pero también coincidió el reencuentro con un amigo de la escuela que lo invitó al
En dato: grupo juvenil de la parroquia San Mateo, lo cual marcó el inicio de una etapa esperanzadora; le costó logró superar esos vicios, pero poco a poco lo fue logrando.
El “sí” a Dios
Más centrado y maduro, en 2012 durante una cena conoció al obispo auxiliar Eduardo Nevares, quien le preguntó si alguna vez había considerado ser sacerdote, a lo que él res- pondió afirmativamente; en dicha reunión se encontraba su novia de años, con quien tenía pensado casarse y tener hijos.
Algo confundido, se sinceró con ella y le confesó que había decidió iniciar un proceso de discernimiento con miras al sacerdocio; su mente se fue aclarando poco a poco y también le informó a su familia. Muchos se sorprendieron y otros de plano creían que se había vuelto loco.
“Entiendo que no me creyeran, se les hacía imposible pensar que alguien como yo, parrandero y noviero de pronto dijera se iba al seminario para ser sacerdote”, narró el ahora ministro sagrado.
Primero cursó la Filosofía, luego cumplió un año de oración y reflexión, en el cual finalmente se convenció que quería ser sacerdote: “En un ambiente de oración y silencio escuche la voz de Dios y tome le dije sí definitivamente”.
Ya sin ninguna duda, Miguel Solís ingresó a la facultad de Teología; en mayo de 2002 fue ordenado diácono y un año más tarde oficialmente concluyó sus estudios eclesiásticos, así que John Dolan lo ordenó sacerdote, algo histórico porque él y su compañero filipino fueron los primeros curas ordenados por este obispo que llegó a la Diócesis de Phoenix hace menos de un año.
Comienza “lo bueno”
El padre Miguel Solís reconoció que “lo bueno” de su vida sacerdotal está por venir; no puede tener novia y menos casarse ni tener hijos porque así lo juro en el altar.
Asimismo, deberá obedecer al obispo Dolan quien lo designó vicario parroquial en Chandler y lo puede cambiar en cualquier momento; solo debe obedecer.
“Me siento feliz, consciente de que mi misión en servir como Cristo pidió a sus apóstoles; todos los días me encomiendo a Dios y a la Santísima Virgen para que me ayude a amarlo mas cada día”.
A todos los jóvenes, el entrevistado les hizo un llamado a escuchar en su interior la voz de Dios y si sienten su llamado “no duden en aceptar porque Dios no se equivoca”.
Finalmente envió este mensaje a la comunidad: “Oren por el Papa, nuestros obispos, por los seminaristas, los diáconos y por todos los sacerdotes para que seamos fieles a nuestra vocación”.
El 4 de Julio es uno de los feriados con más accidentes mortales a nivel nacional y una de las principales causas es el consumo de drogas o alcohol.
Intensifican patrullaje en los lagos
Llaman a tomar precauciones durante fin de semana del 4 de Julio
Oscar Ramos
El Departamento de Pesca y Vida Silvestre de Arizona (AZGFD, por sus siglas en inglés) intensificará los patrullajes en los lagos del estado del 1 al 3 de julio con el fin de mantener al público seguro durante el fin de semana festivo.

Durante el fin de semana festivo, tanto navegantes como embarcaciones podrían estar sujetos a controles de revisión.
“Navegar bajo la influencia del alcohol o drogas es ilegal y pone en peligro al resto de las personas disfrutando sanamente el fin de semana festivo. Nuestros oficiales removerán de los lagos a cualquier persona que decida navegar estando drogado o embriagado”, dice Danny Ro- dríguez, oficial de la policía acuática de AZGFD.

Los oficiales de AZGFD también podrían inspeccionar embarcaciones para corroborar que cumplen con las leyes de seguridad, tales como contar con un extintor de incendios, tener a bordo chalecos salvavidas para cada pasajero y llevar dispositivos de flotación.
Este es el decimocuarto año que AZGFD participa en el Operativo Agua Seca, una campaña nacional cuyo propósito es prevenir muertes, disminuir el número de accidentes acuáticos y educar a la población sobre la importancia de ser responsables en los lagos.
De acuerdo a la Guardia Costera Estadounidense (USCG), el 4 de Julio es uno de los feriados con más accidentes mortales a nivel nacional y una de las principales causas es el consumo de drogas o alcohol.
En Arizona, el año pasado durante este feriado, murió una persona y seis resultaron heridas en accidentes acuáticos en los lagos del estado.