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Infiltra DEA organización de “Los Chapitos”

La operación del Cartel de Sinaloa empieza desde China con suministro de químicos

Redacción

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Ann Milgram, directora de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés), reveló que, para conocer el origen de la crisis de salud que vive Estados Unidos por el consumo de fentanilo, se realizó una “infiltración proactiva y sin precedentes en el Cártel de Sinaloa”.

La infiltración de la DEA al Cártel de Sinaloa fue condenada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien durante la conferencia de prensa afirmó que México no estaba al tanto de esta acción.

De acuerdo con Ann Milgram, los informantes de la DEA siguieron a miembros de los “Chapitos” hasta China, donde se realizaron transacciones para importar precursores químicos para la fabricación de fentanilo en laboratorios clandestinos que eran custodiados por personas armadas.

Los “Chapitos” son Iván Guzmán Salazar, de 40 años; Alfredo Guzmán Salazar, de 37; Joaquín Guzmán López, de 36, y Ovidio Guzmán López, de 33, hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera.

Según Milgram, la operación de infiltración al Cártel de Sinaloa y a la red de “Los Chapitos” duró aproximadamente año y medio, la cual se dio a conocer luego de que el Departamento de Justicia de Estados Unidos anunció cargos en tres distritos federales contra Iván Guzmán Salazar, Alfredo Guzmán Salazar, Ovidio Guzmán López, conocidos como los “Chapitos”, y 25 intregrantes del Cártel de Sinaloa que –acusan– controlaban operaciones extensas e internacionales del comercio de fentanilo.

Durante el último año y medio la DEA se infiltró proactivamente en el Cartel de Sinaloa y la red de ‘Chapitos’, obtuvo acceso sin precedentes a los niveles más altos de la organización y los siguió en todo el mundo.

La prensa de México señaló que –según información revelada el 7 de marzo pasado, en una audiencia en Almoloya de Juárez, en la que Ovidio Guzmán López fue notificado de los nuevos cargos en su contra en las Cortes Federales de los Distritos Norte de Ilinois y Sur de Nueva York–, los tres infiltrados de la DEA lograron grabar reuniones y atestiguar el negocio que encabezan los hijos de “El Chapo”.

Según la prensa, los infiltrados fueron Miguel Alonso Payán, miembro del grupo de seguridad de Ovidio Guzmán; Juan Carlos Arce Cabrera, distribuidor de narcóticos, y un tercer sujeto identificado con las siglas “NN”, quien fungía como administrador de las bodegas de droga del cártel en California.

Payán, originario de Culiacán y quien trabajó en la vigilancia de los laboratorios de fentanilo, reveló que el Cártel de Sinaloa enviaba hasta 500,0000 pastillas del opioide a Estados Unidos, mensualmente.

Tanto Payán como Arce Cabera eran miembros de la organización criminal, aunque hasta ahora se desconoce si entregaron información a la DEA hasta que fueron de- tenidos para negociar sus condenas, pues al menos uno de ellos ya fue sentenciado.

El tercer informante, según el reporte, parece ser un elemento externo colocado por la DEA en las redes del Cártel de Sinaloa, pues es el único cuya identidad no fue revelada al Gobierno de México en el expediente de extradición.

Inundan de fentanilo

“Los Chapitos” son acusados por autoridades de Estados Unidos de obtener ganancias millonarias por “inundar” ese país de fentanilo, según las investigaciones y acusaciones que se llevan en cortes de Nueva York, Illinois y Columbia.

De acuerdo con las autoridades, los “Chapitos” fueron pioneros en la fabricación y el tráfico de fentanilo, la amenaza de drogas más mortal que el país ha enfrentado.

El Cartel de Sinaloa opera como una afiliación de narcotraficantes y lavadores de dinero que obtienen precursores químicos –en gran parte de China– para la fabricación de drogas sintéticas,para mover esas drogas a los Estados Unidos y recolectar, lavar y transferir el producto del tráfico.

Una vez dirigidos por Joaquín Guzmán Loera, alias “El Chapo”, e Ismael Zambada García, alias “El Mayo”, los miembros y asociados del Cartel de Sinaloa, supuestamente incluidos los hijos de Guzmán Loera, conocidos colectivamente como “Los Chapitos”, contrabandearon cantidades significativas de drogas a través de México y hacia los Estados Unidos.

“Los Chapitos” presuntamente utilizaron aviones de carga, aviones privados, submarinos y otros buques sumergibles y semisumergibles, buques portacontenedores, buques de suministro, lanchas rápidas, buques pesqueros, autobuses, vagones, remolques de tractores, automóviles y transportistas privados y comerciales interestatales y extranjeros para transportar sus drogas y precursores químicos.

Además, supuestamente mantuvieron una red de correos, túneles y escondites en todo México y Estados Unidos para promover sus actividades de narcotráfico.

El fiscal general de Estados Unidos, Merrick Garland, culpó directamente al Cártel de Sinaloa de sostener negociaciones con empresas farmacéuticas chinas para importar y distribuir ilegalmente el fentanilo a este país.

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