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La UE asegura que no le “intimida” el Kremlin

LEOPOLIS, UCRANIA AGENCIA / EFE

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El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, aseguró este viernes que la Unión Europea no se va a dejar «intimidar» por el Kremlin en su apoyo a Ucrania, que durará «tanto tiempo como sea necesario», porque ese país y la UE son «una familia». «Os apoyaremos en todo lo que podemos, durante el tiempo que haga falta. El Kremlin no nos intimida ni nos intimidará. Porque Ucrania y la UE somos una familia», afirmó Michel en una rueda de prensa en Kiev al término de la primera cumbre euroucraniana desde el inicio de la guerra de agresión emprendida por Rusia.

La vigésimo cuarta cumbre entre Ucrania y la UE

Esta cumbre, la vigésimo cuarta que celebran las dos partes, es también la primera desde que Ucrania recibió de la UE el estatus de país candidato a la adhesión y ha venido precedida el jueves de la primera reunión entre miembros del Colegio de comisarios europeos y del Gobierno ucraniano. “Desde luego, mi mensaje es que el futuro de Ucrania está en la Unión Europea”, continuó Michel en su declaración, junto al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.

Nuevo paquetes de sanciones contra Rusia El político belga hizo hincapié en que la UE ya ha adoptado nueve paquetes de sanciones “contundentes” contra Rusia y que están diseñando un décimo para golpear aún más a la economía rusa y que carezca de los recursos para financiar la guerra y privarle de “tecnologías críticas”.

Se trata, además, de “evitar todo lo que podamos los vacíos legales” que algunos países utilizan para esquivar las sanciones, agregó Michel.

Dos convoyes con ayuda para 18.000 personas y coordinados por la Oficina de Naciones Unidas para Asuntos Humanitarios (OCHA) han llegado a zonas de Donetsk y Zaporiyia (regiones orientales de Ucrania) que están en la línea de combate, pero siguen bajo control ucraniano.

Según ha informado el portavoz de la OCHA, Jens Laerke, una treintena de caravanas de ayuda humanitaria coordinadas por la ONU han llegado a Ucrania desde el inicio de la guerra, hace casi un año.

La ayuda humanitaria ha sido provista conjuntamente por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Un duro invierno

Un primer convoy de seis camiones con agua, medicinas y material de emergencia llegó el pasado martes a la zona de Toretsk, situada a 10 kilómetros del frente en la provincia de Donetsk, y donde permanecen todavía 15.000 personas.

El segundo envío de ayuda humanitaria con medicinas, materiales para la construcción de refugios, botiquines y otros útiles de supervivencia llegó el jueves al área de Juliaipole, en la provincia de Zaporiyia, donde hay 3.000 personas.

Este convoy también transportó medicinas específicas para las personas más vulnerables, como los enfermos de neumonía, los ancianos y los niños.

En esta zona, la población no tiene ni electricidad ni suministro de agua potable desde el pasado mes de marzo.

«Vengo como peregrino de reconciliación, con el sueño de acompañarlos en su camino de paz, un camino tortuoso, pero que ya no puede ser postergado», se presentó el papa a las autoridades del país en el jardín del palacio presidencial tras haberse reunido con el presidente sursudanés, Salva Kiir Mayardit, y el líder opositor y vicepresidente del Gobierno de unidad nacional, Riek Machar. Francisco, que llegó procedente de la República democrática del Congo, está acompañado en esta visita por el líder de la Iglesia anglicana, el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, y el moderador de la Iglesia de Escocia, Iain Greenshields, pues el país cuenta con una importante presencia de protestantes.

COMPROMISO DEL PAPA PARA UN PROCESO DE PAZ EN SUDÁN DEL SUR

«Nos hemos embarcado en esta peregrinación ecuménica de paz después de haber escuchado el grito de todo un pueblo que, con gran dignidad, llora por la violencia que sufre, por la constante inseguridad, por la pobreza que lo golpea y por los desastres naturales que lo atormentan», dijo el papa en un duro llamamiento.

Y lamentó que «son años de guerras y conflictos que parecen no tener fin -recientemente se han registrado violentos enfrentamientos- mientras que los procesos de reconciliación y las promesas de paz permanecen incumplidas», en referencia al acuerdo de 2018, firmado tras años de guerra que han dejado más de 400.000 muertos, pero que está costando implementar plenamente.

«Ustedes están llamados a regenerar la vida social, como fuentes límpidas de prosperidad y de paz, porque esto es lo que necesitan los hijos de Sudán del Sur: padres, no patrones; pasos decididos hacia el desarrollo, no continuas caídas», les recriminó el papa.

Y agregó: «Ha llegado la hora de decir basta, sin condiciones y sin peros. Basta ya de sangre derramada, basta de conflictos, basta de agresiones y acusaciones recíprocas sobre quién ha sido culpable, basta de dejar al pueblo sediento de paz. Basta de destrucción, es la hora de la construcción. Hay que dejar atrás el tiempo de la guerra y propiciar un tiempo de paz».

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