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La Academia de la Danza Mexicana
Algunas coreografías ofrecidas en el Teatro de la Danza Guillermina Bravo por el estudiantado rindieron homenaje al compositor austriaco Franz Schu-

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En el marco del 76 aniversario de la Academia de la Danza Mexicana (ADM), del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), instancia de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, se presentaron diversas prácticas escénicas de su Licenciatura en Danza Contemporánea.
“El inicio de la temporada de las Prácticas escénicas coincide hoy con el aniversario de nuestra Academia, 76 años de ser la sede de la complicidad y creatividad, de sensaciones, tiempo, movimiento, manifestación, inspiración, memoria y protagonismo de la historia de la danza en México.
Como dijera Maya Angelo: “Todo en el universo tiene ritmo, todo baila”, y en palabras de Hayao Miyazaki: “Si animas lo ordinario, se vuelve o se convertirá en extraordinario”, comentó la directora de la ADM, Miriam Rosario González García.
En el Teatro de la Danza Guillermina Bravo del Centro Cultural del Bosque, la directora manifestó que “la ADM tiene ritmo, sabor, técnica, metodología, juventud, niñez, experiencia e historia en un mismo espacio. Es ordinariamente extraordinaria.
“Dicen que la danza no tiene intermediarios y es ese vínculo con la inmediatez de las sensaciones y el cuerpo, y nos ayuda a saber quienes somos siendo espectadores. Que maravilloso valor es el de la humanidad, que maravillosa humana es la danza. Celebremos hoy la danza, la comunidad, la historia y la ADM. Somos ese presente que respira lo transcurrido durante 76 años y corresponsables del futuro de nuestra escuela”.
ADM ha sido semillero de innumerables artistas
Por su parte, la coordinadora de la Licenciatura en Danza Contemporánea, María de Jesús Bautista, refirió que la ADM ha sido semillero de innumerables artistas y dentro de
Presentan
Libro Miniaturas
su planta docente han transitado maestros de renombre de México y el extranjero. “Quiero reconocer y agradecer el trabajo comprometido de todos aquellos docentes, los que fueron y los que actualmente pertenecen a la institución.
“Ellos han hecho que la ADM tengan una estructura firme, sólida y fuerte para formar profesionales que sean capaces de construir nuevos modelos de educación, creación e investigación. Gracias a todos los años que han transcurrido en el quehacer académico de la institución se desarrolla una labor que se transforma cada día.
“Hoy dedicamos estas funciones a cada uno de ellos que forman parte de la historia. En especial a los que se han dedicado en cuerpo y alma a formar bailarines con pasión y empeño”.
Los estudiantes de primero al cuarto grado de la Licenciatura en Danza Contemporánea dedicaron sus presentaciones a los maestros Socorro Meza y Federico Castillo, así como en agradecimiento por el apoyo brindado en diversas actividades y proyectos a Cora Flores, Guillermo Arriaga y Silvia Unzueta, destacadas personalidades del gremio dancístico.
También, como resultado del trabajo realizado diariamente en las aulas, los alumnos ofrecieron un programa que revaloró la obra de Franz Schubert a través de las coreografías: En los albores del abismo, Todo va a estar bien, Anónimo y Los sentidos del corazón, a través de las cuales los estudiantes dieron muestra de una gran técnica, coordinación y desarrollo escénico para mostrar sentimientos como el amor, la esperanza y la necesidad de recoger el secreto del otro, en una excelente complicidad entre música y danza. Nos preparamos para estar en el escenario
“Sin las prácticas escénicas no podríamos poner a prueba y en contexto todo lo que aprendemos diariamente. Finalmente nos preparamos para eso, para estar en el escenario, estar frente al público y hacer ese intercambio de sentimientos y la mística que se crea. Son el resultado del esfuerzo diario y si no se realizaran no tendríamos una referencia de qué hacer al estar fren- te a un escenario, nos permite estar lo más real y cercano posible a lo profesional”, comentó Samantha Aguilar, estudiante del cuarto grado.
Finalmente, Estefanía Zamora dijo que las prácticas escénicas son importantes, porque son la culminación de las clases técnicas y la oportunidad de conectar con el coreógrafo y maestro. “Tenemos mucho tiempo para llevar un proceso de exploración, de conexión con la obra, y ya cuando se presenta en el teatro es soltar toda esa preocupación técnica y disfrutar, dejar que los sentimientos florezcan para expresar todas esas cosas al público. La ADM es una escuela muy amable, porque hay un desarrollo técnico y corporal muy exigente, y también nos da mucha apertura creativa y de exploración”.
Para Pedro Serrano, Angye Gaona, José María Espinasa, y el artista plástico Arnaldo Coen, el autor se interesa por lo culto y lo popular, la vanguardia y la tradición La Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), a través de la Coordinación Nacional de Literatura (CNL), presentó el libro: Miniaturas y otros poemas (2022), del escritor colombiano naturalizado mexicano Mario Rey en el Palacio de Bellas Artes. En compañía del poeta, ensayista y crítico literario Pedro Serrano; la poeta y gestora cultural colombiana Angye Gaona; el poeta y ensayista José María Espinasa, y el artista plástico Arnaldo Coen, el autor de la obra definió su poemario como la continuación de un diálogo que ha tenido con sus amistades, inspirada en la naturaleza y en el trabajo artístico, en el baile y en la vida de sus colegas. “Todos tenemos algo de poetas, todos tenemos algo de pintores, de dibujantes, de músicos, de bailarines; somos humanos y existe la comunión entre eso. Presentar mi libro aquí -en Bellas Artes-, es muy especial”, comentó.

En la Sala Adamo Boari del Palacio de Bellas Artes, José María Espinasa destacó que la búsqueda de la brevedad, a través de la métrica y la musicalidad de los versos que Rey realiza en Miniaturas y otros poemas, también presenta la tradición oriental del haiku con la práctica popular de la copla o la décima, propias de la lengua española.
“En Miniaturas y otros poemas, Mario Rey se interesa por lo culto y lo popular, la vanguardia y la tradición, lo hipermoderno y lo arraigado en el oído. En él resuena por igual Ramón López Velarde y Luis Vidales, o León de Greiff y Carlos Pellicer. No son dos tradiciones; en realidad es una sola y, en ella, el relámpago del instante ocupa un lugar sobresaliente. Bailar con las palabras es una de las intenciones del poeta”, mencionó.
En su oportunidad, Pedro Serrano destacó que el libro, integrado por dos partes —la primera compuesta por versos escritos por el autor durante la pandemia y, la segunda, reúne poemas publicados hace más de 15 años— permite al lector imaginar y acercarse al mundo descrito por el escritor.
“El juego de su disposición es una de las contribuciones más atractivas del libro, pues produce una lectura exponencial al permitirnos acceder a dos tiempos de un mismo poeta. Mario Rey nos sumerge en este juego que termina pareciéndose a un caleidoscopio", refirió.
Angye Gaona agregó que los poemas reunidos en la obra permiten entrar en una invocación o estado meditativo hacia lo elemental en medio de las épocas convulsas que atañen a la sociedad actualmente: