APM Guía 3 Camino con Jesús. Eucaristía 2 by PPC Editorial. México

GUÍA DEL CATEQUISTA Iniciación a la vida cristiana con niños

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Vivo en comunión con Dios

> EUCARISTÍA 2<

IN AM OS A TR

OSO

Eucaristía 1

Camino con Jesús Eucaristía 2

Camino con la Iglesia Actúo con el Espíritu Santo Confirmación

Etapa catequética

MISTAGÓGICA

3 4 5

Descubro a Dios

ENT

CATEQUÉTICA

1 2

CAMINO CON JESÚS

Iniciación a la vida cristiana con niños

KERIGMÁTICA

DIOS C

TÍTULO

ETAPA

Etapa catequética

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DIOS CAMINA ENTRE NOSOTROS

CAMINO CON JESÚS > EUCARISTÍA 2

GUÍA

Arquidiócesis Primada de México

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Dirección editorial Francisco Javier Navarro Marín Edición Marta Domínguez Cubierta Pablo Canelas Diseño Sonia Camacho Pérez Diagramación Eliud Reyes Reyes Ilustraciones Jonathan Orlando León Montealegre y Antonia Santolaya Ruiz-Clavijo

Supervisión general Pbro. Lic. Arturo M. Barranco Cruz Vicario General y Episcopal de Pastoral Mons. Salvador Martínez Ávila Vicario Episcopal de Agentes Dirección Mons. Juan Carlos Guerrero Ugalde Vicario Episcopal para los Laicos Pbro. Mtro. Eduardo Mercado Guzmán Director de la Comisión de Catequesis

© Eduardo Mercado Guzmán (2017) © Joel Ortega Arellano (2017) Vicaría Episcopal de Pastoral Arquidiócesis Primada de México ©PPC Editorial S.A. de C.V. (2017) Magdalena 211, Colonia del Valle, México, Ciudad de México 03100. Tel: (55) 1087 8400 Primera edición 2017 Segunda reimpresión 2019 ISBN obra completa: 978-607-8497-15-7 ISBN volumen: 978-607-8497-30-0

Coordinación de la obra Pbro. Mtro. Joel Ortega Arellano Director de la Comisión de Ministerios Laicales Equipo de Ediciones Pastorales Leticia Estrada Silva (coord.) Martha Reid Rodríguez Evangelina Sotelo Álvarez Clara Santos Pimentel Luisa E. Acosta Reid Colaboración Hilda S. Larios Uvilla (coord.) Ana María Montiel Vega Coryzandy Nieto Manzano Gabriela Cruz Méndez Gustavo Bocanegra Luna Ma. Ladislao Hernández Barajas María de los Ángeles Gómez Leyva Martha Susana Arellano Reyes Rosa María Pérez Romero

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Queda prohibida la reproducción total o parcial de esta obra, incluido el diseño tipográfico y de portada, sea cual fuera el medio, electrónico o mecánico, incluido fotocopiado, grabación o cualquier otro medio de almacenaje o base de datos, sin el consentimiento por escrito de los titulares del copyright.

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Claves

para el catequista Camino con Jesús es el título del libro que corresponde a la Eucaristía. Esta etapa tiene la intención de acompañar al niño a profundizar y madurar la opción por Cristo, mediante una educación sistemática de la fe. Esta etapa de la Iniciación cristiana se estructura en cuatro bloques, cada uno trabaja una de las tareas esenciales de la catequesis: profesar, vivir, orar y celebrar. La última se dedica por entero a la preparación de la Primera Comunión. El libro se diseña para niños de 9 a 10 años. El itinerario de formación con niños se basa en el método inductivohermenéutico, es decir, parte de la vida concreta de los niños, la ilumina con la Palabra de Dios y ayuda a dar una respuesta de fe en la vida cotidiana. Así se logra unir el círculo hermenéutico en su doble movimiento: de la vida a la fe y de la fe a la vida. La estructura de los temas parte de la aplicación de este método. BLOQUES Todos los bloques presentan un título y una ilustración, el título de cada tema y los objetivos. El catequista realiza la introducción del bloque, apoyado en el título y la ilustración. Al comienzo de cada bloque conviene hacer una breve recapitulación de los aprendizajes, vivencias y compromisos más significativos del bloque anterior a manera de enlaces. Esta es también la finalidad de la celebración que está al final de la etapa. TEMAS Título del tema Es una síntesis del contenido, útil para comenzar y evocar algunas experiencias previas de los niños. Ilustración Motiva a los niños a que la observen y comiencen el diálogo a partir de ella. Ha sido cuidadosamente elaborada para introducir los contenidos del tema. Frase alusiva al contenido del tema Sintetiza la información esencial del tema. Iniciamos con alegría • Comienza siempre con un saludo cálido a los niños. Enlaza el tema anterior y pregunta ¿cómo les fue con su compromiso y la actividad familiar? Compartir las experiencias anima el comienzo de la sesión. • El inicio contempla una oración alusiva al tema, que prepara el ambiente y el desarrollo del contenido. 5

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Miramos nuestra vida Narra una experiencia significativa, un caso o mirada a la realidad. Da consistencia al método catequístico que pide partir de la vida, que será iluminada con el Evangelio y una información sencilla y breve. Jesús nos ilumina • Retoma un texto bíblico (a veces del Catecismo de la Iglesia). Constituye la iluminación del tema. La lectura se realizará de diversas formas, a veces lee el catequista y otras los niños o leen directamente de la Biblia. • El texto se acompaña de una ilustración (de Fano), cuidadosamente seleccionada; se aprovecha para extraer mayores resonancias al texto. • Esta sección incluye preguntas al texto, que permitan captar sus detalles, en ocasiones se acompaña de alguna actividad. Aprendemos con Jesús • Expresa en frases cortas los aprendizajes esenciales al tema. Se lee sin prisa, con la participación de los niños; ampliar y explicar. El catequista cuenta en su guía con una explicación más amplia. • Esta parte se enriquece de una actividad que permite apropiarse de los contenidos del tema. Mi compromiso con Jesús En este apartado se concretiza la respuesta de fe. Donde, de acuerdo al método catequístico, se retorna a la realidad. Es muy importante que los niños escriban su compromiso. Platicamos con Dios Es el momento en el que la catequesis se cierra. Se apoya en un canto y una oración. Si el canto no se conoce, puede recitarse, buscarse en internet o en el CD Camino con Jesús. Es importante cuidar la oración, no hacerla de manera mecánica, porque una de las finalidades de la catequesis es introducir al niño a la vida de oración. Las oraciones son cálidas y cercanas. Las oraciones propuestas pueden enriquecerse con las experiencias de encuentro con Dios. Para recordar • El enunciado contiene los aprendizajes esenciales de la sesión. La catequesis no busca ser memorística; esta frase es el eco y las resonancias de los contenidos aprendidos. Los niños la leen al unísono; puede pedirse que la expliquen con sus propias palabras. • El catequista en su guía tiene una referencia más amplia de la fuente del magisterio, de donde ha sido extraída la frase. No es tampoco para que la memorice, sino para contextualizarla. Con mi familia La catequesis se prolonga con la vivencia en la familia. El proceso pide la catequesis de los niños, pero se aprovecha para la catequesis de los padres. Cada sesión se anima a los niños, y sobre todo a sus padres, a realizar las actividades. 6

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Trabajar con las imágenes Las ilustraciones de cada bloque o tema son recursos para enriquecer la sesión de catequesis. Imágenes de los bloques Cada bloque inicia con una escena relacionada con el contenido. Ha de trabajarse en algún momento del desarrollo del bloque; puede ser al principio, como punto de partida, o al final, como síntesis. • También se puede aludir a ella al principio de cada tema y relacionar su contenido con la imagen inicial del tema y para motivar la celebración. Imágenes de los temas Se puede trabajar con ella al principio, al final del tema o en cualquier otro momento; relacionarla con el título y con la frase que la acompaña. • En cada tema se ofrecen unas preguntas de guía y una explicación de la ilustración. Es importante dejar a los niños que ellos descubran por sí mismos los elementos de la escena y si es necesario completar con la explicación. Nota: No es necesario seguir todas las preguntas ni hacerlas en el orden que aquí se presentan, hay que recordar que este momento es breve. Otras imágenes Otras imágenes, dibujos o fotografías acompañan el desarrollo de los temas. Se puede hacer referencia a su contenido, ver lo que nos dicen, tomarlas como información adicional o ayudar a concretar las ideas. Relacionar los textos bíblicos con las ilustraciones ayuda a comprender y aplicar el mensaje.

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Contenido Bloque 1

Bloque 2

Bloque 3

Bloque 4

¡Creo en Dios!

¡Vivo como Jesús!

¡Platico con Dios!

¡Me preparo a la Primera Comunión!

1 Creo que Jesús murió y resucitó por mí 2 Creo que el Espíritu Santo me hace dar frutos 3 Creo que la Iglesia es el Cuerpo de Cristo 4 Creo en la Iglesia misionera 5 Creo en el amor que nos mantiene unidos 6 Creo que Jesús nos resucitará 7 Creo que Dios nos espera en el cielo Celebración ¡Creo en Dios y en el poder de su cruz y resurrección!

8 Respeto la vida por ser un don de Dios (5o mandamiento)

15 Cuatro cosas necesarias para platicar con Dios

9 Vivo la pureza, mi cuerpo es templo del Espíritu Santo (6o mandamiento)

16 En la Biblia aprendo a orar

10 No tomo lo ajeno (7o mandamiento) 11 Dios me llama a decir siempre la verdad (8o mandamiento) 12 ¡Soy limpio de pensamiento y corazón! (9o mandamiento) 13 Me contento con lo que poseo (10o mandamiento) 14 Sigo un camino de amor y felicidad: las bienaventuranzas Celebración ¡Elijo el camino del bien!

17 Expreso a Dios mis sentimientos 18 Aprendo la lectio divina 19 Practico la lectio divina Celebración ¡En oración con María de Guadalupe!

20 ¡Quiero completar mi Iniciación cristiana! 21 Dios es misericordioso y me perdona 22 Mi encuentro con Jesús en la confesión 23 En la Eucaristía recibo a Jesús, Pan de Vida 24 Jesús se hace pan y vino para mí 25 En la Eucaristía hacemos memoria del amor de Jesús 26 El domingo me encuentro con Jesús y con la comunidad 27 Me preparo para recibir a Jesús: actitudes para comulgar 28 ¡Celebro la Eucaristía con entusiasmo! Anexo Celebración Penitencial

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BLOQUE

ยกCreo en Dios!

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Creo que Jesús murió y resucitó por mí

reo que el Espíritu Santo me hace C dar frutos

Creo que la Iglesia es el Cuerpo de Cristo

Creo en la Iglesia misionera

Creo en el amor que nos mantiene unidos

Creo que Jesús nos resucitará

Creo que Dios nos espera en el cielo

Celebración:

¡Creo en Dios y en el poder de su cruz y resurrección!

La imagen En el Credo profesamos nuestra fe en Dios Uno y Trino. Los personajes representan a la Trinidad. Aparecen sonrientes, lucen muy jóvenes; muestran en el pecho y en las manos un símbolo que los identifica. Con mirada amorosa contemplan la tierra, casi señalan a México. Seguro comentan las cosas, problemas, alegrías… Se miran contentos porque muy pronto todos los del grupo recibiremos la Primera Comunión: – ¿Qué platican los personajes? – ¿Les dará alegría cuando decimos con voz fuerte: ¡Creo en Dios!? – ¿Cómo identificas a nuestro Padre Dios en esta ilustración? – ¿En qué reconoces a Jesús resucitado? – ¿Qué personaje representa al Espíritu Santo?

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Creo que Jesús murió y resucitó por mí

Por su cruz y su resurrección, Jesús nos ha salvado Propósito Sentido del título y de la frase Valorar por qué, en el Credo, afirmamos que El título parafrasea una sección del Credo. Jesús ¡Jesús murió, resucitó y está vivo! murió y resucitó por cada uno de nosotros. Nuestra salvación ha tenido un precio; Jesús lo ha pagado, voluntariamente, con su muerte en la cruz. Pero en Jesús la muerte no tiene la última palabra: después de la cruz, viene la resurrección.

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Iniciamos con alegría Saludo Dar una cordial bienvenida a todos los niños que llegan a la catequesis. Pedir a los nuevos miembros que se presenten. Felicitar a los niños que hicieron la Confirmación el ciclo pasado y ahora se preparan para la Primera Comunión. Explicar que esta es una etapa de catequesis que da continuidad a la anterior. Este bloque, ¡Creo en Jesús!, ayuda a reflexionar lo que profesamos en el Credo. Recitar el Credo para recordarlo. Oración: Gracias, Jesús, por amarme tanto. Nos pone en sintonía con el acto de amor que Jesús ha hecho por nosotros. ¡Nuestra vida vale la entrega de Jesús en la cruz!. Imagen: Pedir a los niños que observen la imagen y preguntar: – ¿Qué elementos reconocen en la ilustración? – ¿Cuáles conocen muy bien? – ¿Cuáles desconocen? – Observa a Jesús. ¿Qué descubres en el costado, en las manos y los pies? – Mira el rostro de Jesús. ¿Está triste o contento? ¿Por qué?

Miramos nuestra vida

El sacerdote que dio la vida por un preso

L eer la historia del padre Maximiliano Kolbe. Al terminar los niños contestan las preguntas: – ¿Qué llama tu atención de la historia del padre Kolbe? ¿Qué te conmueve? ¿Qué te disgusta? – ¿Por qué el padre Kolbe se ofreció en lugar del otro preso? – ¿Qué hubiera pasado si el padre Kolbe no toma el lugar del otro preso? – Si tú hubieras estado en lugar del padre Kolbe, ¿cómo habrías actuado? Comentar la información complementaria. – ¿Cómo se sentirá Dios cuando alguien destruye a alguno de sus hijos?

Jesús nos ilumina

La muerte y resurrección de Jesús L eer juntos el texto bíblico de Lc 23,44.52-53; 24,1-6. Después, leer la parte del Credo correspondiente al tema. Los niños comentan las respuestas a las preguntas: – ¿Qué pasó a las tres de la tarde? – ¿Qué gritó Jesús? 12

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– ¿Qué hizo José de Arimatea? – ¿Qué hicieron las mujeres el primer día de la semana, al amanecer? – ¿Qué les dijeron a las mujeres los dos hombres de ropas deslumbrantes? – Según el Credo, ¿qué pasó con Jesús en tiempos de Poncio Pilato? – ¿Qué observas en estas ilustraciones?

Aprendemos con Jesús • En el Credo afirmamos que Jesús fue crucificado por nuestra causa; que padeció, fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras; subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre. • La salvación es fruto de la iniciativa del amor que Dios ha tenido por nosotros al enviarnos a su Hijo Jesús (cf. CEC 620). • Jesús murió por nuestros pecados (cf. 1 Cor 15,3) y se ofreció libremente por nuestra salvación. Él dio su vida como rescate por muchos (cf. Mt 20,28), amándonos hasta el extremo (cf. Jn 13,1). • En la cruz Jesús pronuncia una petición de perdón para sus agresores: “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen” (Lc 23,34). Jesús, que en el sermón de la montaña enseñó el perdón a los enemigos, cumplió en la cruz plenamente lo que predicó. • Cuando Jesús exclama con voz potente: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?” (Mt 27,46; Mc 15,34), no lanza un grito de abandono. Él asume el tormento de todos los hombres y mujeres que sufren en este mundo por el ocultamiento de Dios. Lleva ante el corazón de Dios el grito de angustia del mundo atormentado por la ausencia de Dios. Se identifica con la humanidad que sufre y asume su clamor, su tormento, su desamparo y lo transforma. Llevar el grito al extremo durante el tormento es certeza de la respuesta divina, certeza de salvación. • Jesús murió orando, a las tres de la tarde. Sus últimas palabras fueron: “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”. (Lc 23,46); “Todo está cumplido” (Jn 19,30). Jesús ha realizado así la totalidad del amor, se ha dado a sí mismo. • La resurrección de Jesucristo es el fundamento de la fe cristiana. Solo si Jesús ha resucitado, ha sucedido algo verdaderamente nuevo que cambia el mundo y la situación del ser humano. Jesús es el criterio del que podemos fiarnos, pues ahora, Dios se ha manifestado verdaderamente. • Al resucitar, Jesús entra en una vida distinta, nueva, en la inmensidad de Dios; desde ahí, él se manifiesta a los suyos. Esto fue algo inesperado para los discípulos, quienes necesitaron cierto tiempo para entenderlo (cf. Benedicto XVI, Jesús de Nazaret, Desde la entrada en Jerusalén hasta la resurrección, 79-87 y 92-94).

Entregarse como Jesús En nuestros días muchas personas entregan su vida por los demás como Jesús. Pedir al niño que escriba el nombre de alguien que conozca y que explique qué actividad hace por el bien de los demás. Los niños comparten sus ejemplos.

Mi compromiso con Jesús Invitar a los niños a amar al “estilo de Jesús”, eligiendo a una persona concreta.

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Platicamos con Dios Canto: Mi Dios está vivo. (Se puede encontrar en: https://www.youtube.com/watch?v=vuGjurCf6H0). Oración: Gracias de todo corazón.

Para recordar “La redención de Cristo consiste en que él «ha venido a dar su vida como rescate por muchos» (Mt 20,28), es decir, «a amar a los suyos hasta el extremo» (Jn 13,1) para que fueran «rescatados de la conducta necia heredada de sus padres» (1 Pe 1,18)” (CEC 622). Invitar a los niños a leer la frase en su libro: Jesús ofreció libremente su vida para la salvación de muchos, así nos amó hasta el extremo.

Con mi familia En familia, leer el texto bíblico de Lc 23,44-56 y 24,1-12 y responder a las preguntas:

– ¿Qué fue lo que dijo el oficial romano? ¿Por qué creen que haya dicho eso? – ¿Qué les dijeron a las mujeres los dos hombres de ropas deslumbrantes? – ¿Qué hace Pedro? – ¿Qué les llama la atención de la lectura? Dar gracias a Jesús por haber muerto y resucitado por nosotros.

Notas

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Creo que el Espíritu Santo me hace dar frutos

El Espíritu Santo me hace ser más amable, paciente, bondadoso Propósito Reforzar la fe en el Espíritu Santo al reconocer los frutos de su acción en nosotros.

Sentido del título El título nos refiere a la parte del Credo donde profesamos nuestra fe en el Espíritu Santo. Los frutos del Espíritu Santo no pasan desapercibidos, se notan en las personas y nos hacen parecernos más a Jesús. Al motivar el tema, reforzar los aprendizajes del tema 6 (Iniciación I), Creo en el Espíritu Santo, mi defensor, y cómo recibieron al Espíritu Santo en la Confirmación. El tema de los frutos es nuevo para los niños.

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Iniciamos con alegría

O ración: ¡Cuantos regalos nos quieres dar hoy, Espíritu Santo! Es acción de gracias por la generosidad de Dios al colmarnos de regalos. Imagen: Los niños observan la imagen y responden: – ¿Por qué estará el Espíritu Santo con los niños? – ¿Por qué se ven tan alegres? – ¿De qué platicarán con el Espíritu Santo? – ¿Qué sentirán al ser abrazados por el Espíritu Santo? – Tú, ¿qué le platicarías al Espíritu Santo?

Miramos nuestra vida

Superhéroes y superheroínas en acción Motivar la actividad; pedir a los niños que llenen el cuadro. Cada niño elige tres superhéroes o superheroínas que sean sus personajes favoritos, escribe cuál es su poder y para qué sirve. Los niños comentan su trabajo. Leer la información adicional.

Jesús nos ilumina

Vivamos según el Espíritu Santo

Leer el fragmento del Credo que nos recuerda lo que profesamos acerca del Espíritu Santo y el texto bíblico Gal 5,22-23.25-26. Comentar las respuestas a las preguntas propuestas: – ¿Recuerdas qué afirmamos en el Credo acerca del Espíritu Santo? – ¿Cómo debemos actuar si vivimos de acuerdo al Espíritu? – ¿Qué es lo que no debemos hacer? – ¿Qué hacen Dios Padre y Jesús en la imagen?

Los frutos del Espíritu Santo Animar a los niños a que escriban el nombre de los frutos del Espíritu Santo debajo de cada fruta.

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Aprendemos con Jesús • En el Credo profesamos nuestra fe en el Espíritu Santo como Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo. • El Espíritu Santo es enviado por el Padre y por el Hijo, también “procede” de ellos. Por esto se llama “el Espíritu del Padre” (cf. Mt 10,20; 1 Cor 2,11; Jn 15,26), también se le llama “Espíritu del Hijo” (cf. Gal 4,6) o el Espíritu de Jesús (Hch 16,7). • Los padres de la Iglesia llaman al Espíritu Santo: amor, caridad, vínculo de amor, beso de amor. Estas expresiones dan testimonio de la manera en la que el Espíritu Santo procede del Padre y del Hijo. • Se puede decir que Dios, en su vida íntima, es amor que se personaliza en el Espíritu Santo, Espíritu del Padre y del Hijo. En el Espíritu Santo está la fuente de todo don. • El Espíritu Santo se hace presente en la historia, en las comunidades y en los creyentes a través de los dones y frutos que produce en quienes se abren a su acción. • Los frutos del Espíritu son perfecciones que forma en nosotros el Espíritu Santo como primicias de la gloria eterna. La tradición de la Iglesia enumera doce: “caridad, gozo, paz, paciencia, longanimidad, bondad, benignidad, mansedumbre, fidelidad, modestia, continencia, castidad” (Ga 5,22-23) (cf. CEC 1832). • Los frutos del Espíritu Santo son: – Amor. Un amor abundante, continuo y fiel, como el que se describe en 1 Cor 13,4-7. – Alegría. Es un gozo profundo y firme que permanece aun cuando las cosas no marchen nada bien. – Paz. Ofrece tranquilidad y sosiego, y también incluye salud y bienestar espiritual, con la certidumbre de que se está en buena relación con Dios. – Paciencia. El Espíritu nos da la fuerza para no reaccionar de manera agresiva contra aquellos que nos ofenden o nos atacan. – Bondad. Es la inclinación a hacer siempre el bien. – Benignidad. Se manifiesta en generosidad y en un deseo de hacer bien a otras personas. – Fe. La fe como fruto del Espíritu nos habla de fidelidad. – Mansedumbre. Actitud de humildad, que se opone a la ira, a la arrogancia, al orgullo y al despotismo. – Dominio de sí o templanza. Supone una actitud de moderación en todo lo que hacemos.

Yo también puedo tener superpoderes Pedir a los niños que elijan uno de los frutos del Espíritu Santo, el que les gustaría recibir. Harán una historia de un día en su vida empleando ese fruto, imaginarán que son superhéroes y superheroínas con un poder muy especial.

Mi compromiso con Jesús Pedir a los niños que elijan el fruto que más les llamó la atención y con él: – Investigar de qué se trata (en internet, en algún libro o pueden preguntar a un adulto) y escribirlo en su libro.

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– Pedir al Espíritu Santo que se lo conceda. – En la semana tratar de vivir de acuerdo a ese fruto.

Platicamos con Dios C anto: El fruto del Espíritu es amor. En él se mencionan cada uno de los frutos del Espíritu. (Se puede encontrar en: https://www.youtube.com/watch?v=MqI4NrD0qko). Oración: ¡Ven, Espíritu Santo! Hacer dos coros.

Para recordar Los frutos del Espíritu son: amor, alegría, paz, tolerancia, amabilidad, bondad, fe, mansedumbre y dominio de sí mismo. Si vivimos gracias al Espíritu, comportémonos también según el Espíritu (Gal 5, 22-23). Invitar a los niños a leer la frase en su libro: Los frutos del Espíritu son: amor, alegría, paz, tolerancia, amabilidad, bondad, fe, mansedumbre y dominio de sí mismo. Si vivimos gracias al Espíritu, nos hemos de comportar según el Espíritu.

Con mi familia En familia, compartir lo que aprendieron en la catequesis: leer juntos la sección “Aprendemos con Jesús”. Decir qué fruto les llama más la atención a cada uno y por qué. Al final, rezar:

Ven, Espíritu Santo Ven, Espíritu Santo, permanece con nosotros cuando estamos juntos. Santifica nuestras alegrías y ayúdanos en nuestros pesares. Ilumina nuestras mentes con los dones de la sabiduría, del entendimiento y de la ciencia. En horas de confusión y de dudas, asístenos con el don del consejo.

Para no desmayar en la lucha y el trabajo, concédenos tu fortaleza. Que toda nuestra vida religiosa y familiar esté llena de tu espíritu de piedad. Y que a todos nos mueva el temor santo para no ofenderte jamás. Amén.

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Creo Jesús que es la Iglesia nuestro hermano es el Cuerpo de Cristo

Jesús es la cabeza de la Iglesia y nosotros los miembros Propósito Profesar nuestra fe en la Iglesia, Cuerpo de Cristo, para sentirnos parte de un solo cuerpo con muchos miembros; vivir unidos y amarnos.

Sentido del título y de la frase En el Credo profesamos que la Iglesia es una. El título nos remite a una de las imágenes que describen a la Iglesia y a la unidad que refleja: Cuerpo de Cristo. El enunciado nos recuerda que Cristo es su cabeza y nosotros los miembros.

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Iniciamos con alegría Oración: Yo formo parte de tu Cuerpo. Nos identifica como miembros del Cuerpo de Cristo. Le pedimos a Jesús que nos ayude a vivir como un cuerpo unido, sin divisiones.

Miramos la imagen: Los niños observan la imagen y responden: – ¿A quiénes identificas en la ilustración? – ¿Por qué estarán todos esos personajes alrededor de la Iglesia? – ¿Cómo trabajan estos personajes para que la Iglesia viva unida, sea fuerte y santa?

Miramos nuestra vida

Los brazos del río llevan vida a sus alrededores P edir a los niños observar la imagen y animar sus comentarios. Leer la explicación sobre los deltas y motivar las preguntas: – ¿Conoces un delta o alguno de sus brazos? – ¿Has oído hablar de uno específicamente? Pedir a los niños comentar cómo se imaginan las pequeñas islas que se forman entre los brazos fluviales y preguntar: – ¿Tendrán tierra fértil? ¿Serán unas islas bonitas? – ¿Te gustaría conocer algún lugar así? Pedir a los niños imaginar los brazos fluviales contaminados o vean la ilustración. Preguntar: – ¿Cómo llegará el agua que desemboca en el mar? – ¿Qué pasará con los animales que viven en los brazos fluviales y desembocan en el mar? – ¿Será agradable estar cerca de un lugar tan sucio? – ¿Tú qué harías? Invitar a los niños a imaginar que son brazos fluviales. Preguntar: – ¿Cómo les gustaría estar? Comentar la información complementaria.

Jesús nos ilumina

Un solo cuerpo L eer juntos los textos bíblicos Col 1,18; 1 Cor 12,12-13 y Ef 5,23.25-26. Motivar las preguntas: – ¿De quién es cabeza Cristo? – ¿Cuántos miembros tiene Cristo?

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– ¿Qué hemos recibido todos nosotros? – ¿Para qué se entregó Cristo? – ¿Quiénes aparecen en la imagen? ¿Qué está haciendo Jesús? ¿Qué hacen las demás personas?

Aprendemos con Jesús • La Iglesia es la primera obra del Espíritu Santo. Por Iglesia entendemos a la asamblea litúrgica, la comunidad local o la comunidad universal de los creyentes. La Iglesia es el pueblo que Dios reúne en el mundo entero. Por eso se le llama pueblo de Dios (cf. CEC 752). • La Iglesia tiene unas características (cf. CEC 782): –– Es el Pueblo de Dios: Dios no pertenece en propiedad a ningún pueblo. Pero Él ha adquirido para sí un pueblo de aquellos que antes no eran un pueblo: "una raza elegida, un sacerdocio real, una nación santa" (1 Pe 2,9). –– Se llega a ser miembro de este cuerpo no por el nacimiento físico, sino por el "nacimiento de arriba", "del agua y del Espíritu" (Jn 3,3-5), es decir, por la fe en Cristo y el Bautismo. –– Este pueblo tiene por Cabeza a Jesús el Cristo [Ungido, Mesías]: porque la misma Unción, el Espíritu Santo fluye desde la Cabeza al Cuerpo, es "el Pueblo mesiánico". –– "La identidad de este Pueblo, es la dignidad y la libertad de los hijos de Dios en cuyos corazones habita el Espíritu Santo como en un templo" (LG 9). –– "Su ley, es el mandamiento nuevo: amar como el mismo Cristo mismo nos amó (cf. Jn 13,34)". Esta es la ley "nueva" del Espíritu Santo (Rom 8,2; Gal 5,25). –– Su misión es ser la sal de la tierra y la luz del mundo (cf. Mt 5,13-16). "Es un germen muy seguro de unidad, de esperanza y de salvación para todo el género humano" (LG 9). –– "Su destino es el reino de Dios, que él mismo comenzó en este mundo, que ha de ser extendido hasta que él mismo lo lleve también a su perfección" (LG 9). • La Iglesia es comunión con Jesús. Él asoció a sus discípulos a su vida, les reveló el Misterio del reino, les dio parte en su misión, en su alegría y en sus sufrimientos. Hoy, los creyentes que responden a la Palabra de Dios y se hacen miembros del Cuerpo de Cristo, quedan estrechamente unidos a Cristo (cf. Jn 15,45). "La vida de Cristo se comunica a los creyentes, que se unen a Cristo, muerto y glorificado, por medio de los sacramentos de una manera misteriosa pero real" (LG 7). Jesús envía su Espíritu, con lo que la comunión con él se hace más intensa (cf. CEC 787-790). • “Pero como todos los miembros del cuerpo humano, aunque sean muchos, constituyen un cuerpo, así los fieles en Cristo (cf. 1 Cor 12,12). También en la constitución del cuerpo de Cristo hay variedad de miembros y de ministerios. Uno mismo es el Espíritu que distribuye sus diversos dones para el bien de la Iglesia, según sus riquezas y la diversidad de los ministerios (cf. 1 Cor 12,1-11)” (LG 7). • Cristo es “la Cabeza del Cuerpo que es la Iglesia" (Col 1,18). Él nos alimenta, nos hace crecer hacia él, por eso distribuye a su Cuerpo, la Iglesia, los dones y los servicios mediante los cuales nos ayudamos mutuamente en el camino de la salvación. Cristo y la Iglesia son, por tanto, el Cristo total (cf. CEC 792795).

La Iglesia es… P edir a los niños que hagan una lista con las imágenes de la Iglesia revisadas en la sección “Aprendemos con Jesús”. Por ejemplo: primera obra del Espíritu Santo, una, santa, católica y apostólica, Cuerpo de Cristo, Pueblo de Dios. También, que hagan un dibujo con la imagen que más les haya interesado.

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Mi compromiso con Jesús Invitar a los niños para convertirse, durante la semana, en miembros sanos o afluentes limpios dentro de la Iglesia. Pedir que escriban una oración, qué gestos de amor y de ayuda realizarán y cómo será su participación en la misa.

Platicamos con Dios Canto: Iglesia peregrina (primera parte). Describe, alegremente, las características de la Iglesia, dificultades por las que atraviesa, así como la presencia en ella del Espíritu Santo. El canto nos da una explicación completa de lo que es la Iglesia. (Se puede encontrar en: https://www.youtube.com/ watch?v=DRg8ghOwJrQ). Oración: No abandonas a tu Iglesia.

Para recordar “La Iglesia es el Cuerpo de Cristo. Por el Espíritu y su acción en los sacramentos, sobre todo en la Eucaristía, Cristo muerto y resucitado constituye la comunidad de los creyentes como cuerpo suyo. En la unidad de este cuerpo hay diversidad de miembros y de funciones. Todos los miembros están unidos unos a otros, particularmente a los que sufren, a los pobres y perseguidos. La Iglesia es este Cuerpo del que Cristo es la Cabeza: vive de Él, en Él y por Él; Él vive con ella y en ella” (CEC 805-807). Invitar a los niños a leer la frase en su libro: La Iglesia es el Cuerpo de Cristo, donde hay diversidad de miembros y de funciones. Todos los miembros están unidos unos a otros.

Con mi familia Platicar a su familia acerca de lo que vieron en la catequesis. Entre todos comentar qué imagen de la Iglesia les gusta más y por qué. También, identificarse como miembros sanos dentro del cuerpo de Cristo o miembros que necesitan sanarse, como brazos fluviales limpios o que necesitan limpiarse.

Notas

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Creo en la Iglesia misionera

La Iglesia es católica porque lleva el mensaje de Jesús a todas las personas Propósito Proclamar que la Iglesia es católica porque ha sido enviada a llevar el mensaje de Jesús a todas las personas de todos los rincones del mundo.

Sentido del título y de la frase El título reafirma nuestra fe en la Iglesia; nos recuerda que su misión esencial consiste en ser misionera. La catolicidad de la Iglesia tiene que ver con su cometido de anunciar el mensaje de Jesús a todas las personas.

Material • Revistas, preferentemente infantiles (una por equipo) • Lápices de colores • Plumines

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Iniciamos con alegría Oración ¡Envíanos a anunciar tu mensaje con alegría!, para situarnos en el tema de la misión y recordar que todos somos misioneros. Miramos la imagen: Pedir a los niños observar la imagen y responder: – ¿Qué hace cada uno de los personajes en la ilustración? – ¿Cuál de los personajes se parece a ti? ¿En qué? – ¿A qué los invita Jesús?

Miramos nuestra vida

El anuncio más importante del mundo Organizar equipos. Pedir a los niños que observen los anuncios que aparecen en sus revistas, que escriban una lista de los artículos que anuncian, que contesten a las preguntas: – ¿Las cosas que se anuncian son importantes para la vida de las personas? – ¿Es mejor la vida de una persona si compra todos esos artículos? ¿Por qué? – ¿Qué pasa si una persona vive sin esas cosas?

Invitar a los niños a imaginar que los anuncios nos hablan del amor de Dios, de su ternura y misericordia; de nuestro amigo Jesús y de su entrega amorosa en la cruz; o del Espíritu Santo que nos acompaña, defiende y orienta. Preguntar: – Un anuncio así, ¿es importante para la vida de las personas? – ¿Qué pasa si una persona nunca se entera de que la aman Dios Padre, Jesús y el Espíritu Santo? – ¿Cuál de los dos tipos de anuncios es más importante para la vida de una persona: los de la publicidad o los del amor de Dios? ¿Por qué? Comentar la información complementaria.

Jesús nos ilumina

La misión de los discípulos Leer el texto Mt 28,18-20 y responder: –– ¿Quién tiene autoridad plena sobre cielo y tierra? –– ¿Qué orden dio Jesús a los apóstoles? ¿Adónde los envió? ¿Qué tendrán que hacer? –– ¿Jesús dejó solos a los apóstoles? –– ¿Quiénes aparecen en la ilustración? ¿Qué hace cada uno de los personajes? –– ¿Hacia dónde camina la Iglesia? ¿Hacia dónde camina el mundo?

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Aprendemos con Jesús • En el Credo profesamos que la Iglesia es católica. La palabra "católica" significa "universal", en el sentido de "según la totalidad" o "según la integridad". La Iglesia es católica porque Cristo está presente en ella. De Cristo recibe "la plenitud de los medios de salvación" (AG 6): confesión de fe recta y completa, vida sacramental íntegra y ministerio ordenado en la sucesión apostólica. En este sentido fundamental, la Iglesia era católica el día de Pentecostés (Cf. AG 4) y lo será hasta la Parusía (cf. CEC 830). • La Iglesia también es católica porque ha sido enviada por Cristo en misión a todo el género humano (cf. Mt 28,19; cf. CEC 831) para ser sacramento universal de salvación (cf. CEC 849). • El fin último de la misión es hacer participar a los seres humanos en la comunión que existe entre el Padre y el Hijo en su Espíritu de amor (cf. CEC 850; RM 23)."Dios quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento pleno de la verdad" (1 Tim 2,4). • El Espíritu Santo es el protagonista de la misión eclesial (cf. RM 21). “Él conduce la Iglesia por los caminos de la misión” (CEC 852). • El primer evangelizador es Jesús mismo, se declara enviado por el Padre para proclamar de ciudad en ciudad, sobre todo a los más pobres, el anuncio gozoso del cumplimiento de las promesas y de la Alianza propuesta por Dios. Jesús ha sido evangelizador hasta el final, hasta la perfección, hasta el sacrificio de su existencia terrena (cf. EN 6-7). • La Iglesia tiene la conciencia de que las palabras de Jesús se aplican a ella: “Es preciso que anuncie también el reino de Dios en otras ciudades" (Lc 4,43). La misión esencial de la Iglesia es la evangelización de todos los hombres, esa es su vocación propia, su identidad más profunda. La Iglesia existe para evangelizar, para predicar y enseñar (cf. EN 14). • Evangelizar significa para la Iglesia llevar el mensaje de Cristo a todos los ambientes de la humanidad y así, desde dentro, renovarla. La finalidad de la evangelización es el cambio interior, que llegue a convertir las actividades de las personas, su vida y sus ambientes concretos (cf. EN 18). • El que se ha encontrado con Cristo, quiere darlo a conocer. He ahí la prueba de verdad de la evangelización: es impensable que quién haya acogido la Palabra y se haya entregado al reino, no se convierta en alguien que da testimonio y anuncia a los demás (cf. EN 24). • El programa fundamental de la Iglesia es Revelar a Jesucristo y su Evangelio a los que no lo conocen y a eso ha dedicado su esfuerzo desde la mañana de Pentecostés (cf. EN 51).

Un anuncio excepcional Motivar a los niños a hacer un anuncio para una revista con alguno de los siguientes temas: • Dios nos ama mucho y es un Padre “a todo dar”. • Jesús es un gran amigo, que murió por nosotros y resucitó. • El Espíritu Santo está con nosotros, nos regala sus dones y frutos. En su libro hay un espacio para que los niños diseñen el anuncio. Inventarán una frase entusiasta y alegre, con algún dibujo. Al terminar, observar todos los anuncios elaborados por los niños.

Mi compromiso con Jesús XX Pedir

a los niños que durante la semana hagan la oración por la Iglesia misionera (está en su libro).

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Platicamos con Dios XX Canto: Soy misionero, no soy extranjero. Cierra el tema, describe la experiencia de un misionero. (Se puede

encontrar en https://www.youtube.com/watch?v=PYChaKaZebQ&index=4&list=RDbbT7DEwLep0). XX Oración: Enséñanos, Señor, a ser misioneros de tu amor. Separar al grupo en dos coros.

Para recordar La misión esencial de la Iglesia es la evangelización de todos los hombres, esa es su vocación propia, su identidad más profunda. La Iglesia existe para evangelizar, para predicar y enseñar (cf. EN 14). “La Iglesia, enriquecida con los dones de su Fundador y guardando fielmente sus mandamientos del amor, la humildad y la renuncia, recibe la misión de anunciar y establecer en todos los pueblos el reino de Cristo y de Dios. Ella constituye el germen y el comienzo de este reino en la tierra (LG 5)” (CEC 768). XX Invitar

a los niños a leer la frase en su libro: Jesús envía a la Iglesia a ser misionera para llevar su mensaje a todas las personas y a todos los rincones de la tierra.

Con mi familia XX Invitar

a los niños a realizar en familia la oración por las misiones y comentar cómo anunciar a Jesús.

Notas

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Creo en el amor que nos mantiene unidos

Los cristianos de la tierra estamos unidos a los del cielo Propósito Apreciar que lo que decimos en el Credo acerca de la comunión de los santos consiste en la unión de todos los miembros de la Iglesia, los del cielo y los de la tierra.

Sentido del título y de la frase El título refleja nuestra fe en la Iglesia que se mantiene unida gracias al amor. El enunciado hace referencia a la comunión de los santos y nos recuerda que los fieles cristianos somos todos: los que ya gozan del cielo y los que aún peregrinamos en la tierra.

Material • Lápices de colores

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Iniciamos con alegría XX Oración:

¡Gracias por la unidad! Es acción de gracias por la unidad que vivimos entre nosotros y con los creyentes que ya han llegado al cielo. XX Miramos la imagen: XX Los niños observan la imagen y responden: –– ¿A qué santos y santas identifican en la imagen? –– ¿En qué lugar están que hay nubes y los vemos alegres? –– ¿Quién los recibe? –– ¿Qué imaginas que le dicen a Jesús?

Miramos nuestra vida

¡Unidos lo logramos! XX Narrar

la historieta. Es un episodio de la película Toy Story 3, que relata el escape de la guardería. Si los niños han visto la película, preguntar detalles que recuerden. XX Comentar las preguntas y la información adicional: –– ¿Viste la película Toy Story 3? –– ¿Cuál fue el secreto de Woody y sus amigos para escapar de la guardería? –– ¿Qué hubiera pasado si algún personaje se niega a colaborar? –– Imagina que alguien quiere escapar solito. ¿Lograría su objetivo? ¿Por qué? –– Si tú formaras parte de ese equipo, ¿colaborarías? ¿Por qué? ¿Qué misión te gustaría realizar?

Jesús nos ilumina

Somos miembros los unos de los otros XX Leer

los textos bíblicos Rom 12,5, Ap 8,4 y el fragmento del Credo. XX Al terminar, responder a las preguntas: –– ¿Qué nos une a todos los creyentes? –– ¿Qué llevó el ángel a la presencia de Dios? ¿Cómo imaginas las oraciones de los santos? –– ¿Qué observas en la imagen? ¿Cómo se comunican las personas del cielo con las de la tierra?

Aprendemos con Jesús • En el Credo, después de confesar la santa Iglesia católica, añadimos nuestra fe en la comunión de los santos.

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• Los creyentes formamos un solo cuerpo, por eso el bien de los unos se comunica a los otros. Al ser Cristo la cabeza, comunica su bien a todos los miembros a través de los sacramentos (cf. CEC 947). • La expresión “comunión de los santos” tiene dos significados: es comunión en las cosas santas y en las personas santas (cf. CEC 948). • La comunión de los bienes espirituales es: comunión en la fe, en los sacramentos, en la comunicación de los carismas y los bienes, en la práctica de la caridad. • La fe de los fieles es la fe de la Iglesia recibida de los Apóstoles; se enriquece cuando se comparte (cf. CEC 949). • Los sacramentos nos unen a Dios; la Eucaristía lleva la comunión a su cumbre. El fruto de todos los sacramentos pertenece a todos (cf. CEC 950). • La comunión de los carismas. El Espíritu Santo reparte gracias especiales entre los fieles para la edificación de la Iglesia (cf. LG 12), y para el provecho común (cf. 1 Co 12,7) (cf. CEC 951). • La comunión de bienes. Los creyentes todo lo tenían en común (cf. Hch 4,32). Lo que posee un cristiano debe considerarlo un bien común al servicio de los demás y estar dispuesto a socorrer al necesitado. El cristiano es solo un administrador de los bienes del Señor (cf. CEC 952) • La caridad. San Pablo enseña que nadie vive para sí mismo (cf. Rom 14,7); nos invita a sufrir con los que sufren y alegrarnos con los que se alegran, por ser todos miembros del mismo cuerpo (cf. 1 Cor 12,26-27). Los actos de caridad que realizamos, por pequeños que sean, repercuten en beneficio de todos. La solidaridad se funda en la comunión de los santos (cf. CEC 953). • La comunión entre la Iglesia del cielo y de la tierra se realiza por la comunión entre los tres estados de la Iglesia: –– Los miembros de la Iglesia peregrina o militante, la formamos todos aquellos creyentes que peregrinamos en la tierra. –– La Iglesia purgante, conformada por todos aquellos difuntos que se purifican. –– La Iglesia triunfante, a la que pertenecen todos aquellos que han sido glorificados y que contemplan a Dios tal cual es (cf. CEC 954). • Quienes ya gozan del cielo están más unidos a Cristo, ellos interceden por nosotros ante el Padre (cf. CEC 956). Por nuestra parte, los veneramos y hacemos efectivo el amor fraterno; además, pedimos por los difuntos (cf. CEC 957-958).

Los miembros de la Iglesia XX Pedir

a los niños realizar un dibujo en su libro donde muestren cómo se ayudan entre sí los miembros de toda la Iglesia. XX Al terminar, agruparlos en binas para compartir sus dibujos.

Mi compromiso con Jesús XX Invitar

a los niños a unirse en oración con la Iglesia que peregrina en la tierra, la que se purifica y la que goza del cielo. ¡Esta semana y siempre!

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Platicamos con Dios Cuando estamos juntos. Es el fragmento de una de las canciones de la película Toy Story 3. (Se puede escuchar en: https://www.youtube.com/watch?v=oCbBtTBMflE&index=1&list=RDoCbBtTBMflE). XX Oración: ¡Jesús, qué alegría! XX Canto:

Para recordar "Creemos en la comunión de todos los fieles cristianos, es decir, de los que peregrinan en la tierra, de los que se purifican después de muertos y de los que gozan de la bienaventuranza celeste, y que todos se unen en una sola Iglesia; y creemos igualmente que en esa comunión está a nuestra disposición el amor misericordioso de Dios y de sus santos, que siempre ofrecen oídos atentos a nuestras oraciones" (CEC 962). XX Invitar

a los niños a leer la frase en su libro: Creo en la comunión de todos los cristianos, de los que peregrinan en la tierra, de los que se purifican después de muertos, y de los que gozan en el cielo, ¡y todos somos una sola Iglesia!

Con mi familia XX Leer

en familia la sección “Aprendemos con Jesús”. un padrenuestro y un avemaría por los difuntos de la familia y la jaculatoria: Dales, Señor, el descanso eterno y brille para ellos la luz eterna. Amén.

XX Rezar

Notas

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Creo que Jesús nos resucitará

Algún día resucitaremos como Jesús Propósito Sentido del título y de la frase Fortalecer nuestra fe en la resurrección: como El título nos lleva a recordar el Credo donde Cristo resucitó, resucitaremos nosotros. profesamos nuestra fe y esperanza en la resurrección y en la vida futura. El enunciado reafirma que Jesús ha vencido a la muerte; que en él la muerte no es la última palabra y todos resucitaremos junto con él.

Material • Lápices de colores

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Iniciamos con alegría O ración: ¡Qué hermoso es vivir por siempre! Nos ayuda a situarnos en el tema y a avivar nuestra fe en la resurrección. Miramos la imagen: Los niños observan la imagen y responden: –– ¿A quiénes identificas? ¿Estará entre ellos la abuelita? –– ¿Qué muestran los rostros de los personajes? –– ¿Cómo es el recibimiento? –– ¿Dónde tendrá lugar esta escena?

Miramos nuestra vida

Mis días con la abuelita Hacer la lectura de la historia. Contestar las preguntas y leer la información complementaria. –– ¿Qué hacía la abuelita por Lucy? –– ¿Qué le pasó a la abuelita? –– ¿Dónde está ahora la abuelita? –– ¿Qué pasará con ella? ¿Estará contenta?

Jesús nos ilumina

La resurrección de los muertos XX Leer

los textos bíblicos Mc 12,24-26, 1 Cor 15,20-22 y el fragmento del Credo. –– ¿Qué decimos en el Credo acerca de los muertos? –– ¿Cómo seremos cuando resucitemos de entre los muertos? –– Dios no es un Dios de muertos, sino de vivos. –– ¿Quién es el primero que ha resucitado de entre los muertos? –– ¿Qué pasará con las personas que mueren en unión con Cristo? –– ¿Quiénes regresarán a la vida? –– ¿Qué ves en la ilustración? ¿Qué pasa después de lo que se ve en la imagen?

Aprendemos con Jesús • Creemos firmemente que así como Cristo ha resucitado verdaderamente de entre los muertos, y que vive para siempre, igualmente los creyentes, después de su muerte, vivirán para siempre con Cristo resucitado y que él los resucitará en el último día (cf. CEC 989). 32

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• La "resurrección de la carne" significa que, después de la muerte, no habrá solamente vida del alma inmortal, sino que también nuestros "cuerpos mortales" volverán a tener vida (cf. CEC 990). • Los fariseos (cf. Hch 23,6) y muchos contemporáneos del Señor (cf. Jn 11,24) esperaban la resurrección. Jesús la enseña firmemente. A los saduceos que la niegan responde: "Ustedes no conocen ni las Escrituras ni el poder de Dios, ustedes están en el error" (Mc 12,24). La fe en la resurrección descansa en la fe en Dios que "no es un Dios de muertos sino de vivos" (Mc 12,27) (cf. CEC 993). • Jesús liga la fe en la resurrección a la fe en su propia persona: "Yo soy la resurrección y la vida" (Jn 11,25). Es el mismo Jesús el que resucitará en el último día a quienes hayan creído en él (cf. Jn 5,2425; 6,40) y hayan comido su cuerpo y bebido su sangre (cf. Jn 6,54) (cf. CEC 994). • “¿Qué es resucitar? En la muerte, separación del alma y el cuerpo, el cuerpo del hombre cae en la corrupción, mientras que su alma va al encuentro con Dios, en espera de reunirse con su cuerpo glorificado. Dios en su omnipotencia dará definitivamente a nuestros cuerpos la vida incorruptible uniéndolos a nuestras almas, por la virtud de la Resurrección de Jesús” (CEC 997). • “¿Quién resucitará? Todos los hombres que han muerto: «los que hayan hecho el bien resucitarán para la vida, y los que hayan hecho el mal, para la condenación» (Jn 5,29; cf. Dn 12,2)” (CEC 998). • ¿Cómo? Cristo resucitó con su propio cuerpo: “Miren mis manos y mis pies; soy yo mismo” (Lc 24,39); pero él no volvió a una vida terrenal. De la misma manera resucitaremos con nuestro propio cuerpo, pero este cuerpo será transfigurado en cuerpo de gloria (cf. CEC 999).

La resurrección XX Pedir

al niño que dibuje cómo estaremos todos en el cielo cuando resucitemos. XX Motivar a que subraye la opción que le parezca mejor como respuesta a la frase: Saber que voy a resucitar después de la muerte me da: miedo, alegría, esperanza, preocupación. Cualquier respuesta es correcta. XX Dialogar

con los niños sobre las emociones que les causa la idea de la resurrección.

Mi compromiso con Jesús XX Invitar

a los niños a rezar durante la semana por las personas que morirán en estos días. a practicar una virtud que muestre su intención de vivir como resucitados: pueden ser las virtudes sugeridas (obediencia, agradecimiento, colaboración, honradez) o alguna otra que se vea necesaria según el grupo.

XX Motivarlos

Platicamos con Dios Canto: Creo en Jesús. Lo podemos encontrar en: https://www.youtube.com/watch?v=ErWdJxUxdRk, o en el CD Camino con Jesús. Oramos: Danos fe y esperanza.

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Para recordar “Por la muerte, el alma se separa del cuerpo, pero en la resurrección Dios devolverá la vida incorruptible a nuestro cuerpo transformado reuniéndolo con nuestra alma. Así como Cristo ha resucitado y vive para siempre, todos nosotros resucitaremos en el último día” (CEC 1016). Invitar a los niños a leer la frase en su libro: ¡Como Cristo ha resucitado y vive para siempre, todos nosotros resucitaremos!

Con mi familia El niño catequiza a su familia sobre la fe en la resurrección. Pregunta a sus familiares qué saben acerca de la resurrección de los muertos. Les explica de qué se trata; se puede apoyar de las secciones “Jesús nos ilumina” y “Aprendemos con Jesús”. Reflexionar la cita de Lucas 20,27-40.

Notas

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Creo que Dios nos espera en el cielo

Los amigos de Jesús viviremos junto a él, ¡para siempre! Propósito Proclamar nuestra fe en la vida eterna, ¡gozaremos para siempre delante de Dios!

Sentido del título y de la frase El título manifiesta una realidad que fortalece la fe y esperanza: después de la muerte, Dios nos espera. El enunciado reafirma que quienes hayan vivido como amigos de Jesús serán los que estarán por siempre junto a él.

Material • Lápices de colores • Imágenes de altares de muertos 35

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Iniciamos con alegría Oración: Vivir en la casa del Señor. Es un fragmento del salmo 27,4. La intención es fortalecer la conciencia de que la vida eterna consiste en permanecer delante de Dios todos los días de nuestra vida. Miramos la imagen: –– ¿Qué personajes y lugares identificas en la escena? –– ¿En qué sitio aparece Lázaro y en cuál, el rico Epulón? –– ¿Qué indican sus brazos y la expresión del rostro? –– ¿Cómo reciben Dios Padre, Jesús y el Espíritu Santo a Lázaro en el cielo?

Miramos nuestra vida

La tradición del Día de Muertos Motivar a los niños a imaginar el Día de Muertos. Pedir que enlisten objetos y alimentos que no deben faltar en un altar de muertos. Contestar las preguntas propuestas y leer la información complementaria: –– ¿Qué hacen en tu familia el Día de Muertos y los días cercanos a él? –– ¿Qué te gusta de ese día? –– ¿A quiénes recuerdan en tu familia?

Jesús nos ilumina

El hombre rico y Lázaro, el pobre XX Leer

el texto bíblico de Lc 16,19-31. XX Contestar las preguntas: –– ¿Cómo vivían el rico y Lázaro antes de morir? –– ¿A qué sitio fue cada uno al morir y por qué? –– ¿Qué le pidió el rico al padre Abrahán estando en el abismo? –– ¿Qué le contestó el padre Abrahán? –– ¿Qué pidió el rico para su familia? –– ¿Quiénes aparecen en la ilustración y qué observas? ¿Dios está contento o enojado? ¿Por qué?

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Aprendemos con Jesús • Cuando los cristianos unimos nuestra muerte a Jesús, vemos que en realidad la muerte nos conduce al encuentro definitivo con él. Es a lo que llamamos vida eterna (cf. CEC 1020). • La vida del hombre es un tiempo abierto, ya sea a la aceptación o al rechazo de la gracia divina que nos trae Cristo. La muerte pone fin a ese tiempo. La parábola de Lázaro (cf. Lc 16,22) y la palabra de Cristo en la cruz al buen ladrón (cf. Lc 23,43) nos hablan de un último destino del alma que puede ser distinta para cada una (cf. CEC 1021). • Cada persona, después de morir, recibe en su alma inmortal su retribución eterna en un juicio particular que refiere su vida a Cristo, ya sea a través de una purificación, para entrar inmediatamente en la bienaventuranza del cielo o para condenarse inmediatamente (cf. CEC 1022). • Los que mueren en la gracia y la amistad de Dios y están perfectamente purificados, viven para siempre con Cristo. Son para siempre semejantes a Dios, porque lo ven “tal cual es” (1 Jn 3,2), cara a cara (cf. 1 Cor 13,12; Ap 22,4). Esta vida perfecta con la Santísima Trinidad, con la Virgen María, los ángeles y todos los bienaventurados se llama "el cielo". El cielo es el fin último y la realización de las aspiraciones más profundas del hombre, el estado definitivo de dicha (cf. CEC 1023-1024). • Los que mueren en la gracia y en la amistad de Dios, pero imperfectamente purificados, aunque están seguros de su eterna salvación, sufren después de su muerte una purificación, para obtener la santidad necesaria y en la alegría del cielo. La Iglesia llama purgatorio a esta purificación de los elegidos, que es distinta del castigo de los condenados (cf. CEC 1030-1031). • Morir en pecado mortal sin estar arrepentido ni acoger el amor misericordioso de Dios significa permanecer separados de Él para siempre por nuestra propia y libre elección. Este estado de autoexclusión definitiva de la comunión con Dios y con los bienaventurados es lo que se designa con la palabra "infierno". Jesús habla con frecuencia de la "gehenna" y del "fuego que nunca se apaga" reservado a los que, hasta el fin de su vida, rehúsan creer y convertirse (cf. CEC 1033–1034).

La vida eterna es… XX Pedir

a los niños elaborar una historieta ilustrada de la sección “Aprendemos con Jesús”.

Mi compromiso con Jesús El hombre rico de la parábola no quiso compartir sus bienes con Lázaro. Invitar a los niños a comenzar a vivir la vida eterna desde ahora. Esta semana se tendrán que comportar como si ya estuvieran en el cielo. El último día de la semana escribirán qué compartieron con las personas con las que conviven.

Platicamos con Dios Canto: Más allá del sol. (Se puede encontrar en:https://www.youtube.com/watch?v=0FVQQrVHgbc). Oración: Nos has hecho para una vida feliz.

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Para recordar “Por su muerte y su Resurrección Jesucristo nos ha "abierto" el cielo. La vida de los bienaventurados consiste en la plena posesión de los frutos de la redención realizada por Cristo, disfrutarán de la glorificación celestial aquellos que han creído en él y que han permanecido fieles a su voluntad. El cielo es la comunidad bienaventurada de todos los que están perfectamente incorporados a él” (CEC 1026). XX Invitar a los niños a leer la frase en su libro: Jesucristo nos ha abierto las puertas del cielo por su muerte y su resurrección.

Con mi familia XX Los

niños preguntan a su familia lo que para ellos significa la vida eterna. Después leen la sección “Aprendemos con Jesús” y la comentan. Al final todos comparten qué aprendieron de la parábola de Lázaro y el hombre rico, y cómo se imaginan el cielo.

Notas

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Celebración

¡Creo en Dios y en el poder de su cruz y resurrección! Propósito • Tarjetas con uno de los siguientes temas: los dones del Espíritu Santo, la Iglesia, la Celebrar el camino recorrido en la catequesis, familia de Dios, la comunión de los santos, en él hemos reflexionado algunos de los la resurrección de la carne, la vida eterna artículos del Credo. (una por equipo) Tarjetas con las preguntas de la actividad Material • “Los regalos de Jesús” (una por equipo) • Crucifijo grande • Imagen de Jesús resucitado • Pliegos de papel rotafolio (uno por equipo) • Marcadores

Iniciamos con alegría Bienvenidos a esta celebración. En este caminar de la catequesis hemos reflexionado sobre algunos artículos del Credo. Comprender cada uno cuando los recitamos los domingos en la misa, fortalece nuestra fe y esperanza. • Escuchemos una versión rap del Credo y tratemos de seguirla. Es el Credo en rap de Dawidhs (segunda parte). (Lo podemos encontrar en https://www.youtube.com/watch?v=9mbquCdQTw4, minutos 2:523:35):

Credo en rap Creo en ti, Señor Jesús, eres mi esperanza y mi destino. En ti, Señor Jesús, pues solo en ti mi ser tiene sentido. Como él nos prometió, volverá lleno de gloria, como rey y juez supremo de toda nuestra historia. Juzgará a vivos y muertos con su eterna justicia, nada que ver con la nuestra, pues Dios no tiene malicia. Si le amas con humilde y sincero corazón, su misericordia te regalará el perdón. Dedicado a todo hombre del uno al otro confín, Él es Señor de todo y su reino no tendrá fin.

Todos: Creemos en ti, Señor, ¡pero aumenta nuestra fe!

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La Palabra XX Escuchemos

el texto bíblico:

Cristo murió y resucitó Porque yo les transmití en primer lugar, lo que a mi vez recibí: que Cristo murió por nuestros pecados según las Escrituras, y que fue sepultado; que resucitó al tercer día según las Escrituras, y que se apareció a Pedro y luego a los doce. Así también por la unión con Cristo todos regresarán a la vida. Nosotros damos gracias a Dios que nos da la victoria por medio de Nuestro Señor Jesucristo. 1 Corintios 15,3-5.22.57 –– ¿Por qué murió Cristo? –– ¿Cuándo resucitó? –– ¿A quiénes se apareció? –– ¿Quiénes regresarán a la vida?

La feria de la fe 1. Contemplar la cruz y la gloria a los niños que en silencio observen durante un minuto una imagen de Jesús en la cruz. Al terminar, solicitar que describan lo que miraron, sintieron o pensaron. XX Hacer el mismo ejercicio con una imagen de Jesús resucitado. XX Explicar a los niños que lo que acaban de contemplar es el misterio fundamental de nuestra fe. Cada vez que morimos a algo que nos aleja de él, resucitamos a la vida de gracia y amistad con Jesús. XX Pedir

2. Los regalos de Jesús ¿Sabemos que la cruz de Cristo tiene un poder extraordinario? Es un poder único, pues lo vence todo, lo consigue todo, lo puede todo. El poder de la cruz nos consigue diferentes gracias. Son regalos muy importantes, muy costosos y muy bonitos. Vamos a descubrirlos. XX Organizar a los niños en equipos con los siguientes regalos (si hay más niños se pueden repetir los nombres): 1. Los dones del Espíritu Santo 2. La Iglesia, familia de Dios 3. La comunión de los santos 4. La resurrección de la carne 5. La vida eterna XX Repartir una tarjeta por equipo con el tema que les haya tocado y las preguntas. En equipo contestar las preguntas por escrito, tomando en cuenta que el regalo es el nombre de su equipo: –– ¿En qué te ayuda ese regalo para tu vida? –– ¿El regalo te dará algún poder extraordinario? ¿Cuál? –– ¿Cómo sería tu vida si no recibieras nunca este regalo? –– ¿Cómo imaginas al mundo si todos recibieran y aceptaran con alegría este regalo? XX Al terminar, los niños escriben, en un pliego de papel, una acción de gracias dirigida a Dios por el regalo. XX Colocar los pliegos en forma de exposición e invitar a los niños a pasearse por “La feria de la fe” para leer lo que escribieron los demás. XX Para concluir, preguntamos a los niños: –– ¿Aprendieron algo nuevo?

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–– ¿De qué dieron gracias? –– ¿Qué piensan de la riqueza de nuestra fe? XX Canto: Cantaremos el estribillo del “Credo en rap” de Dawidhs: Creo en ti, Señor Jesús, eres mi esperanza y mi destino.

Oración inicial En ti, Señor Jesús, pues solo en ti mi ser tiene sentido. Organizamos a los niños en dos coros.

XX Oración:

¡Gracias, Santísima Trinidad! Primer coro: ¡Te damos gracias, Padre, Hijo y Espíritu Santo, Santísima Trinidad!

Segundo coro: Por el regalo de la Iglesia.

¡Te damos gracias, Padre, Hijo y Espíritu Santo, Santísima Trinidad!

Por la comunión de las santos.

¡Te damos gracias, Padre, Hijo y Espíritu Santo, Santísima Trinidad!

Por la resurrección de la carne.

¡Te damos gracias, Padre, Hijo y Espíritu Santo, Santísima Trinidad!

Por la vida eterna.

Todos: Enséñanos, Señor, a caminar con fidelidad por el camino de la fe. Ayúdanos a profundizar cada día más en tu verdad y concede que todos aquellos que no te conocen lleguen algún día a disfrutar la alegría de la fe. Amén.

Notas

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Notas

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BLOQUE

¡Vivo como Jesús! B02 CAMINO CON JESUS 043-078.indd 43

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Respeto la vida por ser un don de Dios

ivo la pureza, mi cuerpo es templo V del Espíritu Santo

10 No

tomo lo ajeno

11 Dios

me llama a decir siempre la verdad

12 ¡Soy

limpio de pensamiento y corazón!

13 Me

contento con lo que poseo

14 Sigo

un camino de amor y felicidad: las bienaventuranzas

Celebración:

Elijo el camino del bien

La imagen La imagen central es la del Sagrado Corazón de Jesús, con varios símbolos: • La cruz. En ella Jesús dio su vida por nosotros, nos enseña a cargar nuestra cruz de cada día. También representa las ofensas a Jesús, quien nos pide actuar como él. • Las llamas. Signo del amor encendido que tiene para sus hijos, especialmente, para los débiles y pecadores. Jesús nos anima a vivir como él, cuando nos dice: “Aprendan de mí que soy sencillo y humilde de corazón” (Mt 11,29). Los niños están abrazados en señal de que han aprendido a vivir como Jesús. – ¿Por qué están abrazados los niños? – ¿Qué personaje importante contempla feliz la escena? ¿Qué indican las manos de Dios? – ¿Qué representa el corazón que está en medio?

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Respeto la vida por ser un don de Dios

El quinto mandamiento me pide “no matar” Propósito Comprender el valor de la vida para cuidar y respetar la propia y la de los demás.

Sentido del título y de la frase El título señala el significado del quinto mandamiento de la ley de Dios; la vida se nos da como un regalo invaluable de parte de Dios.

Material • Video No matarás, en https://www.youtube.com/watch?v=kYE7LdNNZ8k

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Iniciamos con alegría Saludo: Comenzamos el bloque ¡Vivo como Jesús! Tiene como eje la vivencia de los mandamientos (del quinto al décimo). Recapitular el sentido de los mandamientos y recordar los primeros cinco que se vieron en el ciclo de catequesis anterior (Iniciación I). Oración: ¡Gracias por la vida! Nos ayuda a reconocer que la vida es un regalo importante de Dios y hay que cuidarla. Imagen: –– ¿Por qué está feliz nuestro Padre Dios? –– ¿Cómo cuidan estos niños y niñas la vida? –– ¿Qué importancia tiene para la vida cuidar la naturaleza? –– ¿Cómo cuidas tu vida y la de los demás?

Miramos nuestra vida

El jardinero y su amado jardín L eer la historia propuesta con la entonación adecuada, con emoción y alegría cuando hay signos de exclamación. Contestar a las preguntas: –– ¿Qué quería conseguir el jardinero? –– ¿Qué hizo para conseguirlo? –– Imagínate que llega un enemigo y destruye una de las plantas hermosas del jardín. ¿Cómo se sentirá el jardinero? ¿Qué hará el jardinero? –– ¿Cómo crees que se llamaba este jardinero? Da un nombre al jardinero. Leer la información complementaria, y al terminar, preguntar: – ¿Cómo se sentirá Dios cuando alguien destruye a alguno de sus hijos?

Jesús nos ilumina

Relaciones fraternas L eer juntos los textos Mt 5,21 y Ex 20,13; 23,7. Entre todos contestar a las preguntas propuestas: –– ¿Qué se dijo a los antepasados? –– ¿Qué pasará con quien mata a una persona? –– Según el libro del Éxodo, ¿qué no debemos hacer? ¿Por qué? –– ¿Qué descubres en la imagen? –– ¿Qué sostiene Jesús con la mano y su cuerpo? 46

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Aprendemos con Jesús • La vida humana es sagrada, fruto de la acción creadora de Dios, es por eso que nadie tiene el derecho de matar de modo directo a un ser humano (cf. CEC 2258). • La alianza que Dios hace con la humanidad está llena de invitaciones a reconocer la vida humana como don divino y es una enseñanza para todos los tiempos (cf. CEC 2260). • En el sermón de la montaña, el Señor recuerda el precepto: No matarás (Mt 5,21), y añade el rechazo que hemos de tener hacia la ira, el odio y la venganza. Más aún, Jesús exige a sus discípulos presentar la otra mejilla y amar a los enemigos (cf. CEC 2262). • El quinto mandamiento condena como gravemente pecaminoso el homicidio directo y voluntario. El que mata y los que cooperan voluntariamente con él cometen un pecado que clama al cielo (cf. CEC 2268). • El escándalo, la actitud o comportamiento que induce a otro a hacer el mal, es un atentado contra la dignidad de las personas, pues ataca la virtud y puede provocar en el hermano la muerte espiritual. El escándalo es grave cuando es causado por aquellos que están obligados a enseñar y a educar a otros (cf. CEC 2284-2285). • Además de la vida, la salud física es un bien precioso confiado por Dios, por lo que también hay que cuidarla, teniendo en cuenta las necesidades de los demás y el bien común (cf. CEC 2288). • El respeto y el desarrollo de la vida humana exigen la paz. Jesús mismo declara bienaventurados a los que construyen la paz (cf. Mt 5,9).

Actuar como Jesús E n el libro del niño se presentan dos casos y se ofrecen tres desenlaces para que los niños elijan los que cuidan y respetan la vida. Discutir en equipos. Proponer la opción de inventar la solución que consideren más conveniente para actuar como Jesús y, específicamente, cumplir el quinto mandamiento. La intención de la actividad es que los niños reflexionen acerca de algunas conductas que pueden llevar a una persona a lastimarse a sí misma y a los demás. A manera de cierre, mirar el video No matarás y analizarlo con los niños (si no se puede pasar, platicar la historieta a los niños). Comentar que hay muchos actos que atentan contra la vida de las personas. No necesariamente aquellas que acaban con la vida física, sino también aquellas que impiden el correcto y sano desarrollo de las personas como la esclavitud, la guerra, el acoso, el bullying y todas aquellas situaciones que denigran a las personas.

Mi compromiso con Jesús Cada niño elige una o dos propuestas de las que tiene en su libro y se compromete a realizarlas.

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Platicamos con Dios Canto: En el principio (del CD Grandes aventuras de la Biblia 1, en https://www.youtube.com/watch?v=iNENKym9naU, minutos 1:43-5:17). El canto nos ayuda a reforzar con los niños la idea de que Dios es autor de todas las cosas creadas. Oración: Respetamos la vida.

Para recordar La vida humana es sagrada, porque desde su inicio es fruto de la acción creadora de Dios y permanece siempre en una especial relación con el Creador, su único fin. Solo Dios es Señor de la vida desde su comienzo hasta su término; nadie, en ninguna circunstancia, puede atribuirse el derecho de matar de modo directo a un ser humano inocente (cf. CEC 2258). Leer la frase en su libro: Dios es el Señor de la vida, desde su comienzo hasta su término; nadie tiene derecho de maltratarla o terminar con ella.

Con mi familia Pedir a los niños que propongan a sus familiares hacer un plan para respetar la vida a su alrededor con las ideas que compartieron en la catequesis y que lo ilustren en una cartulina. Traer la cartulina para la próxima sesión de catequesis.

Notas

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Vivo la pureza, mi cuerpo es templo del Espíritu Santo

El sexto mandamiento me pide “no cometer actos impuros” Propósito Valorar nuestro cuerpo como templo del Espíritu Santo, para tratarlo con la dignidad que merece.

Sentido del título El título nos recuerda que Dios nos ha dado un cuerpo al que debemos cuidar porque en él reside el Espíritu Santo y hay que tratarlo con la santidad que requiere la presencia divina en nosotros; el enunciado hace referencia al sexto mandamiento de la ley de Dios.

Material • Dos jarras transparentes con agua • Pintura negra o tierra • Papel bond (un pliego por niño) • Marcadores de colores

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Iniciamos con alegría O ración: ¡Jesús, que no perdamos la pureza! Oración de petición para mantenernos puros en cuerpo y en espíritu. M iramos la imagen: – Observa las manos de nuestro Padre Dios y la expresión de sus ojos, ¿qué te indican? – ¿Qué te parece el niño que se exhibe sin ropa? – ¿Qué dirías a quien te quiere molestar con dibujos o fotografías de acciones violentas o que van contra la pureza? – ¿Cómo viven la pureza los niños que están en la parte de atrás? ¿Cómo los ve Dios Padre?

Miramos nuestra vida

Puro o impuro M ostrar a los niños dos jarras de agua limpia. Pedir que describan sus cualidades. –– ¿Cómo es el agua pura? –– ¿Qué uso le damos al agua limpia? –– Es importante tener agua limpia, ¿por qué? XX Añadir a una de las jarras unas gotas de pintura negra o de tierra. Pedir a los niños que describan cómo es el agua sucia y qué uso le podemos dar. También que imaginen que está llena de toda clase de desechos y piensen para qué sirve y si nos gustaría que en nuestra casa solo hubiera agua sucia y por qué. XX Preguntar: –– ¿Cuál es la diferencia entre lo puro y lo impuro? –– ¿Qué preferimos y por qué? XX Comentar la información adicional del libro del niño.

Jesús nos ilumina

Una vida de pureza Leer los textos Mt 5,8.27-28 y CEC 2394. de un instante de silencio, comentar las preguntas y pedir a los niños que escriban la respuesta de las que tienen un espacio para completar. –– ¿Qué pasará con los limpios de corazón? –– ¿Qué hace el que mira con malos deseos a una mujer? –– Cristo es el modelo de la pureza. –– Todo bautizado es llamado a llevar una vida de pureza. –– ¿Qué está haciendo Jesús en la ilustración? ¿Qué nos querrá decir con eso?

XX Después

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Aprendemos con Jesús • La castidad (pureza), supone la integridad de la persona y para conseguirla es necesario aprender a dominarse a sí misma. Se presentan pues dos alternativas: o se controlan las pasiones, para alcanzar la paz o se deja dominar por ellas para alcanzar la desgracia (cf. CEC 2337-2339). • Existe un camino para permanecer fiel a la pureza: conocerse a sí mismo, la práctica de la ascesis en las diferentes situaciones de la vida, la obediencia a los mandamientos divinos, la fidelidad a la oración y a los sacramentos (cf. CEC 2340). • Ascesis, en su origen desde el griego, hacía referencia a los ejercicios que servían para el entrenamiento físico de los atletas, se entiende también como los desprendimientos y esfuerzos necesarios para adquirir la virtud. En la práctica cristiana la ascesis supone la búsqueda de la perfección mediante el esfuerzo personal y las prácticas que nos llevan a luchar contra los defectos y a adquirir virtudes. • La pureza lleva al que la practica a ser ante los demás un testigo de la fidelidad y de la ternura de Dios (cf. CEC 2346). • Entre los pecados contrarios a la castidad y que atentan contra la dignidad de la persona encontramos la lujuria (goce desordenado del placer sexual), la masturbación (excitación voluntaria de los órganos sexuales para obtener placer), fornicación (unión sexual de un hombre y una mujer fuera del matrimonio), pornografía (presentación de actos sexuales reales o simulados en videos, películas, redes sociales, prostitución, violación…) (cf. CEC 2351-2356).

Mi cuerpo, templo del Espíritu Santo XX En

binas los niños trazan por turnos su silueta sobre una hoja de papel bond. Pedir que se acuesten sobre el papel (en el piso) y que un compañero los ayude a delinearla. XX También pueden completar la actividad con los dibujos de unas siluetas de una niña y un niño que hay en su libro. XX Dibujar dentro de la silueta una paloma que represente al Espíritu Santo. XX Fuera de la silueta, enlistar todas las acciones que pueden realizar para conservar la pureza de ojos, oídos, boca y del cuerpo en general.

Mi compromiso con Jesús Invitar a los niños a trabajar en cuidar su pureza de cuerpo, mente y espíritu toda la semana. Elegir dos acciones que realizarán. Se pueden apoyar en la sección “Aprendemos con Jesús”.

Platicamos con Dios C anto: Regálame tu Espíritu, se puede encontrar en: https://www.youtube.com/watch?v=Y2FwmhrLhr4&list=RDY2FwmhrLhr4&index=1, o en el CD Camino con Jesús. Oración: ¡Inspíranos!

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Para recordar El sexto mandamiento prohíbe todas las acciones que hacen que el cuerpo pierda su pureza. “Cristo es el modelo de la castidad, todo bautizado está llamado a llevar una vida casta, cada uno según su estado de vida” (CEC 2394). XX Leer

la frase en su libro: El sexto mandamiento nos invita a realizar las acciones que permiten mantener la pureza del cuerpo. Cristo es nuestro modelo de pureza.

Con mi familia XX Los

niños leen con su familia la sección “Aprendemos con Jesús”. comentan cómo podemos cuidar mejor nuestro cuerpo, nuestros pensamientos y respetar a los demás. XX Eligen dos acciones que realizarán en familia para colaborar en el cuidado, respeto de la pureza de cuerpo, mente y espíritu. XX Después,

Notas

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No tomo lo ajeno

Dios quiere que respetemos las cosas de los demás, robar nos aleja de Él Propósito Reconocer que el robo es una acción negativa porque daña a quien la comete, mucho más que a quien se le roba; Dios manda respetar las cosas de los demás.

Sentido del título y de la frase El título presenta en qué consiste el séptimo mandamiento de la ley de Dios y el enunciado da la explicación del mandamiento: Dios nos llama a respetar lo que es de lo demás.

Material • Hojas de periódico (una por niño) • Boletos (de cartulina o de papel de colores diferentes; un color por equipo)

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Iniciamos con alegría Oración: Quiero ser honrado. Nos permite iniciar el tema con la disposición de buscar la honradez y el respeto por las cosas de los demás y para conseguirlo, pedimos la ayuda de Dios. Miramos la imagen: –– ¿Qué hace el niño que está solo en el salón? –– ¿Quiénes son testigos de su acción? –– ¿Qué estará diciendo Dios Padre? –– ¿Cómo se sentirá el niño después de esa acción?

Miramos nuestra vida

Cuando robar se hace fácil Pedir a los niños que lean la historia y que contesten a las preguntas: –– ¿Qué hizo Sofía? ¿Por qué lo hizo? –– ¿Por qué la mamá de Sofía le pidió que devolviera la goma? –– ¿Cómo reaccionó Miguel? –– ¿Has actuado como Sofía, tomando cosas que no son tuyas? ¿Por qué? –– ¿Qué otro tipo de robos han escuchado que suceden? ¿Qué consecuencias acarrean estos actos tanto para el que roba como para su familia?

Jesús nos ilumina

Uno como nosotros Leer los textos Ef 4,28, Dt 5,19 y CEC 2453. –– ¿Qué debe hacer el que roba, según la carta a los Efesios? –– ¿Qué nos pide el libro del Deuteronomio? –– ¿Qué prohíbe el séptimo mandamiento? –– ¿Qué le dirías al niño de la ilustración?

Aprendemos con Jesús • El séptimo mandamiento prohíbe tomar o retener el bien del prójimo injustamente y perjudicar de cualquier manera al prójimo en sus bienes. Recomienda la justicia y la caridad en la administración de los bienes terrenos y de los frutos del trabajo de los hombres. Exige el respeto del destino universal de los bienes, pensando en la importancia del bien común. Se trata de ordenar hacia Dios y hacia la caridad todos los bienes de este mundo (cf. CEC 2401).

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• Toda forma en la que lleguemos a tomar o retener injustamente lo que es de los demás es contraria al séptimo mandamiento: retener lo prestado o los objetos encontrados; defraudar, si somos comerciantes; pagar salarios injustos; elevar los precios, especulando con la ignorancia o la necesidad; la corrupción, los trabajos mal hechos; el fraude fiscal, la falsificación de cheques y facturas; los gastos excesivos, el despilfarro, provocar voluntariamente un daño a las propiedades privadas o públicas (cf. CEC 2409). • El séptimo mandamiento exige el respeto de la integridad de la creación. Los animales, las plantas y los seres inanimados (el agua, la tierra, el aire) están destinados al bien común de la humanidad (cf. CEC 2415). • Es contrario a la dignidad humana hacer sufrir inútilmente a los animales y sacrificar sin necesidad sus vidas. Es también indigno invertir en los animales grandes sumas que deberían servir más bien para aliviar los sufrimientos de las personas que menos tienen. Se puede amar a los animales; pero no debemos amarlos más que a las personas (cf. CEC 2418). • El séptimo mandamiento también hace referencia a la ayuda que le debemos a los pobres. Decía san Juan Crisóstomo: “No hacer participar a los pobres de los propios bienes es robarles y quitarles la vida”. De ahí la importancia de practicar las obras de misericordia (cf. CEC 2445-2447).

¡Planeamos nuestro negocio! XX Formar

equipos de tres niños. Cada equipo organizará un negocio y elegirá algún producto para vender. Tendrán que redactar las reglas para ser negociantes honrados, según lo que “Aprendimos con Jesús”: • Buena calidad de la mercancía. • Precio justo. • Dar el cambio completo. XX Elegir un nombre para el negocio (que muestre el aprecio por la naturaleza). XX Inventar un lema para el negocio (que señale el respeto a los bienes de los clientes). XX Cada equipo presenta su negocio, las reglas y su lema.

Mi compromiso con Jesús Pedir a los niños que subrayen lo qué harán para ser honrados y nunca cometer un robo: • Devolver el cambio completo a mamá, papá... • No tomar nada de mis compañeros o hermanos ni tomar nada de la bolsa de mi mamá. • Cuidar el medio ambiente. • Ayudar a alguna persona necesitada. XX Tratar de hacer conciencia del valor de ser honrado en todo.

Platicamos con Dios Canto: El amor lo arregla todo, lo puedes encontrar en https://www.youtube.com/watch?v=s_mae2RzIaI, o en el CD Camino con Jesús. Oración: Jesús, hazme misericordioso.

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Para recordar El séptimo mandamiento recomienda la práctica de la justicia y de la caridad en el uso de los bienes terrenos y de los frutos del trabajo de los hombres. Además prohíbe el robo, es decir, la usurpación del bien ajeno contra la voluntad razonable de su dueño (CEC 2451 y 2453). XX Leer la frase en su libro: No hay que robar, sino más bien trabajar, hacer con las manos lo que es bueno, a fin de compartir.

Con mi familia Los niños, junto a su familia, leen la sección “Aprendemos con Jesús” y comentan qué consecuencias tiene para nuestra ciudad que existan personas que se dedican a robar.

Notas

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Dios me llama a decir siempre la verdad

El octavo mandamiento me pide no mentir Propósito Descubrir la verdad como único camino que nos lleva a Jesús; reflexionar las consecuencias de mentir.

Sentido del título y de la frase El título retoma parte de una cita del Evangelio de san Juan, en la que Jesús nos invita a permanecer en su palabra para conocer la verdad. El enunciado hace referencia al contenido del octavo mandamiento de la ley de Dios.

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Iniciamos con alegría O ración: ¡Sé mi fuerza contra la mentira! En ella se manifiesta un deseo por seguir el camino de la verdad y para ello se pide la ayuda de Dios. M iramos la imagen: Comenzar un diálogo con algunas preguntas y comentarios sobre la imagen que abre el tema: –– ¿Por qué Dios Padre dice no con el dedo índice? –– ¿Qué le pasa a la niña, lejos de los que discuten? –– ¿Imaginas que la hicieron culpable de algo? –– ¿Qué discutirán los niños de la imagen?

Miramos nuestra vida

¿Quién rompió el vidrio? XX Leer

juntos la historieta “¿Quién rompió el vidrio?”. Se puede encontrar completa en https://www.youtube.com/watch?v=k_1NPNW7W4Y, El octavo mandamiento. XX Comentar las siguientes preguntas: –– ¿Quién rompió el vidrio? ¿Traer piedras en el pantalón es suficiente prueba para acusar a Juan? –– ¿Qué consecuencias trajo a los niños hacer caso de una mentira? –– ¿Cómo se sintió Juan, el chico acusado de tirar la piedra? –– ¿Qué debemos hacer antes de acusar a alguien? –– Si nos damos cuenta de que algo es mentira, ¿qué podemos hacer? –– ¿Cómo reaccionó Susy ante el chisme de Karen? –– Si alguien nos cuenta un chisme, ¿cómo reaccionar? XX Compartir aprendizajes y leer la información complementaria.

Jesús nos ilumina

La verdad libera al hombre XX Reflexionar

los textos bíblicos Jn 8,31-32, Ef 4,25 y Ex 20,16. XX Contestar a las siguientes preguntas entre todos: –– Según el Evangelio de san Juan, la verdad nos hace libres. –– La carta a los Efesios nos pide desterrar la mentira. –– ¿Qué debe decir cada uno a su prójimo? La verdad. ¿Por qué? –– No darás testimonio falso contra tu prójimo. –– ¿Qué significa dar falso testimonio? Es no decir la verdad sobre algo que se vio o presenció.

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Aprendemos con Jesús • El Antiguo Testamento nos enseña: Dios es fuente de toda verdad. Su palabra es verdad (cf. Prov 8,7). Su ley es verdad (cf. Sal 119,142). Debido a que Dios es el “Veraz” (Rom 3,4), todos los miembros de su cuerpo son llamados a vivir en la verdad (cf. CEC 2465). • Jesús nos enseña el amor incondicional de la verdad: “Sea vuestro lenguaje: sí, sí; no, no” (Mt 5,37). Jesús es la Verdad (cf. Jn 14,6), por eso todo discípulo de Jesús vive del “Espíritu de verdad” (Jn 14,17) que nos conduce a la verdad completa (cf. CEC 2466). • El discípulo de Cristo acepta vivir de acuerdo al ejemplo del Señor y permanece en su Verdad. “Si decimos que estamos en comunión con él, y caminamos en tinieblas, mentimos y no obramos conforme a la verdad” (1 Jn 1,6) (cf. CEC 2470). • Son ofensas a la verdad (cf. CEC 2476-2477): –– Falso testimonio y perjurio. Es hacer una afirmación contraria a la verdad ante un tribunal. Cuando esa afirmación es pronunciada bajo juramento se le llama perjurio. Las consecuencias de esos actos pueden ser: condenar injustamente a un inocente, disculpar a un culpable, aumentar la pena de un acusado. El falso testimonio y el perjurio comprometen gravemente la justicia y la equidad. –– La falta de respeto a la reputación de las personas. Cuando se admiten sin fundamento los defectos morales de los demás; cuando hablamos de los defectos de las personas a otras que los ignoran; cuando a través de mentiras dañamos la reputación de otros. • Debemos evitar por completo el halago o la adulación que anime o aliente a otro a realizar un acto lleno de malicia. El halago es una falta grave si se hace cómplice de vicios o pecados graves (cf. CEC 2480). • La mentira es la ofensa más directa contra la verdad. Jesús denuncia en la mentira una obra diabólica: “El diablo […] nunca se mantuvo firme en la verdad. Por eso nunca dice la verdad. Cuando miente, habla de lo que lleva dentro, porque es mentiroso por naturaleza y padre de la mentira” (Jn 8,44). San Agustín decía que la mentira consiste en decir falsedad con intención de engañar. Por eso la mentira ofende el vínculo entre el hombre y su palabra con Cristo (cf. CEC 2482-2483). • La mentira es una verdadera violencia hecha a los hermanos. Lleva dentro de sí la semilla de la división y todos los males que esta suscita. La mentira es muy mala para toda sociedad, pues socava la confianza entre las personas y rompe el tejido de las relaciones sociales (cf. CEC 2486).

El contador de mentiras XX Indicar

a los niños que coloquen una X a las frases que hayan dicho. Al final cuentan las mentiras en las que suelen caer.

Mi compromiso con Jesús XX Invitar

a los niños a hacer un examen de conciencia cada día para descubrir cuántas veces en el día dicen la verdad. XX También, a que elijan tres ejemplos y los anoten en su libro para compartirlos la próxima sesión de catequesis. XX Por último, que se comprometan a decir la verdad y a ayudar a corregir a aquellos que mienten.

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Platicamos con Dios Un niño diferente, se puede encontrar en https://www.youtube.com/watch?v=-pJYUDI0Lz0&list=PL2Y3IqD1AsIuFPL9WaLx6WcGaNQPGfXRW& index=70. XX Oración: Ayúdame a decir siempre la verdad. XX Canto:

Para recordar Ante Pilato, Cristo proclama que había “venido al mundo para dar testimonio de la verdad” (Jn 18,37). El cristiano no debe “avergonzarse de dar testimonio del Señor” (2 Tm 1,8). Debe guardar una “conciencia limpia ante Dios y ante los hombres” (Hch 24,16) (cf. CEC 2471). XX Leer

la frase en su libro: Jesús vino al mundo para dar testimonio de la verdad; sus discípulos estamos llamados a hacer lo mismo.

Con mi familia XX Los

niños, junto a su familia, buscan un personaje en una revista o periódico (del mundo artístico, del deporte, del periodismo, de la política, de los negocios, de la cultura, de las religiones) del que crean que actúa y habla con la verdad. Recortan su figura, la pegan en una hoja y escriben las razones por las que creen que actúa y habla con verdad. XX Después, hacer lo mismo con una persona que vive en la mentira. Traer la hoja para la siguiente sesión. XX Reflexionar qué haremos en familia para decirnos la verdad unos a otros.

Notas

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¡Soy limpio de pensamiento y de corazón!

El noveno mandamiento me pide alejar de mí los pensamientos y deseos impuros Propósito Destacar la importancia de generar pensamientos y deseos buenos y limpios, que ayudan a ser mejores personas.

Sentido del título y de la frase El título afirma el propósito de llegar a ser como Jesús: limpios y puros de pensamiento y corazón. El enunciado expresa el noveno mandamiento.

Material • Lápices de colores

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Iniciamos con alegría O ración: ¡Hazme puro de corazón! Miramos la imagen: –– ¿Dónde están los niños y niñas? –– Nuestro Padre Dios les advierte algo. ¿Qué será? –– ¿Tendrá relación con el noveno mandamiento? –– ¿Por qué unos niños se separan del grupo? –– ¿Por qué a veces las niñas no quieren jugar con los niños?

Miramos nuestra vida

El juego que terminó en una fuerte llamada de atención Pedir a uno o varios niños que lean la historia que viene en su libro con este título. Comentar las preguntas: –– ¿Qué piensas que no estuvo bien en este juego? –– ¿Quién tuvo la culpa? –– ¿Qué pensaron los niños que observaban el juego? –– ¿Por qué se enojaron las niñas? ¿Cómo se sintieron? –– ¿Qué imaginas que les dijeron a los niños en la dirección? XX Sacar provecho a la experiencia con ayuda de la información complementaria. XX Destacar la importancia de que todos tenemos pensamientos y deseos buenos, y otros no tan buenos. Eso es normal porque somos humanos; lo importante es que lo malo no domine nuestro corazón y que no lo llevemos a cabo.

Jesús nos ilumina

Limpios de corazón Leer los siguientes textos Mt 5,8; 15,18-19. Comentar las preguntas: –– ¿A quién proclama dichosos el Evangelio de Mateo? –– ¿Qué es lo que mancha al hombre? –– ¿Qué pensamientos y deseos salen del corazón del ser humano? –– ¿En qué estará pensando el niño de la ilustración?

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Aprendemos con Jesús • En el sexto mandamiento el pecado está en el actuar: “No cometerás adulterio” (Mt 5,27). El noveno mandamiento se relaciona con el sexto, la diferencia es que se centra en el pensamiento y los deseos desordenados. “Pero yo les digo que todo el que mira con malos deseos a una mujer ya ha cometido adulterio con ella en su corazón” (Mt 5,28). • Al desobedecer a Dios, Adán y Eva pecaron y abrieron una fuente de pecado: la concupiscencia, que es un deseo desordenado, contrario a la razón que desordena las facultades morales y, sin ser una falta en sí misma, inclina a cometer pecados (cf. CEC 2515). • San Juan distingue tres tipos de codicia o concupiscencia: la de la carne, la de los ojos y la soberbia de vida (cf. 1 Jn 2,16). El noveno mandamiento prohíbe la concupiscencia de la carne (cf. CEC 2514). • La lucha contra la concupiscencia de la carne pasa por la purificación del corazón, porque de dentro del corazón vienen los malos pensamientos, homicidios, adulterios, fornicaciones… (Mt 15,19) (cf. CEC 2517). • Jesús proclama dichosos a los limpios de corazón. Una persona de corazón limpio es aquella que hace que su inteligencia y voluntad caminen en sintonía con las exigencias de santidad señaladas por Dios: la caridad, la castidad o rectitud sexual, el amor a la verdad y la ortodoxia de la fe (cf. CEC 2518). • Existe una relación estrecha entre la pureza del corazón, la del cuerpo y la de la fe. Jesús promete que los limpios de corazón verán a Dios y serán semejantes a Él. Ver según Dios es considerar nuestro cuerpo y el de nuestro prójimo como templo del Espíritu Santo, manifestación de la belleza divina (cf. CEC 2519). • El bautismo perdona el pecado original pero no elimina la concupiscencia. Por eso, el bautizado, con la gracia de Dios y luchando contra los deseos desordenados, alcanza la pureza del corazón mediante la voluntad y la pureza de intención, la pureza de la mirada exterior e interior, la disciplina de los sentimientos, de la imaginación y con la oración (cf. CEC 2520). • La pureza exige el pudor y combatir la permisividad de las costumbres. Si dejamos que entren pensamientos impuros en el corazón y la mente, tarde o temprano se derrumbará la pureza. • Es necesario mirar siempre con ojos limpios, ver más allá de lo material. Buscar siempre lo más alto, lo mejor para uno mismo y para los demás, comportándose de acuerdo a la dignidad de cristiano, siendo un ejemplo de pureza y grandeza de alma.

¡Los mejores deseos de mi corazón! XX Pedir

al niño que en su libro dibuje una flor y en ella, un corazón; también, que trace líneas de colores brillantes. Además, que escriba todo lo bueno, creativo, gracioso y alegre que tiene su corazón, para las personas que ama y para aquellas que no tienen quien las ame, ¡solo él!

Mi compromiso con Jesús XX Invitar

a los niños a que esta semana vean un programa de televisión o una película con un mensaje bello, que ayude a pensar en cosas buenas y creativas. XX También a que escriban en su libro lo que vieron y los pensamientos buenos que tuvieron con la película o programa.

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Platicamos con Dios Jesús está dentro de mí. Nos recuerda el hecho de que somos templos de la Trinidad y Jesús habita dentro de nosotros. Por eso, hay que estar siempre limpios de corazón. El canto se puede encontrar en https://www.youtube.com/watch?v=hrKJj7oc-00, o en el CD Camino con Jesús. XX Oración: Mi cuerpo es templo del Espíritu Santo. XX Canto:

Para recordar “La pureza del corazón es imposible sin la oración, la práctica de la castidad y la pureza de intención y de mirada” (CEC 2532). XX Leer

la frase en su libro: Para ser puros de corazón necesitamos de la oración, y de la pureza de acciones, intenciones y miradas.

Con mi familia XX Buscamos XX Revisamos

el texto de Sabiduría 15,1-5 y lo comentamos. si nuestra forma de vivir nos ayuda a tener un corazón limpio y por qué.

Notas

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Me contento con lo que poseo

El décimo mandamiento ordena no codiciar los bienes ajenos Propósito Desterrar del corazón los sentimientos de avaricia y envidia para compartir nuestras cosas con las personas que nos rodean.

Sentido del título y de la frase El título hace referencia a la petición de Jesús de no poner el corazón en las cosas materiales y, por el contrario, ser felices con lo que tenemos. La frase enuncia el décimo y último mandamiento, referido a la codicia, avaricia y envidia de los bienes de los demás.

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Iniciamos con alegría Oración: Enséñanos a compartir. Miramos la imagen: –– Observa a nuestro Padre Dios, ¿por qué estará sorprendido? –– ¿Qué sentimiento muestra la niña que desea un nuevo celular? ¿Cómo reacciona su mamá? –– ¿Por qué está triste el niño si posee muchos aparatos de la nueva tecnología?

Miramos nuestra vida

El equipo de futbol que dejó de ser “equipo” Leer la historia. Después, comentar las preguntas y la información adicional. –– ¿Qué le pasó a los niños del equipo de futbol? –– ¿Por qué ya no había compañerismo entre ellos? –– En tu grupo de escuela o de catequesis, ¿hay compañerismo? ¿Cómo lo muestran? –– ¿Qué fue lo que le dio tristeza al entrenador? –– Para ti, ¿qué es la envidia? ¿La has sentido? ¿Cuándo?

Jesús nos ilumina

Cuidado con la avaricia Leer los siguientes textos Lc 12,15, Mt 6,24 y 1 Tm 6,10. las preguntas: –– Jesús nos pide apartar de nuestra vida toda clase de avaricia. –– ¿Por qué nadie puede servir a dos amos? –– ¿A quiénes no podemos servir al mismo tiempo? –– ¿Por qué el amor al dinero es la raíz de todos los males? –– ¿Qué observas en la ilustración? –– ¿Qué hará el niño con tantos regalos? –– ¿Puede perjudicar al niño recibir muchos regalos? ¿Por qué?

XX Comentar

Aprendemos con Jesús • La Biblia dice: “No desearás la casa de tu prójimo… ni su toro, ni su burro, ni nada de cuanto le pertenezca” (Ex 20,17). El décimo mandamiento prohíbe la codicia del bien ajeno, raíz del robo, de la rapiña y del fraude. Se refiere a las intenciones del corazón (cf. CEC 2534). 66

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• El apetito sensible nos impulsa a desear las cosas agradables que no poseemos. Los deseos, aunque buenos en sí mismos, con frecuencia nos impulsan a codiciar injustamente lo que no es nuestro y pertenece a otra persona (cf. CEC 2535). • Este mandamiento prohíbe la avaricia y el deseo inmoderado de los bienes terrenos; nace de la pasión desordenada por las riquezas y el poder (cf. CEC 2536), porque, como dice la Escritura: “El avaro no se contenta con lo suyo, la codicia malsana seca el alma” (cf. Eclo 14,10). • Pecan contra este mandamiento los comerciantes que desean la carestía de las mercancías; los que anhelan que sus semejantes estén en la miseria para aprovecharse de ellos; los médicos que desean tener enfermos; los abogados que ambicionan causas y procesos importantes (cf. CEC 2537). • El acaparamiento desordenado de bienes materiales puede estar en: –– La intención, envidiando y deseando las riquezas de otros. –– La manera de conseguir esa riqueza, dañando al prójimo, la propia salud, la de nuestros empleados, y si somos jefes, haciéndoles trabajar más horas de las debidas. –– La manera de usar los bienes, solo para uno mismo, sin compartir. • El décimo mandamiento exige desterrar la envidia. “La envidia es un pecado capital. Manifiesta la tristeza experimentada ante el bien del prójimo y el deseo desordenado de poseerlo, aunque sea en forma indebida. Cuando desea al prójimo un mal grave es un pecado mortal” (CEC 2539). Una forma de luchar contra la envidia es practicar la benevolencia y la humildad (cf. CEC 2540). • Este mandamiento nos enseña a vivir desprendidos de los bienes materiales y a trabajar con diligencia para mejorar nuestra situación actual con el corazón abierto a las necesidades de los demás. • Jesús nos recomienda no acumular tesoros en la tierra, sino en el cielo, y nos hace conscientes de que allí donde está nuestro tesoro, estará nuestro corazón (cf. Mt 6,21). En la lógica de Dios, quien acumula bienes para enriquecerse en vistas a un interés solo personal es un insensato; en cambio, quien vive el precepto del amor, se enriquece como ser humano.

¡Soy una persona valiosísima! La envidia se contrarresta ayudando a los niños a valorarse a sí mismos. XX Pedir

a los niños que escriban:

–– Cuatro cualidades que tienen. –– Tres tesoros que poseen. –– Dos familiares a los que aman. –– Un amigo o amiga ¡súper! –– También que den un gracias especial a Dios, quien le da todo lo que necesita. apoyo para la realización de la actividad, indicar a los niños que lean de forma entonada el verso que está en el libro del niño.

XX Como

Mi compromiso con Jesús El niño recuerda y agradece lo que hoy le regala Jesús para ser feliz y lo escribe.

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Platicamos con Dios Tenemos tanto. Es un canto de acción de gracias por lo que Dios nos da. Lo puedes encontrar en: https://www.youtube.com/watch?v=gU9I2SGzBjU, o en el CD Camino con Jesús. XX Oración: ¡Gracias, Jesús! XX Canto:

Para recordar “El décimo mandamiento prohíbe el deseo desordenado, nacido de la pasión inmoderada de las riquezas y del poder” (CEC 2552). “El bautizado combate la envidia mediante la benevolencia, la humildad y el abandono en la providencia de Dios” (CEC 2554). XX Leer

la frase en su libro: El décimo mandamiento prohíbe la avaricia y la envidia de los bienes ajenos; nos enseña a vivir agradecidos con lo que tenemos y a compartir.

Con mi familia El niño pide a su familia que durante la semana ahorren algunas monedas; también, que busquen la ropa que ya no les quede, pero que esté en buen estado y muy limpia. XX Al final de la semana donan la ropa y el dinero a alguna persona necesitada. XX Buscar y comentar la cita de Mt 6,25-34.

Notas

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Sigo un camino de amor y felicidad: las bienaventuranzas

Jesús me pide ser sencillo, pacífico y misericordioso Propósito Reconocer que Jesús nos ofrece un camino para ser dichosos en las bienaventuranzas; son la plenitud de los mandamientos.

Sentido del título y de la frase El título nos ayuda a reconocer que Jesús nos propone las bienaventuranzas para que encontremos en ellas nuestra felicidad. El enunciado ofrece una síntesis de las mismas.

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Iniciamos con alegría XX Oración:

Gracias por mostrarme el camino. Es una acción de gracias a Jesús, una petición de ayuda para seguir su camino y construir un mundo de amor. XX Miramos la imagen: Observar y responder: –– ¿Por qué Jesús mira alegre y atento a los niños? –– ¿Qué meta querrán alcanzar los niños que están haciendo deporte? –– ¿Qué esfuerzos tendrán que hacer en el camino? –– ¿Cuál es el camino que lleva a Jesús? Este camino, ¿requerirá de esfuerzos? –– ¿Quiénes esperan a los niños que triunfan en el camino del amor? ¿Cómo los recibirán?

Miramos nuestra vida

Ayudar a los demás es la mayor felicidad Leer la historia y comentar las preguntas y la información adicional: –– ¿Qué llamó más tu atención de la historia de la Madre Teresa? –– ¿Qué le impresionó a la Madre Teresa en las calles de Calcuta? –– ¿Cómo auxilió a las personas de Calcuta durante más de cincuenta años? –– ¿Por qué consideras que la Madre Teresa ayudó a miles de personas? –– ¿La Madre Teresa fue feliz? ¿Por qué?

Jesús nos ilumina

Las bienaventuranzas Pedir a un niño que lea el texto bíblico Mt 5,1-12. Entre todos responder a las preguntas: –– Jesús llama dichosos a nueve grupos diferentes de personas. Escríbelos aquí: • Los pobres de espíritu • Los afligidos • Los humildes • Los que tienen hambre y sed • Los misericordiosos • Los limpios de corazón • Los que construyen la paz • Los perseguidos • Los injuriados

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–– ¿Te parece que todas esas personas puedan ser dichosas? –– ¿Cuáles de las bienaventuranzas vivió la Madre Teresa? –– Observa la ilustración y escribe qué hace Jesús. –– Escribe tres ingredientes de la receta de Jesús para la felicidad.

Aprendemos con Jesús • Los diez mandamientos, la catequesis de los apóstoles y las bienaventuranzas describen los caminos que conducen al reino de los cielos. Gracias a ellos avanzamos paso a paso, mediante las acciones de cada día, sostenidos por el Espíritu Santo, y con la Palabra de Dios, para dar frutos en la Iglesia para la gloria de Dios (cf. CEC 1724). • Los seres humanos buscamos ser felices; las bienaventuranzas responden al deseo natural de felicidad. Dios ha puesto en nosotros ese deseo y Él es el único que lo puede satisfacer (cf. CEC 1718). • Las bienaventuranzas descubren la meta de la vida humana: Dios nos llama a su propia bienaventuranza, esta se expresa como: la llegada del reino de Dios (cf. Mt 4,17); la visión de Dios: «Dichosos los limpios de corazón porque ellos verán a Dios» (Mt 5,8; cf. 1 Jn 3,2; 1 Cor 13,12); la entrada en el gozo del Señor (cf. Mt 25,21.23); la entrada en el descanso de Dios (Hb 4,7-11) (cf. CEC 1719-1720). • La bienaventuranza que Dios promete nos enseña que la verdadera dicha no reside en la riqueza o el bienestar, ni en la gloria humana o el poder, ni en ninguna obra humana, por útil que sea, como las ciencias, las técnicas y las artes, ni en ninguna criatura, sino solo en Dios, fuente de todo bien y de todo amor (cf. CEC 1723). • “Las bienaventuranzas nos enseñan el fin último al que Dios nos llama: el reino, la visión de Dios, la participación en la naturaleza divina, la vida eterna, la filiación, el descanso de Dios” (CEC 1726). • En el sermón del monte Jesús proclama dichosos a los pobres de espíritu, es decir a los que son sencillos y humildes de corazón, los que se reconocen pobres ante Dios y necesitados de Él. • La expresión dichosos los afligidos, se refiere a aquellos que se duelen de la pena y tristeza de los otros. A ellos Dios les promete el consuelo. • Los humildes (o mansos) son los no violentos, afables, bondadosos, benignos; los que ponen la otra mejilla (cf. Mt 5,38-41) y perdonan, porque no se dejan arrastrar por el círculo de la violencia. • Los que tienen hambre y sed de hacer la voluntad de Dios son los que anhelan que se haga lo que Dios quiere: que reine la justicia, el amor, la paz. • Los misericordiosos son los que se compadecen de los demás y les brindan la ayuda que necesitan. • Los limpios de corazón son los transparentes, coherentes en su hablar y actuar; aman la verdad, a Dios y al prójimo. • Los que construyen la paz son los que trabajan para que cese la discordia, y siembran la paz y la unidad donde quiera que se encuentren. • Jesús felicita a los perseguidos por hacer la voluntad de Dios, porque ellos ya han ganado el reino de los cielos.

¡Vivir las bienaventuranzas es fácil! • En la columna izquierda se enlistan las bienaventuranzas con una pista entre paréntesis. En la columna derecha se narran casos de niños que las cumplen. Hacer que los niños hagan el intento de relacionar las columnas. • Al revisar el ejercicio, explicar en qué consiste la bienaventuranza o poner más ejemplos.

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Pobre de espíritu (Necesitado de Dios) Afligida (Le da tristeza el dolor de los demás) Humilde (manso) No reacciona con violencia Tiene hambre y sed de hacer la voluntad de Dios Misericordiosa (Es buena con todos y los ayuda) Limpio de corazón (Ama la verdad) Construye la paz Perseguida por hacer la voluntad de Dios

Valeria se sintió triste al darse cuenta de que un niño no tenía juguetes. Mariano y Alejandro se enojaron y Christian intervino para que se perdonaran y no se pelearan. Daniela dijo que el aborto no era bueno y sus compañeras se burlaron de ella. Jorge pide todos los días a Dios por su familia, porque sabe que necesita su ayuda. A Carla la insultaron y no reaccionó con violencia. A Beto le gustaría que todos sus compañeros fueran a la catequesis para que se portaran bien. Renata donó una blusa para ayudar a niñas damnificadas. Jaime siempre dice la verdad y es incapaz de decir mentiras.

¡Ayudo a otros a ser dichosos a la manera de Jesús! Los niños colaboran con Jesús y añaden algún ingrediente para la felicidad. XX Pedir que escriban tres acciones que harán para que sus familiares, vecinos y compañeros de escuela sean más dichosos.

Mi compromiso con Jesús XX Pedir

a los niños que en esta semana ejerciten una bienaventuranza.

Platicamos con Dios Bienaventurados. Lo encontramos en https://www.youtube.com/watch?v=HKuhrg8Nk48 (hasta el minuto 1:42). XX Oración: Oración para aprender a amar. Es una oración de la santa Madre Teresa de Calcuta que nos enseña a practicar las bienaventuranzas. XX Canto:

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Para recordar “Las bienaventuranzas nos colocan ante opciones decisivas con respecto a los bienes terrenos; purifican nuestro corazón para enseñarnos a amar a Dios sobre todas las cosas” (CEC 1728). XX Leer

la frase en su libro: Las bienaventuranzas purifican nuestro corazón y nos enseñan a amar a Dios sobre todas las cosas.

Con mi familia Leer el texto de Lc 6,20-23 y comentar una bienaventuranza que van a vivir en familia. Con un padrenuestro piden a Dios que les ayude a vivir la bienaventuranza.

Notas

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Notas

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Celebración ¡Elijo el camino del bien! Propósito Reflexionar en la importancia de vivir los • Ejemplos para las ilustraciones: Respeto la vida: personas abrazándose, mandamientos y comprometerse a hacer el contentas, madres abrazando a sus bebés… bien. Material • En un cuarto de cartulina, colocar el nombre de cada tema y una ilustración:

Vivo la pureza: personas haciendo ejercicio, comiendo sano, vistiendo adecuadamente… No tomo lo ajeno: personas compartiendo sus bienes con los demás…

• En un cuarto de cartulina colocar una –– Respeto la vida por ser un don de Dios palabra que manifieste una transgresión a los –– Vivo la pureza, mi cuerpo es templo del Espíritu mandamientos del quinto al décimo, e ilustrarla. Santo Por ejemplo: “Guerras”, “Engaño”, “Fraude”… –– No tomo lo ajeno • Preparar el lugar antes de que lleguen los niños: –– Dios me llama a decir siempre la verdad formar dos caminos, colocando las cartulinas –– ¡Soy limpio de pensamiento y corazón! en el piso. Dejar espacio entre un letrero y otro –– Me contento con lo que poseo para que los niños no se amontonen mientras recorren el camino. –– Sigo un camino de amor y felicidad: las bienaventuranzas • Uno de los caminos muestra el cumplimiento del mandamiento y otro la transgresión.

Iniciamos con alegría ¡Ayúdame a vivir el camino del bien! Jesús, he elegido el camino del bien. Ayúdame a recordar y a vivir lo que me enseñas: A cuidar la vida, ser limpio de corazón, no perder la pureza. A decir la verdad, respetar las cosas de los demás. A disfrutar lo que tengo y no ser envidioso. A ser feliz ayudando a los demás. Amén.

La Palabra XX Elegir

cinco lectores. Dar unos minutos para leer en silencio el texto.

Proclamación del decálogo Entonces Dios pronunció estas palabras: –Yo soy el Señor, tu Dios, el que te sacó de Egipto, de aquel lugar de esclavitud. No tendrás otro Dios fuera de mí. No te harás escultura, ni imagen alguna de nada de lo que hay arriba en el cielo, o aquí abajo

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en la tierra, o en el agua debajo de la tierra. No te postrarás ante ellas, ni les darás culto, porque yo, el Señor, tu Dios, soy un Dios celoso, que castigo la maldad de los que me odian en sus hijos hasta la tercera y cuarta generación, pero soy misericordioso por mil generaciones con los que me aman y observan mis mandamientos. No tomarás en vano el nombre del Señor, tu Dios, porque el Señor no deja sin castigo al que toma su nombre en vano. Acuérdate del sábado para santificarlo. Durante seis días trabajarás y harás todos tus trabajos. Pero el séptimo, es día de descanso en honor del Señor tu Dios. No harás en él trabajo alguno, ni tú, ni tus hijos, ni tus siervos, ni tu ganado, ni el extranjero que habita contigo. Porque en seis días hizo el Señor el cielo y la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos, y el séptimo día descansó. Por eso bendijo el Señor el día del sábado y lo declaró santo. Honra a tu padre y a tu madre para que vivas muchos años en la tierra que el Señor, tu Dios, te va a dar. No matarás. No cometerás adulterio. No robarás. No darás falso testimonio contra tu prójimo. No desearás la casa de tu prójimo, ni su mujer, ni su siervo, ni su sierva, ni su toro, ni su burro, ni nada de cuanto le pertenezca. Ante el espectáculo de los truenos, de los relámpagos, del sonido de la trompeta y de la montaña que echaba humo, el pueblo temblaba y se mantenía a distancia. Entonces dijeron a Moisés: –Háblanos tú y te escucharemos, pues si nos habla el Señor moriremos. Moisés respondió al pueblo: –No teman, que el Señor ha venido solo para ponerlos a prueba, para que lo respeten y no pequen. Y el pueblo se mantuvo a distancia, mientras Moisés se acercaba a la densa nube donde estaba el Señor. Éxodo 20,1-21

El camino del bien y el camino del mal Catequista: Hoy vamos recorrer dos caminos para elegir el mejor. ¿Están listos? Camino de alejamiento de Dios Padre y de Jesús: XX Pedir a los niños que avancen lentamente por este camino y que observen cuidadosamente el contenido de las cartulinas. XX Preguntar: –– ¿Qué te llama la atención de este camino? –– ¿Serán felices las personas que eligen vivir así? –– ¿Jesús está contento con las personas que siguen este camino? ¿Por qué? Camino de unión con Dios Padre y con Jesús: XX Pedir a los niños que avancen lentamente por este camino y que observen cuidadosamente el contenido de las cartulinas. XX Comentar: –– ¿Qué te llama la atención de este camino? –– ¿Serán felices las personas que eligen vivir así? –– ¿Jesús estará contento con las personas que siguen este camino? ¿Por qué? –– ¿Por qué hay personas que deciden tomar este camino?

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Elección y compromiso Es importante elegir un camino. Después firmaremos un compromiso. Los niños tienen el compromiso en su libro. XX Leer la carta para que todos conozcan su contenido; pedir que todos aquellos que estén dispuestos a comprometerse a vivir el camino del bien para construir el reino de Dios, pongan su nombre y la fecha. XX Comentar qué acciones podemos llevar a cabo para comprometernos con el camino del bien. Jesús: Yo, ______________________________________________________________ me comprometo a recorrer el camino de tus mandamientos y a construir el reino de Dios. Te prometo cuidar que sean buenos mis pensamientos y mis pequeñas acciones, y evitar el mal para mí y para los demás. XX Leer cada uno, en voz alta, su compromiso.

Cierre Rap de los diez mandamientos. Lo podemos encontrar en: https://www.youtube.com/watch?v=PqGTA5pYizY. XX Oración: Tú nos enseñas a vivir. XX Canto:

Rap de los diez mandamientos Este es el rap de los mandamientos, regalados por Dios al principio de los tiempos. Si ya los sabes, dime lo que es, Lo que le dio Dios a nuestro padre Moisés. Le dijo: “Ven aquí, al Monte Sinaí”. Le dijo: “Toma, ¡hey! Las tablas de la Ley”. Allá vamos con el primero, que los cumplas todos: eso es lo que quiero. Hey, hey, hey. Escúchalo muy bien, ¡son 10! Hey. A Dios amarás sobre todo lo demás, y a tu prójimo te entregarás. Si no quieres vivir el egoísmo has de amarle como a ti mismo. En vano su nombre nunca tomarás y hablarás bien de Él a todos los demás. Todas las fiestas santificarás, pues el día del Señor es fenomenal. Hazlo por amor y ya verás como en tu corazón la gracia notarás. A papá y a mamá obedecerás, y como premio alegría tendrás, ¡hey!

Hey, hey, hey. ¿Cómo vas con este rap genial? El quinto nos pide no matar, lo que también significa no criticar. No lo hagas siquiera por un momento, no lo hagas tampoco con el pensamiento. Hey, hey, hey Y esto sigue así… ¡Hey! El sexto nos habla de la fortaleza, puesto que nos pide vivir con pureza. Cuando te relaciones con los demás, quiérelos con toda su personalidad, nunca solamente por su sexualidad. ¡Hey! El séptimo nos pide no robar, y el bien de los demás siempre respetar. El octavo nos dice no mentirás: hazlo y vivirás en la verdad, lo que te dará al hogar más libertad. ¡Hey!

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Ya hemos llegado al noveno mandamiento, que nos pide pureza del pensamiento. Toda tu vida y tu corazón deben estar llenos del único amor, y nunca compararlo con el del montón. Hey, hey, hey. Escúchalo muy bien, ¡son 10! Hey. El décimo nos pide austeridad y los bienes ajenos nunca codiciar.

Si trabajas con tenacidad tus propios bienes conseguirás y podrás compartir con generosidad. ¡Hey! Con los mandamientos hemos terminado. No es ningún hombre quien los ha inventado. Es el propio Dios el que los ha revelado. Esta es la base de toda ciencia, tú solo tienes que actuar en conciencia.

Tú nos enseñas a vivir Gracias, Señor Jesús, por el camino en el que encontraremos el amor, la fraternidad, la alegría y la solidaridad. Gracias por enseñarnos a vivir. Te pedimos por todos los niños que no te conocen. Amén.

Notas

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BLOQUE

ยกPlatico con Dios!

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15 Cuatro

cosas necesarias para platicar con Dios

16 En

la Biblia aprendo a orar

17 Expreso

a Dios mis sentimientos

18 Aprendo

la lectio divina

19 Practico

la lectio divina

Celebración:

¡En oración

con María de Guadalupe!

La imagen En la imagen aparece un niño hincado en diálogo con Dios Padre; sus manos indican una plática amistosa. La llama que aparece en su cabeza es el Espíritu Santo, que inspira todas nuestras oraciones. Aparecen varios objetos, medios valiosos para entrar en comunicación con Dios: • El altar con la custodia, que porta el Santísimo Sacramento. • La Biblia abierta, donde hablamos y escuchamos a Dios. • Un incensario simboliza que todas nuestras oraciones llegan a Dios. – ¿Conoces alguno de los diferentes elementos que aparecen en la imagen? Identifícalos. – ¿Qué hace el niño de la ilustración? ¿Por qué tiene los brazos abiertos? – ¿Cuál será su diálogo con Dios Padre? – ¿Por qué tiene la llama del Espíritu Santo en su cabeza? – ¿Qué hace el niño con la Biblia abierta?

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Cuatro cosas necesarias para platicar con Dios

Tengo muchos medios para orar Propósito Sentido del título y de la frase Valorar los medios que tenemos para platicar El título se refiere a las fuentes de la oración, en con Jesús y con nuestro Padre Dios. las cuales podemos distinguir cuatro: la Palabra de Dios, la liturgia, las virtudes teologales y los acontecimientos de la vida diaria. Se trata de medios que Dios pone a nuestra disposición para encontrarnos con Él en la oración.

Material • Hojas de colores • Plumines

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Iniciamos con alegría S aludo: ¿Cómo están? Me da gusto volverlos a ver. Terminamos nuestro recorrido por los diez mandamientos. ¿Los recuerdan? Ahora nos centraremos en nuestra vida de oración. Oración: Jesús, ¡escúchame y ayúdame! Al finalizar la oración guardamos un minuto de silencio para que los niños hablen con Dios. Romper el silencio diciendo con voz fuerte: ¡Aleluya!”. Imagen: Ob ar: – ¿Qué hace la niña mirando tranquila y con cariño a Dios Padre y a Jesús? – ¿Por qué estará en pijama? – ¿Les estará platicando qué hizo durante el día: en casa, en la escuela, con sus amigos? – Tú, ¿qué platicas con Dios Padre y con Jesús antes de ir a dormir, todas las noches?

Miramos nuestra vida

Jesús presta oídos siempre Leer la historia que tienen los niños en su libro. Al finalizar la lectura, comentar las preguntas relacionadas con el texto y la información complementaria. – ¿Tú qué harías si estuvieras en la misma situación de Marisela? ¿Hubieras guardado el dinero?

– ¿Cómo se sintió Marisela después de platicar con Jesús?

– Cambia el final de esta historia, ¿cómo te gustaría que terminara?

Jesús nos ilumina

Pedir en la oración con fe XX Leer

juntos las citas bíblicas Mt 21,21-22 y 1 Jn 5,14-15. XX Comentar: –– ¿Qué pasa cuando le pedimos a Dios algo con fe en la oración? –– ¿Cuál es la confianza que hemos de tener cuando le pedimos algo a Dios? –– ¿El niño de la ilustración ora con fe y esperanza? ¿En qué lo notas?

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Aprendemos con Jesús • La oración es la forma personal de vivir el encuentro de amor con Dios. Cristo es la fuente misma de la que brota la oración, él es el camino, la verdad y la vida (cf. Jn 14,6) y para vivir el encuentro de amor, nos ofrece varios manantiales o fuentes donde él mismo nos espera para darnos de beber (cf. CEC 2652). • Uno de los manantiales es la Palabra de Dios, a través de la cual podemos entrar en verdadero diálogo, pues “a Dios escuchamos cuando leemos su Palabra” (DV 25). Leer la Biblia no es la lectura de cualquier libro, se trata de la Palabra de Dios, que “es viva y eficaz” (Heb 4,12). La disposición y actitud con las que nos acercamos a la Sagrada Escritura son vitales para la oración. • La liturgia de la Iglesia es también fuente de oración; es en la liturgia sacramental (en la misa) donde se anuncia, se actualiza y se comunica el Misterio de nuestra salvación. En una auténtica actitud de oración, interiorizamos y asimilamos lo que sucede en la misa (cf. CEC 2655). • Entramos también en oración gracias a las virtudes teologales: la fe, la esperanza y el amor. Por la fe buscamos el rostro y la presencia del Señor; oramos con la esperanza de encontrarnos con Cristo y a su vez la oración alimenta nuestra esperanza; el amor es fuente de la oración y permite responder amando como él nos ha amado (cf. CEC 2656-2658). • Los acontecimientos de cada día son un manantial de oración que motivan el diálogo con Cristo en todo momento. Es importante impregnar de oración las humildes situaciones cotidianas, así nos introducimos en los secretos del Reino (cf. CEC 2659-2660). • Jesús es la clave de acceso al Padre, es la gran fuente: “No hay otro camino de oración cristiana que Cristo. Sea comunitaria o individual, vocal o interior, nuestra oración no tiene acceso al Padre más que si oramos «en el Nombre» de Jesús. La santa humanidad de Jesús es, pues, el camino por el que el Espíritu Santo nos enseña a orar a Dios nuestro Padre” (cf. CEC 2664). • La oración de la Iglesia, alimentada por la palabra de Dios y por la celebración de la liturgia, nos enseña a orar al Señor Jesús. Él es el resucitado, y cualquiera que invoque su nombre acoge al Hijo de Dios que le amó y se entregó por él (cf. CEC 2665-2666).

Orar en el día a día XX Motivar

en los niños el recuerdo de algo importante que hayan vivido durante la semana y platicar con Jesús acerca de ello. Lo escriben en su libro. XX Pedir que recuerden a las personas cercanas y pidan a Jesús por ellas. El niño tiene en su libro un esquema de cómo orar con los dedos de la mano. Pedir que observe el esquema, que le explique a un compañero cómo orar con ayuda de los dedos de la mano. XX Pedir que dibuje el contorno de su mano en una hoja de color y que escriba en cada dedo el nombre de una persona por la que ora. XX Terminar comentando la importancia de orar por las necesidades de otras personas.

Mi compromiso con Jesús Motivar a los niños a platicar con Jesús todas las noches antes de dormir, que le cuenten todo lo que hicieron o dejaron de hacer.

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Platicamos con Dios XX Canto:

Orar es. Lo podemos encontrar en: https://www.youtube.com/watch?v=9iiPp8KDrNg. El canto propuesto se inicia en el minuto 19:00 y termina en el 21:04. También está disponible en el CD Camino con Jesús. XX Oración: Gracias por darme la oración.

Para recordar “La Palabra de Dios, la liturgia de la Iglesia y las virtudes de la fe, la esperanza y la caridad son fuentes de la oración” (CEC 2662). No hay otro camino de oración cristiana que Cristo. Sea comunitaria o individual, vocal o interior, nuestra oración no tiene acceso al Padre más que si oramos «en el Nombre de Jesús» (cf. CEC 2664). Invitar a los niños a leer la frase en su libro: La Biblia, la misa; la fe, la esperanza y el amor son medios donde encontramos a Jesús en la oración.

Con mi familia XX Los

niños muestran a su familia cómo hacer oración con la ayuda de los dedos de la mano. una oración según las indicaciones.

XX Hacer

Notas

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En la Biblia aprendo a orar

Los amigos de Dios nos enseñan a orar Propósito Valorar la oración de algunos personajes bíblicos, modelo para mantener una relación de profunda amistad con Dios.

Material • Biblias (una por equipo) • Cartulinas • Marcadores • Colores • Plumines

• • • • •

Sentido del título y de la frase La Biblia encierra una escuela de oración, en ella encontramos ejemplos realizados por personajes bíblicos del Antiguo y del Nuevo Testamento, que fueron grandes amigos de Dios.

Lápices Regla Hojas de colores Tijeras Pegamento

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Iniciamos con alegría O ración: Recitar en voz alta y de manera pausada la oración ¡Gracias, Padre! Miramos la imagen: Observar: –– ¿Qué personajes reconocen? ¿Por qué? –– ¿Por qué decimos que son amigos de Dios? –– ¿Qué estarán contando estos personajes al grupo de niños? –– Además de Judit, ¿recuerdas a otras amigas de Dios? ¿A quiénes?

Miramos nuestra vida

¿Qué sabemos de la Biblia? XX Organizar

equipos. Pedir a cada equipo que observe cuidadosamente una Biblia y encuentren lo siguiente: –– ¿Es una edición para niños? ¿Tiene ilustraciones y mapas? –– ¿Cuál es el nombre del primer libro del Antiguo Testamento? –– ¿Cuál es el título del primer libro del Nuevo Testamento? –– Cuenta cuántos libros tiene la Biblia. –– ¿Cómo se organiza un capítulo de la Biblia? –– Busca en un diccionario qué significa Biblia y Testamento. XX Motivar a los niños a la lectura de la Biblia y ayudarlos a usarla y a familiarizarse con su estructura y orden. La información complementaria nos da las respuestas.

Jesús nos ilumina

Cuatro grandes orantes de la Biblia XX Se

proponen las historias de cuatro personajes bíblicos. El texto presenta pequeñas síntesis de la historia de estos personajes; algunas referencias que pueden ayudar son las siguientes: –– Abrahán : Gn 18,23-33 –– David: Sal 51 –– Judit: Jdt 16,1-17 –– María: Lc 1,28-38 XX Formar equipos y asignar un personaje a cada equipo para que lo presente. Comentar: –– De los cuatro personajes que revisamos, ¿qué historia te gustó más y por qué? –– Describe cómo era su forma de orar.

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Los amigos de Dios XX Pedir

al niño que construya un mapa mental con la información. XX Proporcionar una hoja de color a cada niño para que trace y recorte cuatro figuras (cuadrados, círculos, nubes, soles…). En cada figura, que escriba el nombre del personaje y una cualidad de orante. XX Pegar cada figura en su libro en la sección que dice “Mapa mental”. XX Dios va al centro. Unir las figuras al centro con flechas o líneas. Recordar que los mapas mentales se construyen de derecha a izquierda siguiendo las manecillas del reloj. El mapa tiene la finalidad de que el niño capte lo esencial de la oración de cada personaje bíblico. Los mapas pueden ser diversos, según la creatividad de cada niño. Un ejemplo del mapa: Se ofrece en oración.

MARÍA

HÁ

DIOS

Pid So e po Go dom r mo a y rra .

JUD

Su oración es un himno de alabanza y agradecimiento a Dios.

DAV

Pide perdón a Dios con sinceridad.

Aprendemos con Jesús • Desde Abrahán, el pueblo de Israel estuvo marcado por una profunda experiencia de Dios, de tal manera que todas las esferas de su vida cotidiana estaban iluminadas por su actitud orante (cf. Gn 12,1-9; Nm 9,22; Dt 10,12). • Las páginas tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento están llenas de hombres y mujeres que mantuvieron una estrecha relación con Dios gracias a la oración, iniciando con Abrahán (Gn 18, 2333), pasando por Isaac (Gn 26,2-6), Jacob (Gn 35,1-3), Moisés (Ex 19,7-14), Judit (Jdt 16,1-17), Ester (Est 4,17j-17x), Pedro (Hch 3,1; 10,9-16), Pablo (Ef 1,3) y culminando con el orante por excelencia: Jesús (Lc 9,18; 11,1-2; 22,39-46; Jn 11,41-43). Cada oración es distinta, pero el objetivo siempre es el mismo: el diálogo y el encuentro con Dios. • Las Sagradas Escrituras nos enseñan a acudir a la oración en todas las situaciones de nuestra vida: en los momentos de alegría, en los de duelo, en las necesidades… Algunas lecciones que nos transmiten los modelos de oración de la Biblia son: – Sobre la confianza: ¡¡ Esta es la confianza que tenemos en él: que si le pedimos algo, según su voluntad, nos escucha (1 Jn 5,14).

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¡¡ Porque todo el que pide, recibe; el que busca, encuentra, y al que llama, Dios le abre (Lc 11,10). – Sobre la acción de gracias: ¡¡ Alaben a mi Dios con panderos, canten al Señor con címbalos […]. Porque el Señor es un Dios que pone fin a las guerras, porque en su campamento, en medio de su pueblo, me ha librado de mis tenaces perseguidores (Jdt 16,1-2). ¡¡ Den gracias al Señor, porque es bueno, porque es eterno su amor. Que lo reconozcan los que el Señor ha rescatado (Sal 107,1-3). – Sobre la perseverancia: ¡¡ Perseveren en la oración con espíritu vigilante y agradecido (Col 4,1-3). ¡¡ Vivan alegres por la esperanza, sean pacientes en el sufrimiento y perseverantes en la oración (Rom 12,12). • La oración, dice el Papa Francisco, “debe ser como Moisés hablaba con el Señor: cara a cara, libre, insistente, con argumentaciones, incluso reprochando un poco al Señor. Tal cual como se habla con un amigo, abriendo el corazón a la oración” (Homilía en Santa Marta, 3 de abril de 2014).

Mi compromiso con Jesús XX Pedir

a los niños buscar en su Biblia, o en internet, la historia completa del personaje bíblico que más les haya llamado la atención. Lo importante es que identifiquen cómo era su oración. También, que respondan a la pregunta: –– ¿Qué pueden poner en práctica de la oración del personaje que investigaron?

Platicamos con Dios C anto: David era buen pastor. Lo podemos encontrar en Grandes aventuras de la Biblia, CD 2: https://www.youtube.com/watch?v=DlrNTOzWRfU (del min. 3:11 al 5:26). Oración: La oración de María: el magníficat.

Para recordar Dios llama incansablemente a cada persona al encuentro misterioso con Él. La oración acompaña a toda la historia de la salvación como una llamada recíproca entre Dios y el hombre (CEC 2591). XX Invitar

a los niños a leer la frase en su libro: Dios Padre me llama al encuentro con Él. La oración ha acompañado a todos los amigos de Dios durante toda la historia de la salvación.

Con mi familia XX Los

niños comparten con su familia lo que aprendieron en la catequesis y lo que conocieron del personaje bíblico. Hacen oración como el personaje que más investigaron.

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Expreso a Dios mis sentimientos

Podemos alabar, bendecir, agradecer y hacer peticiones a Dios Propósito Identificar las formas y actitudes con las que nos dirigimos a Dios en la oración.

Sentido del título y de la frase Podemos orientar nuestros sentimientos para dialogar con Dios. Existen diferentes maneras para orar, dependiendo de la situación o necesidad en la que nos encontremos. La frase nos recuerda las formas de oración inspiradas por el Espíritu Santo a la Iglesia: bendición, adoración, alabanza, acción de gracias y petición.

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Iniciamos con alegría Oración: ¡Alabado seas, mi Señor! Es la oración de alabanza de san Francisco de Asís. Miramos la imagen: Observar: –– ¿Qué hacemos cuando participamos en una procesión? –– ¿A qué procesión se refiere la imagen? –– Los cantos durante la misa, ¿son oración? ¿De qué tipo? –– Si estás triste, ¿qué tipo de oración realizas? –– Cuando te va muy bien en la escuela y en casa, ¿qué tipo de oración haces?

Miramos nuestra vida

Cuando me siento... Pedir a los niños identificar un sentimiento en la ilustración y expresar qué hacen cuando se encuentran así. La actividad tiene la intención de reconocer que todos los sentimientos se expresan de diferentes formas. La información complementaria nos ayuda a darnos cuenta de que los sentimientos pueden convertirse en oraciones.

Jesús nos ilumina

La oración XX Pedir

a diferentes niños y niñas que lean las citas Jn 11,41-42; Mc 14,36; Lc 1,47-50 y 1 Pe 1,3. las preguntas: –– ¿Por qué da gracias Jesús al Padre? –– ¿Qué pide Jesús en el Evangelio de Marcos? –– ¿Por qué María glorifica al Señor? –– ¿Por qué Pedro bendice a Dios? –– ¿Qué sentirá el niño de la ilustración y cómo se lo platica a Dios Padre?

XX Comentar

Aprendemos con Jesús • El Espíritu Santo educa a la Iglesia en la vida de oración; suscita expresiones que se renuevan dentro de unas formas permanentes de orar: bendición, petición, intercesión, acción de gracias y alabanza (cf. CEC 2644). 90

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• La oración de bendición es una respuesta a los dones de Dios. Dios tiene la iniciativa de bendecir al ser humano, de colmarlo de bienes. El ser humano recibe los bienes y bendice a Aquél que es la fuente de toda bendición (cf. CEC 2626). • Existen dos maneras de realizar la oración de bendición: 1) bendecir a Dios porque Él nos ha bendecido primero (cf. Ef 1,3-14) y 2) implorar la gracia del Espíritu Santo para nosotros o para los demás, pedir a Dios que nos bendiga (cf. 2Cor 13,13) (cf. CEC 2627). • La adoración es la actitud de la persona en la que se reconoce criatura frente a su Creador. Exalta la grandeza del Señor que nos ha creado y el poder del Salvador que nos libera del mal. Es la acción de reconocer nuestra pequeñez ante el Rey de la gloria. La oración de adoración nos llena de humildad y nos da seguridad en nuestras súplicas (cf. CEC 2628). • En la oración de petición reconocemos que al ser criaturas, no somos dueños de nuestro origen, ni de nuestras adversidades ni del fin último. Por eso, en la oración de petición pedimos, llamamos con insistencia, clamamos, gritamos e incluso “luchamos”, en medio de nuestras necesidades. Incluso cuando nos reconocemos pecadores y descubrimos que nos hemos apartado de nuestro Padre, la oración de petición es ya un retorno hacia Él (cf. CEC 2629). • Entre los tipos de oración de petición encontramos (cf. CEC 2631-2635): –– La petición de perdón. Es así como debe iniciar una oración justa y pura. –– Petición que se centra en el deseo y en la búsqueda del Reino. Pedimos en primer lugar que llegue el reino y después pedimos por todo aquello que es necesario para acogerlo y cooperar a su venida. Cuando oramos, estamos ya trabajando en la venida del reino. –– Todas nuestras necesidades se convierten en objeto de petición. Cristo nos enseña que él es glorificado por las peticiones que hacemos al Padre en su nombre (cf. Jn 14,13). Por eso estamos llamados a orar en toda ocasión. –– La intercesión es una oración de petición que nos acerca a la oración de Jesús, se refiere a la oración en la que pedimos un favor para otro. Es lo propio de un corazón que se va configurando con la misericordia de Dios. • En la oración de acción de gracias, todo acontecimiento y toda necesidad pueden convertirse en ofrenda de acción de gracias (cf. CEC 2637-2638). • La alabanza es la forma de orar que reconoce de manera directa que Dios es Dios. Le canta por Él mismo, le da gloria no por lo que hace, sino por lo que Él es. Participa en la bienaventuranza de los corazones puros que le aman en la fe antes de verle en la gloria. La alabanza integra las otras formas de oración (cf. CEC 2639). • La Eucaristía contiene y expresa todas las formas de oración, pues es la “ofrenda pura” de todo el Cuerpo de Cristo (cf. CEC 2643).

¡Hablar con Dios de diversas maneras! XX Pedir

a los niños que identifiquen qué tipo de oración se propone en cada párrafo. XX Al terminar comentamos cada una, para verificar que todos hayan acertado. 1 Doy gracias… Acción de gracias. 2 Bendice al Señor… Bendición. 3 ¡Alaben al Señor…! Alabanza. 4 Escucha, Señor… Petición. 5 Jesús, te pido… Petición. XX Los niños expresan qué tipo de oración les gustó más, elaboran una oración dirigida a Jesús.

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Mi compromiso con Jesús Durante la semana, los niños pondrán en práctica cada una de las oraciones que aprendieron. Lunes: ¡Bendición! Martes: ¡Adoración! Miércoles: ¡Petición! Jueves: ¡Acción de gracias! Viernes: ¡Alabanza!

Platicamos con Dios C anto: En el cielo se oye, en la tierra se canta. Lo podemos encontrar en: https://www.youtube.com/watch?v=0ImmaYQPyec. Oración: ¡Bendito seas, Padre Dios!

Para recordar “El Espíritu Santo que enseña a la Iglesia y le recuerda todo lo que Jesús dijo, la educa también en la vida de oración, suscitando expresiones que se renuevan dentro de unas formas permanentes de orar: bendición, petición, intercesión, acción de gracias y alabanza” (CEC 2644). XX Invitar

a los niños a leer la frase en su libro: El Espíritu Santo nos enseña a orar; inspira nuestras oraciones de bendición, petición, intercesión, acción de gracias y alabanza.

Con mi familia Pedir reunirse para orar; el niño comparte a su familia las diversas formas de oración. Leen “Aprendemos con Jesús”. Cada persona explica qué tipo de oración le gusta y que hace con frecuencia.

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Aprendo la lectio divina

Leemos, meditamos, oramos, contemplamos y actuamos Propósito Reconocer el valor de la lectura orante de la Palabra (lectio divina) como método privilegiado de oración.

Sentido del título y de la frase La lectio divina, como otras formas de oración, sigue un proceso que recorremos guiados por el Espíritu Santo. Es necesario seguir los pasos que nos llevan al encuentro con Dios, Padre amoroso, y orientar nuestra vida según las enseñanzas de Jesús. El título se expresa en función del descubrimiento de un método: la lectio divina. El enunciado enlista sus pasos: lectura, meditación, oración y contemplación, para actuar.

Material • Una ilustración grande de un dron y una caja que simule el control remoto • Mesa con mantel blanco • Vela

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Iniciamos con alegría XX Oración:

Encender la vela y decir la oración ¡Ven, Espíritu Santo! la imagen: Observar: –– ¿Qué hará el niño en el campo (jardín) leyendo la Biblia? –– ¿Estará buscando en la Biblia algún tema para dibujar, para actuar mejor? –– ¿Querrá aprender a platicar con Dios con la ayuda de la Biblia? ¿Cómo?

XX Miramos

Miramos nuestra vida

Volemos un dron XX Seguir

imaginariamente las instrucciones para volar el dron. La intención de la actividad es hacer énfasis en la importancia de seguir pasos para alcanzar un objetivo. XX Comentar con los niños las preguntas y la información complementaria. –– ¿Conocías los drones? ¿Qué hacen? –– ¿Por qué es necesario seguir las instrucciones? –– ¿Conocer las instrucciones es suficiente para considerarte experto en drones? ¿Por qué?

Jesús nos ilumina

Tener confianza XX Pedir

a una niña o a un niño que lea el texto Mt 7,7-11. XX Comentar las preguntas: –– Subraya los verbos que encuentres en el texto. ¿Cuál es el verbo que más se repite? –– ¿Qué te da Dios Padre si le insistes mucho? –– ¿Qué recomienda hacer el Evangelio de Mateo? –– ¿Qué hace el niño de la ilustración? ¿Por qué estará tan atento?

Aprendemos con Jesús • La lectio divina, en su origen, era la lectura de la Biblia que hacían los cristianos para alimentar su fe, esperanza y amor. Hoy entendemos la lectio como la lectura creyente y orante de la Palabra de Dios. • Esta forma de oración se asemeja a una escalera: en el primer escalón tenemos la Palabra de Dios y en el último escalón podemos llegar al corazón de Dios.

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• El primer escalón es la lectura. Leemos la Palabra de Dios lenta y atentamente, para permitir que penetre dentro de nosotros. Podemos escoger cualquier pasaje de la Escritura, especialmente de los Evangelios. • El segundo escalón es la meditación. Se reflexiona y “rumia” el texto bíblico para extraer de él lo que Dios quiere darnos (el rumiante es un mamífero cuyo proceso de digestión le permite aprovechar al máximo los nutrientes de sus alimentos, un ejemplo son las vacas). Rumiar la palabra de Dios supone alimentarse de ella y saborearla con calma, repitiendo interiormente las palabras o frases que han tocado el corazón. • El tercer escalón es la oración. Hablamos con Dios, le expresamos lo que nos inspira la Palabra leída y meditada. Respondemos a Dios con una oración de arrepentimiento, súplica, agradecimiento, alabanza, entrega, según lo que experimentemos. • El cuarto escalón es la contemplación. En este paso nos abandonamos a su Palabra, reposamos en Dios y abrimos el oído para escuchar la voz de Dios dentro de nosotros. Es un momento de estricto silencio interior. • El quinto escalón se refiere al actuar, llevar a la vida lo que entendimos en la oración. Preferentemente me quedo con una frase o palabra para que acompañe mi día o mi semana. • La lectio divina termina en la vida concreta, y, a su vez, la vida se convierte en material de oración. Así vivimos nuestra vida en oración y la Palabra de Dios se convierte en auténtica luz para nuestros pasos (cf. Sal 119,105).

La escalera de la lectio divina XX Pedir

a los niños que en cada escalón escriban en orden los pasos de la lectio divina y en los recuadros escriban de qué trata cada paso. XX Practicar el primer paso de la lectio divina con el texto de Lc 19,1-10: • Nos preparamos. Guardamos silencio (afuera y adentro); imaginamos que delante de nosotros están Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo. • Pedimos al Espíritu Santo que nos enseñe a orar; ilumine nuestra inteligencia y purifique nuestro corazón (podemos aprovechar la oración al Espíritu Santo que está en la sección “Iniciamos con alegría”). • Leemos con atención el texto de Lc 19,1-10; ponemos atención a todos los detalles. • Volvemos a leer el texto, imaginamos que estamos presentes en ese momento y podemos ver de cerca a Zaqueo y a Jesús. • Nos preguntamos: – ¿De qué trata el texto? – ¿Quiénes aparecen? – ¿Qué sucede?

Mi compromiso con Jesús XX Pedir

una hojita dominical con las lecturas de la misa para llevarla a casa, y practicar el primer paso de la lectio divina. Animar a los niños a que escriban en su libro lo que les llamó la atención del texto.

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Platicamos con Dios Yo siento, Señor, lo podemos encontrar en: https://www.youtube.com/watch?v=YCBUkB-g9tI&index=32&list=PLE2622A5E1384B673. XX Oración: Gracias, Jesús. XX Canto:

Para recordar La lectio divina es capaz de abrir al fiel no solo el tesoro de la Palabra de Dios sino también de crear el encuentro con Cristo, Palabra divina y viviente (Verbum Domini 87). XX Invitar

a los niños a leer la frase en su libro: La lectio divina hace posible que me encuentre con Jesús y ame la Palabra de Dios.

Con mi familia XX Los

niños comparten a su familia la experiencia del primer paso de la lectio divina y los invitan a practicar todo el proceso con el Evangelio del domingo.

Notas

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Practico la lectio divina

Al leer mucho y con paciencia la Biblia nos encontramos con Jesús Propósito Ejercitar la lectura orada de la Palabra de Dios para aprender este método de oración y buscar con más frecuencia dialogar con Jesús.

Sentido del título y de la frase La lectio divina requiere comprenderse y adoptarla como forma de vida y camino de encuentro con Jesús; pide práctica y constancia. El enunciado subraya el esfuerzo que se hace durante la lectio: leer mucho y con paciencia tiene como fruto el encuentro con Jesús.

Material • Mesa con mantel blanco • Vela • Biblia para cada niño o una copia del texto de Lc 19,1-10 para cada uno

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Iniciamos con alegría XX Oración:

Hacer a una voz la oración Espíritu Santo, amor del Padre y del Hijo. la imagen: Observar: –– ¿Por qué la catequista tiene la Biblia? –– ¿Por qué tendrán los niños, niñas y catequista los ojos cerrados? –– Para orar, ¿conviene guardar silencio? ¿Por qué? –– ¿Consideran que es fácil guardar silencio para reflexionar lo que nos dice la Biblia? ¿Por qué? –– ¿Cómo actúas con tus compañeros después de orar?

XX Miramos

Miramos nuestra vida

¡Sigamos volando drones! Ejercitamos la actividad de la sesión anterior, con la intención de reafirmar la importancia de seguir instrucciones y ayudar a hacer conciencia de que dominar una metodología supone dedicación para practicar una y otra vez. XX Leer la introducción y las instrucciones. XX Comentar los aprendizajes adquiridos para mover el dron en varias direcciones: La palanca de la izquierda se utiliza para _____________________________________ . Y la de la derecha para ___________________________________________________________. Para dominar la técnica de volar drones, necesito __________________________________. XX Complementar con la información adicional.

Jesús nos ilumina

Perseverar en la oración XX Pedir

a un niño o una niña que lea los textos bíblicos de Ef 6,18 y Col 4,2.

XX Comentar:

–– ¿Qué me piden los textos bíblicos? –– Describe lo que hace Jesús en la cabeza del niño, que lo hace sonreír y estar contento.

Aprendemos con Jesús • La lectio divina es una oración que nos lleva por las diferentes formas de diálogo con Dios: oración vocal, meditación y contemplación. 98

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• En la lectio buscamos descubrir la verdad de Dios y de nosotros mismos, avanzar en nuestra conversión, buscando ser iluminados, interiormente, con la Palabra para aprender a vivir con gran libertad interior. • En la lectio meditamos los textos como María de Nazaret, quien conservaba todos los acontecimientos en su corazón (cf. Lc 1,51). • La práctica de la lectio divina requiere constancia. Es necesario perseverar aunque estemos cansados o inquietos. La lectura realizada por casualidad genera inconstancia. • “La oración es un don de la gracia y una respuesta decidida por nuestra parte. Supone siempre un esfuerzo. Los grandes orantes de la Antigua Alianza antes de Cristo, así como la Madre de Dios y los santos con Él nos enseñan que la oración es un combate. ¿Contra quién? Contra nosotros mismos y contra las astucias del Tentador que hace todo lo posible por separar al hombre de la oración, de la unión con Dios. Se ora como se vive porque se vive como se ora. El que no quiere actuar habitualmente según el Espíritu de Cristo, tampoco podrá orar habitualmente en su Nombre. El combate espiritual de la vida nueva del cristiano es inseparable del combate de la oración” (CEC 2725).

Ejercitar la lectio divina XX Practicar

la lectio divina antes de la sección “Aprendemos con Jesús”. La catequesis hoy nos ayuda a recapitular y a concluir. XX Es importante generar un ambiente de oración; seguir los pasos de manera pausada, no llevamos prisa. XX Dar las instrucciones para facilitar la oración. 1. Iniciar con unos minutos de silencio (1-2 min), e imaginar que estamos delante de Dios Padre, de Dios Hijo y de Dios Espíritu Santo. 2. Invocar al Espíritu Santo. Lo podemos hacer con la oración que los niños tienen en su libro: “Espíritu Santo, amor del Padre y del Hijo”. 3. Leer el texto de Lc 19,1-10. La cita es la misma de la sesión pasada, la intención es descubrir que cada vez que regresamos al texto podemos captar detalles distintos. Recordamos los detalles que ya habíamos descubierto y nos fijamos en otros nuevos. Los niños leen el texto directamente de su Biblia, pedirles antes de iniciar la lectio divina que ubiquen la cita. 4. Meditar. Nos preguntamos: –– ¿Qué me dice Dios a mí en este texto? –– ¿En el texto hay algo que se relaciona con mi vida? –– ¿Algún personaje se parece a mí? –– ¿Lo que están diciendo tiene que ver conmigo? Nos ayuda mucho identificar qué palabra o frase nos llama la atención, o qué es lo que más nos sorprende. Al leer y releer el texto y meditar, hacemos el ejercicio de “escuchar” la voz de Dios. 5. Orar. Inicia el diálogo, ahora voy a dar mi respuesta a Dios: –– ¿Qué le quiero decir yo a Dios sobre el texto? –– ¿Qué pienso de lo que me ha dicho? Se trata de hacer un diálogo honesto, de tú a tú con Dios. 6. Contemplar. Hacemos silencio, nos quedamos en calma, dejando que el diálogo penetre en el corazón. Es un momento de reposar junto a Dios, de saborear su presencia. 7. Actuar. El diálogo auténtico con Dios necesariamente nos mueve a actuar. –– ¿A qué me invita Dios como resultado de la oración? –– ¿Qué tarea me encomienda? A veces la acción que hemos de realizar es muy pequeña, nos puede parecer insignificante. Sin embargo, es importante ser fieles a lo que vamos entendiendo en la oración, pues “el que es fiel en lo poco, lo es también en lo mucho” (Lc 16,10).

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Mi compromiso con Jesús XX Pedir

a los niños practicar la lectio divina con el Evangelio del domingo. un “Diario de oración” con la lectio divina, que el niño completará cada domingo. Elegir un cuaderno especial: • Escribir su nombre y fecha. • Anotar la cita que leyó, reflexionó y realizó su oración. • Escribir lo más interesante de la cita bíblica. • Apuntar la oración que dirigió a Dios. • Registrar la buena acción que nació de su oración, su compromiso, fruto de la oración.

XX Iniciar

Platicamos con Dios La Biblia es Palabra de vida. Lo podemos encontrar en https://www.youtube.com/watch?v=GGHNWh9itxY. XX Oración: ¡Gracias por enseñarme a orar! XX Canto:

Para recordar “Pero no olviden que debe acompañar la oración a la lectura de la Sagrada Escritura para que se entable diálogo entre Dios y el hombre; porque a Él hablamos cuando oramos, y a Él oímos cuando leemos las palabras divinas” (DV 25). XX Invitar

a los niños a leer la frase en su libro: La oración nace de la lectura de la Biblia. Escuchamos a Dios al leer su Palabra y cuando oramos, platicamos con Él.

Con mi familia XX Los

niños piden a su familia practicar juntos la lectio divina con el Evangelio del domingo.

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Celebración

¡En oración con María de Guadalupe! Hagan lo que él les diga Propósito Puntualizar lo esencial de la experiencia de oración aprendida en el bloque, a través de la figura orante de María de Guadalupe.

Material • Música tranquila de ambientación • Una imagen grande de la Virgen de Guadalupe • Canasta • Papeles con extractos del Nican Mopohua, pueden ser los siguientes:

–– Oyó que lo llamaban de arriba del cerrito y le decían: “Juanito, Juan Dieguito”. –– Sábelo, ten por cierto hijo mío, el más pequeño, que yo soy la perfecta Virgen Santa María, Madre del Verdaderísimo Dios, por quien se vive, el creador de las personas, el dueño del cielo y de la tierra. –– Escucha, ponlo en tu corazón, hijo mío el menor; que no es nada lo que te espantó, lo que te afligió, que no se perturbe tu rostro. –– ¿No estoy yo aquí que soy tu madre? ¿No estás bajo mi sombra y resguardo? –– ¿No soy yo la fuente de tu alegría? ¿No estás en el hueco de mi manto, en el cruce de mis brazos? ¿Tienes necesidad de alguna otra cosa?

Iniciamos con alegría ¡María de Guadalupe, escucha nuestra oración! Virgen santa María de Guadalupe, Madre de Dios y Madre nuestra: Tú, que brindas ayuda y compasión a quienes buscan tu protección, te pedimos que haya paz, justicia y amor en nuestra patria y en nuestras familias. Hoy y todos los días nos ponemos bajo tu cuidado y protección. Amén.

Catequista: En los temas hemos reforzado cómo orar y, también, nuestro compromiso de hacer oración cada vez mejor: • Aprendimos que la Biblia es el libro más adecuado para hablar con Jesús y escuchar lo que nos quiere decir.

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• Conocimos que Dios Padre tiene muchos amigos que fueron grandes orantes, ellos enseñan cómo platicar con Dios. • Reconocimos que podemos expresar nuestros sentimientos a Dios con alabanzas, acciones de gracias, adoraciones o peticiones. • Nos ejercitamos en la práctica de la lectio divina con sus pasos: lectura, meditación, oración y contemplación, que nos lleva a actuar.

María, nuestra intercesora ante Jesús En uno de los temas vimos que María meditaba todos los acontecimientos, los guardaba en su corazón y los dialogaba con Dios. María, gran orante y maestra de oración, intercede por nosotros ante su Hijo Jesús. Para los mexicanos tiene gran significado la imagen de la Virgen de Guadalupe, quien se apareció a Juan Diego en el Tepeyac, en una época en la que había muchos problemas en México, porque los pueblos de estas tierras estaban tristes y no se entendían con los españoles. María de Guadalupe nos trajo un mensaje de paz y de amor, nos recordó que Dios es el Creador de todo y que ella es la madre de Jesús. Dejó plasmada su imagen para acudir a ella con gran confianza en nuestras necesidades. María de Guadalupe encierra muchas características necesarias para nuestra oración: fe, confianza, esperanza y amor. Ella acerca a Jesús como cuando, en las bodas de Caná, les indicó a los que servían el vino: “Hagan lo que él les diga” (Jn 2,5). XX Contemplemos

la imagen de María de Guadalupe. Observar los detalles, todos aquellos que podamos durante un minuto. Podemos poner música de fondo. –– ¿Nos querrá decir algo? –– ¿Qué llama su atención de la imagen? –– Observen su rostro, ¿cómo es su semblante? –– ¿Hacia dónde miran sus ojos? –– ¿Cómo es la posición de sus manos? –– ¿Por qué está embarazada? –– ¿Qué tiene debajo de sus pies? –– ¿Qué creen que le estará pidiendo a Dios? –– ¿Qué te gustaría decirle a María? XX Vamos a pasar de uno en uno, para descubrir el mensaje que María de Guadalupe nos quiere dar. XX Tomamos un papelito de la canasta y volvemos a nuestro lugar. (Mientras los niños pasan, podemos poner un canto a la Virgen de fondo). XX Cuando todos hemos pasado, leemos atentamente el mensaje que María de Guadalupe quiere darnos. Releemos una y otra vez. Después, escribimos el mensaje que nos dejó: –– ¿Qué sentimiento les provoca el mensaje de María? ¿Les inspira algún pensamiento? XX Escribimos lo que sentimos, lo que pensamos y lo que queremos decir a María y a su Hijo Jesús.

Cierre Danza delante del Señor. Con alegría alabamos a Dios con nuestro cuerpo a través de la danza, por habernos regalado a su madre y por la riqueza de la oración. Lo podemos encontrar en: https://www.youtube.com/watch?v=NigegvGSyZ8&list=PLED0F527CBE90F983&index=2.

XX Canto.

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Danza delante del Señor Danza, danza delante del Señor. Danza, danza delante del Señor. (3) Así mi corazón te alaba, Señor. Así mi corazón te adora, Señor. Así mi corazón se humilla ante Ti. Porque Tú eres todo para mí. (2) Canta, canta delante del Señor. (2) Aplaude, aplaude delante del Señor. (2) Da vueltas, da vueltas delante del Señor. (2) Salta, salta delante del Señor. (2)

María de Guadalupe, ¡míranos con compasión! Enséñanos a ir a Jesús, ayúdanos a levantarnos cuando caemos. Fortalece nuestros corazones para acercarnos a tu Hijo Jesús y llevarlo a quienes todavía no lo conocen. Amén.

Así mi corazón te alaba, Señor. Así mi corazón te adora, Señor. Así mi corazón se humilla ante Ti. Porque Tú eres todo para mí. (2)

Notas

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Notas

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BLOQUE

ยกMe preparo a la Primera Comuniรณn! B04 CAMINO CON JESUS 105-152.indd 105

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¡Quiero completar mi Iniciación cristiana!

21 Dios

es misericordioso y me perdona

22 Mi

encuentro con Jesús en la confesión

23 En

la Eucaristía recibo a Jesús, pan de Vida

24 Jesús

se hace pan y vino para mí

25 En

la Eucaristía hacemos memoria del amor de Jesús

26 El

domingo me encuentro con Jesús y con la comunidad

27 Me

preparo a recibir a Jesús: actitudes para comulgar

28 ¡ Celebro

la Eucaristía con entusiasmo!

Anexo:

Celebración penitencial

La imagen Jesús aparece en el altar con los brazos abiertos en señal de que él se hace presente en cada eucaristía. En la imagen aparece un altar con el pan y el vino. Varias personas rodean el altar. Los cristianos celebramos el memorial de la muerte y resurrección de Jesús en la eucaristía; se trata de una celebración festiva. El Padre y los ángeles con rostro alegre festejan con nosotros en una liturgia celestial. – ¿Qué personajes identificas rodeando a Jesús? ¿Para qué habrá pan y vino en el altar? – ¿Qué festejan Jesús y las personas? – ¿Por qué está contento Dios Padre? ¿Qué celebran en el cielo?

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¡Quiero completar mi Iniciación cristiana!

El Bautismo, la Confirmación y la Primera Comunión son los sacramentos que nos inician a la vida de fe Propósito Identificar los sacramentos de Iniciación cristiana como un comienzo, crecimiento y maduración de la vida de fe.

Sentido del título y de la frase La Iniciación cristiana es un proceso que han de completar los niños. El título les despierta este anhelo de completarlo. El enunciado nos recuerda el nombre de los tres sacramentos de iniciación.

Material • Láminas de los siete sacramentos. Resaltar con algún distintivo especial los sacramentos de Iniciación cristiana.

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Iniciamos con alegría Saludo: Felicitar a los niños por el camino recorrido en la catequesis. Iniciar el bloque que los prepara a la Primera Comunión. Hacer un breve recordatorio de nuestra profesión de fe (Credo, los mandamientos y la vida de oración). Oración: ¡Gracias, Jesús! Miramos la imagen: –– ¿Qué te recuerdan las fotos del álbum? ¿Tienes uno? –– ¿Qué están recibiendo los niños de la foto y de quién será la mano? –– ¿Te gustaría tener tu álbum de amigo o de amiga de Jesús? ¿Qué guardarías en él? –– Imagina el álbum de nuestro Padre Dios. ¿Qué guardará de ti?

Miramos nuestra vida

Nacer, crecer y madurar XX Pedir

al niño que identifique en las imágenes tres etapas primeras de la vida de un ser humano. Al lado de cada imagen, que escriba tres necesidades básicas para esa etapa de la vida. La actividad puede realizarse en equipos, a cada equipo se le asigna una etapa. XX Contestar a la pregunta: –– ¿Qué pasa cuando no recibimos lo esencial en las primeras etapas de la vida? XX Comentar la información complementaria.

Jesús nos ilumina

Los tres sacramentos de la Iniciación cristiana XX Pedir

a algún niño o niña que lea el texto CEC 1275. XX Comentar las preguntas y respuestas: –– Escribe el nombre de cada uno de los sacramentos de Iniciación cristiana: Bautismo, Confirmación y Eucaristía. –– Identifica en la ilustración elementos de los tres sacramentos. –– Ya recibiste los sacramentos del Bautismo y Confirmación, ¿cuál te falta para completar tu iniciación? Eucaristía. –– ¿Qué significa la puerta en la ilustración? La puerta simboliza que se ha completado la iniciación y que se entra de lleno a la vida de fe. Está situada al inicio del camino. –– Investiga qué hay cruzando la puerta. Se ve un camino: es el que hay que recorrer en la vida cristiana. –– ¿Te gustaría cruzar la puerta? ¿Por qué? 108

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Aprendemos con Jesús • Los sacramentos fueron instituidos por Cristo y son siete: Bautismo, Confirmación, Eucaristía, Reconciliación, Unción de los enfermos, Orden sacerdotal y Matrimonio. Los siete sacramentos corresponden a las etapas y momentos importantes de la vida cristiana: dan nacimiento y crecimiento, curación y misión a la vida de fe de los cristianos. Existe una semejanza entre las etapas de la vida natural y las etapas de la vida espiritual (cf. CEC 1210). • Los sacramentos forman un organismo donde cada uno tiene su lugar vital. La Eucaristía ocupa un lugar único, en cuanto sacramento de los sacramentos: todos los otros sacramentos están ordenados a ella como a su fin (cf. CEC 1211). • Los sacramentos de la Iniciación cristiana, Bautismo, Confirmación y Eucaristía, ponen los fundamentos de toda vida cristiana. La participación en la naturaleza divina que recibimos como don mediante la gracia de Cristo, tiene analogía con el origen, el crecimiento y el sustento de la vida natural. Los fieles renacidos en el Bautismo se fortalecen con el sacramento de la Confirmación y son alimentados en la Eucaristía con el manjar de la vida eterna. Por medio de los sacramentos de la Iniciación cristiana, reciben los tesoros de la vida divina y avanzan hacia la perfección de la caridad (cf. CEC 1212). • Los sacramentos nos identifican con Jesucristo mediante la gracia que confieren; por ellos somos incorporados a los misterios de su vida, configurados con él, muertos y resucitados, hasta que reinemos con él (cf. LG 7). Los sacramentos producen tres efectos: –– La gracia santificante, que se infunde o se aumenta. –– La gracia sacramental, específica de cada sacramento. –– El carácter, producido por tres sacramentos (Bautismo, Confirmación y Orden sacerdotal). • “La comunión de vida en la Iglesia se obtiene por los sacramentos de la Iniciación cristiana: Bautismo, Confirmación y Eucaristía. El Bautismo es ‘la puerta de la vida espiritual: pues por él nos hacemos miembros de Cristo y del cuerpo de la Iglesia’. Los bautizados, al recibir la Confirmación ‘se vinculan más estrechamente a la Iglesia, se enriquecen con una fuerza especial del Espíritu Santo, y con ello quedan obligados más estrictamente a difundir y defender la fe, como verdaderos testigos de Cristo, por la palabra juntamente con las obras’. El proceso de la Iniciación cristiana se perfecciona y culmina con la recepción de la Eucaristía, por la cual el bautizado se inserta plenamente en el Cuerpo de Cristo” (DIPSIC 2). • “De acuerdo al Magisterio y a la Tradición de la Iglesia, es muy claro que el orden normal de los sacramentos de la Iniciación cristiana, para quienes comienzan con el Bautismo de niños es: Bautismo, Confirmación y Eucaristía” (DIPSIC 2-3).

Completar la Iniciación cristiana Con los sacramentos de la Iniciación cristiana el niño completa un camino que le ayudará a crecer en la fe. XX El ejercicio consiste en ayudar a Irina a completar su iniciación. Los niños relacionan las palabras Bautismo, Confirmación y Eucaristía con la explicación que les corresponde. –– ¿Qué tiene que hacer Irina para llegar hasta la Eucaristía? Tiene que haber completado el Bautismo y la Confirmación. –– Tiene que haber recorrido el camino del Bautismo a la Confirmación, para culminar con la Eucaristía.

Mi compromiso con Jesús Ayudar a los niños a comprender que están iniciando su formación y es necesario fortalecerla y madurar en ella. Para esto escriben en su libro qué van a hacer para continuar creciendo y madurando en su fe. 109

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Platicamos con Dios XX Canto:

“Los siete sacramentos” (Rafael Moreno), lo puedes encontrar en: https://www.youtube.com/watch?v=toeoN9-3hhQ. XX Oración: “¡Gracias, Jesús!”.

Para recordar “Mediante los sacramentos de la iniciación cristiana, el Bautismo, la Confirmación y la Eucaristía, se ponen los fundamentos de toda vida cristiana” (CEC 1212). XX Invitar

a los niños a leer la frase en su libro: Los sacramentos de la Iniciación cristiana son tres: el Bautismo, la Confirmación y la Eucaristía; constituyen los fundamentos de mi vida cristiana.

Con mi familia XX Preguntar

a algún familiar y anotar las respuestas en el libro: –– ¿Qué sacramentos conoces y cuáles has recibido? –– ¿Cómo te ayudan a vivir tu fe? –– ¿Frecuentas alguno? ¿Cuál?

Notas

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Dios es misericordioso y me perdona

Dios es lento para enojarse y generoso para perdonar Propósito Admirar el rostro misericordioso de Dios que nos espera en el sacramento de la Reconciliación para perdonarnos.

Sentido del título La misericordia es la mayor prueba del amor infinito que Dios nos tiene, Él siempre nos perdona. El enunciado completa la imagen de Dios misericordioso.

Material • Lámina del sacramento de la Penitencia o Reconciliación

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Iniciamos con alegría O ración: Padre de misericordia. M iramos la imagen: Observar, imaginar y describir la imagen. –– ¿Quién llega por el camino? ¿Viene feliz o triste? –– ¿Por qué está la puerta abierta? ¿Quiénes esperan su llegada? –– ¿Por qué están preparando una fiesta?

Miramos nuestra vida

Las ofensas se escriben en arena XX Leer

la historia con este título en el libro del niño. XX Pedir a los niños que vuelvan a leerla y reflexionen. XX Motivar a los niños a comparar sus actitudes con las de los personajes de la historia. XX Entre todos responder las preguntas y comentar la información complementaria: –– ¿Qué haces cuando alguien te agrede o te hace daño? –– ¿Lo olvidas o lo recuerdas constantemente? –– ¿Cómo te sientes cuando alguien te ofende? –– ¿Cuándo agredes o lastimas a alguien, reconoces tu falta y pides perdón? –– ¿Cómo lo haces? ¿Si la persona a la que heriste te perdona, cómo te sientes?

Jesús nos ilumina

Parábola del hijo pródigo XX Pedir

a una niña o a un niño que lea la cita bíblica Lc 15,11-24. todos responder: –– ¿Qué le pidió el hijo menor a su padre? –– ¿Qué hizo el hijo menor con la herencia que recibió? –– ¿Cómo le fue al hijo menor en el país lejano? –– ¿Por qué el hijo menor regresó a casa? –– ¿Qué le dijo a su padre? –– ¿Qué hizo el padre al ver a su hijo de vuelta? –– ¿Qué te gustó de la historia? –– Mira la ilustración: ¿Qué imaginas que hace Dios Padre en el techo de la casa? –– ¿A quién ve a lo lejos del camino? ¿Se va o regresa?

XX Entre

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Aprendemos con Jesús • “Los que se acercan al sacramento de la Penitencia obtienen de la misericordia de Dios el perdón de los pecados cometidos contra él y, al mismo tiempo se reconcilian con la Iglesia” (CEC 1422). • “A este sacramento también se le denomina sacramento de la Reconciliación porque Dios otorga al pecador el amor de Dios que reconcilia: ‘Déjense reconciliar con Dios’ (2 Cor 5,20). El que vive del amor misericordioso de Dios está pronto a responder a la llamada del Señor: ve primero a reconciliarte con tu hermano (Mt 5,24)” (CEC 1424). • “Paciente y misericordioso” son dos palabras del Antiguo Testamento que describen la naturaleza de Dios. Su bondad prevalece por encima del castigo y la destrucción. Los salmos destacan esta grandeza del proceder divino: ‘Él perdona todas tus culpas, y cura todas tus dolencias; rescata tu vida del sepulcro, te corona de gracia y de misericordia’ (Sal 103,3-4). Otro salmo testimonia los signos concretos de su misericordia: ‘El Señor libera a los cautivos, abre los ojos de los ciegos y levanta al caído; el Señor protege a los extranjeros y sustenta al huérfano y a la viuda; el Señor ama a los justos y entorpece el camino de los malvados’ (Sal 146,7-9) (cf. MV 6). • Por su misericordia, Dios revela su amor, que es como el de un padre o madre que se conmueven en lo más profundo de sus entrañas por el propio hijo. Es un amor “visceral”, como un sentimiento profundo, natural, hecho de ternura y compasión, de indulgencia y de perdón (cf. MV 6). • “En las parábolas dedicadas a la misericordia, Jesús revela la naturaleza de Dios como la de un Padre que jamás se da por vencido hasta tanto no haya disuelto el pecado y superado el rechazo con la compasión y la misericordia” (MV 9). • “Durante su vida pública, Jesús no sólo perdonó los pecados, también manifestó el efecto de este perdón: a los pecadores que son perdonados los vuelve a integrar en la comunidad del pueblo de Dios, de donde el pecado los había alejado o incluso excluido. Un signo manifiesto de ello es el hecho de que Jesús admite a los pecadores a su mesa, más aún, él mismo se sienta a su mesa, gesto que expresa de manera conmovedora, a la vez, el perdón de Dios (cfr. Lc 15) y el retorno al seno del pueblo de Dios (cfr. Lc 19,9)” (CEC 1443).

Vivamos el perdón • Pedir a los niños observar las ilustraciones de su libro, ordenar la secuencia de acciones, elaborar una historieta y dar un título. El orden puede ser el siguiente:

XX Integrar

equipos de cinco o seis niños para que compartan su historieta. 113

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Mi compromiso con Jesús XX Animar

a los niños a que esta semana se esfuercen en actuar como Jesús. si hay alguien a quien hayan ofendido, le ofrecerán disculpas. XX Además, si están enojados con alguien y no le hablan, volverán a hablarle amablemente. XX También,

Platicamos con Dios C anto: Cristo me ama. Lo podemos encontrar en https://www.youtube.com/watch?v=YF3VIJiK_ys, o en el CD Camino con Jesús. Oración: ¡Perdón, Señor!.

Para recordar “Dios rico en misericordia es el que Jesucristo nos ha revelado como Padre. Recordemos aquel momento en que Felipe, uno de los doce apóstoles, dijo a Jesús: ‘Señor, muéstranos al Padre y nos basta’; Jesús le respondió: ‘Llevo tanto tiempo con ustedes ¿y aún no me conoces Felipe? El que me ha visto a mí ha visto al Padre’ (Jn 14,8). Estas palabras fueron pronunciadas en el discurso de despedida, al final de la cena pascual, a la que siguieron los acontecimientos de aquellos días santos, en que debía quedar corroborado de una vez para siempre el hecho de que Dios, que es rico en misericordia, por el gran amor con que nos amó, y estando nosotros muertos por nuestros delitos, nos dio vida por Cristo” (Dives in Misericordia 1). XX Invitar a los niños a leer la frase en su libro: Jesús nos ha revelado a un Dios rico en misericordia, siempre dispuesto a perdonarnos.

Con mi familia XX Leer

la sección “Aprendemos con Jesús”, y responder: –– ¿Cómo pedimos perdón en la familia o mostramos que nos hemos perdonado? XX Darse un abrazo en señal de perdón y juntos rezar un padrenuestro.

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Mi encuentro con Jesús en la confesión

Confieso mis errores para reconciliarme con Dios y con mis hermanos Propósito Comprender la importancia del sacramento de la Reconciliación y aprender a hacer una buena confesión.

Sentido del título y de la frase El título descubre que el sacramento de la Reconciliación es un momento de encuentro con Jesús y con la misericordia del Padre, quien nos da su perdón. El enunciado sintetiza uno de los momentos significativos del sacramento: la confesión de los pecados y su objetivo: reconciliarnos con Dios y con los hermanos a quienes hayamos ofendido.

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Iniciamos con alegría Oración: ¡Gracias por tu misericordia! Contiene algunos elementos esenciales del tema: Jesús está dispuesto a perdonarnos siempre y necesitamos su ayuda para no caer en el pecado. Miramos la imagen: Observar: –– ¿Qué actitud muestra la niña? –– El rostro de Jesús, ¿qué te dice? –– La niña, ¿qué llevará escrito en el papelito que tiene entre las manos? –– ¿Escucha la niña lo que Jesús le dice? ¿Qué imaginas: le explica, la perdona, la anima a ser buena…?

Miramos nuestra vida

La autoevaluación del grupo de Luis La actividad tiene el propósito de ayudar al niño a que relacione la confesión con algunas actividades de autoevaluación de actitudes que ha hecho ya en la escuela. XX Leer el relato entre todos y comentar las preguntas: –– ¿Cómo te sientes cuando te autoevalúas? –– ¿Cómo te ayuda evaluar lo que haces bien en la escuela? –– ¿Podrás cambiar alguna actitud negativa? ¿Cuál?

Practico la autoevaluación XX Es

un cuestionario de autoevaluación que propone identificar hábitos, actitudes y errores que se han reflexionado en este ciclo de catequesis. Retoma algunos ejemplos de la sección “Miramos nuestra vida”. El cuestionario ayuda al niño a descubrir qué necesita cambiar o corregir. La información complementaria conecta el ejercicio con el sacramento de la Reconciliación.

Jesús nos ilumina

El fariseo y el publicano XX Pedir

a una niña o a un niño que lea el texto bíblico Lc 18,10-14. las preguntas: –– ¿Qué le decía el fariseo a Dios en su oración? –– ¿Qué decía el recaudador de impuestos? –– ¿Cuál de los dos hombres era un poco presumido? ¿Y cuál estaba de verdad arrepentido? ¿Por qué? –– Identifica al fariseo y al recaudador en la ilustración. ¿A cuál de los dos abraza Dios Padre y por qué? –– ¿Cómo crees que se sintió cada uno después de su oración?

XX Comentar

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Aprendemos con Jesús • A pesar de que nuestros pecados han sido borrados con el Bautismo, a lo largo de nuestra vida ofendemos a Dios cuando nuestros actos son contrarios a su voluntad, rompiendo así la comunión con Él, con la Iglesia, con nosotros mismos y con la creación. • Cristo instituyó el sacramento de la Penitencia, Reconciliación o Confesión en favor de todos los miembros pecadores de su Iglesia, especialmente para aquellos que después del Bautismo han caído en pecado grave y perdido la gracia bautismal. El sacramento de la Penitencia les ofrece una nueva posibilidad de convertirse y de recuperar la gracia de la justificación. Los padres de la Iglesia presentan este sacramento como "la segunda tabla (de salvación) después del naufragio que es la pérdida de la gracia" (cf. CEC 1446). • “El sacramento de la penitencia está constituido por el conjunto de tres actos realizados por el penitente, y por la absolución del sacerdote. Los actos del penitente son: el arrepentimiento, la confesión o manifestación de los pecados al sacerdote y el propósito de realizar la reparación y las obras de penitencia” (CEC 1491). • Para hacer una buena confesión se pueden seguir los siguientes pasos: –– Hacer un examen de conciencia. Repasar los mandamientos de la ley de Dios, los mandamientos de la Iglesia, los pecados capitales (soberbia, avaricia, envidia, ira, lujuria, gula, pereza). Revisar lo que pude haber hecho para ayudar a los demás y no lo hice. –– Arrepentimiento. Experimentar un dolor auténtico por haber ofendido a Dios, que es amor. –– Confesión de los pecados. Confesar al sacerdote con honestidad todos los pecados que se han cometido. –– Cumplir la penitencia. El sacerdote pide hacer una oración o llevar a cabo alguna acción como penitencia por los pecados cometidos. Es importante cumplirla. • La absolución es el acto por el que el sacerdote restituye la gracia perdida por el pecado. La fórmula de absolución expresa el elemento esencial de este sacramento: el Padre de la misericordia es la fuente de todo perdón (cf. CEC 1449): "Dios, Padre misericordioso, que reconcilió al mundo por la muerte y la resurrección de su Hijo y envió el Espíritu Santo para el perdón de los pecados, te conceda, por el ministerio de la Iglesia, el perdón y la paz. Y yo te absuelvo de tus pecados en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo". • “Los efectos espirituales del sacramento de la confesión son (CEC 1496): –– la reconciliación con Dios por la que el penitente recupera la gracia; –– la reconciliación con la Iglesia; –– la remisión de la pena eterna contraída por los pecados mortales; –– la remisión, al menos en parte, de las penas temporales, consecuencia del pecado; –– la paz y la serenidad de la conciencia, y el consuelo espiritual; –– el acrecentamiento de las fuerzas espirituales para el combate cristiano”.

Mi próxima confesión • Pedir a los niños que elijan cómo se sienten al pensar que irán a la confesión (triste, con miedo, con pena o nervios, feliz, con emoción) y explican por qué. • De la siguiente lista, que subrayen aquello en lo que piensan que están fallando y coloquen una √ en lo que actúan positivamente:

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Mandamientos de la ley de Dios 1° Amar a Dios sobre todas las cosas. 2º No jurar el nombre de Dios en vano. 3º Santificar las fiestas (ir a misa el domingo). 4º Honrar a tu padre y a tu madre. 5º No matar. 6º No cometer actos impuros. 7º No robar. 8º No decir falso testimonio ni mentiras. 9º No consentir pensamientos ni deseos impuros. 10º No codiciar los bienes ajenos.

Pecados capitales Soberbia Avaricia Lujuria Ira Gula Envidia Pereza

Virtudes Humildad Generosidad Pureza Paciencia Templanza Caridad Laboriosidad

Mi compromiso con Jesús XX Pedir

a los niños que revisen cómo estuvo su relación con Jesús en la semana: en una hoja escriben las cosas buenas que les sucedieron con Jesús y en el reverso aquello en lo que pueden haberle fallado.

Platicamos con Dios C anto: Sacramento de la Reconciliación (Rafael Moreno). Lo podemos encontrar en https://www.youtube.com/watch?v=vedUWLDECBY. Oración: Acto de arrepentimiento.

Para recordar “El sacramento de la Penitencia está constituido por el conjunto de tres actos realizados por el penitente, y por la absolución del sacerdote. Los actos del penitente son: el arrepentimiento, la confesión o manifestación de los pecados al sacerdote y el propósito de realizar la reparación y las obras de penitencia” (CEC 1491). XX Invitar a los niños a leer la frase en su libro: El sacramento de la Confesión es conocido como sacramento de la Penitencia o de la Reconciliación; necesita: el arrepentimiento, la confesión de los pecados al sacerdote, la absolución, el propósito de enmienda o corregirme y cumplir la penitencia.

Con mi familia XX Pedir

a los niños que revisen lo estudiado en la catequesis e invitar a su familia a practicar el examen de conciencia y a dar buen ejemplo acudiendo a la confesión.

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En la Eucaristía recibo a Jesús, pan de Vida

Jesús dijo: “El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna” Propósito Sentido del título y de la frase Reflexionar qué significa el sacramento de la El título refiere a la acción de recibir a Jesús en Eucaristía y cómo se le conoce. el sacramento de la Eucaristía. Él es el pan de vida. El enunciado cita el discurso eucarístico de Jesús cuando él se manifiesta como el pan y la bebida verdaderos, lo único necesario para alcanzar la vida eterna (cf. Jn 6,51-59).

Material • Pliegos de papel bond (uno por cada nombre de la Eucaristía) • Marcadores

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Iniciamos con alegría XX Oración:

¡Gracias por los sacramentos! XX Miramos la imagen: Observar: –– ¿A qué nos invita Jesús? –– ¿Por qué estará en el fondo la cruz? –– ¿Qué significa el vino de la copa que nos invita a tomar? –– ¿Por qué quiere que comamos el pan que nos ofrece su mano?

Miramos nuestra vida

¡Organicemos un banquete! XX Situar

a los niños en las ocasiones especiales en que solemos preparar un banquete para celebrar algo. Pedir que escriban el menú para una fiesta; en ella mencionan la entrada, el plato fuerte, los postres y las bebidas. XX Comentar: –– Cuando organizamos un banquete, ¿qué importancia tiene el plato fuerte o principal? –– ¿Qué características debe tener ese platillo? –– ¿Cómo debe ser la bebida?

Jesús nos ilumina

Discurso sobre el pan de vida XX Pedir

a una niña o un niño que lea el texto bíblico Jn 6,35.53-56. las preguntas y la información complementaria: –– ¿Cuál es el pan que nos da Jesús? –– ¿Cuál es la carne que nos pide comer Jesús? –– ¿Cuál es la bebida que nos pide beber? –– ¿Qué pasa si comemos la carne y la sangre de Jesús? –– ¿Qué está haciendo Jesús en la ilustración? –– ¿En qué están pensando los discípulos?

XX Comentar

Los nombres del sacramento XX Organizar

equipos y asignar un nombre del sacramento a cada uno. a los niños que expliquen en el papel bond lo que significa el nombre que les tocó y que lo ilustren de manera sencilla; que busquen el significado en su libro y lo complementen con lo que ellos piensan o recuerdan. XX Animar a cada equipo a presentar el nombre que les tocó. XX Pedir

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Aprendemos con Jesús • La Eucaristía culmina la Iniciación cristiana. Los que han sido bautizados y configurados más profundamente con Cristo por la Confirmación, participan por medio de la Eucaristía con toda la comunidad en el sacrificio del Señor (cf. CEC 1322). • La riqueza del sacramento de la Eucaristía se expresa mediante distintos nombres. Cada uno evoca alguno de sus aspectos (cf. CEC 1328): Eucaristía, banquete del Señor, fracción del pan, asamblea eucarística, memorial de la pasión y resurrección, santa liturgia, Comunión, santa misa. –– Eucaristía, porque es acción de gracias a Dios. Recuerda las bendiciones judías que proclaman, durante la comida, las obras de Dios: la creación, la redención y la santificación (cf. CEC 1328). –– Banquete del Señor (cf. 1 Cor 11,20), porque se trata de la cena que el Señor celebró con sus discípulos antes de su pasión, y de la anticipación del banquete de bodas del Cordero (cf. Ap 19,9) en la Jerusalén celestial (cf. CEC 1329). –– Fracción del pan, porque este rito fue utilizado por Jesús en la última cena (cf. Mt 26,26). Por este gesto los discípulos lo reconocen después de su resurrección (cf. Lc 24,13-35). Con esta expresión los primeros cristianos designaron sus asambleas eucarísticas (cf. Hch 2,42.46). Significa que todos los que comen de este único pan partido, que es Cristo, entran en comunión con él y forman un solo cuerpo (cf. 1 Cor 10,16-17; CEC 1329). –– Asamblea eucarística, porque la Eucaristía es celebrada en la asamblea de fieles, expresión visible de la Iglesia (cf. 1 Cor 11,17-34; CEC 1329). –– Santo Sacrificio, porque actualiza el único sacrificio de Cristo e incluye el sacrificio de la misa, que es sacrificio de alabanza, espiritual, puro y santo. Completa y supera todos los sacrificios de la Antigua Alianza (cf. CEC 1330). –– Santa y divina liturgia, porque toda la liturgia de la Iglesia encuentra su centro y mayor expresión en este sacramento. También se le llama Santísimo Sacramento por ser el Sacramento de los Sacramentos (cf. CEC 1330). –– Comunión, “porque con este sacramento nos unimos a Cristo, que nos hace participar de su Cuerpo y Sangre, para formar un solo cuerpo” (cf. 1 Cor 10,16-17; CEC 1331). –– Santa misa, porque la liturgia termina con el envío de los fieles (missio) a cumplir la voluntad de Dios en su vida (cf. CEC 1332).

La Eucaristía y yo XX Comentar

con los niños las preguntas: –– ¿Cuál de los nombres del sacramento de la Eucaristía te gusta más? ¿Por qué? –– ¿Qué sientes al saber que participarás en el banquete del Señor (alegría y felicidad, tristeza, miedo, curiosidad)? XX Imaginar el banquete de Jesús con sus discípulos y el niño y la niña con ellos, y dibujarlo en su libro. XX Escribir qué les dice Jesús y lo que ellos le dirían. Compartir algunas frases, entre niños. XX Pedir a los niños que elijan las actitudes necesarias para el banquete con Jesús: indiferencia, fe, amor, hambre, gratitud, alegría, elegancia, disgusto. ¿Qué actitud es la más importante en el “gran día”?

Mi compromiso con Jesús XX Solicitar

a los niños que el domingo, en la misa, observen qué actitud muestran las personas cuando van a comulgar y cómo se ven después de recibir a Jesús. ¿Se prepararán al banquete de Jesús? ¿Cómo? 121

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Platicamos con Dios Tú eres, Señor, el pan de vida. Lo podemos encontrar en https://www.youtube.com/watch?v=4QKveYF4i9U, o en el CD Camino con Jesús. XX Oración: Te amo, Jesús. XX Canto:

Para recordar “Jesús dijo: Yo soy el pan vivo, bajado del cielo. Si uno come de este pan, vivirá para siempre [...] El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna [...] permanece en mí y yo en él" (Jn 6,51.54.56; CEC 1406). XX Invitar

a los niños a leer la frase en su libro: Jesús dijo: “Yo soy el pan vivo bajado del cielo. Si uno come de este pan vivirá para siempre”.

Con mi familia XX Pedir

a los niños que platiquen qué aprendieron hoy sobre el sacramento de la Eucaristía. XX Preguntar a sus familiares qué significa para ellos este sacramento. XX La familia elige una actitud para vivir en la semana como preparación a la Eucaristía. Todos participan en la misa el domingo.

Notas

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Jesús se hace pan y vino para mí

La Eucaristía es el sacramento del amor, en ella recibo el cuerpo y la sangre de Cristo Propósito Reflexionar cómo Jesús transforma el pan y el vino en su cuerpo y sangre para ser alimento en nuestra vida.

Material • Hojas de rotafolio (una por equipo) • Marcadores de colores • Una barra de pan • Obleas (una por niño) • Jugo de uva (para repartir entre los niños) • Vasos pequeños (uno por niño)

Sentido del título y de la frase El título expresa la acción de Jesús de transformarse en pan y vino, por amor a nosotros, para que vivamos unidos a él y tengamos vida eterna, acción que sucede durante la celebración de la Eucaristía, en la que recibimos el cuerpo y la sangre de Cristo al comulgar.

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Iniciamos con alegría Oración: ¡Gracias por el alimento que nos das! XX Miramos la imagen: Observa y enlista los seis elementos de la ilustración: –– ¿En dónde los has visto, sabes qué son? –– ¿Qué significan para ti? –– Relaciona la imagen con la oración ¡Gracias por el alimento que nos das!

Miramos nuestra vida

El pan y las bebidas tradicionales mexicanas XX Organizamos

equipos con cuatro o cinco niños para comentar las preguntas.

Sobre el pan: –– ¿Te gusta el pan? ¿Cuál es tu favorito? –– ¿Cómo te sientes después de haber comido un pan? –– ¿Cuál es el pan tradicional en México y cuál la bebida? –– ¿Qué pasaría si no comiéramos pan muchos días? –– Describe el proceso desde que se siembra la semilla hasta que sale el pan del horno. Sobre las bebidas: –– ¿Qué alimento líquido es tu bebida favorita? –– ¿Cómo te sientes después de tomarla? –– ¿En muchos países beben vino? –– ¿Entre nosotros acostumbramos a tomar vino? –– ¿Es fácil hacer vino? Describe el proceso desde que se cosecha la uva hasta que sale el vino. XX Cada equipo ilustra el proceso de elaboración del pan o del vino y presenta el resultado de su trabajo. XX Comentar con los niños la información complementaria.

Jesús nos ilumina

La cena pascual XX Pedir

a un niño o a una niña que nos ayude con la lectura del texto bíblico Lc 22,14-20. las preguntas: –– ¿Qué hizo Jesús con el pan? ¿Qué palabras dijo al partirlo? –– ¿Qué significa el cáliz? ¿Qué hizo Jesús con el cáliz lleno de vino? –– Observa la ilustración. ¿Qué está pasando?

XX Comentar

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Celebrar la última cena con Jesús XX Pedir

a un equipo de niños que representen la última cena de Jesús con sus discípulos; para eso utilizar el pan y el jugo de uva. El niño que hace el papel de Jesús toma el pan, lo parte y lo reparte entre los niños que representan a los discípulos; lo mismo hace con el jugo de uva. Los demás niños observan la representación. XX Todos los niños prueban las obleas y el jugo de uva. Dialogar con ellos sobre sus experiencias: –– ¿Qué observaron acerca de Jesús durante la representación? –– ¿Cómo se sintieron al compartir el pan y el vino con él? –– ¿Qué experiencia vivimos al comer las obleas?

Aprendemos con Jesús • El pan es el alimento básico para la humanidad. Mantiene nuestra vida y da energía. Es humilde y sencillo, no se da importancia; se entrega sin presunción ni resistencia. Dios toma el pan y lo convierte en el cuerpo glorificado de su Hijo, para que la vida gloriosa se nos comunique en figura de alimento. Jesús quiere darnos su vida nueva. Al consumirlo nosotros, se consume él. El trigo se tritura como Cristo fue triturado. Jesús se deshizo antes, triturado en la pasión y consumado en la muerte. Ya glorificado toma la figura de alimento, de pan (cf. Luis Alonso Schöekel, Meditaciones bíblicas sobre la Eucaristía, Sal Terrae). • El vino es la poesía, la fiesta. Cuando se agasaja o festeja a una persona se le ofrece pan y vino, que equivale a banquete (cf. Gn 14,28). El vino es como la propina que le añadimos a la comida. La palabra propina viene de pino=beber. Es sencillo, noble y muy significativo. Como propina representa lo inútil de la vida, pero hace que esta valga la pena. El vino representa la poesía, la música, la danza, el juego (cf. Eclo 31,33; Sal 104,14-15). Significa el amor y tiene color de sangre, representa el sacrificio por amor. El mosto de uvas se aplasta, como Cristo fue aplastado; se convierte en vino para calmar la sed y reanimar. Cristo se desangró y vuelve a entregarse hecho vino, para calmar nuestra sed de ser y vivir (cf. Luis Alonso Schöekel, Meditaciones bíblicas sobre la Eucaristía, Sal Terrae). • En la celebración de la Eucaristía, el pan y el vino se convierten en el cuerpo y la sangre de Cristo, por las palabras de Cristo y la invocación del Espíritu Santo. Fiel a la orden del Señor, la Iglesia continúa haciendo, en memoria de él, lo que hizo la víspera de su pasión: "Tomó pan...", "Tomó el cáliz lleno de vino...". Al convertirse misteriosamente en el Cuerpo y la Sangre de Cristo, los signos del pan y del vino significan la bondad de la creación (cf. CEC 1333). • El pan y el vino son fruto del trabajo del hombre, fruto de la tierra y de la vid, que son dones del Creador (cf. CEC 1333). • “En la Antigua Alianza, el pan y el vino se ofrecían como sacrificio entre las primicias de la tierra en señal de reconocimiento al Creador. Reciben un nuevo significado en el contexto del Éxodo: los panes ácimos que Israel come cada año en la Pascua conmemoran la salida apresurada y liberadora de Egipto. El maná del desierto le recuerda a Israel que vive del pan de la Palabra de Dios (cf. Dt 8,3). El pan de cada día es fruto de la Tierra prometida, prenda de la fidelidad de Dios a sus promesas. El cáliz de bendición (1 Cor 10,16), al final del banquete pascual de los judíos, añade a la alegría festiva del vino una dimensión escatológica, la de la espera mesiánica del restablecimiento de Jerusalén. Jesús instituyó su Eucaristía dando un sentido nuevo y definitivo a la bendición del pan y del cáliz” (CEC 1334).

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Los signos de la Eucaristía El pan partido y compartido y el vino significan el gesto de entrega de Jesús por cada uno de nosotros. XX Pedir a los niños que respondan a la pregunta: –– ¿Cómo me voy a entregar a Jesús? XX Lo escriben sobre las ilustraciones de la hostia y el cáliz que están en su libro.

Mi compromiso con Jesús XX Pedir

a los niños que en la misa del domingo pongan atención durante la consagración y observen todo lo que el sacerdote hace con el pan y con el vino. También que observen la expresión del rostro de las personas después de comulgar.

Platicamos con Dios Eucaristía, de Rafael Moreno, lo puedes encontrar en: https://www.youtube.com/watch?v=V8JQh7H0WgY. XX Oración: Hoy, Jesús, quiero adorarte. XX Canto:

Para recordar “En el corazón de la celebración de la Eucaristía se encuentran el pan y el vino que, por las palabras de Cristo y por la invocación del Espíritu Santo, se convierten en el Cuerpo y la Sangre de Cristo” (CEC 1333). XX Invitar

a los niños a leer la frase en su libro: En la celebración de la Eucaristía el pan y el vino que se convierten en el cuerpo y la sangre de Cristo, por las palabras de Cristo y la acción del Espíritu Santo.

Con mi familia XX En

la misa todos ponen atención a la consagración y comentan sus experiencias. Los mayores explican a los niños cómo se sienten después de comulgar y a qué los invita Jesús.

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En la Eucaristía hacemos memoria del amor de Jesús

La Eucaristía es la memoria festiva y comunitaria de la muerte y resurrección de Jesús Propósito Valorar el sacramento de la Eucaristía, memorial del sacrificio de Cristo, que se entregó por nuestra salvación.

Sentido del título y de la frase Cada vez que participamos en la Eucaristía, recordamos el momento en que Jesús celebró la última cena con sus discípulos, repetimos sus palabras y gestos como signo de comunión con él, que entregó su vida para salvarnos.

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Iniciamos con alegría XX Oración:

Lo que nos contaron nuestros antepasados. El salmo 78 narra la tradición del pueblo de Israel de contar los acontecimientos significativos de su pasado, especialmente los que tienen que ver con las intervenciones de Dios en su historia. XX Miramos la imagen: –– ¿Qué significan las manos y la nube que envuelven la cruz de Jesús? –– ¿Qué significan las letras INRI? –– ¿Qué sentimiento hay en tu corazón al mirar a Jesús clavado y muerto en la cruz? –– ¿Qué recuerdas del tema anterior al mirar el cáliz y la hostia?

Miramos nuestra vida

La memoria Leer el relato y responder a las preguntas de su libro. un recuerdo importante: • Personal (algo que te sucedió). • Un acontecimiento o recuerdo familiar. • Algo que pasó en la Ciudad de México o en el país. XX Compartir las respuestas y leer con los niños la información complementaria. XX Escribir

Jesús nos ilumina

La celebración de la cena eucarística XX Pedir

a algún niño o niña que ayude a leer el texto bíblico 1 Cor 11,23-26. las preguntas: –– ¿Cómo se refuerzan las tradiciones? –– ¿Qué tradición recibió san Pablo? –– ¿Qué pide Jesús hacer en memoria suya? –– ¿Qué recordamos cada vez que comemos el pan y bebemos el cáliz?

XX Comentar

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Aprendemos con Jesús • Nuestro Salvador, en la última cena, instituyó el sacrificio eucarístico de su cuerpo y su sangre para perpetuar por los siglos, hasta su vuelta, el sacrificio de la cruz y confiar a la Iglesia, el memorial de su muerte y resurrección (cf. CEC 1323). • El mandamiento de Jesús de repetir sus gestos y palabras "hasta que venga" (1 Cor 11,26), exige acordarse de Jesús y de lo que hizo y requiere que la Iglesia continúe realizando la celebración litúrgica del memorial de Cristo, de su vida, muerte, resurrección e intercesión junto al Padre (cf. CEC 1341). • “En el centro del espacio destinado a la celebración se encuentra el altar, que es una mesa, cubierta por un mantel, y esto nos hace pensar en un banquete. La celebración eucarística es más que un simple banquete, es el memorial de la pascua de Jesús, el misterio central de la salvación. Sobre la mesa hay una cruz, que indica que sobre aquel altar se ofrece el sacrificio de Cristo: es él el alimento espiritual que allí se recibe, bajo el signo del pan y del vino” (Papa Francisco, Catequesis sobre la Eucaristía, 5.02.14). • La Eucaristía no es una mera remembranza de un hecho pasado. El "memorial" no es solo un simple recuerdo; quiere decir que cada vez que celebramos este sacramento participamos en el misterio de la pasión, muerte y resurrección de Cristo. La Eucaristía es “memorial”, un gesto que actualiza y hace presente la muerte y resurrección de Jesús. El pan es realmente su cuerpo ofrecido, el vino es realmente su sangre derramada. La Eucaristía es Jesús mismo que se dona totalmente a nosotros. Cuando nos nutrimos de él y vivimos en él con fe, mediante la comunión eucarística, nuestra vida se transforma en un don a Dios y a los hermanos. Nutrirnos de aquel “pan de vida” significa entrar en sintonía con el corazón de Cristo, asimilar sus elecciones, pensamientos y comportamientos (cf. Papa Francisco, Catequesis sobre la Eucaristía, 5.02.14). • La Eucaristía constituye la cumbre de la acción de salvación de Dios: el Señor Jesús, haciéndose pan partido para nosotros, vierte sobre nosotros toda su misericordia y amor, renueva nuestro corazón, nuestra existencia y el modo de relacionarnos con él y con los hermanos. Es por eso que, cuando nos acercamos a este sacramento, decimos: 'recibir la comunión, comulgar'. Esto significa que, gracias a la acción del Espíritu Santo, la participación en la mesa eucarística nos conforma en modo único y profundo a Cristo, haciéndonos pregustar desde ahora la plena comunión con el Padre que caracterizará el banquete celeste, donde, con todos los santos, tendremos la gloria de contemplar a Dios cara a cara (cf. Papa Francisco, Catequesis sobre la Eucaristía, 5.02.14).

Mi memoria de Jesús XX Pedir

al niño que narre por escrito tres recuerdos de la vida de Jesús y exprese qué significan para él. XX Motivar a los niños a escribir qué esperan al recibir próximamente a Jesús en la Eucaristía.

Mi compromiso con Jesús XX Los

niños responden: –– ¿Qué buenas acciones harán para estar mejor preparados para recibir a Jesús el día de su Primera Comunión? XX Ayudarlos a interiorizar la importancia del acontecimiento, para estar bien preparados para recibir la Eucaristía. 129

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Platicamos con Dios Todos deben saber, de Manuel Bonilla, disponible en el CD Caminamos con Jesús. XX Oración: Gracias, Jesús. XX Canto:

Para recordar “Solo la Eucaristía, verdadero memorial del misterio pascual de Cristo, es capaz de mantener vivo en nosotros el recuerdo de su amor” (Juan Pablo II, Catequesis sobre la Eucaristía, 04.10. 2000). XX Invitar

a los niños a leer la frase en su libro: ¡La Eucaristía! Es memorial del misterio pascual de Cristo, que mantiene vivo en nosotros su amor.

Con mi familia XX Pedir

a la familia que compartan recuerdos de su historia familiar y comenten la presencia de Jesús en esas ocasiones. XX Agradecer a Jesús por su entrega en la cruz y en la Eucaristía. XX Recitar la oración que Jesús nos enseñó.

Notas

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El domingo me encuentro con Jesús y con la comunidad

En la misa entramos en comunión con Jesús y con todos nuestros hermanos Propósito Sentido del título y de la frase Reconocer que la Eucaristía nos une en La misa es la celebración dominical, la fiesta en comunidad y aprender a participar en ella de la que nos reunimos con los otros bautizados forma activa y entusiasta. para encontrarnos como hermanos en Cristo.

Material • Un alimento para compartir entre todos: galletas untadas con queso o paté, un panqué, dulces...

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Iniciamos con alegría Oración: Querido Jesús. Miramos la imagen: –– ¿Adónde se dirigen Jesús y la gente? –– ¿Qué día será? –– ¿Por qué va Jesús tan feliz? –– ¿Qué celebra esta comunidad en el templo? –– ¿Qué celebran los domingos en tu parroquia?

Miramos nuestra vida

La fiesta de Xochimilco, alegre y compartida Leer el relato y comentar: –– ¿Por qué celebraron con gran alegría la fiesta patronal en Xochimilco? –– ¿Qué hicieron los habitantes de Xochimilco para expresar su alegría? –– ¿A qué les ayudó la celebración? –– ¿Cómo se sintieron los habitantes del pueblo al compartir sus guisados? XX Repartir el alimento que se haya traído para compartir: –– ¿Tú qué sientes cuando compartes la torta, la galleta o el dulce con los niños de la catequesis?

Jesús nos ilumina

Vida en la comunidad cristiana XX Pedir

a algún niño o a alguna niña que ayude a leer el texto bíblico Hch 2,42-47. las preguntas y respuestas: –– ¿Qué hacían los bautizados? –– ¿Qué impresionaba a los que miraban a los creyentes? ¿Qué compartían? ¿A quién alababan y qué sentía el pueblo por ellos? –– En la ilustración, ¿quién celebra con los niños?

XX Comentar

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Aprendemos con Jesús • El domingo es el recuerdo de un acontecimiento pasado y la celebración de la presencia viva del Resucitado en medio de los suyos. Para que esta presencia sea anunciada y vivida, no basta que los discípulos de Cristo oren individualmente y recuerden en su interior, la muerte y resurrección de Cristo. Es importante que se reúnan, para expresar la identidad de la Iglesia, la ekklesía, asamblea convocada por el Señor resucitado, el cual ofreció su vida “para reunir en uno a los hijos de Dios que estaban dispersos” (Jn11,52). La unidad se manifiesta externamente cuando los cristianos se reúnen. En la asamblea de los discípulos de Cristo se perpetúa la imagen de la primera comunidad cristiana, cuando los primeros bautizados “acudían asiduamente a la enseñanza de los apóstoles, a la comunión, a la fracción del pan y a las oraciones” (Hch 2,42) (cf. DD 31). • La vida eclesial tiene en la Eucaristía una fuerza expresiva especial y es su “fuente”. La Eucaristía nutre y modela a la Iglesia: “Pues si el pan es uno solo y todos compartimos ese único pan, todos formamos un solo cuerpo” (1 Cor 10,17). Por esta relación vital con el sacramento del cuerpo y sangre del Señor, el misterio de la Iglesia se anuncia, gusta y vive de manera insuperable en la Eucaristía. La dimensión eclesial de la Eucaristía se realiza cada vez que se celebra; se expresa de manera particular el día en el que toda la comunidad es convocada para conmemorar la resurrección del Señor (cf. DD 32). • “La asamblea dominical es lugar privilegiado de unidad. En ella se celebra el sacramentum unitatis que caracteriza profundamente a la Iglesia, pueblo reunido “por” y “en” la unidad del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. En dicha asamblea las familias cristianas viven una de las manifestaciones más cualificadas de su identidad y de su “ministerio” de “iglesias domésticas”, cuando los padres participan con sus hijos en la única mesa de la Palabra y del Pan de vida. A este respecto, hay que recordar que corresponde a los padres educar a sus hijos para la participación en la Misa dominical, ayudados por los catequistas…” (DD 36). • La comunión de la Eucaristía, se prolonga en el antes y el después. Antes, porque debe existir una comunidad para que haya comunión; durante, porque hay que compartir muchos bienes antes de compartir el Cuerpo y la sangre de Cristo; después, porque la comunión eucarística impulsa a seguir compartiendo y comunicando (cf. Luis Alonso Schöekel, Meditaciones bíblicas sobre la Eucaristía, Sal Terrae).

La Eucaristía es unidad XX El

niño tiene una lista de frases en su libro. Marca las que favorecen la unidad: Guardar resentimientos por algo que me hicieron. Pelear con los compañeros, hermanos, amigos… √ Compartir mi torta, fruta, galleta, útiles escolares, juguetes… No prestar mis juguetes. √ Ser respetuoso con todos. Decir groserías. √ Ayudar en casa. XX Pedir a los niños que dibujen a un grupito de cristianos unidos y solidarios.

Mi compromiso con Jesús XX Motivar

a los niños que pongan atención a la misa y enlisten todas las actividades que los cristianos hacen juntos durante la celebración. 133

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Platicamos con Dios Hay una casa muy cerca (Carmelo Erdozáin), lo puedes encontrar en https://www.youtube.com/watch?v=pzdrlsVfoYs o en el CD Camino con Jesús. XX Oración: Quiero vivir como tú. XX Canto:

Para recordar "La Eucaristía significa y realiza la comunión de vida con Dios y la unidad del Pueblo de Dios por las que la Iglesia es ella misma. En ella se encuentra a la vez la cumbre de la acción por la que, en Cristo, Dios santifica al mundo, y del culto que en el Espíritu Santo los hombres dan a Cristo y por él al Padre" (CEC 1325). XX Invitar

a los niños a leer la frase en su libro: La Eucaristía hace la comunión de vida con Dios y la unidad entre todos los creyentes.

Con mi familia XX En

familia comentar por qué es importante: –– Participar en la misa todos los domingos. –– Confesar los pecados y reconciliarnos con Dios y entre nosotros. –– Comulgar para alimentar nuestra fe.

Notas

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Me preparo a recibir a Jesús: actitudes para comulgar

Recibir a Jesús en la Eucaristía con fe y amor me hace solidario Propósito Descubrir las actitudes que hemos de mostrar al acercarnos a la comunión.

Sentido del título y de la frase Recibir a Jesús requiere una preparación centrada en actitudes, entre ellas, fe, amor y disposición a dejarse transformar por los criterios de Jesús, siendo solidarios con todos.

Material • Póster de Superman u otro superhéroe. Material • Póster de Jesús (no en la cruz ni en la resurrección). • Imagen de niños recibiendo la Primera Comunión • Papelógrafos o fotos de niños en diferentes actitudes o acciones. 135

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Iniciamos con alegría XX Oración:

Prepara mi corazón. XX Miramos la imagen: –– ¿Qué miran Dios Padre, Jesús y el Espíritu Santo? –– Los papás, ¿qué miran y preparan? ¿De qué dialogan con sus hijos? –– ¿Para qué serán los adornos que están sobre la mesa? –– ¿Qué fiesta celebrarán?

Miramos nuestra vida

El día de la Primera Comunión Pedir a los niños que escriban cinco cosas necesarias para recibir a Jesús por primera vez. comentan la información complementaria.

XX Después,

Jesús nos ilumina

El ayuno que agrada a Dios XX Pedir

a alguno de los niños que lea el texto bíblico Is 58,6-8. XX Comentar las preguntas: –– Enlista qué quiere Dios que hagamos para con nuestros semejantes (según el texto del profeta Isaías). –– Y si hacemos lo que Dios nos pide, ¿qué pasará? –– ¿Qué hace la niña en la ilustración? ¿Te gustaría ser como ella?

Aprendemos con Jesús • El papa Francisco en sus Catequesis sobre la Eucaristía (12 de febrero de 2014) nos hace una hermosa reflexión sobre ¿Cómo vivimos la Eucaristía? ¿Cómo vivimos la misa? y nos da tres explicaciones que nos ayudan a comprender cuál es el verdadero fruto de la Eucaristía. • Primera pista: nuestra manera de ver y considerar a los otros. En la Eucaristía, Cristo realiza nuevamente el don de sí mismo consumado en la cruz. Su vida es entrega total de sí mismo por amor; él amaba estar con sus discípulos y con las personas que conocía. Esto significaba para él compartir sus deseos, problemas, lo que agitaba sus vidas. Cuando participamos en la misa, nos encontramos con hombres y mujeres: jóvenes, ancianos, niños; pobres y acomodados; originarios del lugar y

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forasteros; acompañados por sus familiares y solos... La Eucaristía que celebro, ¿me lleva a sentirlos a todos, como hermanos y hermanas? ¿Hace crecer en mí la capacidad de alegrarme con el que se alegra y llorar con el que llora? ¿Me empuja a ir hacia los pobres, los enfermos, los marginados? ¿Me ayuda a reconocer en ellos el rostro de Jesús? Todos vamos a misa porque amamos a Jesús y queremos compartir su pasión y su resurrección. Pero, ¿amamos como Jesús quiere que amemos a aquellos hermanos y hermanas más necesitados? • Segundo indicio: la gracia de sentirnos perdonados y dispuestos a perdonar. A veces alguno pregunta: “¿Para qué ir a la iglesia, si quien participa habitualmente en la Santa Misa es pecador como los demás?”. Quien celebra la Eucaristía no lo hace porque se considera o quiere parecer mejor que los demás, sino porque se reconoce necesitado de ser acogido y regenerado por la misericordia de Dios, hecha carne en Jesucristo. Si alguien no se siente pecador y necesitado de la misericordia de Dios, es mejor que no vaya a misa. Vamos a misa, porque somos pecadores y queremos recibir el perdón de Jesús; participar de su redención y perdón. El ‘Yo confieso’ que decimos al principio es un verdadero acto de penitencia. El cuerpo y sangre de Cristo que se ofrece en la misa es para la remisión de nuestros pecados. • Último indicio: la relación entre la celebración eucarística y la vida de nuestras comunidades cristianas. La Eucaristía no es una conmemoración nuestra de lo que Jesús ha dicho y hecho. ¡Es una acción de Cristo! Es Cristo quien actúa en el altar. Y Cristo es el Señor. Es un don de Cristo, el cual se hace presente y nos reúne en torno a sí, para nutrirnos de su Palabra y vida. La misión y la identidad de la Iglesia surgen de la Eucaristía, y allí toman forma. Una celebración puede resultar impecable desde el punto de vista exterior, pero si no nos conduce al encuentro con Jesucristo, corre el riesgo de no traer ningún alimento a nuestro corazón y a nuestra vida. A través de la Eucaristía, Cristo quiere entrar en nuestra existencia y permearla de su gracia, para que en cada comunidad cristiana haya coherencia entre liturgia y vida. ¡Vivamos la Eucaristía con espíritu de fe, de oración, de perdón, de penitencia, de alegría comunitaria, de preocupación por los necesitados, y por las necesidades de tantos hermanos y hermanas, en la certeza de que el Señor realizará aquello que nos ha prometido: la vida eterna!

Actitudes para recibir a Jesús en la Eucaristía XX Pedir

a los niños que ubiquen dentro de las torres que están en su libro las actitudes que ven en ellos. Colocar en las columnas más altas las que consideren que han trabajado más, y en las más pequeñas las que les cuestan trabajo: Comparto lo que tengo. Ayudo a los demás cuando lo necesitan. Tengo buenos sentimientos para todas las personas. Acepto que las personas piensen diferente a mí. Colaboro en los quehaceres de casa. Cumplo mis tareas y compromisos. XX Los niños escriben verdadero o falso: XX Para estar bien preparado para recibir a Jesús debo: Tener un corazón dispuesto para que Jesús se quede conmigo.

Tener alimento en la boca, chicle o dulce.

Estar atento para ayudar a los que lo necesiten.

Llegar puntual a misa y participar activamente.

Estar atento durante la misa.

No acercarme al sacramento de la Penitencia (o Reconciliación) si he cometido falta grave.

Vivir en comunión con todos porque somos el cuerpo de Cristo: la Iglesia.

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Mi compromiso con Jesús XX Pedir

a los niños que observen nuevamente las torres. Descubrir en qué se deben esforzar para mejorar cada día de la semana. Anotan en la tabla cómo se ocuparán de esa actitud en cada día de la semana.

Platicamos con Dios Acércate a comer el pan (misión e Ecuador), lo puedes encontrar en https://www.youtube.com/watch?v=z48CE_BuhAQ o en el CD Camino con Jesús. XX Oración: ¡Ayúdanos, Jesús! XX Canto:

Para recordar “La Eucaristía entraña un compromiso a favor de los pobres. Para recibir en la verdad el Cuerpo y la Sangre de Cristo entregados por nosotros debemos reconocer a Cristo en los más pobres, sus hermanos (cf. Mt 25,40)” (CEC 1397). XX Invitar

a los niños a leer la frase en su libro: Para recibir el cuerpo y la sangre de Cristo, entregados por nosotros, debemos reconocer a Jesús en los más pobres.

Con mi familia XX Preguntar

a la familia sus actitudes al acercarse a comulgar. Leen, “Aprendemos con Jesús” y muestran solidaridad ayudando a quien lo necesite.

Notas

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¡Celebro la Eucaristía con entusiasmo!

La liturgia de la Palabra y de la Eucaristía son las dos grandes partes que componen la misa Propósito Identificar los momentos y ritos de la celebración de la Eucaristía para participar activamente en ella.

Sentido del título y de la frase Asistir a misa requiere de nuestra participación activa; la comunidad de bautizados presente está llamada a celebrar la Eucaristía de un modo fructuoso. El enunciado hace referencia a los dos grandes momentos de la liturgia: el de la Palabra y el de la Eucaristía, que en la celebración forman una unidad.

Material •Material Un cartel ilustrado con las partes de la misa • Artículos necesarios para escenificar una misa Póster de de la Superman otro superhéroe. • (jugo de uva, obleas, un mantel, una cruz, • Hojitas misa del udomingo anterior • P óster de Jesús (no en la cruz ni en la resurrección). canasta para la colecta…) • Misal • Papelógrafos o fotos de niños en diferentes actitudes o acciones. 139

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Iniciamos con alegría Oración: ¡Gracias por caminar conmigo! Miramos la imagen: Observa las manos de los tres personajes, y con ayuda de los símbolos que lucen en el pecho, responde:: –– ¿A quiénes identificas? –– ¿Quién exclama “Es mi sangre, es mi cuerpo”? –– ¿Quién está consagrando el pan y el vino? –– ¿En qué parte de la misa estarán?

Miramos nuestra vida

Honores a la bandera XX Pedir

a los niños que escriban cuatro pasos del rito de honores a la bandera. Pueden ser los siguientes: 1. Formar filas y tomar distancia. 2. Saludar a la bandera. 3. Entonar el himno nacional. 4. Recitar el juramento. XX Contestar las preguntas y comentar la información adicional: –– ¿Te gusta hacer honores a la bandera? ¿Pones atención o estás distraído? –– ¿Quién dirige la ceremonia en tu escuela? –– ¿Por qué es importante esta ceremonia?

Jesús nos ilumina

Camino de Emaús XX Pedir

a un niño o a una niña que lea los textos de Lc 24,13-16.28-32 y Hch 20,7. XX Comentar las preguntas: –– ¿Qué rito realizó Jesús en la mesa? –– ¿Por qué los discípulos se dieron cuenta que era Jesús? –– ¿Qué les había explicado Jesús en el camino? ¿Cómo se sintieron los discípulos? –– Observa la ilustración. ¿Qué está sucediendo? ¿Por qué se ven todos contentos?

Aprendemos con Jesús • “La liturgia de la Eucaristía se desarrolla conforme a una estructura fundamental que se ha conservado a través de los siglos hasta nosotros. Comprende dos grandes momentos que forman una unidad básica: –– La reunión, la liturgia de la Palabra, con las lecturas, la homilía y la oración universal; 140

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• •

•

–– la liturgia eucarística, con la presentación del pan y del vino, la acción de gracias consecratoria y la comunión. –– Liturgia de la Palabra y liturgia eucarística constituyen juntas "un solo acto de culto" (SC 56); en efecto, la mesa preparada para nosotros en la Eucaristía es a la vez la de la Palabra de Dios y la del Cuerpo del Señor (cf. DV 21)” (CEC 1346). Todos se reúnen. Los cristianos acudimos a un lugar para la asamblea eucarística. Cristo está a la cabeza, es el actor principal de la Eucaristía; preside de forma invisible toda la celebración. El presbítero actúa en representación de Cristo, preside la asamblea, toma la palabra después de las lecturas, recibe las ofrendas y dice la plegaria eucarística. Todos tienen parte activa en la celebración, cada uno a su manera: los lectores, los que presentan las ofrendas, los que dan la comunión, y el pueblo entero cuyo "Amén" manifiesta su participación (cf. CEC 1348). La liturgia de la Palabra comprende el Antiguo Testamento, "las memorias de los apóstoles", (sus cartas) y los Evangelios; la homilía exhorta a recibir esta palabra como Palabra de Dios (cf. 1 Tes 2,13), y a ponerla en práctica; vienen las intercesiones por todos los seres humanos (cf. CEC 1349). La presentación de las ofrendas (ofertorio): se lleva al altar, a veces en procesión, el pan y el vino que serán ofrecidos por el sacerdote en nombre de Cristo en el sacrificio eucarístico (cf. CEC 1350). Junto con el pan y el vino para la Eucaristía, los cristianos presentan también sus dones para compartirlos con los necesitados. La colecta (cf. 1 Cor 16,1) se inspira en el ejemplo de Cristo que se hizo pobre para enriquecernos (cf. 2 Cor 8,9) (cf. CEC 1351). “La anáfora: Con la plegaria eucarística, oración de acción de gracias y de consagración llegamos al corazón y a la cumbre de la celebración: en el prefacio, la Iglesia da gracias al Padre, por Cristo, en el Espíritu Santo, por todas sus obras, por la creación, la redención y la santificación. Toda la asamblea se une entonces a la alabanza incesante que la Iglesia celestial, los ángeles y todos los santos, cantan al Dios tres veces santo” (CEC 1352). En la epiclesis, la Iglesia pide al Padre que envíe su Espíritu Santo sobre el pan y el vino, para que se conviertan en el Cuerpo y la Sangre de Jesucristo, y que quienes toman parte en la Eucaristía sean un solo cuerpo y un solo espíritu (cf. CEC 1353). “En la anamnesis, la Iglesia hace memoria de la pasión, de la resurrección y del retorno glorioso de Cristo Jesús; presenta al Padre la ofrenda de su Hijo que nos reconcilia con él. En las intercesiones, la Iglesia expresa que la Eucaristía se celebra en comunión con toda la Iglesia del cielo y de la tierra, de los vivos y de los difuntos, y en comunión con los pastores de la Iglesia, el Papa, el obispo de la diócesis, su presbiterio y sus diáconos y todos los obispos del mundo entero con sus iglesias” (CEC 1354). “En la comunión, precedida por la oración del Señor y de la fracción del pan, los fieles reciben el pan del cielo y el cáliz de la salvación, el Cuerpo y la Sangre de Cristo que se entregó para la vida del mundo (Jn 6,51)” (CEC 1355).

¡Celebremos una misa! XX Escenificar

una misa con los niños de catequesis. e integrar varios equipos. Cada uno presenta la parte que le toca. XX Como información para los equipos, se reparten las hojitas dominicales. • Ritos iniciales: Procesión de entrada, saludo inicial, acto penitencial, gloria y oración colecta. Postura corporal: De pie. • Liturgia de la Palabra: Primera lectura, salmo, segunda lectura, aleluya, evangelio, homilía, el Credo, y las peticiones. Postura corporal: Sentados, de pie durante el Evangelio. • Liturgia eucarística: Ofrenda, prefacio, epiclesis, consagración, Padrenuestro, comunión. Postura corporal: De rodillas durante la consagración; lo demás de pie. • Ritos de despedida: oración postcomunión, bendición y despedida de envío. Postura corporal: De pie. XX Preparar

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Mapa de la celebración eucarística XX Pedir

a los niños que en su libro completen el mapa mental con las partes de la misa. Ilustran con dibujos todos los momentos que puedan. XX Señalan la postura corporal característica de cada parte: sentados, parados, hincados. XX Si recuerdan alguna palabra que decimos, la anotan. La actividad permite a los niños elaborar su propia síntesis de lo que sucede en la misa. No importa si no pueden completar todos los momentos; lo harán como una actividad para la semana; la familia cooperará para completarlo. XX Comentan las preguntas: –– ¿Qué parte de la misa me gusta más? –– ¿En qué parte puedo ayudar? –– Según mi mapa mental, ¿en qué parte de la misa requiero poner más atención? –– ¿En qué momentos durante la misa me distraigo con frecuencia?

Mi compromiso con Jesús XX Motivar

a los niños a ofrecer sus servicios en la misa: ayudar a leer una lectura, las peticiones, recoger la limosna, acolitar… Para prever esta participación dialogar con el equipo animador de la liturgia. XX Los niños escriben una carta a Jesús para comprometerse a ¡comulgar siempre!, una vez que hayan recibido la Primera Comunión.

Platicamos con Dios Dame alegría y entusiasmo. Un niño se te acercó, de Cesáreo Gabaraín, lo puedes encontrar en https://www.youtube.com/watch?v=eFH0Gl2SGBU, o en el CD Camino con Jesús.

XX Oración: XX Canto:

Para recordar “Desde el siglo II, según el testimonio de san Justino mártir, tenemos las grandes líneas del desarrollo de la celebración eucarística. Estas han permanecido invariables hasta nuestros días a través de la diversidad de tradiciones rituales litúrgicas” (CEC 1345). XX Invitar

a los niños a leer la frase en su libro: El centro de todas las celebraciones de la Iglesia es la Eucaristía, la misa, que los apóstoles celebraron desde el primer momento; desde entonces hasta ahora, la misa se celebra de la misma forma.

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Con mi familia XX Los

niños explican a su familia los momentos de la celebración, apoyados en el mapa mental que elaboraron. Todos participan activamente en la misa dominical y cada miembro de la familia añade algún elemento al mapa para completarlo. Juntos, rezan un padrenuestro.

Notas

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Notas

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Anexo

Celebración penitencial Nos preparamos a recibir el perdón de Dios que nos renueva Propósito Material Motivar, con la participación de una celebración • Papeletas de diferentes colores (una por participante, considerando niños y adultos) comunitaria, la recepción del sacramento de la Penitencia o Reconciliación, mediante la • Plumas (una por participante) • Cartel con los mandamientos confesión individual de los pecados. • Una caja mediana forrada de color morado • Reproductor de música • CD con música instrumental religiosa • Copias con los cantos (una por participante) Algunas acciones a prever XX Señalar

fecha y hora de la liturgia con algunas semanas de anticipación; invitar a los padres y padrinos a participar con los niños. XX Programar con el sacerdote los tiempos y días para la confesión de los niños. XX Invitar, de entre los papás, a un lector para el texto del Evangelio. XX Elegir a los niños para el momento de las peticiones.

Saludo Catequista: Jesús nos espera siempre en su Palabra y en el confesionario con los brazos abiertos. Para disponernos a la celebración, entonemos un canto y saludemos a Jesús con una oración:

Juntos como hermanos Juntos como hermanos miembros de una Iglesia, vamos caminando al encuentro del Señor. Unidos al rezar, unidos en una canción, viviremos nuestra fe con la ayuda del Señor.

Juntos como hermanos… Un largo caminar, por el desierto bajo el sol no podemos avanzar sin la ayuda del Señor. Juntos como hermanos…

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¡Querido Jesús! Hoy estamos aquí para celebrar contigo la fiesta de tu perdón.

Abre nuestra inteligencia, el corazón y nuestros oídos para escuchar con amor tu Palabra.

Que el Espíritu Santo nos ayude a hacer una buena confesión. Amén.

Celebrante: En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. El sacramento de la Reconciliación nos acerca a nuestro Padre Dios confiados en recibir su perdón. Dios, “rico en misericordia”, da su perdón en abundancia a quienes lo piden con un corazón sincero. Estar aquí y experimentar su amor es fruto de su gracia. Para prepararnos a la confesión escuchemos la Palabra de Dios y reflexionemos lo que nos quiere decir. Lector: Lectura del Evangelio según san Lucas 19,1-10:

Jesús y Zaqueo Jesús entró en Jericó y atravesaba la ciudad. Había en ella un hombre llamado Zaqueo, jefe de los que recaudaban impuestos para Roma y rico; quería conocer a Jesús, pero como era bajo de estatura, no podía verlo a causa del gentío. Corriendo se adelantó y se subió a un árbol para verlo, porque iba a pasar por allí. Cuando Jesús llegó a aquel lugar, levantó los ojos y le dijo: – Zaqueo, baja en seguida, porque hoy tengo que hospedarme en tu casa. Él bajó a toda prisa y lo recibió muy contento. Al ver esto, todos murmuraban y decían: –Se ha hospedado en casa de un pecador. Pero Zaqueo se puso en pie ante el Señor y le dijo: –Señor, la mitad de mis bienes se la doy a los pobres y, si engañé a alguno, le devolveré cuatro veces más. Jesús le dijo: –Hoy ha llegado la salvación a esta casa, pues también este es hijo de Abrahán. Pues el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido. Palabra del Señor R. Gloria a ti Señor Jesús. Celebrante: Meditemos la Palabra (adaptación de la homilía del papa Francisco, 21 de septiembre de 2015): • Al pasar Jesús por Jericó había mucha gente reunida con la esperanza de ver cómo era el profeta del que tanto se oía. Uno de ellos era Zaqueo, hombre de mala reputación, que se dedicaba a cobrar impuestos y era muy rico. Su baja estatura le impedía ver a Jesús. Corrió para subirse a un árbol y desde ahí contemplarlo. • Jesús se detuvo a mirar a Zaqueo, lo miró sin prisa, con paz, con ojos de misericordia. Lo miró como nadie lo había mirado antes. Y esa mirada abrió su corazón, lo hizo libre, lo sanó, le dio una esperanza, una nueva vida. • Zaqueo nunca imaginó que Jesús le pediría hospedarse en su casa. ¡Qué actitud tan hermosa la de Zaqueo!, que, aun sabiendo que era pecador, abrió las puertas de su casa a Jesús. De Zaqueo aprendemos a responder pronto y con alegría al llamado de Jesús y él nos llama ¡todos los días! • El encuentro de Zaqueo con Jesús hizo que cambiara de vida. Zaqueo no podía seguir siendo el mismo después de conocer personalmente a Cristo. Decide devolverle a toda persona lo que le robó. Jesús, que conoce el corazón de cada hombre, le da la buena noticia: "Hoy la salvación ha entrado a su casa".

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• Aunque nosotros no nos atrevemos a levantar los ojos al Señor, Él siempre nos mira primero. Su amor y su mirada se adelantan a nuestra necesidad. Él ve más allá de las apariencias, del pecado, del fracaso o de la indignidad. Cada uno de nosotros puede decir: “Yo también soy un pecador en el que Jesús puso su mirada”. • Los invito a guardar unos minutos de silencio y escuchar nuestro corazón. ¿Queremos ver a Jesús? ¿Qué él nos mire? ¿Qué tenemos que cambiar? • Hoy el Señor nos mira como a Zaqueo y nos dice: “Este día entraré a tu casa”, y si nosotros le abrimos las puertas de nuestro corazón, él entrará a sanarnos, a liberarnos de aquello que nos oprime el corazón y nos impide estar en paz. • Hoy Jesús viene a poner su mirada en nosotros y a ofrecernos su perdón. • Dejémonos mirar por Jesús, que su mirada recorra nuestra vida y nos devuelva la alegría, la esperanza, el gozo de la vida. Acto de contrición (De rodillas) Yo confieso ante Dios todopoderoso y ante ustedes, hermanos, que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión. Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Por eso ruego a Santa María, siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a ustedes, hermanos, que intercedan por mí ante Dios nuestro Señor. Amén. Catequista: Vivimos cada momento de preparación para realizar una buena confesión. Nota: Entregar una papeleta y pluma a cada participante (niños y adultos). Guiar los momentos de preparación al sacramento de la Penitencia o Reconciliación. 1. Examen de conciencia. Guardar silencio (podrían ser 5 minutos) y recordar las faltas cometidas contra Dios y los hermanos (ambientar con música instrumental religiosa). Como guía observamos los diez mandamientos en el cartel. Escribir los pecados en las papeletas con la seguridad que solo Dios lee lo que está escrito. Doblarlas al terminar. 2. Dolor de los pecados. Sentir en su corazón dolor por ofender a Dios y a los hermanos. 3. Propósito de la enmienda. Hacer, en silencio, el firme propósito de no volver a cometer esas faltas. Pasar a dejar la papeleta a la caja preparada. 4. Decir los pecados al confesor. Es el momento de acudir a recibir el perdón de Dios, pasar uno por uno con el sacerdote para hacer la confesión individual. Pedir a los niños y familiares que deseen confesarse, pasen individualmente al confesionario. Poner música instrumental religiosa durante el tiempo de las confesiones. 5. Cumplir la penitencia. Realizar lo que el sacerdote mande, como señal de arrepentimiento. Al terminar las confesiones, continúa la celebración. Catequista: Encontrarnos con el Señor Jesús pide un cambio de vida; al acudir al sacramento de la Penitencia o Reconciliación, buscamos a Jesús igual que Zaqueo para conocerlo e iniciar una vida nueva a su lado, para ser mejores personas.

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Peticiones Catequista: Gracias, Dios y Padre nuestro, por todo lo que nos regalas: por las cosas buenas, como el cariño de nuestra familia y de los amigos. Todos: Gracias, porque siempre nos perdonas. Catequista: Te pedimos perdón, por la desobediencia a nuestros padres y por no ayudar en lo que nos piden. Todos: Gracias, porque siempre nos perdonas. Catequista: Perdón, por pelear con nuestros hermanos, amigos, compañeros, especialmente si hemos sido violentos. Todos: Gracias, porque siempre nos perdonas. Catequista: Perdón, por todas las veces que se nos escapan algunas palabras ofensivas y algunas mentiras. Todos: Gracias, porque siempre nos perdonas. Catequista: Perdón, porque no hemos compartido tiempos y cosas con nuestros hermanos o compañeros. Todos: Gracias, porque siempre nos perdonas. Catequista: Perdón, porque a veces solo pensamos en nosotros y nos olvidamos de los que tienen menos que nosotros. Todos: Gracias, porque siempre nos perdonas. Catequista: Perdón, por las veces que no hemos hecho la tarea, hemos molestado en clase y no hemos puesto atención a los profesores. Todos: Gracias, porque siempre nos perdonas. Celebrante: Hoy, nuestro Padre Dios nos muestra su infinita misericordia. Recitamos despacio la oración que su Hijo Jesucristo nos enseñó: Padre nuestro… Y la bendición de Dios Todopoderoso, Padre.... Pueden ir en paz.

Canto final Se puede encontrar en https://www.youtube.com/watch?v=ErWdJxUxdRk o en el CD Camino con Jesús:

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Creo en Jesús Creo en Jesús, creo en Jesús, él es mi amigo, es mi alegría, él es mi amor. Creo en Jesús, creo en Jesús, él es mi Salvador.

Día y noche, (creo en Jesús). Él está a mi lado, (creo en Jesús). Sigo sus palabras, (creo en Jesús). Doy por él la vida, (creo en Jesús). Es mi Salvador.

Él llamó a mi puerta, me invitó a compartir su heredad; seguiré a su lado, llevaré su mensaje de paz.

Creo en Jesús…

Ayudó al enfermo, y le trajo la felicidad; defendió el humilde, combatió la mentira y el mal. Creo en Jesús…

Enseñó a Zaqueo a partir su hacienda y su pan; alabó a la viuda, porque dio cuanto pudo ella dar. Aleluya, (creo en Jesús). Él es el Mesías, (creo en Jesús). Él es mi esperanza, (creo en Jesús). Vive para siempre, (creo en Jesús). Es mi Salvador.

Carmelo Erdozáin

Notas

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Siglas y abreviaturas Sagradas Escrituras Ap

Apocalipsis

Juan

Col

Colosenses

Lucas

Eclo

Eclesiástico

Marcos

Efesios

Mateo

Est

Ester

Números

Éxodo

Prov

Proverbios

Génesis

Romanos

Gal

Gálatas

1Cor

Primera de Corintios

Daniel

2 Cor

Segunda de Corintios

Deuteronomio

1 Jn

Primera de Juan

Hebreos

1 Pe

Primera de Pedro

Hch

Hechos de los Apóstoles

1 Tes

Primera de Tesalonicenses

Sal

Salmos

1 Tm

Primero de Timoteo

Jdt

Judith

2 Tm

Segunda de Timoteo

Documentos pontificios y episcopales AL CEC DD DOCAT

Amoris Laetitia. Exhortación postsinodal del papa Francisco (19.03.2016). Catecismo de la Iglesia Católica. Dies Domini. Carta apostólica del papa Juan Pablo II sobre la santificación del domingo (31.05.1998). Doctrina Social de la Iglesia para jóvenes.

DSI

Doctrina Social de la Iglesia.

Evangelii Nuntiandi. Exhortación apostólica del papa Pablo VI (8.12.1975).

EPNS

Educar para una nueva sociedad. Carta pastoral de la Conferencia del episcopado mexicano (06.06.2012).

LSi

Laudato Si´. Carta encíclica del papa Francisco (24.05.2015).

Misericordie Vultus. Bula de convocación del jubileo de la misericordia (11.04.2015).

Redemptoris Missio. Carta encíclica del papa Juan Pablo II (7.12.1990).

YOUCAT Catecismo de la Iglesia católica para jóvenes. DIPSIC

Arquidiócesis Primada de México. Directorio pastoral para los sacramentos de la iniciación cristiana (2003). Documentos del Concilio Vaticano II

Ad gentes. Decreto sobre la actividad misionera de la Iglesia (7.12.1965).

Dei Verbum. Constitución dogmática sobre la divina revelación (18.11.1965).

Gravissimum educationis. Declaración sobre la educación cristiana (28.10.1965).

Gaudium et Spes. Constitución pastoral sobre la Iglesia en el mundo actual (7.12.1965).

Lumen Gentium. Constitución dogmática sobre la Iglesia (21.11.1964).

Sacrosantum Concilium. Constitución dogmática sobre la Sagrada Liturgia (4.12.1963).

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Índice 5

Claves para el catequista

BLOQUE 1. ¡CREO EN DIOS! 1 Creo que Jesús murió y resucitó por mí 2 Creo que el Espíritu Santo me hace dar frutos 3 Creo que la Iglesia es el Cuerpo de Cristo 4 Creo en la Iglesia misionera 5 Creo en el amor que nos mantiene unidos 6 Creo que Jesús nos resucitará 7 Creo que Dios nos espera en el cielo Celebración. ¡Creo en Dios y en el poder de su cruz y de su resurrección!

11 15 19 23 27 31 35 39

BLOQUE 2. ¡VIVO COMO JESÚS! 8 Respeto la vida por ser un don de Dios 9 Vivo la pureza, mi cuerpo es templo del Espíritu Santo 10 No tomo lo ajeno 11 Dios me llama a decir siempre la verdad 12 ¡Soy limpio de pensamiento y de corazón! 13 Me contento con lo que poseo 14 Sigo un camino de amor y felicidad: las bienaventuranzas Celebración. ¡Elijo el camino del bien!

45 49 53 57 61 65 69 75

BLOQUE 3. ¡PLATICO CON DIOS! 15 Cuatro cosas necesarias para platicar con Dios 81 16 En la Biblia aprendo a orar 85 17 Expreso a Dios mis sentimientos 89 18 Aprendo la lectio divina 93 19 Practico la lectio divina 97 Celebración. ¡En oración con María de Guadalupe! 101

BLOQUE 4. ¡ME PREPARO A LA PRIMERA COMUNIÓN! 20 ¡Quiero completar mi Iniciación cristiana! 21 Dios es misericordioso y me perdona 22 Mi encuentro con Jesús en la confesión 23 En la Eucaristía recibo a Jesús, pan de Vida 24 Jesús se hace pan y vino para mí 25 En la Eucaristía hacemos memoria del amor de Jesús 26 El domingo me encuentro con Jesús y con la comunidad 27 Me preparo a recibir a Jesús: actitudes para comulgar 28 ¡Celebro la Eucaristía con entusiasmo! Anexo. Celebración penitencial

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GUÍA DEL CATEQUISTA Iniciación a la vida cristiana con niños

Vivo en comunión con Dios

> EUCARISTÍA 2<

IN AM OS A TR

OSO

Eucaristía 1

Camino con Jesús Eucaristía 2

Camino con la Iglesia Actúo con el Espíritu Santo Confirmación

Etapa catequética

MISTAGÓGICA

3 4 5

Descubro a Dios

ENT

CATEQUÉTICA

1 2

CAMINO CON JESÚS

Iniciación a la vida cristiana con niños

KERIGMÁTICA

DIOS C

TÍTULO

ETAPA

Etapa catequética

N RE

DIOS CAMINA ENTRE NOSOTROS

CAMINO CON JESÚS > EUCARISTÍA 2

GUÍA

Arquidiócesis Primada de México

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