APM Guía 1 Descubro a Dios. by PPC Editorial. México

GUÍA DEL CATEQUISTA Iniciación a la vida cristiana con niños

DIOS CAMINA ENTRE NOSOTROS

MISTAGÓGICA

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DESCUBRO A DIOS IN AM OS A TR

OSO

DIOS C

Descubro a Dios Vivo con la fuerza del Espíritu Confirmación

Camino con con Jesús Jesús Camino

Camino con la Iglesia

Eucaristía Eucaristía

Iniciación a la vida cristiana con niños Etapa kerigmática

CATEQUÉTICA

1 2

ENT

KERIGMÁTICA

TÍTULO

Etapa kerigmática

N RE

ETAPA

DESCUBRO A DIOS

GUÍA

Arquidiócesis Primada de México

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Dirección editorial Herminio Otero Edición Marta Domínguez Cubierta Pablo Canelas Diseño Sonia Camacho Pérez Diagramación Maribel Vidals Ocampo

Supervisión general Pbro. Lic. Arturo M. Barranco Cruz Vicario General y Episcopal de Pastoral Mons. Salvador Martínez Ávila Vicario Episcopal de Agentes Dirección Mons. Juan Carlos Guerrero Ugalde Vicario Episcopal para los Laicos Pbro. Mtro. Eduardo Mercado Guzmán Director de la Comisión de Catequesis Coordinación del proyecto Pbro. Mtro. Joel Ortega Arellano Director de la Comisión de Ministerios Laicales Equipo de Ediciones Pastorales Leticia Estrada Silva (coord.) Evangelina Sotelo Álvarez Martha Reid Rodríguez Pbro. Carlos Rivas Gutiérrez Colaboración Hilda S. Larios Uvilla (coord.) Ana María Montiel Vega Coryzandy Nieto Manzano Gabriela Cruz Méndez Gustavo Bocanegra Luna Ma. Ladislao Hernández Barajas Martha Susana Arellano Reyes María Guadalupe Quintero Vázquez Rita Vega Romero Rosa María Pérez Romero

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Fotografía Sonsoles Prada, Javier Calbet, Juan Baraja, Montse Fontich, Sergio Cuesta/ARCHIVO SM; Héctor Martínez, Miguel Castaño, PPC México, Miguel Ángel López Pérez, Pedro Carrion Juarez, Antonia Santolaya Ruiz-Clavijo, Diócesis de Comodoro Rivadavia (ARGENTINA), Francisco Javier Jaime Sánchez; GEOSTOCK, Jack Hollingsworth/PHOTODISC; Rodrigo Torres/GLOW IMAGES; BANANASTOCK; FANCY; THINKSTOCK; 123RF; SHUTTERSTOCK; iStock; GETTY IMAGES; MUSEO DEL PRADO Ilustraciones Archivo PPC, Patxi Velasco Fano, Jonathan Orlando León Montealegre, Fermín Solís Campos, THINKSTOCK, Antonia Santolaya Ruiz-Clavijo, Ana María Muñoz Patiño, Imma Itxart Ros, iStock © Eduardo Mercado Guzmán (2017) © Joel Ortega Arellano (2017) Vicaría Episcopal de Pastoral Arquidiócesis Primada de México ©PPC Editorial S.A. de C.V. (2017) Magdalena 211, Colonia del Valle, México, Ciudad de México 03100. Tel: (55) 1087 8400 Primera edición 2017 Tercera reimpresión 2019 ISBN obra completa: 978-607-8497-15-7 ISBN volumen: 978-607-8497-17-1 Queda prohibida la reproducción total o parcial de esta obra, incluido el diseño tipográfico y de portada, sea cual fuera el medio, electrónico o mecánico, incluido fotocopiado, grabación o cualquier otro medio de almacenaje o base de datos, sin el consentimiento por escrito de los titulares del copyright.

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Difundamos la Buena Noticia con alegría Queridas comunidades parroquiales, queridos catequistas y párrocos: Uno de los desafíos más importantes para nuestra Comunidad ha sido transmitir la fe en Jesucristo de forma cercana y profunda a los habitantes de nuestra gran Ciudad. La serie que ahora les presento, Dios camina entre nosotros, es una oportunidad providencial para que en cada comunidad parroquial se renueve la capacidad de iniciar a los niños en la vida cristiana, involucrando a los padres de familia y al ambiente cotidiano de los hogares. La renovación pastoral en nuestra Arquidiócesis encontrará un camino firme implementando esta tarea con los niños, sus padres y sus familias. De esta manera, el proceso evangelizador con sus etapas de anuncio, maduración e inserción a la comunidad, se convierte en el instrumento para que todos los miembros de la Comunidad Cristiana participen activamente en la Misión Evangelizadora, cimentando y personalizando la experiencia de fe. Exhorto a los padres de familia, primeros evangelizadores; a los catequistas, constructores de comunidad; y a los párrocos, a quienes por vocación les corresponde impulsar la conciencia de todos los bautizados a asumir su compromiso evangelizador, para que todos aporten el carisma recibido del Espíritu para bien de todos aquellos que no conocen el Amor de Dios que nos comunica el Salvador. Con la seguridad que el Espíritu Santo es nuestra fuerza, participemos con alegría en la difusión de la Buena Noticia en nuestra Ciudad. Que el Señor Jesús bendiga su servicio.

+ Norberto Cardenal Rivera Carrera Arzobispo Primado de México

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Cristianos maduros y comprometidos Queridos catequistas de la Arquidiócesis de México: Me llena de alegría presentarles la nueva serie para la catequesis infantil: Dios camina entre nosotros. Iniciación a la vida cristiana con niños. A la fecha, contábamos con materiales pensados para realidades y situaciones distintas, pero carecíamos de subsidios propios. Hoy con mucho gusto presentamos este trabajo, que ha sido totalmente preparado y elaborado con base en la experiencia de muchos catequistas de nuestra Arquidiócesis. Sin negar el avance en la catequesis con niños, constatamos que la catequesis infantil quedó anclada a la preparación pre-sacramental, especialmente a la Primera Comunión; aunque también hemos avanzado hacia la Confirmación. Somos testigos de que celebrados los sacramentos, no hay continuidad ni perseverancia; no hemos generado procesos catequísticos que logren una plena conciencia de pertenencia a Cristo y a su Iglesia. Nuestra serie propone un proceso catequístico con cuatro etapas: • Una Kerigmática. •D os de Iniciación cristiana (I y II), en la que los niños celebren los sacramentos de la Confirmación y la Primera Eucaristía. • Por último, una Mistagógica. La propuesta pretende favorecer procesos evangelizadores desde la infancia que ayuden a la formación de cristianos maduros en la fe, comprometidos con la Iglesia y con el mundo. Este itinerario catequístico desea responder a la necesidad pastoral arquidiocesana de una nueva etapa de la misión permanente, inspirada en el II Sínodo Diocesano y particularmente al Directorio Pastoral para los Sacramentos de la Iniciación Cristiana (DIPSIC 2003 y las Orientaciones Pastorales de nuestro pastor el Sr. Cardenal Norberto Rivera 2005). Agradecemos el trabajo de las personas que colaboraron en la preparación de la serie, brindando tiempo y experiencia para hacer posible la propuesta de la catequesis con niños. Particularmente expresamos un reconocimiento al P. Joel Ortega y a sus catequistas, quienes con espíritu de comunión plena con la Comisión Arquidiocesana de Catequesis trabajaron el proyecto que ahora es realidad; y al departamento de Ediciones Pastorales de nuestra Arquidiócesis, que con su experiencia y profesionalismo dieron el aporte final. Que Santa María de Guadalupe, la fiel catequista de nuestra nación, sea nuestra inspiración para comenzar una nueva etapa de la catequesis infantil en nuestra Arquidiócesis.

Pbro. Eduardo Mercado Guzmán Director de la Comisión Arquidiocesana de Catequesis 4

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Claves

para el catequista Descubro a Dios es el título del libro que corresponde a la etapa kerigmática. Esta etapa se propone acompañar al niño para que viva un encuentro con Dios Padre, Jesús y con el Espíritu Santo. El recorrido se hace en clave bautismal, con la finalidad de que el niño logre ser consciente de su ser de bautizado para que viva de acuerdo a su fe. El libro está pensado para niños de 7 a 8 años. El catecismo se estructura en cuatro bloques (ver p. 8), cada uno de los cuales culmina con una celebración. El itinerario de formación con niños tiene como base el método inductivohermenéutico, es decir, parte de la vida concreta de los niños, la ilumina con la Palabra de Dios y los ayuda a dar una respuesta de fe en la vida cotidiana. De esta manera se logra unir el círculo hermenéutico en su doble movimiento: de la vida a la fe y de la fe a la vida. La estructura de los temas parte de la aplicación de este método. BLOQUES Todos los bloques presentan un título y una ilustración, el título de cada tema y los objetivos. El catequista realiza la introducción del bloque, apoyada en el título y la ilustración. Al comienzo de cada bloque conviene hacer una breve recapitulación de los aprendizajes, vivencias y compromisos más significativos del bloque anterior a manera de enlaces. Ésta es también la finalidad de la celebración que está al final de la etapa. TEMAS Cada tema tiene la siguiente estructura: Título del tema. Es una síntesis del contenido, útil para comenzar y evocar algunas experiencias previas de los niños. Ilustración. Motiva a los niños a que la observen y comiencen el diálogo a partir de ella. Ha sido cuidadosamente elaborada para introducir los contenidos del tema. Frase alusiva al contenido del tema. Sintetiza la información esencial del tema.

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Iniciamos con alegría. Comienza con el saludo cálido a los niños. Enlaza el tema anterior y pregunta ¿cómo les fue con su compromiso y la actividad familiar? Compartir las experiencias anima el comienzo de la sesión. El inicio contempla un canto y una oración alusivos al tema. Ambos preparan el ambiente y el desarrollo del contenido. Miramos nuestra vida. Narra una experiencia significativa, un caso o mirada a la realidad. Da consistencia al método catequístico que pide partir de la vida, que será iluminada con el Evangelio y una información sencilla y breve. Jesús nos ilumina. Retoma un texto bíblico (a veces del Catecismo de la Iglesia), en ocasiones parafraseado de manera sencilla para hacerlo accesible a niños de 7 a 8 años de edad. Constituye la iluminación del tema. La lectura se realizará de diversas formas, a veces lee el catequista y otras los niños o leen directamente de la Biblia. El texto se acompaña de una ilustración (de Fano), cuidadosamente seleccionada; se aprovecha para extraer mayores resonancias al texto. Esta sección incluye preguntas al texto, que permitan captar sus detalles, en ocasiones se acompaña de alguna actividad. Aprendemos con Jesús. Expresa en frases cortas los aprendizajes esenciales al tema. Se lee sin prisa, con la participación de los niños, ampliar y explicar. El catequista cuenta en su guía con una explicación más amplia. Esta parte se acompaña de una actividad que permite apropiarse de los contenidos del tema. Mi compromiso con Jesús. En este apartado se concretiza la respuesta de fe. Donde, de acuerdo al método catequístico se retorna a la realidad. Es muy importante que los niños escriban su compromiso. Platicamos con Dios. Es el momento en el que la catequesis se cierra. Se apoya en un canto y una oración. Si el canto no se conoce, puede recitarse. Es muy importante cuidar la oración, no hacerla de manera mecánica, porque una de las finalidades de la catequesis es introducir al aniño a la vida de oración. Las oraciones son cálidas y cercanas. Las oraciones propuestas pueden enriquecerse con las experiencias de encuentro con Dios. Para recordar. El enunciado contiene los aprendizajes esenciales de la sesión. La catequesis no busca ser memorística; esta frase es el eco y las resonancias de los contenidos aprendidos. Los niños la leen al unísono; puede pedirse que la expliquen con sus propias palabras. El catequista en su guía tiene una referencia más amplia de la fuente del Magisterio, de donde ha sido extraída la frase. No es tampoco para que la memorice, sino para contextualizarla. Con mi familia. La catequesis se prolonga con la vivencia en la familia. El proceso pide la catequesis de los niños, pero se aprovecha para la catequesis de los padres. Cada sesión se anima a los niños, y sobre todo a sus padres a realizar las actividades. 6

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Trabajar con las imágenes Las ilustraciones de cada bloque o tema son recursos para enriquecer la sesión de catequesis. Imágenes de los bloques Cada bloque inicia con una escena relacionada con el contenido. Ha de trabajarse en algún momento del desarrollo del bloque; puede ser al principio, como punto de partida, o al final, como síntesis.

También se puede aludir a ella al principio de cada tema y relacionar su contenido con la imagen inicial del tema y para motivar la celebración. Imágenes de los temas

Se puede trabajar con ella al principio, al final del tema o en cualquier otro momento; relacionarla con el título y con la frase que la acompaña. En cada tema se ofrecen unas preguntas de guía y una explicación de la ilustración. Es importante dejar a los niños que ellos descubran por sí mismos los elementos de la escena y si es necesario completar con la explicación. Nota: no es necesario seguir todas las preguntas ni hacerlas en el orden que aquí se presentan, hay que recordar que este momento es breve. Otras imágenes Otras imágenes, ya sean dibujos o fotografías, acompañan el desarrollo de los temas. Se puede hacer referencia a su contenido, ver lo que nos dicen, tomarlas como información adicional o ayudar a concretar las ideas. Relacionar los textos bíblicos con las ilustraciones ayuda a comprender y aplicar el mensaje.

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Contenido Bloque 1

Bloque 2

Bloque 3

Bloque 4

¡Dios Padre me ama!

¡Jesús, nuestro hermano, nos salva!

¡El Espíritu Santo nos acompaña!

¡El Bautismo nos da una misión!

1 Dios nos prepara una casa

6 Dios nos promete un Salvador

15 Conocemos al Espíritu Santo

19 Jesús recibió el Bautismo

2 Dios Padre me ama

7 Jesús es nuestro hermano

16 El Espíritu Santo camina con nosotros

20 Mis papás me llevaron a bautizar

17 El Espíritu me enseña a ser como Jesús

21 ¡Soy hijo de Dios!

3 Dios creó a mi familia 4 Dios quiere que yo sea feliz 5 Presto mis manos a Dios Celebración El amor de Dios es maravilloso

8 La familia de Jesús es como la mía 9 Jesús nos anuncia el Reino de Dios 10 Jesús ama a los pobres 11 Jesús cura a todas las personas 12 Jesús perdona a todos 13 Jesús da la vida por mí 14 Jesús está vivo: resucitó Celebración Jesús acompaña nuestra vida

18 El Espíritu nos enseña a vivir como hermanos Celebración Queremos que el Espíritu Santo acompañe siempre nuestra vida

22 !Soy hermano de Jesús! 23 El Espíritu Santo vive en mí 24 La Iglesia también es mi familia 25 Puedo ser mejor cada día 26 Doy mi corazón a los demás 27 Uso mi boca para ayudar a todos 28 Pongo mis manos al servicio de todos Celebración “Digo sí a Jesús” (Renovación de las promesas bautismales)

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BLOQUE

ยกDios Padre me ama! 175329 DIOS CAMINA ENTRE NOSOTROS 1 GUIA_interiores.indd 9

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Dios nos prepara una casa

Dios Padre me ama

Dios creó a mi familia

Dios quiere que yo sea feliz

¡Presto mis manos a Dios

Celebración:

El amor de Dios es maravilloso

La imagen En la tradición cristiana a Dios se le ha representado como un anciano (sabio que tiene autoridad). Aquí aparece también sentado (símbolo de autoridad o soberanía) con un cetro en la mano derecha (símbolo de imperio, dominio, poder) y, en la izquierda, el mundo coronado con una cruz: Dios crea y sostiene al mundo ya redimido. No tiene corona sino un triángulo, símbolo de la Trinidad y de su presencia entre nosotros (a veces, en el triángulo aparece el ojo de Dios: todo lo ve, siempre está presente). Esta imagen de Dios nos habla de un Dios todopoderoso, que nos cuida y protege. Pero hemos de tener en cuenta que es una representación. Dios es siempre algo más y algo distinto de todo eso. Jesús nos dice que Dios es nuestro Padre y que nos ama. Y es lo mismo que, de otra forma, nos dice la imagen.

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Dios nos prepara una casa

Nuestras manos ayudan a Dios a cuidar la creación Propósito Acompañar a los niños: E A descubrir que Dios crea el mundo por amor, para que lo cuidemos, empezando por la ciudad en la que vivimos.

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Sentido del título El título se refiere a la creación de Dios; ubica el contenido en el ambiente del hogar. Los niños captan el mensaje: el mundo es la casa de todos, creada amorosamente por Dios, y todos tenemos responsabilidad de cuidar esta casa.

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Iniciamos con alegría Saludo. Por ser el comienzo del ciclo de catequesis damos la bienvenida a todos los niños de modo alegre y afectuoso. Preparar una dinámica de presentación donde todos digamos nuestro nombre y nuestro color favorito. Los niños pueden anotar en su libro el nombre de su catequista y de sus compañeros. Oración. Repetir con entusiasmo tres veces, como si echáramos una porra: ¡Hola, Jesús!... Con la oración, los niños se ponen en la presencia de Jesús, y lo sienten presente, como amigo cariñoso. Canto: La creación. Cantamos para sentir el amor y la bondad de Dios y para descubrir cómo cuida a la naturaleza y a cada uno de nosotros. Imagen: Mirar la imagen que abre el tema: Dios abraza al mundo. Invitar a los niños a descubrir a Dios Padre. Comenzar un diálogo con algunas preguntas: – ¿Qué hace Dios en la imagen?

– ¿Y qué hace con lo que tiene en las manos? ¿Lo abraza? ¿Lo cuida?

– ¿Qué expresa con su mirada?

– ¿Dónde estamos nosotros en ese mundo? Pedir que localicen en un mapa de México el lugar donde los niños viven.

– ¿También nos abraza y nos cuida?

– ¿Cómo podemos ayudarle a cuidar la creación?, ¿a cuidar el mundo que es nuestra casa?

Relacionar los comentarios con el título y el objetivo del tema.

Miramos nuestra vida

La naturaleza y los destructores C omenzar con un juego. La intención consiste en facilitar a los niños valoren la naturaleza y advertir que el ser humano no siempre la respeta. • Se forman dos equipos. El de “La naturaleza”, con más miembros, y el de “Los destructores”, con dos o tres niños. • En el equipo “La naturaleza” cada niño representa un elemento: árbol, lago, río, nube, campo... • Cada elemento dice en qué beneficia al mundo y actúa según sus características. • Los destructores señalan por qué quieren acabar con los elementos (para construir tiendas, cines o edificios) y los persiguen. Los elementos corren para defenderse. • Cuando a un elemento lo toca un destructor, se tira al piso y expresa lamentos de tristeza y dolor. • El juego termina cuando los destructores hayan destruido todos los elementos. Terminado el juego los niños dialogan y contestan las preguntas de su libro: – ¿Por qué los destructores quieren acabar con los elementos de la naturaleza?

– ¿Qué pasará el día que ya no haya árboles, flores, frutos, mariposas, lluvia, agua o cielos limpios?

– ¿Qué siente Dios cuando no respetamos la naturaleza?

Al final se pueden leer las frases que concluyen y nos conectan con la siguiente actividad.

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Jesús nos ilumina L os niños ayudan a leer el texto del Génesis 1-2 en su libro y observan el dibujo. Con base en la ilustración podemos preguntarles: ¿Qué está haciendo Dios Padre? ¿Cómo hizo el mundo? Animar el diálogo a partir de las preguntas del libro del niño. • ¿Qué sentimiento nos muestra Dios al hacer la creación? • ¿Cuántas veces vio Dios que todo era muy bueno? • Di tres cosas buenas que encuentras en la creación. • ¿Qué acciones de los seres humanos dañan el mundo?

Detectives de la basura C on los niños, localizar la basura del lugar donde estamos y entre todos colaborar a recogerla. Con esta actividad reconocemos que el cuidado de la creación comienza con acciones inmediatas, que están al alcance de todos.

Aprendemos con Jesús Pedir a los niños que comenten esta sección de su libro. • El mensaje de este tema contiene dos conceptos básicos: 1. El amor de Dios Padre, que se puede comparar al amor de papá y mamá, para que los niños tengan una referencia cercana y experiencial. 2. El cuidado de la casa común, como acción necesaria de la vida comunitaria. • Los relatos de la creación, en su lenguaje simbólico y narrativo, presentan profundas enseñanzas sobre la vida y realidad humana, en tres relaciones conectadas: la relación con Dios, con el prójimo y con la tierra (naturaleza), (cf. LSi 66-69) • La Biblia enseña que las tres relaciones vitales se han roto en lo externo y dentro de nosotros. Esta ruptura es el pecado. La armonía entre el Creador, la humanidad y todo lo creado fue destruida por haber pretendido ocupar el lugar de Dios, al no reconocernos como criaturas limitadas. • Este hecho desnaturalizó también el mandato de “dominar” la tierra (cf. Gn 1,28) y de “labrarla y cuidarla” (cf. Gn 2,15). Como resultado, la relación originariamente armoniosa entre el ser humano y la naturaleza se transformó en un conflicto (cf. Gn 3,17-19). • El pecado se manifiesta también en los ataques a la naturaleza. • Tener presente que los seres humanos no somos Dios. La tierra está antes que nosotros y nos fue dada por Él. • Ser creados a imagen de Dios y recibir el mandato de dominar la tierra no conduce al dominio absoluto sobre las demás criaturas. • Los textos bíblicos nos invitan a “cuidar” el jardín del mundo (cf. Gn 2,15). Cuidar significa proteger, custodiar, preservar, guardar, vigilar. Esto implica una relación responsable entre el ser humano y la naturaleza. • Cada comunidad puede tomar de la bondad de la tierra lo que necesita para vivir, pero tiene el deber de protegerla y garantizar su fertilidad para las generaciones futuras.

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• Nuestra responsabilidad, porque así lo pide Dios, es el respeto a las leyes de la naturaleza y a los seres vivos (cf. Sal 148,5-6). Dios es un Padre misericordioso, con un amor tan grande que nos hizo semejantes a Él en su amor, “hombre y mujer los creó”. Nos pide cuidar la naturaleza y vivir en un mundo limpio.

Mi compromiso con Jesús

¡A cuidar nuestra ciudad! Pedir que realicen un dibujo: en él expresan una acción con la que van a cuidar el mundo, comenzando por la ciudad. Luego, pueden mostrar los dibujos con sus compromisos a sus compañeros (o si realizan el dibujo en una hoja aparte, se pueden exponer en una pared).

Platicamos con Dios Oración. Libremente, cada uno diremos a Dios lo que significó el tema. Se incluyen frases incompletas que los niños deberán terminar de acuerdo a sus vivencias del tema. Guiar las respuestas de los niños, de acuerdo a lo aprendido y al compromiso. Canto. Buscamos facilitar en los niños la asimilación del contenido catequístico. Acompañamos con gestos. El catequista menciona qué hacer según lo que dice el canto.

Para recordar La frase que se le propone al libro del niño se encuentra en el Documento de Aparecida 125. Invitamos a los niños a leer la frase en su libro: La creación manifiesta el amor providente de Dios. Dios nos la da para aprovecharla y cuidarla.

Con mi familia

Inspectores del agua Pedir a los niños que se sumen a la responsabilidad del cuidado de la casa común del ser humano con una acción al alcance de todos y muy necesaria hoy: cuidar el agua. En el espacio que tienen en el libro del niño pueden redactar un pequeño informe con lo que hicieron en su familia. Pedir a los niños que traigan una foto de su familia para la próxima sesión.

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Dios Padre me ama

¡Dios me ama a través de mi familia y amigos! Propósito Acompañar a los niños: E A descubrir que Dios nos muestra su amor por medio de las personas que nos rodean y cómo nosotros también podemos compartir su amor con los demás.

Sentido del título Este tema expresa, desde el título, la verdad del amor incondicional de Dios a cada uno de nosotros. El amor de Dios se muestra al niño con el amor de nuestros seres queridos, padres y amigos, y de quienes nos ayudan. El niño es llamado, igual que los adultos, a ser instrumento del amor de Dios para las personas que nos rodean.

Material • Una cartulina que muestre a Jesús con los brazos abiertos, ilustraciones de papás que juegan futbol con sus hijos, mamás • Letreros: Dios me ama y Dios es nuestro que dan un abrazo a sus hijos; personas Padre que ayudan a otras… • Un pequeño altar (una mesa) con una biblia, • Un globo para cada niño flores y vela • Papelitos de colores de 7 x 5 cm (los necesarios) • Revistas, tijeras, pegamento y una cartulina • Colores de madera o crayolas (para cada equipo)

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Iniciamos con alegría S aludo. Tras el recibimiento, preguntar a los niños y niñas: – ¿Dios nos quiere ver tristes? – ¿Dios nos quiere ver enojados entre nosotros? Hacer una rueda y tomarse de la mano, saltar cada vez que digamos: “¡Dios nos ama!”, “¡Dios nos cuida!”, “¡Somos importantes para Dios!”. Oración: Gracias, Dios Padre, prepara a los niños y los sensibiliza hacia el contenido del tema. Canto: Dios es amor. Imagen: Mirar la imagen que abre el tema: Dios Padre aparece abrazando a un niño. Comenzar un diálogo con algunas preguntas y comentarios: – ¿Qué sucede en la imagen? ¿Quiénes son esos personajes? – Dios abraza a un niño (podía ser también una niña): lo acoge, lo apoya (mano en su hombros), lo acepta incondicionalmente (mano en la cabeza)… – ¿Cuándo me siento yo abrazado por Dios Padre? ¿Cómo me siento acogido por Él? – Aunque no se ve su mano, nótese que el niño también le abraza. – Y nótese que el fondo es un corazón: el diálogo del ser humano con Dios es un diálogo de amor. – ¿Quisieras estar como ellos? ¿Por qué? – ¿Cómo me ama Dios? Lo unimos a la frase: “¡Dios me ama a través de mi familia y amigos!”

Miramos nuestra vida

El collage del amor Este es un ejercicio que ayuda al niño a sentirse amado por las demás personas. Cómo se desarrolla la actividad (el catequista también participa): – En equipo (de 5-7 integrantes) pedir a los niños que elaboren un collage. El tema será “Mi experiencia de amor”. – Proporcionar a cada equipo revistas, tijeras, pegamento y una cartulina. De las revistas los niños recortan ilustraciones de personas que muestren amor por los demás. – Después de realizar el trabajo, cada equipo pasa al frente a explicar su collage y el catequista también muestra el suyo. La narración, Jorge y su familia, junto con las preguntas sugeridas P R I M O S nos ayuda a descubrir que recibimos amor de los que nos rodean H E R M A N O S y también de Dios.

¿Quién me quiere más? E l collage se completa con la sopa de letras “¿Quién me quiere más?” del libro de los niños. Solución: La conclusión es que Dios nos ama a través de las personas con las que convivimos.

E R

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Jesús nos ilumina

Dios nos ama

Indicar a los niños que lean el texto de Isaías 43,2-4 y 1 Juan 4,11-12 de su libro y que observen el dibujo: La primera cita da el mensaje de que Dios nos ama y nos reconoce como personas valiosas. La segunda muestra que el amor a Dios se manifiesta en el amor a los hermanos. Los dos mensajes son necesarios y se complementan. Animar un diálogo a partir de las preguntas planteadas en el libro del niño. – ¿Qué me dice Dios en la lectura? – ¿Por qué debemos amarnos? – ¿Qué sucede cuando sentimos el amor de unos a otros? Con la actividad “Los cuidados a…”, los niños concretan cómo ellos también pueden ser ejemplo del amor que Dios nos tiene. Pedir a los niños que elijan alguna persona a quien quieran mucho: un hermanito, su mascota, un juguete... La actividad tiene por objeto relacionar el amor con el cuidado hacia lo que queremos mucho. Al final se puede resaltar la idea que tienen los niños en su libro “Cuidar a las personas es signo de amor. Como yo cuido a otros, así Dios me cuida porque me ama”.

Aprendemos con Jesús • La Escritura subraya la inseparable relación entre el amor a Dios y al prójimo. Ambos están entrelazados; la afirmación de amar a Dios es mentira cuando el ser humano se cierra al prójimo o incluso lo odia. El amor al prójimo es camino para encontrar a Dios; cerrar los ojos ante el prójimo nos convierte en ciegos ante Dios. • Dios nos ha amado primero (cf. 1 Jn 4,10), y este amor de Dios se hace visible en Jesús. • En Jesús podemos ver al Padre (cf. Jn 14,9). Él sale a nuestro encuentro, busca atraernos, llegando hasta la Última Cena, hasta el Corazón traspasado en la cruz, hasta las apariciones del Resucitado y las grandes obras mediante las que guía el caminar de la Iglesia naciente. • El Señor viene a nuestro encuentro a través de los hombres y mujeres en los que él se refleja; mediante su Palabra, los sacramentos, especialmente la Eucaristía. En la liturgia de la Iglesia, en su oración y en la comunidad viva de los creyentes experimentamos el amor de Dios, percibimos su presencia y aprendemos a reconocerla en nuestra vida cotidiana. • Él nos amó primero y sigue amándonos; nosotros hemos de responder también con amor. • El amor es un sentimiento que abarca a toda la persona. • El encuentro con las manifestaciones visibles del amor de Dios suscita en nosotros alegría, que nace de la experiencia de ser amados.

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• Amar al prójimo consiste en que, en Dios y con Dios, amo también a las personas que no me agradan o ni siquiera conozco. Esto es posible a partir del encuentro íntimo con Dios, un encuentro que se convierte en comunión de voluntad y que llega a implicar el sentimiento. Entonces aprendo a mirar a la otra persona desde la perspectiva de Jesucristo. Su amigo es mi amigo. • Si en mi vida falta el contacto con Dios solo veré al prójimo como otro, sin conseguir reconocer en él la imagen divina. Por el contrario, si omito la atención al otro, se marchita también la relación con Dios. Solo mi disponibilidad para ayudar al prójimo, para manifestarle amor, me hace sensible ante Dios. Solo el servicio al prójimo abre mis ojos a lo que Dios hace por mí y a lo mucho que me ama (cf. DCE 16-18).

Mi compromiso con Jesús Para establecer el compromiso personal, los niños dibujan o escriben cómo van a mostrar el amor de Dios a las siguientes personas: – ¿Cómo le muestro a papá y a mamá que los quiero mucho? Dibújalo. – ¿Qué les digo a mis hermanos para que sepan que los quiero? Escríbelo. – ¿Cómo ayudo a mis compañeros de la escuela o de la catequesis? Ayudo a alguien.

Platicamos con Dios Dinámica conclusiva: Escribimos la frase “Dios me ama a través de las personas que están a mi lado” en un papelito (7 x 5 cm), doblamos el papel y lo metemos en un globo. Después, inflamos el globo y lo amarramos. Cuando todos tengan un globo amarrado, lo impulsarán hacia arriba procurando tomar un globo de color diferente al suyo. Cuando todos vuelvan a tener un globo, lo rompen y leen la frase en voz alta al mismo tiempo; se dan un abrazo como muestra del amor de Dios (cada uno se llevará el globo roto y lo depositará en el cesto de basura). Guardan el papelito con la frase para entregárselo a sus papás. Canto: Yo tengo un amigo. Oración: Gracias, Dios Padre. La oración es espontánea y libre.

Para recordar “Dios no nos impone un sentimiento que no podamos suscitar en nosotros mismos. Él nos ama y nos hace ver y experimentar su amor” (DCE 17). Invitamos a los niños a leer la frase en su libro: Dios nos ama y nos hace sentir su amor.

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Con mi familia Sugerir a los niños que establezcan dos propósitos en familia (que han de practicar durante esa semana), para unirse, cuidarse y quererse más.

Notas

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Dios creó a mi familia

La misión de la familia es vivir felices, cuidarse y amarse Propósito Acompañar a los niños: E A valorar a su familia como una manifestación del amor de Dios.

Sentido del título Cada familia es una manifestación de la voluntad de Dios, que la ha creado como primera comunidad de salvación. Relacionar la presencia de la familia con el plan de Dios, ayudar al niño a querer más a su familia y a verla con los ojos de la fe.

Material • Imágenes de diversos tipos de familias • Diversas ilustraciones con niños que muestran actitudes positivas • Resistol • Hojas de papel (una por niño) • Un listón (lo suficientemente largo para que todos lo jalen)

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Iniciamos con alegría E l saludo. Dar la bienvenida y saludar a cada niño por su nombre. Oración: Gracias a Dios por mi familia. Los niños darán gracias por su familia y por la casa donde viven. La oración introduce el tema y crea un ambiente cálido en sintonía con el mensaje principal. El ejercicio combina la palabra y el gesto. Los gestos que acompañan las frases también hacen referencia al ámbito familiar: la cunita, el abrazo y el techo. Canto: Situar a los niños en relación con María, a quien llamamos Madre, que en una familia abraza, guía y educa. Imagen: Mirar la imagen que abre el tema. Comenzamos un diálogo con algunas preguntas y comentarios: – ¿Qué vemos en la imagen? Nótese que es un cuadro… de familia (como muchas fotos en las que aparece toda la familia). – ¿En qué se parecen esos personajes a los miembros de tu familia? – Pero ahí hay alguien más: también está Dios en el cuadro. ¿Qué hace? – Podemos decir que Dios acompaña a nuestra familia. ¿Qué expresa su mirada? ¿Y qué expresa la mirada de los miembros de la familia? ¿Y las manos de cada uno? – ¿Cómo puede estar Dios presente en nuestra familia? – La respuesta puede ser la frase resumen: “La misión de la familia es vivir felices, cuidarse y amarse.”

Miramos nuestra vida

Mi familia es maravillosa S olicitar a cada niño que presente a su familia. Los catequistas presentamos también a nuestra familia; después, se muestran imágenes de diversos tipos de familias: • Familias numerosas • Familias pequeñas • Con solo mamá • Con solo papá

• Sin mamá ni papá • Familias ricas • Familias pobres • Familias víctimas de la guerra

A nimar a los niños a dialogar a partir de las preguntas que aparecen en el libro del niño – ¿Cuántos tipos de familia encontramos entre todos? – ¿Todas las familias son iguales? – ¿Qué otros tipos de familia conoces? – ¿Por qué es bueno que un niño tenga una familia? – ¿Cómo sería nuestra vida si no están nuestros papás? – ¿Conocemos a algún niño que viva sin sus papás? La diversidad de familias ha de suscitar agradecimiento a Dios, tolerancia y apertura, actitudes compasivas y solidarias hacia las familias menos favorecidas. 21

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Jesús nos ilumina

El amor en familia

L os niños ayudan a leer el texto de Efesios 5,21-33; 6,1-4 de su libro y observan el dibujo. El texto presenta los buenos consejos que san Pablo considera necesarios para vivir el amor en las familias creyentes. Reflexionar con los niños las siguientes preguntas: – ¿Cómo deben tratarse papá y mamá para vivir como Dios quiere? – ¿Cómo debemos comportarnos los hijos para ser felices en familia? – Explicar el cuarto mandamiento. – ¿Cómo deben tratar los papás a los hijos? Realizar dos actividades:

De mi familia me gusta Los niños palomean en su libro lo que hacen con su familia. Tiene la intención de reconocer los aspectos positivos de sus familias y despertar en ellos formas de relación que los hacen felices.

La fuerza del amor familiar Utilizar el papel y el listón propuestos en “Material”. Decir a los niños: • Si el amor en la familia es débil (todos rompen una hoja de papel), la familia sufre. • Pero si el amor es fuerte (todos jalan un listón), la familia es feliz.

Aprendemos con Jesús • El valor fundamental de la familia es el amor, el mismo con el que Dios nos crea, nos sostiene y salva. Por tanto, una familia sin amor no puede subsistir ni ser reflejo del plan salvífico de Dios. • La vivencia del amor en la familia se manifiesta cuando todos los miembros se aprecian, se comunican, respetan las normas de la casa y hacen algo por la sociedad. • La familia, fundada y vivificada por el amor, es una comunidad de personas: del hombre y de la mujer esposos, de los padres y de los hijos, de los parientes. Su primer cometido es el de vivir fielmente la realidad de la comunión y del amor. • Sin el amor la familia no es una comunidad de personas ni puede vivir, crecer y perfeccionarse. • Dios conduce a la familia a una comunión cada vez más profunda e intensa entre sus miembros (cf. FC 18). • El amor entre los esposos, padres e hijos, hermanos y hermanas, parientes y familiares es el alma de la familia. • Cada miembro de la familia tiene la ayuda de Dios y la responsabilidad de cuidar y amar a los pequeños, los enfermos y los ancianos; con el servicio recíproco de todos los días, compartiendo los bienes, alegrías y sufrimientos (cf. FC 21).

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Mi compromiso con Jesús Pedir a los niños que escriban en su libro una acción para ser más amorosos con sus papás y hermanos. Y que peguen una ilustración o realicen un dibujo que muestre alguna acción por las familias menos favorecidas.

Platicamos con Dios Canto: Somos una familia bajo el sol, que es el himno del Día Internacional de la familia. Hacemos una oración de acción de gracias, Gracias por mi familia.

Para recordar “La familia, fundada y vivificada por el amor, es una comunidad de personas: del hombre y de la mujer esposos, de los padres y de los hijos, de los parientes. Su primer cometido es el de vivir fielmente la realidad de la comunión con el empeño constante de desarrollar una auténtica comunidad de personas” (FC 18). Invitamos a los niños a leer la frase en su libro: La primera misión de la familia es ser una comunidad de personas que se aman.

Con mi familia La actividad busca suscitar la convivencia familiar y pide una acción por las familias necesitadas. Se puede sugerir algún ejemplo de ayuda para que los niños lo aporten en casa.

Notas

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Dios quiere que yo sea feliz

Soy feliz al hacer felices a los que me rodean Propósito Acompañar a los niños: E A descubrir que, en el plan de Dios, seremos felices haciendo felices a otras personas.

Sentido del título El plan creador de Dios quiere la felicidad del ser humano. Una felicidad que es plenitud de vida (cf. Jn 10,10) y abarca todos los aspectos de la persona. No se trata de un estado permanente al que se llega de una vez y para siempre. Requiere de un esfuerzo cotidiano. El título del tema no debe dar lugar a una búsqueda individualista de la felicidad, sino más bien comunitaria. Es como si le dijéramos a los niños: “Dios quiere que tú y todos los demás seamos felices”.

Material • Una pelotita marcada con la letra efe (F) en masking tape • Mesa, mantel, flores 24

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Iniciamos con alegría E l saludo. Recibir a los niños y comunicarles que estamos muy contentos por reunirnos de nuevo, porque vamos a platicar con Dios, por aprender nuevas cosas y por pasar juntos un muy buen rato. Oración. Este diálogo inicial con Dios es similar al tema anterior: integra la palabra acompañada de gestos. Aquí tenemos que enfatizar la disposición de los niños para escuchar la Palabra de Dios y nutrirse de ella. Imagen: Comenzar un diálogo con algunas preguntas y comentarios sobre la imagen que abre el tema: – Vemos la imagen: ¿Qué sucede? – Parece que Dios presenta a una niña un pergamino… y que la niña acoge lo que Dios le presenta. ¿Qué le presenta? – Para responder, seguimos las flechas desde la parte inferior derecha: parece el camino de una persona desde que nace (bebés: biberón, sonajero), niñez (muñeca…), infancia con estudios en dos etapas (cuaderno, bolígrafo/computadora, papel, pluma…), para desembocar en una familia (¿o comunidad cristiana?) que escucha la Palabra (libro), celebra la Eucaristía (pan y vino) y ama (corazón). Son los regalos que Dios hace a esa niña. ¿Cómo ha sido nuestro recorrido? ¿Cuáles nos ha hecho a nosotros? – Y todo eso ¿me hace feliz? Porque “Dios quiere que yo sea feliz”. – La clave: “Soy feliz al hacer felices a los que me rodean”. Al final del tema podemos volver a esto mismo para ver cómo lo hacemos. – Pedir a los niños que relacionen las cosas de la imagen con el mensaje de canto. Canto: Amar es entregarse. Aquí encontramos una síntesis festiva del mensaje central del tema: “Amar es entregarse olvidándose de sí, buscando lo que al otro puede hacer feliz”. Al final del mismo, podemos preguntar a los niños qué es amar, para que ellos se vean obligados a repetir la segunda parte del verso y así empiecen a retener esta enseñanza básica.

Miramos nuestra vida

La pelota de la felicidad La finalidad de este juego es mostrar a los niños la realidad del egoísmo que impide que los otros sean felices. Desarrollo: Todos en círculo, nos pasamos una pelota mientras repetimos la palabra “felicidad”. A la orden de silencio, el que se haya quedado con la pelota saldrá del círculo. Los demás hacen una barrera para impedir el paso. Si logra atravesar la barrera, ganará. Decir a los niños: Quienes trataron de salir del círculo representan a las personas que quieren ser felices. Quienes no los dejaron pasar representan a aquellos que tratan de impedir que la gente sea feliz.

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A nimar un diálogo con los niños a partir de las preguntas que tienen en su libro: – Comparto tres cosas que me hacen feliz. – ¿A quiénes veo felices en nuestra ciudad? – ¿Qué personas en nuestra ciudad no dejan ser felices a los demás? Solicitar a los niños que lean en su libro los puntos que aparecen al final de la actividad.

Jesús nos ilumina

Estén alegres Leer en el libro de los niños el texto de Fil 4,4-9 y observar el dibujo con atención. La lectura anima a los niños a vivir alegres desde el camino trazado por Jesús. Los medios para la felicidad que san Pablo establece son diferentes a los que la sociedad en que vivimos considera válidos. Preguntar a los niños: –– ¿Qué hacía Jesús para ser feliz? –– ¿Qué tenemos que hacer para estar siempre alegres y felices? –– ¿Cuándo tenemos miedo, qué podemos hacer?

La sopa de la felicidad La actividad tiene como fin que los niños se familiaricen con los valores que conforman y hacen posible la felicidad. Ellos pueden jugar con las cantidades (dos cucharadas de amabilidad y tres kilos de justicia) y los procedimientos (se mezclan la paciencia y el amor...).

La mímica de la felicidad La actividad busca representar las dos ideas de felicidad que se contraponen: la del mundo y la de Dios, expresada en el Evangelio. Desarrollo: A la mitad de los niños les repartiremos papelitos que llevarán escritas algunas situaciones que representen lo que no es la felicidad; a la otra mitad, papelitos con situaciones que manifiesten lo que es la felicidad para Dios, lo que le agrada. Luego, los niños anotarán en su libro lo que diga su papelito. Se les dará un tiempo para que piensen cómo pueden representar con mímica la situación asignada. La actuarán frente a sus compañeros, y estos discernirán si se trata de un camino válido para la felicidad o no, en cuyo caso se pondrán a la derecha del grupo o a la izquierda.

Aprendemos con Jesús • Las ideas que se busca que los niños asimilen en este tema son: –– Dios nos creó para ser felices. –– La felicidad no consiste en aplastar a otro ni vivir ambicionando lo material. –– La felicidad para Dios es ver por el otro.

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• • • •

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–– Las bienaventuranzas son caminos de felicidad. –– El trabajo por la felicidad empieza en nuestra casa. Se puede ampliar la reflexión leyendo las palabras de Jesús en Mateo 5,1-12. Todos aspiramos a ser felices. Pero muchos creen que la felicidad se basa en tener muchas cosas. El consumismo y la ambición generan personas poco generosas: “Cuando la vida interior se clausura en los propios intereses, ya no hay espacio para los demás, ya no entran los pobres, ya no se escucha la voz de Dios, ya no se goza la dulce alegría de su amor, ya no palpita el entusiasmo por hacer el bien” (EG 2). El apóstol Pablo nos invita a contentarnos con lo que tenemos (cf. 1 Tim 6,6-10). Para el creyente, Dios es la única fuente de la felicidad verdadera. Él nos da todo lo que necesitamos para ser felices, porque Jesucristo es la plenitud (cf. Jn 1,16). Los creyentes podemos estar siempre felices porque, aun cuando tengamos pocos bienes, contamos con los dones, gracias y bendiciones espirituales de parte de Dios. En Cristo tenemos todo lo que necesitamos. La Evangelii gaudium afirma: “La alegría del Evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús. Quienes se dejan salvar por él son liberados del pecado, de la tristeza, del vacío interior, del aislamiento. Con Jesucristo siempre nace y renace la alegría” (EG 1). La felicidad cristiana proviene de dentro, es obra de Dios; y proviene, sobre todo, de hacer la voluntad de Dios y de servir a los otros, especialmente, a los pobres y a los necesitados.

Mi compromiso con Jesús ¿Qué hago para hacer felices a las personas que me rodean? XX Invitar a los niños a contestar con acciones muy concretas, por ejemplo: • Papás: Los obedezco, los escucho, hago mi tarea, hago mis quehaceres. • Hermanas y hermanos: Respeto sus cosas, los ayudo, no los insulto ni les pego, les muestro cariño. • Gente necesitada: Los apoyo con comida, con cobijas; les deseo que Dios los bendiga; a los niños que tienen menos que yo les regalo alguno de mis juguetes. • Amigos: Los respeto, juego con ellos, les comparto mi lunch, los ayudo a defenderse.

Platicamos con Dios soy feliz. XX Oración: Invitar a los niños a que completen las frases para pedir a Dios por la gente que los rodea. XX Canto:Yo

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Para recordar “La alegría del Evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús” (EG 1). Invitamos a los niños a leer la frase en su libro: Encontrarnos con Jesús nos causa gran alegría.

Con mi familia • Animamos a los niños a que compartan con su familia lo que han aprendido en este tema. • Motivamos a los niños para que en familia hagan una acción que los haga felices a todos.

Notas

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Presto mis manos a Dios

Miro a Dios en los demás Propósito Acompañar a los niños: E A aceptar con emoción que pueden ser portadores del amor de Dios cuando ayudan y apoyan a los demás. E A ser las manos de Dios, o instrumentos del amor de Dios, es una idea ya trabajada en los otros temas. Continuamos profundizando esta experiencia de fe.

Sentido del título Esta sesión concluye toda la temática del amor creador de Dios (Bloque 1). Los contenidos del presente tema animan a los niños a descubrir que somos instrumentos del amor de Dios para los demás. La frase nos sitúa especialmente en el ámbito del pobre y del necesitado.

Material • Hojas de papel • Crayolas

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Iniciamos con alegría XX El

saludo. Recibir a los niños con gusto y alegría. Mostrarles cariño. Iniciarla con la contemplación de la imagen que abre este tema. Proponer a los niños tres frases para completar y suscitar el diálogo con Dios. Cada niño completará una. XX Canto. La simplicidad de la letra del canto refleja su profundidad en el mensaje: dar la mano al hermano es un imperativo para todo cristiano que quiera ser coherente con el amor de Dios. XX Imagen: Mirar la imagen que abre el tema. Comenzar un diálogo con algunas preguntas y comentarios. –– En este caso partimos del título del tema: “Presto mis manos a Dios”. ¿Cómo podemos hacerlo? –– En la imagen se ve la imagen de Dios y, por primera vez, también la de Jesús. Los dos están en una nube (en la gloria/glorificado). Recuérdese que la nube, en la Biblia, es símbolo de la presencia de Dios. No pueden actuar… Porque “Dios no tiene manos y se sirve de mis manos para hacer su trabajo cada día”. –– Un niño les presta sus manos, una a cada uno: cuando nosotros actuamos haciendo el bien, somos las manos de Dios, las manos de Jesús… En este caso también hemos de partir de la frase que acompaña a la imagen: “Miro a Dios en los pobres”. Porque, en vez de la imagen de Dios y de Jesús, podemos poner otras imágenes de personas o realidades que necesiten de nuestras manos o de algo que nosotros hacemos. XX Oración.

Miramos nuestra vida

Los pobres de la ciudad Esta sección quiere sensibilizar a los niños ante la realidad de la pobreza. De ahí que se muestre una imagen que ayude a reflexionar sobre esta dura situación. Las preguntas enfocan las respuestas de los niños hacia la temática que estamos tratando, es decir, el plan de Dios de suscitar la solidaridad en sus hijos para que sean sus manos con los necesitados y los excluidos.

Jesús nos ilumina

¿Dónde está Jesús? XX Repartir

hojas de papel y crayolas a los niños y pedirles que dibujen una máscara con el rostro de Jesús. XX Los niños recortan la máscara que dibujaron (con los orificios para los ojos) y les pedimos que se las coloquen. XX Decir a los niños: “Voltea a ver a tu lado”. XX Cuando todos tengan puesta su máscara, podrán apreciar, simbólicamente, el rostro de Jesús en sus compañeros. De ahí que las tres preguntas siguientes tengan por respuesta el nombre del Salvador. –– ¿A quién tienes como compañero? A Jesús. –– Si ayudo a las personas en sus necesidades, ¿a quién estoy ayudando? A Jesús. –– ¿Mis manos se convierten en las manos de quién? Las manos de Jesús. 30

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XX Esta

actividad consiste en ponerse una máscara de Jesús y mirar a todos lados para encontrar el rostro de Jesús. Tiene por objetivo mostrar de modo visible lo que han leído y dialogado respecto al Evangelio: Jesús está en todas las personas. Cuando le brindo ayuda a alguien, ayudo a Jesús.

Presto mis manos a Dios XX Esta

actividad tiene la finalidad de que los niños vayan ubicando actitudes y acciones que se pueden realizar con las personas más cercanas. XX Solución a la tabla con actitudes o acciones: • Cuando alguien en la casa está enfermo, le doy ánimo. • Cuando algo no me sale, me desespero; en mi familia todos me piden paciencia. • Creo que los demás son tan importantes como yo, así que los respeto y los trato con cariño. • Con mucho ánimo me gusta ayudar a mi mamá en las tareas de la casa. Me gusta servir. • Si veo que un compañero no tiene comida para el recreo, le doy de mi lunch. Me gusta compartir. • Evito las peleas y discusiones y trato de que en mi familia no nos gritemos. Siembro la paz. • Le pido a Dios con mucha fuerza por las necesidades de mi familia y de la gente pobre. Hago oración. • Cuando ofendo a una persona, me arrepiento y le pido perdón. • Trato de cumplir con las tareas con las que me comprometo. Soy responsable. • Cuando hago el bien a los demás, siento mucha alegría. • No me gusta decir mentiras, procuro siempre decir la verdad.

Aprendemos con Jesús XX Ideas

fundamentales que los niños asimilarán: 1. El plan de felicidad que Dios tiene para el mundo incluye al ser humano como su principal promotor. 2. La solidaridad es lo que distingue a los creyentes auténticos. 3. Los creyentes estamos llamados a ayudar a partir de las necesidades que detectamos en los demás. XX El texto del “juicio final” o “juicio de las naciones” (cf. Mt 25,31-46) es una “narración profética” del juicio que Dios hace de la humanidad entera. Se relaciona con la parábola anterior: la de un pastor que separa a las ovejas de las cabras, una metáfora que, en la cultura rural de aquel tiempo, expresa el juicio definitivo de Dios y, por eso mismo, el logro o el fracaso de cada ser humano. XX Para Cristo, el Señor, el criterio determinante para valorar la vida y la conducta de cada ser humano es la indiferencia ante el sufrimiento de los demás. Se refiere a las personas que se desentendieron del dolor, de la soledad y del desamparo de sus semejantes, del abandono de aquellos que son maltratados por la vida, por el mundo, por la sociedad. XX Según el relato, mientras el bien se enjuicia por lo que cada uno hizo, el mal se valora en función de lo que cada cual dejó de hacer. Un individuo puede pasarse la vida sin matar una mosca y, a la hora de la verdad, puede resultar que haya sido una mala persona. XX Según el Evangelio, lo decisivo está en ayudar a las personas necesitadas; incluso cuando se trata de personas, como es el caso de los presos (cf. Mt 25,36.43) que suelen estar en las cárceles por sus propias culpas y delitos; o lo que ocurre ahora con tantos extranjeros (cf. Mt 25,36.43) que van de un país a otro quizá porque huyen del mal que hicieron en su tierra o seguramente porque apetecen el bienestar y el disfrute de la vida que otros tienen.

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Mi compromiso con Jesús XX Invitar

a los niños a que representen su compromiso con Dios por medio de un caligrama (una figura hecha con palabras). Primero escriben las palabras. El caligrama es una figura cuya línea la forman diferentes palabras. Los niños pueden pensar en una escoba (como símbolo del trabajo en las tareas de la casa) y delinearla con palabras como “Ayuda” o “Casa”. Si pensaran en una mantita, la línea exterior la podrían formar con las palabras “Cariño”, “Abuelito” o “Abrazo”. He aquí un ejemplo del poema Caracola, de Federico García Lorca:

Platicamos con Dios XX Canto:

Da la mano a tu hermano. Invitamos a los niños a orar juntos Padre.

XX Oración:

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Para recordar “Cada vez que nos encontramos con un ser humano en el amor, quedamos capacitados para descubrir algo nuevo de Dios. Cada vez que se nos abren los ojos para reconocer al otro, se nos ilumina más la fe para reconocer a Dios” (EG 272). Invitamos a los niños a leer la frase en su libro: La fe nos ilumina para reconocer la presencia de Dios en los pobres.

Con mi familia • Proponemos a los niños realizar una acción que vaya en sintonía con la lectura bíblica como, por ejemplo, visitar a un enfermo y dar ánimo o compartir algo con alguna persona necesitada.

Notas

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Celebración El amor de Dios es maravilloso Propósito Celebrar que el grupo ha fortalecido su relación con Dios, durante las sesiones del bloque.

Material • Hojas de colores • Varias tijeras • Lápices o plumones

Bienvenida Monición: Hoy tendremos una actividad especial, llegamos al final de nuestro primer bloque, y vamos a celebrar lo mucho que Dios nos ama. Y así como nos ama, también quiere que compartamos su amor con las demás personas. Todos:

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

El amor de Dios es maravilloso

¡Gracias, Papá Dios, por tu amor!

¡El amor de Dios es maravilloso! (3) ¡Grande es el amor de Dios! Tan alto que no puedo estar arriba de él. Tan bajo que no puedo estar debajo de él. Tan ancho que no puedo estar afuera de él. ¡Grande es el amor de Dios!

Padre Dios, tu amor es muy hermoso para nosotros. Tu amor nos alimenta. Tu amor nos pone alegres. Tu amor nos acerca a nuestros hermanos. Tu amor hace que nuestro mundo sea un lugar más feliz para vivir. ¡Gracias, Padre Dios, por tu amor!

Primer signo de amor: el tamaño del corazón de Dios XX Los

niños trazan un corazón a todo lo ancho de una hoja tamaño carta (si es posible, de colores) y lo recortan. XX Después escriben “Tu amor es tan grande como…”. Completan la frase con una metáfora sobre la magnitud del amor de Dios (por ejemplo: Tu amor es tan grande como una ballena, un edificio de cien pisos, el cielo, un gigante, nuestra ciudad, el mar). XX Para finalizar, los niños levantan su corazón y mencionan toda la frase.

Escuchemos el Evangelio Jesús cura a un paralítico Un día, mientras Jesús enseñaba y sanaba enfermos, aparecieron unos hombres que traían en una camilla a un paralítico y buscaban cómo presentárselo a Jesús; pero, como no veían la manera de hacerlo a causa del gentío, subieron a la azotea, lo descolgaron en la camilla a través del tejado y lo pusieron en medio, delante de Jesús. Viendo la fe que tenían, Jesús dijo:

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—Hombre, tus pecados quedan perdonados. Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa. Él se levantó inmediatamente en presencia de todos, tomó la camilla en que lo llevaban y se fue a su casa, alabando a Dios. Lucas 5,17-26 XX Proponer

–– ¿Qué –– ¿Qué –– ¿Qué –– ¿Qué –– ¿Qué

las siguientes preguntas y comentar con los niños: hacía Jesús antes de que llegaran los hombres con el paralítico? hacen los hombres con su amigo para presentárselo a Jesús? le gusta a Jesús de estos amigos? sienten estos hombres por su amigo paralítico? quiere Dios que aprendamos de los amigos del paralítico?

PP El pasaje del paralítico provoca nuestra admiración por el interés de los amigos. PP Es la misma admiración que Jesús sintió al ver el acto de amor de unos hombres por su amigo. PP Jesús responde a ese amor curando al paralítico y nos da un mensaje: el amor a Dios se muestra en el amor a los hermanos. PP Todos hemos de hacer lo mismo que los amigos del paralítico.

Segundo signo de amor: el mensaje de Dios para mí XX Pedir

a los niños que lean por turnos en su libro el mensaje de Dios de los cinco temas del bloque. No se trata de explicarlos (porque ya fueron asimilados): Los mensajes de amor que aprendimos en los cinco temas de nuestro bloque son: Niño 1: ¡El mundo es nuestra casa, que tenemos que cuidar! Niño 2: ¡Somos los brazos, las manos y la boca de Dios para los demás! Niño 3: La misión de las familias es vivir felices y ayudar a quienes están solos. Niño 4: Somos felices como Dios quiere, cuando hacemos felices a los demás. Niño 5: Podemos colaborar con Dios para que su amor llegue a muchas personas.

XX Pedir

a los niños que formulen su propio mensaje de amor y lo escriban en su libro. Cada niño dice su mensaje en voz alta. A ese gran mensaje de amor, respondimos con cinco compromisos: 1. Cuidar nuestra ciudad. 2. Ser las manos, la boca y los brazos de Dios. 3. Mostrar más amor a nuestras familias. 4. Hacer felices a los que nos rodean. 5. Prestarle nuestras manos a Dios. –– ¿Cómo hemos avanzado en nuestros compromisos con Dios?

Peticiones Reflejan el contenido de los temas del bloque. Catequista: Queremos ser amor de Dios para los demás, sobre todo para los más necesitados. Digamos a Dios: “Quiero darle tu amor a mis hermanos”.

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Todos:

Quiero darle tu amor a mis hermanos.

Niños:

Porque mi familia necesita mucho amor para ser más unida y feliz.

Todos:

Quiero darle tu amor a mis hermanos.

1. Porque hay mucha gente necesitada que no tiene comida ni un techo donde vivir. Todos: Quiero darle… 2. Porque hay muchos niños que viven sin papá ni mamá. Todos: Quiero darle… 3. Porque el lugar donde vivimos necesita más cuidado y protección. Todos: Quiero darle… 4. Porque hay muchos niños que viven solos y con miedo. Todos: Quiero darle… 5. Porque la violencia de nuestro país hace mucho daño a niños y jóvenes, adultos y mayores. Todos: Quiero darle…

Tercer signo de amor: compartir el corazón En este último signo, los niños se compartirán el corazón que recortaron y en el que escribieron un mensaje. Es una manera sencilla de representar la tarea de convertirnos en amor de Dios para los otros. XX Pedir a los niños que hagan dos hileras con el mismo número de integrantes. XX Leemos el mensaje de nuestro corazón al compañero que tengamos al frente; después, le regalamos nuestro corazón de papel, y le damos un abrazo. XX Preguntar a los niños: –– ¿Cómo se sienten luego de regalar su corazón de papel y de comunicar el amor de Dios con el abrazo?

Nos despedimos XX Los

niños hacen un propósito y lo escriben en su libro: acciones solidarias, gestos cariñosos, palabras amables, consideraciones para con los otros. XX Todos dicen su compromiso en voz alta.

Dios es amor

El amor de Papá Dios

Dios es amor, la Biblia lo dice. Dios es amor, san Pablo lo repite. Dios es amor, búscalo y verás: en el capítulo cuatro, versículo ocho, primera de Juan. (2)

Tu amor, Padre Dios, cura a los enfermos, da pan a los hambrientos, alegra a los tristes y acompaña a los que están solos. Porque me amas, Padre Dios, quiero ayudar a los enfermos, dar pan a los hambrientos, alegrar a los tristes y acompañar a los que están solos. Por eso me comprometo a... (lee en voz alta tu compromiso).

Quiero, Señor, cantar de alegría. Quiero, Señor, amarte noche y día. Quiero, Señor, apoyarme en ti. Porque me amas primero, tu amor me ha creado y vigilas por mí

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BLOQUE

¡Jesús, nuestro hermano, nos salva! 37

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Dios nos promete un Salvador

Jesús es nuestro hermano

La familia de Jesús es como la mía

Jesús nos anuncia el Reino de Dios

10 Jesús 11 Dios

ama a los pobres

Padre me ama

12 Jesús

cura a todos

13 Jesús

da la vida por mí

14 Jesús

está vivo: resucitó

Celebración:

Jesús acompaña nuestra vida

La imagen En la tradición cristiana el Pantocrátor presenta a Jesús majestuoso, que resume la figura de Salvador y Creador. Es un Cristo en Majestad, sentado en un trono de Gloria y dentro de una mandorla (marco en forma oval que rodea a un personaje sagrado), soberano de todo y que está por encima de los reyes de la tierra. Con su mano derecha manifiesta el poder de Dios y bendice al ser humano, y con su mano izquierda sostiene el libro de la Vida. –– Aquí falta la mandorla, pero nos bendice de la misma forma y, en vez de un libro, sostiene la cruz, en la que nos ha salvado: ya está triunfante y resucitado (véanse los estigmas de las manos). Nótese también la cruz inscrita en la corona. Esta imagen de Jesús nos habla de un Jesús victorioso sobre la muerte y que nos salva. Pero hemos de descubrir también que es nuestro hermano.

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Dios nos promete un Salvador

Dios nos envía a un Salvador que nos libera del pecado Propósito Acompañar a los niños: E A reconocer el gesto de amor de Dios al prometer un Salvador y cumplir su promesa.

Sentido del título El tema presenta la promesa de Dios de enviar a Jesús como nuestro Salvador. Los niños descubren que Dios nos ama profundamente y por eso promete al Salvador para todos.

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Iniciamos con alegría XX Saludar

a los niños y los llamarlos por su nombre con alegría. la oración El regalo del Salvador. Procuramos transmitir alegría a los niños. XX Cantar No hay Dios tan grande como tú. XX Imagen: Mirar la imagen que abre el tema. –– Describimos brevemente la escena. ¿Qué personajes aparecen? –– Nótense claramente los dos planos simbólicos: la acción de Dios (dentro de la nube) y los tres personajes (¿Una familia? Y a la vez, símbolo de toda la humanidad). –– Preguntamos: ¿Qué nos dice la ilustración? –– Las manos de Dios nos ofrecen… un Salvador: Podía ser un niño (Jesús que se encarnó), pero a la vez tiene los estigmas (muerto y resucitado), con los brazos en forma de cruz. Y la corona con la cruz (glorificado)… –– ¿Qué sentimientos expresan las personas en la imagen? ¿Por qué tienen los brazos elevados? –– El Salvador no tiene rostro: él nos libra del pecado, pero se servirá de todos aquellos que nos ayudan a descubrirlo. XX Rezar

Miramos nuestra vida

La promesa incumplida XX Leer

o pedir a algunos de los niños que lean la historia de su libro de manera pausada. el diálogo entre los niños, a partir de las preguntas señaladas en su libro: –– ¿Qué le pasó a Carlos y cómo se sintió? –– ¿Qué es una promesa? –– ¿Es importante cumplir las promesas que se hacen? ¿Por qué? –– ¿A ti te han hecho una promesa alguna vez? ¿Cuál? –– ¿Has hecho una promesa? ¿La cumpliste? XX Reforzar la importancia de una promesa (ofrecimiento y compromiso) hacia una persona o grupo de personas, así como las consecuencias de cuando no se cumple. XX Suscitar

Jesús nos ilumina

La anunciación XX Los

niños ayudan a eer el texto de Lucas 1,26-38 en su libro y observan el dibujo. las preguntas propuestas en el libro del niño y escuchar atentamente las respuestas: –– ¿Qué te llamó la atención del texto? –– ¿Hay algo que nunca habías escuchado? –– ¿Qué del tema no está claro?

XX Hacer

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–– ¿Cómo describes a la Virgen María? –– ¿Qué le dijo el ángel a María sobre Jesús? –– ¿Por qué Dios nos mandó un Salvador? ¿Qué pasaría si Dios no cumple su promesa de mandar un Salvador?

Aprendemos con Jesús XX Pedir

•

• •

•

• •

a los niños que lean y comenten lo que dice su libro en esta misma sección. El mensaje que busca transmitir este tema es que Dios prometió, por medio de sus profetas, que enviaría un Salvador, quien liberará a su pueblo del sufrimiento y de la esclavitud. No todos entendían cómo podía ser ese salvador. El texto bíblico revela que la salvación de Dios llega en un lugar humilde, sencillo, lejos de las grandes ciudades de la época; lejos de quienes tienen poder, riqueza y gozan de honores. El mensaje de los profetas de Israel es claro con respecto a las promesas de Dios: la llegada del día de Yahvé (Amós), de la liberación o salvación para establecer una nueva alianza (Oseas, Jeremías) y el regreso del cautiverio (Isaías). El anuncio más importante de los profetas es el Mesías, gran esperanza para el pueblo. “Porque un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado: sobre sus hombros descansa el poder, y su nombre es: «Consejero prudente, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de la paz»" (Is 9,5). Se trata de una cita de la liturgia de Adviento que anuncia la llegada del Mesías. Los cristianos descubrimos el anuncio de la llegada de Jesús. “Pues el Señor mismo les dará una señal. ¡Miren! La joven está encinta y dará a luz un hijo, a quien le pondrá el nombre de Emmanuel” (Is 7,14). Emmanuel significa “Dios con nosotros”. La cita es también una profecía de la llegada de Jesús. La espera del Mesías tiene que ver con figuras políticas, sacerdotales o proféticas, asociadas con la figura del rey David, un gran rey de Israel. Se espera la llegada de un Mesías que será el verdadero rey o profeta, el hombre de la justicia y de la verdad. Jesús se manifiesta como un Mesías compasivo y misericordioso. Del lado de los más pobres, los enfermos, los despreciados. En Jesús se cumple la esperanza mesiánica.

Jesús es la promesa de Dios Los niños: XX Se presenta un párrafo al que le faltan algunas palabras. Los niños escriben las palabras que faltan, a partir del texto bíblico. Al final comentan la frase. Solución: nombre del niño; promesas; Admirable Consejero, Dios fuerte, Príncipe de Paz. La actividad tiene la finalidad de que el niño se aplique a sí mismo el hecho de que Dios envió a su Hijo para salvarlo. Al escribir las palabras del profeta Isaías se busca que el niño identifique otras maneras de reconocer a Jesús. XX En la segunda actividad, Carta a Dios, escriben una carta en la que expresan su agradecimiento a Dios por enviar al Salvador. Es importante que den gracias por todo lo que han recibido. Algunos pueden leer sus cartas.

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Mi compromiso con Jesús XX Invitamos

a los niños a pensar en una promesa que harán a Jesús. La van a escribir para recordarla durante la semana. Animamos y reforzamos la voluntad de cumplir la promesa. XX Pedir a algunos niños que compartan con el grupo su promesa a Jesús.

Platicamos con Dios a preparar el camino del Señor. Nos recuerda que es necesario estar preparados para la llegada de Jesús. Celebra el amor de Dios por cada uno de los niños. XX Oración: Rezar despacio la oración Gracias por enviar a Jesús. Invitar a los niños a dar gracias a Dios de manera espontánea por lo que quieran. XX Canto:Vamos

Para recordar

“El ángel anunció a los pastores el nacimiento de Jesús como el del Mesías prometido a Israel: ‘Les ha nacido hoy, en la ciudad de David, un salvador, que es el Cristo Señor’ (Lc 2,11)” (CEC 437). Al final todos juntos leemos el texto: Dios prometió, por medio de sus amigos, los profetas, que mandaría un Salvador para enseñarnos a vivir felices. ¡Y cumplió su promesa! ¡Dios siempre cumple sus promesas!

Con mi familia XX Pedimos

a los niños que realicen en familia una acción que fortalezca su fe y el seguimiento de Jesús. a los niños que para el siguiente encuentro traigan una foto de tres miembros de su familia, donde estén separados.

XX Recordamos

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Jesús es nuestro hermano

Jesús es Dios y hombre verdadero Propósito Acompañar a los niños: E A acercarse, de manera sencilla, al misterio de la Encarnación, a descubrir que Dios ha querido estar en medio de nosotros y es como nosotros. E A ver a Jesús como una persona que atravesó todas las etapas del desarrollo humano y con las características propias de su tiempo.

Sentido del título El niño se identificará con Jesús, como un ser humano cercano, que tiene todas las necesidades humanas, pero también reconocerá las diferencias. Jesús es verdadero hombre sin dejar de ser Dios.

Material • Póster de Superman u otro superhéroe • Póster de Jesús (no en la cruz ni en la resurrección) • Papelógrafos o fotos de niños en diferentes actitudes o acciones 43

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Iniciamos con alegría XX Acoger

a los niños con un ambiente alegre, cercano y cariñoso. tomamos todos de las manos y decimos juntos: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. XX La oración, ¡Gracias, Dios!, aclara el objetivo del tema y sirve de introducción para que los niños se sitúen en el contenido. XX Cantamos Hola, Jesús. XX Imagen: Mirar la imagen y describir brevemente la ilustración. Después, comentar: –– ¿Qué vemos en la ilustración? ¿Quién es la imagen central y más importante? ¿Por qué? –– Hay personas de todo tipo y edad… ¿A quién te pareces tú? ¿A qué otras personas que conoces, las comparas con alguien de la imagen? –– Jesús, con corona, está sentado (es Cristo en Majestad: es Dios), pero a la vez abraza a quienes están a su lado (es hombre verdadero). –– ¿Qué hacen los que están con él? ¿Posan para una foto? ¿Cantan o aclaman algo? –– ¿Cuántos son? ¡Doce! Porque todos, hermanos de Jesús, somos discípulos y misioneros. XX Nos

Miramos nuestra vida

¡Jesús es mi superhéroe! 1. El superhéroe

Presentar el póster de Superman u otro superhéroe. Ayudar a los niños a entender que un superhéroe es un personaje imaginario, no real. Hacer las siguientes preguntas: – ¿Cómo es Superman? ¿Qué poderes tiene? ¿Qué hace? – ¿Cómo llegó a la Tierra? ¿Quiénes fueron sus padres? – ¿En que se parecen al Superman? – ¿Ustedes pueden volar? ¿Tienen poderes mágicos? – ¿Creen que se parecen al superhéroe?

Superman es un personaje creado por la imaginación, un superhéroe que aparece en series de radio, televisión, películas, historietas y videojuegos. Nació en el planeta Krypton; sus padres lo enviaron a la Tierra en una nave espacial cuando era un niño, momentos antes de la destrucción de su planeta. Fue descubierto y adoptado por una pareja de granjeros que lo criaron con el nombre de Clark Kent y le inculcaron un estricto código moral. Desde joven Kent comenzó a mostrar habilidades superhumanas que usa para ayudar a la humanidad. Puede salvar, volar, rescatar a todos; las balas no lo lastiman. Pero no come; no siente frío ni calor; no sufre ni llora; no duerme ni es como nosotros.

2. Jesús Presentar el póster de Jesús. Preguntar a los niños qué saben de Jesús. Reafirmar con los niños que Jesús es un ser humano real, que tiene necesidades y sentimientos como nosotros, que es un hombre verdadero y también es Dios. Jesús nació en Belén hace más de 2000 años; tenía un papá adoptivo (José) y una mamá (María). 44

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Predicó una buena noticia de amor, ayudó a las personas, e hizo muchos milagros. Murió en la cruz, pero resucitó. Jesús iba a fiestas con su mamá, tenía amigos (Lázaro, Pedro, Juan); lloró cuando su amigo Lázaro murió; compartía la comida con los demás: dormía; sentía sed y hambre, frío; gozo y alegría. Preguntar a los niños: – ¿En qué nos parecemos a Jesús?

3. Yo Presentar papelógrafos con fotos de niños en diversas situaciones: Un niño nació de un papá y de una mamá, tiene hermanos. Va a fiestas; tiene amigos; llora, ríe, come y comparte la comida; siente hambre y sed, frío y calor; se baña, se alegra y es feliz con los que lo rodean. Es un ser humano. Preguntar a los niños: – ¿Se dan cuenta que muchas cosas que hacemos las hacía Jesús? Comparar los tres pósters y preguntar: – ¿A quién nos parecemos más? ¿Por qué? En su libro los niños anotan tres actividades que realizan un superhéroe, Jesús y un niño. También responden a la pregunta: – ¿A quién me parezco más? ¿Por qué?

Jesús nos ilumina

Uno como nosotros Los siguientes textos nos ayudan a darnos cuenta de la condición humana de Jesús: • Tres días después, hubo una boda en Caná de Galilea. La madre de Jesús estaba invitada. También lo estaban Jesús y sus discípulos (Jn 2,1-2). • Jesús estaba en la popa, durmiendo sobre el cabezal y lo despertaron, diciéndole… (Mc 5,38). • Jesús, fatigado por la caminata, se sentó junto al pozo. Era casi mediodía. Una mujer samaritana se acercó al pozo para sacar agua. Jesús le dijo: “Dame de beber” (Jn 4,6-7). • Jesús, al verla llorar, y a los judíos, que también lloraban, se conmovió y suspiró profundamente. Después les preguntó: “¿Dónde lo han sepultado?”. Ellos contestaron: “Ven, Señor, y te lo mostraremos”. Entonces Jesús comenzó a llorar (Jn 11,33-35). • Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a Juan. Comenzó a sentir miedo y angustia, y les dijo: “Me muero de tristeza. Quédense aquí y velen” (Mc 14,33-34). • “El Hijo de Dios trabajó con manos de hombre, pensó con inteligencia de hombre, obró con voluntad de hombre, amó con corazón de hombre. Nació de la Virgen María, se hizo verdaderamente uno de nosotros, en todo semejante a nosotros excepto en el pecado” (CEC 470). Después – ¿Qué – ¿Qué – ¿Qué

de leer, comentar las citas bíblicas y la del Catecismo, y preguntar a los niños: necesidades humanas tenía Jesús? sentimientos tenía igual que nosotros? es lo único en lo que Jesús es diferente a nosotros?

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Jesús y yo ¿somos parecidos? Los niños: En la tabla marcan con una X o una √ según corresponda. Realizan un dibujo en el que representen a Jesús cuando tenía su edad y haciendo algo agradable para él. Comentan entre todos la actividad.

Aprendemos con Jesús • En las comparaciones notamos que los superhéroes solo existen en nuestra imaginación; no son seres reales, sino el resultado de la fantasía. En cambio, Jesús sí es real: – Vive, ha venido al mundo para traernos el mensaje de amor del Padre y mostrarnos cómo quiere que vivamos. – Nos enseña el camino a seguir para ser felices. • Jesús es como nosotros: – Él, siendo Dios, se hizo hombre, nació y murió como todos los seres humanos, tuvo necesidades vitales: frío, calor; hambre y sed. – Manifestó sentimientos humanos: sufrió, se alegró. Realizó actividades como nosotros: trabajó, disfrutó de la compañía de las personas. Se parece a nosotros. • Las necesidades, actitudes y sentimientos de Jesús nos dicen que él es ser humano como nosotros, igual en todo a nosotros menos en el pecado. Vivió como hombre, siendo verdadero Dios. • La humanidad de Jesús subraya que es Dios y hombre. En el momento establecido por Dios, el Hijo único del Padre, la Palabra eterna, se hizo carne: sin perder la naturaleza divina asumió la naturaleza humana (cf. CEC 479). • Jesucristo es verdadero Dios y verdadero hombre; posee dos naturalezas, la divina y la humana, no confundidas, sino unidas en la única Persona del Hijo de Dios (cf. CEC 480-481). • “Cristo, siendo verdadero Dios y verdadero hombre, tiene una inteligencia y una voluntad humanas, perfectamente de acuerdo y sometidas a su inteligencia y a su voluntad divinas que tiene en común con el Padre y el Espíritu Santo” (CEC 482). • “La encarnación es, pues, el misterio de la admirable unión de la naturaleza divina y de la naturaleza humana en la única Persona del Verbo” (CEC 483).

Mi compromiso con Jesús Nos damos un abrazo para felicitarnos porque todos los seres humanos somos importantes para Dios, tanto que su Hijo Jesús se hizo como nosotros. En el cuaderno de actividades los niños responden a la pregunta:

– Si Jesús se hizo como yo, ¿qué puedo hacer para ser como él?

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Platicamos con Dios C anto: Yo tengo un amigo. O ración: ¡Gracias, Jesús!

Para recordar “El Hijo de Dios se ha hecho hombre, nuestro hermano, sin dejar de ser Dios” (CEC 469). Invitamos a los niños a leer la frase en su libro: Jesús es el Hijo de Dios; se hizo hombre. Él es nuestro hermano. Es hombre verdadero y también es Dios verdadero.

Con mi familia Animar a los niños a que pidan a su papá o a su mamá que revisen lo que hicieron ese día y que escriban qué harán ellos para ser como Jesús. Pedir a los niños que para la próxima sesión traigan una foto de su familia.

Notas

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La familia de Jesús es como la mía

Jesús creció junto a sus papás, José y María, los obedeció y aprendió lo que le enseñaron Propósito E Alegrarnos con los niños porque Jesús nació en una familia humana, parecida a la de todos nosotros.

Sentido del título Los niños y yo reconocemos que Jesús tiene una familia como la de todos y que creció siendo obediente a sus padres. Descubrimos lo especial de la familia de Jesús.

Material • Barritas de pegamento

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Iniciamos con alegría XX El

saludo. Ya tenemos confianza con los niños, saludarlos con cariño y preguntarles cómo está su familia. XX La oración: A mamá María, nos hace mirar a María no solo como la Madre de Jesús, sino como la mamá de todos. XX El canto. Entonar En el taller de Nazaret. La intención es ayudar a que los niños se imaginen cómo era un día en la vida de Jesús con sus papás. XX Imagen: Mirar la imagen centrándose en cada personaje. –– ¿Quiénes son? ¿Qué sentimiento refleja cada uno de ellos? –– ¿Cómo está Jesús? ¿Qué significa eso? ¡Creció con confianza en la familia de Nazaret! –– ¿Qué hace José? Protege a María (mano derecha), cuida a Jesús y parece que nos platica algo… ¿Qué? ¿Qué le diría a Jesús? ¿Y a nosotros? –– Mamá María, ¿qué piensa y siente? ¿Qué te dice a ti?

Miramos nuestra vida

La familia feliz XX Los

niños observan atentamente las dos imágenes. semejanzas y diferencias. La intención es que reconozcan que Jesús nació en una familia semejante a la suya y que hoy, Jesús quiere vivir en cada familia. XX Comentar las preguntas propuestas en el libro del niño y escuchar con interés las respuestas de los niños: –– ¿En qué se parecen las dos imágenes? –– ¿Cuáles son las diferencias entre las dos? –– ¿Cuál de estas dos familias imagino que está más feliz? –– ¿Una de las dos familias cambiará con la llegada del niño? ¿Por qué? –– Imagina que el niño Jesús llega a tu familia: ¿Qué pasará? ¿Qué vas a hacer? ¿Dónde va a dormir, quién lo va a cuidar? XX Comentan

Jesús nos ilumina

El nacimiento de Jesús XX Los

niños leerán el texto bíblico Lucas 2,1.4-7.

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La ciudad donde nació Jesús XX Los

niños completan los espacios con las palabras: Nazaret, Belén, Belén. XX Los niños comentan cómo se imaginan la llegada de José y María a Belén, y relatan la historia con sus palabras. XX Motivar a los niños a contestar las preguntas propuestas: –– ¿Por qué María acostó a su hijo en un pesebre? –– ¿De qué familia era José?

Aprendemos con Jesús • Dios eligió nacer en una familia humana, que Él mismo formó. Vivían en un pueblo pequeño de las orillas del Imperio romano. Precisamente allí, en la periferia, en un pueblo sin importancia, se inició la historia más santa y buena: la de Jesús entre nosotros. • Dios quiso que su Hijo Jesús fuera de una familia que experimentó dificultades como la pobreza, el destierro (cuando tuvieron que huir a Egipto), el miedo, el dolor, la muerte. La familia de Jesús vivió lo mismo que muchas familias pobres de la ciudad. • Jesús, José y María llevaron una vida sencilla en Nazaret. Jesús estuvo con su familia treinta años. Durante ese tiempo no hizo nada extraordinario. En Nazaret todo sucedía “normalmente”, según las costumbres de una piadosa y trabajadora familia israelita: se trabajaba, la mamá cocina, hace todas las cosas de la casa… El papá, carpintero, trabajaba, enseñaba al hijo a trabajar. • La Sagrada Familia es un ejemplo para las familias de hoy, ellos son un modelo de comunidad de amor y reconciliación, donde se experimenta la ternura, la ayuda mutua y el perdón recíproco. • Los niños pueden aprender mucho del comportamiento de Jesús. Lo mismo las mamás de las atenciones de María hacia su Hijo. Y cuánto pueden aprender los padres del ejemplo de José, hombre justo, que dedicó su vida a sostener y a defender al niño y a su esposa, su familia, en los momentos difíciles. • Cada familia cristiana (como hicieron María y José) puede acoger a Jesús, escucharlo, hablar con Él, custodiarlo, protegerlo, crecer con Él; y así mejorar el mundo. • La clave de la familia de Nazaret es muy sencilla: la obediencia incondicional a la voluntad amorosa de Dios, haciendo de su familia un santuario del amor y de la vida. • En el seno de la familia se cultiva lo mejor del ser humano, aprendemos a pensar, a profundizar, a reflexionar. Es en la familia donde aprendemos las virtudes, el respeto, la honradez, la generosidad, la responsabilidad, el amor al trabajo, la gratitud. La familia, decía san Juan Pablo II, es la primera y más importante escuela de amor. XX Animar a los niños para que completen las actividades sobre la familia de Jesús y sobre su familia. XX Los niños escriben las características de José, de María y de Jesús. Pueden apoyarse en la sección “Aprendemos con Jesús”. XX Luego, pegan las fotos de los tres miembros de su familia y escriben las características de cada uno. XX Terminada la actividad, preguntar a los niños: –– ¿En qué se parecen las dos familias? –– ¿En qué son diferentes?

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Mi compromiso con Jesús XX Pedir

a los niños que piensen y escriban un detalle de amor hacia su familia.

Platicamos con Dios Leer ¡Gracias por mi familia! Con ella invitamos a los niños a que den gracias por su familia. La Sagrada Familia.

XX Oración: XX Canto:

Para recordar “Cristo quiso nacer y crecer en el seno de la Sagrada Familia de José y de María” (CEC 1655). Invitamos a los niños a leer la frase en su libro: Jesús quiso nacer y crecer en el seno de la Sagrada Familia de José y de María.

Con mi familia XX Guiamos

a los niños para que al realizar la actividad se orienten a mejorar en la familia los gestos de atención, cariño y servicio, entre todos.

Notas

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Jesús nos anuncia el Reino de Dios

El Reino de Dios es como un tesoro escondido Propósito Acompañar a los niños: E A disfrutar del Reino que Jesús nos propone es una muy Buena Noticia, algo muy valioso, un tesoro que vale la pena descubrir.

Sentido del título La misión de Jesús consistió en anunciar el Reino de Dios. El título y el enunciado invitan a reflexionar en cómo Jesús anuncia el Reino: lo hace a través de ejemplos (el tesoro, la perla) y de la llamada a la conversión.

Material • Cuaderno • Regalos para los niños, un pequeño detalle para cada niño: dulces, lápices, un cuaderno pequeñito

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Iniciamos con alegría XX El

saludo. Saludar a los niños y dirigirse a cada uno por su nombre. Preguntarles cómo les fue durante la semana. XX La oración. Rezar Sencillo y transparente. Dirigirse a la Virgen María y pedirle un corazón limpio, que nos prepare a entrar en el Reino de Dios, pues Jesús dijo que el Reino es de los sencillos y de los niños. XX Canción. Cantar Quiero construir un mundo mejor. Preparar a los niños para captar que en el Reino de Dios no hay guerras, sino paz y justicia. XX Imagen: Mirar la imagen y describir lo que vemos en ella. –– Tres personajes (Dios, Jesús, un niño) y dos escenas: preguntamos qué se imaginan al ver la escena. –– Jesús, sentado, pero no en un trono, sino en el suelo, habla (el dibujo de un caracol cerca de la boca hace referencia a que ese personaje habla). Y extiende su mano hasta la cabeza/oído del niño. –– El niño, escucha… y también habla. –– Jesús da un mensaje al niño: le descubre un tesoro escondido… –– Papá Dios los contempla y escucha que Jesús anuncia el Reino. –– Imagina que eres ese niño: ¿Qué le preguntarías tú a Jesús? ¿Qué le dirías?

Miramos nuestra vida

El tesoro del rey XX Escuchar

el cuento que hay en el libro del niño con este título.

Encuentra un tesoro XX Jugar

en grupo. El juego consiste en que presentamos tres o cuatro pruebas que los niños habrán de superar en equipos. La intención del juego es hacer vivir a los niños el esfuerzo que requiere la búsqueda de un tesoro y la emoción que se siente al encontrarlo y ganar. • Retos de conocimientos –– ¿Cómo se llama el pueblo en el que nació Jesús? Belén. –– ¿Qué promesa hizo Dios Padre? La venida de un Salvador. –– ¿Jesús es político, militar, empresario? No, es el Mesías prometido. • Retos de actividades físicas –– Brincar diez veces solo con el pie derecho. –– Brincar diez veces solo con el pie izquierdo. –– Sentarse y pararse en su lugar quince veces. –– Correr de su lugar a la puerta cinco veces. –– Hacer cinco lagartijas.

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• Retos de pistas –– Encuentra el mensaje oculto (puede ser este u otro que el catequista considere adecuado a su grupo de niños): DJIHOPS SWIBEZMYPTRXE CQUXMIPGLAE SYUXS PMRAOÑMCENSTAMS (Solución: “Dios siempre cumple sus promesas”, en el mensaje oculto se debe leer una letra sí y una no en cada “palabra”). –– Códigos secretos: ¿Qué palabra hay aquí?

Leyenda

†

‡

¿ ?

†

¿ ?

¿ ? σ

Solución: JESÚS • Resolver rompecabezas, participar en juegos de mesa… XX Después

de llevar a cabo los retos, los niños están listos para recibir el tesoro. A los ganadores les entregamos un regalo: dulces, lápices, un cuaderno pequeñito, etc. XX Preguntar a los niños: –– ¿Qué les pareció la actividad? –– ¿Por qué se esforzaron? –– ¿Qué sintieron a la hora de recibir el tesoro? –– ¿Valió la pena esforzarse?

Jesús nos ilumina

El tesoro y la perla XX Pedir

a los niños que lean los textos de Mateo 13,44-46 y Mateo 4,17. XX Comentar las respuestas a las preguntas del libro del niños, procurando escuchar a los niños con mucha atención: –– ¿Por qué quien encuentra el tesoro se llena de alegría? –– ¿Por qué quiere comprar el campo donde está el tesoro? –– ¿Qué hay que hacer cuando llegue el Reino de los cielos?

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Aprendemos con Jesús • El reino de Dios se identifica con Jesús, con su presencia y acción entre los hombres. Expresa también la absoluta soberanía de Dios sobre toda la creación. Indica la presencia y la actividad misteriosa de Dios en el mundo y en el hombre para liberarlos del mal. • Lo contrario al Reino es el pecado, la situación en que hombres y mujeres se alejan de la voluntad de Dios, generan situaciones que conducen a la muerte y se destruyen a sí mismos. • Jesús hace presente el Reino, poniendo amor donde hay odio y esperanza de futuro donde toda esperanza se agota. • Jesús anuncia que el Reino ha llegado e invita a aceptar el Evangelio, la Buena Nueva. • El Reino es un don que Dios ofrece, por eso es objeto de petición: “Padre, venga a nosotros tu Reino”. • Jesús explicó la realidad del Reino a través de parábolas: la parábola del sembrador, del trigo y la cizaña, la semilla de mostaza, la levadura, el tesoro escondido, la perla de gran precio, la red (cf. Mt 13). En Marcos también encontramos algunas parábolas del Reino (4,1-34), así como lo que necesitamos para entrar en é (Mc 10,13-16). • El evangelio de Lucas nos invita a entrar por la puerta angosta para entrar en el Reino (Lc 13,22-30).

Mi conversión a Jesús XX Pedir

a los niños que relacionen las columnas: ¿Qué pasos pueden dar para estar cerca de Jesús? Se trata de asumir el llamado a la conversión revisando las actitudes que los acercan o alejan de Jesús: Las parejas de palabras son: PP Hacer berrinches en casa –Tener calma en casa PP Desobedecer a mis padres – Obedecer a mis padres PP Pedir las cosas con gritos – Pedir las cosas por favor y dar gracias PP Hablar con groserías – Hablar correctamente PP Pegar o patear a otros niños – Respetar a todos los niños y niñas PP Burlarme de las personas – Respetar a las personas PP No prestar mis cosas – Compartir mis cosas PP Poner apodos – Llamar a las personas por su nombre PP Decir mentiras – Decir siempre la verdad PP Tomar cosas que no son mías – Pedir las cosas prestadas

Mi compromiso con Jesús El Reino de Dios se recibe mediante la conversión, se construye a través de actitudes y acciones concretas. XX Invitar a los niños a escribir en su libro cómo pueden ayudar a Jesús a construir el Reino de Dios en la ciudad. Les animamos a reflexionar sobre lo que pueden hacer para: • Promover la paz en la escuela. • Cuidar de que ningún niño haga bullying a otros. XX Luego, animarlos a compartir sus respuestas. Escuchar a todos con atención y respeto. 55

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Platicamos con Dios XX Oración:

Venga a nosotros tu Reino. Retoma el tema de la conversión y propone un pequeño acto de arrepentimiento. Conecta el tema del Reino con la oración del Padrenuestro. XX Canto: Busca primero el Reino de Dios, resalta que lo prioritario en la vida de los discípulos de Jesús es buscar el Reino de Dios.

Para recordar “Porque el Reino de Dios no consiste en una comida o bebida determinada; consiste en la fuerza salvadora, en la paz y la alegría que proceden del Espíritu Santo” (Rom 14,17). Invitamos a los niños a leer la frase en su libro: El Reino de Dios está presente entre nosotros cuando hay paz, felicidad, justicia y amor.

Con mi familia XX Proponer

el compromiso con uno de los valores del Reino: construir la paz en la familia.

Notas

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Jesús ama a los pobres

Quien ayuda a un pobre, ayuda a Jesús Propósito Acompañar a los niños: E A descubrir que Dios tiene un amor preferencial por los más pequeños, los pobres, los desvalidos y marginados, al grado de que Jesús se identifica con ellos.

Sentido del título El enunciado nos comunica el hecho de que Jesús ama tanto a los más pobres que incluso se identifica con ellos. Por eso, cuando se realizan acciones que ayudan a los más necesitados, ayudamos y servimos a Jesús, estamos más cerca de él.

Material • Cuaderno • Dados • Dulces para los niños ganadores

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Iniciamos con alegría XX El

saludo. Saludar con alegría y echarle una porra a Jesús. XX La oración: Por los pobres. Desde el principio, ayudar a los niños a situarse en el tema de reflexión, a pedir por los pobres del mundo. XX El canto: Este día será bendecido, incluye un párrafo sobre los pobres. XX Imagen: Mirar la imagen y describir lo que vemos en ella. –– ¿Cuál es la actitud de Jesús? ¿Qué expresa su rostro? ¿Y sus manos? –– ¿Por qué podemos decir que esos cinco personajes son pobres? –– Jesús ama a los pobres porque los acoge como son… y los ayuda a cambiar. –– ¿Quién puede ser el personaje de la derecha? ¿Acoge también él a los pobres o pertenece a su grupo? Sin embargo tiene su misma mirada… Quizás también él es pobre y necesita ser acogido y cambiar. –– Jesús está en un plano superior: lo que nos dice, lo que hace, es modelo para nosotros.

Miramos nuestra vida XX Leer

el cuento El niño que no sabía de los pobres. La intención es presentar a los niños la idea de que cuando vivimos encerrados solo en nosotros mismos podemos ignorar la presencia de los pobres y necesitados a nuestro alrededor. XX Al final, dar unos minutos a los niños para que lean las preguntas de su libro y reflexionen a partir de la historia propuesta en el cuento. Luego comentarlas entre todos: –– ¿Por qué el niño actuaba de manera inadecuada? –– ¿Cuáles eran sus acciones? –– ¿Por qué ignoraba que en el mundo y cerca de él había pobres? –– ¿Cómo le podemos ayudar a este niño a darse cuenta de los pobres?

Jesús nos ilumina

Los mensajeros de Juan el Bautista XX Los

niños leen el texto bíblico Mateo 11,2-5. Se hace énfasis en cómo Jesús les da una buena noticia a los pobres y cómo nosotros estamos llamados a ayudar a los pobres. XX Comentar las preguntas del libro del niño: –– ¿Qué fueron a preguntarle a Jesús los discípulos de Juan el Bautista? –– ¿Qué le pasa a los ciegos, a los cojos, a los leprosos, a los sordos, a los muertos? –– ¿A quiénes se les anuncia la Buena Nueva?

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Aprendemos con Jesús El anuncio del Reino de Dios es una buena noticia para los pobres y excluidos: “Dichosos los pobres, porque de ustedes es el Reino de Dios” (Lc 6,20). XX El Evangelio muestra los elementos esenciales del ministerio de Jesús. Jesús hace suyas las palabras del profeta Isaías: “El espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para anunciar la buena noticia a los pobres; me ha enviado a proclamar la liberación a los cautivos, a dar la vista a los ciegos, a libertar a los oprimidos” (Lc 4,18). XX El Evangelio no enseña que la riqueza sea mala. El riesgo está en que la riqueza puede convertirse en contraria a Dios, haciéndose principio de idolatría, dominio; enfrenta a los seres humanos entre sí y tristemente dirige la vida de las personas y comunidades. XX La pobreza evangélica es una experiencia de amor, de vida compartida, actitud de servicio particularmente a los más necesitados. XX En tiempo de Jesús existían varios tipos de pobres, que se pueden identificar con los pobres de nuestros días, en nuestra ciudad. Pobres en sentido material, necesitados que pueden vivir de su trabajo; otros carecen de todo, solo pueden vivir pidiendo limosna. También hay pobres en sentido social y espiritual; los marginados por diversos motivos: pecadores, delincuentes y enfermos. Aquí se reflejan todas las pobrezas de la humanidad. Jesús se dirige antes que a nadie, a los más necesitados, a los más desfavorecidos. XX La grandeza de las personas delante de Dios está relacionada con las obras de asistencia que se hacen a los más desfavorecidos (cf. Mt 25,31-46). XX

El juego de las obras de misericordia XX Preparar

a los niños y los materiales necesarios: • Se recomienda organizar a los niños en parejas o en grupos de 5 o 6. • Para cada grupo se necesitará un dado. • A cada niño se le dará una semilla que pondrán en el tablero (como tablero se puede utilizar el que aparece en el mismo libro del niño). • Lanzarán el dado por turnos (4 máximo) y avanzarán tantas casillas como lo indique el dado. • Si caen en un espacio con una obra de misericordia ganarán 15 puntos. • Si caen en un espacio sin obra de misericordia ganarán los puntos indicados en el espacio (ejemplo: si caen en la casilla marcada con el número 1, ganan un punto; si caen en la casilla marcada con el número 3, ganan tres puntos). • Irán anotando sus puntos en la Tarjeta de puntos de su libro. • Quien acumule más puntos después del cuarto turno es el ganador. XX Después del juego repasamos las obras de misericordia y comentamos entre todos: –– Si Jesús ama a los pobres, ¿le interesará que hagamos obras de misericordia? ¿Por qué? –– ¿Cuál de las obras de misericordia que están en el juego te llama más la atención? ¿Por qué? La actividad tiene la intención de mostrar a los niños que realizar las obras de misericordia es una forma de anunciar el reino de Dios a los pobres. Tal como lo hizo Jesús.

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Mi compromiso con Jesús XX Invitar

a los niños a elegir una obra de misericordia del juego y que ellos puedan realizar. XX Cumplir esa obra de misericordia es el compromiso con Jesús para esta semana.

Platicamos con Dios Los pobres: ¡los mejores amigos de Jesús! Sensibiliza a los niños para pedir por los niños necesitados en diversas situaciones. Al finalizar, invitar al grupo a dar gracias por alguna razón que ellos quieran. XX Canto: Que canten los niños, es alegre y recuerda los anhelos de los niños. XX Oración:

Para recordar “Las obras de misericordia son acciones caritativas mediante las cuales socorremos a nuestro prójimo en sus necesidades corporales y espirituales (cf. Is 58,6-7; Heb 13,3). Instruir, aconsejar, consolar, confortar, son obras espirituales de misericordia, como también lo son perdonar y sufrir con paciencia. Las obras de misericordia corporales consisten especialmente en dar de comer al hambriento, dar techo a quien no lo tiene, vestir al desnudo, visitar a los enfermos y a los presos, enterrar a los muertos (cf. Mt 25,31-46)…” (CEC 2447). Invitamos a los niños a leer la frase en su libro: Las obras de misericordia corporales son siete: –– Visitar a los enfermos. –– Dar de comer al hambriento. –– Dar de beber al sediento. –– Dar posada al peregrino. –– Vestir al desnudo. –– Visitar a los encarcelados. –– Enterrar a los muertos.

Con mi familia XX Animar

a los niños a elegir una obra de misericordia con su familia y a realizarla entre todos.

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Jesús cura a todos

Jesús cura las enfermedades y el corazón Propósito Acompañar a los niños: E A reconocer el poder y el amor de Jesús para sanar a las personas.

Sentido del título La intención del título, como el de la frase, es hacernos sensibles y comprender que Jesús se compadece de las personas enfermas. Tiene poder y amor para sanar las enfermedades y el corazón de las personas; es y puede más que un médico.

Material • Música (grabadora, CD, bocina) • Un medicamento, venda, curita, gasa…

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Iniciamos con alegría XX El

saludo. Saludar a los niños con alegría y preguntarles qué han hecho en la semana, qué han escuchado y cómo se sienten. XX La oración, Quiero seguir tus pasos, crea una atmósfera para que los niños sientan a Jesús cercano como amigo y lo miren como un modelo a seguir. XX Cantamos Estamos de fiesta con Jesús, nos ayuda a ver con alegría a Dios, que es poderoso, sana, salva, bautiza y limpia. XX Imagen: Mirar la imagen y describir lo que vemos en ella. –– Además de Jesús, hay siete personajes. ¿Quién es cada uno de ellos y a qué grupo pertenecen? –– “Jesús cura a todos”: ¿Cómo lo hace aquí? –– Notamos: Jesús se inclina (se acerca) y agarra de la mano (toca…) a un paralítico… que comienza a levantarse. –– ¿Quiénes son los personajes de la izquierda detrás del paralítico? ¿Familiares? ¿Discípulos? ¡Testigos de los signos de Jesús! –– ¿Quiénes son los personajes del centro, seguros en sus bastones, en su ropaje y en sus leyes? ¡No perciben ni aceptan los signos de Jesús! –– ¿Quiénes son los personajes del fondo? ¡Tienen esperanza de ser curados por Jesús! –– ¿A quién ha curado Jesús? ¿A quién ha curado su corazón?

Miramos nuestra vida

Contagiados y aliviados En el grupo jugamos a un juego conocido con el nombre del “cerillo quemado” o “la papa caliente”. El juego genera en los niños el deseo de no quedarse con el objeto cuando se para la música. Desarrollo del juego: XX Los niños mueven las sillas y forman un círculo. XX Mientras suena la música, se pasan con rapidez un artículo para enfermos (medicina, venda, curitas…). Lo avientan para no “perder”. XX Todos gritan “¡Contagiado!”, cuando alguien se queda con el objeto al parar la música. XX Cada niño “contagiado” se irá a un rincón del salón, y se pondrá de espaldas al grupo. XX El juego seguirá hasta que quede un ganador que al final irá con cada uno de sus compañeros y les dirá: “¡Aliviados!”. XX Es importante que los niños comenten cómo se sintieron en el juego con preguntas como estas: –– ¿Cómo nos sentimos cuando nos dijeron “Contagiados” y tuvimos que salir del círculo? –– ¿Cómo nos sentimos cuando nos dijeron “Aliviados”? –– ¿Cómo se sintió quién alivió a sus compañeros? XX Para concluir esta sección, pedir a uno o varios niños que lean la información que está al final de esta sección en el libro del niño: • La enfermedad produce malestar del cuerpo y, muchas veces, también tristeza en el corazón.

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• Existen enfermedades que no afectan a nuestro cuerpo, pero sí a nuestra mente, a nuestros sentimientos y a nuestro espíritu. • Es necesario que muchas personas sean liberadas de la enfermedad de su cuerpo y otras sean liberadas de la enfermedad de su espíritu.

Jesús nos ilumina

Jesús es el gran médico XX Pedir

a los niños que lean el texto bíblico Mateo 4,23-25. todos comentar las respuestas a las siguientes preguntas: –– Menciona todo lo que hacía Jesús. –– ¿A quiénes le trajeron a Jesús? –– ¿Qué hacía Jesús con aquellos que le llevaban?

XX Entre

Píldoras de amor para la enfermedad Con esta actividad despertamos en los niños actitudes positivas hacia los enfermos. XX En el libro del niño aparecen una serie de palabras que expresan actitudes. XX Los niños relacionan las enfermedades del recuadro central con algunas actitudes positivas. Todas las respuestas son correctas. XX Marcan con una X las actitudes que no ayuden a las personas enfermas: odio, desesperación, soledad.

Aprendemos con Jesús XX Jesús

socorre al que está en dificultad y pasa necesidad. En su ministerio él cura a muchos de sus enfermedades, dolencias y malos espíritus, da la vista a los ciegos, hace caminar a los cojos, devuelve la salud y la dignidad a los leprosos, resucita a los muertos y a los pobres les anuncia la buena nueva (cf. Lc 7,21-22). XX Jesús manifestó la presencia del Reino de Dios precisamente a través de las curaciones: “Vayan y cuenten a Juan lo que están oyendo y observando: los ciegos ven y los cojos andan; los leprosos quedan limpios y los sordos oyen; los muertos resucitan” (Mt 11,4-5). XX Pero el amor animado por la fe hace que pidamos para los enfermos algo más grande que la salud física: pedimos la paz, la serenidad de la vida que parte del corazón y que es don de Dios, fruto del Espíritu Santo que el Padre da a todos los que lo piden con confianza. XX Cada vez que ayudamos al que sufre, o cuando estamos enfermos, tenemos la ocasión de cargar sobre los propios hombros la cruz de cada día y seguir al Maestro (cf. Lc 9,23); Jesús nos ayuda a encontrar sentido al sufrimiento. XX Ayudar y confortar a los enfermos es actuar como Jesús, con gran sabiduría del corazón. Algunos enfermos tienen necesidad de asistencia: requieren ayuda para lavarse, vestirse y alimentarse. Es un servicio que fatiga, pero la fe y el amor nos mueven a ello. Es importante comenzar por los enfermos que están en casa.

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Mi compromiso con Jesús XX Pedir

a los niños que identifiquen a alguna persona enferma cercana a ellos y que propongan una acción para ayudarla. XX Si no conocen a nadie, recomendarles que durante la semana hagan oración por los niños enfermos, especialmente por los más graves y los que están a punto de morir (con especial cuidado si en el grupo hay algún caso cercano o algún familiar de los niños en estas situaciones).

Platicamos con Dios Petición por los enfermos, invita a los niños a pedirle a Jesús por los enfermos que conocen. Sáname, Señor, nos ayuda a entender que todos necesitamos ser sanados por Jesús.

XX Oración: XX Canto:

Para recordar Invitamos a los niños a leer la frase en su libro: “Jesús anunciaba la buena noticia del Reino y sanaba las enfermedades y las dolencias del pueblo” (Mt 4,23).

Con mi familia XX Sugerimos

a los niños que jueguen a Contagiados y aliviados con su familia. XX Guiamos a los niños para que propongan en su familia realizar juntos el compromiso que el niño adquirió en la sección “Mi compromiso con Jesús”.

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Jesús perdona a todos

Jesús es misericordioso Propósito Acompañar a los niños: E A reconocer en Jesús a un Dios misericordioso, que se compadece de nuestra pequeñez y fragilidad, si pedimos perdón.

Sentido del título Jesús no hace distinción de personas cuando de perdonar se trata. Ese es el mensaje que trata de transmitir el título: perdona a todos y perdona siempre. La frase recalca el mensaje del título: Jesús es misericordioso porque siempre se compadece de todos y ofrece su ayuda.

Material • Colores

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Iniciamos con alegría XX El

saludo. Recibir a los niños con alegría, llamar a cada uno por su nombre, y así mostrarles el amor que tenemos por ellos. XX Leer juntos el propósito del tema. XX La oración. Todos recitamos la oración del libro del niño, Enséñame a ser misericordioso, que prepara al evangelio de la oveja perdida. XX El canto, Tienes que ser un niño, dispone a recordar que las actitudes de los niños son esenciales para comprender el reino de los cielos. XX Imagen: Mirar la imagen. –– Invitar a los niños a describir la actitud de Jesús… ¿Qué hace? ¿Qué piensa? ¿Qué siente? –– Téngase en cuenta que es Jesús glorificado: nótense los estigmas de la pasión en sus manos… –– ¿Qué expresa la cara y el gesto del niño? ¿Qué le ha sucedido? –– Tres cruces acompañan la imagen: ¿Qué pueden significar? ¿Por qué consideran que una cruz sea más grande que las otras dos? ¡Una y otra vez necesitamos el perdón de Jesús, que siempre es misericordioso y nos perdona! –– ¿Qué pueden hacer para que Jesús los abrazara y acogiera como al niño de la imagen? ¿Cuándo nos hemos sentido así?

Miramos nuestra vida

El pleito de Karina y Pepito XX Observar

la ilustración que acompaña al relato y leer con los niños la historia propuesta. Responder a las preguntas del libro del niño: –– ¿Por qué Karina está muy enojada? –– ¿Karina hace bien en desquitarse de lo que le hizo su hermano? ¿Por qué? –– ¿Tú qué harías en el lugar de Karina? XX Los niños comparten sus respuestas y entre todos preparan el final de la historia.

Jesús nos ilumina

Parábola de la oveja perdida XX Los

niños leen el texto bíblico de Lucas 15,4-7. Que observen también el dibujo que acompaña al relato. un momento y animar a los niños a responder a las preguntas propuestas en su libro y compartir las respuestas: –– ¿Qué hizo el que perdió la oveja cuando la encontró? –– ¿Qué es una oveja descarriada? –– ¿Qué pasa en el cielo cuando un pecador se convierte?

XX Dar

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Aprendemos con Jesús la gravedad del pecado, Dios responde con la plenitud del perdón. La misericordia siempre será más grande que cualquier pecado y nadie podrá poner un límite al amor de Dios, que perdona. XX Los salmos destacan la grandeza del proceder divino: “Él perdona todas tus culpas, y sana todas tus enfermedades. Él rescata tu vida de la tumba, y te colma de amor y de ternura” (Sal 103,3-4). XX “Paciente y misericordioso” son dos palabras que se utilizan con frecuencia en el Antiguo Testamento para describir la naturaleza de Dios. Su ser misericordioso se constata en numerosas acciones de la historia de la salvación, donde su bondad prevalece por encima del castigo y de la destrucción. XX La misericordia de Dios no es una idea abstracta, sino una realidad concreta con la cual Él revela su amor, que es como el de un padre o el de una madre que se conmueven en lo más profundo de sus entrañas por el propio hijo. Se trata realmente de un amor “visceral” que proviene desde lo más íntimo, como un sentimiento profundo, natural, hecho de ternura y compasión, de indulgencia y de perdón. XX El evangelio de Lucas nos presenta tres parábolas dedicadas a la misericordia: la oveja perdida, la moneda extraviada, el padre y los dos hijos (cf. Lc 15,1-32). En ellas, Jesús revela que Dios es un Padre que jamás se da por vencido; no descansa hasta que disuelve el pecado y supera el rechazo con la compasión y la misericordia. Dios siempre se llena de alegría cuando perdona. XX Jesús afirma que la misericordia no es solo el obrar del Padre, sino que es el signo que distingue a sus verdaderos hijos. Así entonces, los creyentes estamos llamados a practicar la misericordia, porque a nosotros, en primer lugar, se nos ha aplicado. El perdón de las ofensas es la expresión más evidente del amor misericordioso y un imperativo del que los cristianos no podemos prescindir. XX El perdón es el mejor medio que tenemos en nuestras frágiles manos para alcanzar la serenidad del corazón. Dejar caer el rencor, la rabia, la violencia y la venganza son condiciones necesarias para vivir felices. XX Ante

Mi arrepentimiento XX Los

niños iluminan la palabra “Perdón”, preferentemente con colores vivos. XX Los niños llenan el recuadro con dos columnas: “Ofensas que he hecho” y “Ofensas que me han hecho”. XX Cuando terminen, comentar qué pueden hacer para perdonar las ofensas.

Mi compromiso con Jesús XX Invitar

a los niños a reflexionar cada noche, es decir, a examinarse para tratar de recordar si: PP Durante el día ofendieron, pelearon, contestaron mal... PP Si alguien los ofendió y lo perdonaron. XX Explicarles que si descubren que han ofendido a alguien, un compromiso puede ser buscar a la persona al día siguiente para pedirle perdón. También, que si alguien los ofendió, el compromiso es perdonar a la persona y la ofensa.

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Platicamos con Dios Rezar un Padrenuestro y nos fijarse de manera especial en la petición “Perdona nuestras ofensas, así como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden”. XX Canto: Cantar Ovejita perdida, ven. XX Oración:

Para recordar “Dios es rico en misericordia y nos tiene un inmenso amor” (cf. Ef 2,4). Invitamos a los niños a leer la frase en su libro: Dios siempre nos perdona porque nos ama. Nosotros también perdonamos.

Con mi familia XX Motivar XX También

a los niños a que practiquen perdonar las ofensas entre los miembros de la familia. a que recen juntos en su casa un fragmento del Salmo 51,12-14 (en el libro del niño).

Notas

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Jesús da la vida por mí

Jesús entrega su vida por amor a sus amigos Propósito Acompañar a los niños: E A reconocer que por amor Jesús nos entrega todo, hasta su propia vida.

Sentido del título El título ayuda a que los niños y yo valoremos que Jesús ha hecho la entrega total de su vida por cada uno de manera personal y así cada uno se puede considerar amigo de Jesús.

Material • Colores • Una cruz

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Iniciamos con alegría XX El

saludo. Recibir a los niños, saludar a cada uno con un beso y llamarlos por su nombre. XX Oración Gracias por tu amor. Es una acción de gracias que nos prepara y adelanta el contenido central del tema. XX Canto El diablo está enojado. Reflexionar el canto con los niños y enlazar con el título del tema, Jesús da la vida por mí. XX Pedir a los niños que observen la imagen que abre el tema. XX Imagen: Mirar y contemplar la imagen. –– ¿Qué momento de la vida de Jesús representa? –– Jesús “entrega su vida por nosotros”. ¿Cómo lo hace de forma definitiva? –– Contemplamos a Jesús, que muere en la cruz… Dios es testigo y está presente en ese momento (nube y rayos…) –– En la cruz pone INRI. ¿Qué significa? [Iesus Nazarenus, Rex Iudeorum: Jesús de Nazaret, Rey de los judíos]. –– Jesús habla desde la cruz. ¿Qué palabras dijo? Podemos recordar alguna de las “siete palabras”. Por ejemplo: “Todo se ha cumplido”. O “En tus manos encomiendo mi espíritu”. –– Imagínate al pie de la cruz, como María y el discípulo amado. Puedes incluso dibujarte…

Miramos nuestra vida

Lo que estoy dispuesto a compartir XX Plantear

a los niños la siguiente situación: lo que el niño probablemente no sería capaz de compartir (juguete o ropa favorito), y lo que probablemente sí compartiría (lo que usa menos y sabe que alguien más lo necesita). La situación didáctica prepara al niño para reflexionar cómo Jesús sí está dispuesto a compartir y nos ha entregado lo más valioso: su propia vida. XX Dialogar con los niños las preguntas que se proponen en el libro del niño y la información complementaria: –– ¿Regalarías esa ropa o cosa favorita? –– ¿Podrías hacer felices a algún otro niño que no tiene juguetes? –– ¿Desearías regalárselos sabiendo que esos niños lo necesita mucho? Conclusiones: • Es difícil regalar lo que más queremos o más nos gusta. A veces nos cuesta trabajo regalar hasta lo que no utilizamos mucho. • Muchas veces la entrega puede ser dolorosa. • Saber que alguien más necesita lo que tenemos nos anima a compartir. • Jesús, nuestro amigo, sí compartió algo más que juguetes con nosotros: la vida.

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Jesús nos ilumina

Jesús entrega su vida por nosotros XX Leer

los textos bíblicos Juan 10,18 y Juan 19,28-30. las preguntas propuestas en el libro del niño: –– ¿Quién obligó a Jesús a dar su vida? –– ¿Cómo muestra la ilustración a Jesús? –– ¿Qué frases dijo Jesús en la cruz? –– ¿Qué le dieron a beber a Jesús? –– ¿Qué pasó después? –– ¿Qué sentiría Jesús en la cruz? XX Escuchar las respuestas y hacer un resumen de las ideas principales que hayan salido XX Comentar

Aprendemos con Jesús XX Los

evangelios nos enseñan que Jesús tenía plena conciencia de su llamado a entregar su vida: Mc 8,31; 9,31; 10,33; Jn 10,18; 15,13. XX Al llegar la hora de entregar la vida, Jesús experimenta miedo y angustia (cf. Mt 26,37-38). En la oración, Jesús pone en manos del Padre su situación y acepta entregarse a la muerte porque en ello ve la voluntad de Dios (cf. Mt 26,39.42). XX Jesús es llevado ante Caifás (cf. Lc 22,54); ante Pilato (cf. Mc 15,1); ante Herodes (cf. Lc 23,6-10); y de regreso a Pilato (cf. Lc 23,11). Es Pilato quien, ante la presión del pueblo, lo condena a morir: “¡Crucifícalo! ¡Crucifícalo!”, era el grito del pueblo (cf. Lc 23,13-25). XX Pilato lo manda azotar antes de ser crucificado (cf. Mc 15,15-20). XX Los condenados a muerte tenían que recorrer la ciudad con el madero transversal sobre sus hombros para servir de advertencia a la gente. Jesús iba agotado a causa de la flagelación que había recibido, por lo que los soldados obligan a uno que pasaba por ahí a llevar la cruz (cf. Mc 15,21-22). XX Las palabras de Jesús al ser crucificado manifiestan su misericordia. Misericordia que alcanza también a quienes lo han condenado. Su inocencia brilla y su soberanía se manifiesta en el perdón. Jesús es consecuente con lo que enseñó a sus discípulos sobre el amor a los enemigos (cf. Lc 6,27-35).

Jesús y yo en la cruz Con esta actividad los niños hacen empatía con los sentimientos de Jesús en la cruz. XX Pedir a los niños que dibujen a Jesús en la cruz y que se incluyan en la escena. XX También que escriban qué le dirían a Jesús si estuvieran ahí junto a él.

Mi compromiso con Jesús XX Reflexionar

con los niños: si Jesús murió en la cruz por cada uno de nosotros, ¿qué haré por él? 71

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XX Proponer

acciones concretas a realizar, especialmente una acción que cueste trabajo. Por ejemplo: compartir algo propio con mis hermanos o primos, colaborar en las labores de casa, gritar menos, obedecer…

Platicamos con Dios Mi amigo Jesús, anima a los niños a sentirse cada vez más cerca de él. XX Oración: Enséñanos a amar, es una acción de gracias y petición para aprender a ser como Jesús. Se realiza ambientando el lugar, alrededor de una cruz. XX Canto:

Para recordar “Nadie tiene amor más grande que quien da la vida por sus amigos” (Jn 15,13). Invitamos a los niños a leer la frase en su libro: Jesús me ama tanto que ha entregado su vida por mí.

Con mi familia XX Invitar

a los niños a reflexionar con su familia sobre la cruz de Jesús con todo lo visto en este encuentro. XX También a que cuando la familia esté reunida en casa, ante una cruz, recen juntos la oración Enséñanos a amar.

Notas

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Jesús está vivo: resucitó

Jesús ha vencido a la muerte Propósito Sentido del título Acompañar a los niños: La intención del título y de la frase es darnos E A descubrir, con gran regocijo, que Jesús cuenta de que Jesús está vivo, murió y resucitó; está vivo, ¡ha resucitado! es poderoso porque ha vencido a la muerte.

Material • Globos, confeti, “espantasuegras”, gorros de fiesta • Reproductor de música • Huevos de pascua o dulces • Cinco tarjetas con historias de la resurrección: la de Pedro, Juan, Tomás, los discípulos de Emaús y María Magdalena

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Iniciamos con alegría XX El

saludo. Recibir con afecto a los niños y preguntarles cómo están. XX El canto, Resucitó, nos contagia la alegría de la resurrección. XX La oración. Rezar todos juntos Tú nos llenas de alegría. XX Imagen: Mirar la imagen y describir brevemente la ilustración. –– Aparecen tres momentos distintos: muerte de Jesús (cruz desnuda, todavía con el letrero, después del descendimiento), tumba vacía (donde fue enterrado Jesus, pero la piedra está removida y Jesús ya no está…) y Jesus resucitado (ver las heridas de las manos). –– Jesús murió realmente. Prueba: fue sepultado. Y resucitó. Prueba: “Nosotros lo hemos visto”. –– Cinco personas (quizás no todos niños) rodean o se suben a la persona de Jesús resucitado. ¿Qué puede significar la escena principal? –– ¿Cómo son ahora testigos de la resurrección? Dos se agarran a sus hombros y señalan sus heridas; otro apoya su mano en él; otra crea lazos de hermandad (fruto de la resurrección) y otro lo anuncia con el brazo en alto… –– Podemos repetir todos juntos lo que ellos podrían decir: “Jesús vive resucitado”.

Miramos nuestra vida

La alegría en nuestra vida XX Se

forman equipos de cuatro o cinco niños. que cada niño comparta en su equipo una experiencia o noticia que le haya causado mucha alegría. XX Una vez que todos hayan compartido su historia, eligen un acontecimiento para representarlo con mímica. XX Los demás equipos intentan adivinar. Gana el equipo que adivine más acontecimientos. XX Al final, comentar la información complementaria que aparece en el libro del niño: • La alegría es un sentimiento agradable producido por un acontecimiento agradable. • La alegría se manifiesta con risa, canto, baile y satisfacción. • Muchos acontecimientos vividos nos causan alegría, aun cuando sean acontecimientos muy sencillos o breves. XX Pedir

Jesús nos ilumina

La tumba vacía y mensaje del ángel XX Los

niños leen el texto bíblico Marcos 16,1-7. las preguntas propuestas en el libro del niño: –– ¿Qué hicieron las mujeres el primer día de la semana? ¿Cómo se sentían cuando iban al sepulcro? –– ¿Qué pensaron cuando vieron a un joven sentado con una túnica blanca?

XX Comentar

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–– ¿Qué les dijo el joven? –– ¿Cómo reaccionaron las mujeres con la noticia que les dio el joven?

Aprendemos con Jesús XX La

resurrección no es simple recuperación de la vida anterior. Resucitar es vencer a la muerte y recibir de Dios una vida nueva. XX Los apóstoles anunciaban como buena noticia la resurrección de Jesús, porque descubrieron que en este acontecimiento Dios había comenzado a cumplir sus promesas (cf. Hch 2,16-21). XX El misterio de la resurrección de Cristo es un hecho real que tuvo manifestaciones históricamente comprobadas como lo atestigua el Nuevo Testamento. Ya san Pablo, hacia el año 56, puede escribir a los Corintios: “Porque yo les transmití, en primer lugar, lo que a mi vez recibí: que Cristo murió por nuestros pecados según las Escrituras, y que fue sepultado; que resucitó al tercer día según las Escrituras” (1 Cor 15,3-4). XX El sepulcro vacío ha constituido para todos un signo esencial. Su descubrimiento por los discípulos fue el primer paso para el reconocimiento del hecho de la resurrección. Es el caso, en primer lugar, de las santas mujeres (cf. Lc 24,3.22-23), después de Pedro (cf. Lc 24,12). “El discípulo que Jesús amaba” (Jn 20,2) afirma que, al entrar en el sepulcro vacío y al descubrir “las vendas en el suelo”(Jn 20,6) “vio y creyó” (Jn 20,8). XX La sacudida provocada por la pasión fue tan grande que los discípulos (por lo menos, algunos de ellos) no creyeron tan pronto en la noticia de la resurrección. Los evangelios nos presentan a los discípulos abatidos (cf. Lc 24,17) y asustados (cf. Jn 20,19-21). Por eso no creyeron a las santas mujeres que regresaban del sepulcro y “sus palabras les parecían como desatinos” (Lc 24,11; cf. Mc 16,11.13). Cuando Jesús se manifiesta a los once en la tarde de Pascua “les echó en cara su incredulidad y su dureza de cabeza por no haber creído a quienes le habían visto resucitado” (Mc 16,14). XX Tan imposible les parece la cosa que, incluso puestos ante la realidad de Jesús resucitado, los discípulos dudan todavía (cf. Lc 24,38), creen ver un espíritu (cf. Lc 24,39): “No acaban de creerlo a causa de la alegría y estaban asombrados” (Lc 24,41). Tomás conocerá la misma prueba de la duda (cf. Jn 20,24-27). XX La resurrección de Cristo no fue un retorno a la vida terrena como en el caso de las resurrecciones que él había realizado antes de Pascua: la hija de Jairo, el joven de Naím, Lázaro. Estos hechos eran acontecimientos milagrosos, pero las personas afectadas por el milagro volvían a tener, por el poder de Jesús, una vida terrena “ordinaria”. En cierto momento, volverán a morir. XX La resurrección de Cristo es esencialmente diferente. En su cuerpo resucitado, pasa del estado de muerte a otra vida más allá del tiempo y del espacio. En la resurrección, el cuerpo de Jesús se llena del poder del Espíritu Santo; participa de la vida divina en el estado de su gloria, tanto que san Pablo puede decir de Cristo que es “el hombre celestial” (cf. 1 Cor 15,35-53).

Reporteros de la resurrección de Jesús XX Elegir

a varios niños para que representen a Pedro, Juan, un caminante de Emaús, Tomás y a María Magdalena. A cada uno se le explica cómo se dieron cuenta de la resurrección de Jesús. Se les puede dar una tarjeta con el pasaje bíblico correspondiente. XX Los niños (solos o en equipos) realizan las entrevistas sobre cómo fue la resurrección de Jesús. XX Al final, un niño presenta una especie de noticiero donde narra los hechos de la resurrección.

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Los hechos: • Juan y Pedro Pedro y Juan fueron corriendo al sepulcro. Juan se adelantó y llegó antes que Pedro. Se asomó al interior y comprobó que las vendas de lino estaban allí; pero no entró. Después llegó Simón Pedro, entró en el sepulcro y observó que las vendas y el lienzo que habían colocado sobre la cabeza de Jesús estaban allí, pero no estaba con las vendas, sino doblado y colocado aparte. Entonces Juan entró, vio y creyó (cf. Jn 20,3-8). • Las mujeres El primer día de la semana, al amanecer, las mujeres fueron al sepulcro con los aromas que habían preparado, y encontraron la piedra del sepulcro retirada a un lado. Entraron, pero no encontraron el cuerpo del Señor Jesús. Estaban sin saber qué hacer, cuando dos hombres se presentaron ante ellas vestidos con ropas deslumbrantes. Llenas de miedo, hicieron una profunda reverencia. Ellos les dijeron: “¿Por qué buscan entre los muertos al que está vivo? No está aquí, ha resucitado. Recuerden lo que les dijo cuando estaba en Galilea. Que el Hijo del hombre debía ser entregado en manos de pecadores, que iban a crucificarlo y que resucitaría al tercer día”. Ellas se acordaron de estas palabras y, regresando del sepulcro, anunciaron todo esto a los once y a todos los demás. Fueron María Magdalena, Juana, María la de Santiago y las demás mujeres que estaban con ellas las que comunicaron estas cosas a los apóstoles (Lc 24,1-10). • Los caminantes de Emaús Dos discípulos iban hacia Emaús. Jesús se acercó y se puso a caminar con ellos, pero no lo reconocieron. Jesús les preguntó de qué conversaban; uno de ellos le respondió que hablaban de un tal Jesús, un profeta que había sido condenado a muerte y crucificado, de quien esperaban que liberara a Israel. Pero ya habían pasado tres días. También le contaron que algunas mujeres fueron al sepulcro y no encontraron su cuerpo, decían que un ángel les anunció que estaba vivo. Algunos discípulos fueron al sepulcro y encontraron todo como las mujeres contaron, pero a él no lo vieron. Entonces Jesús los llamó torpes para comprender, y duros para creerle a los profetas. Y les explicó todo lo que decían las Escrituras acerca de él. Cuando llegaron al pueblo adónde iban, le pidieron al caminante que se quedara a comer. Lo reconocieron al partir el pan, pero Jesús desapareció. Al instante ellos fueron a Jerusalén a contarle a los apóstoles lo sucedido (cf. Lc 24,1335). • Tomás Este apóstol no estaba con los demás cuando Jesús se les apareció. Y dijo: “Si no veo las señales dejadas en sus manos por los clavos y no meto mi dedo en ellas, si no meto mi mano en la herida abierta en su costado, no lo creeré”. Ocho días después, los discípulos estaban reunidos a puertas cerradas, Jesús se presentó en medio de ellos y les dijo: “La paz esté con ustedes”. Después dijo a Tomás: “Acerca tu dedo y comprueba mis manos; acerca tu mano y métela en mi costado. Y no seas incrédulo, sino creyente” (cf. Jn 20,24-29).

Mi compromiso con Jesús La noticia de la resurrección llena a los cristianos de alegría. XX Invitar a los niños a vivir todo lo que hagan esta semana con mucha alegría: las tareas de la escuela y de la casa, los juegos, ¡todo con alegría!

Platicamos con Dios canto, Dios no murió, está viviendo. XX La oración. Todos juntos rezamos Enséñanos a vivir con alegría. XX El

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XX Culminar

con una pequeña fiesta (10-15 minutos) con globos, música, dulces. La intención es trasmitir alegría y entusiasmo porque se celebra la fiesta más grande de nuestra fe. No solo festejamos a Jesús, sino que los festejados también somos nosotros porque, con su resurrección, Jesús nos da una nueva vida. Así que vamos a felicitarnos unos a otros dándonos un abrazo y ¡vamos a disfrutar la celebración!

Para recordar “Jesús resucitó de entre los muertos el primer día de la semana (Mt 28,1; Mc 16,2; Lc 24,1; Jn 20,1). En cuanto es el primer día, el día de la Resurrección de Cristo recuerda la primera creación. En cuanto es el octavo día, que sigue al sábado (cf. Mc 16,1; Mt 28,1), significa la nueva creación inaugurada con la resurrección de Cristo. Para los cristianos vino a ser el primero de todos los días, la primera de todas las fiestas, el día del Señor, el domingo” (CEC 2174). Invitamos a los niños a leer la frase en su libro: Jesús resucitó “el primer día de la semana”. Para los cristianos el domingo es el primero de todos los días, la primera de todas las fiestas, el día del Señor.

Con mi familia XX Animar

y guiar a los niños para que se conviertan en apóstoles, es decir, en alguien que anuncia la resurrección a sus padres y hermanos. Pueden recordar y resumir las ideas principales tratadas en este tema.

Notas

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Celebración Jesús camina con nosotros Propósito Acompañar a los niños a reconocer que Jesús es nuestro Salvador y nos ama.

Material • Un crucifijo o una imagen de Cristo • Veladora • Una canasta o recipiente grande • Hojas blancas (una para cada niño) • Plumas (una para cada familia) XX Preparamos

el espacio con el crucifijo o la imagen de Cristo y una veladora encendida. XX Acomodamos la canasta o recipiente delante de la imagen.

Iniciamos con alegría XX El

saludo. Recibir a los niños con entusiasmo; comunicarles que hemos llegado al final de un bloque y que este día lo dedicaremos a celebrar. XX La oración. Invitar a los niños a acomodarse frente a la imagen de Cristo. Juntos rezamos la oración Señor, tú estás en medio de nosotros. XX El canto. Soldado soy de Jesús nos recuerda que todo el recorrido del bloque nos ha hecho conocer a Jesús y estar dispuestos a ser como él, como si fuéramos sus soldados.

Soldado soy de Jesús Aunque no marche en la infantería, caballería o artillería; aunque en avión no vaya volando, sé que soldado soy. Soldado soy de Jesús (2).

Señor, tú estás en medio de nosotros Señor Jesucristo, tú que has querido estar en medio de nosotros por puro amor, te pedimos que nos enseñes a reproducir ese mismo amor en nuestra familia, en nuestra escuela y en nuestra catequesis. Amén.

Dios nos habla hoy Después de la multiplicación de los panes, Jesús pidió a sus discípulos que subieran a una barca y se adelantaran a la otra orilla, mientras él despedía a la gente.

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Jesús camina sobre las aguas La barca era sacudida por las olas, porque había un viento contrario. Antes de la madrugada, Jesús se acercó a ellos caminando sobre el lago. Los discípulos, al verlo caminar sobre el lago, se asustaron y decían: –Es un fantasma. Y se pusieron a gritar de miedo. Pero Jesús les dijo: –¡Ánimo! Soy yo, no teman. Pedro le respondió: –Señor, si eres tú, mándame ir hacia ti sobre las aguas. Jesús le dijo: –Ven. Pedro saltó de la barca y, caminando sobre las aguas, iba hacia Jesús. Pero al sentir la violencia del viento se asustó y, como empezaba a hundirse, gritó: –¡Señor, sálvame! Jesús le tendió la mano, lo levantó y le dijo: –¡Hombre de poca fe! ¿Por qué has dudado? Subieron a la barca, y el viento se aplacó. Y los que estaban en la barca se postraron ante Jesús, diciendo: –Verdaderamente eres Hijo de Dios. Mateo 14,22-33 XX Al

terminar, hacer un momento de silencio y comentar la lectura con ayuda de algunas preguntas: –– ¿Por qué se asustaron los discípulos? –– ¿Qué les dijo Jesús? –– ¿Qué le pidió Pedro a Jesús? –– ¿Por qué Pedro comenzó a hundirse? –– ¿Por qué Jesús le dijo a Pedro que tenía poca fe? –– ¿Qué hicieron los demás discípulos?

PP La barca en la que están los discípulos es atacada por los vientos. Es una imagen de la Iglesia y de nuestra vida. PP Pedro duda y muestra confianza. Pero Jesús está con ellos en la barca y nos invita a no tener miedo. PP Jesús tiene poder sobre las aguas, él siempre está con nosotros, aun en los momentos de tormenta. Él camina con nosotros. PP Los creyentes estamos llamados a confiar en él porque es el Hijo de Dios, nuestro Salvador.

Preces XX Pedir

a los niños que, por turnos, lean las preces. Catequista: Dios prometió, a través de los profetas, la llegada de un Salvador. Por amor cumplió su promesa y nos envió a Jesús. Niños: ¡Jesús, gracias por ser mi Salvador! 1. Jesús se hizo uno de nosotros, él es verdadero Dios y verdadero hombre. 2. Jesús creció en una familia como la nuestra, en esa familia aprendió a amar, a ayudar, a obedecer.

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3. Jesús pasó su vida anunciando el Reino de Dios, un Reino de paz, felicidad, justicia y vida. 4. Jesús se puso al servicio de los demás, especialmente de los más pobres, los enfermos, los más necesitados. Para Jesús los verdaderos señores a los que hay que atender son los pobres, los enfermos, los que están solos, los que están tristes, los que están presos. 5. A Jesús no le gusta que nadie sufra, por eso cura a todos, a hombres y mujeres, a ricos y pobres, a niños, jóvenes y personas mayores. 6. Jesús nos perdona siempre y perdona a todos. Jesús es misericordioso y me invita a perdonar. 7. Jesús dio su vida por mí. 8. Jesús venció a la muerte y resucitó. Qué alegría para nosotros.

Queremos estar con Jesús XX Invitar

a los niños a escribir una carta (en menos de 10 min). XX Pedirles que depositen su carta en el recipiente delante de la imagen de Cristo.

Platicamos con Dios Cuando un cristiano baila, invita a todos a cantar y bailar, por el gozo de habernos encontrado con Jesús. XX Oración: Creo en ti Jesús, es un credo que sintetiza lo que hemos aprendido sobre la persona de Jesús en este bloque. XX Canto:

Creo en ti, Jesús Creo en ti, Jesús, amigo, compañero, que caminas a mi lado a lo largo de toda mi vida. Creo en ti, Jesús, y en tu mensaje, en tus palabras de vida y quiero aprender a cumplirlas. Creo en ti, Jesús, Dios bueno, que me regalas la vida, la familia, los amigos.

Creo en ti, Jesús, y en la vida que entregaste por amor a todos nosotros, en la cruz. Creo en ti, Jesús, y en tu resurrección sobre la muerte. Creo que estás vivo en medio de nosotros. Creo en ti, Jesús, y por eso te pido que cada día aumentes mi fe, mi esperanza y mi amor a los demás. ¡Amén!

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Cuando un cristiano baila Cuando un cristiano baila, baila, baila, baila. (2) Así baila el cristiano pies, pies, pies. Cuando un cristiano baila, baila, baila, baila. (2) Así baila el cristiano rodillas, rodillas, rodillas; pies, pies, pies... (Cintura, cadera, pancita, hombros, cabeza…)

Despedida XX Despedirnos

de los niños, agradeciendo su participación en la celebración.

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Notas

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BLOQUE

¡Vivo con la fuerza del Espíritu Santo!

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15 Conocemos 16 El

al Espíritu Santo

Espíritu Santo camina con nosotros

17 El

Espíritu Santo me enseña a ser como Jesús

18 El

Espíritu nos enseña a vivir como hermanos

Celebración:

Queremos que el Espíritu Santo acompañe siempre nuestra vida

La imagen En el cristianismo, la paloma es símbolo del Espíritu Santo (que se hizo presente en el bautismo de Jesús en forma de paloma). Aquí toda la imagen tiene referencias trinitarias: la paloma (Espíritu) está enmarcada dentro de una cristalera de fondo, que a su vez aparece enmarcada en algo como una nube (símbolo de la presencia de Dios). Y esa especie de cristalera está formada por un núcleo central, como un sol (Dios), cuyos rayos fundamentales firman también una cruz (Jesús). Aparecen también siete llamas, que simbolizan los siete dones del Espíritu. Las llamas son también símbolo del Espíritu (el Espíritu aparece en Pentecostés en forma de llamas y viento impetuoso). ¡El Espíritu Santo nos acampaña ahora! (También aparecerá reflejado de distintas formas en cada tema de este bloque).

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Conocemos al Espíritu Santo

El Espíritu Santo es la gran promesa que Jesús nos hace Propósito Acompañar a los niños: E A reconocer al Espíritu Santo como la tercera persona de la Santísima Trinidad.

Sentido del título Que los niños reconozcan que el Espíritu Santo es Dios, y es el cumplimiento de la gran promesa que Jesús nos hizo antes de partir.

Material • Lápiz o pluma

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Iniciamos con alegría XX Saludo.

Recibir y saludar a los niños con cariño. Reconocemos con un aplauso a los niños que son constantes en la catequesis. En el Bloque 1 aprendieron lo importante del amor de Dios Padre; en el Bloque 2, sobre Jesús, nuestro amigo y Salvador. Ahora conocerán a un nuevo amigo: el Espíritu Santo. XX El canto. Entonar la primera parte del canto Ven, Espíritu Santo. XX La oración. Todos juntos dialogamos con el Espíritu Santo en ¡Hola, Espíritu Santo! XX Imagen: Trabajar con la imagen del bloque y de ese tema. –– Observamos la ilustración del bloque mientras cantamos Ven, Espíritu Santo. –– Miramos la imagen de este tema y describimos brevemente la ilustración: El Padre, el Hijo y el Espíritu, los tres forman una unidad. –– “El Espíritu Santo es la gran promesa que Jesús nos hace y que Dios nos da”. –– Decimos todos: “Padre, Hijo y Espíritu Santo. ¡Un solo Dios!”.

Miramos nuestra vida

El tesoro desconocido XX Relatar

la historia que tienen los niños en su libro con este título. La narración se hace con emoción para despertar su interés. Preparamos a los niños a descubrir que los tesoros más hermosos e importantes están en nuestros pensamientos y en nuestro corazón. XX Dialogar a partir de estas preguntas: –– ¿Cuál era el sueño del joven? –– ¿Qué conoció el joven? –– ¿Cumplió su sueño? –– ¿Cuál fue el error del joven? –– ¿Qué le recomendarías al joven antes de que se haga viejo?

Jesús nos ilumina

Ustedes serán bautizados con Espíritu Santo XX Pedir

a los niños que lean el texto bíblico Hechos 1,3-5. a las siguientes preguntas. Escuchar con atención y respeto las respuestas: –– ¿Qué hace Jesús después de su pasión y resurrección? –– ¿Qué pide Jesús a sus discípulos? –– ¿Qué les promete Jesús?

XX Responder

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Aprendemos con Jesús XX Cuando Jesús promete el Espíritu Santo a los apóstoles, le llama Abogado, Defensor, Intercesor, Consolador.

Espíritu Consolador estará con los Apóstoles. Cuando Cristo ya no esté en la tierra, el Espíritu Santo los acompañará en sus aflicciones (cf. Jn 16,12-16). Estará con la Iglesia y en la Iglesia, siempre, especialmente en las persecuciones. XX Jesús se refiere al Espíritu Santo como “otro Abogado-Defensor”. El mismo Jesús es el primero. El abogado defensor está de parte de quienes son culpables de los pecados cometidos, los defiende del castigo merecido por sus pecados. XX Al Espíritu Santo se le reconoce a través de diversos símbolos: el agua, la unción, el fuego, la paloma. XX El Espíritu es el agua viva que brota de Cristo crucificado (cf. Jn 19,34; 1 Jn 5,8) como de su manantial, que nos conduce a la vida eterna (cf. Jn 4,10-14; 7,38; Ex 17,1-6; Is 55,1; Zac 14,8; 1 Cor 10,4; Ap 21,6; 22,17). XX La unción. Para captar este símbolo es necesario mirar hacia la Unción primera realizada por el Espíritu Santo: la de Jesús. XX El fuego simboliza la energía transformadora de los actos del Espíritu Santo. El Espíritu Santo se posó sobre los discípulos en forma de lenguas “como de fuego”, la mañana de Pentecostés y los llenó de él (cf. Hch 2,3-4). XX El símbolo de la paloma. Cuando Cristo sale del agua de su bautismo, el Espíritu Santo, en forma de paloma, baja y se posa sobre él (cf. Mt 3,16). XX El

El Espíritu Santo está dentro de nosotros Guiamos a los niños en esta actividad. XX Los niños dibujan dos personas: • La primera será una persona llena del Espíritu Santo y lo representarán con alguno de los cuatro símbolos vistos en el tema: el agua, la unción, el fuego, la paloma. • La segunda será una persona sin el Espíritu Santo. XX La actividad busca que los niños entiendan que la presencia del Espíritu Santo es interior.

Mi compromiso con Jesús XX Invitar

a los niños a invocar al Espíritu Santo durante toda la semana a través de la oración: “Ven, Espíritu Santo, y llena los corazones de tus fieles”.

Platicamos con Dios Entonar la segunda parte del canto Ven, Espíritu Santo. XX Oración: Todos rezamos la oración Espíritu Santo, queremos sentir tu presencia. XX Canto:

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Para recordar “Jesús, cuando anuncia y promete la venida del Espíritu Santo, le llama el “Paráclito”, literalmente “aquél que es llamado junto a uno”, advocatus (Jn 14,16.26; 15,26; 16,7). “Paráclito” se traduce habitualmente por “Consolador”, siendo Jesús el primer consolador (cf. 1 Jn 2,1). El mismo Señor llama al Espíritu Santo “Espíritu de Verdad” (Jn 16,13)” (CEC 692). Invitamos a los niños a leer la frase en su libro: El Espíritu Santo es la tercera persona de la Santísima Trinidad, es Dios y es nuestro Consolador.

Con mi familia XX Pedir

a los niños que platiquen con su familia sobre lo que aprendieron en el tema y también que pregunten a sus papás: –– ¿Qué saben del Espíritu Santo? –– ¿Cómo lo reconocen? –– ¿Cómo sienten que el Espíritu Santo vive en ustedes?

Notas

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El Espíritu Santo camina con nosotros

El Espíritu Santo guía nuestros pasos y nos acompaña siempre Propósito Acompañar a los niños: E A descubrir que el Espíritu Santo es fiel compañero si le pedimos que sea nuestro guía.

Sentido del título El sentido es ayudar a los niños a reconocer que el Espíritu Santo quiere caminar siempre con nosotros y busca orientar nuestra vida para que alcancemos la felicidad plena.

Material • Hojas blancas • Lápiz o pluma

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Iniciamos con alegría XX Saludo.

Recibir a los niños con afecto y darles una calurosa bienvenida. canto. Entonar el canto Espíritu Santo ven, ven. XX La oración. Todos rezamos Espíritu Santo, camina con nosotros. XX Imagen: Pedir a los niños que observen la imagen de su libro. Entonces les animamos a dibujar y a ilustrar su propia historia. Ayudar a cada niño a ubicar acontecimientos importantes de su vida: cuándo nació, el nombre de sus escuelas (preescolar y primaria), qué juegos ha aprendido… Cantamos Espíritu Santo ven, ven mientras dibujan. –– ¿Qué aparece en ella? Hay un gran rollo de papel que el Espíritu ha ido desenrollando. Dentro de él, como si fuera un camino, hay fechas e imágenes. Hacemos caer en la cuenta que es la historia de una persona, de cualquiera de ellos. –– El niño sostiene el origen de ese camino y mira todo su desarrollo. Por eso, podemos repasar la propia historia de cada uno. –– Ayudamos a cada niño a ubicar acontecimientos importantes de su vida. Para ello, en la imagen hay unas cifras que hay que completar: en la de más abajo han de poner el año en que nacieron. Por ejemplo, 2006. O el año que haya sido en cada caso. Y recuerdan los juguetes que tenían… En la segunda cifra se ponen cuatro años más: 2010, por ejemplo. Y se dice el nombre de sus escuelas (Preescolar y Primaria) y que recuerdos tienen: a qué juegos jugaban… En la tercera se pueden poner otros dos años más (2014) y otros dos más en la cuarta (2016) y van señalando también recuerdos, amigos… –– El Espíritu Santo ha caminado con nosotros y le queda todavía mucho camino que desenrollar… Tenemos claro que él guiará nuestros pasos y nos acompañará siempre. XX El

Miramos nuestra vida

Buscar el código y las claves XX Compartir

esta actividad con los niños. Es importante hacer hincapié en que deben seguir con atención las instrucciones (en el libro del niño). Es necesario leerlas con ellos para ayudarles a dibujar el mapa (no es necesario que lo hagan muy detallado, lo pueden completar y colorear en casa) y recorrer el camino que se propone. XX Luego, responder las preguntas propuestas en su libro: –– ¿Quién sí encontró el código y las claves? –– ¿Es necesario seguir las instrucciones para encontrar el código y las claves? –– ¿Qué pasaría si no siguen con atención las instrucciones? –– ¿Qué pasaría si no tuvieran instrucciones y mapa? XX Hacer conclusiones para relacionar la actividad con el tema del Espíritu Santo: Necesitamos ayuda para descubrir el código y las claves que salvan a la humanidad; también requerimos que alguien nos guíe para descubrir cómo salvarnos. Esta labor la hacen Jesús y el Espíritu Santo.

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Jesús nos ilumina

La promesa del Espíritu XX Leer

el texto bíblico Juan 14,15-17. y comentar las preguntas del libro del niño: –– Si amamos a Jesús, ¿qué pasará? –– ¿Quién es el Consolador? –– ¿Qué saben del Espíritu Santo? –– ¿Dónde vive el Espíritu Santo? –– ¿Por qué los que aman a Jesús conocen al Espíritu Santo?

XX Leer

Aprendemos con Jesús XX La

Sagrada Escritura se inicia con la mención del Espíritu en el Génesis y se cierra con la mención del Espíritu en el Apocalipsis. El Espíritu Santo acompaña toda la historia, desde la creación del mundo hasta su consumación final. XX Por el Espíritu, Dios crea las cosas (cf. Job 34,14-15; Sal 33,6); da la vida (cf. Job 12,10; Is 42,5) suscita los profetas (cf. Nm 11,29; 1 Sam 19,20), justifica a los pecadores (cf. Sal 51,12-13; Ez 36,26-27), hace vivir a los muertos (cf. Ez 37,1-14). XX El Espíritu de Dios es el impulso y el aliento de vida, que todo lo crea, cuida y conserva. Es el que actúa en la historia y “constituye un pueblo, que le confiese en verdad y le sirva santamente” (LG 9). XX Los evangelios nos presentan la vida de Jesús como la que tiene su origen y desarrollo bajo el impulso y la acción del Espíritu Santo: en el Bautismo (cf. Mc 1,9-11), en las tentaciones (cf. Lc 4,1-13), en todo su ministerio (cf. Mt 12,28). XX El Espíritu Santo impulsó y acompañó a Cristo; también ha acompañado el caminar de la Iglesia a lo largo de toda su historia, suscitando hombres y mujeres que han optado por un seguimiento radical de Cristo y han alcanzado la santidad. XX El Espíritu Santo sigue actuando hoy en los creyentes dispuestos a dejarse guiar, abriendo el corazón y el oído a sus insinuaciones.

Mi compañero de camino XX Animar

a los niños a completar esta actividad: han de seguir el camino de cada letra y escribirla en el cuadro según correspondan. Al final se leerá: Espíritu Santo. La actividad busca que los niños tengan presente que el Espíritu Santo es nuestro compañero de camino. Camina con nosotros y con la Iglesia.

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Mi compromiso con Jesús XX Pedir

a los niños que marquen o escriban en su libro, por la noche, los momentos en los que se acordaron del Espíritu Santo. XX También, que hagan una oración para pedir la ayuda del Espíritu Santo para el día siguiente.

Platicamos con Dios XX Canto:

Entonar el canto Ya llegó el Espíritu Santo. Rezar juntos la oración Gracias, Espíritu Santo.

XX Oración:

Para recordar “Solamente cuando ha llegado la Hora en que va a ser glorificado Jesús promete la venida del Espíritu Santo, ya que su Muerte y su Resurrección serán el cumplimiento de la Promesa hecha a los Padres (cf. Jn 14,16-17.26; 15,26; 16,7-15; 17,26): El Espíritu de Verdad, el otro Paráclito, será dado por el Padre en virtud de la oración de Jesús; será enviado por el Padre en nombre de Jesús; Jesús lo enviará de junto al Padre porque él ha salido del Padre. El Espíritu Santo vendrá, nosotros lo conoceremos, estará con nosotros para siempre, permanecerá con nosotros; nos lo enseñará todo y nos recordará todo lo que Cristo nos ha dicho y dará testimonio de él; nos conducirá a la verdad completa y glorificará a Cristo. En cuanto al mundo lo acusará en materia de pecado, de justicia y de juicio” (CEC 729). Invitamos a los niños a leer la frase en su libro: El Espíritu Santo siempre está dispuesto a orientarnos y nunca nos deja solos.

Con mi familia XX Proponer XX También

unidad.

a los niños que lean la sección “Aprendemos con Jesús” con su familia. que programen actividades para la semana en las que disfruten de la armonía, la alegría y la

XX Recordarles la misión del mapa para descubrir códigos y claves; y la importancia de seguir las instrucciones.

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El Espíritu Santo me enseña a ser como Jesús

Ser como Jesús es nuestra meta Propósito Acompañar a los niños: E A valorar que solo con la ayuda del Espíritu Santo podemos ser como Jesús.

Sentido del título La intención es tener presente que los cristianos nos esforzamos por ser como Jesús y el Espíritu Santo nos ayuda a alcanzar la meta.

Material • Colores o crayolas • Tarjetas en blanco (una para cada niño) • Lápiz 93

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Iniciamos con alegría XX El

saludo. Recibir a los niños de modo afectuoso; hacer que todos se saluden entre sí. XX El canto. Entonar Algo va descendiendo. Procurar cantarlo con movimientos del cuerpo. Con las manos señalar que desciende el Espíritu de Dios, se siente en el corazón. La letra prepara a la lectura bíblica del día de Pentecostés. Podemos resaltar cómo el Espíritu Santo desciende del cielo, se siente cuando ya llegó, nos causa alegría y por eso lo alabamos. XX La oración. Todos juntos rezamos Espíritu Santo, enséñanos a ser como Jesús. XX Imagen: Mirar la imagen y describir brevemente lo que vemos en ella. –– Un niño se mira en el espejo… ¿A quién ve? –– ¿Qué imagen de Jesús refleja el espejo? ¿Qué expresa su mirada? ¿Qué parece decirnos? –– Es Jesús resucitado y glorificado (señal del clavo en la mano)… –– El Espíritu Santo (paloma, rayos de luz, fuerza…) es quien nos muestra en el espejo a Jesús. –– Jesús es el espejo en que nos mirarnos: él es nuestra meta. –– Por eso le pedimos al Espíritu que nos enseñe a ser como Jesús. XX Entonar de nuevo el canto. XX Terminar con ritmo de porra: “¡Gloria, gloria, aleluya, aleluya, aleluya, quiero ser como Jesús!”.

Miramos nuestra vida

Domingo Savio, un santo adolescente de la Iglesia católica XX Proponer

a los niños que conozcan la historia de Domingo Savio, un santo que es modelo para niños y jóvenes. Puedes leer algo más de su vida en la siguiente liga: https://www.e-sm.net/Domingo_Savio, http://www.e-sm.net/biografia_Domingo_Savio, http://www.e-sm.net/video_Domingo_Savio La finalidad es presentar a los niños un modelo de niño y adolescente que haya logrado la meta de “ser como Jesús”. Para presentar la historia podemos leer el texto propuesto en el libro del niño o pasar algún video corto sobre su vida, como este que se propone: https://www.e-sm.net/video_Domingo_Savio

XX Para

comentar la historia se responden las preguntas planteadas en el libro del niño. –– ¿Qué me gusta de la vida de Santo Domingo Savio? –– ¿En qué me parezco a él? –– ¿Domingo Savio alcanzó la meta de ser como Jesús? ¿Cómo lo hizo? –– ¿Crees que lo logró solo? ¿Quién lo ayudó?

XX Al

final se puede enfatizar que Domingo Savio cumplió la meta de ser como Jesús, pero no lo logró solo. Contó con la ayuda que brinda la Iglesia y, especialmente, con la del Espíritu Santo, quien es nuestro santificador.

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Jesús nos ilumina XX Narrar

el texto bíblico referente al día de Pentecostés (Hechos 2,1-4). Se pueden hacer ruidos para simular la gran presencia del Espíritu Santo. XX Comentar las preguntas propuestas en el libro del niño: –– ¿Quién bajó del cielo? ¿En qué forma vino del cielo? –– ¿Qué cosas aparecieron? –– ¿Qué sucedió a quienes estaban presentes? ¿En qué lenguas hablaban? –– ¿En qué día ocurrieron esos acontecimientos?

Aprendemos con Jesús cincuenta días que van de la Pascua a Pentecostés eran, para los judíos, el tiempo de la maduración del trigo, de los panes ázimos a los panes con levadura, del comienzo al final de la siega. XX Esos cincuenta días fueron para Lucas el tiempo de la maduración pascual de la Iglesia. La Pascua fue el comienzo. La resurrección de Cristo y Pentecostés sería el tiempo pleno: la expansión de la Palabra y de la presencia de Jesús resucitado a todo el mundo, la fiesta del Espíritu Santo. XX En la mañana de Pentecostés los apóstoles reciben una energía tal que los empuja a anunciar en diversas lenguas el evento de la resurrección de Cristo: “Todos quedaron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en lenguas extrañas” (Hch 2,4). XX Los apóstoles, antes asustados y paralizados, encerrados en el cenáculo, ya no se avergonzarán de ser discípulos de Cristo, ya no temblarán ante los tribunales humanos. Gracias al Espíritu Santo, del cual están llenos, comprenden “toda la verdad”: que la muerte de Jesús no es su derrota, sino la expresión extrema del amor de Dios. XX Para san Pablo, el Espíritu Santo constituye la fuerza que nos capacita para hacer lo ordinario de modo extraordinario, pues el Espíritu Santo se hace presente confesando a Jesucristo, es la fuerza que impulsa la vida de los creyentes que se dejan llevar por él, y obra en el cristiano con una doble apertura: a Dios, expresada en la oración, y a los hombres, en el servicio generoso de la caridad. XX El mundo necesita los frutos, los dones del Espíritu Santo, como enumera san Pablo: “amor, alegría, paz, tolerancia, amabilidad, bondad, fe, mansedumbre, y dominio de sí mismo” (Gal 5,22-23). El don del Espíritu Santo ha sido dado en abundancia a la Iglesia y a cada uno de nosotros, para que podamos vivir con fe genuina y caridad operante, para que podamos difundir la semilla de la reconciliación y de la paz. XX Los

Más como Jesús Desarrollar la siguiente actividad: XX Entregar a los niños tres tarjetas o papeles. De un lado de la tarjeta o papel los niños anotarán con letras grandes: “MÁS COMO JESÚS”. Del otro lado, donde aparece “¿QUÉ HARÉ PARA PARECERME MÁS A JESÚS?”, escribirán una acción o actitud que puedan tener para parecerse más a Jesús. Pueden ser acciones a realizar en casa, en la escuela o en la catequesis. XX Cuando terminen de escribir, revuelven todos los papelitos o tarjetas. Cada niño toma un papel diferente al suyo (pueden anotar lo que dice en su libro).

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XX Comentar:

–– ¿Qué dice tu tarjeta? Si lo haces, ¿puedes ser como Jesús? ¿Por qué? –– ¿Es fácil o difícil de realizar? ¿Por qué?

Mi compromiso con Jesús XX Pedir

a los niños que, durante esta semana, anoten en su libro qué hicieron durante el día para parecerse a Jesús y, al final, pedirán al Espíritu Santo para que les ayude a parecerse a Jesús.

Platicamos con Dios Entonar Bautízame, Señor, con tu Espíritu. XX Oración. Hacer todos juntos la oración Espíritu Santo, déjame sentir tu amor. XX Canto:

Para recordar “El Espíritu Santo prepara a los hombres, los previene por su gracia, para atraerlos hacia Cristo. Les manifiesta al Señor resucitado, les recuerda su palabra y abre su mente para entender su Muerte y su Resurrección. Les hace presente el misterio de Cristo, sobre todo en la Eucaristía para reconciliarlos, para conducirlos a la comunión con Dios, para que den ‘mucho fruto’ (Jn 15,5.8.16)” (CEC 737). Invitamos a los niños a leer la frase en su libro: El Espíritu Santo abre nuestro corazón y nos da dones para parecernos a Jesús.

Con mi familia XX Pedir

a los niños que con su familia comenten la vida de Santo Domingo Savio y que contesten a las preguntas propuestas en el libro del niño.

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El Espíritu nos enseña a vivir como hermanos

El Espíritu Santo nos regala una gran familia: la Iglesia Propósito Sentido del título Acompañar a los niños: La intención es ayudar a comprender que E A advertir que el Espíritu Santo nos invita los cristianos estamos llamados a vivir como y enseña a vivir como hermanos. hermanos. Para conseguirlo, recibimos la ayuda del Espíritu Santo incorporados a la Iglesia.

Material • Lápiz o pluma

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Iniciamos con alegría XX El

saludo. Dar la bienvenida a todos los niños y procurar darnos todos un abrazo como señal de que somos hermanos en la fe. XX El canto. Entonar Hay un río de vida: este río de vida es el Espíritu Santo que nos hace vivir como hermanos y ser una gran familia. XX La oración. Juntos rezar Queremos vivir como hermanos. XX Imagen: Mirar la imagen y describir brevemente lo que vemos en ella. –– Observamos a los niños y a las niñas de diferentes países o regiones, cómo van peinados y cómo visten… –– ¿De dónde pueden ser? –– ¿Por qué están abrazados? –– ¿Qué expresan sus rostros? –– Los chicos de los extremos tienen el brazo levantado. Llaman y acogen a otros, que pueden incorporarse a ese grupo… ¿De qué grupo se trata? Están unidos por una cinta o cuerda que porta el Espíritu Santo, que nos enseña a vivir como hermanos y nos regala una gran familia: la Iglesia.

Miramos nuestra vida

El ángel que quería ser hermano de Jesús y hermano de todos los hombres y mujeres XX Leer

en grupo la historia que los niños tienen en su libro con este título. acabar, comentar las preguntas propuestas: –– ¿Por qué Jesús se hizo hermano de todos los hombres y de todas las mujeres? –– ¿Las personas de la tierra viven como si fueran hermanas de Jesús? –– ¿Las personas de la tierra viven como si todos fueran miembros de una gran familia, como si fueran hermanos? ¿Por qué? –– ¿Tú te comportas como verdadero hermano o hermana de tus amigos y compañeros, de todos los que conoces? La historia de Galael quiere sensibilizar a los niños acerca de la alegría que le da a un ángel el sentirse hermano de Jesús y de todos los habitantes de la tierra. Esta alegría contrasta con la decepción que se lleva al saber que, en la tierra, no todos vivimos como verdaderos hermanos. Dios Padre ha enviado a Jesús a la tierra para enseñarnos a ser hermanos. Para lograrlo contamos con la ayuda del Espíritu Santo.

XX Al

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Jesús nos ilumina

Vida en la comunidad cristiana XX Leer

el texto bíblico Hechos 2,42-47. El texto muestra cómo estos bautizados sí vivían como hermanos. XX Comentar las preguntas y las respuestas del libro del niño. –– ¿Quiénes escuchaban la enseñanza de los apóstoles? –– ¿Cómo vivían los bautizados? ¿Se comportaban como hermanos? –– ¿Qué otras cosas hacían los bautizados?

Aprendemos con Jesús • La vida de la Iglesia primitiva refleja a una comunidad unida en torno a la Palabra y a la Eucaristía. Sus miembros eran solidarios. El Espíritu Santo crea la unidad entre los cristianos. • El Espíritu Santo nos regala la vida misma de Dios, la de los verdaderos hijos. La Iglesia es la comunidad guiada por el Espíritu Santo, en ella somos fortalecidos y santificados lo hijos de Dios. • El Espíritu Santo suscita en nosotros una relación de libertad y de confianza en el amor y en la misericordia de Dios, que tiene como efecto una mirada nueva hacia los demás. El Espíritu Santo nos hace ver a los otros como cercanos; nos ayuda a tratarlos como hermanos y hermanas en Jesús, a verlos como personas que deben ser respetadas y amadas. • El Espíritu Santo nos enseña a mirar con los ojos de Cristo, a vivir la vida como la ha vivido Cristo, a comprender la vida como la ha comprendido Cristo (papa Francisco). • He aquí por qué el agua viva, que es el Espíritu Santo, sacia nuestra vida: porque nos dice que somos amados por Dios como hijos, que podemos amar a Dios como sus hijos y que con su gracia podemos vivir como hijos de Dios, como Jesús. • El Espíritu Santo abre el tiempo de la nueva creación en la que todos los hombres se tratan como hermanos.

La unidad nos hace hermanos XX Los niños clasifican en el cuadro las actitudes o acciones que correspondan a las columnas “Vivir divididos”

y “Vivir unidos”. Las respuestas correctas son las siguientes:

Vivir divididos

(como enemigos)

Vivir unidos

(como hermanos)

Me burlo de los demás.

Ayudo a los otros.

Digo muchas mentiras.

Reconozco las cualidades de los demás.

Soy grosero con mis papás y maestros.

Saludo amablemente a todos.

Golpeo a los que me caen mal.

Acepto a los demás cómo son.

Hablo mal de las personas.

Comparto con los demás lo que tengo.

XX Al

final comentar todos juntos qué otras actitudes o acciones pueden realizar para vivir como hermanos. Y cómo el vivir unidos es posible si el Espíritu Santo vive en nosotros. 99

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Mi compromiso con Jesús XX Invitar

a los niños a comprometerse a fomentar la unidad en casa y en la escuela: –– En casa, saludarán a todos cada día y al final del día preguntarán: “¿Cómo te fue hoy?”. –– En la escuela, también saludarán a todos y estarán dispuestos a ayudar cuando alguien lo necesite.

Platicamos con Dios XX Culminar

con el canto Cristo te necesita para amar y la oración Enséñanos a amar.

Para recordar “La persona humana necesita la vida social. Esta no constituye para ella algo sobreañadido sino una exigencia de su naturaleza. Por el intercambio con otros, la reciprocidad de servicios y el diálogo con sus hermanos, el hombre desarrolla sus capacidades; así responde a su vocación (cf. GS 25,1)”. (CEC 1879). Invitamos a los niños a leer la frase en su libro: Cuando actuamos como hermanos todos somos seguidores de Cristo.

Con mi familia XX Invitar

a los niños a realizar con su familia el juego del “amigo secreto”: Se sortean los nombres de la familia como en un intercambio y deberán tener actitudes de cercanía, cariño, ayuda y comprensión; especialmente lo harán con la persona que les tocó. La actividad refuerza la idea de que el Espíritu Santo nos enseña a vivir como hermanos.

Notas

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Celebración Queremos que el Espíritu Santo acompañe siempre nuestra vida Propósito Material Motivar a los niños a desear la compañía del • Letrero con el texto “Queremos que el Espíritu Espíritu Santo todos los días de su vida. Santo acompañe siempre nuestra vida” (lo pegamos en un lugar visible antes de la celebración) • Biblia

Oración XX Iniciar

la celebración con la oración Ven, Espíritu Creador. Se trata de un fragmento de la oración rezada por san Juan Pablo II todos los días.

Ven, ven, ven, Espíritu Divino

Ven, Espíritu Creador

Ven, ven, ven, Espíritu Divino. Ven, ven, ven, acércate a mí. (2)

Ven, Espíritu Creador, visita las almas de tus fieles y llena de la divina gracia los corazones que Tú mismo creaste.

Apodérate, apodérate, apodérate de todo mi ser. Ven, ven, ven, Espíritu Divino. Ven, ven, ven, acércate a mí. (2) Aquí se siente la presencia de Dios. (2) Siento el fuego del Espíritu Santo. (2) Siento gozo, siento paz, siento el amor que mi Dios me da. (2) Aquí se siente la presencia de Dios. (2)

Tú eres nuestro Consolador, Tú derramas sobre nosotros los siete dones; Tú, el dedo de la mano de Dios; Tú, el prometido del Padre; Tú, que pones en nuestros labios los tesoros de tu Palabra. Enciende con tu luz nuestros sentidos. Aleja de nosotros al enemigo. Por ti, conozcamos al Padre, y también al Hijo. Y que en Ti, Espíritu de Amor, creamos todo el tiempo. Amén.

Dios nos habla hoy XX Pedir

que un niño lea el texto bíblico de Hechos 8,26-30. En él señalamos como el diácono Felipe se deja guiar por el Espíritu Santo.

Felipe y el etíope El ángel del Señor dijo a Felipe: –Ponte en camino hacia el sur por la ruta que baja de Jerusalén a Gaza a través del desierto. Él se puso en camino. Al mismo tiempo un etíope, hombre de confianza y ministro de Candace, reina de los etíopes, y encargado de todos sus tesoros que había ido a Jerusalén en peregrinación, regresaba sentado en su carroza, leyendo al profeta Isaías. El Espíritu dijo a Felipe: –Acércate y ponte junto a esa carroza. Hechos de los Apóstoles 8,26-30 101 101

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¡Decimos sí al Espíritu Santo! XX Invitar

a los niños a que respondan “Sí, quiero” con una voz firme y fuerte.

Catequista:

Aprendimos que el Espíritu Santo acompañó la vida de Jesús, iluminó y fortaleció a los apóstoles y a las primeras comunidades cristianas; también acompaña a la Iglesia a lo largo de más de dos mil años. Muchos hombres y mujeres en el mundo han sido muy felices por escuchar al Espíritu Santo y dejarse acompañar por Él. Hoy sentimos la presencia de esos hombres y mujeres a los que llamamos santos, que están con nosotros y quieren enseñarnos la importancia de la presencia del Espíritu Santo en nuestras vidas. Escuchemos al Santo Cura de Ars, un padre que fue un gran confesor.

Niños: Catequista: Niños: Catequista: Lector:

Catequista: Niños: Catequista: Niños: Catequista: Niños:

Si preguntamos a los santos: ¿Por qué están en el cielo?, ellos nos responderían: Por haber escuchado al Espíritu Santo. ¿Ustedes quieren ser santos? ¡Sí, queremos! Escuchemos nuevamente al Santo Cura de Ars: Sin el Espíritu Santo, somos como una piedra en el camino. Toma en una mano una esponja empapada de agua y en la otra una piedra; apriétalas por igual. De la piedra no saldrá nada y de la esponja verás salir agua en abundancia. La esponja es el alma llena del Espíritu Santo; y la piedra es el corazón frío y duro donde el Espíritu Santo no vive. ¿Ustedes quieren ser como una esponja llena del Espíritu Santo? ¡Sí, queremos! Escuchemos a sor Faustina Kowalska, una religiosa que vio que dos rayos de misericordia salían del corazón de Jesús. Ser fiel a las inspiraciones del Espíritu Santo es el camino más corto. ¿Quieren ser fieles a las inspiraciones del Espíritu Santo? ¡Sí, queremos!

Catequista:

La única manera de ser santos es ser fieles a las inspiraciones del Espíritu Santo, ser bendecidos y experimentar la ternura del amor del Padre. La única manera de ser felices es aprender a escuchar al Espíritu Santo. Los invito a que todos los días le pidan su ayuda, para que nos ilumine y nos enseñe a escucharlo.

Todos:

Ven, Espíritu Santo, y llena los corazones de los fieles, enciende en ellos el fuego de tu amor. Envía, Señor, tu Espíritu y se renovará la faz de la tierra.

Catequista:

Hacemos la oración que Jesús nos enseñó: Padre Nuestro…

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Platicamos con Dios Se siente aquí

Oración al Espíritu Santo

Se siente aquí, (3) el Espíritu de Dios se siente aquí. Si los hombres de la tierra glorifican al Señor, el Espíritu de Dios se siente aquí.

Oh Espíritu Santo, Amor del Padre y del Hijo. Inspírame siempre lo que debo pensar, lo que debo decir, cómo debo decirlo, lo que debo callar, cómo debo actuar, lo que debo hacer, para gloria de Dios, bien de las almas y mi propia santificación. Amén.

Se mueve aquí, (3) el Espíritu de Dios se siente aquí. Si los hombres de la tierra glorifican al Señor, el Espíritu de Dios se siente aquí. Prepárate para que sientas (3) el Espíritu de Dios.

Cardenal Verdier

Déjale que se mueva, (3) dentro de tu corazón.

Despedida XX Nos

despedimos de los niños con un fuerte abrazo y los felicitamos por estar acompañados por el Espíritu Santo.

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Notas

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BLOQUE

ยกEl Bautismo nos da una misiรณn! 175329 DIOS CAMINA ENTRE NOSOTROS 1 GUIA_interiores.indd 105

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19 Jesús 20 Mis

recibió el Bautismo

papás me llevaron a bautizar

21 ¡Soy

hijo de Dios!

22 ¡Soy

hermano de Jesús!

23 El

Espíritu Santo vive en mí

24 La

Iglesia también es mi familia

25 Puedo 26 Doy 27 Mi

ser mejor cada día

mi corazón a los demás

boca habla fuerte para ayudar a todos

28 Mis

manos, al servicio de todos

Celebración:

“Digo sí a Jesús”

La imagen Esta imagen de la Trinidad bautizando a un niño es original en su contenido, pues nunca se mezclan personajes reales en la representación tradicional de la Trinidad. ¿Qué sentido puede tener? Cuando se derrama agua sobre la cabeza para bautizar a una persona, se dice: “Yo te bautizo en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”. De alguna forma se podría decir que Dios, que nos sostiene, Jesús, que bautiza, y el Espíritu, siempre presente y actuante, realizan la acción: “Somos liberados del pecado y regenerados como hijos de Dios, llegamos a ser miembros de Cristo y somos incorporados a la Iglesia y hechos partícipes de su misión” (CEC 1213).

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Jesús recibió el Bautismo

Con el Bautismo, Jesús da comienzo a su misión Propósito Acompañar a los niños: E Para asumir el compromiso de vivir nuestro Bautismo como Jesús vivió el suyo.

Sentido del título Los niños van a conocer el significado del Bautismo de Jesús y su relación con la misión que el Padre le encargó. Así pueden entender que nuestro bautismo también nos señala una misión para cumplirla como niños y durante toda la vida.

Material • Dos hojas blancas por niño • Una crayola café y una azul por niño • Tijeras y pegamento 107

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Iniciamos con alegría XX Saludo.

Dar la bienvenida a los niños y felicitarlos por la perseverancia en la catequesis. Señalar que hemos llegado al Bloque 4. La ilustración de la portadilla nos ayuda a introducir el bloque y a relacionarlo con los temas anteriores. Hacer hincapié en que uno de los principales dones del Bautismo es el Espíritu Santo. Pedir que levanten la mano todos los que están bautizados. XX Oración Jesús está conmigo: Prepara a los niños para descubrir la presencia de Jesús en los acontecimientos importantes de la vida. Podemos hacerla a dos coros. XX Canto Cristo te necesita. Mientras cantamos, podemos pedir a los niños que miren la imagen. XX Imagen: Mirar la imagen y describir brevemente lo que vemos en ella. –– En este caso, se reproduce el bautismo de Jesús. ¿Qué personajes aparecen? Jesús que es bautizado, Juan que bautiza… –– Podemos considerar como otro personaje al Espíritu, que desciende para anunciar: “Este es mi hijo muy amado, mi predilecto”. También está la presencia de Dios simbolizada en la nube. –– ¿Qué tiene Juan en la mano izquierda? ¿Qué dice? Son las palabras que Juan pronuncia sobre Jesús y que se suelen escribir en latín en un lábaro o estandarte para referirse a Jesús como Cordero de Dios (“Ecce agnus Dei”). Aquí están puestas en español. –– Recalcar: “Con el Bautismo, Jesús da comienzo a su misión.”

Miramos nuestra vida

Amar como Cristo XX Aprovechar

el canto para mirar la realidad y plantear a los niños algunas preguntas: –– ¿A quiénes necesita Cristo para amar todos los días? –– ¿Qué acciones de amor podemos realizar según el canto? –– ¿Jesús hizo todo eso? –– ¿Conoces personas que hagan acciones de amor como las que hizo Jesús? Menciona su nombre. El canto nos presenta situaciones cotidianas en las que podemos amar como lo hizo Jesús. La reflexión nos ayuda a descubrir que los bautizados estamos llamados a vivir con las mismas actitudes y valores de Jesús.

Jesús nos ilumina

El Bautismo de Jesús XX Pedir

a los niños que lean los textos de Marcos 1,9-11 y de Lucas 4,16-19, y comentar las preguntas del libro del niño: –– ¿Quién bautizó a Jesús en el río Jordán? –– ¿Quiénes estuvieron presentes en el Bautismo de Jesús?

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–– ¿Qué palabras escucha Jesús en su Bautismo? ¿Quién pronunció esas palabras? –– ¿Qué hizo Jesús después de su Bautismo? –– ¿Cuál fue la misión que realizó Jesús?

Aprendemos con Jesús • En el Bautismo de Jesús, el Padre lo presenta públicamente como el Hijo predilecto, a través de una manifestación excepcional: los cielos (la morada de Dios) se abren, se escucha una voz y desciende el Espíritu Santo. • El Espíritu Santo desciende sobre Jesús para realizar en él una nueva creación (cf. Gn 1,2). Es el mismo Espíritu que lo ha acompañado toda su vida, desde su nacimiento (cf. Mt 1,18-25; Mt 12,28). • Abrirse los cielos significa que el muro que separa a Dios y a los hombres pecadores se ha derribado. El Padre acredita a Jesús como Mesías y se rompe el silencio entre Dios y el hombre. A partir de este momento Dios habla a los seres humanos por medio de Jesús, el Mesías esperado, que es también su Hijo amado. • En su Bautismo, Jesús experimenta el inicio de su misión. Dios expresa su amor por él, su confianza y alegría. La misión de Jesús consiste en realizar el programa de vida que proclama en el rollo del profeta Isaías (cf. Lc 4,14-22). • En labios de Jesús, “ser bautizado” es lo mismo que “ser crucificado”: sufrir y morir por el pueblo. Para Jesús, el Bautismo es el acto y el momento en el que el creyente asume, conscientemente, una vocación y un destino en la vida: la vocación y el destino de la solidaridad incondicional con el pueblo, sobre todo, con el pueblo pecador y perdido, hasta llegar a la misma muerte, si es necesario. Es el sentido radical y fuerte que tiene el Bautismo cristiano, interpretado a partir del propio bautismo que recibió Jesús. • La vivencia cristiana del Bautismo supone asumir los mismos valores y opciones de Jesús: ponerse del lado de los pobres y oprimidos.

Nuestra misión XX Realizar

esta actividad: escenificamos nuestro Bautismo y nuestra misión: Dar a los niños dos hojas. En una trazan un enorme círculo, lo recortan y lo colorean de azul. En la otra hoja trazan un camino ondulante; lo colorean de café claro y lo recortan. Pegan con pegamento las dos figuras. XX Pedir que escriban dentro del círculo las palabras: “Agua de mi Bautismo”, y en la parte ondulante su misión. Animarles a compartir su misión completando la frase: “En mi Bautismo recibí la misión de...” (Tienen que elegir en su libro una misión, o bien puede ocurrírseles otra.) La actividad busca despertar en los niños la conciencia de misión. Aunque es muy pronto para que los niños puedan tener clara una misión, es importante que comprendan, a su nivel, el llamado de Dios.

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Mi compromiso con Jesús XX Animar

a los niños a que escriban en su libro la misión que eligieron en la sección anterior y digan cuántas veces la realizarán.

Platicamos con Dios Poco a poco vamos conociendo la importancia de nuestro Bautismo. Vamos a seguir dando gracias a Dios por este sacramento. XX Canto: Los sacramentos. XX Oración: Enséñame a amar.

Para recordar El Bautismo de Jesús es la aceptación y la inauguración de su misión de siervo doliente: • • • •

Se deja contar entre los pecadores (cf. Is 53,12). Es ya “el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo” (Jn 1,29). Anticipa ya el “bautismo” de su muerte sangrienta (cf. Mc 10,38; Lc 12,50). Viene ya a “cumplir toda justicia” (Mt 3,15), es decir, se somete enteramente a la voluntad de su Padre: por amor acepta el bautismo de muerte para la remisión de nuestros pecados (cf. Mt 26,39). A esta aceptación responde la voz del Padre que pone toda su complacencia en su Hijo (cf. Lc 3,22; Is 42,1). • El Espíritu que Jesús posee en plenitud desde su concepción viene a “posarse” sobre él (Jn 1,32-33; cf. Is 11,2). De él manará este Espíritu para toda la humanidad. En su bautismo, «se abrieron los cielos» (Mt 3,16) que el pecado de Adán había cerrado; y las aguas fueron santificadas por el descenso de Jesús y del Espíritu como preludio de la nueva creación (CEC 536). Invitamos a los niños a leer la frase en su libro: Quiero vivir mi Bautismo como Jesús vivió el suyo: amando a las personas como un anuncio del Reino de Dios.

Con mi familia XX Motivar

a las familias de los niños a retomar la misión que tienen como bautizados. El segundo momento de la actividad está dirigido a los papás, para que también vivan su compromiso bautismal. XX Pedir que busquen las actas de bautismo de todos los miembros de la familia. Los padres ayudan a su hijo a recordar el día de su bautismo.

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Mis papás me llevaron a bautizar

Los momentos del rito del Bautismo nos hablan del amor de Dios por sus hijos Propósito Acompañar a los niños: E A revivir la celebración del Bautismo para que se sientan muy contentos por ser hijos de Dios.

Sentido del título El título evoca el Bautismo de cada niño. La frase resume el significado del ritual del primer sacramento (y, en general, el de todos los sacramentos de la Iglesia): manifestar el amor salvador de Dios por sus hijos.

Material • Hojas blancas • Pegamento

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Iniciamos con alegría XX Saludo.

Saludar a los niños con alegría y pedir a cada uno que nos comparta los recuerdos que sus familiares le han contado del día de su bautismo y qué nombre recibió. XX Canto. La alegría por nuestro bautismo nos hace cantar Bautismo. El canto enfatiza los símbolos del Bautismo y deja claro a los niños que Jesús está presente en todos los bautizados. XX Oración A todo dar. Cada frase de la oración la puede leer un niño diferente. El texto insiste en la necesidad de imaginar el día del propio bautismo para apropiárselo y para construir su identidad como miembro de la Iglesia. XX Imagen: Mirar la imagen y describir brevemente lo que vemos en ella. –– ¿Qué vemos en la imagen? –– Una persona es bautizada. ¿Qué edad puede tener? ¡No se bautizan solo los niños! Y nosotros, bautizados, renovamos cada año las promesas del Bautismo. –– Una persona bautiza, pero solo se ve su mano. ¿Quién puede ser ministro del Bautismo? –– ¿A quién recibe el niño al ser bautizado? El Espíritu está presente, en el centro, y actúa: nos da sus dones (siete llamas), sus frutos (doce rayos…) y su luz. –– ¿Qué actitud tiene el niño?

Miramos nuestra vida

¿Para qué nos bautizaron? XX Proponer

a los niños que distingan los motivos auténticos de los falsos para llevar a un niño a bautizar. De esta manera, los niños podrán clarificar el sentido real del Bautismo para diferenciarlo de los significados sociales, o solo festivos, que suelen otorgársele. Hemos de hacer hincapié en que todos los motivos mencionados en la tabla son falsos. Ninguno corresponde con la doctrina del Bautismo establecida por la Iglesia.

Jesús nos ilumina

Recibir el Bautismo XX La

finalidad de los tres relatos (Hechos 16,11-15.25-34 y Hechos 18,7-8) es mostrar al niño que desde los tiempos de la primera comunidad cristiana los papás pedían el Bautismo para sus hijos por motivos de fe, más que sociales o festivos. XX Así pues, los motivos de Lidia, el carcelero y Crispo son su fe y la necesidad de que sus familias vivan la salvación de Dios.

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Aprendemos con Jesús • Un símbolo expresa una experiencia. El símbolo integra dos elementos: una vivencia que adentra sus raíces en el corazón de la persona; y la expresión externa de ella. • La fe cristiana conlleva experiencias fuertes y profundas, sobre todo la del amor de Dios y otras más serias que puede vivir una persona. Por eso, la fe se expresa simbólicamente. • Las comunidades cristianas primitivas expresaron su fe en su estilo de vida y en su manera de celebrar simbólicamente lo que creían. He aquí la razón de ser de los sacramentos. Por eso cabe decir que los sacramentos son los símbolos de la fe. El Bautismo es el primer sacramento de la iniciación cristiana. • La naturaleza del sacramento del Bautismo y la estructura del rito exigen una celebración comunitaria, caracterizada por la participación activa de la comunidad local (Ritual del Bautismo de niños, n. 61). Al ser el Bautismo la integración a una comunidad viva, el lugar de su celebración será donde los padres viven comunitariamente su fe. El sitio más común es el templo parroquial. • La liturgia del Bautismo consta de cuatro partes unidas entre sí, que forman una unidad de celebración con un ritmo progresivo que culmina con el sacramento (cf. Ritual, n. 61): PP El rito de acogida o recepción de los niños por medio de la signación en la frente de los pequeños. PP Tiene por objeto lograr que los fieles constituyan una comunidad y se dispongan a oír como conviene la Palabra de Dios y a celebrar dignamente el sacramento. Se trata de crear un ambiente de celebración comunitaria mediante un tono cordial o un clima adecuado. PP La liturgia de la Palabra pretende que se avive la fe de los padres y padrinos y de todos los presentes, y se ruegue en la oración en común. Consta de unos o varios textos del leccionario, homilía, oración de los fieles, unción con el óleo de los catecúmenos e imposición de manos. PP La celebración del sacramento es precedida por una oración del celebrante mediante la cual bendice el agua o recuerda su bendición, a la que sigue la renuncia de padres y padrinos (compromiso en positivo) y la profesión de fe, y a la que se añade el asentimiento del celebrante y de toda la comunidad. El rito de ablución termina con los tres signos de ratificación: crismación, vestidura blanca y cirio encendido. PP Los ritos conclusivos se hacen en torno al altar, donde se reza un Padrenuestro para prefigurar la futura participación en la eucaristía; finalmente, el celebrante da la bendición. • El significado de los símbolos bautismales en el Catecismo de la Iglesia es el siguiente: ¡¡ La señal de la cruz, al comienzo de la celebración, señala la marca de Cristo sobre el que le va a pertenecer y significa la gracia de la redención que Cristo nos ha adquirido por su cruz (cf. CEC 1235). ¡¡ El agua evoca los simbolismos de la muerte y de la purificación, de la regeneración y de la renovación. Los dos efectos principales son la purificación de los pecados y el nuevo nacimiento en el Espíritu Santo (cf. CEC 1262). La Iglesia pide a Dios que, por medio de su Hijo, el poder del Espíritu Santo descienda sobre esta agua, a fin de que los que sean bautizados con ella nazcan del agua y del Espíritu (cf. CEC 1238). ¡¡ La unción con el santo crisma, óleo perfumado y consagrado por el obispo, significa el don del Espíritu Santo al nuevo bautizado. Ha llegado a ser un cristiano, es decir, ungido por el Espíritu Santo, incorporado a Cristo, que es ungido sacerdote, profeta y rey (cf. CEC 1241). ¡¡ La vestidura blanca simboliza que el bautizado se ha revestido de Cristo: ha resucitado con Cristo (cf. CEC 1243). ¡¡ El cirio que se enciende en el Cirio Pascual, significa que Cristo ha iluminado al nuevo creyente. En Cristo, los bautizados son la luz del mundo (cf. CEC 1243).

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Mi bautismo XX Pedir

a los niños imaginen que los están bautizando: que hagan un dibujo o peguen una foto (incluyendo a sus papás, padrinos y al sacerdote) de ese día.

Los símbolos del Bautismo XX A

continuación han de identificar los elementos que utilizó el sacerdote en el rito. Son las palabras que están resaltadas con otro color en la sección “Aprendemos con Jesús”. El niño tiene que identificar cada una y escribirla debajo de la ilustración correspondiente. Evoca con ellos y describe cada elemento. Por ejemplo: el agua limpia, la vela alumbra, el aceite cura, la cruz santifica, bendice o protege, y lo blanco se relaciona con lo limpio y puro.

Los símbolos bautismales y su significado XX En

esta última actividad, dejamos que los niños relacionen las columnas y repasen el significado de cada uno de estos símbolos.

Solución: Señal de la cruz: Recordamos la salvación que recibimos por la cruz de Cristo. Agua: Limpia nuestros pecados y nos hace Hijos de Dios. Crisma: Nos unge, es decir nos reconoce como cristianos. Vestidura blanca: Nos recuerda que hemos sido revestidos de Cristo, es decir, nos hace santos. Vela: Símbolo de la iluminación que hemos recibido por Cristo.

Mi compromiso con Jesús El compromiso del niño consiste en vivir como bautizado para todos. XX Animar a los niños a escribir lo que harán para que se note que son bautizados.

Platicamos con Dios ¡Gracias, Jesús! Mi Dios está vivo. Es un canto muy alegre que resalta la necesidad de nacer del agua, como en el Bautismo.

XX Oración: XX Canto:

Para recordar “Los distintos efectos del Bautismo son significados por los elementos sensibles del rito sacramental. La inmersión en el agua evoca los simbolismos de la muerte y de la purificación, pero también los de la regeneración y de la renovación. Los dos efectos principales, por tanto, son la purificación de los pecados y el nuevo nacimiento en el Espíritu Santo” (CEC 1262). Invitamos a los niños a leer la frase en su libro: • Me bautizó el sacerdote en el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo. • Estoy llamado a conservar mi dignidad como hijo de Dios. • Quiero mantener y hacer crecer la luz de la fe.

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Con mi familia XX El

momento central de esta actividad es la descripción de los papás de lo que sintieron en el ritual del Bautismo de sus hijos. Esta narración ayudará a los pequeños a continuar en la personalización de su propio Bautismo y a comprenderlo como una celebración comunitaria en la cual su familia tuvo un papel relevante. XX Todos juntos rezan la oración de la vestimenta blanca del rito del Bautismo.

Notas

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¡Soy hijo de Dios!

Por el Bautismo nos convertimos en hijos de Dios Propósito Acompañar a los niños: E A descubrir que son hijos amados de Dios, coherederos con Cristo, por su Bautismo.

Sentido del título El título quiere despertar la admiración de sentirse hijo de Dios. La posibilidad de ser hijos de Dios nos la da el Bautismo.

Material • Hojas blancas • Plumas o lápices

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Iniciamos con alegría XX Saludo.

Saludar a cada niño con cariño y para hacerlos sentir importantes, decirles: ¡Dios te ama! ¡Gracias por ser mi Padre! Es el agradecimiento de un niño que descubre que Dios es su Padre y lo ama, por lo que se dirige a Él con mucha confianza. XX Canto Dios es amor y es mi Padre. El canto nos pone en sintonía con el tema. Dios es un Padre amoroso con nosotros sus hijos. Es un canto de alabanza a la Trinidad. Puede recordarnos que Dios es uno en tres personas. XX Imagen: Mirar la imagen y describir brevemente lo que vemos en ella. –– ¿Quiénes aparecen en la imagen? –– ¿Cómo está presente la Trinidad? Nótese que Jesús está presente en la Eucaristía. JHS significa “Jesús Hombre Salvador”. –– ¿Qué está haciendo Dios Padre? –– ¿Qué está recibiendo el niño? –– ¿Qué actitud tiene el niño? Podemos repetir con él: “¡Yo soy hijo de Dios!”. –– Resumimos: “Por el Bautismo nos convertimos en hijos de Dios”. XX Oración

Miramos nuestra vida

Los hijos de rey XX Pedir

a uno o varios niños que lean el texto de su libro. La historia muestra la existencia de un rey rico y bueno, que ama a todos sus hijos y les deja en herencia su reino. XX Esta lectura busca despertar en los niños el anhelo de vivir en un reino como ese y ser parte de él. Las preguntas del libro del niño le ayudan a que se sitúe en ese reino. –– ¿Qué nombre te gustaría ponerle a este rey? –– ¿Te hubiera gustado ser uno de los hijos de este rey? –– ¿Qué harías si heredaras ese reino? XX Pedir a los niños que se dibujen junto al rey, como uno de sus hijos. XX La conclusión prepara al grupo para escuchar la Palabra y descubrir que Dios es ese rey, un rey bueno, dueño de todo, que es nuestro Padre y nos ama.

Jesús nos ilumina

Hijos de Dios mediante la fe XX Los

dos textos de la carta a los Gálatas (cf. Gal 3,26; 4,6-7) constituyen la afirmación de que somos hijos de Dios. XX La ilustración y las preguntas ayudan a sentirse hijos amados de Dios. –– Tú eres el niño que está entre el Padre y Jesús. ¿Cómo te ves? –– ¿Habías pensado que eres hijo de Dios? ¿Por qué? 117

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–– ¿Cuál es la diferencia entre un hijo y un siervo o esclavo? –– ¿Cómo te imaginas que viven los herederos de Dios? –– ¿Cómo crees que se debe tratar a un hijo de Dios?

Soy hijo de Dios XX La

actividad ayuda a cada niño a compartir qué siente al reconocerse hijo de Dios. Enfatizar las respuestas positivas: feliz, muy amado, agradecido. Si la respuesta es negativa, los ayudamos a descubrir que pueden confiar en Dios, que los ama mucho.

Aprendemos con Jesús Bautismo es el sacramento del que más habla el Nuevo Testamento. Es el sacramento fundamental que configura y determina toda la vida cristiana. XX Por el Bautismo nacemos a una vida nueva, se nos perdona el pecado original y llena nuestra alma de la gracia santificante. Nos hace hijos adoptivos de Dios, hermanos de Jesucristo, miembros de su Iglesia y herederos de la gloria eterna. XX Por el Bautismo nos incorporamos a la Iglesia, nuestra familia, por ser hijos de Dios. Comenzamos una vida nueva, en la que somos llamados a participar de la vida de Dios (Padre, Hijo y Espíritu Santo), donde la ley máxima es el amor. XX Por el Bautismo todos los pecados son perdonados, se nos perdona el pecado original y los pecados personales. XX Además del perdón de los pecados, el Bautismo nos hace criaturas nuevas, hijos adoptivos de Dios, partícipes de la naturaleza divina, miembros de Cristo, coherederos con él y templos del Espíritu Santo. XX El Bautismo posibilita ser hijos adoptivos de Dios (cf. Jn 1,12-13). Los cristianos son adoptados en la familia de Dios (cf. Rom 8,16; Gal 4,4-5). XX También por el Bautismo recibimos la gracia santificante que nos hace creer en Dios, esperar en Él y amarlo mediante las virtudes teologales (fe, esperanza y caridad). XX Por el Bautismo tenemos el compromiso de ser seguidores de Jesucristo, nuestro hermano mayor. Como hijos de Dios, reconocemos la igualdad de todos los bautizados y estamos llamados a respetar y amar a todos los hijos de Dios; todos somos hermanos e hijos de un mismo Padre. XX El

Los hijos de Dios XX Observar

con los niños la imagen que acompaña esta actividad (en el libro del niño) para identificar a los hijos de Dios. La actividad tiene la intención de reconocer que todos los bautizados son hijos amados de Dios, poseen la misma dignidad y por tanto estamos llamados a amarlos y respetarlos.

Mi compromiso con Jesús Saber que somos hijos de Dios nos compromete a vivir como auténticos hijos de Dios, a parecernos a nuestro Padre y a Jesús.

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XX Pedir

a los niños que señalen las acciones que los harán vivir como hijos de Dios. XX Solicitar a los niños que escriban una carta a Dios donde se comprometen a vivir como sus hijos. Pueden hacerlo en su libro o en una hoja blanca.

Platicamos con Dios Gracias, Padre. Leer las cartas en actitud de oración y terminar con una acción de gracias a Dios porque nos da la posibilidad de llamarle ‘Padre’. XX Canto: Bautismo. Nos ayuda a recapitular los efectos del Bautismo en nuestra vida. XX Oración:

Para recordar “Por el bautismo se nos borra el pecado original y todo pecado; nos da la gracia santificante; nos hace hijos adoptivos de Dios; nos hace miembros de la Iglesia; nos santifica y compromete a ser más santos; nos otorga las virtudes teologales y los dones del Espíritu Santo y pertenecemos para siempre a Cristo” (CEC 1279). Invitamos a los niños a leer la frase en su libro: El Bautismo nos convierte en hijos de Dios, miembros de Cristo y coherederos de su Reino.

Con mi familia XX Pedir

a los niños que pregunten a sus padres cómo se sienten ellos al descubrir que son hijos de Dios. Comparar estas respuestas con las de los niños de la sección “Soy hijo de Dios”. XX También que expliquen a sus padres lo que aprendieron en esta sesión y que lean su carta a Dios. XX Juntos rezan la oración de los hijos de Dios, el Padrenuestro.

Notas

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¡Soy hermano de Jesús!

Por el Bautismo nos convertimos en hermanos de Jesús y de todos los bautizados Propósito Acompañar a los niños: E A reconocer que Jesús, el Hijo de Dios, es nuestro hermano mayor, nos ama y nos enseña a vivir como hermanos.

Sentido del título El título muestra con alegría un hecho gozoso de nuestra fe: el Bautismo nos hace hermanos de Jesús y entre nosotros.

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Iniciamos con alegría XX Saludo.

Recibir a los niños con la frase “Bienvenido, hermano N…….”. Indicarles que tomen el lugar asignado; mientras cantan, se dan la mano unos a otros. XX Oración Ayúdanos a vivir como hermanos. En actitud de oración le damos nuevamente gracias a Dios por el Bautismo, lo cual nos permite enlazar los temas del bloque. También la oración introduce, en forma de petición, una de las intenciones del tema: aprender a vivir como hermanos entre nosotros. XX Canto Jesucristo es mi Salvador. La salvación es el mayor regalo de Jesús, lo cual nos mueve a agradecerle y amarlo. Gracias a la salvación, somos hijos de Dios y hermanos de Jesús. XX Imagen: Mirar la imagen y describir brevemente lo que vemos en ella. Comentar: –– ¿Qué hacen Jesús y el niño? –– ¿Por qué están juntos? –– ¿Qué significa el gesto de sus manos? ¿En qué o de qué han de ser vencedores? –– ¿En qué momentos acompañará Jesús al niño? –– ¿También yo juego o quiero jugar en el equipo de Jesús? –– En ese equipo juegan otros muchos millones de personas… ¡Y todos somos hermanos!

Miramos nuestra vida

Mis hermanos y yo XX Pedir

a los niños que se dibujen o pongan su nombre en el círculo y agreguen alguna característica o cualidad que los distinga. Después que los niños escriban el nombre de sus hermanos, su edad y agreguen una característica que los identifique, también deberán señalar quién es el hermano mayor. La actividad tiene la intención de que los niños traigan a su mente lo que significa, en su propia vida, la experiencia de ser hermanos. Para aquellos que no tengan hermanos, se puede pensar en algún primo. XX Las preguntas planteadas en el libro del niño ayudan a resaltar las experiencias positivas y negativas de la fraternidad: –– ¿Cómo te llevas con tus hermanos? –– ¿Qué te gusta de tus hermanos? –– ¿Qué no te gusta de tus hermanos? –– ¿Cómo sería para ti el hermano ideal? Para concluir esta actividad se puede enfatizar cómo es un buen hermano, para preparar el terreno a Jesús, nuestro hermano mayor.

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Jesús nos ilumina

Jesús, primogénito de muchos hermanos XX Los

textos de Romanos 8,29 y Hebreos 2,11-13 nos revelan como Jesús es el primogénito de muchos hermanos, de los cuales Jesús se siente orgulloso, y que ha venido a anunciar la voluntad del Padre. XX Romanos 12,10 es una exhortación para que los hermanos vivan con amor. Complementa los pasajes anteriores. Jesús es nuestro hermano y todos estamos llamados a comportarnos como hermanos. XX Las preguntas del libro del niño ayudan a comprender mejor los textos: –– ¿De quién es hermano Jesús? –– Jesús no se avergüenza de llamarnos hermanos. ¿A ti te da vergüenza que Jesús sea tu hermano? ¿Por qué? –– ¿Cómo deben tratarse los hermanos? XX Aprovechar la ilustración de Fano y preguntar a los niños: –– ¿A quienes abraza Jesús y por qué lo hace? –– ¿Cómo se sienten ellos en los brazos de Jesús?

Aprendemos con Jesús XX En

los temas anteriores descubrimos que, por el Bautismo, nos convertimos en hijos adoptivos de Dios. Como consecuencia de la filiación divina pasamos a ser también hermanos de Jesús. XX Jesús es nuestro hermano mayor porque es Hijo de Dios y se hizo hombre para salvarnos (cf. Rom 8,29-30). XX Gracias a la encarnación, Jesús se hace hermano de todos los hombres y mujeres; es solidario con la humanidad en todo, menos en el pecado. XX Jesús es un hermano cercano, amoroso y solidario; nos comprende, ayuda, perdona y nos acompaña siempre. XX Desde el principio, los cristianos comprendieron que Jesús nos había llamado a la fraternidad, por lo que se llamaban entre sí “hermanos” (cf. Hch 11,1; 1 Cor 1,10). XX Los bautizados somos hermanos porque todos tenemos un Padre común (cf. Rom 8,14-17) y un mismo Salvador. XX Jesús nos enseña el camino de la fraternidad en el sermón de la montaña: el amor a amigos y enemigos, la pobreza de espíritu, la mansedumbre, el perdón, la paz, el servicio, la solidaridad (cf. Mt 5-7). XX El amor entre los hermanos cristianos es un reflejo del grande y maravilloso amor que Dios nos ha regalado en Jesús, nuestro hermano mayor. Sin embargo, el odio y la violencia se interponen entre nosotros por lo que es necesario esforzarnos para vivir como verdaderos hermanos (cf. Rom 12,10-21)

Jesús es mi hermano XX Pedir

a los niños que se dibujen junto a su hermano Jesús. La actividad tiene la intención de hacer que los niños visualicen a Jesús como un verdadero hermano. XX También contestan a estas preguntas: –– ¿Qué regalo te gustaría recibir de tu hermano Jesús? –– ¿Qué te gustaría regalarle a tu hermano Jesús? Su objetivo es subrayar la gracia y el compromiso. Si Jesús es nuestro hermano, ¿qué podemos ofrecerle? 122

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Los demás bautizados son mis hermanos XX En

esta actividad los niños han de dibujarse con sus compañeros de catequesis para reforzar que todos los bautizados somos hermanos. XX Contestan: –– ¿Qué te gustaría regalar a tus hermanos de la catequesis? Su reflexión marca el compromiso hacia los demás..

Mi compromiso con Jesús XX Pedir

a los niños que revisen la lista de actitudes que se proponen en su libro para lograr ser un mejor hermano. Comienzan por los de su propia familia. XX La fraternidad se aprende en casa. Si aprendemos a ser buenos hermanos en familia, seguramente lo seremos con los demás.

Platicamos con Dios Amigo, presenta el reconocimiento de los valores del hermano-amigo. Preces por los hermanos, contiene peticiones dirigidas al Padre, a Jesús, al Espíritu Santo y a María, para vivir la fraternidad como humanidad.

XX Canto:

XX Oración:

Para recordar “[El misterio pascual] realiza la adopción filial porque los hombres se convierten en hermanos de Cristo, como Jesús mismo llama a sus discípulos después de su Resurrección: “Anda, ve y di a mis hermanos” (Mt 28,10; Jn 20,17). Hermanos no por naturaleza, sino por don de la gracia, porque esta filiación adoptiva confiere una participación real en la vida del Hijo único, la que ha revelado plenamente en su Resurrección” (CEC 654). Invitamos a los niños a leer la frase en su libro: El Bautismo nos hace ser hijos de Dios y hermanos de Jesús.

Con mi familia XX La

actividad en familia tiene la intención de reforzar la fraternidad. Se pide que todos los miembros expresen las cualidades de sus hermanos. Los papás pueden hacerlo de sus propios hermanos (los tíos). XX Además, se pide prolongar el compromiso del niño buscando que todos en la familia se comprometan con una acción para ser mejores hermanos. Juntos pueden entonar la canción Amigo. 123

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Soy amigo del Espíritu Santo

En el Bautismo, Dios nos hace templos del Espíritu Santo Propósito Acompañar a los niños: E A descubrir que, con el Bautismo, el Espíritu Santo vive en cada bautizado, como en un templo.

Sentido del título El título hace referencia a otro efecto del Bautismo: ser templos del Espíritu Santo. Enfatiza que el Espíritu Santo vive en nosotros y estamos llamados a vivir conforme a esta gracia que Dios nos regala con el Bautismo.

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Iniciamos con alegría XX El saludo. Saludar alegremente a los niños y decir el nombre de cada uno. Felicitarlos por su perseverancia

en la catequesis. XX Canto Ya llegó el Espíritu Santo. Comenzamos la sesión con un canto alegre que les recuerda el bloque del Espíritu Santo. Enfatizar las frases que tienen relación con sentir al Espíritu Santo: Lo siento en mis manos, lo siento en mis pies, lo siento en el alma y en todo mi ser. Estas frases conectan con la experiencia que se les va a proponer enseguida: el cuerpo. XX Oración Sopla en mí, Espíritu Santo. La oración nos prepara a recibir la iluminación del Espíritu Santo y a recordarnos que el Espíritu Santo nos ayuda a santificar nuestros pensamientos, trabajo y corazón. La frase se relaciona también con el objetivo del tema: el Espíritu Santo nos santifica porque vive en nosotros desde el Bautismo. XX Imagen: Mirar la imagen y comentar: –– ¿Quiénes están en la imagen? –– ¿Están tristes o contentos? ¿Por qué creemos que están así? –– También están unidos… ¿Qué hacen? –– ¿Quién está sobre ellos? –– ¿Qué sostienen en sus manos? –– Nos centramos en ese corazón rodeado de una corona de espinas y en llamas. El sagrado corazón simboliza el amor salvador de Dios para con toda la humanidad; las llamas y la corona de espinas representan a la corona de espinas que Cristo llevó en la cruz. –– El Bautismo es "fuente de salvación". En él, “Dios nos hace templos del Espíritu Santo”.

Miramos nuestra vida

El cuidado de mi cuerpo XX Plantear

a los niños dos preguntas que pueden contestar en binas: –– ¿Sabías que muchos niños en México padecen sobrepeso? ¿Por qué? Se ayuda a los niños a tratar el tema con respeto. El sobrepeso y la obesidad infantil es un problema grave para México. Ocasiona enfermedades a temprana edad y en la vida adulta. Muchos niños tienen sobrepeso porque no llevan una alimentación saludable y una vida sana. El tema de la prevención y la vida saludable es tratado con frecuencia en las escuelas y en la televisión. Los niños ya han oído hablar del asunto. En la catequesis podemos enfatizar que nuestro cuerpo es sagrado, nos lo ha dado Dios y estamos llamados a cuidarlo y a vivir una vida saludable. XX Para reforzar la actividad, pedir a los niños que marquen en la lista los alimentos saludables. La respuesta correcta es: fruta, huevo, leche, verduras, carne. 125

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Test de vida saludable XX Solicitar

a los niños que marquen las actividades que realizan con frecuencia. Están dividas en saludables y no saludables. Al final, les pedimos que sumen las acciones. Los niños comparten los resultados y comentan. Hacemos algunas recomendaciones, especialmente si los niños de la catequesis no llevan una vida saludable. Se puede aprovechar la información que sigue a la actividad en el libro del niño. Subrayaremos con los niños que cuidar el cuerpo es importante. Por último, aprovecharemos para enlazar con la idea de que nuestro cuerpo es tan valioso que el Espíritu Santo ha venido a morar en él.

Jesús nos ilumina

Templos del Espíritu XX En

el texto de 1 Corintios 6,19-20 se nos hace una revelación: nuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo. Las preguntas planteadas en el libro del niño ayudan a sacar más provecho al texto: –– ¿Por qué los bautizados somos templos del Espíritu Santo? –– ¿Dónde vive el Espíritu Santo? –– ¿Quién lo puso dentro de nosotros? –– ¿Quién nos compró? ¿Qué precio pagó por nosotros? XX Preguntar a los niños qué ven en la ilustración. –– ¿Qué hay en el interior de su corazón? –– ¿Qué está haciendo Dios al señalar el corazón? –– ¿Dónde está el Espíritu Santo?

Aprendemos con Jesús XX Como

hemos visto, el fruto del Bautismo o la gracia bautismal es una realidad rica que comprende: el perdón del pecado original, de todos los pecados personales, el nacimiento a la vida nueva, por el cual cada persona es hecha hija adoptiva del Padre, miembro de Cristo y templo del Espíritu Santo (cf. 1 Cor 6,19; CEC 1265 y 1279). XX Para los bautizados, ser templos del Espíritu Santo quiere decir que el Espíritu vive en nuestro interior y actúa en nosotros: nos santifica, enseña a orar, hace producir los frutos del Espíritu Santo y nos transforma interiormente (cf. CEC 1695). XX La condición de templos del Espíritu Santo exige de los bautizados una vida de santidad, para que el Espíritu more en nosotros. Dios no habita en las tinieblas y no hay tinieblas en él (cf. 1 Jn 1,5b). El pecado impide la acción del Espíritu en nosotros. XX Ser templos del Espíritu Santo pide tener una consideración especial a nuestro cuerpo. Implica el cuidado físico, desarrollar hábitos de vida saludable, alejarse de los vicios y se extiende a la vivencia de la sexualidad conforme al plan de Dios y al cultivo de los pensamientos y acciones que nos conducen al Reino. Dios nos llama a vivir en santidad para vivir en salud divina.

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XX El

reconocer que en todos los bautizados habita el Espíritu Santo nos mueve a respetar la dignidad de todas las personas, puesto que en ellas mora el Espíritu de Dios. XX Los creyentes respetamos la santidad de un templo. Así deben respetarse también los cristianos entre sí, valorando su propia condición.

Mi cuerpo es para Dios XX Pedir

a los niños que escriban qué harán con: la cabeza, la boca, el corazón, los pies y las manos para dar gloria a Dios. Las respuestas son libres, lo importante es que entiendan el sentido. XX Animarlos a completar la frase mediante la interpretación de códigos. La frase dice: Por el Bautismo…

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M O S

D E

S A N T

M P

L O S

S P

La actividad tiene la intención de reforzar la enseñanza principal del tema.

Mi compromiso con Jesús XX Los

niños eligen una parte de su cuerpo y dicen cómo la usarán para dar gloria a Dios esta semana.

Para recordar “‘Justificados en el nombre del Señor Jesucristo y en el Espíritu de nuestro Dios’ (1 Cor 6,11), ‘santificados y llamados a ser santos’ (1 Cor 1,2), los cristianos se convierten en ‘el templo del Espíritu Santo’ (cf. 1 Cor 6,19). Este ‘Espíritu del Hijo’ les enseña a orar al Padre (Gal 4,6) y, haciéndose vida en ellos, les hace obrar (cf. Gal 5,25) para dar ‘los frutos del Espíritu’ (Gal 5,22) por la caridad operante.” (CEC 1695). Invitamos a los niños a leer la frase en su libro: Desde nuestro Bautismo, el Espíritu Santo vive dentro de nosotros como en un templo. Por eso hemos de cuidar nuestro cuerpo y dar gloria a Dios con él.

Platicamos con Dios Yo te alabo con el corazón. Es una alabanza a Dios con todo nuestro cuerpo. XX Oración: Al Espíritu Santo. Recoge en forma de petición los aprendizajes del tema. XX Canto:

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Con mi familia XX La

familia aprende el contenido de la lección. niños le comentan a su familia cuál es su compromiso y les piden hacer uno similar. XX Al final hacen juntos una oración al Espíritu Santo. XX Los

Notas

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La Iglesia también es mi familia

¡Soy bautizado, entonces soy miembro de la Iglesia! Propósito Sentido del título • Se presenta a la Iglesia como una extensión de Acompañar a los niños: la propia familia del niño. Así la verá con ojos E A descubrir que la Iglesia es nuestra familia familiares y cariñosos. de fe, a la que hemos de estar unidos y • La frase reafirma la identidad del niño como amarla.

bautizado y como miembro de la Iglesia. No se puede ser uno sin lo otro. No puede haber bautizados sin comunidad eclesial donde vivan su fe. Y toda comunidad cristiana tiene que estar conformada por creyentes plenamente conscientes de su compromiso bautismal.

Material • Lápices de colores • Hojas de colores (una por cada niño) 129

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Iniciamos con alegría XX Saludo.

Recibir a los niños con entusiasmo y preguntarles cómo les fue en esta semana. El canto, Juntos como hermanos, refuerza el sentimiento de unidad con la Iglesia, idea que se quiere favorecer con este tema. XX Oración. Cada frase de la oración, Esta es mi Iglesia, puede ser leída por uno de los niños. El texto busca despertar en los pequeños sus sentimientos de afecto por la Iglesia. XX Imagen: Mirar la imagen y describir brevemente lo que vemos en ella. –– De nuevo está la Trinidad (Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo), que da la mano a un grupo de personas. ¿Qué simboliza ese grupo de personas? –– ¿Cómo están esas personas? –– ¿Y quiénes son? Hay un obispo, una religiosa… Y laicos. Todos formamos la Iglesia, animada por el Espíritu. –– Entre todos nombramos a quienes formamos la Iglesia. –– Porque soy bautizado, soy miembro de la Iglesia. ¿Qué cosas bonitas te da la Iglesia? –– Repetimos todos de varias formas: “¡La Iglesia también es mi familia!”. XX Canto.

Miramos nuestra vida

El color de la Iglesia XX Pedir

a los niños que coloreen la Iglesia que tienen en su libro. Después, que reflexionen sobre cómo ven a la Iglesia. Si es un sentir positivo lo representarán con colores vivos y alegres (rojo, amarillo, verde, azul celeste, naranja). Un sentir negativo estará simbolizado por colores sombríos y fríos (negro, gris, violeta). XX Preguntar a los niños por qué eligieron ese color. XX Animar al grupo a que escriban (al lado de la imagen) las acciones buenas e importantes que hace la Iglesia en su comunidad. XX Al final, comentar que todos somos parte de la Iglesia, y cada uno es un color que le da vida y alegría a la comunidad.

Jesús nos ilumina

Unidos en el amor XX Leer

Efesios 4,3-6. El texto describe lo que mantiene unidos a los cristianos. Los niños deberán identificar las ideas que da el texto para que empiecen a conocerlas y valorarlas. XX Pedir a los niños que dibujen a los bautizados unidos y que completen las frases incompletas de su libro. Solución: Un mismo Dios y Padre. Un solo Señor. Una sola fe. Un solo Bautismo. 130

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Aprendemos con Jesús XX Todos

los bautizados formamos parte de la Iglesia. El Bautismo nos incorpora a ella (cf. 1 Cor 12,13; Gal 3,27) y es el sacramento que la configura. XX La Iglesia es nuestra Madre, porque en ella nacemos a la vida del Espíritu, nos enseña a amar a Dios, a seguir a Jesús y a dejarnos guiar por el Espíritu Santo. XX La Iglesia es un cuerpo, cuya cabeza es Cristo. Cada uno de sus miembros ha recibido del Espíritu Santo diversos dones y carismas para la edificación de todo el cuerpo. Los bautizados estamos llamados a hacer efectiva la comunión mediante la vivencia de la fraternidad, el amor y el servicio. XX Los miembros de la Iglesia somos como una gran familia; el Bautismo nos hace a todos iguales en dignidad y nos confiere la misma misión: anunciar el Reino de Dios. Cada miembro realiza la misión desde su propia vocación: los obispos, presbíteros, diáconos, religiosos y laicos. XX La Iglesia tiene varios niveles de realización: –– La Iglesia universal, que agrupa a todos los bautizados del mundo, tanto los que viven en la tierra como a los del cielo. –– La Iglesia particular (diócesis), es la comunidad que se reúne en torno al obispo. –– La parroquia es la comunidad que se reúne entre las familias de los creyentes. –– Las comunidades menores o pequeñas comunidades. Son grupos de personas que se reúnen para escuchar la Palabra de Dios, orar juntos y vivir el servicio. Dependen de la parroquia. XX La parroquia es la comunidad más cercana donde podemos vivir la experiencia de ser una familia en la fe.

La familia de Dios XX En

esta actividad pedir a los niños que dibujen a los miembros de la familia de Dios que ya conocen, por ejemplo, los de su parroquia o de la catequesis. La idea es que al identificar rostros concretos les ayudará a sentir cercana a esta familia.

Mi compromiso con Jesús XX Recordar

a los niños que asistan a misa los domingos con la conciencia de ser parte de esta familia.

Platicamos con Dios A edificar la Iglesia. Nos hace sentirnos miembros alegres de la Iglesia. XX Oración: La Iglesia es mi familia. XX Canto:

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Para recordar “En el lenguaje cristiano, la palabra “Iglesia” designa no solo la asamblea litúrgica (cf. 1 Cor 11,18; 14,19.28.34.35), sino también la comunidad local (cf. 1 Cor 1,2; 16,1) o toda la comunidad universal de los creyentes (cf. 1 Cor 15,9; Ga 1,13; Flp 3,6). Estas tres significaciones son inseparables de hecho. La “Iglesia” es el pueblo que Dios reúne en el mundo entero. La Iglesia de Dios existe en las comunidades locales y se realiza como asamblea litúrgica, sobre todo eucarística. La Iglesia vive de la Palabra y del Cuerpo de Cristo y de esta manera viene a ser ella misma Cuerpo de Cristo” (CEC 752). Invitamos a los niños a leer la frase en su libro: Por el Bautismo, Dios nos hace miembros de la gran familia que es la Iglesia.

Con mi familia XX Los

niños piden a su papá o a su mamá que lea con ellos los párrafos de la sección “Aprendemos con Jesús”. XX Los padres, como cabeza del núcleo familiar, son los principales promotores del compromiso bautismal de la familia con la Iglesia. Por eso se encargarán de ayudar a sus hijos a pensar cómo puede toda la familia apoyar a la parroquia a la que pertenecen. XX Además, pueden orar por las necesidades de su parroquia.

Notas

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Puedo ser mejor cada día

Mantengo limpia la vestidura blanca de mi Bautismo todos los días Propósito Sentido del título • El título presenta a los niños la idea central del Acompañar a los niños: proceso de la conversión: el esfuerzo de vivir E A reconocer que la luz del Bautismo debe cada día los valores del Evangelio. permanecer encendida y limpias sus vestiduras. Lo lograrán esforzándose en • La frase expresa la necesidad de mantener limpia la vestidura blanca; conduce hacia vivir como Jesús.

el compromiso por hacer vivo y actual el Bautismo en la vida cotidiana, a vivir en estado de conversión.

Material • Lápices de colores

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Iniciamos con alegría XX Saludo.

Felicitar con entusiasmo a los niños por haber asistido el día de hoy a la catequesis. El diablo está enojado, de un modo alegre, la canción señala como Cristo vive en el corazón de cada uno y él perdona los pecados. XX Oración. Juntos oramos Ayúdame a ser mejor. Es de carácter penitencial y quiere crear el clima propicio para el tema de la conversión. XX Imagen: Mirar la imagen y describir brevemente lo que vemos en ella. –– Dios Padre está presente y lo llena todo… Pero sus manos están como retiradas. Ya nos toca actuar a nosotros. –– En el centro aparece la pila bautismal, desde la que brotan las aguas del Bautismo y se derraman sobre la cabeza del niño. –– El niño, bautizado, ¿qué hace? –– Es como si estuviera haciendo un propósito. ¿En qué consistirá su propósito? ¿Delante de quién lo hace? –– Manifestamos de uno en uno también nuestro propósito en la misma postura que el niño: “Mantengo limpia la vestidura blanca de mi Bautismo todos los días”. XX Canto.

Miramos nuestra vida

Ropa sucia y ropa limpia XX Pedir

a los niños que observen las imágenes de su libro. Les damos unos minutos para que piensen en lo que ven en ellas. Luego respondemos a una serie de preguntas sobre lo limpio y lo sucio en alusión a la ropa y a la casa, además de las sensaciones que se tienen al respecto: –– ¿Cómo queda la ropa después de que se lava? –– ¿Se te ha caído el chocolate o la leche encima? ¿Cómo queda tu ropa? –– ¿Te gusta andar sucio? –– ¿Cómo te sientes cuando llegas a tu casa y ves que tu ropa está muy limpia? XX Se puede completar con una analogía entre lo limpio, que representa la vestidura blanca del Bautismo, y lo sucio, el pecado.

Jesús nos ilumina

Guiados por el Espíritu Santo • Con los dos textos que se proponen, Romanos 6,3-4 y Gálatas 5,16-26, los niños van comprendiendo las actitudes propias de quienes viven un camino de conversión: amor, alegría, amabilidad y bondad. • Para asimilar mejor el texto, los niños responden a las preguntas que acompañan al texto bíblico: –– ¿Cómo tiene que ser la vida de los bautizados? –– ¿Cuáles son los frutos de quienes se dejan llevar por la maldad?

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• También realizan la actividad propuesta: colorear los frutos de las personas que se dejan guiar por el Espíritu. • Para concluir esta sección en grupo podemos participar en una dinámica sencilla: en fila los niños caminan detrás de su catequista, quien les pedirá que repitan esta frase: “Caminamos de la mano del Espíritu, caminamos”.

Aprendemos con Jesús • El Bautismo imprime carácter en el creyente, pero su significado para la vida cristiana se puede perder por la inconstancia y el pecado. • La vida en el Espíritu requiere de conversión permanente. La conversión es un proceso por el que las personas y las comunidades buscan alejar el mal de lo personal y del mundo, y tratan de conquistar nuevos espacios de amor y de justicia. • La conversión ha de ser permanente porque el pecado no es solo lo malo que hacemos, sino lo mucho de bueno que nos falta por hacer. Siempre pecamos, al menos por omisión. Todos debemos reconocer que aún no hemos hecho lo suficiente por extender el Reino de Dios. • El pecado es no amar, o no suficientemente. Por eso, siempre podemos amar más. El mandamiento cristiano no consiste simplemente en amar, sino en amar “como yo los he amado” (Jn 15,12). • Cristo nos invitó a llevar nuestra aventura hasta el final: “Sean perfectos como su Padre del cielo es perfecto” (Mt 5,48). Y el Concilio Vaticano II nos recordó el llamado universal a la santidad (LG 39-42) y nos dijo que la Iglesia está convocada a una “reforma perenne” (UR 6). • Por tanto, convertirse es: –– “Conversión” (de cum-vértere): volverse. Dar un giro con todo nuestro ser, conmover desde el fondo, sacudir desde nuestras raíces hasta nuestros frutos. –– Volvernos cada día hacia Dios, que nos llama, vive en nosotros, nos inspira y nos convoca. –– Vivir cada día en actitud de acogida hacia los hermanos, sobre todo, hacia los más pobres, los perseguidos, los más pequeños. –– Volver cada día hacia nosotros mismos, a la opción fundamental por Jesús, a los valores que cimentan nuestra vida, y cultivar el encuentro con Cristo. –– Renovar cada día nuestra opción por Jesús.

El mejorómetro XX Esta

actividad consiste en que los niños han de colorear las columnas de una tabla. Cada columna representa un aspecto de su vida. Han de revisar esos tres aspectos en clave de conversión: su manera de convivir con los demás, su forma de pensar y su forma de actuar. XX Los niños se asignarán una puntuación en cada columna de acuerdo a lo que valoren de sí mismos. Luego, llenarán de color esa columna hasta el número que hayan elegido.

Mi compromiso con Jesús XX Ayudar

a los niños a completar lo que se propone en esta sección. de sus respuestas, pueden proponerse dos o tres pasos para avanzar en su conversión diaria, su acción y su manera de relacionarse.

XX Además

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Platicamos con Dios Felices somos. Es un llamado a hacer el bien. Camino de la mano del Espíritu. Es una oración que ayuda a los niños a afianzar su propósito de cambio.

XX Canto:

XX Oración:

Para recordar “Como miembros de un pueblo ya santificado por el Bautismo, los cristianos estamos llamados a manifestar esta santidad. Santidad que exige el cultivo tanto de las virtudes sociales como de la moral personal” (DP 252). Invitamos a los niños a leer la frase en su libro: Todos los bautizados tenemos que esforzarnos en portarnos mejor y en mantener encendida la luz de nuestro Bautismo.

Con mi familia XX Invitar

a los niños a realizar esta actividad toda la familia: que revisen su proceso de conversión a la luz de la catequesis semanal de los hijos. XX Además, pueden orar por su propia conversión.

Notas

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Doy mi corazón a los demás

Por el Bautismo ofrecemos amor a nuestra familia y amigos Propósito Sentido del título • Este es el primero de tres temas que desarrollan Acompañar a los niños: la triple misión de Cristo en el bautizado E A conocer como el bautismo nos hace (sacerdote, profeta y rey). Para que los niños sacerdotes, es decir nos hace ofrecer amor entiendan el ejercicio del sacerdocio bautismal, a nuestra familia, amigos ¡y a todos los que se concreta su significado en la imagen del nos rodean! corazón que se abre y se entrega a los demás. • Un bautizado que ejerce su misión sacerdotal es quien se ofrece a sí mismo, cultiva la bondad y la solidaridad en su corazón y las expresa a los otros con actitudes y acciones evangélicas.

Material • Lápices de colores • Tres papelitos por niño (toma una hoja carta en posición vertical, dóblala tres veces sobre sí misma y recórtala por los dobleces) • Cinta adhesiva 137

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Iniciamos con alegría XX Saludo.

Como saludo, pedir a los niños que compartan con sus compañeros un sentimiento de afecto, amistad y ayuda. XX Canto. Yo siento, Señor, nos ofrece varios elementos que preparan el tema de la entrega y el ofrecimiento a Dios. XX Oración. Quiero abrir mi corazón. El texto de la oración integra la metáfora del corazón como una casa donde se ofrece amor a las personas necesitadas. Al igual que en otras ocasiones, cada frase puede ser leída por un niño. XX Imagen: Mirar la imagen y describir brevemente lo que vemos en ella. –– Describimos al niño: ¿Qué dice su rostro? ¿Qué expresan sus manos? ¿Qué simboliza su corazón? [Ver también el corazón del tema 23.] –– También Dios está presente (rayos de luz) y Jesús (cruz). ¿Qué pueden simbolizar? –– Y sigue presente, como en temas anteriores, el Bautismo: la concha que derrama el agua sobre la cabeza del niño. Lo relacionamos con la frase que está al pie: “Por el Bautismo ofrecemos amor a nuestra familia y amigos”.

Miramos nuestra vida

Ofrecer la vida por… XX La

actividad plantea a los niños una serie de imágenes de la vida cotidiana. En esas imágenes diversas personas hacen algo por los demás desde sus actividades o profesiones. Las preguntas que completan la actividad son una guía para acercarlos al concepto de “ofrenda de la vida”, elemento clave del sacerdocio bautismal. XX Al final se hace la relación con Jesús. El sacerdocio bautismal, al que los creyentes estamos llamados, se ofrece en la vida diaria.

Jesús nos ilumina

Una descendencia elegida XX Con

el texto de la 1 Pedro 2,9, los niños reciben la buena nueva de nuestro llamado a ser sacerdotes, profetas y reyes. XX Las preguntas planteadas los invitan a imaginar cómo podría ser su sacerdocio, en referencia al sacerdocio de Jesús. –– ¿Por qué crees que los bautizados son una descendencia elegida? –– ¿A qué te suena la frase “ustedes son un reino de sacerdotes”? –– ¿Habías pensado en que Jesús te ha hecho sacerdote?

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Aprendemos con Jesús • En el Bautismo, los creyentes asumimos la triple misión de Cristo: sacerdote, profeta y rey. • Como Cristo fue ungido por el Espíritu, también el bautizado es ungido para ser sacerdote, profeta y rey. San Ambrosio dijo en una homilía sobre 1 Pe 2,9-10: “Te has convertido en una raza elegida, sacerdotal, preciosa; todos nosotros somos ungidos con la gracia espiritual para formar el Reino de Dios y una estirpe de sacerdotes”. • El sacerdocio es la entrega de sí mismo en el seguimiento de Jesús; es un rasgo que define al bautizado. Viviendo su vocación sacerdotal, los cristianos pregonan el poder de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable. • El Concilio Vaticano II nos dice que Cristo, supremo y eterno sacerdote, nos hace partícipes de su oficio sacerdotal, en orden al ejercicio del culto espiritual, para gloria de Dios y salvación de los hombres. En el caso de los laicos, el ejercicio sacerdotal se realiza al ofrecer todas las obras, preces y proyectos apostólicos, la vida conyugal y familiar, el trabajo cotidiano, el descanso del alma y de cuerpo. Si estas acciones se realizan en el Espíritu, y si se sufren las molestias de la vida con paciencia, se convierten en «hostias espirituales, aceptables a Dios por Jesucristo» (1 Pe 2,5). Todo ello se ofrece en la Eucaristía. Por su condición sacerdotal, los laicos, son adoradores en todo lugar y si obran santamente, consagran el mundo a Dios (cf. LG 34). • El sentido del sacerdocio bautismal lo explica con claridad san León Magno: “A todos los que han nacido de nuevo en Cristo la unción del Espíritu los consagra como sacerdotes, a fin de que todos los cristianos espirituales y con uso de razón se reconozcan miembros de esta raza de reyes y participantes de la función sacerdotal. ¿Qué hay, en efecto, más regio para un alma que gobernar su cuerpo en la sumisión a Dios? ¿Y qué hay mas sacerdotal que consagrar a Dios una conciencia pura y ofrecer en el altar de su corazón las víctimas sin mancilla de la piedad?”.

Cadena de amor La cadena de pensamientos amorosos que se propone tiene como finalidad comenzar a inculcar en los niños las ideas que pueden propiciar actitudes y acciones de entrega y amor, de acuerdo a los elementos esenciales que forman parte del ejercicio sacerdotal. XX Pedirles que escriban tres pensamientos amorosos en su libro. Después, han de elegir uno de ellos y escribirlo en los papelitos que les entregaremos. XX Pedirles que todos unan sus eslabones y hagan una cadena enorme, una “cadena de amor”, que colgarán en un lugar visible de la sala de los encuentros de catequesis.

Mi compromiso con Jesús XX Pedir

a los niños que escriban qué van a ofrecer a su familia para ser sacerdotes, como Jesús. Esta sencilla actividad es la puesta en práctica de la idea de que el ejercicio del sacerdocio bautismal empieza con la práctica de un corazón amoroso.

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Platicamos con Dios Prepara tu corazón. Pide desechar los sentimientos malos, nos prepara el corazón de sacerdotes. XX Oración: Te ofrezco mi corazón. Es un acto de ofrecimiento a Jesús. XX Canto:

Para recordar “Cristo Señor, Pontífice tomado de entre los hombres (cf. Heb 5,1-5), a su nuevo pueblo ‘lo hizo reino de sacerdotes para Dios, su Padre’ (cf. Ap 1,6; 5,9-10). Los bautizados son consagrados como casa espiritual y sacerdocio santo por la regeneración y por la unción del Espíritu Santo, para que por medio de todas las obras del hombre cristiano ofrezcan sacrificios espirituales y anuncien las maravillas de quien los llamó de las tinieblas a la luz admirable (cf. 1 Pe 2,4-10). Por ello, todos los discípulos de Cristo, perseverando en la oración y alabanza a Dios (cf. Hch 2,42.47), han de ofrecerse a sí mismos como hostia viva, santa y grata a Dios (cf. Rom 12,1), han de dar testimonio de Cristo en todo lugar, y a quien se la pidiere, han de dar también razón de la esperanza que tienen en la vida eterna (cf. 1 Pe 3,15)” (LG 10). Invitamos a los niños a leer la frase en su libro: ¡Una gran noticia de nuestro Bautismo es que podemos tener un corazón de sacerdote!

Con mi familia XX Pedir

que cada miembro de la familia toque el corazón de otro y diga qué siente, qué piensa, qué escucha. Esta acción es una manera de simbolizar el contenido del tema convirtiéndolo en un gesto memorable. XX La familia pide a Dios les permita latir como un solo corazón.

Notas

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Uso mi boca para ayudar a todos

Por el Bautismo me comprometo a anunciar el amor de Dios y a denunciar las injusticias. Propósito Sentido del título • Quiere expresar la acción concreta del Acompañar a los niños: compromiso profético bautismal. E A empezar a ser profetas que anuncien la Palabra de Dios y digan con valentía lo que • La boca que habla fuerte para ayudar a todos (título), tiene el cometido de realizar el se opone a la voluntad de Dios.

compromiso profético de anunciar el amor de Dios y denunciar las injusticias.

Material • Hojas de papel (una por niño) • Lápices de colores o plumones de agua • Cinta adhesiva • Ilustraciones de periódico que muestren alguna injusticia

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Iniciamos con alegría XX Saludo. Dar una cordial bienvenida a los niños. Preguntarles cómo están y qué tal les fue en el compromiso

de ser sacerdotes en su familia. entenderán que también son profetas. XX Oración: Te saludamos, Jesús amigo. Cuando pronuncien la palabra “profetas”, levantan los brazos. XX Canto: El profeta. Describe la experiencia que viven los profetas de ser elegidos y llamados por Dios a anunciar y denunciar. XX Imagen: Mirar la imagen y describir brevemente lo que vemos en ella. –– Seguimos con el Bautismo (pila bautismal). Y la presencia del Espíritu a través de él. –– Una niña comunica algo. ¿Habla? ¿Lee? ¿Comenta lo leído? ¿Qué estará diciendo? –– No hay nadie a quien se lo diga. ¿A quién podría decírselo? –– La escena se da en un camino, cuyo origen es el Bautismo. ¿Cuál es ese camino? –– Por el Bautismo somos todos profetas y sacerdotes. ¿También las niñas y los niños? Sí. –– Para eso hemos de escuchar al Espíritu y hablar en nombre de otro… ¿Cómo lo podemos escuchar? –– Resumimos: “Por el Bautismo me comprometo a anunciar el amor de Dios y a denunciar las injusticias”. Así florecerá la justicia (por ahí hay media docena de flores). XX Ahora

Miramos nuestra vida

Lo justo y lo injusto El niño a esta edad, aun no desarrolla plenamente todos los aspectos de la conciencia moral, sabe que algo es bueno o malo porque se castiga o se premia. XX Les ayudamos a completar la actividad en la que que deben distinguir entre lo justo y lo injusto. Solución:

Acción

Justo Injusto √

Un maestro que maltrata a un niño. Un maestro que le llama la atención a un niño por platicar en clase.

√ √ √

Un patrón que no le paga a su trabajador. Un empleado que no hace bien su trabajo y exige que le paguen más. Una niña que acusa a sus compañeros porque le hacen bullying.

√ √

Una vendedora que engaña a un cliente. Un papá que le llama la atención a su hijo por pelear con su hermano.

√

XX Una

vez que el niño ha distinguido unas acciones de otras, proponerles preguntas que les ayudarán a situarse en las injusticias que ellos realizan, y en las que ven. –– ¿Te han hecho alguna injusticia? ¿Tú le has hecho alguna injusticia a alguien? –– ¿Has visto que alguien haga una injusticia? ¿Y qué hiciste? –– ¿Por qué los niños se quedan callados cuando ven una injusticia? XX Los niños reconocerán que muchos nos quedamos callados ante las ofensas e injusticias por miedo. 142

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Jesús nos ilumina

Jesús denuncia las injusticias Los niños tienen que dar importancia al tono impetuoso de las denuncias proféticas de Jesús. Deben captar el enojo de Jesús, así como la pasión con la que denuncia lo que se opone a la voluntad de Dios. XX Los fariseos eran un grupo religioso que centró su religiosidad en la observancia de la ley y el cumplimiento de los ritos. Cuatro rasgos los caracterizaban: 1. Se veían a sí mismos como justos. 2. Se sentían seguros de su propia conducta. 3. Despreciaban a quienes no vivían como ellos. 4. Estaban convencidos de vivir como Dios manda (cf. Mc 7,3-4; Mt 5,20; 12,38-39; 15,2; 23,2-7). XX Leerles el texto con la entonación adecuada para transmitir la fuerza profética de Jesús. XX Las preguntas ayudan a comprender mejor el texto: –– ¿Por qué Jesús les dijo estas palabras a los fariseos y a los ricos? –– ¿Cómo crees que se hayan sentido los fariseos y los ricos luego de escuchar a Jesús? XX Pedir a uno o varios niños que lean, con énfasis, la frase que resume la idea principal de esta sección: ¡Qué fuerte habla Jesús! Así habla un profeta. Así tiene que hablar un bautizado que vive su compromiso profético.

Aprendemos con Jesús • En la historia de salvación, Dios eligió a algunas personas, los profetas, a quienes llamó para enviarlos a su pueblo. Para los profetas, aceptar la misión que Dios les encomendó fue difícil, conllevó penas, cruces, persecución y hasta la muerte. Pero Dios siempre estuvo con ellos (cf. Isaías, Jeremías, Oseas) para inspirarles lo que debían decir y fortalecerlos en la persecución. • La palabra profeta significa “hablar en nombre de”. En el Antiguo Testamento, el profeta es el que habla en nombre de Yahvé, es su voz viva en medio del pueblo, a quien le recuerda las promesas hechas con Dios. Alza su voz para enderezar y corregir; anuncia y denuncia. • En la Biblia a los profetas también se les llama guardianes del pueblo, centinelas de Yahvé. Son hombres y mujeres de personalidad y espiritualidad fuerte, intermediarios, siervos de Dios. Su misión es discernir la voluntad de Dios sobre el presente del pueblo, para llamarlo a la conversión y proyectarlo hacia un futuro de esperanza y salvación. • Los profetas alzaron la voz para recordarle al pueblo la Alianza con Dios; reprocharle su infidelidad y anunciarle que si no se convierte habría juicio y condena; pero también anunciaron la esperanza de la restauración del pueblo; la llegada de un Mesías, rey y salvador. • En el Antiguo Testamento el carácter profético era dado solo a algunas personas. Después de la muerte y resurrección de Cristo y la llegada del Espíritu Santo, el carisma profético es dado a todos. Así se cumple lo que dijo el profeta Joel: “En los últimos días, dice Dios, derramaré mi Espíritu sobre todo hombre, y profetizarán sus hijos y sus hijas, sus jóvenes tendrán visiones, y sus ancianos sueños; sobre mis siervos y mis siervas, derramaré mi Espíritu en aquellos días, y profetizarán” (Hch 2,17-18). • Por el bautismo, todos somos profetas y participamos del carácter profético de Cristo. Ejercemos nuestro profetismo principalmente por el testimonio y el anuncio de la palabra, “para que la virtud del Evangelio brille en la vida diaria, familiar y social” (cf. LG 12 y 35). 143

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El periódico de los niños profetas XX Para

esta actividad repartimos una hoja en blanco a cada niño. En un lado de la hoja, escriben una noticia positiva de su propia familia o de la gente, y una denuncia por el otro (también escriben estas noticias en su libro). Después, el catequista arma un cuadernillo con las hojas de los niños. XX Para la primera plana, se anota en una hoja el nombre del periódico, “Profetas de hoy”, y con una ilustración que represente las denuncias de los niños (también dibujan una de esas denuncias, la suya u otra que quieran representar, en el espacio que tienen en el libro; pueden realizar esta tarea en casa). XX Al final, rescatamos la experiencia de trabajar como profetas de Jesús con la pregunta concluyente del libro del niño: ¿Qué se siente al ser profeta de Jesús? Hacemos un pequeño diálogo con sus respuestas.

Mi compromiso con Jesús XX Al

completar la tabla que tienen los niños en esta sección se ayudan a entender que ser profeta significa hacerlo en un lugar específico y con unas palabras precisas. XX Guiar sus reflexiones y respuestas.

Platicamos con Dios El profeta. Hace que los niños reafirmen su opción de ser profetas. XX Canto: Sois la semilla. Nos hace recordar alegremente que un profeta es mensajero de vida, paz, amor y perdón. XX Oración:

Para recordar “Dado que participa de la vida y misión de la Iglesia, la cual escucha religiosamente la Palabra de Dios y la proclama con firme confianza, la familia cristiana vive su cometido profético acogiendo y anunciando la Palabra de Dios. Se hace así, cada día más, una comunidad creyente y evangelizadora” (FC 51). Invitamos a los niños a leer la frase en su libro: Estoy llamado a vivir el compromiso profético que recibí en mi Bautismo.

Con mi familia Antes de concluir, revisar con el grupo el trabajo que han de compartir en casa: el comentario de la denuncia ayuda a valorar, en familia, la importancia de su compromiso profético. Con esta actividad, y especialmente en la oración, los papás y los hijos pueden experimentar la valentía del Espíritu que necesitan para ser auténticos profetas. 144

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Pongo mis manos al servicio de todos

Por el Bautismo nos comprometemos a convertirnos en reyes que sirven a los demás Propósito Acompañar a los niños: E A aprender a convivir con los demás con el poder del amor y del servicio.

Sentido del título El compromiso real se puede confundir por el significado que dan los niños a la palabra “rey”. En el cristianismo, el término rey es entendido como servicio, ponerse a disposición de los otros a ejemplo de Jesús, cuyo reino fue de solidaridad amorosa y no de imposición tiránica. Por ello se especifica en el título y en la frase la misión de un cristiano que asume su compromiso real: hacerse servidor de los otros.

Material • Plastilina (media barra o dos tiras para cada niño) • Lápices de colores 145

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Iniciamos con alegría XX Saludo.

Recibir a los niños y preguntarles si han podido ser profetas a lo largo de la semana. Quiero ser mejor. Tiene dos partes. La primera frase la puede decir el catequista y la segunda los niños. Las frases tienen la intención de que los niños contrasten entre el poder impositivo y el poder del amor. XX Canto: Estamos de fiesta con Jesús. Las ideas del canto ayudan a comprender por qué Dios es poderoso. Conduce a los niños hacia una comprensión del poder como amor y servicio. XX Imagen: Mirar la imagen y describir lo que vemos en ella. –– Describimos al niño: ¿Qué dice su rostro? ¿Qué hace con las manos? ¿Qué está dispuesto a hacer? –– Y también a Jesús: habla (dice lo que podemos hacer…) y actúa (tiene una trapeador en las manos): Jesús es rey… sirviendo. –– Hay una cubeta de agua… y los dos están limpiando. En nuestro mundo, y a nuestro lado, hay mucho que limpiar: ¿Qué servicio puedes hacer para bien de los demás? –– Lo concretamos, al final del tema, y completaremos esta frase: “Por el Bautismo nos comprometemos a convertirnos en reyes que sirven a los demás haciendo…” XX Oración:

Miramos nuestra vida

El rey XX Solicitar

a los niños que dibujen un rey tirano y a sus súbditos. XX A continuación, pedir a los niños que respondan a dos preguntas: –– ¿Todavía existen los reyes? –– ¿Hay lugares donde los presidentes o jefes del gobierno se comportan como reyes? XX Las preguntas preparan para ligar el tema de los reyes con la actividad siguiente.

Los funcionarios de la ciudad En el grupo realizamos la siguiente actividad para reflexionar en equipos qué es ser un gobernante. XX Elegir a cuatro niños que serán los responsables del gobierno: uno será encargado del dinero, otro de la educación, uno más de las leyes y otro de la seguridad. XX Un quinto niño será un reportero y les preguntará a cada uno lo siguiente: –– Encargado del dinero: ¿Por qué no ordena que el dinero y el alimento llegue a los más pobres? –– Encargado de la educación: ¿Por qué no manda arreglar las escuelas y tratar mejor a los maestros? –– Encargado de las leyes: ¿Por qué no hace que las leyes ayuden a las mujeres que son maltratadas? –– Encargado de seguridad: ¿Por qué no manda a la policía a atrapar ladrones, en vez de que maltraten a la gente? XX Preparar a los niños encargados del gobierno para que cuando el reportero les haga la pregunta siempre respondan “Porque no me conviene”. XX Los demás niños observan la escena. La respuesta egoísta dará a los niños la clave para responder la pregunta final: –– ¿Habrá lugares donde los presidentes o jefes del gobierno se comporten como reyes? 146

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XX La

actividad pretende enseñar a los niños una lección sobre el mal uso del poder (en contraste con la práctica del poder del amor que aprenden en este tema). XX Hacer las siguientes preguntas a los niños: –– ¿Cuál fue la respuesta en todos los casos? –– ¿Por qué la gente que puede hacer algo por los demás no siempre lo quiere hacer? El poder es oportunidad de hacer algo por los demás y por nosotros mismos.

Jesús nos ilumina

Los puestos importantes XX El

texto de Mateo 20,20-28 explica que en el Reino de Dios lo más importante es el servicio, la humildad y la entrega por los demás. Jesús ha llegado a ser rey por la cruz y el servicio. XX Pedir a los niños que observen la ilustración y les preguntamos si Jesús es rey. XX Animar el diálogo con las preguntas que tienen en su libro: –– ¿Qué pedía la mamá de Santiago y Juan? –– ¿Qué le contestó Jesús? –– ¿Por qué se enojaron los demás discípulos? –– ¿Cómo gobiernan los jefes de las naciones? –– En el Reino de Jesús, ¿quién es el más importante? –– ¿Y quién es el primero?

Aprendemos con Jesús XX Jesús

es rey por el poder del amor. Bautismo nos hace reyes a la manera de Jesús; la señal de la cruz es el símbolo bautismal del poder real. XX Por pertenecer a Cristo, Señor y Rey del universo, los laicos participamos en el oficio real de Cristo y somos llamados por él para servir al Reino de Dios y difundirlo en la historia. La realeza cristiana se vive, en primer lugar, al vencer, en sí mismos, el reino del pecado; y después por el servicio a todos, especialmente a los pequeños y necesitados. XX Los laicos también ejercen su servicio real cuando buscan realizar el verdadero bien del ser humano; participan en el ejercicio del poder, con el que Jesucristo Resucitado atrae a sí todas las cosas y las somete, junto consigo mismo, al Padre, de manera que Dios sea todo en todos. XX La participación de los laicos en el triple oficio de Cristo Sacerdote, Profeta y Rey tiene su raíz primera en la unción del Bautismo, su desarrollo en la Confirmación, y su cumplimiento y dinámica sustentación en la Eucaristía. Se trata de una participación donada a cada uno en lo individual; pero dada en cuanto miembros de la Iglesia (cf. ChL 14). XX El

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El poder del amor XX Invitar

a los niños a que representen el poder del amor con objetos de su cotidianidad: juguetes, libros, ropa, aparatos... XX Además, el modelado en plastilina del objeto que han dibujado será el gesto que hará perdurable el recuerdo de su capacidad para amar solidariamente.

Mi compromiso con Jesús XX El

poder del amor que representaron los niños en la actividad anterior lo dirigen a tres espacios concretos donde lo practicarán: la casa familiar, la escuela, la calle donde juegan, la parroquia, la casa de los abuelos… XX Escriben en su libro dónde van a poner en práctica su poder de amor y servicio y también, brevemente, qué van a hacer.

Platicamos con Dios Niños servidores. Nos motiva a convertirnos en servidores, a la manera de Jesús rey. XX Canto: Canta una canción. Nos anima a hacer algo por los demás con alegría. XX Oración:

Para recordar “La familia cristiana, en íntima comunión con la Iglesia, pueblo real, es llamada a vivir su servicio de amor a Dios y a los hermanos. Como Cristo ejerce su potestad real poniéndose al servicio de los hombres, así también el cristiano encuentra el auténtico sentido de su participación en la realeza de su Señor, compartiendo su espíritu y su actitud de servicio al hombre. Más aún, para que sirviendo a Cristo también en los demás, conduzcan con humildad y paciencia a sus hermanos al Rey, cuyo servicio equivale a reinar” (FC 63). Invitamos a los niños a leer la frase en su libro: Para ser reyes al estilo de Jesús, usaremos bien el poder del amor y serviremos a todos.

Con mi familia XX Revisar

la tarea de casa con los niños: la lectura en familia de la sección “Aprendemos con Jesús” les ayudará a comentar cómo se usa el poder del amor. Permite a la familia revisar sus pautas de convivencia y explorar nuevas maneras para vivir el amor solidario. Lo importante es que no olviden que estas reflexiones tienen como marco y destino el compromiso bautismal.

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Celebración Digo sí a Jesús ¡Renovamos nuestro compromiso bautismal! Propósito Renovar las promesas de nuestro bautismo.

Material • Se sugiere decorar el salón o la capilla con motivos azules de tela o papel, que evoquen el La celebración cierra el Bloque IV y concluye la agua bautismal, y con velas que representen etapa kerigmática. la luz del Bautismo.Acomodamos la canasta o recipiente delante de la imagen.

Bienvenida XX Recibir

al grupo con alegría con una frase como esta, a la que todos contestan como se indica debajo: Catequista: ¡Qué alegría estar juntos para agradecer a Dios por habernos regalado el Bautismo! Hoy vamos a renovar las promesas que nuestros padres hicieron cuando nos bautizaron. ¡Empecemos! Todos: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

XX Iniciar

de forma festiva la celebración y guiar con un canto y una oración:

Bautismo

Oración

Jesús, Jesús mi amigo, estás conmigo desde que el cielo se abrió para mí en mi Bautismo.

Niño 1: Eres muy bueno con nosotros, Papá Dios. Todos: ¡Bendito seas!

Dejen que los niños, vengan a mí, dice el Señor. Sellando mi alma con su amor, para siempre suyo soy. Me hundo en el agua del perdón y renazco para Dios. En la cruz de salvación inicio mi resurrección.

Niño 2: Nos diste el Bautismo, sacramento de nuestra fe. Todos: ¡Gracias, Papá Dios! Niño 3: Somos felices como bautizados. Todos: ¡Queremos caminar junto a ti! Amén.

Jesús, Jesús mi amigo, estás conmigo… XX Leer

el siguiente texto bíblico. Puede hacerlo el catequista o pedir a varios niños que lo lean:

Permanezcan unidos a mí Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el viñador. El Padre corta todas las ramas unidas a mí que no dan fruto y poda las que dan fruto, para que den más fruto. Permanezcan unidos a mí, como yo lo estoy a ustedes. Ninguna rama puede producir fruto por sí misma, sin permanecer unida a la vid, y lo mismo les ocurrirá a ustedes, si no están unidos a mí.

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Yo soy la vid, ustedes las ramas. El que permanece unido a mí, como yo estoy unido a él, produce mucho fruto; porque sin mí no pueden hacer nada. Como el Padre me ama a mí, así los amo yo a ustedes. Permanezcan en mi amor. Pero solo permanecerán en mi amor, si ponen en práctica mis mandamientos, lo mismo que yo he puesto en práctica los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Les he dicho todo esto para que participen en mi alegría, y su alegría sea completa. Juan 15,1-11

Vínculos débiles y fuertes XX Realizar

una dinámica en grupo: Vínculos débiles. Pedimos a los niños que se sujeten del hombro y se muevan hacia adelante y hacia atrás. Vínculos fuertes. Ahora les pedimos a los niños que se sujeten del brazo izquierdo del compañero de junto y que caminen. XX Preguntar: –– ¿Cuál de las dos formas es más fuerte? ¡Así debemos estar unidos a Jesús! XX Con esta actividad ayudamos a los niños a comprender que se requiere de una amistad fuerte con Cristo para que nuestra vida de fe se pueda sostener. XX Pedir a los niños que escriban en su libro por qué quieren estar unidos a Jesús.

Renuncia al mal XX El

catequista inicia el diálogo y todos contestamos: Catequista: De pie vamos a renunciar a hacer el mal. Nuestros papás y padrinos lo hicieron por nosotros el día de nuestro bautismo. ¿Renuncian a todo lo que los ofende, los daña y los hace infelices? ¿Renuncian a las envidias, a hurtar las cosas del otro, a los insultos, al abuso de unos a otros? Todos (con la mano en el corazón): ¡Sí, renunciamos! ¡Sí, renunciamos! ¡Sí, renunciamos! Catequista: ¿Renuncian a todo aquello que los mantiene lejos del amor de Dios? ¿Renuncian a pasar sus ratos libres con aparatos, en vez de convivir con familiares y amigos? ¿Renuncian a ser esclavos de la televisión, de los anuncios comerciales y a sentirse superiores por tener ciertos objetos? ¿Renuncian al egoísmo, a la indiferencia y a la falta de amor por los demás? Todos (con la mano alzada): ¡Sí, renunciamos! ¡Sí, renunciamos! ¡Sí, renunciamos! Catequista: ¿Renuncian al mal? ¿Renuncian a la flojera, a la irresponsabilidad, a la desobediencia y a la mentira? Todos (con la mano alzada): ¡Sí, renunciamos! ¡Sí, renunciamos! ¡Sí, renunciamos!

Profesión de fe Catequista: ¿Crees en el Dios que por amor nos ha creado y nos ha dado este mundo tan bonito? Respuesta: ¡Sí, creo! Catequista: ¿Crees en nuestro hermano Jesús, que anunció el Reino de Dios a los pobres y nos dejó su amor que nos salva? 150

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Respuesta: ¡Sí, creo! Catequista: ¿Crees en el Espíritu Santo, que recibimos en nuestro Bautismo, y que nos da la fuerza para vivir como hermanos? Respuesta: ¡Sí, creo! Todos:

Creemos en el Dios del amor y de la vida. Con gusto queremos anunciar nuestra fe. ¡Gracias, Papá Dios, por la fe!

Peticiones Niño 1: Todos: Niño 2: Todos: Niño 3: Todos: Niño 4: Todos:

Debemos vivir nuestro Bautismo como Jesús vivió el suyo. Que siempre sigamos las huellas de Jesús. Te lo pedimos, Dios del amor. Todos los cristianos tenemos que vivir guiados con la luz de la fe que recibimos en nuestro Bautismo. Que siempre seamos luz para otros, Señor. Te lo pedimos, Dios del amor. El Bautismo nos hace parte de la Iglesia. Ayúdanos a apoyar a la Iglesia, que es nuestra familia en la fe. Te lo pedimos, Dios del amor. El Bautismo nos hace sacerdotes, profetas y reyes, como Jesús. Que siempre tengamos fuerza para practicar nuestra misión, como bautizados. Te lo pedimos, Dios del amor.

Catequista: Por la confianza que tenemos en Dios, sabemos que ya nos está dando lo que le pedimos. Todos: ¡Te queremos mucho, Papá Dios!

Hay un río de vida Hay un río de vida corriendo por mi ser, que hace a los enfermos caminar y ver, libera los oprimidos y les da felicidad. Hay un río de vida corriendo por mi ser. Está el amor del Padre corriendo por mi ser. Está el amor del Hijo corriendo por mi ser. Está el Espíritu Santo corriendo por mi ser.

Despedida XX Como

un gesto de alegría, pedir a cada niño que diga su nombre y, con orgullo, que es un bautizado.

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Índice Claves para el catequista

BLOQUE 1. ¡DIOS PADRE ME AMA! 1. Dios nos prepara una casa 2. Dios Padre me ama 3. Dios creó a mi familia 4. Dios quiere que yo sea feliz 5. Presto mis manos a Dios Celebración. El amor de Dios es maravilloso

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BLOQUE 2. ¡JESÚS, NUESTRO HERMANO, NOS SALVA! 6. Dios nos promete un Salvador 7. Jesús es nuestro hermano 8. La familia de Jesús es como la mía 9. Jesús nos anuncia el Reino de Dios 10. Jesús ama a los pobres 11. Jesús cura a todos 12. Jesús perdona a todos 13. Jesús da la vida por mí 14. Jesús está vivo: resucitó Celebración. Jesús camina con nosotros

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BLOQUE 3. ¡VIVO CON LA FUERZA DEL ESPÍRITU SANTO! 15. Conocemos al Espíritu Santo 16. El Espíritu Santo camina con nosotros 17. El Espíritu Santo me enseña a ser como Jesús 18. El Espíritu nos enseña a vivir como hermanos Celebración. Queremos que el Espíritu Santo acompañe siempre nuestra vida

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BLOQUE 4. ¡EL BAUTISMO NOS DA UNA MISIÓN! 19. Jesús recibió el Bautismo 20. Mis papás me llevaron a bautizar 21. ¡Soy hijo de Dios! 22. ¡Soy hermano de Jesús! 23. Soy amigo del Espíritu Santo 24. La Iglesia también es mi familia 25. Puedo ser mejor cada día 26. Doy mi corazón a los demás 27. Uso mi boca para ayudar a todos 28. Pongo mis manos al servicio de todos Celebración. Digo sí a Jesús

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GUÍA DEL CATEQUISTA Iniciación a la vida cristiana con niños

DIOS CAMINA ENTRE NOSOTROS

MISTAGÓGICA

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DESCUBRO A DIOS IN AM OS A TR

OSO

DIOS C

Descubro a Dios Vivo con la fuerza del Espíritu Confirmación

Camino con con Jesús Jesús Camino

Camino con la Iglesia

Eucaristía Eucaristía

Iniciación a la vida cristiana con niños Etapa kerigmática

CATEQUÉTICA

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ENT

KERIGMÁTICA

TÍTULO

Etapa kerigmática

N RE

ETAPA

DESCUBRO A DIOS

GUÍA

Arquidiócesis Primada de México

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