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EXTENDER LA VIDA DE TU ROPA ES EXTENDER LOS RECUERDOS
diendo tu estilo de vida) y transformación (convertir una prenda en otra).
la atención.
“Era una chamarra muy padre, como de estilo ochentero, pero de cuando él tenía como seis años, de esas que te encontrarías carísima en una tienda vintage, aunque en talla de niño. Le preguntamos que si no le gustaría que se la hiciéramos a talla de adulto, como si la estiráramos.
prendas en objetos que estén en casa, ya sea que tengan una utilidad o un diseño que sea de su agrado”, apunta.
Una regla que hay en el taller es tener creatividad para transformar cualquier cosa. “Si sobró algo de tela del dobladillo, creemos que donas para el pelo hay demasiadas”, revela.
Detrás de cada prenda hay una historia y, muchas veces, esa es la razón por la que no las has sacado de tu clóset. Quizá con las que no tienes mucha conexión te sea más fácil, por ejemplo, venderlas como segunda mano, pero hay otras que guardas porque tienen un vínculo contigo.
Eso es lo que entendió Natalia Silva, diseñadora de moda y fundadora de Long: Clothes Rehab, un servicio de rehabilitación de ropa que le da una segunda vida a las prendas que, de otra forma, seguirían guardadas o serían desechadas.
“Muchas veces, la razón por la que no usas alguna prenda es quizá porque no te queda, pero si nos la traes, la ajustamos de talla o muchas veces hay gente que deja de usarla por cosas tan simples como la falta de un botón, y ahí nosotros también podemos ayudar”, describe la emprendedora.
Los cuatro principales servicios o estrategias que ofrece Long son reparación (cambiar un cierre, zurcir, poner un parche, etc.), alteración (cambiar de talla, hacer una prenda más chica o más grande a lo alto o a lo largo), personalización (ponerle tu toque personal a la ropa enten-
“Puedes honrar la historia que tiene tu prenda dándole servicio y mantenimiento. Por eso platicamos con el cliente, lo escuchamos y le proponemos los servicios pertinentes. Preservamos las historias que tienen esas prendas, porque, detrás de las toneladas de ropa que se desperdician cada año, hay muchas historias que se dejan ir”, afirma.
Así, pueden rehabilitar prendas como un saco que te heredó tu papá o la prenda favorita de tu hijo, la cual tiene un valor también para ti. “Tratamos de que la gente encuentre esa importancia a nivel personal”, recalca.
La idea principal de la rehabilitación de una prenda es que se ajuste a tu estilo de vida y necesidades personales. Por eso, cuando vas a solicitar sus servicios, pueden preguntarte cosas como a qué te dedicas o qué objetos traes en tus bolsillos. “Así, si andas mucho en bici, te ponen cinta reflejante, o si pierdes mucho las llaves, te ponen una bolsa especial”, describe.
ESTILOS DE CLIENTES
Un día, llegó un cliente que jugaba futbol americano cuando era niño, llevaba muchos de sus jerseys y otras prendas para que le crearan una cobija, pero Natalia se dio cuenta de que también llevaba una chamarra y le llamó
Aceptó y la hicimos a talla 38 de adulto y ahora la usa contando su historia”, recuerda. Así como este cliente, Natalia dice que en su negocio atiende, principalmente, a tres tipos de personas: “Unos son los ‘fashion lovers’, que son los usuarios que están muy interesados en el nicho de la moda y quizá compran una prenda vintage y buscan adaptarla a su talla.
O que heredaron algún vestido de la abuela y entonces buscan cómo darle una manita de gato, pero también quizá cambiar las mangas o el escote de manera que lo volvemos un poco más actual. En general es la gente que busca rehabilitar sus prendas y conservarlas en este terreno de la moda”, describe. Los segundos son los que ella define como ‘planet lovers’, que son aquellas personas que están comprometidas con el medio ambiente.
“Es gente que nos lleva hasta las toallas o los manteles que ya están viejos y piden que de todo saquemos algo”, indica.
“También están los ‘nostálgicos’, que son los que quieren preservar memorias. Algunas prendas que nos han traído son de algún familiar que falleció, u ahora se está usando mucho que, con el primer mameluco del bebé, se haga un muñeco. Es gente que busca preservar sus
LA CREATIVIDAD ES EL DIFERENCIADOR Natalia dice que, entre la gente, especialmente entre las nuevas generaciones, no existe mucha cultura de reparar la ropa y que con cualquier tipo de falla se deja de usar. “A veces voy a universidades y se sorprenden cuando les digo que le puedes cambiar el cierre a una prenda. Por eso hay que acercarse a los servicios que te van a abrir el panorama, y sobre todo a nosotros que te vamos a brindar un servicio más creativo”.
La diseñadora y emprendedora dice que, en general, cualquier prenda se puede rehabilitar. Sin embargo, depende mucho de la expectativa de cada cliente. “Hay prendas que puedes rehabilitar y podría parecer que nada les pasó o que quede mejor que nueva, pero hay piezas que definitivamente se verán parchadas, pero ahí es como debemos buscar cómo se va a ver más discreto”, aclara.
Así, antes de un trabajo, consulta con cada cliente si, por ejemplo, no tiene problema con que un parche sea de diferente tela o color que la prenda y su equipo de diseño da diferentes opciones. “Es ahí donde a veces lo que no pudimos hacer es conciliar con la expectativa que tenía la persona”, admite.
GENERAR CONCIENCIA Natalia comparte dos datos importantes: en la CDMX, anualmente se tiran 3,700 millones de toneladas de residuos textiles y se considera que extender la vida útil de una prenda, incluso por más de tres años, puede reducir entre 20 y 30% su huella hídrica y de carbono. Para ella, la principal diferencia de la rehabilitación de ropa con el reciclaje y la segunda mano es que se habla menos de ella o de opciones como el suprarreciclaje.
“El suprarreciclaje es manipular algún material para revalorizarlo y subir su valor y crear uno nuevo. Eso hacemos nosotros con la ropa: tenemos una pieza vieja, como unos jeans rotos, y con eso podemos hacer un chaleco o una chamarra. Tomamos ese material y estamos dándole valor a partir de convertirlo en una pieza que no tienes en tu clóset y, además, te pueda gustar mucho”. Por otra parte, explica, el reciclaje se lleva a cabo de manera más industrial y tiene, inclusive, procesos químicos, que lleva temas más especializados.
“Comparado con el reciclaje, realmente la reparación y suprarreciclaje tiene menor impacto y consumo energético y de recursos”, subraya.
La reparación y el suprarreciclaje, reitera, son procesos más inmediatos, de pequeño volumen y por eso no solo tienen el menor consumo de recursos en general, sino que también tendría que ser de las primeras estrategias para solucionar el tema del desperdicio textil, porque es una opción más cercana a las personas.