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Mérida, Yucatán, domingo 25 de diciembre del 2022

La Ciudad 3 Sin ilusión, por trabajo en la calle

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Por su condición económica, los niños reconocen que nunca han tenido una feliz Navidad

Aunque para muchos niños la llegada de la Navidad representa la máxima ilusión al esperar la llegada de Santa Claus para recibir sus regalos y sentirse apapachados por sus familiares, algunos pequeños yucatecos viven una cruel realidad ya que no solo viven en la pobreza, sino que tienen que trabajar para llevar un plato de comida en su mesa sin el amor y cariño que estas fechas representan.

Yucatán ocupa el decimoprimer lugar, a nivel nacional, en trabajo infantil; alrededor de 68 mil niñas, niños y adolescentes yucatecos participan en alguna forma de trabajo, según información de la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM).

En un sondeo realizado por el primer cuadro de la ciudad y principales avenidas de Mérida, donde acostumbran trabajar, el 90 por ciento indicaron no haber tenido nunca una feliz Navidad.

“Desde que tengo siete años trabajo porque somos muchos en mi casa; no tengo papá, solo somos mi mama, mis hermanos y yo; cuando llega la Navidad, vemos que todos están corriendo para comprar cosas, pero ya no nos da tristeza, nosotros sabemos que nos tocó vivir una vida sencilla y que no podremos tener lo que otros niños, sino vamos a la escuela menos tenemos para una fiesta, no se trata de llorar sino de sobrevivir”, dijo A.M.T., de 11 años de edad, quien se dedica a vender dulces y cigarros en el centro.

Por su parte, D.P.Q, de 13 años, quien es ayudante de cargador en los mercados, comentó que depende de lo que genere su familia en el día para tener una cena decente en estas fechas, señalando que ellos no reciben regalos, sino bendiciones, ya que desde pequeños les enseñaron a el y sus hermanos a no pedir nada, y que Santa Claus es un invento de las tiendas para gastar.

“No es que nunca hayamos tenido algún juguete, de repente las personas nos regalan algo o mi papá nos compra un juguete para nuestro cumpleaños, pero nuestra cena en Navidad es escasa, no como sale en la tele; comemos sopa o ensalada que mi mamá hace, pero si alguien nos regala una despensa nos toca comer pollo; pero, como dicen mis papás, mientras tengamos salud es un buen regalo, casi no nos enfermamos y esas son las bendiciones que recibimos por la Navidad, donde los juguetes son lo de menos, eso lo inventaron las tiendas para que la gente gaste”, señaló.

Para Víctor Chan Martín, presidente de Hogares Maná, el tema del trabajo infantil es muy lacerante y tiene varias vertientes, donde los niños que se dedican a la mendicidad como a la venta informal de productos en la calle son resultado de un proceso de migración de otros municipios e incluso estados.

“En Yucatán no hay niños de la calle, aquellos que perdieron todo vínculo familiar y viven abandonados; si los tuvimos, pero se lograron erradicar llevándolos a diferentes instituciones. Lo que tenemos, es niños que trabajan en la calle ya sea por obligación, coerción o amenaza y sufren una explotación infantil, aunque también hay niños que están reproduciendo un esquema de economía familiar que va de generación en generación”, explicó.

Relató que, por su trabajo en

Desde que tengo siete años trabajo porque somos muchos en mi casa, afirmó el entrevistado. (MZ)

Cena en familia, con música de antaño

Los yucatecos, fi eles a las tradiciones, cenaron en esta Nochebuena acompañados de sus familias y en unión de sus seres queridos, y a pesar de que en muchas casas el pavo fue el patillo principal, en otras lo suplieron con los alimentos preferidos en el hogar, pero siendo el ingrediente primordial el dar gracias por poder estar juntos en torno a una celebración de paz y armonía.

En una encuesta realizada por POR ESTO!, los yucatecos señalaron que celebraron la Nochebuena como marca la tradición, con una cena compuesta de platillos clásicos de la temporada, generalmente teniendo como principal ingrediente el pavo tomando en cuenta que el Estado es el principal productor a nivel nacional.

Alejandra Lara, una de las entrevistadas, dijo que pasó las fi estas navideñas en su hogar junto con su esposo e hijos, siendo su hijo Juan Pech, quien escogió lo que se cenó.

“Hicimos intercambio entre nosotros y cenamos pollo a la plancha con fetuccini Alfredo, pues cómo tenemos gustos diferentes rifamos lo que cenamos y ganó Juanjo”, dijo sonriente

Por su parte Eva Yrola Loria señaló que disfrutó con su familia de la Misa de Gallo, y la convivencia con un menú ligero de spaguetti con especias y pechuga hawaiana, siendo lo importante la armonía, enseñándole a los más pequeños lo principal de la Navidad, que es la tradición de recordar en nacimiento del niño Dios, “que vino desde la pobreza para hacernos ricos en amor”.

“En esta ocasión no hubo regalos, solo pequeños presentes como dulces o caramelos; fue una Nochebuena sencilla en lo material, pero abundante en amor, anécdotas familiares y recordar a los que se nos adelantaron dejándonos grandes enseñanzas”.

Roxana Solís indicó que cenó en casa de su suegra, el tradicional Pavo Asado, spaguetti verde, sandwichón y de postre pastel de frutas, siendo que en esta ocasión solo le dieron obsequios a los más pequeños de la familia.

Para Angel Gutiérrez Díaz, la Nochebuena fue una oportunidad más de abrazar a su madre y sus hermanas, cenando rollitos de carne con chipotle, platillo que hace una de sus consanguíneas y que es casi un “clásico en su hogar”.

Por su parte Claudia Medina indicó que en su casa mandó la tradición y cenaron pavo asado con cebolla curtida y sopa de plumilla, siendo lo más importante la convivencia. “Una de mis tías, no sé de dónde, consiguió música chacalosa antigua, de hace mil años y eso nos divirtió mucho, es casi una tradición familiar y en el árbol hubo regalos para los más pequeños de la casa”, fi nalizó.

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