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Progreso Desafían el calor para sobrevivir

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DISEÑAN

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Los viene-viene pasan muchas horas de trabajo bajo el Sol para recibir algunas monedas

PROGRESO, Yucatán.- Las altas temperaturas no son impedimento para unos 15 hombres, de más de 50 años de edad que trabajan hasta 12 horas en busca del sustento familiar como viene-viene , labor que desempeñan al no encontrar oportunidad en un trabajo formal.

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José Agustín Osorio Salazar, de 55 años de edad, quien se desempeña como viene-viene en la calle 80, relató que por lo menos una década de su vida la dedicó al Ejército Mexicano, y al concluir su servicio decidió quedarse enamorado de este lugar.

“Me convertí en un experto en nudos, recuerdo que tenía un tercer maestre que al enseñarnos el arte de los amarres fui quien aprendió más rápido todas las técnicas, no puedo decir que era un marino de tropa ejemplar, pero siempre era un adelantado a mi época, así me catalogaban mis superiores y a veces me lo tomaba en serio, me gustaba mucho ese ambiente”, dijo.

Gracias a esta habilidad, Osorio Salazar llegó posteriormente al mundo de la pesca en una de las mejores épocas para los hombres de mar en lo que se refiere a su economía, aunque en su primer viaje se perdió varias horas en alta- mar, lo que ameritó un despliegue de la Marina que lo encontró en un bote, lejos del barco en el cual se enlistó para capturar pulpo.

“No me gusto esa experiencia, me salvaron y no pude decir una sola palabra en varias horas, estaba en shock”, relató.

Al estar en la calle estamos expuestos, aunque no por ello dejo de dar gracias. Tener trabajo es una bendición”.

JOSÉ OSORIO EXNUMISMÁTICO

“Admito que fue el dinero lo que me hizo ir a los siguientes viajes. Antes los anticipos se nos daban en las cantinas y eran buenas cantidades de dinero”, agregó.

Debido al desgaste físico por las prolongadas horas de trabajo que empiezan desde la madrugada, abandonó esa actividad. Prefirió la labor callejera, en la que, mencionó, en un fin de semana obtiene hasta 350 pesos.

“Al estar en la calle estamos expuestos, aunque no por ello dejo de dar gracias. Tener trabajo es una bendición. Lo único que uno lamenta es el calor. Cuando no hay autos me resguardo bajo un árbol”, expresó José Agustín.

Al cuestionarle por qué eligió esta labor, dijo que carece de algún tipo de apoyo oficial, y esa es la única manera de obtener recursos, aunque mencionó que es numismático experto, actividad a la que se dedicó la mayor parte de su vida, siendo incluso una figura reconocida a nivel nacional, pues era contratado como expositor en convenciones.

La numismática es la disciplina del estudio y colección de monedas, medallas, papel moneda y fi chas.

Por su parte, Juan Bautista Pech y José Martín Heredia tuvieron un pasado en los campos de Campeche. Presumen que la tierra era su pasión y que gracias a esa labor es que han logrado sobrevivir dentro de esta actividad callejera.

“Diario vengo desde las seis de la mañana a ganarme unos cuantos pesos porque si algo entendemos es que en la vida nadie te regala nada. A pesar de que superamos los 50 años aquí estamos, al pie del cañón, indicó Bautista.

“La diferencia entre la ciudad y el campo, es que aquí por lo menos tenemos a dónde acudir por agua, ahí calculas cuánto te tomas en un día entero porque no hay como conseguir más, es muchísimo más duro ese trabajo”, añadió Martín.

Todos coincidieron en que sus vivencias son notables e incontables debido a que todos los días se escribe una nueva página, con gente de todo tipo.

(Jesús López)

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