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Se ampliará la zafra 2022-23 a junio

La falta de mano de obra y factores climatológicos generan que haya un retraso en el corte y molienda

CHETUMAL.- La industria más importante que se tiene en el Sur de Quintana Roo es la producción azucarera; en 1964 se colocó la primera piedra del ingenio en la localidad Álvaro Obregón en la Ribera del Río Hondo, el cual entró en funcionamiento 13 años después, en marzo de 1977, de acuerdo con información del Archivo General del Estado de Quintana Roo.

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Para la temporada 2022-2023, la zafra tendrá que ampliarse hasta el mes de junio, pues en el mes de marzo se determinó que hay un retraso de 250 mil toneladas que no han sido cortadas ni levantadas por las condiciones climatológicas y otros factores de producción.

Una de las complicaciones es la falta de mano de obra, puesto que los cortadores de caña, decidieron abandonar la zafra para emplearse en la construcción del Tren Maya, según confirmó hace unos días Benjamín Gutiérrez Reyes.

Sin embargo, desde el año 1977 ha sido la principal industria del Sur de Quintana Roo y ha empleado a miles de trabajadores, tanto en la industria, como cortadores, lo que generó que la Ribera del Río Hondo y todas sus comunidades, prácticamente dependan al ciento por ciento de la siembra y el corte de este producto.

El Ingenio azucarero de Álvaro Obregón, hoy operado por el Grupo Beta-San Miguel, principal consorcio azucarero del país, se construyó por el Gobierno Federal con un costo de 600 millones de pesos y en su momento fue el más moderno del país.

Alistan pruebas

En diciembre de 1976 iniciaron las pruebas de equipo, terminándose en febrero e inmediatamente comenzaron las pruebas en vacío, es decir sin caña, lo que permitió que la fábrica pudiera estar en condiciones para comenzar con la primera molienda en marzo de 1977, como finalmente ocurrió.

En la construcción de este ingenio se utilizó únicamente técnica y maquinaria mexicana, con excepción de los turbogeneradores y las turbinas que fueron importadas desde Estados Unidos y llegaron al Sur a través de un tren, según consta en los registros históricos.

Para diciembre de 1976 se concluyó con el proyecto industrial, los renglones de ingeniería básica, de detalle, compra de equipo, construcción, preparación del terreno, obra civil y montaje de equipo ya estaban terminados.

El complejo inició su funcionamiento con 440 obreros y empleados de los que una tercera parte fueron hijos de ejidatarios de la región de las comunidades de la Ribera del Río Hondo y los otros dos tercios estaban integrados por trabajadores importados de otros ingenios del país.

Como parte de ese proyecto se realizó la construcción de una unidad habitacional de 49 casas para técnicos y empleados, en su momento contó con una tienda para obreros, una tienda Conasupo, un jardín de niños, una escuela primaria y una clínica del Instituto Mexicano de Seguro Social (IMSS), los cuales siguen dando servicio ya no sólo para los hijos de obreros, sino para la población en general.

El Ingenio tuvo una capacidad de molienda de 6 mil toneladas de caña cada 24 horas, con lo que se producen 600 toneladas de azúcar.

Comienza la producción

La primera molienda se realizó con la caña sembrada en una superficie de 2 mil 500 hectáreas, menos del 10 por ciento de la superficie actual, pues actualmente son más de 33 mil las hectáreas sembradas.

La primera zafra arrojó 200 mil toneladas de caña, mismas que produjeron 20 mil toneladas de azúcar en el primer año de operación y sirvió para dar trabajo a un total de 5 mil personas, entre cañeros, personal de operación de maquinaria, corte de caña, peones en general y operadores de camiones.

Fueron un total de mil 700 obreros y casi 200 técnicos los que participaron en la construcción de la fábrica, lo que en su momento dejó una derrama económica semanal de un millón 600 mil pesos en salarios,

400 mil en créditos de avío para la siembra de caña y medio millón más en compra de materiales.

Se emplearon 46 mil toneladas de materiales, las instalaciones tienen en todo su sistema eléctrico 300 mil metros lineales de cableado y la superficie cubierta con lámina abarca seis hectáreas.

El proyecto inicial a corto plazo se inició operando con cinco calderas, se sembraron al menos 3 mil hectáreas de caña y se desmontó una superficie total de 15 mil hectáreas en los ejidos de Obregón, Pucté, Cacao, Palmar y Sabidos

A pesar de las complicaciones que significó para los cañeros la zafra 2021-2022 se lograron producir un total de un millón 774 mil toneladas de azúcar; para este año los productores esperan alcanzar la meta de un millón 900 mil toneladas.

(Abraham Cohuó les hicieron, pues siguen sufriendo por luz, agua, pavimentación e inseguridad, por lo que ya están cansados de quedar en el olvido.

“Siempre somos los más olvidados de todo Cancún. Estamos cansados, hartos de tener que enfrentar la falta de agua potable y electricidad. Siempre son las misma promesas y desde hace dos años ninguna autoridad se para aquí para dar la cara. Es por ello que haremos lo necesario para encontrar una solución”, dijo Patricia Pech, una habitante en entrevista para Por Esto!

Este lunes, los vecinos de colonias irregulares se manifestaron en el Ayuntamiento de Benito Juárez, con la finalidad de pedir mayor apoyo para la regularización y servicios básicos, algo que se ha solicitado en diferentes Administraciones y con ello mejorar la calidad de vida; sin embargo, no han tenido éxito.

Carolina Canul explicó que tam- bién están solicitando más sitios de recreación, lo que ayudará que los menores de edad no caigan en malos pasos, pues además que hacen falta más escuelas, debe haber más actividades culturales, parques y bibliotecas para disminuir la incidencia delictiva, sobre todo en las colonias que son más peligrosas.

Siempre somos los más olvidados de todo Cancún. Estamos cansados, hartos de tener que enfrentar la falta de agua potable y electricidad. Siempre son las misma promesas y desde hace dos años ninguna autoridad se para aquí para dar la cara. Haremos lo necesario para encontrar unasolución”.

“Lo primero que pedimos son los servicios básicos, pero también actividades recreativas para nuestros hijos y que vean que hay maneras de divertirse sanamente, pues luego caen en malos pasos, como la venta de droga o se juntan con personas que no deben. Enton- ces es una catástrofe en un futuro, por lo que también se debe pensar en estas medidas”, explicó.

Finalmente, Joaquina Rodríguez, otra vecina dijo que también están pidiendo más patrullas y cámaras de vigilancia, ya que en las noches es muy inseguro, y como no hay luz, pues hay muchos asaltos.

“Tenemos familiares que llegan muy tarde después de trabajar en las noches, así que estamos pidiendo todas estas cosas. Ojalá nos den la atención que necesitamos, porque es una situación que vivimos desde hace muchos años. Cancún es más que turismo”, finalizó. (Ana

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