Pop Up Teatro 007 Xisca Puraenvidia

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POP UP TEATRO 007

Xisca Puraenvidia

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Sumario 3 Editorial peluda 6 Alberto Puraenvidia y Xisca 12 Daniel Albaladejo y Lola 18 Eduardo Velasco, Cuca Escribano y Piñón 22 Gema Zalarayán y Greta 30 Anna Naya y Dante 34 Miquel Insúa y Harpo 40 Elena Rayos y Mini 44 Aarón Lobato, Günter y Pipa 50 Fael García, Patricia Mediavilla y Golfo 54 Luz de Paz y Runa 58 Ana Roche y Nachi 62 Marta Hernanz y Bola 66 Montse Gabriel y Pelocho 70 Tomas Falsas

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PopUpTeatroRevista

DIRECCIÓN: Óscar Arroyo DISEÑO Y FOTOGRAFÍAS: Rodolfo Velasco (Olpho) Depósito Legal M-29169-2014 ISSN 2386-950X

@PopUpTeatro


Editorial peluda por Óscar Arroyo

Siempre me resultaba muy simpático encontrarme con Xisca, la perrita de Alberto Puraenvidia, en La Casa de la Portera o en La Pensión de las Pulgas (espacios alternativos de teatro en Madrid capital), como un miembro más de la pandilla MartretPuraenvidia. Un día le comenté a Alberto: “voy a sacar a Xisca en la portada de la revista”. Ni idea de lo que pensó; es un hombre amable y me devolvió una gran sonrisa.

Por mi forma de vida no he vuelto a tener un compañero animal. Y ganas no me faltan, pero el sentido de la responsabilidad es más fuerte que la voluntad de tener uno. No pierdo la esperanza de que aparezcas, quien quiera que seas serás bienvenido. Retomando a Xisca, me pareció una oportunidad excelente crear un nuevo reportaje en el que gente del teatro se dejara retratar y nos expresara la relación con su compañeros

Como todos los protagonistas de este número, siempre he amado a los animales. En mi vida hubo dos perros muy especiales: el pequinés Boris y el caniche mestizo Harpo.

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animales. Contaba con el fotógrafo Rodolfo Velasco “Olpho” que además de tener ya experiencia en fotografiar “mascotas” las ama. Tiene dos gatas en su casa-estudio a las que puntualmente debió encerrar en una habitación para no interferir en las distintas sesiones fotográficas. Sinceramente no esperábamos tan rápida y afirmativa respuesta de todos los protagonistas de este número. Creo que si hubiéramos seguido convocando a gente del teatro casi todos hubieran dicho que sí. Esto me reafirma en que hay un

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amor, una pasión y un vínculo tan increíblemente mágico y fuerte entre los seres humanos y los animales que nos hace trascender y que se nos ha revelado en cada sesión fotográfica y cada texto escrito que leeréis a continuación. Las anécdotas de las sesiones las debería contar “Olpho”... Gracias a todos y cada uno de los protagonistas, bichos y personas. Sois especiales.


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¿Cómo empezó tu historia con Xisca? Iba por la calle con Eduardo Velasco y nos encontramos con “La Lunares” (Mariam Grande, la directora de casting) y su perro Lolo, un jack russell. Yo llevaba la bici de la mano. Mi bici tiene cesta y empecé a hacer el tonto midiendo el tamaño de Lolo a ver si me entraba en ella. A Eduardo le hizo mucha gracia y me preguntó: “¿qué pasa, que quieres un perro?”, y le contesté “pues sí, estoy esperando a ver si me llega alguno porque no quiero comprar un perro, quiero que llegue un perro a mi vida”. Me gustaría que fuera chiquitito, porque para mi estilo de vida es mucho más cómodo. Y de repente Eduardo me dijo que un conocido regalaba un perro, una perra, comprada en Navidad para sus niños pero que ya no la querían. Le contesté que yo la quería. Me enseño vídeos y fotos y me enamoré. 6


Alberto Puraenvidia escen贸grafo

y Xisca

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Eduardo llamó para decir que yo quería a la perra y resultó que se la habían dado a otra familia... Pero al mes y pico me volvió a llamar para decirme que la segunda familia tampoco la quería y me preguntó si yo sí. Eduardo estaba pensando en quedársela pero en ese momento

su chica y él no podían, les era imposible. Le dije que sí que me la quedaba pero pensé que si en dos familias no la querían me iba a llegar Satanás (risas). Y de repente me llegó esta “cosa” que es más buena… y tan cariñosa. Eduardo tenía que viajar a Málaga 8

y la trajo a Madrid en el AVE. Llegó con nueve meses. Eduardo abrió el transportín... ¿Se llamaba Xisca? La última familia le puso de nombre Tiza. Y anteriormente el criador la llamó, cuando nació, Evita Love, pero en castellano suena “evitaló”. Pobrecita, ¿cómo ha podido estar con estas dos familias con este nombre?. Hace poco me encontré con él y le pregunté cómo había podido llamar a un perro tan maravilloso “evitaló”... No se había dado cuenta. Xisca se llama así por el personaje radiofónico que interpreta mi amigo y socio de La Pensión de las Pulgas José Martret en los programas La Transversal y Wisteria Lane. Volvemos a la estación del AVE... Del transportín salió la perra, me miró, miró a Eduardo. Le di las gracias. Eduardo me hizo prometer que si alguna vez Xisca tuviera hijos ellos querrían uno. Le dije que por supuesto. Fue empezar a andar, dejar a Eduardo, y Xisca no miró en ningún momento atrás. Ella se vino conmigo tranquilamente. Desde entonces... Lo primero que hicimos juntos fue ir andando desde Atocha a La Casa de la Portera porque yo tenía que hacer la taquilla de la obra Peceras


de Carlos Be... O sea que era gritos, insultos, no sé que... Xisca ni se inmutó. Se quedó ella así tan tranquila dormida en mi regazo, tan tranquilita. Y desde entonces, pues nada, uña y roña.

¿Cuánto tiempo llevas con ella? ¿Dormís juntos? Llevo tres años y pico con ella. No me despierta jamás. Es una dormilona. Es como... no sé si mi hija o una parte más de mí... porque dormimos juntos, se pega a mí como una lapa. 9


Es maravillosa. Es mi pequeña cosita, que va conmigo a cualquier sitio. Cuando alguien me dice “tu perra”, a ella “tu amo”, digo “¿que qué amo de quién?, yo no soy el amo de nadie”. Somos compañeros de vida. Obviamente no le puedo dar la libertad de que se vaya y venga cuando quiera porque vivimos en una jungla. ¿Viajas con ella? Siempre que puedo sí. Lo único que, claro, hay sitios a los que no te las puedes llevar, hay compañías aéreas en las que no la dejan volar. En mi núcleo familiar y de amigos Xisca es una más. Cuando necesito irme a algún sitio, o si no lo necesito, hay muchos amigos que me llaman y me dicen: “Oye, que hace mucho que no vemos a Xisca, que se quede a dormir en casa hoy”. Y se queda a dormir en casa de Marigel, nuestra community manager, que es muy amiga mía, o en casa de Martret o en casa de... todo el mundo se quiere quedar con ella. Ya no porque me vaya de viaje o porque tenga mucha trabajo, sino porque la quieren ver y se la quedan unos días. ¿Qué hace una perra en el teatro? Xisca ha visto muchas más obras de teatro que mucha gente en este país (risas). Hay algunas que las 10

mira, y se recrea, y otras que no, que se queda dormida. Tiene su criterio (risas). Le encantan los aplausos. Se pone a pegar botes. Solamente ha intervenido dos veces… Una vez entró en la función de Cerda. No me di cuenta, estaba despistado, de repente salió, escuchó la música de Madonna, con la que empieza Cerda, y se coló por allí (risas). Y muchas compañías me dicen: “¡Ay, por favor, déjamela, que quiero salir este día con ella en brazos!”. Y ha salido. ¿Sale a saludar? A saludar cuando ha actuado sí. Rulo Pardo la sacó en Historias del chiscón, y ha aparecido en alguna más. ¿Su carrera? Ha desfilado el año pasado en Cibeles Fashion Week con Andrés Sardá, que hace lencería. Salía en brazos de una de las modelos. Y fue muy gracioso porque cerró el telediario de La 1, salió en un montón de revistas, en Internet... Siempre la he visto en la prensa con vosotros. Casi siempre que nos hacen una entrevista a Martret y a mí está ella presente. Es la ama. Realmente Martret y yo no hacemos nada, es


ella, lo decide todo (risas). Incluso nos hicieron un reportaje en Smoda (el suplemento de El País); la idea era mostrar al público cómo viste la gente que colabora en La Casa de la Portera, y ella salía sola en una de las fotos con una pajarita. ¿La inteligencia de Xisca? Dicen que no hay que humanizar a los animales. Pero Xisca es una perra muy inteligente, se entera de muchas cosas, y reconoce mi estado de ánimo y mis sentimientos. Es una compañera estupenda.

tranquilo. No sólo ha estado Xisca. Gente como Sara Luesma han venido a ver una función con su perrito. El perro de Raúl Tejón también ha visto ¿Xisca como espectadora? La obra que más le ha gustado (risas) varias funciones (es un perro grande). es el infantil de David González (risas), Lo único que es complicado porque es un sitio pequeño, hay gente que La ballena MariaElena y los colores. puede tener alergia. Los perros Nos dimos cuenta que ya no era pueden reaccionar de una manera solo teatro para bebés, era teatro inesperada... Pero somos amantes de para bebés y perros. Que también los animales. podríamos vender entradas para perros. Porque se volvió loca. No ¿Comprarías un animal? perdía ojo. Todo lo que iba haciendo, Jamás, jamás, jamás compraría un cómo se iba moviendo, cómo se iba animal. Me parece que es absurdo de un lado para otro y los objetos que usaba. Todo le interesaba, estuvo con toda la cantidad de perros que atenta los 45 minutos de la obra y no hay que necesitan un hogar. Y la gente hace auténticas atrocidades se perdió detalle. comprando un perro para luego a los tres meses abandonarlo, no quererlo. ¿Haríais que La Pensión de las pulgas fuera “perro friendly”? Entrevista: Óscar Arroyo Es muy complicado porque el animal tiene que ser muy dócil, muy 11


Lola llegó a mi vida por un impulso. Lola es una preciosa bulldog francesa, una preciosa frenchie que llegó a nuestras vidas en octubre de 2009. Ha cumplido seis años. Llegó por un impulso, mi “incorregible impulso”. Un “flechazo” a primera vista. Sí, la compré y no pude evitarlo. Su suerte y la nuestra. 12


Daniel Albaladejo actor

y Lola

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Acababa de llegar a la tienda de mascotas que había en Vallecas, en la avenida de la Albufera, cerca de donde resido, y no pude evitar fijarme en ella y creo que ella tampoco pudo evitar fijarse en mí. Nos cruzamos las miradas y nos enamoramos. Recuerdo perfectamente esa tarde

inevitable. Me acerqué a su jaulita y la observé. Ella me observó. Se mostró tranquila, nada nerviosa y con una mirada mezcla de curiosidad y extrañeza, muy calmada por otro lado. Pedí si la podían sacar de la jaulita e interactuar con ella. “Por supuesto”, me dijo la dependienta. La

de octubre paseando con mi mujer Elena y mi suegra Marisa, que había venido a visitarnos esos días. No pude resistirme a entrar en la tienda y mirarla. Mi mujer y mi suegra no entendían nada. “Pero, ¿qué haces?” me preguntaron al mirarme y advertir en mi cara algo que sería

colocó en el suelo y yo me coloqué a su lado, sin mirarla fijamente, y dejé que la naturaleza actuara. Se mostró sumisa, con mucha curiosidad, en ningún momento la atosigué y después de unos minutos acerqué mi mano derecha para que la oliera. Alargó su pequeño cuellecito y

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olfateó mi mano. Se incorporó y se acercó, siempre de lado, a mí. Seguía sin tocarla. Giró su pequeña cabecita y miró a su alrededor. Descubrió a Elena y a su madre, pero no se les acercaba. Su curiosidad iba en aumento. Mi observación a lo que hacía también. Me miró

hasta que la dependienta nos sacó de nuestro ensimismamiento. “¿Qué? ¿Lo tienes decidido? ¿Te la vas a llevar o no?”. Parecía que hablaba de una lavadora o una tele o una cama de Ikea. “Sí, sin duda”, le contesté desde mi posición agachada con Lolita apoyando su cabecita en mi pié.

y se acercó un poquito más. Casi estaba a la altura de mi pie. La seguí observando. De repente se tumbó en el suelo y apoyo su diminuta cabeza sobre mi pie. Y así nos quedamos mirándonos durante unos cinco minutos Lola (Lolita en ese momento) y yo. Cinco minutos maravillosos

“Te llevo fuera de este sitio. Te traigo a nuestras vidas para que la disfrutes con nosotros. Para que seas feliz. Para educarte, cuidarte y alimentarte todos los días de tu vida. Para pasearte tres veces al día, llueva, nieve, con frío, con sol, con viento y hagas tus necesidades. 15


Para socializarte con humanos y otros animales. Para que seas el amigo fiel de hombres y mujeres. Para que corras y juegues. Para que toda mi familia te cuide y te quiera. Para que me des todo tu amor y cariño a cambio de nada. Para que seas mi preciosa frenchie, nuestra preciosa frenchie. Para llevarte al veterinario y vacunarte todos los años de la rabia y múltiples vacunas que necesitarás a lo largo de tu vida. Con toda la responsabilidad que conlleva tener un animal en casa y que mi incorregible impulso sea lo que cambie nuestras vidas”. Esa tienda cerró al cabo de poco tiempo. Siempre he pensado que lo mejor es adoptar, no comprar, y lo sigo pensando. Cuantos animales abandonados por un incorregible

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impulso de sus amos temporales. Cuanta tristeza y sufrimiento para esos pobres animales. No me arrepiento de mi decisión de que Lola entrara en nuestras vidas de esa manera. Yo nunca abandonaría a un animal. Pero cuando tomemos una decisión de este calibre pensemos en la cantidad de “impulsos incorregibles” que abarrotan las perreras de nuestras ciudades, muchos sin posibilidad de ser adoptados. De esta maravillosa experiencia la conclusión que saco es clara: el “hermanito/a” de Lola, nuestra Lola, será adoptado. Y le brindaremos la oportunidad de que cambie nuestras vidas y la suya.


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El Sr Pignón por Eduardo Velasco. Estaba decidido, aunque mi pareja no lo tenía del todo claro, a adoptar a un cachorro. Sabía qué raza era la adecuada por nuestro ritmo de vida, quería que no fuese demasiado grande para poder viajar con él. Contacté con varios centros de adopción y localicé a un bodeguero de cuatro meses. Tras rellenar la ficha obligatoria y pasar el filtro del centro de acogida teníamos concertada una cita para conocernos. Ahí fue donde apareció el “Sr. Pignon”.

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Eduardo Velasco actor, Cuca Escribano actriz y Pi帽贸n 19


Todo perro está destinado a su dueño y viceversa. Una mañana un vecino del barrio de las Letras me comentó, mientras paseaba a su perro Tango, que tenía posibilidad de quedarse con un cachorro de una camada de cuatro de las que Tango era el padre. Si quería quedarme con uno, él me lo regalaba. Inmediatamente dije que sí, tanto Tango como Pedales (la madre) son dos preciosos jack rusell. Eran cuatro cachorros pero sólo podíamos elegir entre los dos que quedaban libres. Fue mi pareja quien se acercó a conocerlos y a elegir a nuestro perro. Remache (ese fue su primer nombre) era el menos activo de todos, el más grande y regordete, y parecía el más feo, pero fue él quien la eligió a ella. Así supimos quien se vendría a casa. Hoy es un pequeño de cuatro meses al que todo el mundo para y saluda en el barrio por su simpatía. Le pusimos de nombre Piñón un día sentados sobre el césped de un pequeño estanque del Retiro. Siempre que podemos lo llevamos allí a correr y a jugar ahora. Piñón se llama así porque aquel día encontramos cerca una piña, porque su madre se llama Pedales y porque no hay personaje más entrañable que el “Señor Pignon” de La cena de los

idiotas.

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Piñón se ha convertido en un personaje conocido en el barrio de las Letras y en el protagonista de nuestras vidas.Tiene por costumbre caminar olisqueando todo lo que encuentra en el suelo y gusta de hacer sus necesidades en la esquina de calle Huertas con calle León, donde un letrero anuncia un lugar de la Mancha de cuyo nombre no quiero acordarme... No es un perro letrado ni instruido, es simplemente un perro listo. Los jack rusell son una raza muy activa en cuanto a energía y muy pero que muy inteligentes. Sin darnos cuenta descubrimos que es él quien se está adaptando a nosotros y nuestro ritmo de vida. Sé que cada cosa llega en su momento y que “Sr.


Pignon” llegó a casa cuando tenía que llegar. Creímos que lo elegíamos nosotros pero ahora sabemos que era él quien nos estaba esperando. No quiero dejar pasar la ocasión de recordar el amor y respeto que debemos a los animales de compañía. Se acercan esas fechas en las que resulta muy bonito regalar un cachorrito al pequeño de la familia pero hay que ser conscientes de que los centros de acogida y refugios están llenos de perros abandonados. Seamos responsables. Antes de comprar una mascota piénsalo bien: ADOPTA.

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Vivimos un momento de mucha intensidad. Como podéis ver en las fotos Greta es una perrita con mucha personalidad y tiene una carita preciosa. ¡Claro! Que os voy a decir. Hace unos cuantos años no me planteaba tener una mascota de las características de un perro denominado “raza peligrosa”. Esa idea se le ocurrió a mi tío Carlos, amante de la defensa personal y de este tipo de perros, que requieren acción, disciplina y un líder potente al que sentirse unidos. Todavía me acuerdo cuando era cachorra; tenía una fuerza desmedida y pegaba unos saltos increíbles, muy altos. He de reconocer que no me sentía del todo cómoda porque tenía que demostrarle continuamente mi autoridad, poner tono de voz de “pocos amigos” y ese tipo de cosas. Ella estaba acostumbrada a mi tío y todo lo que es ahora es gracias a la dedicación, educación y amor que le trasmitió. Dicen que los perros se parecen a sus amos y es cierto, aunque también hay excepciones. Pasan tanto tiempo con nosotros que les pegamos nuestras manías y hábitos. Greta es una perrita muy deportista y en eso ambas coincidimos: nos gusta ir a patinar, andar y correr por la Casa de Campo. Es muy divertida, siempre busca la manera de hacerte partícipe en sus juegos. En concreto las pelotas; “obsesión” diría yo. Os voy a contar lo que le gusta hacer. Todos conocéis los bocadillos de calamares de la Plaza Mayor, ¿verdad? Bueno, una tarde estábamos comiendo uno y dejé a Greta afuera con su pelota, ella esperándonos y mirándonos. Como empezó a aburrirse, ella misma empujaba la pelota a la gente que pasaba para que se la devolvieran. Los camareros del bar estaban flipando, porque todo el mundo 22


Gema Zelarayรกn actriz

y Greta

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le devolvía la pelota y ella una y otra vez repetía la misma acción... ¡Qué graciosa!. Hace tres años falleció mi tío Carlos. Durante su despedida quiso que la familia nos quedáramos con Greta. En concreto deseaba que tanto yo como mi primo Raúl fuéramos los que adoptáramos su “legado”, porque él así lo sentía, no había tenido hijos, pero esta perrita para él significó todo. Compañeros inseparables de aventuras, de parque, de trabajo… Me gusta tener a Greta porque siento que estoy cerca de mi tío y creo que allí donde esté tiene que disfrutar mucho viéndonos juntas. Tengo que decir que mi madre juega un papel muy importante en la crianza de Greta, ya que por temas de logística mi antiguo estudio limitaba mucho el poder hacerme cargo de ella. Mi madre adora a los animales, de ahí tambien mi adoración. Siempre hemos tenido la casa como “el arca de Noé”: peces, pájaros, gatos, perros, patos. Daba igual que tuviéramos más o menos espacio. Con Greta lógicamente no íbamos a ser menos. La última temporada la ha pasado con mi madre, después de haber estado conmigo siete meses… Greta 24

cuando está con ella vive en un patio de 250 metros cuadrados y lo comparte con una pata que renegó de sus orígenes (persiguiendo a mi madre por el rio de Alcalá de Henares hasta su casa) y que se llama Paty, y Asumbague, una gatita callejera que adoptó desde chiquitita (se la encontró debajo de la rueda de un coche). Ellas tres juegan un montón, es impresionante la comunicación que tienen entre sí. Siempre lo digo, los animales hablan su propio código y se respetan. ¡Los admiro! Tienen tanto que enseñarnos... Actualmente Greta vive conmigo. Me he cambiado de casa y por fin podemos estar juntas. Me encanta estar con ella en este nuevo espacio… A veces te sigue a todas partes y otras por el contrario se acuesta en su cama y pueden pasar horas sin moverse… Es súper limpia, puede estar horas lavándose, cortándose las uñas… Es un amor. Hace muchísima compañía y siempre está preparada para dar un paseo o jugar. Es muy agradecida, te da besitos, te pone caritas irresistibles, te hace reír, te cuida cuando tienes un mal día… Si se funde la luz de repente no te asustas porque está contigo dándolo todo… Esto último me paso hace poco, entre que la casa es nueva y que no entendía


por qué se había apagado la luz... Vivimos un momento de mucha intensidad juntas… O a lo mejor fue cosa mía, que veo muchas películas de miedo. Retomando el tema de los perros considerados “razas peligrosas”, me gustaría daros mi opinión. Existen

muchos prejuicios en torno a estos animales y la mayoría de las veces son las personas responsables de ellos los que educan y tratan a estos perros para que respondan de manera violenta y ataquen a otros perros e incluso a personas. Greta tiene que llevar “siempre” bozal y “siempre” tiene que ir atada con una

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correa que mide menos de medio metro. Cuando vamos por la calle la gente la mira con miedo y a mí me miran un poco rarito también. Tenemos que pagar todos los años un seguro y tengo que llevar siempre conmigo estos papeles; si no los tuviera y me los pidieran la policía, la multa puede llegar a ser superior a 600 €… Me da mucha lástima que por culpa de personas irresponsables y peligrosas tengan que pagar el

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pato los demás. Porque Greta es muy buena y no haría daño a nadie… He de reconocer que tiene su genio y que le gusta dominar, pero lo justo entre animales… Normalmente son perros de otras razas los que se sienten amenazados por la apariencia que tiene. Por cierto, si no lo sabías el perro que más muerde en España es el pastor alemán. Me lo dijo el otro día precisamente un policía, y no está considerado como peligroso,


al contrario, tiene muy buena fama entre los perros. Insisto: detrás de un perro hay un propietario responsable o un propietario manipulador y que coacciona. Dicen que los perros sienten cuando son amados y respetados y es cierto. Hay muchos perros abandonados por sus amos que al ser acogidos por otras familias están eternamente agradecidos. Greta tuvo que sentir

algo parecido. Cuando mi tío estaba en el hospital, vivió en diferentes casas de la familia y estaba desubicada. Mi tío se despidió de ella cierta vez… Espero que ella supiera que no era su intención abandonarla. Los animales que viven experiencias de abandono, maltrato, son francamente vulnerables. Hay tantas perreras y asociaciones que se ocupan de ellos pero que en ocasiones no saben qué hacer con estos animales. Y en algunos casos las perreras los sacrifican. Se me ponen los pelos de punta… Estos animales son de otra pasta, en serio, suelen ser agradecidos y buenos compañeros. Aconsejaría a cualquier pareja, a las personas que vivan solas, a los viejitos y viejitas o a las personas que estén enfermas que les abran sus hogares. E incluso os digo: adoptad perritos que también son mayores o están enfermos, porque se lo merecen y os van a agradecer con cariño y compañía todo ese amor y dedicación. Tengo que decir que Greta, a sus 8 años, está impresionante. El año pasado la operaron a vida o muerte y la vaciaron enterita. Esto le ha afectado de manera positiva ya que está más tranquila y es menos competitiva con otros perros. Bueno, 27


si ella hablara os contaría que se comió dos pelotas (tuvieron que operarla para sacárselas), que estuvo en la perrera, que un caballo le dio una coz, que se cayó en el lago de la Casa de Campo y casi me tira a mí… En fin, es una todo terreno, os puedo garantizar que no te aburres con ella.

Se han creado vínculos con animales desde hace siglos, incluso se enterraba a los propios egipcios con sus mascotas. Están con nosotros desde siempre. Pueden llegar a ser tu familia, tu mejor amigo. Mi pareja siempre dice que a algunos animales solo les falta hablar y a algunas personas rebuznar… Cuando veo a Greta y estoy con ella, saca lo mejor de mí. Me alegra, me 28

divierte, me tiro encima de ella y la doy muchísimos besos, y la chincho y me río. Cuando hago mucho ruido y es hora de dormir me resopla para que la deje dormir tranquila. En el parque, cuando la suelto ¡mirando bien que no haya policías!, jugamos a perseguirnos, bueno más bien la persigo yo a ella para que me dé su pelota. Tengo muchos recuerdos con ella y todos buenos. Y eso alimenta el alma. Espero poder disfrutar muchos años de ella. Y a todo aquel que esté planteándose tener una mascota, que no dude en acudir a protectoras de animales o asociaciones de acogida; están repletas de animales que desean amar y ser amados. ¿No os parece hermoso? Los animales te ayudan a ser mejor persona, te sociabilizas más, desarrollas la empatía, afecta en positivo a tu estado de ánimo y es una manera de convivir entre todos de una manera justa. Hay tantos animales abandonados que se merecen estar contigo. ¿A qué esperas? Me alegro mucho de haberos contado todas estas aventuras, me voy a dar una vuelta con Greta y a estirar las piernas, que dicen que es bueno caminar, ¡Qué mejor que con tu mascota!. ¡Besitos y cuidaos mucho!


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Dante es mi mejor colega. Dante y su hermano Bruce atravesaron un largo camino hasta tener una familia feliz. Cuando tenían dos meses, fueron encontrados en una gasolinera, abandonados en una caja de cartón. Aunque los trabajadores de la gasolinera procuraban que no murieran de frío y hambre, pasaron allí muchos días. Luego, alguien les dio cobijo en su jardín, mientras les buscaban acogida en las perreras; allí la cruda realidad fue que si en una semana no los adoptaba nadie, serían sacrificados. 30


Anna Naya actriz

y Dante

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Cuando mi pareja y yo recibimos la información, que había dos cachorritos que necesitaban una casa, no lo dudamos. Recuerdo muy bien aquel momento: fuimos a tomar una cerveza para celebrarlo e hicimos una lista de posibles nombres para nuestro chiquitín. Al día siguiente fuimos a buscarlos,

de las verduras (tiene un amplio abanico de trucos a cambio de un tomate), viajero (sin duda, es el perro que más viaja en Renfe por Madrid y ha viajado en nuestra furgoneta surfera por todo España), pensador (se ha comido unos cuantos libros, sabio hambriento de sabiduría), y también un visionario (en su época de cachorro tuvo la brillante idea de hacernos un dúplex y se comió gran parte de una pared con la intención de ampliar nuestro espacio vital). Es un curioso (en verano por las noches observa la vida de las cucarachas), un cotilla (se asoma por la ventana y se pasa horas observando todo lo que pasa en la calle) y un goloso (no existe alimento que podáis decir ”los perros no comen tal cosa” que a Dante no le encante).

eran tan pequeños y estaban tan asustados… Ahora los dos están felices y en familia: Dante con nosotros, y Bruce se unió a tres perritos más en casa de mi suegra. Se siguen viendo a menudo y les encanta jugar juntos. ¿Quién es Dante? Dante es un fan 32

Dante es mi mejor colega. Corremos carreras de canicross juntos, montamos en bici, nos vamos de cañas por el centro de Madrid o paseamos por el monte. Vaya a donde vaya, siempre intento llevarle conmigo. Le llamo mi ayu-Dante: me trae (y roba) los calcetines cuando hago la colada, me limpia el suelo de migas cuando cocino, me calienta los pies con su calor cuando tengo frío. Me encanta ver una peli con


él, tumbaditos en el sofá con una manta. Adoro observarle cuando juega. Me fascina cómo es posible que podamos comunicarnos tan bien sólo con miradas y lenguaje corporal (sin ir más lejos, en este instante se me está subiendo a las rodillas, dándome toquecitos con su hocico para comunicarme que quiere salir a

paseando por Madrid, pasamos al lado de una tienda para mascotas, y cuando se puso a curiosear le dije: “Veeengaa… a la vuelta iremos a comprarte un juguete nuevo”. Tras unas horas, volviendo a casa, se paró en la mismísima puerta de la tienda, dándome la patita y diciéndome con la mirada: “Me lo prometiste”.

la calle).

Sin duda Dante es el mejor compañero para todas las aventuras y convierte cualquier tontería cotidiana en un gran juego.

Dante siempre sabe cómo estoy, y después de un día largo, se sienta a mi lado y me da lametazos. Siempre me hace reír y saca lo mejor de mí.

¡Vivan los hogares llenos de pelos y de alegría!

Es un perro de palabra y siempre me hace cumplir las promesas. Un día, 33


Harpo y yo nos lo damos todo sin pedir nada a cambio. Conviví con perros desde mi niñez y adolescencia, pero en el campo, en casa de mis padres. Siempre admiré su lealtad y esa dignidad de quienes se saben dependientes y aceptan honrosamente su lugar en el mundo. En el campo los animales de compañía hacían su vida en habitáculos que estaban fuera de la casa. Pasaban el tiempo corriendo sueltos, rascándose las pulgas, 34


Miquel Insua actor y Harpo

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comiendo de todo -incluidos los huesos de pollo-, ladrando a los desconocidos o tratando de tirarse a cualquier perra en celo. Eran canes que requerían pocas atenciones. Y eso marcaba una distancia emocional que, por mi parte, no pasaba del aprecio. Nunca había convivido con una mascota en la ciudad hasta que Harpo, un fox terrier macho, llegó a mi vida. Nos presentaron hace un par de años. Era propiedad de alguien que acabaría siendo mi pareja sentimental. Nunca había tratado antes con un fox terrier. Lo que conocía de la raza se reducía a Milú, el fox inseparable de Tintín, en los cómics de Georges Rémi (Hergé). Me llamaba la atención que la relación entre humano y animal estaba sujeta a la misma geometría que rige las relaciones personales. Las circunstancias dependían de la carga que Tintín depositaba sobre el perro. Quizá ahí empezó todo, sin darme cuenta. La conexión con Harpo fue inmediata. Algo despertó en mí… Quizá la conexión con algo muy lejano, con las raíces que se remontan a la herida entre lo cultural y lo animal. Quizá con quitarle importancia a las cosas y a uno mismo para husmear el presente con lo que hay... 36

Por aquel entonces yo estaba trabajando en un montaje sobre El banquete, a partir del original de Platón, inmerso en el personaje de Sócrates y su idea del amor. Una idea cuyo fundamento consistía, en aquella versión, en aprender a discernir. Pero esto Harpo lo desconocía. En la forja de nuestra amistad las palabras eran escasas y las situaciones nos obligaban a encontrar un lenguaje propio. Se trataba de aprendernos actuando o de actuar para comprendernos. Convivir con una mascota las veinticuatro horas en un apartamento obliga, en principio, a una rutina y a una atención sistematizada. Los tres paseos diarios, el alimento, el tiempo de juego, el aseo, etc. Harpo llevaba siete años cumpliendo esas atenciones con su amo, pero nosotros no tardamos en crear una relación muy particular. Sobre todo en los tiempos del juego y para callejear. Respecto al juego, él elige cuando y con qué objeto: lo trae en la boca y lo deja a mis pies. No se entretiene mucho royendo un hueso de mentira, ni en lanzadas de pelota con devolución, o destripando un peluche. Tampoco obedece a la primera, sin impostar voz de mando, y mucho menos a darte la patita... Fui descubriendo que el fox terrier


es un perro fundamentalmente independiente. Eso sĂ­, demanda lo que necesita y no cesa hasta conseguirlo. Pero, en realidad, a Harpo lo que le apasiona es callejear. Nunca hay pereza para salir de casa.

Y una vez que pisa los adoquines, no hay mirada hacia atrĂĄs. Cuando sus pies redondos y compactos se ponen en marcha, el fox es incansable. Le llevo por donde

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sé que disfruta y él recuerda el camino. Los días que le dejo guiar el paseo, no hay fin por su parte. Está claro que su origen de perro cazador le ha marcado el carácter. Husmea todo lo que se encuentra. Sobre todo los orines, las basuras y a las perritas que se nos cruzan para acabar llenándolas de “besos”. Su parada preferida son los parques en los que juegan los niños y, claro, el delirio es mutuo. Tan solo es temerario con sus congéneres macho y cuando su supremacía es discutida. Y lo ha sido. Ha mordido y también ha recibido varios bocados. Compartimos el dolor. Nos hicimos prójimos. Pero sobre todo las cosas creamos paz y alegría. Harpo es un catalizador emocional que no para de hacer monerías para mantener el ánimo óptimo en casa. Es un practicante de la ternura. Cuando elige saltar a tu regazo... Ahí te das cuenta de la fragilidad de todo ser vivo, de todos. Entre caricias de lomo y lametones de manos, creamos una especie de felicidad que se retroalimenta a cada momento compartido. Harpo es presente absoluto. Cada llamada de atención es una invitación a volver al aquí y ahora, esa forma temporal que se nos suele escapar a los humanos. Es lo más parecido a la felicidad, a un amor que elude el conflicto. Es decir, sin la adversidad -dolor, 38

malos rollos...- que suele darse en la necesidad de correspondencia entre los humanos. Harpo y yo nos lo damos todo sin pedir nada a cambio. Por tanto el amor se vuelve pleno y la contrapartida neta. Este es mi descubrimiento sobre el amor animal, desconocido para mí antes de convivir con Harpo. Lo cuento porque me lo estoy preguntando desde esa mezcla impura que son la razón y el corazón: ¿acaso no es el amor un género de conocimiento y ese conocimiento una búsqueda de espejos o de especulación sobre el otro y sobre nosotros? ¿No tiene que ver, el amor, con la atención, ese orden íntimo al que nos obliga la presencia del otro? Interrogantes que se hacen añicos mientras él se humaniza y yo me animalizo a diario. Ambos aceptamos ser meros depositarios de cariño y su mecánica devolución. Infinita atención, infinita paciencia y, sobre todo, la capacidad de esperar sin obtener resultado inmediato. Por mi parte, este es mi aprendizaje y, en parte, su mecánica. El descubrimiento. En este mundo misterioso de los afectos animalistas es nuestra propia atención, derivada del amor, la que detecta las cualidades de los animales antes


citadas, que no son otra cosa que aspiraciones humanas y de las que el animal no es consciente, claro. Es decir, el cariño profesado no es otra cosa que una forma de

NUESTRA PROPIA ATENCIÓN. De hecho, es muy difícil separar lo que es ATENCIÓN de lo que es AMOR. Y en este tratar de discernir, NOS seguimos husmeando... 39


Mini es muy dulce, pura ternura. Mini ha sido una perra que ha superado nuestras expectativas. Hace aĂąos que nos rondaba la cabeza tener un perro pero, ya sabes, tanto Alejandro como yo somos actores y, la verdad, intentas tener las mĂ­nimas ataduras... Hay temporadas que tanto uno como el otro estamos fuera de casa, y a veces coincide que los dos.

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Elena Rayos actriz y Mini

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Pero por otro lado nos apetecía muchísimo, así que hablamos con la asociación protectora de animales Apa Más Vida. También teníamos muy claro que de tener un perro sería galgo, hay “algo” en ellos... Hemos descubierto más tarde qué los hace especiales. Y después de varias charlas con la gente de la protectora para ver qué condiciones había que tener en casa, y también las necesidades que tienen este tipo de perros, dimos el paso, primero en acogida, para ver si se adaptaba a nosotros y nosotros a ella. Creo que lo tuvimos claro en la primera media hora de estar con Mini.

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La primera vez que la vi apoyó sus patas en mis hombros, agachó la cabeza metiéndola entre ellas para que la acariciara y supe que ahí empezaba todo. Creo que la ventaja de adoptar un perro con un pasado es que sabe, sabe de la vida, mira con otros ojos. Es una perra muy dulce, pura ternura. Llegó desnutrida y llena de miedos, y sin embargo tiene una belleza y elegancia que me hace pensar, como en nuestra profesión: hay algo que se tiene o no se tiene...


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Con Gúnter y Pipa he ganado dos amigos y confidentes. En el mundo hay dos tipos de personas: Pepsi o Coca-Cola, Nesquik o Cola Cao, vino o cerveza, blanco o negro, perros o gatos, adoptados y mezclados o “encargados” y de pura raza.

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Aar贸n Lobato actor,

G眉nter y Pipa

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Yo lo tengo claro: Coca-Cola, Nesquik, vino, negro, y aunque los perros han conseguido el lugar más privilegiado como animal de compañía, yo opto definitivamente por la vía felina y adoptiva. Y aunque la mayoría de las personas prefieren

comiendo. Su manera hipnótica de moverse y mirar, los ojos espías que atraviesan la piel y llegan hasta tus pensamiento... Prefiero llevar una vida de gato a una vida perra. Ésta fue una de las cuestiones que inclinaron la balanza a favor del gato cuando en mi familia nos planteamos tener una mascota. Bueno, más bien mi hermano y yo introdujimos como regalo boomerang para mi madre a una gata romana, que probablemente era la gata más fea del mundo. Se llamaba Trispa y estuvo en casa tan solo seis meses, porque tristemente murió tras un error veterinario. Trispa me enseño varias cosas: que los gatos no son distantes, sólo prudentes con sus sentimientos. Que reclaman cariño constante, aunque lo hagan desde la indiferencia. Que aman la compañía familiar, aunque sea a través de la distancia. Que son unos bichos con un corazón de oro, y ni mucho menos tan fríos como quieren aparentar.

a esos bichillos fieles, juguetones a los que se les pone el sobrenombre del mejor amigo del hombre, a mí desde la más tierna infancia me llamaban más la atención esas bolas de pelo que se pasan el día durmiendo, acicalándose y 46

Después de un par de meses echando de menos a la Trispa, mirando los lugares donde dormía, esperando a que me despertarse por las mañanas, mis amigos encontraron una protectora en la que daban en adopción a un gato.


Yo quería un gato negro, o un gato feote como era Trispa; pero llegué a donde tenían el gatito, y allí estaba: una bola de pelo blanca que miraba con ojos desconfiados pero que ronroneaba como una verdadera Harley-Davidson. No pude resistirme y lo llevé a casa. Los de la protectora le habían llamado Glass pero yo tenía muy claro el nombre del gaturro: lo bautizamos como Günter, por la obra de María Velasco sobre el artista vienés. Queda poco del gatito que fue. Porque Günter no es un gato, es un gaturro, es el Gerard Depardieu de los gatos. Es más grande que alguno de los perros esos que se

llevan en bolsas (de imitación o no) de Versace o Chanel aunque tiene la misma actitud altiva y orgullosa que uno de esos improbables habitantes de bolsas de marca (o no). Me sigue a todas partes; si le llamo, levanta la vista como un suricato. Y por supuesto, también es un pijo. Él no puede beber de un bebedero de gato, tiene que hacerlo del lavabo, hasta el punto que ha aprendido a abrir el grifo del agua y hay que tener mucho cuidado con dejar la puerta del baño abierta, porque te puedes encontrar con el baño empantanado… Claro, Günter ha aprendido a abrir el grifo, pero no a cerrarlo… Alguien lo hará por él...

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Al poco tiempo de la llegada de Günter a casa, la novia de mi hermano adoptó una gata que tenía una hermanita de la misma camada y no le encontraban casa. Mis padres, sin pensárselo dos veces, decidieron adoptar a Pipa. Ella es más independiente que Günter, y quiere más a mi hermano que a mí, pero eso no importa porque si requiere mimos sabe perfectamente cómo reclamar mi atención para conseguir lo que quiere. Por hacer un símil teatral, podríamos decir que Pipa tiene un punto muy Lady Macbeth, aunque también tenga su punto de gaturro tontona. Como cada vez que llega la Nochevieja, o en las películas de superhéroes, o cuando en la tele HD sale una luz de puntero láser y ella se lanza a la pantalla como si fuese una pantera en plena sabana africana. Tener una mascota es una pasada. En realidad da igual si es un perro, un gato, un loro, una tortuga, un conejo o un pez. Te dan cariño, compañía, en ocasiones hasta conversación (en más de una ocasión he visto a mi padre hablando con “los gordos”, que así les llamamos, como si fueran sus niños). Pero hay que cuidarles y cubrir todas sus necesidades: desde la comida, hasta el veterinario cuando toca. 48

Por eso me gustaría decir que si alguien se plantea tener mascota que se lo piense dos veces y no se deje llevar por la ternura que puede despertar un cachorrito, porque el cachorro deja de ser cachorro a los seis meses y después tienes que seguir queriéndole durante (en el mejor de los casos) quince años. Y a un miembro de la familia no le dejas abandonado a su suerte en una gasolinera o en un bosque, está contigo para toda una vida, la suya. Y si aun así sigues pensando en aumentar tu familia, por favor: adopta. Hay muchos animalillos que buscan cariño y a los que tiran a ríos o los abandonan a su suerte. Y esos bichos maravillosos podrían estar en tu casa y darte tanto cariño como el perro de más pedigrí o el gato más persa del mundo. De momento, yo con Günter y Pipa no sólo he ganado dos hermanos y dos confidentes, sino también una especie de entrenamiento peludo y ronroneante sobre lo que significa que dos corazoncitos dependan de tus cuidados.


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Golfo, seis años de felicidad. 24 de octubre de 2009. Las Rozas, Madrid. Ese día abrí los ojos por primera vez. Fueron momentos maravillosos. Hasta que alguien me separó de mi mamá, me metieron en una caja, y me dejaron a la puerta de un lugar donde había más como yo, sí, pero todos encerrados, separados, tristes. 50


Fael Garcia actor, Patricia Mediavilla actriz y Golfo

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Una mañana abrieron mi jaula, y junto a la chica que durante esos días me alimentaba estaban ellos. Recuerdo que por entonces me costaba moverme, mis patas eran muy pequeñas y chocaban con mi barriga hinchada. Pero al verlos a ellos algo me dio fuerzas, me empujó, y rápidamente me subí en sus brazos. Desde ese momento supe que nada malo me iba a pasar, sentí calor, que por fin tenía un hogar. Han pasado ya seis años. Seis años de felicidad, de juegos, excursiones, caricias y siestas los tres juntos en el sofá. Si pudiera pedir un deseo sería que todos los animales del mundo tengan la misma suerte que tuve yo, y puedan compartir y disfrutar su vida con amor. Firmado: Golfo Gracias.

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Runa, me miraste con tus enormes ojos verdes y se obró el milagro. Uno de los primeros recuerdos que tengo es, sin duda, mi pasión por los animales y, en especial, mi absoluta fascinación por los gatos. Su ronroneo, su elegancia, su suavidad y su marcada independencia eran algo que admiraba y deseaba abrazar, aun a costa de mi integridad física. Prueba de ello es la cicatriz que tengo en mi pómulo izquierdo, mi primera herida de guerra gatuna, “regalo” de la preciosa y esquiva siamesa de mi bisabuela, a la que perseguía incansable, pasillo arriba, pasillo abajo, cada vez que iba de visita.

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Luz de Paz actriz

y Runa

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Diecisiete años de mi vida y todo un “zoo” mediante (hámsters, periquitos y todo tipo de fauna que fui atesorando) hasta que, por fin, conseguí el beneplácito paterno. Pasé días aprovisionándome de todo tipo de utilería gatuna: arenero, camita, juguetes, etc. y, tras una exhaustiva búsqueda (en aquellos tiempos tenías que hacerlo a la antigua usanza, Páginas Amarillas y teléfono fijo en mano) recorriendo todos los centros veterinarios de la ciudad, por fin, te encontré. Fue en una de las casitas bajas del barrio de pescadores de Punta Umbría. Era tal mi emoción que ni siquiera recuerdo la casa en sí, solo a una enorme gata negra de inmensos ojos amarillos que me miraba lánguida desde el interior de una caja 56

rodeada de su camada inquieta, y entre todos, la más inquieta, tú. Me miraste con tus enormes ojos verdes y se obró el milagro. Han pasado más de doce años desde que nos “elegimos” la una a la otra. Hemos crecido y madurado juntas. Esta es mi carta de amor para ti. Porque aguantaste paciente todos los pisos de estudiante a los que te arrastré durante años. Porque desde que vivimos juntas no hay ni una sola noche que no sienta tu cuerpecito acurrucarse junto al mío. Por todas las tardes enroscadas la una junto a la otra en el sofá, llueva, truene o haga 30 grados. Porque cuando he llorado te has tumbado a mi lado y has puesto tu pata sobre mi mano para consolarme y me he sentido profundamente amada.


Porque el conocerte y amarte me ha hecho mucho más consciente del abandono y sufrimiento de muchos otros animales. Porque tienes tus pequeñas manías que te hacen única: como “catar” todo lo que como o bebo introduciendo tu pata (ningún vaso está a salvo si estás cerca). Porque cuando llego muy tarde a casa me estás esperando en el sofá para irte a dormir a la cama conmigo. Por cada vez que te tumbas sobre mí y pones tus patitas en mis mejillas a modo de abrazo. Porque cuando estoy fuera varios días me

recibes con ese maullido de “¿dónde te habías metido?”. Porque cuando llego a casa tú estás ahí siempre para recibirme... Por tantos y tantos gestos de amor que no se pueden plasmar en papel. Porque como dijo Anatole France: “hasta que no hayas amado a

un animal, una parte de tu alma permanecerá dormida”. Gracias por

despertarme. Te quiero, gordota.

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Nachi es un ser único. En un lugar de la Mancha, cuyo nombre recuerdo con especial cariño, apareció mi perrita, mi Nachi. Fue hace dos años cuando por amor marché a la tierra de los molinos de viento. Allí encontré trabajo como reportera en la televisión local. Dedicaba mis horas laborales a hacer reportajes y entrevistas de lo más variopintas. Una etapa preciosa de mi vida. 58


Ana Roche actriz y Nachi

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grabar el reportaje. Así que allá que fuimos, mi compañero el cámara y yo. Cogimos el coche de la tele, la cámara, el micro y… Tres, dos, uno, llegamos, hablamos con las chicas, vemos todos los perros que están en el albergue, montamos la cámara, el micro, decidimos la dinámica del reportaje y, justo en ese momento, una cachorrita de dos meses aparece en los brazos de una de las colaboradoras.

Un día, delante del ordenador de la redacción, pensando en algún contenido para el programa, miré por la ventana y vi pasar a una chica con su perrita, y me dije: “¡Ya está!”. Cogí el teléfono y llamé sin dudar a la asociación Adopta Mascotas, que se encarga del cuidado, mantenimiento, protección y búsqueda de un buen hogar para los perros y gatos abandonados de su localidad.

Siempre recordaré ese momento. Era pequeña, llevaba un jersey que le quedaba grande por todos los lados, tenía unas orejas muy grandes que no se le quedaban rectas, aquellos bigotes negros y una ternura en su mirada que me cautivó. Me enamoré de ella, sentí que la quería cuidar todo el tiempo. Pregunté cuál era su historia y me explicaron que la habían abandonado dos veces en sus dos meses de vida. Se la había encontrado un vecino del pueblo a punto de ser atropellada por un coche y la había traído al albergue. No lo pensé, no lo dude, la cogí entre mis brazos y nunca más la dejé.

La idea era hacer un reportaje para conseguir que se adoptaran más perros. Las colaboradoras de la asociación no tuvieron ningún problema en darme el ok para

Nachi es un ser único, incondicional, que me da cariño, que ha estado en mis momentos buenos y en los malos, que me acompaña. Este es el principio de una historia que sigue

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creciendo cada dĂ­a junto a mĂ­. Tener un animal en la vida es maravilloso, asĂ­ que adoptar, hay much@s perric@s como Nachi esperando a que les den un hogar.

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Bola es una princesa. Desde niña siempre me han encantado los animales. He tenido un montón de estos pequeños compañeros. ¡Y algunos siguen conmigo desde entonces! Como es el caso de Florinda, mi tortuga de Florida, que lleva con nosotros más de veinte años. ¡Y los que le quedan! Hace unos años recogí un canario herido del jardín, y así empezó “la era de las aves” en casa. Ahora mismo tengo una pareja de periquitos, Polly y Pocket, que me alegran y llenan de música la casa con sus cánticos todos los días. Cuando hace buen tiempo, pasan la mañana en el jardín y un montón de gorriones y urracas vienen a visitarles (bueno, y a comerse su pienso). Y así todos le hacen compañía a Roxie, la preciosa conejita blanca que roe todo lo que se le pone por delante, ya sea su conejera de madera o el cable del teléfono o del ordenador… Pero luego te mira con esos ojitos negros y es imposible enfadarse con ella. Pero, sin duda alguna, la reina de la casa es mi Bolita. Bola es una preciosa perrita de poco más de tres kilos, más cariñosa y mimosa que nadie que haya conocido antes.

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Marta Hernanz actriz y Bola

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Bola fue un hallazgo casual de mi madre, hace ya nueve años. Fue amor a primera vista, y eso que a ella nunca antes le habían gustado especialmente los perritos. Pero la pilló en una etapa de su vida en que quizá necesitaba compañía (el último de los tres hermanos en salir de casa acababa de independizarse) y sintió inmediatamente que Bola tenía que ser su compañera. Pocos días después, yo sufrí el mismo hechizo. La vi tan pequeñita, tan alegre, con su rabito como un plumero hacia arriba. Tan guapa, con ese morrín único. Y a la vez tan vulnerable. Me dieron unas ganas terribles de achucharla, de abrazarla fuerte entre los brazos y de comérmela a besos. Y eso es exactamente lo que hice. No la identificábamos con ninguna raza de perro que hubiésemos visto antes. Alguien nos dijo que era cachorro de madre pequinesa y padre caniche enano, y esa teoría nos convenció, pues es más rubia que un pequinés y más guapa (tiene facciones más relajadas), pero se le parece bastante. Sin embargo, años después nos topamos en el veterinario con fotos de perritos que eran un calco de nuestra Bola, y descubrimos su verdadera identidad. Es una spaniel tibetana. Leyendo sobre la personalidad de los perritos 64

de esta raza, he visto reflejada a mi pequeñina: alegre, inteligente, algo reservada con los desconocidos, vigilante y leal. ¿Qué os voy a contar de Bola? Es una princesa. No hay nada más reconfortante que llegar a casa cansada o estresada y verla correr hacia ti moviendo contenta ese rabito en lo alto. Te pide caricias y cosquillitas en la barriga (sus favoritas) y te lame toda la cara para mostrarte lo contenta que está de verte. Normalmente, empieza a ladrar, que es su manera de pedirte que juegues con ella. Desde ese momento, ya no se separa de ti. Da igual si estás quitándote los zapatos, haciendo la cena o sentada en el baño haciendo pis… Bola no te abandona, se queda pegada a ti, mirándote, esperándote, aguardando impaciente su momento favorito del día: el momento en que te sientas en el sofá y ella se acurruca a tu lado, siempre en contacto contigo, buscando tu calor y compartiendo el suyo. No, no puede haber nada más reconfortante. A la hora de dormir, tres cuartas partes de lo mismo. Da igual que duermas en una cama de 150 cm. y la mitad esté vacía. Bola sólo se dormirá si su cuerpecito está


totalmente pegado al tuyo. Hasta el punto de que evito moverme durante la noche, aunque esté incómoda, para no despertarla. Observarla mientras duerme es más relajante y reparador que el propio sueño. Ella es muy buena. Nunca se queja, nunca hace un ruido, nunca te pide nada. Simplemente te mira a los ojos y enseguida entiendes lo que necesita. ¡Es un peluche con pilas! Y todo el que la conoce, la adora. Mi Bolita, mi mimada, mi compañerina, mi tesoro, mi princesa. ¿Sabéis que atiende también a ese nombre, “Princesa”?. ¡Qué grande puede llegar a ser el amor que se siente por alguien tan pequeño! Y yo no concibo otro modo de relación con una mascota. Son seres tan vulnerables, tan indefensos; confían ciegamente en ti, te lo dan todo y sólo precisan a cambio tu cariño. Jamás entenderé cómo existen personas que pueden negárselo. Por mi parte, y como no puede ser de otra manera, mis mascotas forman parte de mi familia, para lo bueno y para lo malo. Y siempre será así. ¡Besos y lametazos para todos!

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Lo más hermoso que han visto mis ojos. Creo que hablar de Pelocho es contar mi única y verdadera historia de amor. Una noche vi su foto en el muro de una amiga actriz. Estaba en adopción. Todos sus hermanos ya habían sido adoptados. Él seguía esperando. Y con razón.

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Montse Gabriel actriz y Pelocho

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Yo nunca pensé en adoptar un perro. Los he amado desde pequeña pero no me encontraba ni en el momento ni el lugar ideales para acogerlo. No puedo explicar lo que ocurrió en mi alma al ver esa foto. Amor. Una fuerza ajena a mí y más mía que cualquiera me empujó a escribir a la gerente de la protectora Mi mejor amigo de 4 patas y preguntar por Pelocho.

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Fui a verle a El Retiro una mañana, a una feria de adopción, Era inseguro, nervioso, desconfiado y estaba lleno de luz. Más o menos un mes más tarde me lo trajeron una noche cerca de Puerta de Toledo. Lo más hermoso que han visto mis ojos. Después nos llovió encima un año muy duro, sin apoyos más allá de los


de mi familia, que no vive en Madrid. Luché por él como no he luchado nunca por nada ni nadie. Me mudé muchas veces. Aguanté la miserable naturaleza de algunos seres humanos. Trabajé muy duro y a diario para modificar comportamientos de “Pu”, consecuencia de sus temores. Y “Pu” y yo resurgimos de las cenizas

más iluminados que nunca para viajar ya en aguas tranquilas. Nadie me conoce como él. Y al final me ha rescatado a mí un ángel de cola de pincel de la inconsciencia, del letargo. Me ha despertado y ahora ya empieza la luz del día. Te amo Pelocho, ¿qué te voy a contar? 69


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TOMAS FALSAS


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TOMAS FALSAS


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