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En las Parroquias reinventar la fraternidad
La palabra "parroquia" no aparece en el Nuevo Testamento, como tampoco la palabra "comunidad" en los Hechos de los Apóstoles Las palabras "creyentes", en plural, e "iglesia", primero en singular, la Iglesia de Dios, y luego en plural, se utilizan para designar a las iglesias locales Es valioso releer los dos resúmenes al principio del libro de los Hechos (Hch 2,42-47; Hch 4,32-35) para sentir cómo la Iglesia, las Iglesias, no son estáticas. Se forman y se renuevan en torno a sus pastores (Hch 20,28) Hoy, la parroquia quiere ser un todo vivo de una Iglesia diocesana
Al proponer esta intención, el Papa es consciente de los cambios actuales y futuros en las parroquias. Habla, en primer lugar, de la comunión; el libro de los Hechos precisa: "Acudían asiduamente a la comunión, a la fracción del pan y a las oraciones" (Hch 2,42) La comunión sacramental tiene un doble aspecto: fraterno y litúrgico. Uno no puede ir sin el otro. La intención de oración orienta nuestra vigilancia hacia el primer aspecto: la fraternidad y la acogida de los más necesitados La comunión fraterna exige atención y benevolencia en todo momento; acoger a los necesitados es el sello de ello Hacerlo con fe es tomar el camino de Jesús, que vino a llevar la Buena Noticia a los pobres (Lc 4,18). ¡Y pobres somos!
Las pocas palabras propuestas por el Papa para evocar el futuro de las parroquias pueden sorprendernos La imagen de una parroquia, centrada en la iglesia del pueblo o del barrio, con su párroco que enseña y celebra los sacramentos, puede resultarnos familiar. Esta imagen, aunque no es falsa, no es completa. El Espíritu Santo no abandona a su Iglesia. La disminución del número de sacerdotes y personas consagradas, es una oportunidad para redescubrir aspectos de la vida parroquial que pueden haberse pasado por alto. Que la congregación honre la dimensión misionera de su bautismo, que encuentre lugares para hablar y compartir la Escritura, que manifieste su apertura al mundo Las iniciativas brotan aquí y allá; el proceso sinodal en curso nos invita también a vivir este cambio de perspectiva: todo esto es una gracia
RÉGENT