Edición 252 Revista Políticos al Desnudo

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REPORTAJE Hospitales privados

Hacen su agosto con pandemia Aumentan precios sin control y cobran hasta el agua que dan a los pacientes con cuentas hasta por un millón de pesos por paciente Por Ángel Álvaro Peña

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xiste una creciente deshumanización en los propietarios de los hospitales privados en nuestro país, a grado tal que comercializan abusivamente con la salud y con la vida de sus pacientes que se convierten en simples clientes. La salud es un derecho y no una mercancía y por esta condición obtienen sus permisos para trabajar, pero nunca dan prioridad a la enfermedad sino a la mercantilización de sus servicios. La pandemia tiene sus beneficiarios a pesar de todo, y son aquellos que aprovechando el terror que impone cada enfermedad planetaria aprovechan para enriquecerse con la atención a víctimas de Covid-19. Luego de prometer ante los medios y comprometerse en la mañanera con bombo y platillo, frente a buena parte del gabinete del Presidente, a través de convenios para dar espacios gratuitos a pacientes de Covid, pocas o nulas son sus

áreas que otorgan y el 99 por ciento de los hospitales privados destinan todas sus instalaciones para ganar dinero en exceso y con abusos. Antes de la pandemia el depósito de ingreso era de 15 a 25 mil pesos, ahora el mínimo es de 100 mil. Esta cantidad nunca es devuelta pues inventan gastos y cobran lo que no aplicaron y sus precios se inflan hasta que su depósito se convierte en sólo el 10 por ciento de la cuenta final. Cobran agua embotellada con marca del hospital, nunca se informa la marca que dan; ofrecen medicamentos de patente y aplican genéricos, cobran dosis completas aplicando sólo una mínima porción, el algodón lo cobran por paquete, aunque sólo utilicen una parte. De inmediato dicen que el paciente debe ir a terapia intensiva donde todos los cuidados son cobrados al doble por estar en peligro la vida del que ingresó Al respecto, Recaredo Arias, director general de Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros, señala que,

ante el monto creciente por atención, han tenido reuniones con los consorcios de hospitales para determinar qué costos han ido en aumento y por qué. Por su parte, Edgar Karam, vicepresidente de AMIS, comenta: “El costo de la Unidad de Terapia Intensiva es bastante elevado. Si la persona además está intubada durante muchos días el costo se eleva aún más entre los insumos y la cantidad de días en la Unidad de Terapia Intensiva, eso es lo que ha encarecido esta enfermedad y este tratamiento”. Al 20 de agosto del año pasado, el costo promedio de la enfermedad era de 385 mil 375 pesos; para quienes ingresan a la unidad de cuidados intensivos, el costo promedio alcanza 946 mil 949 pesos, mientras que, en el caso de pacientes que requieren intubación, el costo promedio entre los asegurados de AMIS es de 4.8 millones de pesos. El Covid se convirtió en la enfermedad más cara del país, con precios más altos que el cáncer o la diabetes en sus cuidados

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