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Habilidades para la vida: antídoto para la pandemia

Habilidades para la vida: antídoto para la pandemia

Irma Vázquez Guerrero

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Egresada de la Facultad de Ciencias de la Educación (Universidad Autónoma de Tlaxcala), Especialización en Educación Básica (Universidad Pedagógica Nacional). Evaluador Certificado de CENEVAL hasta 2022. Actualmente estudiante de la Maestría en Innovación Educativa en (UPAEP) Universidad Popular del Estado de Puebla. Docente frente a grupo en Educación Básica, con 12 años de servicio. Adscrita a la Unidad de Servicios Educativos del Estado de Tlaxcala (USET). irmavazquezguerrero@hotmail.com

Desde el rincón favorito en casa, decido abordar un tema fascinante, que en estos días de confinamiento le he tomado importancia al realizar una reflexión personal, familiar, laboral y social sobre las habilidades para la vida ante la contingencia a nivel mundial que hoy vivimos y la manera de incidencia en el comportamiento humano, el alcance y profundidad de conciencia que debiera ser el ideal en las personas para manifestar un mejor nivel de actuación como integrantes de este mundo y como seres integrantes de una sociedad “civilizada” que hoy necesita de lo mejor que cada uno que pueda aportar con responsabilidad y actitud. Mi enfoque se centra en las habilidades para la vida que brindamos los maestros a través de los planes de estudio, la familia mediante los valores y cultura; la sociedad en su conjunto. Si notamos el poco interés que la educación pone en este sentido, hoy se hace urgente, no me cabe la menor duda de que las personas adquirirán por sus propios medios y vivencias algunas habilidades que iré considerando al paso de la lectura, pero en mi papel de docente con un sinfín de limitaciones para poder trabajar de forma no presencial con los alumnos, hace que el análisis retome una visión aún mayor, de lo necesario que es trabajar las habilidades para la vida en el área emocional de los niños y jóvenes, principalmente ellos, a quienes les cuesta dimensionar que la escuela haya sido llevada a casa, no están preparados para eso, y para el docente es un reto complejo para desarrollar e integrar nuevos conocimientos en otro campo y con otros medios de trabajo.

La pandemia nos sorprendió a todos, nadie pudo prever la magnitud ni las consecuencias de esto que aún no acaba, trae consigo varios aspectos que afectan nuestra vida diaria, las relaciones sociales, en lo laboral y familiar, las rutinas personales se vieron limitadas sin aviso

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oportuno, el confinamiento urgente y necesario ha producido situaciones desconocidas que consumen nuestras reservas psicológicas, la capacidad de tolerancia y la paciencia, las situaciones de convivencia diaria generan roces y conflictos cada vez más pronunciados, las labores del hogar recaen la mayoría en las mujeres, “en muchos casos se acrecentó la violencia intrafamiliar” (Guterres, 2020), así también hogares paralizados por el pánico por lo que se vive y por lo que se avecina.

Es lamentable conocer a fondo las carencias que presenta el Sistema de Salud en México, mismo que fue saqueado, abandonado y olvidado por parte de los gobiernos corruptos anteriores, escenario actual que crea incertidumbre, angustia, coraje e indignación ante su realidad para responder ante una enfermedad de esta magnitud, incluso el miedo a la muerte.

Si volteamos la mirada hacia la economía familiar, la pérdida de empleos, la situación precaria en los hogares, la falta de alimentos, y lo vulnerable que se vuelven las personas ante la preocupación de no saber cuándo se regrese a la “normalidad”, misma que nos trajo hasta este día de confinamiento, crea una tensión emocional sin fecha de caducidad.

Ahora bien, en cuanto a la Educación, la pandemia ha mostrado la desigualdad del Sistema Educativo Nacional y que no está preparada para responder a una educación fuera de los muros de la escuela, los docentes como seres humanos inmersos en este caos se les ha maximizado el trabajo en casa, para que de manera “emergente” actúe del mejor modo posible con la enseñanza y el aprendizaje de los alumnos al costo que sea, una tarea más en el hogar, haciendo responsables a los padres de familia, de ser los enseñantes; mientras tanto y en estas medidas de pruebas piloto se mantiene un escenario turbio, en algunos partes verdadero, en otras el intento que es muy valioso y por otro lado la simulación, pues no es un rol cotidiano en donde los padres de familia se pueden desempeñar, y no es por no querer, más bien, considero que es por factores que antes mencione, y la infinidad de limitaciones impedirán obtener los resultados tan “anhelados” de las autoridades educativas, el intento se hará, los resultados estarán, la pregunta para entonces será, ¿qué sigue? ¿En qué cambiará la currícula?, no podemos permitirnos continuar enseñando y aprendiendo del mismo modo, la pandemia

nos está mostrando lo indefensos que somos los seres humanos en todos los sentidos.

Sátiro en su video conferencia “Aprendizaje en tiempos de Pandemia” menciona que está generando plasticidad cerebral “Propiedad que emerge de la naturaleza y el funcionamiento de las neuronas cuando estas establecen comunicación, y que modula la percepción de estímulos del medio, tanto los que entran como los que salen”. (Kandel, E. R. Psichotherapy and he single synapse. 2001, pp. 290-300), en donde “no se puede pensar solamente en las respuestas educativas urgentes, más bien hace falta tomar decisiones que sean importantes de cara a este futuro incierto”.

En esta lógica y bajo el ejercicio de confinamiento que estamos viviendo, retomo el planteamiento sobre imperiosa necesidad de las habilidades para la vida o competencias psicosociales que se define como “la habilidad de una persona para enfrentarse exitosamente a las exigencias y desafíos de la vida diaria”. (Organización Mundial de la Salud 1999).

Las habilidades para la vida se encuentran conformadas por un grupo genérico de destrezas psicosociales que le facilitarán al individuo enfrentarse con éxito a los desafíos y exigencias del día a día. A continuación describo cada una de ellas en el terreno de juego de la Pandemia.

Autoconocimiento, “autoestima, habilidad que está estrechamente ligada al respeto y cariño por uno mismo y, por ende, a los demás” (Castanyer, 2014). Si los individuos cuentan con esta habilidad, utilizarán el tiempo de confinamiento para crecer aún más como personas y los niños para ser más creativos.

“Empatía, es el modo más eficaz de escuchar sin adoptar una actitud defensiva” (Inteligencia emocional aplicada parte III) que valioso resulta en estos momentos ser empáticos, pues debemos situarnos en la perspectiva de toda la gente que está en la salud pública, en las calles, en los que nos ofertan servicios y más aún en nuestros alumnos y sus padres, para establecer un sentido pertinente en cuanto a las actividades escolares se refiere.

Comunicación efectiva o asertiva, habilidad para expresarse de manera apropiada al contexto relacional y social en el que se vive. Como nos delatamos: Los componentes no verbales de la comunicación asertiva1 los mensajes que emitimos, de forma y modo, son imprescindibles en estos momentos de confinamiento, pues a menudo se carece de esta habilidad para dominar los componentes verbales y no verbales apropiados como son: la mirada, la expresión facial, la postura corporal, los gestos, los tonos paralingüísticos, los componentes verbales, podrían causar dificultad en las relaciones con los integrantes de la familia dependiendo la intencionalidad.

Toma de decisiones asertivas, autoafirmando los propios derechos, sin dejarse manipular y sin manipular a los demás. Es momento de llegar a buenos acuerdos en casa, en el trabajo y con la familia, mostrando una conducta asertiva, expresando sentimientos negativos y positivos, aceptando errores, aclarando equívocos, valorando y respetando opiniones, ideas, pensamientos y sentimientos, todos padecemos a nuestro modo los estragos del confinamiento, lo importante es mantener un nivel sano de convivencia, salud y bienestar.

Relaciones interpersonales, “inteligencia emocional es una forma de interactuar con el mundo que tiene en cuenta los sentimientos, engloba habilidades como el control de impulsos, la autoconciencia, la motivación, el entusiasmo, la perseverancia, la empatía, la agilidad mental” (Goleman, 1995). La vida emocional es un ámbito que al igual que el español y los números, se puede manejar mediante un conjunto de habilidades, para esto debe haber motivación que persista frente al miedo, regular el humor, evitar trastornos que impidan pensar, ser empáticos y mantener

1. En Escocia puede ser difícil hacer hablar a un individuo. En España, lo espinoso es conseguir que se calle. (J.A. Vallejo- Nájera).

las habilidades para la vida se encuentran conformadas por un grupo genérico de destrezas psicosociales que le facilitarán al individuo enfrentarse con éxito a los desafíos.

siempre la fe en estos momentos tan difíciles. La IE es algo que se desarrolla, se debe insistir aún más en la integración de estrategias para el fomento en los alumnos. “La IE indica si las personas estamos cualificadas para triunfar y ser felices”.

“Resiliencia o capacidad para recuperarse y mantener una conducta adaptativa después de un evento estresante” (Garmezy 1991). Un verdadero antídoto en estos días de aislamiento social; “esta habilidad nos ayuda a adaptarnos y restaurar el equilibrio, pues se compone de autoconfianza, curiosidad, autodisciplina, autoestima y control sobre el ambiente” (Berardslee (1989), con respecto a nosotros los adultos, pero en el caso con niños es totalmente necesario considerar la “resiliencia en estos días; se puede “definir como la capacidad de recuperarse de eventos de vida traumáticos” (Kumpfer et al., 1988), como los es hoy la pandemia, pues es una adversidad poco entendible para ellos, quienes hoy requieren de esta habilidad para resistir el estrés crónico, como puede ser la pobreza, las enfermedades crónicas, y diversas situaciones que enfrentan en sus hogares al estar en confinamiento, acosados por actividades que se les solicita en las clases a distancia, necesitan sostener un funcionamiento competente a pesar de las continuas condiciones de vida adversas que existen en el mundo entero.

Manejo de la tensión y el estrés: la ansiedad desproporcionada e inoportuna. Experimentos han comprobado que el estrés y la ansiedad debilitan la fortaleza del sistema inmunológico, al que hoy en día debemos mantener lo más sano posible, pues la Pandemia por COVID-19 lo ataca directamente.

Finalmente puedo decir que la pandemia está moviendo los cimientos de la sociedad, ante esta adversidad debemos generar propuestas y acciones ante las experiencias que estamos viviendo, pues de nada servirá que los alumnos se encuentren visualizando contenidos frente a medios digitales, o en el mejor de los casos trabajando en aulas virtuales, haciendo ejercicios y tareas solo para cumplir con la “evidencia”, lo importante es que los niños, niñas y jóvenes, distingan que es lo imprescindible ante lo que viven; es momento de centrarse en un currículo contextualizado, es momento de desarrollar habilidades para la vida, rediseñar la estrategia docente ante las situaciones de vida y problemas reales,

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puedo afirmar que familias enteras desechan los contenidos aprendidos en la escuela, pues en estos momentos lo que se requiere es que las personas se encuentren en un equilibrio emocional y psicológico para hacer frente a sus propias necesidades. Coincido con Angélica Sátiro pues expone que no es necesario hablar de enseñanza, ahora debemos trabajar en la esencia de ¿quiénes somos, cómo somos, cómo nos constituimos socialmente y de cómo habitamos el planeta?

La sociedad necesita reconstruir lo que quede cuando esto termine, además priorizar situaciones verdaderamente esenciales, los docentes deben establecer pautas de actuación, de cómo se va a apoyar a las familias, dar prioridad sobre lo que es importante aprender a partir de ahora y que seguramente no está en los libros; si las personas usan las habilidades para la vida en lo que hoy nos aqueja, puedo afirmar que las cifras mortales, las de contagio o incluso de quienes se encuentran en confinamiento real, darían un panorama mundial distinto y surtirían efecto de antídoto social.

Fuentes de consulta

1. (s.f.). Obtenido de https://es.wikipedia.org/wiki/ Habilidades_para_la_vida 2. Becoña, E. (2006). Resiliencia: definicion, caracteristicas y conceptos. Revista de Psicopatología y Psicología Clínica, 126-130. 3. Castanyer, O. (2014). La asertividad expresión de una sana autoestima. Desclee de Brouwer. 4. Goleman, D. (1995). Inteligencia emocional. Káiros. 5. Guterres, A. (4 de Abril de 2020). La Jornada Digital. Obtenido de https://www.jornada.com.mx/ultimas/ sociedad/2020/04/05/por-confinamiento-aumentoviolencia-intrafamiliar-onu-2413.html 6. Inteligencia Emocional Aplicada. (s.f.). 7. Sátiro, A. (13 de Abril de 2020). Youtube. Obtenido de https:// www.youtube.com/watch?v=RtpLoLLvknE&list=LL1O-Dy fY9TygzOW6PXNAGVA&index=4&t=3392s 8. Silva Ramírez, B. (Coord.) y Juárez Aguilar, J. (2013): Manual del modelo de documentación de la Asociación de Psicología Americana (APA) en su sexta edición: México, Puebla: Centro de Escritura UPAEP. INDAUTOR en trámite.

Carlos Márquez González