Programa de mano: Coreografías colombianas que hicieron historia

Page 35

35_ programa de mano

Por Carlos Alberto Galvis

Baile a golpe de machete1 Se abre el telón y se encienden las luces. Diez parejas de jóvenes, ataviadas con trajes campesinos y brillantes y machetes en las manos presagian un terrible combate. Sin embargo, cuando suena la música, un fogoso y acompasado merengue campesino trenza a las parejas en un hábil y peligroso baile, coordinado por el compás de los golpes y las defensas con las peinillas. Se trata de una versión del Baile de los macheteros2, de la Fundación Cultural del Quindío (Fundanza), que comienza a darle identidad folclórica a esta región cafetera, así como la Costa se reconoce con la cumbia y el Tolima Grande con el sanjuanero. Y no solo en el país. La coreografía montada por Fundanza fue escogida para representar a Colombia en el Festival Mundial del Folclor, que se realizará en Palma de Mayorca (España) del 15 al 20 de diciembre próximo. Para el viaje cuentan con el apoyo del Instituto Tolimense de Cultura, bajo el auspicio de Colcultura y el Convenio Andrés Bello. La delegación de Fundanza consta de treintaicinco personas entre trece parejas de bailadores, ocho músicos y el director, y su coreografía central será el Baile de los macheteros para competir ante treinta países. Pero antes tienen programada una gira. Del 24 al 25 de octubre estarán en Ibagué; el 12 y 13 de noviembre en Tuluá y Buga 1 Artículo publicado el 28 de septiembre de 1992 en el periódico El Tiempo. El texto ha sido cedido por el autor para esta publicación. N. del E. 2 Esta pieza, que en el texto es llamada por el autor Baile de los macheteros, con el tiempo fue nombrada por el público Los macheteros del Quindío. Este último es, en la actualidad, el título con el que James González Matta reconoce su obra. N. del E.

y, para cerrar, en Bogotá, del 6 al 10 de diciembre en el Teatro Colón, en el marco de la Segunda Conferencia Latinoamericana de Educación, Cultura y Sociedad. El Baile de los macheteros nació por la iniciativa de James González Matta, director de Fundanza, que recopiló por varios años información sobre las costumbres de los arrieros entre 1900 y 1920. En esa época, el juego autóctono por excelencia era la esgrima o grima montañera, un enfrentamiento con machete en mano y treintaidos paradas o figuras, que se practicaba los días de fiesta en las fondas. La más famosa por sus combates fue la de Puerto Espejo, que inspiró al poeta quindiano, Baudilio Montoya, para su soneto La niña de Puerto Espejo. Allí, cada domingo se daban cita macheteros famosos, como el Tuerto Felipe y el Negro Marín, que protagonizaron espeluznantes combates que en muchos casos terminaron en entierro. Pedro Nel Ospina, uno de los últimos macheteros vivos, recuerda con nostalgia la fiesta campesina. Cada ocho días, el domingo después de la siesta del mediodía comenzaba a llegar la gente. Los hombres, de dril blanco impecable, camisa ancha, sombrero aguadeño y machete tres canales a la cintura, envuelto en su cubierta de cuero labrado. Las mujeres llevaban trajes de chapolera con pollera de varios colores, trenzas, polvos en el cutis y picardía en los ojos.


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.
Programa de mano: Coreografías colombianas que hicieron historia by Plan Danza - Issuu