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Las cifras de DICOSE 2020. Hasta acá llegó la pandemia

Ing. Agr. Esteban Montes Narbondo Plan Agropecuario

Este año se va a caracterizar por lo extraño, diferente, raro, único o como quieran llamarle. Ciertamente que la pandemia ha trastocado al mundo en general y nuestro país no ha sido ajeno a todo lo sucedido. Con nuestras particularidades, obviamente, que nos posiciona como un país que ha sabido mantener un control sobre la propagación de la enfermedad, gracias a muchos factores, pero el hecho de ser pocos nos brinda una ventaja comparativa, todos nos conocemos, lo que nos permite saber con quiénes mantuvimos contacto y podemos “rastrear” el origen de los brotes. Esta realidad llevada a la ganadería, podemos decir que es similar, podemos saber la cantidad de animales que existen en nuestros campos, así como su procedencia y los diferentes tratamientos que ha tenido cada animal a lo largo de su vida.

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Si bien estamos ubicados en el 6° lugar como exportadores de carne a nivel mundial, poseemos la casi exclusivamente de tener trazabilidad electrónica en todo el rodeo y sabemos con certeza la cantidad de animales que tenemos y lo que está pasando con nuestra ganadería de carne bovina. La trazabilidad grupal (DICOSE) nos permitió sortear la aparición de la aftosa en octubre de 2000 en Artigas, dando certezas de la procedencia de la carne exportada. Hoy con la trazabilidad individual de todo el rodeo, es posible dar cierta certeza al consumidor de lo que está comprando para cocinar, en estos días en que el consumo hogareño ha tenido un aumento como consecuencia de la cuarentena y los recelos que está teniendo la gente para salir a comer a restaurantes. Obviamente que la pandemia ha traído particularidades, pero a nivel de la ganadería podemos decir que este año ha tenido sus peculiaridades con respecto a otros años y a eso se debe el título. En primer lugar el hecho de tener una primera aproximación a solo 20 días de haber finalizado el tiempo para hacer la declaración. Es todo un record, ya que siempre ha tenido su retraso el procesamiento de la información. Hacer las declaraciones juradas en forma electrónica da esas posibilidades y sobre una base del 70% del total que se hizo en forma electrónica, es que se llegaron a elaborar las cifras preliminares. O sea, sobre una muestra muy importante, a mediados de setiembre ya tenemos las cifras preliminares.

El reajuste de las cifras de 2019

Otra particularidad que ha tenido el procesamiento de la información realizada este año, es que los datos del año 2019 se reajustaron y en realidad las existencias totales se ubicaron más cerca de los 11 millones y medio de vacunos. Los datos finales,

marcan unas 238 mil cabezas más que las cifras preliminares y el descenso en la cantidad de vacunos totales al 30 de junio del año pasado en comparación con 2018, en definitiva fue menor. Solamente significó 57 mil reses en todo el rodeo y fue el tercer año consecutivo de disminución en el stock (2017, 2018 y 2019). En esos nuevos datos hay sucesos realmente bien interesantes, como que la mayor diferencia estuvo dada por las vacas de cría, con algo más de 99 mil vacas más en el stock. Obviamente que esto es un dato muy bien visto, porque todos sabemos lo que significa tener más vacas de cría en el stock. Ese dato nos ubica por encima de las 4 millones 300 mil vacas por segundo año consecutivo, dato históricamente elevado.

Las cifras del 2020

El 2020 sabemos que es un año en que va a haber un aumento del stock, por una menor extracción (faena y exportación en pie) y un mayor ingreso de terneros.

Con respecto a las salidas durante el ejercicio julio 2019-junio 2020, la faena alcanzó cifras inferiores a los 2 millones de cabezas. En novillos la faena fue menor al millón de cabezas (908 mil cabezas), teniendo que retrotraernos a la aftosa 2000-2001 para encontrar cifras inferiores (778 mil cabezas). El periodo julio-diciembre del año pasado, estuvo caracterizado por un gran número de novillos de 2 a 4 dientes en el total faenado (50%). Ya en el primer semestre de este año, la faena de esa categoría fue el 43% del total y la de novillos de 8 y 6 dientes, el 48%. En vacas de 6 y 8 dientes se dieron cifras cercanas a 733 mil cabezas, teniendo que irnos a 2002-2003 para encontrar cifras inferiores (610 mil cabezas).

La exportación en pie llegó de 128 mil reses para todo el ejercicio. En el segundo semestre del 2017 se registró el valor máximo (230 mil reses), que descendieron paulatinamente durante los siguientes semestres y en el primer semestre de 2019 ya se habían registrado cifras inferiores a las 100 mil cabezas, lo que continuó en los dos semestres de este último ejercicio.

El otro dato que también sabíamos iba a ser de relevancia, es el de terneros. Partiendo que el porcentaje de preñez del Taller de gestación de INIA 33 del 2019 había sido elevado (80.6%), los terneros declarados iban a estar en valores cercanos a los 3 millones de cabezas. Para llegar a los 2 millones 991 mil 500 terneros que figuran en los datos preliminares, implica una marcación (medida como los terneros declarados sobre las vacas entoradas el año anterior) del 69%. Quizás se pueda esperar algún punto más y eso llevaría la cifra a los 3 millones 50 mil terneros.

Como consecuencia, es lógico que con un total de salidas del orden de las 2 millones 400 mil cabezas del sistema (sumada la mortandad y el consumo en predios), los valores totales del stock de vacunos aumenten. La dimensión del aumento dependerá de la cantidad de terneros que finalmente ingresen, pero rondará las 600 mil reses.

Los datos preliminares publicados por el MGAP muestran un total 11. 755.659 reses, que son comparables con las cifras preliminares del año 2019 (11 millones 163 mil reses), lo que se condice con ese aumento de 600 mil reses. Ahora, si lo hacemos con las cifras definitivas de 2019 (11 millones 400 mil reses), el stock final de vacunos al 30 de junio de 2020 será cercano a las 12 millones de cabezas.

Analizando las diferentes categorías, vemos que las cantidades preliminares de vacas de cría se ubican en los 4 millones 300 mil cabezas. Si se cumple la misma lógica que con los datos del año pasado, los definitivos se pueden llegar a ubicar en valores cercanos a las 4 millones 400 mil reses, dato históricamente alto, obviamente deseable y más lógico de acuerdo a nuestros cálculos. También las vacas de invernada aumentan con respecto al año pasado, pasando de 412 mil cabezas a casi 480 mil (un 15,5% más).

Con respecto a los novillos, el dato interesante es que los adultos (+ de 3 y 2 a 3 años) aumentan y nuevamente superan el millón de cabezas (1 millón 32 mil). Recordemos que en 2019 se dio el registro históricamente más bajo de estas dos categorías (997 mil cabezas). Respecto a novillos de 1 a 2 años, también se vuelve a superar el millón de cabezas, hecho que no se daba desde 2017.

Obviamente que la menor extracción, genera un aumento en el número de las diferentes categorías de animales para faena, lo que posiciona al sector para garantizar un abastecimiento de la industria y de la demanda a futuro de los diferentes mercados (interno y externo).

También es interesante observar que el número de las vaquillonas se mantiene constante con respecto al año pasado. Digo interesante porque hay que tener en cuenta que la faena de esta categoría se mantiene en las 300 mil cabezas, con demanda para la cuota 481 y el mercado interno. Pero a su vez, para mantener la cantidad de vacas de cría y de invernada que se publicaron en los datos preliminares, implica un ingreso de vaquillonas de 1 a 2 años mayor a los años anteriores. No es extremadamente alto (2

puntos porcentuales más que el ejercicio 2018-2019), pero confirma una tendencia que continúa relacionada con la mejora en la recría de hembras.

Para el 2021

Pero miremos más adelante proyectando las cantidades estimadas, para calcular la disponibilidad de animales para faena y cómo se movería el stock al 30 de junio de 2021. Mantener la extracción actual, o sea 2 millones de cabezas anuales y 128 mil reses exportadas en pie y partiendo de las cifras preliminares publicadas por el MGAP, es esperable que el stock total de vacunos al 30 de junio de 2021 se ubique en valores cercanos a los 12 millones. El ingreso de terneros se ubicaría en los 2 millones 800 mil, debido a que el número de las vacas se mantiene en 4 millones 300 mil. Quiere decir que perfectamente se pueden faenar más novillos (básicamente de 3 años) y suponiendo 140 mil más faenados, mantendría los novillos adultos (2 a 3 y más de 3 años) cerca del millón de cabezas, cifra similar a las que el MGAP publicó como preliminares. En hembras, se mantendrían las 300 mil vaquillonas anualmente faenadas y pensar en un aumento en 100 mil vacas más faenadas, implicaría que la cantidad de vacas de invernada vuelva a 420 mil cabezas y se mantengan las vacas entoradas en 4 millones 300 mil actuales.

Quiere decir que para el período 1/07/2020 al 30/06/2021 se podría llegar a faenar 2 millones 200 mil cabezas sin afectar el stock actual de vacas entoradas ni el de novillos adultos, además habría un nuevo crecimiento en la cantidad de animales jóvenes, ya sea machos como hembras.

Obviamente que con un ingreso superlativo de 3 millones de terneros, como los que es probable que finalmente se logre, aumentar la exportación en pie no implicaría mayores trastornos. Con cifras similares a las actuales de 128 mil reses exportadas en pie y una faena de 2.2 millones de cabezas, el stock aumentaría cerca de los 12 millones de cabezas vacunas y el número de novillos de 1 a 2 años, llegaría a un record histórico (1 millón 300 mil cabezas). Claro que depende del mercado, pero estos datos demuestran que hay disponibilidad para abastecerlo sin ocasionar caídas importantes en el stock.

Algunos comentarios finales

Las cifras preliminares presentadas por el MGAP son auspiciosas. Primero las definitivas del año 2019, que muestran que el stock realmente no cayó como se pensaba. Por otro lado, al 30 de junio de 2020, se muestra varios datos interesantes y alentadores. Por un lado, en 2019 se mantuvieron las 4 millones 300 mil vacas de cría entoradas y en 2020 es esperable que también se mantengan, cifras que son históricamente elevadas. Eso demuestra la apuesta que están haciendo los productores a la cría, a raíz de los buenos y estables valores de los terneros y las vacas preñadas. Por otro lado, los 3 millones de terneros tan ansiados, finalmente parece que van a ser realidad. Manteniendo la cantidad de vacas entoradas como se espera, es posible que la cantidad de terneros que se produzcan en esta próxima primavera se ubique en los 2.8

millones de cabezas. Esto es importante porque garantiza animales suficientes para poder abastecer las diferentes bocas de salida. La de corto plazo, exportación en pie y la de largo plazo, la faena.

Los aumentos observados permiten un aumento en la faena total de vacunos, la que podría llegar a 2,2 millones de cabezas en el período julio 2020-junio 2021. Obviamente que faenas superiores harían caer las categorías de novillos adultos, porque la biología hace que los aumentos más notorios sucedan en las categorías más jóvenes.

También permitiría un aumento en la cantidad de animales exportados en pie. Debido a que lo que se destina a este mercado son terneros y hay suficientes, no habría problemas en pensar en cifras cercanas a las 300 mil reses exportadas en todo el ejercicio, manteniendo el stock en las actuales cifras preliminares (11 millones 756 mil).

Resumiendo

La reacción del sector se continúa manifestando en las cifras del stock. Esta situación ha contribuido a tener un stock más criador (elevado porcentaje de vacas de cría entoradas y su reposición en el total del stock), que en este último ciclo lleva 20 años. Por otro lado, la reacción se manifiesta en la producción de terneros, saliendo del 64% promedio de marcación y permitiendo llegar al record histórico de terneros producidos. El mantener un elevado número de vacas permitiría mantener cifras elevadas de terneros producidos. Obviamente que en ciclos biológicos, estos movimientos no se manifiestan aún en las categorías de novillos más adultos y aumentos en la faena de novillos sin ocasionar disminuciones en los más adultos (+3 y 2 – 3 años), depende que la industria pueda colocar carne de categorías más jóvenes (tipo cuota 481).

Por último, los aumentos en el stock previstos, provocan que la carga actual de los campos se ubique en el entorno a las 0,90 unidades ganaderas por hectárea. Es una carga elevada que tiene que tener una contrapartida de aumento del área mejorada, lo que se ha venido observando en estos últimos años. Esto implica inversión de parte de los productores y los resultados dependen que las condiciones climáticas sean favorables para que esas inversiones se manifiesten. De todos modos, hay que estar atentos a los movimientos del clima para actuar a tiempo y no esperar que la disponibilidad de forraje de los campos naturales se vea diezmada al punto que las pasturas mejoradas oficien como “salvataje” de ganado.

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