Yuyarccuni Año II N° 2
Erika Caballero
Keywords: Trujillo, Santo Domingo, crypts, mural paintings, good death, funeral ritual, 17th century. Introducción El sentido de la muerte se puntualiza en la importancia de los ritos funerarios, siendo considerados como una “terapia universal”. Vincent (1983) señala que “para honrar esta imagen [la muerte] se construye un simbolismo que finalmente aleje esta sensación de vacío. El cadáver se convierte así, en un objeto de culto de los vivos” (pp. 113-121). El hombre ha podido definirla a través del tiempo mediante su relación con la comunidad, captándola de diferentes maneras y honrando a la vida: “la muerte es más bien el antes y los momentos en que el cadáver permanece entre los vivos” (Cruz, 1998, p. 27). El apego, la filiación que creamos hacia el cuerpo inerte, lo que nos hace creer que aún vive a través de nosotros, forma el patrón más importante de todos y va mutando a través del tiempo, sin olvidar la representación que significa la muerte en el inconsciente colectivo. La dinámica social de la muerte va a ser vista a través del análisis de la mentalidad con un enfoque más cercano a estudiar el comportamiento de los miembros de una sociedad y la perspectiva que tuvieron con respecto a la muerte, relacionándose con aspectos que abarcan la cultura popular, ya que la muerte es “la realización del fin al que el hombre aspira conforme a sus obras” (Martínez, 2006, p. 136) Simplemente el significado de la muerte es una expresión compleja que no sólo implica el hecho ordinario de morir, adjudicándole también una relación con la vida, con las formas de vivir en cada época y con las creencias ligadas a ella. Ariès (2011) plantea una Muerte Domesticada, describiéndola como “una muerte que no se temía, no era vista como algo salvaje y abstracto, la muerte era tomada con familiaridad y la simplicidad con la que los ritos de la muerte eran aceptados y celebrados, de manera ceremonial, ciertamente, pero sin carácter dramático, sin excesivo impacto ceremonial” (p. 33). Marcan un patrón a través de las prácticas funerarias. No son simples disposiciones sumarias de los cuerpos o inhumaciones, las actividades rituales que se presentan en conjunto son pasos previos y posteriores al entierro, muestran un significado y una importancia que debemos admirar desde la etapa prehispánica en el territorio que estuvo dominado por los Moches, Chimús y posteriormente conquistado por los Incas, y llegar a la conclusión que encon-
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