PERÚ: 19645-1994

Page 215

224 Fernando Rospigliosi "Cabe observar en las clases civiles del país una verdadera crisis del respeto. (...) En los hombres dirigentes de las agrupaciones políticas, adviértese un síntoma alarmante y desconsolador: la falta de carácter, la inconciencia de la misión que a ellos antes que a nadie les incumbe, y, sobre todo, el desconocimiento de su enorme responsabilidad ante los males que amenazan el futuro de la República. (...)" "Si los distintos medios civiles carecen de entendimiento colectivo, porque padecen de indisciplina individual, toca al Ejército avalorar de nuevo y poner en tensión nuestras fuerzas morales, convirtiéndolas en grandes energías directoras: e! carácter, la disciplina, la dignidad, la sanción del mérito o e! demérito, e! imperio de! espíritu. (...)" "Las jóvenes generaciones militares deben convencerse de que e! oficial, culto, patriota, sin aspiraciones mezquinas, es e! genuino portaestandarte de! nacionalismo en e! Perú. Con una clara visión de la misión impulsora que les incumbe, tenemos e! convencimiento de que sólo el Ejército puede dar cohesión y resistencia a nuestra raza, impidiendo así la quiebra de nuestra personalidad como nación." (Morla 1933:23).

En suma, lo que dice Morla es que ante el fracaso y la incapacidad de los civiles, le toca al Ejército, premunido de múltiples virtudes, asumir la responsabilidad de organizar y dirigir el país. Este planteamiento es esencialmente incompatible con un régimen democrático. Esta doctrina que constituyó una adaptación de la desarrollada por los franceses que organizaron el ejército peruano desde fines del siglo pasado, marcó una nueva etapa del intervencionismo militar en la vida política. Y echó por tierra la tesis que creando un ejército profesional e institucionalizado se podría apartar a los militares de la vida política (Ghersi 1992:7). En efecto, progresivamente las irrupciones militares fueron cambiando de forma, dejando atrás el caudillismo militar que caracterizó el siglo XIX y las primeras décadas del presente, asumiendo nuevas características. Así, el golpe militar de 1968 "estaba destinado a asegurar la integración nacional y política de la sociedad peruana bajo el liderazgo militar" (Cotler 1985:45). En los años noventa, los objetivos eran similares. Como se sostiene en el Plan del Golpe, preparado por un sector de militares entre 1989 y principios de 1990, "sólo las fuerzas del orden en la conducción política del Estado pueden garantizar la unidad de la mayoría de la población y la iniciación de un proceso de construcción nacional, al margen del sistema democrático establecido en la


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.