86
MARTINA VINATEA RECOBA
Examen En la ciudad de los Reyes en diez y siete días del mes de diciembre de mil y seiscientos y cuarenta y tres años, su Señoría Ilustrísima estando en la portería del nuevo convento de monjas descalzas de Nuestra Señora del Carmen del Instituto de Santa Teresa de Jesús en ejecución del auto de esta otra parte recibió juramento de Catalina María contenida en estos autos para efeto de que sea examinada para monja novicia de velo negro, la cual le hizo por Dios nuestro señor y una señal de cruz según forma de derecho y so cargo de él prometió decir verdad y se le preguntó lo siguiente: —Preguntada cómo se llama, de dónde es natural, qué edad y estado tiene. Dijo que se llama Catalina y que es natural de la ciudad de Milán y que es de más de setenta años y viuda de Domingo Gómez de Silva, vecino que fue de esta ciudad, y que es patrona y fundadora del nuevo convento de monjas descalzas del Carmen del instituto de Santa Teresa de Jesús y de edad de más de setenta años, como ha dicho. —Preguntada si quiere más libertad de la que tiene para hacer esta declaración, dijo que no, porque está en toda su libertad. —Preguntada si quiere ser religiosa de velo negro en el dicho nuevo convento de monjas descalzas del Carmen de Santa Teresa de Jesús y si para ello se le ha hecho alguna fuerza o violencia por alguna persona, lo diga y declare sin recelo alguno. Dijo que de toda su libre y espontánea voluntad quiere ser monja de velo negro en este convento para más servir a nuestro Señor y asegurar su salvación y que para ello no se le ha hecho fuerza ni violencia alguna. —Preguntada si tiene noticia de las regla y cargas de la dicha religión y si sabe que son más que las del siglo y si con ellas quiere ser religiosa y recibir el hábito, dijo que ya tiene noticia de las cargas de la dicha religión por haber leído la regla y con las que fueren pide se le conceda licencia para recibir el hábito. —Preguntada si ha hecho voto de entrar en otra religión o si tiene dada palabra de casamiento o debe algunas deudas en el siglo o si tiene alguna enfermedad contagiosa o algún otro impedimento que le impida el progreso de ser tal religiosa. Dijo que no ha hecho voto de entrar en otra religión, ni tampoco tiene dada palabra de casamiento a nadie ni debe cosa alguna de importancia, ni tampoco tiene enfermedad contagiosa ni otro impedimento más de su edad y que lo que ha declarado es la verdad so cargo del dicho su juramento y lo firmó. Catalina María [rubricado]. Ante mí, Melchor de Oviedo [rubricado], secretario.