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Bebel Ibarra Asencios
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Bebel Ibarra Asencios
INTRODUCCIÓN
En los Andes Centrales, existe desde hace mucho tiempo trabajos que buscan contrastar los estudios arqueológicos con los etnohistóricos. Con el surgimiento de la corriente indigenista se produjo un verdadero cambio de perspectiva en el tratamiento de lo andino. Uno de los principales impulsores fue Valcárcel, quien introduce libremente la información etnográfica, junto con los datos de las crónicas y dándole igual validez que a los datos históricos, los cuales complementó con la información arqueológica (Millones 1980: 5). Otro trabajo que incluye el uso de diversas fuentes es el de Tello (1923), quien destaca las correspondencias entre la mitología de la sierra y la floresta tropical. Posteriormente los trabajos de Zuidema (1989), Duviols (1986) y Murra (2002) muestran nuevos caminos, al usar información etnohistórica, etnográfica, ecológica y arqueológica en sus interpretaciones. Estos trabajos comparativos han consolidado los estudios andinos al margen de las influencias de la arqueología procesual, que se inclina a dar explicaciones y generar leyes (Burger 1989: 37).
Grupos Étnicos en la provincia del Huari: Huaris y Pincos
Las aproximaciones etnohistóricas a los datos arqueológicos deben ser corroboradas con la evidencia material, puesto que en algunos manuscritos la visión occidental ha hecho caer en errores la recolección de datos sobre las costumbres y rituales de los antiguos pobladores, (Duviols 1974-76: 275). Es remarcable el trabajo de Taylor y Duviols, en el uso de documentos de tipos burocráticos, eclesiásticos, desprendiéndose de alguna manera de las crónicas. Para el caso de la zona de Conchucos los trabajos de León Gómez (1995; 2004), constituyen una fuente importante en el estudio de los grupos étnicos. Ejemplo de esto son los trabajos de Murra en la zona de Huanuco. El empleo de los documentos burocráticos se ha integrado con la información arqueológica, sobre todo para analizar la validez de algunos modelos antropológicos en el estudio de los períodos tardíos de la arqueología (Orsini 2005).
Puede considerarse los rituales que realizaban los grupos étnicos enmarcados dentro de tres ejes: practicas funerarias, culto a los ancestros representados en el paisaje (huacas y huancas) y los rituales ligados a la agricultura. Para todo ello los datos etnográficos y la tradición oral aportan buenos referentes sobre dichos ejes, que ayudan a comprender la distribución de los grupos étnicos. En algunos casos fenómenos como los mitmae o el intercambio de productos pueden interferir en el proceso de identificación de estos grupos (Stanish 1989b). El estudio de las prácticas funerarias brinda información sobre las costumbres mortuorias de un determinado grupo, que puede ser contrastada con los datos etnohistóricos, puesto que la evidencia material es más abundante y puede ser analizada (tumbas, restos óseos, ajuares, etc.), mientras que para los rituales, la evidencias de estos merecen un estudio intensivo de los sitios (excavaciones y prospección), que tomen en cuenta la evidencia etnográfica, puesto que algunos aspectos de la vida de los antiguos pobladores no tiene referentes en los datos etnohistóricos (de la región), como es el caso de las danzas que hacen alusión a antiguos rituales y en otros casos corroboran lo que dicen los datos etnohistóricos; un ejemplo son las palabras empleadas en los rituales de «pago a la tierra», que son las mismas que se usaron y fueron registradas por los cronistas quinientos años atrás.
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DISTRIBUCIÓN TERRITORIAL DE LAS ETNIAS EN LA REGIÓN DE CONCHUCOS
Es sin duda el aporte de la etnohistoria, lo que ha brindado considerable información sobre la distribución y existencia de las etnias que habitaron el antiguo Perú, antes de la conquista española. Muchas de las distribuciones descritas por los cronistas corresponden a cómo el territorio estuvo dividido, incluso durante la conquista inca (Fig. 1).
Los Huari
El área geográfica de éste grupo coincide con las actuales provincias de Asunción, Fermin Fizcarrald, Antonio Raimondi y parte de la provincia de Huari. Diversos documentos coloniales indican que en la provincia de Huari ocuparon el territorio hasta el poblado de Pomachaca, así mismo el río Puccha, el cual habría sido el límite natural entre este grupo y sus vecinos denominados Pinco. León Gómez señala que las fuentes son claras al precisar que los Huaris estuvieron divididos en dos mitades o sayas llamadas, Allaucahuari e Ichohuari (Fig. 2).
Ichohuari, que significa ala izquierda, habría ocupado las provincias de Asunción, San Luis y Antonio Raimondi. Mientras que Allaucahuari, que significa a la derecha ocupaba una parte de la provincia de Huari, hasta el poblado de Pomachaca. (León 1994: 143-144).
Los Pincos
Ocuparon los territorios de los actuales distritos de Huantar, San Marcos, Chavin, Uco, Paucas, Rahuapamapa, Chaná, Pontó, Anra, Huacachi y Huachis. En los expedientes al igual que Huari se encuentra dividido en dos mitades: Ichoc Pincos y Allauca Pincos.
Grupos Étnicos en la provincia del Huari: Huaris y Pincos
Alguna fuente menciona a Allauca Pincos como Collna Pincos. Collana en runashimi significa principal y probablemente haya tomado ese nombre porque en esa saya se hallaba la Pachaca más importante y era el lugar donde residía el curaca principal del grupo étnico (León 1994: 144).
Ichoc Pincos, se encuentra en la parte izquierda, y corresponde a los distritos de Huacachi, Rahuapampa, Ponto, Chaná, Huachis, Anra, Uco, Paucas, Rapayán y Huacchis (Fig. 3).
Allauca Pincos, se encuentra en la parte derecha, y corresponde a los distritos de Huántar, San Marcos y Chavín de Huántar (León 2004: 459).
Los Conchucos
El curacazgo o señorío étnico de Conchucos tuvo por territorio las actuales provincias de Corongo y Pallasca en la sierra del departamento de Ancash. Como todas las etnias septentrionales del Tawantinsuyu, estuvo estructurada en huarancas y pachacas, cuyos pobladores vivieron en pequeñas llactas (o pueblos), teniendo el más numeroso a mediados del siglo XVI ciento cincuenta tributarios y el más pequeño cuatro. Sus ruinas todavía existen, aunque algunas de ellas continúan habitadas, como por ejemplo Corongo, Cabana, Tauca, Llapa, y Cusca.
En general, el curacazgo de Conchuco se extendió por lo que hoy son las jurisdicciones distritales de Aco, Bambas, Corongo, Cusca, la Pampa, Yanac, Yupán, Bolognesi, Cabana, Conchucos, Huacascaschuque, Huandoval, Lacabamba, Llapo, Pallasca, Pampas, Santa Rosa y Tauca, algunos de ellos de ecología yunga, tales como Pallasca, Huandoval, Cabana, Tauca, Llapo y los caseríos de Chaquilpón y Ancas. De estas antiguas llactas, todavía siguen habitadas varias de ellas, tales como Tauca, Corongo, Cusca y Cabana. Según Cristóbal de Albornoz, el nombre verdadero de Tauca es Taucapan; y fuera de los setenta y siete pueblos citados
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por Cristóbal Ponce de León, Albornoz menciona a Caycachis, Guachichilla y Maray. En Conchucos, además, había un tambo al que Guamán Poma de Ayala le da el nombre de «real», lo que indica que era de gran importancia en la ruta caminera de la sierra chinchaysuyana (Espinoza 1964: 9-13).
Si tenemos en cuenta que la etnia Conchuco abrazó lo que actualmente son las provincias de Pallasca y Corongo, al norte del departamento peruano de Ancash, se concluye de que tuvo aproximadamente 3307,43 km2 de superficie. Hasta la década de 1870, a la de Pallasca, de cuando en cuando todavía se la llamaba «provincia de Conchucos», lo que a veces arrastraba consigo ciertas confusiones. Pero en la década de 1890 desapareció completamente el tan antiguo y mentado nombre de Conchucos, el que ha quedado relegado a un miserable y triste caserío que tiene el rango de villa, ahora casi ha deshabitado debido a la emigración de sus habitantes a Chimbote y a Lima en busca de mejores niveles de consumo.
Los Siguas y Los Piscobamba
Según León Gomez (2004: 459), estos grupos existieron en la región de Conchucos. Los siguas ocuparon los territorios de la actual provincia de Sihuas, mientras que los Piscobamba los territorios de las provincias de Mariscal Luzuriaga y de Pomabamba.
Conclusiones
Grupos Étnicos en la provincia del Huari: Huaris y Pincos
Podemos que durante los años de la ocupación Inka y los primero años de la colonia, la zona de Conchucos, no solo comprendía un solo grupo étnico –los conchucos- sino que existieron otros más, en la actualidad se llama región de los conchcuos por el uso contante a través del tiempo de este nombre. Es interesante que esta región se hizo conocida como de «los conchucos» debido que al momento de marchar las tropas de Francisco Pizarrro que estaban al mando de su hermano Hernando Pizarro, desde Cajamarca al Cuzco, luego de asesinar a Atahualpa, entraron por el lado norte de de la sierra de Ancash, territorio de «los Conchcuos», y es así que decidieron llamara a toda esta parte con este nombre.
Bebel Ibarra Asencios
Figura 1. Mapa de los grupos étnicos elaborado por Ibarra en base a León Gómez, 1995; y Rowe, 1963.
Grupos Étnicos en la provincia del Huari: Huaris y Pincos

Figura 2. Mapa de los grupos étnicos en el valle del Puccha elaborado por Ibarra.
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Figura 3. División de los grupos étnicos en Icho y Allauca en el valle del Puccha.
Grupos Étnicos en la provincia del Huari: Huaris y Pincos