TAHUANTINSUYO EL CONDOR HERIDO DE MUERTE

Page 26

bizas 44. Cabello de Valboa a su turno registró la invocacion que realizó Cápac Yupanqui en la ceremonia en que se le reconoció como Inka, pidiendo a sus hermanos que le guarden lealtad y no fuesen sus competidores y perturbadores de la paz 45.

pero con resquebrajaduras en el frente interno, asomaron nuevamente los chankas sobre la ciudad del Cusco. Este episodio, azarosamente, habría de constituirse en el detonante que dio paso a la formación del Tahuantinsuyo.

Yahuar Huaca murió asesinado 46. El propio Túpac Yupanqui, el segundo Inka imperial, “en la flor de la edad”, habría muerto envenenado –según refiere Del Busto 47–.

La invasión chanka: detonante del imperio

Murúa por su parte consigna que el Inka no bebía en vasos de oro o plata, sino en keros de madera que ponían de manifiesto el veneno cuando la bebida había sido deliberadamente emponzoñada 48. El mismo cronista afirma que el Inka no dormía de día, y que en las noches mudaba de cama para huir de las acechanzas 49. De allí que Hernández y otros enfaticen que dentro del grupo dominante las intrigas eran cosa frecuente, las pugnas entre facciones muy intensas, y la eliminación física de los rivales moneda corriente 50. Incluso en circunstancias difíciles, como cuando los chankas volvieron a aparecer a las puertas del Cusco, en el siglo XV, había disputas intestinas. Quizá la mejor evidencia es el hecho de que Pachacútec, uno de los hijos de Huiracocha –el entonces Inka gobernante–, “estaba desterrado del Cusco” –conforme refiere Pease 51–. Es probable sin embargo que, siendo eventualmente Pachacútec de un ayllu distinto al que gobernaba en el Cusco, la referencia a “destierro” no haga sino alusión al hecho de que vivía con su madre en la tierra de sus ancestros maternos. Pues bien, en ese contexto, cuando el pueblo inka cumplía tres siglos de vida autónoma y en trance de consolidación territorial,

Los ayllus chankas que sobrevivieron a la caída del Imperio Wari habían estado constituidos por campesinos pobres y rústicos de las áreas ayacuchanas más alejadas. Sin duda tuvieron que subsistir en medio de las terribles restricciones que sobrevinieron tras la derrota militar del imperio que había sido forjado y liderado por su élite. A partir de esa población supérstite, la nación chanka se recompuso, encerrada 300 años dentro de sus fronteras, con una producción agrícola de subsistencia, casi sin intercambio con sus vecinos. ¿Cómo solventaron el desarrollo de un poder militar suficiente como para emprender una nueva aventura bélica y expansionista? Es un misterio. No obstante, es obvio que los estrategas chankas, que sin duda ambicionaban reeditar las glorias –y dividendos– de su viejo y recordado Imperio Wari, habrían evaluado a todos sus distintos vecinos. Quizá no tanto para decidir en qué dirección expandirse. Sino para resolver por dónde comenzar. El primer golpe debía ser no sólo de rápida ejecución, sino poco riesgoso y rentable. Hacia el norte, suficientemente guarnecido tras las caudalosas aguas del río Mantaro, moraba el pueblo huanca. Hacia el occidente, en la costa, estaba asentada la nación ica. Ésta, hegemonizada desde Chincha, sus-

TAHUANTINSUYO: El cóndor herido de muerte • Alfonso Klauer

26


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook

Articles inside

Bibliografía citada

3min
pages 198-201

Notas bibliográficas y aclaratorias

29min
pages 176-195

El imperio herido de muerte

2min
pages 174-175

Enjuiciamiento a la historiografía tradicional: ¿criterios occidentales?

14min
pages 168-173

La “reciprocidad” y la guerra imperial

7min
pages 165-167

La ancestral reciprocidad andina

4min
pages 163-164

La reciprocidad en el mundo andino

1min
page 162

Sobre el mestizaje

5min
pages 159-161

El origen del quechua

7min
pages 156-158

El idioma de los chankas

4min
pages 154-155

Los idiomas imperiales

2min
page 150

El fortísimo enraizamiento de los idiomas

2min
page 149

Los discretísimos logros lingüísticos de los inkas

2min
page 148

La guerra civil imperial,patético final

5min
pages 144-146

Escasa inversión

2min
page 143

Más obras,más gasto improductivo

9min
pages 138-141

Sacsahuamán:el reloj más costoso del planeta

6min
pages 135-137

Centralismo por antonomasia

1min
page 134

El destino de los recursos

2min
page 131

Tributación agobiante

11min
pages 127-130

El proyecto imperial contra los proyectos nacionales

1min
page 120

Responsabilidades jerárquicas

4min
pages 118-119

Fuerzas sociales

8min
pages 113-116

Actores colectivos

2min
page 117

La pirámide social

3min
pages 109-110

Intereses y objetivos

4min
pages 111-112

La burocracia imperial

6min
pages 106-108

Los hatunrunas

12min
pages 101-105

Los yanaconas

4min
pages 89-90

El celibato masivo:dramática consecuencia

6min
pages 98-100

Huayna Cápac:el comienzo del fin

15min
pages 74-80

La poligamia,un excepcional privilegio

7min
pages 95-97

Las acllas

4min
pages 91-92

El aluvión sobre los Andes

6min
pages 71-73

Ejército imperial y tácticas militares

4min
pages 69-70

Las conquistas militares

11min
pages 54-58

Las conquistas “diplomáticas”

4min
pages 52-53

Cañete y Chimú:una gran lección de la historia

23min
pages 59-68

Las conquistas

2min
page 50

La multiplicidad lingüística de los Andes

4min
pages 48-49

Los cien Inkas (de Montesinos

2min
page 39

Las políticas de conquista

2min
page 51

Las consecuencias de un grave error historiográfico

11min
pages 34-38

De Acamama al Cusco

4min
pages 17-18

De Sechín a Pachacútec

3min
page 32

La centenaria relación inkas–chankas en cuestión

8min
pages 29-31

La invasión chanka:detonante del imperio

7min
pages 26-28

La composición demográfica del pueblo inka

14min
pages 19-25

La procedencia altiplánica de los inkas

3min
pages 12-13

El Imperio Wari y la conquista de los inkas

7min
pages 14-16

Panorama cronológico del pueblo inka

11min
pages 7-11
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.
TAHUANTINSUYO EL CONDOR HERIDO DE MUERTE by CÉSAR GUILLERMO GONZÁLEZ DELGADO - Issuu