Álvarez Calderón / Canessa / Hidalgo
» PRÓLOGO Publicar un libro en nuestro país es de por sí una obra apreciable, sobre todo si se trata de un tema que ayuda a fortalecer la forja de nuestra identidad como nación cuando nos acercamos a cumplir los 200 años de vida republicana. Además, si se ofrece en una edición al alcance de las mayorías, lo hace doblemente meritorio. Munilibros, colección a la que pertenece esta publicación editada por la Municipalidad de Lima, nos entrega en esta edición una interesante síntesis de lo que supone nuestra devoción nacional al Señor de los Milagros, guardián y custodio de la capital peruana. La obra muestra un testimonio de fe entrelazado en historias que se remontan a los tiempos del Virreinato, con raíces incluso en la época prehispánica. Se ofrece como un lugar de encuentro en donde todos los peruanos nos hacemos y sentimos iguales a través de símbolos y signos que el Cristo nos otorga; se abre hacia el futuro como una historia viva que se preserva en la devoción, en el culto y en la práctica de la fe entre los fieles que convoca. Sorprende esta devoción nazarena que ha trascendido nuestras fronteras nacionales y que hoy se manifiesta en muchos países del orbe. Y como la fe se expresa con obras, ella se manifiesta en testimonios solidarios, en gestos de dolor y esperanza, en detalles culturales, en colores, olores y sabores. El culto al Señor Morado supera distinciones de razas, lenguas o culturas. Frente a él, todos los grupos sociales, desde los más pobres hasta aquellos que poseen más recursos, todos testimonian el “milagro
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