ESTUDIO COURRET Historia de la fotografía en Lima
el conserje y con todo el archivo en su poder abrió un estudio en la calle Boza, donde empezó a comercializar el antiguo archivo. No obstante, su empeño no prosperó y tuvo que cerrar y mudar el negocio, dando inicio a un peregrinaje que lo llevó por lo menos a ocho locales en diferentes distritos de la capital. EL ARCHIVO COURRET EN LA BIBLIOTECA NACIONAL DEL PERÚ
Cincuenta años de mudanzas, con terremotos incluidos, y la venta al por menor de no se sabe cuántas placas de vidrio, terminaron en 1985. En esa fecha el librero, editor y, en ese momento, director de la Biblioteca Nacional del Perú, Juan Mejía Baca, le compró a la familia Rengifo el archivo Courret. En ese momento, lo adquirido por Mejía Baca estaba conformado por 4,662 paquetes de 25 placas cada uno, los que pesaban varias toneladas. Mediante un convenio entre la Biblioteca Nacional del Perú, el Consejo Peruano de Fotografía y el gobierno francés cedieron recursos para la conservación y difusión del archivo Courret. El proyecto fue dirigido por el fotógrafo peruano Jorge Deustua como presidente del Consejo Peruano de Fotografía. Participa en el proyecto la conservadora Anne Cartier-Bresson. Las placas sumaron un total de 55,167 negativos, de los cuales el 96% eran de vidrio y el resto en película. Las placas de vidrio eran de gelatina de plata (91.6%) y el resto de colodión húmedo. Según el estado de conservación, estas placas fueron clasificadas como buenas (48%), regulares (29.5%) y malas (22.5%). En cuanto a los contenidos, el porcentaje mayor fueron las tomas en estudio (95%); exteriores (2.5%) y otros (2.5%). » Flores Peruanas. Collage de retratos hechos a damas en el estudio de E. Courret y R. Dubreuil, 1897.
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HERMAN SCHWARZ