Poemas y cuentos Curso 2018-19. Monicongo

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Un buen amigo te dará alegría y toda su simpatía. La lealtad, el respeto y el amor hay que tener en el corazón. Es necesario cuidar al amigo y tratarlo con cariño. El mayor regalo de la humanidad es sin duda una gran amistad. Si un amigo me da confianza con él hago alianza. Prefiero un amigo generoso a uno que sea celoso. Con él iré de la mano como si fuera mi hermano.

Rocío Fresneda Aliaga


LA VIDA La vida es un espectáculo aunque tenga muchos obstáculos. Si la afrontas con ilusión todo tendrá superación. En nuestro corazón crece la semilla que da al mundo alegría. La vida es un lugar donde venimos a disfrutar. Sube y baja sin parar pero todo se puede superar. Todos en ella encontramos nuestro camino porque cada uno tiene su destino. No será nada fácil pero hay que seguir adelante con la cabeza bien alta sin que le asuste nada.

Alicia Birzoi


LA NATURALEZA Me gusta la naturaleza porque muestra una gran belleza Los lindos animales surfean por los mares Las hermosas plantas rojas, blancas y anaranjadas. Los lagos y ríos ya sean templados o fríos Las altas montañas con sus cumbres nevadas.

Alex Marín Cantón


LA PRIMAVERA La primavera es la estaciรณn que se llena de luz y color, cuando aparecen las flores luciendo lindos colores. Los รกrboles florecen y la brisa los mece. Aparecen las amapolas y en el campo no estรกn solas Junto con hierbas, rosas campanillas y begonias.

Diego Serrano de la Calle


EL POLO NORTE Al Polo Norte no voy en piragua porque está congelada el agua. Hay gaviotas en el cielo y pingüinos en el hielo y todos contentos llevan su juego. En el Polo Norte nunca llueve porque siempre, siempre hay nieve. Hay un gran oso polar que no se sabe cuidar por eso llegaron esquimales acompañados de animales.

Naia Olmedo Serrano


EL AVIÓN

Vuela alto el avión como hace el gorrión. Me gustaría ser piloto para viajar de un lado a otro

¡Que gusto da viajar! aunque me da miedo aterrizar Sube el avión a mucha altura y aterriza en las llanuras.

Alonso Torres Rodrigáñez


LA AMISTAD Una flor es la amistad es como un amanecer, como un manantial. Si la tienes eres bendecido y tendrás muchos amigos. Con los amigos serás fiel y dulce como la miel. Los amigos te hacen reír y te sentirás muy feliz. Salir con ellos es una maravilla que me llena de alegría. No fallarles y ser leal y que no falte la generosidad

Lucas Daniel Cantorianu


EL VERANO En el verano hace calor y se descubre el amor, se llenan de gente los bares y de bañistas los mares. Me gusta tomar helados de vainilla y caramelizados. Debajo de la sombrilla están las adorables niñas La gente huye del sol porque está abrasador.

Leyre Torres Montalbán


EL INVIERNO El invierno es la estación que tiene poco color. No me baño en el río porque hace mucho frío. Tras los cristales llueve y cae mucha nieve. Para salir a jugar nos tenemos que abrigar.

Paula Saray Petrulea


El invierno ha llegado, y las cigüeñas han emigrado. Los árboles desnudos están, sus hojas en el suelo verás. Ya está aquí la Navidad, blanca y dulce como la ciudad. Los pueblos están coloridos, con luces y adornos en todos los sitios. ¡Ya se oye a Papa Noel!, en su trineo, lleva regalos con él. Y más tarde vendrán los Reyes Magos, ha dejarnos los juguetes que más deseamos. Ya han terminado las fiestas, al colegio hay que volver. Tenemos que ponernos a estudiar, para buenas notas así sacar. Esperaremos a la primavera, para que las cigüeñas puedan volver. Y regresen a sus nidos, para que sus retoños podamos ver.

Claudia Aparicio Lara


MIS PERRITAS Me gusta salir al campo con mis perritas valientes las piedras que yo les lanzo atrapan entre sus dientes.

A mí se acercan corriendo, me dan la piedra en la mano y yo me quedo riendo de lo bien que me lo paso.

¡Que alegre y juguetona ¡Qué fiel y divertida puede ser una mascota ¡pon una en tu vida!

Natalia Ferrandis Condés


LAS ESTACIONES Oh, invierno ¡que bonito! todo tan fresquito Me encanta la nieve blanca sentándome al fuego con una manta.

Empieza la primavera y la nieve se va. Es cuando los animales dejan de descansar.

El verano llega pronto y mejor que me prepare, en bañador a la piscina, nadando no hay quien me gane

Las hojas empiezan a caer, el otoño ya está cerca. Comeremos castañas asadas con la lumbre puesta.

Marcos Serrano Soriano


Érase una vez un cartero que siempre estaba repartiendo cartas a todas las personas. Un día el cartero tenía que repartir una carta y la llevó a casa de una niña que recogió la carta un poco triste. La niña se llamaba Nora y pasó la carta a casa donde se encontraban su mamá y su hermano William. El hermano preguntó que qué llevaba en la mano y Nora dijo que una carta. El hermano estaba ilusionado por ver que traía la carta pero Nora, que era mayor, ya lo sabía. Cuando abrieron la carta con su mamá, Nora vio que, como ella imaginaba, era una factura de 360 euros de la luz de la casa que su familia no podía pagar. La mamá llamó a Fran, el papá, y este también dijo que “no tenían ni un duro”. Pasaron unos días muy tristes pero un día vieron que les había tocado la lotería. Ahora sí que podremos pagar las facturas de la luz, dijo Fran, y nos podremos ir de vacaciones y mudarnos a una casa que tenga más habitaciones y un jardín.

Erika Serrano Pozo


LA EXCURSIÓN Hoy los niños del colegio han ido de excursión al puerto. La profesora dijo que tenían iban a ir en autobús y los niños se pusieron muy contentos. Cuando llegaron al puerto les estaba esperando un hombre con cara sonriente. La profesora les dijo que ese señor tan amables iba a estar con ellos en la excursión. Mila le pregunto qué cómo se llamaba y él les dijo que se llamaba Juan y que si querían ir con el a bucear y a buscar conchas y caracolas. Todos los niños exclamaron que ¡si! muy alegres. La profesora les indicó que tenían que ponerse trajes de bucear y cuando estaban todos preparados se fueron a bucear. Después de estar un buen rato nadando salieron del agua con un montón de conchas y caracolas que enseñaron a su profesora. La profesora les dijo que ¡genial! Y que las guardaran en un cubo para llevarlas a la clase al día siguiente. Más tarde se fueron a comer pero la aventura no había acabado porque por la tarde Juan les propuso hacer grupos y montar en canoas. Estuvieron toda la tarde practicando. Cuando las actividades acabaron le dijeron adiós a Juan con quien tan bien se lo habían pasado y volvieron al autobús. Sus papás les estaban esperando y ellos se fueron contentos a contarles que nunca olvidarían ese día.

Leyre Torres Montalbán


MARÍA Y EL LEÓN Érase una vez una niña llamada María que vivía en una casa en el bosque. Un día al salir a jugar al bosque se metió entre unos arbustos y descubrió un león atado a un árbol. María se acercó pero el león gruñó. Ella miró a su alrededor y descubrió que el león pertenecía a un circo móvil porque vio que por los alrededores había más jaulas, un payaso y más gentes del circo. Estuvo por allí entretenida y no se dio cuenta de que la cuerda a la que estaba atado el león se estaba rompiendo porque el león tiraba y tiraba para acercarse a María. Al final la cuerda se rompió y María al ver al león suelto se dio un gran susto y echó a correr a su casa muy asustada. Lo que no sabía María era que el león estaba amaestrado y solo quería ser su amigo.

Diego Serrano de la Calle


EL GATO HERIDO Y EL CASCABEL Era una tarde en la que Amanda y Pedro fueron al parque a jugar a la pelota con otros amigos. Amanda llevaba en la mano un cascabel que había encontrado por su casa y cada vez que se movía el cascabel sonaba. Ya en el parque Pedro se encontró con un gatito en el suelo. Pedro: - ¡Mira Amada! ¡Qué mono es! Amanda:- Si, es precioso, déjame acariciarlo. El gatito al ver acercarse a Amanda con el sonido del cascabel empezó a maullar. Marta: - Uy, mira como maulla. ¿Le pasará algo? Amanda: - A lo mejor es que está herido. Marta: - Amanda, tu mamá es veterinaria, ¿por qué no lo llevábamos a su consulta? Los tres amigos se fueron a la consulta y allí le contaron a la mamá de Amanda que el gatito estaba herido. La mamá, que se llamaba Toñi, lo observó y les dijo: Toñi: - Este gatito no está herido. Maulla porque le gusta el sonido del cascabel que llevas Amanda. Pedro: - Anda, lo que quería era el cascabel. Amanda le puso el cascabel y el gatito se puso muy contento. Le pusieron de nombre Blanca porque la mamá les dijo que era una hembra y los niños adoptaron a esa gatita que les acompañaba siempre con el sonido de su cascabel.

Alex Marín Cantón


JIMENA Y SUS AMIGOS Jimena era una niña pequeña pero traviesa y muy divertida. A Jimena le gustaba ir a jugar al río y nadar allí rodeada de sus amigos los animales. Ese día Jimena se metió en el agua y vio que los animales también querían meterse con ella en el agua pero muchos de ellos no sabían nadar. Jimena pensó y pensó que podía hacer y se dijo: - ¡Ya se, la ranita les enseñará a nadar! Pero eso tampoco funcionó porque muchos de los animales tenían miedo al agua del río. Una ardilla que observaba desde un árbol le dijo a Jimena: -¡Tengo una idea! Cogeremos hojas y pequeños troncos y construiremos barquitos para los animales. ¡Qué gran idea!- dijo Jimena. Y así lo hicieron. Fueron a buscar hojas y palitos y cuando los consiguieron construyeron una especie de balsas donde fueron subiendo a todos los animalitos que no sabían nadar. Y la corriente desplazó las balsas río abajo y todos se divirtieron mucho en el agua. Jimena se fue ese día contenta a casa, despidiéndose de los animalitos que la despedían agradecidos.

Naia Olmedo Serrano


MARTA QUIERE SALVAR EL BOSQUE

Hoy Marta ha ido al bosque con su papá y su hermano. Su hermano la va a grabar mientras ella habla hacía la cámara diciendo su mensaje. Las ardillas del bosque la han rodeado y también las mariposas se han posado sobre su cabeza. Marta está muy contenta porque la grabación está saliendo muy bien y parece que todos los animalitos del bosque quieren salir en televisión. También los árboles están muy verdes. Y es que Marta quiere ser periodista y con esa grabación quiere salvar el bosque comunicando a todos que hay que respetar el bosque.

Jorge Martínez


EL INVIERNO DE LUCAS Érase una vez dos niños paseando por el bosque. Era invierno y todo estaba nevado. Empezaron a jugar a tirarse bolas de nieve. Aquello parecía una guerra pero lo estaban pasando muy bien. Después se les ocurrió la idea de hacer un muñeco de nieve. Volvieron a su casa a por todos los preparativos: una zanahoria, unos cuantos botones, un sombrero viejo,….Y volvieron al bosque y empezaron a hacer el muñeco de nieve. Unos conejos del bosque parecía que se querían unir a la fiesta pues empezaron a corretear entre ellos. Los dos niños se estaban divirtiendo mucho. - Uy que frío- dijo Lucas- me apetece una sopa caliente. - Vámonos a comer y luego volvemos y llamamos a nuestros amigos para que vean el muñeco Después de comer volvieron con más amigos y jugaron a un pille pille.

Lucas Daniel Cantorianu


UN DÍA EN EL BOSQUE Era un bonito día de primavera: Elena se aburría mucho asi que después de comer dijo a su padre: - ¡Papá!¡papá! ¿Puedo ir al bosque a jugar? Su padre se lo pensó un poco pero después dijo: - Vale, pero tienes que volver antes de las 18:00 porque si no se va a hacer de noche y te puedes perder. - Vale papá- dijo Elena-. Te prometo que a las 18:00 volveré. Adios papá, muchas gracias. Elena se fue al bosque muy contenta, cantando por el camino. En el bosque empezó a jugar y a coger flores. De repente escucho un ruido entre las ramas. - ¿Quién hay ahí?- preguntó Elena. Un búho muy simpático apareció entre las ramas. - Hola, me llamo Buhito ¿Tú quien eres?- dijo el búho. - Yo me llamo Elena ¿Quieres ser mi amigo?- contentó la niña. Los dos amigos empezaron a jugar hasta que se puso el sol y Elena se olvidó por completo de la hora. Su padre muy preocupado fue a buscarla y vio a Elena hablando con el búho. Su padre comprendió por qué se había entretenido y no la regañó pero le propuso que si tan amiga se había hecho del búho que podría ir a verlo todos los días.

Abel González Piroi


YA ES PRIMAVERA Hoy es primavera. Hugo sale a recoger el correo y le preguntó al cartero: - ¿Hoy que día es? - Hoy es el día en el que empieza la primavera- dijo el cartero. Hugo muy contento entró a su casa, dejó la carta para su papá encima de la mesa y buscó a su mamá para decirle: -Mama, mamá, hoy es primavera. Pero Hugo no la veía y fue hacía la cocina a buscarla. Allí la encontró hablando con una vecina. Estaban muy serías, parecía que hablaban de algo muy importante. Y es que la mamá de Hugo estaba muy preocupada porque era también el cumpleaños de Hugo y no le habían regalado nada. De repente sonó el timbre de la puerta y Hugo fue corriendo a abrir. Era su abuela que le había traído bombones. La abuela le dijo: - Toma, los he traído de Paris y hay de varios sabores. Al cabo de otro rato llegó su papá y Hugo le dijo que había recibido una carta. El papá abrió la carta y saco un cheque de Disneyland París para ir a ver el concierto de primavera. Era como un sueño hecho realidad y Hugo no podía aguantar las lágrimas de la alegría pues al final sí había tenido regalo de cumpleaños. Fue corriendo a la cocina y le dijo a su madre: - Mamá, ¡vamos a ir de viaje! Y la madre ya no estaba triste y todos contentos se fueron a comer los bombones de la abuela.

Paula Saray Petrulea


Hacía un día muy soleado cuando Cristina y su familia decidieron pasar una tarde en el bosque. Cuando llegaron al bosque se llevaron una sorpresa muy desagradable. - ¡Qué pasa aquí! ¿Qué hacen aquí todas estas máquinas?- se preguntó Cristina. Había unas máquinas gigantes cortando los árboles. Hacían un ruido insoportable y todo era un desastre. - ¡Mamá! ¡Papá!, esto no me gusta nada- dijo Cristina. De repente veinte ardillas o más se subieron a las máquinas y atacaban a los conductores. - ¿Por qué hacen eso las ardillas? – preguntó Cristina. - Porque están muy enfadadas con las máquinas que están destrozando sus casas- dijo la mamá. -Claro que sí. A mí me parece lo justo. ¿Podemos hacer algo para ayudarlas? - dijo Cristina. - Pues podríamos ir al ayuntamiento y hablar con el alcalde y los concejales para pedirles que dejen de cortar los árboles, que si no las ardillas no van a tener casas. - Me parece genial- contestó Cristina- Me encanta la idea Y así fue como Cristina y su familia impidieron que las ardillas se quedaran sin sus casas.

Rocio Fresneda Aliaga


LOS ANIMALES y PLANTAS PARLANCHINAS Un día un niño llamado Alberto salió al jardín y vio que había muchos animales: un caracol, una mariposa, un pajarito…y también muchas plantas como girasoles y otras flores. De repente el girasol dijo: - Hola ¿Cómo te llamas? El niño dijo: - Yo soy Alberto, pero…¿Los girasoles pueden hablar? - Claro que sí- dijo el girasol. Los animales que tienes a tu alrededor también pueden hablar. Y de pronto se oyó: - Hola, soy el caracol Arturo- dijo el caracol. - Hola, soy la mariposa Ani- dijo la mariposa. Alberto les preguntó si querían jugar con él y contestaron que sí. En ese momento salió la mama de Alberto al jardín y vio que Alberto hablaba con los animales y las plantas. A su madre casi le da un infarto. No entendía cómo podían hablar. Alberto le explicó a su madre que ahora tenía unos nuevos amigos y que tendría que cuidarlos. Al llegar la noche la mamá de Alberto les preparó a todos la cena. Alberto regó las plantas y echó miguitas a los animales. Alberto y su mamá se quedaron en el jardín hablando un ratito con los animales y las plantas. Así se enteraron de que el pajarito venía de África y que casi se muere por el camino. Que la mariposa venía de América y que también llegó sin fuerzas. El caracol venía de casa del vecino de Alberto. Juan les contó que tenía 8 años, que iba al colegio y que su mamá era profesora. Después de hablar sin parar durante horas la mamá de Alberto le dijo que ya era hora de dormir y se pasó a su casa. Todos los días siguientes Alberto siguió cuidando de las plantas y los animales.

Samuel Daza Chocano


LOS ENAMORADOS Y LOS GATOS Había una vez una veterinaria que se llamaba Lucia y un panadero que se llamaba Fran. Un día los dos se encontraron de camino a sus casas y se enamoraron. El destino los unió. Lucia tenía un gran secreto y es que ella era un hada. ¿Cómo le voy a decir a Fran que soy un hada? – pensaba LuciaSeguro que ya no querrá hablar conmigo porque le pareceré rara y no me creerá. Pero una mañana pensó que no podía tener secretos con Fran y se animó a contárselo. Cuando salió con él, como de costumbre, le dijo: - Fran tengo que decirte algo. Fran sonrió y antes de que ella dijera nada más él le dijo: - No, tranquila, ya se lo que me tienes que decir. ¡Que eres un hada! Lucia lo miró extrañada y dijo: - ¿Cómo lo sabes? Y dijo Fran: - Mira. Yo tengo dos gatos como ya sabes, y los tenía muy malitos, pero el día que te conocí se curaron como por arte de magia. Así que tranquila. Estoy muy contento de que seas un hada. Desde pequeño me encantan las hadas y te quiero mucho. - Yo también te quiero- contestó Lucia. Y así de precioso acaba este cuento tan gracioso.

Alicia Birzoi


JUAN Y EL CARACOL MENTIROSO Érase una vez un niño llamado Juan que tenía conexión con la naturaleza. Era fiel a los animales y las plantas. Un día salió al patio y vio que el gato encontró un caracol y lo estaba intentando cazar. Juan salvó al caracol, lo recogió y descubrió que el caracol hablaba. - Oye chico, gracias- dijo el caracol - ¡Ahhhh! ¿pero qué eres? ¿Es que tú hablas?- contestó Juan - Si soy un caracol parlante y puedo hacer crecer las flores y plantas. - ¿Puedes? Vale, te llevaré al jardín y me lo tendrás que demostrar. - ¡Déjame encima de una flor! Así hizo Juan pero de repente Juan dijo - ¿Pero qué estas haciendo? - ¡Que rica flor! – dijo el caracol comiéndose las flores - Noooo! ¡Para, para! De pronto la mamá de Juan que estaba regando las plantas se giró y con la goma mojo a su hijo Juan pero también al caracol. El caracol salió huyendo y dejó a las flores en paz. El caracol se fue al campo. Las plantas silvestres le gustaban más que las otras. Y todos fueron felices y comieron perdices menos el caracol que siguió comiendo flores.

Marcos Serrano Soriano


EL OTOÑO DE ALBA Alba está con su padre en su casa del árbol que se encuentra en un bosque. Están asando castañas y desde arriba contemplan el paisaje: las altas montañas, los enormes árboles, el mar a lo lejos. Su padre le dice a Alba: - Vamos ya están, vamos a comer las castañas. Cuando están comiendo las castañas ven por la ventana de la casa del árbol que un montón de ardillas los observan. Han olido a castañas asadas y ellas también quieren. Alba le dijo a su papá: - ¿Podemos invitar a las ardillas? Y como el papá dijo que sí; Alba las invitó a comer castañas con ellos. Todo ese otoño las ardillas acudieron a la casa-árbol de Alba y ella estuvo muy feliz todo el otoño.

Alonso Torres Rodrigañez


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