Si esas fotografías son auténticas ⎯así lo defendieron los téc-‐‑ nicos de la APRO que comandaba Greenwell3⎯, ¿estamos viendo “naves apunianas” en Yungay, tres años antes del te-‐‑ rremoto? Kapetanovic, como ya dije, fue el primer “contacta-‐‑ do” que habló públicamente de los seres de Apu: extraterres-‐‑ tres que eran viajeros espaciales, que perdieron su mundo de origen, y que más tarde se establecerían en otros puntos del cosmos, como la región estelar de Alfa Centauro y, más tarde, en bases subterráneas en la Tierra. Pero hay otros casos de contacto con esos hombres del espa-‐‑ cio. Otros reportes de su presencia en la misma zona andina de Áncash... Una “curación extraterrestre”. En 1970, el año del terrible terremoto y alud en Yungay, otro personaje surgido de las montañas de Áncash también afir-‐‑ maría haber entrado en comunicación con los extraterrestres. Tal vez, los mismos que contactaron a Kapetanovic. Su nom-‐‑ bre, Donato Cervantes, un hombre humilde de Huaraz que trabajaba como mecánico, chofer y agricultor. De acuerdo a su relato, el 14 de septiembre de ese año tuvo su primer encuen-‐‑ tro ovni mientras conducía en la ruta Panamericana Norte, en dirección a Huaraz, exactamente en el Km. 24, en un lugar llamado “Monte Grande”. En ese momento Donato vio una luz muy fuerte en lo alto de un cerro: un objeto que emitía un
3 En 1968, a través de la APRO, Richard Greenwell publicará su libro “Un estudio sobre los ovnis”, dedicando un capítulo en-‐‑ tero a los reportes de ovnis en el Perú.
40