REHABILITAR AL PERIÓDICO / EL FIN DE LOS TEXTOS LARGOS. HACIA EL CORAZÓN DE LOS JÓVENES / EL ENVIADO ESPECIAL DE LA CRÓNICA EN COLOMBIA / POLÍTICA PARANORMAL / BREVIARIO: UNIVERSOS PARALELOS / ABUELO / A MOLLY / LOS HIJOS DE VENUS / EL COPULATORIO / RELATOS DE UN INTÉRPRETE DEL ROCK / JUSTICIA EN LLAMAS / LOS DESEOS / NO LLORAR / ENTREVISTA A IVÁN HERNÁNDEZ, FRAILEJÓN EDITORES / EL PERSEGUIDO / EN MEDELLÍN ESTALLA LA NAVIDAD / ARREGLOS FLORALES
ISSN: 2322-74GX - Año 34 - Edición 227 - 4000 ejemplares - Medellín, Antioquia, Diciembre 2021- www.eafit.edu.co/nexos
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Asociación Cultural Periódico Estudiantil Nexos DICIEMBRE 2021
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uando nos enfrentamos al mundo y a las diferentes presiones, miedos, angustias y preocupaciones, se hace esencial encontrar ese rincón donde podamos tomar un respiro. Aquel lugar donde nos sintamos respetados, escuchados y, sobre todo, validados e importantes. La vida se hace ardua y difícil cuando no encontramos este lugar seguro. Durante momentos tan cruciales para la formación del carácter y la personalidad, como son los años de universidad, es fundamental hallar el sitio donde pertenecemos, donde nuestro potencial aflore. Yo, a pocos pasos de culminar mis años universitarios, puedo afirmar que pertenecer al Periódico Nexos ha sido una de las experiencias más significativas de mi vida; no me equivoqué al elegirlo mi lugar seguro. Tras dos años y medio, me he dado cuenta que la magia de Nexos es la convivencia: un espacio para compartir y trabajar con personas completamente diferentes a uno, de modo que podamos cultivarnos a partir de esa otredad. Se trata de personas que quizás nunca hubiéramos conocido de no ser por la creencia en el periodismo, la cultura y el amor por la Universidad. Así, nos vemos nutrimos del otro, de nuestros pares
que, como uno, aún están aprendiendo, pero que tienen algo para enseñarnos y traen a Nexos los conocimientos que han adquirido en sus pregrados y en sus vidas, todos aportando a la construcción de este propósito común. Nexos en su cara de grupo estudiantil tiene una particularidad y es que es el único grupo que entrega un producto físico a la Universidad y es la razón que nos convoca a todos: el periódico. En los últimos años el reto que nos hemos puesto ha sido poner el foco en temas políticos y de actualidad que atañen a nuestra ciudad y país y que nos conciernen como jóvenes, pero sin dejar de lado nunca nuestro llamado a promover y aportar a la cultura. Sabemos que, como futuros profesionales, no podemos estar desconectados de la realidad y es nuestro deber como medio reaccionar y tomar una postura crítica frente a los distintos acontecimientos y transformaciones sociales que nos rodean. Promovemos así, la cultura como una dimensión esencial en la formación del ser humano, acompañada de la inquietud intelectual y la construcción de un pensamiento autónomo en los jóvenes. Nexos es de los estudiantes para los estudiantes.
Muchos hemos hallado aquí nuestro lugar seguro, para expresarnos, equivocarnos y aprender de ello, para hacer los mejores amigos y ampliar nuestra visión del mundo, para aprender a desempeñarnos en un equipo de trabajo diverso, antes de salir al mundo laboral, porque nada nos enseña mejor que la experiencia y esta es la oportunidad para adquirirla y fortalecernos como futuros profesionales. Y es que la experiencia universitaria es eso: debe ir más allá de recibir clases en un aula, es el tiempo para aprovecharnos de todos estos espacios que la universidad nos ofrece para enriquecer nuestro proceso formativo. Me siento orgullosa de lo que somos como medio y lo que logramos en este año que está por terminarse. No ha sido fácil continuar en la extenuante pero valiosa tarea de promover y darle espacio a la cultura, cuando este es uno de los sectores más afectados por la pandemia. Sin embargo, con empuje y dedicación Nexos ha logrado reagruparse y hacer cosas increíbles. Pudimos tejer alianzas con una institución importantísima de la ciudad como es el Museo de Antioquia. No permanecimos silenciosos e indiferentes ante las coyunturas nacionales y locales que, como jóvenes y futuros pro-
fesionales, nos atañen y nos convocan. Nexos volvió a circular por las manos de los eafitenses en su forma física y alcanzó nuevamente distintos rincones del país. Le apostamos de manera exitosa a otros formatos audiovisuales. Son estos los resultados de los esfuerzos que hacen con amor quienes aportan su trabajo a este grupo. Es este cariño lo que nos mantiene y nos hace continuar año tras año. Habiendo compartido estas reflexiones, quiero terminar invitando a todos a buscar su espacio feliz, tranquilo y seguro, su Nexos. Ese sitio donde las penas se hagan más ligeras y que nos hace sentir que hacemos parte de algo significativo. Tenemos la fortuna de pertenecer a una Universidad que se ha esforzado por crear estos lugares, de modo que todos tengamos dónde encajar y sintamos que hemos encontrado donde pertenecemos. Puede tratarse de un grupo estudiantil, de un semillero, de un curso o diplomado o de un programa especial. La oferta y las posibilidades son enormes, lo importante es aprovecharlas para que, al final, cuando estemos mirando atrás sintamos la satisfacción de llevarnos lo mejor de la Universidad tan increíble que elegimos.
Sara Gálvez Mejía
sgalvezm@eafit.edu.co
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@saragalvez03
R E H A B I L I TA R A L P E R I Ó D I C O Pablo Sierra
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l periódico tiene que sudar. Debe estirar un poco, desempolvarse, traquear esos huesos jubilados y salir a hacer deporte. El periódico sabe que ya es hora de lavarse los dientes, que esa boca le huele a guardado: solo así será bien recibido, solo así no le correrán. El periódico debe pegarse
| psierras@eafit.edu.co |
una duchita y ponerse ropa nueva. La que tiene ahora está gastada y llena de motas, y a lo mejor solo sirve para cubrirse de la lluvia o para pintar sobre ella. Debe dejar de humillarse, de caerse sobre los buzones como pidiendo misericordia. Nadie quiere encartarse con algo que no muestra su dignidad.
@pablosierra00
El periódico debe levantar cabeza y sacar pecho. Debe integrarse, hablarle al oído a la gente y dejar de esperar que vengan a salvarlo. El periódico debe frecuentar otros sitios y cambiar de amigos. Debe salir a la calle, tomarse una cerveza, ir a un restaurante, entrar al cine. Tiene que quedarse en la
universidad hasta tarde y conseguir amigos de otras carreras. Ya está bueno de ir al centro o a las bibliotecas públicas. Tiene que encontrar el sustrato para su voz en las cosas que tiene al frente. Y no se trata de corromperse, se trata de pararse de la cama e ir a buscar al lector que aún no es.
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Conectando ideas Presidenta: Sara Gálvez Mejía sgalvezm@eafit.edu.co
Editora: Silvia Natalia Rojas Castro snrojasc@eafit.edu.co
Director de Desarrollo Humano: Andrés Osorio Zápata aosorioz@eafit.edu.co
Directora de Mercadeo Digital Laura Osorio Vásquez losoriov1@eafit.edu.co
Director de Relaciones Públicas Pablo Sierra Saldarriaga psierras@eafit.edu.co
Vicepresidente Financiero: Sebastián Arango Lazcano sarangol@eafit.edu.co
Equipo editorial Andrés Vélez David Ochoa Eliana Tabares Juan J. Mesa Camila Gómez María Fernanda González Mariana Arango Matilda Lara Nicole Rubinstein
Equipo de Desarrollo Humano Ana María Cardona Mariana Uribe Andrea Herrera Miguel Gómez Camila Betancour Susana Mojica Diego Arcila Valentina Jaramillo Lucy Ortega Valentina Velásquez Manuela Vahos Sofia Osuna Manuela Solera Manuel Bedoya María Alejandra Amaya Marialejandra Domínguez
Equipo Mercadeo Digital Alejandra Cardona Manuel Gutiérrez Andrea Betancur Manuela Buriticá Estefanía Roncancio María Isabel Muñoz Gabriela Pupo Narly Álvarez Gina Criollo Roberto Saldarriaga Jimena Delgado Verónica Hoyos Isabella Franco Elisa García Isaac Plaza Lorena Castaño Mariana Arango
Equipo de Relaciones Públicas Alejandra Agudelo Tomás Quintero Valentina Motoa Edier Múnera Isabella Rodríguez Elisa Villegas Mariana Posada Isaac Plaza Nicolas Calle Juan Londoño Juana Hernández Laura Arango Manuela Diez Susana Mojica
Portada Ilustración de Isabel Gómez Machado @isabelgomezmachado
Salomé Arango Susana Blake Susana Estrada Juliana Heredia Esteban Mejía Yonatan Gómez Simón Monsalve
Diseño y montaje Pablo Agudelo @pabloagart Preprensa e impresión Casa La Patria
Fundado el 13 de agosto de 1987 por Jorge Restrepo, Jaime Cadavid, Claudia Patricia Mesa y Gustavo Escobar. Carrera 49 No. 7sur-50 / Bloque 29 oficina 517 EAFIT edicionnexos@gmail.com / Teléfono: 261 93 02 (574) 2619500 extensión 9302
Los artículos firmados son responsabilidad de los autores y no representan expresamente el pensamiento editorial del periódico. Este periódico se imprime en papel Earth Pack, el cual es fabricado a través de fibras naturales de caña de azúcar, no tiene componentes químicos que afecten el medio ambiente.
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El fin de los
textos largos.
Hacia el corazón de los jóvenes
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a razón de la historia nos habla con determinación: no hay cosas imperecederas, y todo aquello que no sabe cambiar está condenado a la muerte. Nosotros, Nexos, periódico universitario, miramos a las montañas –porque en los valles es así el horizonte– y soñamos un nuevo rumbo. Al llegar a Nexos los más viejos repiten: somos el periódico universitario más antiguo de Colombia; un editor comprende la presión y las expectativas que emanan de esa expresión. En antaño fuimos pioneros, jóvenes entusiastas y afanados que supieron ver en el periodismo, la prensa y la cultura una forma de transformación e integración comunitaria. Posamos de ser los primeros ¿y ahora, de qué nos cabe alardear y estar orgullosos? La evolución de Nexos ha migrado constantemente hacia las fronteras de la literatura y del periodismo. Por años hacemos más cuentos que crónicas, y otros días ensayamos con poemas y breviarios. En la
creación gráfica hemos encontrado un punto de fortaleza y constancia, nuestras carátulas aparecen cual legítimo lienzo. Sin embargo, los caminos y las apuestas del periódico no han conseguido reivindicarlo. Nuestros lectores, los jóvenes, esos que son los más ingratos e infieles, no ríen ni se indignan con Nexos, no estamos en su simpatía y muchos de ellos nos llaman, simplemente, fantasma. Podríamos hacer eso que los hombres obstinados hacen: renegar por la pereza y la indiferencia que puebla en la juventud, reprochar los hábitos de lectura universitaria y denunciar la sensibilidad que los años le han quitado a los jóvenes. No obstante, es ingenuo no saber contemplar en el espejo las arrugas de la decadencia, las manchas de la costumbre y la hinchazón por el miedo. Para restituir a Nexos como fuente imperdible de información, para hacerlo una voz llamativa y de respeto, para que nuestras edicio-
nes no sean meros tirajes, sino auténticos fenómenos, entonces hace falta volver a la causa, mirar hacia dentro: motivar la metamorfosis. La renovación estará dada en los confines de nuestra propia imaginación, los bordes que nuestra misma ambición sepa teñir en la hoja de papel. Cambiar es algo más que usar nuevas tintas o explorar otras tipografías; ya lo sabe el editor: renacer es volver a fundar un propósito, abrazar una nueva cuita. Así las cosas, nuestra cruzada será una tan idílica como el arte mismo, y el esfuerzo que haremos no podrá sino serle fiel a una sola virgen. Pretendemos desafiar al olvido, tallarnos en piedra y ser hito entre los jóvenes; eco en los pasillos. Levantamos vela y recogemos el ancla, nuestra fragata ya se impulsa por los vientos hacia los Campos Elíseos; aunque Huracán y Tormenta nos amenacen, disiparemos el miedo para ser memorables.
Juan J. Mesa
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El enviado especial de la crónica en Colombia Esteban Mejía Serrano | emejias@eafit.edu.co |
@estebanms94
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n el aeropuerto de Villavicencio, Vanguardia, despegan los DC-3, aviones todoterreno que llevan volando desde antes de la Segunda Guerra Mundial. Los pilotos, aguerridos y arriesgados, se dedican a volar estas aeronaves en los confines de las llanuras y las selvas del oriente colombiano, aterrizando en pistas de tierra y luchando con el rebusque para mantener sus máquinas en buen estado. Cada avión tiene una historia; y según los pilotos, un alma y un carácter definido. En El Alcaraván, Germán Castro Caycedo cuenta la historia de estos pilotos y sus aventuras, así como su contribución para el desarrollo de las poblaciones de los Llanos Orientales que no cuentan con conexión terrestre. Esta obra presenta un lenguaje crónico y un carácter investigativo de rigor que caracteriza a cada uno de los demás escritos de Castro Caycedo, con los cuales se encargó de plasmar diferentes problemáticas como el narcotráfico, la violencia, la corrupción, la migración ilegal o el abandono estatal en diferentes lugares del territorio colombiano. Castro Caycedo nació en Zipaquirá en marzo de 1940 y murió en Bogotá en julio de 2021 a causa de un cáncer de páncreas. Es conocido como uno de los pioneros del periodismo literario en Colombia, una corriente encargada de narrar los hechos enfocándose en los sentimientos y las sensaciones, de manera que el lector quede inmerso en la historia que se está narrando. Castro Caycedo es considerado como uno de los padres de la crónica y el reportaje en el país, así como un maestro del periodismo colombiano. Creía firmemente que este ejercicio enaltecía a la sociedad; de hecho, siempre buscó contar los hechos de manera cruda, y se identificaba a sí mismo como “un juglar de su país”, haciendo referencia a aquel que, durante la Edad Media, iba de pueblo en pueblo cantando, bailando y haciendo reír a la gente. Él mismo solía decir que quiso dedicarse a su labor gracias a los cronistas colombianos de los años 50, a quienes leía con emoción desde que era un adolescente, principalmente en El Tiempo y El Espectador. Tenía diferentes técnicas narrativas para contar sus historias y afirmaba que, lógicamente, se fueron haciendo más únicas y experimentadas a lo largo de sus años como periodista. Creía fielmente que a través de las entrevistas (casi siempre más de dos o tres por personaje) se aprendía bien las historias, encontraba sus incongruencias y definía bien el carácter de la persona al momento de sentarse a escribir.
pesar de haber perdido estos sentidos, el periodista afirmaba que su vida no había cambiado después de este hecho. Durante dieciséis años, Germán Castro Caycedo fue visto en las pantallas de miles de colombianos en Enviado Especial, un programa que se dedicaba a la denuncia periodística. A través de este trabajo audiovisual investigativo de primer nivel, los colombianos conocerían la cara y el carácter que había detrás de aquel cronista que se atrevía a aventurarse a los confines más inhóspitos del territorio colombiano, más allá de los estudios desde donde solían reportar la mayoría de periodistas del momento. En las más de mil emisiones del programa de RTI Televisión, Castro Caycedo logró que la crónica trascendiera del papel a la pantalla chica, así como a la memoria de varias generaciones de colombianos. Ciertamente, Castro Caycedo no cambió su esencia a lo largo de su vida. Fue un tipo sencillo, perspicaz, sobrio y astuto; conservó su característico look con bigote por varias décadas, el cual sólo cambiaría con el paso de los años a medida que ganaba más canas, y con ellas la impresión popular de respeto y experiencia. Desde las selvas de la Amazonía colombiana, hasta frías ciudades europeas como Viena y Moscú, Castro Caycedo fue un trotamundos que recogió experiencias en diferentes rincones del país y del globo para poder narrar las historias que hoy reposan en innumerables bibliotecas y que siguen generando rentabilidad en las librerías.
Ilustración: Camilo José Rivera | A través de los testimonios de sus colegas, así como de sus técnicas narrativas, se dice que Castro Caycedo “se le medía a todo”. Era un tipo osado, valiente, que buscaba entender a fondo la atmósfera narrativa que plasmaba en sus escritos. Se metía de lleno a las comunidades, hablaba con la gente y no dejaba de lado los detalles mientras perseguía las fuentes principales de cada relato. En definitiva, era un hombre apasionado por su profesión, convencido de que a través de investigaciones meticulosas y excepcionales podía mostrar los problemas de la sociedad que tanto le preocupaban e intrigaban. En una conversación con el actual director de la Editorial Planeta, Juan David Correa, Castro Caycedo mencionó que, de sus obras, la única en la que no fue capaz de meterse de lleno a todos los escenarios fue El Hueco, en la cual narra las historias de los colom-
@camilojose
bianos que migran de forma clandestina a los Estados Unidos. A Castro Caycedo le dio miedo enfrentar los riesgos que podía representar cruzar la frontera méxico-estadounidense por pasajes y caminos irregulares del hostil desierto, donde, hasta el día de hoy, una cantidad considerable de personas pierde la vida. Sin embargo, sí arriesgó su vida más de una vez por escribir historias. Entre las situaciones que enfrentó se encuentran dos accidentes aéreos (uno en un helicóptero de la Fuerza Aérea y otro en la fría Sabana de Bogotá) y un resbalón en el hielo en Rusia que le causó la pérdida de los sentidos del gusto y el olfato. Para el último hecho, en el año 1999, se encontraba escribiendo Candelaria, una obra que sería vendida como novela, pero que el mismo autor describiría como una crónica. A
En una entrevista para la Universidad de los Andes, en 2013, afirmó que “la falta de tiempo es la mayor desgracia del periodismo de hoy”. Claramente, para un hombre que se tomaba el trabajo de ir al lugar de los hechos, por recóndito que fuera, a entrevistarse con todo el que estuviera involucrado en la historia y a recoger hasta el más mínimo detalle, el afán no podía predominar en su trabajo. Vale la pena preguntarse si, con el ajetreo en el que viven los periodistas actualmente –y en verdad, la mayoría de nosotros– habría tiempo para contar con tanto rigor una excitante historia como la de El Karina; un homenaje a la aviación de la talla de El Alcaraván; una aventura emocionante como lo es Perdido en el Amazonas; una inmersión en la difícil situación de personajes como los de El Hueco; o cualquier otra obra apasionante como las que el enviado especial del periodismo nos dejó a los colombianos y al mundo entero.
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Política paranormal Lucy Ortega | lvortegap@eafit.edu.co |
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aparecen en la organización, sino también en la investigación del diario. El Colombiano es un periódico que tiene una notable influencia de ciertos sectores políticos, por ello su línea editorial es bastante clara, detalle que no se hizo extrañar ni en esta, ni en la nota que sigue el tema que trata sobre el boom de las ONG y los partidos de izquierda. A mi parecer, la forma en la que fue abordada la cuestión y los comentarios que nacieron a su alrededor traen a la luz muchos problemas que se podrían reducir a una campaña en contra del nombre de Daniel Quintero.
Ilustración: Alejandra Vélez Giraldo | El Colombiano sacó a relucir las inconsistencias de la empresa que más apoyó la campaña de Daniel Quintero, sin embargo, no todo queda ahí, aún hay muchas incógnitas por resolver. Hace unas cuantas semanas el diario local El Colombiano publicó una nota sobre la empresa que financió en gran parte la campaña de Daniel Quintero
@amarillaverdelimon
para ser alcalde. La manera en la que esta empresa logró acumular el capital fue fantasmal; como lo dice El Colombiano, de un momento a otro obtuvo un capital no registrado en la DIAN, e incluso dio dinero a la campaña que dejaría a la empresa en un déficit de casi 13 millones de pesos. Ahora bien, las inconsistencias no solo
El exconcejal Alex Flórez; y la esposa del actual alcalde, Diana Osorio, expresaron en Twitter que están dispuestos a dar entrevistas y a aclarar las cosas; y ahí viene mi pregunta: ¿si existe una disposición al diálogo y a declarar sobre lo sucedido por qué no se les da un espacio? ¿siquiera en un inicio estuvieron prestos a escuchar estas fuentes? Con esas incógnitas sin resolver me parece un asunto cuestionable, pues la manipulación en este caso se hace obvia. No estoy defendiendo a Quintero, ni más faltaba, solo considero que no se necesita una campaña de desprestigio en con-
tra suya, el trabajo que ha hecho como alcalde habla por sí solo, y la verdad deja mucho que desear. Con respecto a la empresa fantasma, es indudable que las inconsistencias existen y si Quintero pretende presentarse como un candidato diferente a aquellos que presentan los partidos tradicionales lo está haciendo muy mal. Hay que ser sinceros, no hay diferencia alguna entre Quintero y cualquier otro político y a estas alturas del partido con las situaciones tan difíciles que se están presentando en el país no podemos permitir que otro más salga a decir que entró un elefante blanco a la casa de Nariño y no lo notó. Si lo que Daniel Quintero y los partidos de izquierda pretenden es seguir escalando en la política colombiana lo están haciendo de la manera correcta, claro, como lo han hecho todos a los que critican; con contratos cuestionables, empresas salidas de la nada, y financiaciones ligadas a procesos ilegales. Al final en Colombia hablar de política es vivir en un constante cuento de terror. Y como está escrito en Cien años de soledad: “La diferencia entre conservadores y liberales es que unos van a misa de cinco y otros a misa de seis”.
Breviario: universos paralelos Yonatan E. Gómez Rico
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yegomezr@eafit.edu.co |
@yonatanrico27
Este es el secreto de la felicidad y la virtud: amar lo que uno tiene que hacer. Todo condicionamiento tiende a esto: a lograr que la gente ame su inevitable destino social (Huxley, Un mundo Feliz )
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a vida es una cómica tragedia en la que estamos –como diría aquel hombre de ojos saltones– condenados a elegir. Arrojados a la existencia sin origen ni fin. Considerándonos todo el tiempo en planos y escenarios, ocupando posiciones sociales. Vidas que no hemos podido pensar nosotros, ninguna. Aún así, la cordura de una persona depende de su capacidad para imaginarse a sí mismo en alguna de esas posiciones, e imaginarse feliz. Aprendemos demasiado tarde que las emociones deben ser racionalizadas, que la razón debe ser animada. En repetidas ocasiones, y consideraría que no soy el único al que esto le sucede, siento la nostalgia de la elección no hecha, del boleto no gastado, de la noche a la que no asistí. Nos arrepentimos con la conciencia de que la elección contraria a la tomada debio ser, que esa era la correcta. Los nervios se apuntalan en cada dedo, en cada mirada, en cada respiro. Cada segundo puede ser quien puede ser el que determine la vida en adelante. El arrepentimiento es considerar que uno no se ha podido uno encontrar. Surge, por lo tanto, la indecisión que nos abruma con constancia. Y cuando “nos hallamos”, entonces nos arrepentimos porque no nos vimos con claridad en el pasado. Es
ahí donde reside la tragedia: no somos los que decidieron ayer, los que decidieron esta mañana, y tampoco somos los que no decidieron. Por dos razones. Primero: cambiamos a cada segundo, a cada día, con cada palabra –o con cada silencio aturdidor–. Segundo: sí elegimos aquello que no sucede. Pensar que al haber hecho una elección se ha perdido toda posibilidad de elegir otro camino es una obviedad. Pero, ¿y si no lo fuese?, ¿Y si en realidad esas decisiones que no tomamos pudiesen ser tomadas? Imaginemos que, por cada elección realizada, aquello que la omitimos sión se ejecuta, pero en otro universo. Más aún, todas nuestras decisiones generan universos en los que elegimos lo contrario a lo que hicimos… Cada decisión que tomamos, como leer estas pequeñas líneas, está siendo una entre todas las posibilidades que nosotros mismos –¿nosotros?–, hemos realizado. Estos pensamientos, tal vez, puedan darnos la anhelada percepción de haber hecho todo cuanto se quería en la vida, aunque no necesariamente en este universo.
Ilustración: Camilo José Rivera |
@camilojose
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Abuelo Pablo Sierra Saldarriaga @pablosierra00 Te servís un aguardiente y me preparás un café, hombre nuevo, hombre de fe. De existencia obediente y balcones al poniente. Donde entrelibros me auguras a soledades las curas, y sin alguna advertencia, destilas con mi presencia a tus días la locura.
A Molly María Fernanda Gonzaléz @mafsince99 La cama está vacía hay espacio para que mis brazos y piernas se muevan mis pulmones: buscan un nuevo aire. Si me esfuerzo puedo restaurar la calidez de tu cuerpo el espesor de tu pelaje los callos de tus patas fuertes y tu nariz fría que besé luego de mirar tus ojos. Ahora tu cachorro es una extensión de ti nos abrazamos e intentamos dormirnos para incendiar el frío de esta cama vacía.
Ilustración: Sofía L. Osuna |
@cuerpobaldio
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LOS HIJOS DE
VENUS Susana Blake
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susanablake2810@gmail.com
–Cuando todavía teníamos hombres aquí no había nada de que quejarse. La economía andaba bien y los ánimos de todos se mantenían encendidos y ligeros. Trabajábamos por pocas horas y por pocos días, además. Apenas el sol empezaba a pegar fuerte uno iba buscando adónde irse a tomar algún juguito de frutas frescas, algún licorcito... Descansábamos en las casitas de barro blanco que teníamos todos bajo tierra, oscuras, de pisos fríos, donde entraba luz, pero no calor; charlábamos y nos quedábamos allí hasta que llegara la noche. Cada hombre tenía su mujer y entre parejas se entendían, se querían. Bastaba un apretón para que se olvidara casi cualquier agravio, en tal ligereza vivían casi todas las casas. Los niños eran de todos, entre todos los cuidábamos y nadie sufría por eso. Eran los hombres el verdadero centro de la vida del pueblo. Sus cuerpos, su alimentación, sus rutinas de noche y de día, su educación y sus caprichos: de eso nos ocupábamos todas las mujeres, niñas y viejas. Lo hacíamos con gusto. Y con razón: eran hermosos. Desde pequeñas cuidábamos de todos: hermanos, primos y vecinos. Pero no era un cuidado penoso como el que hay que darle a un viejo; era el cuidado que sale de los senos, de los ojos y las manos de las mujeres con ternura, con una preocupación que place y un afán que se siente deliciosamente en cada tarea.
El sol volvía sus pieles pecosas, delgaditas. Tenían bocas pronunciadas, agudas, de labios morados. Manos alargadas para tocarlo todo y a nosotras, y pelo, mucho pelo en todas partes. Pelo que quedaba en los objetos cotidianos aún cuando ellos ya se habían ido yendo. Ay, cómo fue de desconcertante al principio. Fue una de nosotras la que trajo a este pueblo la infinita desgracia que todavía no termina de desatarse del todo, que acabará con todo lo que queda, con todas las que quedamos; pero no aún, sino lenta, lentamente. A ella ya la desterramos, pero eso no ha servido de nada.
pueblos vecinos o gente que venía de paso.
Estaba embarazada. Como siempre, dimos una fiesta dedicada a la fecundidad de nuestros genes, a la belleza que han cargado por todos los siglos desde el comienzo. Fuera lo que fuese, sería una dicha para todos: un hombre bello a quien cuidar o una nueva bella niña atenta a sus vecinos, presta para acostarse un día con alguno de ellos y seguir con todo lo de siempre.
Los extranjeros decían que nosotras éramos las mujeres más hermosas de todos esos kilómetros y kilómetros de costa. Seguro era cierto, pero qué nos importaba. Habíamos visto mujeres lindas de otros lados, hasta del interior. Pero los hombres solo eran bellos aquí y por eso era que los cuidábamos con tanto esmero.
Hubo muchas embarazadas con ella, pero nunca después. De su vientre no salió un hombre de aquí. Salió un extranjero, un hombre feo, corriente, de afuera. ¿Cómo era posible, si el padre y la madre eran de aquí? Quién iba a saber. Pero vino a quitárnoslo todo, y eso, la belleza, fue lo primero que nos robó.
Ilustración: Lina Gómez Usuga | Parte de cuidarlos a ellos consistía, también, en nuestro propio cuidado. Éramos tan bellas, tan fuertes y agudas como ellos. Nuestros cuerpos igualmente prominentes prestaban atenciones a los suyos. Suena idílico y así era. Ni siquiera el trabajo lograba arrojar sombra sobre nuestras vidas, pues no trabajábamos tanto, solo lo necesario para que todos pudiéramos comer e intercambiar con
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EL COPULAT Maria Camila Gómez Ortiz
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a decisión estaba tomada y el terreno, despejado. Mis nervios y los pequeños vellos negros se deslizaban a la par, jabonosos, por las baldosas del baño. Luego de hidratar y perfumar cuidadosamente, la lencería de encaje negro cubrió lo necesario y un antifaz del mismo color, mi identidad. La Mascarade Society era prometedora y muchos otros como yo habían esperado por más de un año la reapertura del primer pub erótico de Colombia y el más reconocido en la ciudad de Medellín. Al llegar a la dirección esperaba encontrar un extravagante bar, pero la fachada sin letrero era discreta como la de cualquier otro sitio de la zona. Al entrar, en el primer piso, sentí estar en un antro común, con mesas, barra y un tubo de pole atravesando los dos pisos; meseras y meseros en lencería y algunos cuadros e imágenes de genitales. El tiempo pasaba sin novedades, en la expresión de todas las miradas enmascaradas se percibía la sed de morbo, esperábamos algo de esa noche, sin tener muy claro qué. Me senté y pedí un Sunset en llamas; mientras, escuchaba a los demás hablar para distraer sus ansias. Guiaban la conversación a temas sexuales para no desperdiciar el entorno: experiencia más rara, mejor encuentro sexual, posición favorita, peor polvo y, por último, expectativas de la noche. Todos respondían con naturalidad, sin vergüenza de ningún tipo, con la misma facilidad odiosa con la que los taxistas hablan del clima. Ellos y yo teníamos algo en común. Lejos de ser los enfermos, sexópatas, ninfómanas y pervertidos que la gente cree que frecuentan estos lugares; encontraba sinceridad, pulcritud y deconstrucción en todos nosotros. Seres comunes y poco corrientes con fantasías que no temen reconocer, mucho menos cumplir. Sucumbí ante la curiosidad y recorrí el sitio. Vi unas escaleras elegantes, tiznadas de misterio por las luces rojas que las iluminaban y conducían al aclamado segundo piso; o mejor, al segundo círculo infernal donde solo los más lujuriosos llegaban. Había sofás inclinados, en forma de corazón, en círculos, tipo motel, pero más amplios; para las orgías, pensé. Espejos, luces rojas y algunas otras salas ocultas con más de estos. A la derecha, una mesa de billar, un papel tapiz de penecitos morados y un balcón cuadrado, atravesado por el tubo de pole. Comenzó el evento. Antes, nuestros anfitriones nos dejarían claras las reglas del lugar, porque incluso el frenesí las tiene. El consentimiento como principio y fin, todo sería permitido bajo el mutuo acuerdo. La sa-
Ilustración: Tatiana Castrillón | tatocastrillon.com lubridad iría en cada uno, el condón remplazaría al tapabocas esa noche. Todos los atrevidos de arriba estábamos arrumados en el balcón, presenciando el primer show de pole. Desde allí, la perspectiva era otra; la gravedad, el ángulo y la luz lograban que el cuerpo de la bailarina fuera mejor apreciado. Mi excitación comenzó, no por su cuerpo desnudo, ni la pasión de sus movimientos; me emocionaba
la seguridad con la que esa morena se apropiaba de la sensualidad, que no era solo física, sino más bien salía de su esencia misma. Ella lo disfrutaba: ser observada y saberse dueña de la atención de todos. Tan suya y de nadie más, inalcanzable, cercana a la vista, pero imposible al tacto. Entre tanto, sentí el peso de una mirada insistente. Era un joven alto y
delgado de mirada certera; tenía una máscara distinta, dorada, como estilo arlequín que resaltaba por su color y estilo. Parecía un poco desgastada en los extremos, lo que me hizo creer que frecuentaba este tipo de fiestas. Estaba solo, subía y bajaba las escaleras como buscando a alguien, pero siempre volvía a pararse en frente; yo lo miraba también: era claro el coqueteo.
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TORIO Se ubicó a mi lado junto al balcón y por un largo rato ninguno dijo nada. Percibí su aroma: olía a posibilidades. Abajo, comenzaba una suerte de competencia entre algunas invitadas. El baile más sexy en el tubo ganaba. Entre ellas, resaltaba una tímida joven pelirroja, delgada y blancuzca; mientras ella bailaba y yo la admiraba pude sentir unos acalorados dedos bajando por mi espalda. El joven arlequín subía y bajaba sus dedos con lentitud, llegando cada vez más lejos. Allí comenzó una conversación corporal sin palabras. La distancia se fue reduciendo y sus brazos ya rodeaban mi cintura, mi aliento bajaba por su cuello y el calor iba aumentando con cada impulso. Me abandoné en los brazos de alguien que se escapaba de mi conciencia. El cortejo se detuvo. Ambos nos concentramos por un rato en aquella pelirroja que ahora lucía como una diosa en flamantes llamas anaranjadas. Su lencería roja resaltaba entre el monocromático negro de los demás; su vergüenza se desdibujó junto a su ropa. Su baile fue nuestro estímulo, tanto que comenzaba a sentir la dureza de sus ansias en mi entrepierna. Ya era la media noche y las reglas del lugar eran claras. Se nos ordenó quitarnos la ropa. En el templo santo del placer la desnudez es pureza. Fuimos a guardar juntos nuestra ropa, él se desvistió primero y expectante esperaba que yo también lo hiciera, pero las inseguridades me paralizaban ante su buen estado físico. Mientras buscaba excusas veía como la gran mayoría ya disfrutaba de la exhibición. Los culos fueron protagónicos: grandes, con estrías, caídos y con espinillas, deliciosos, libres, seguros y purificados por esa aura desatadora. Me desvestí y me uní a ellos en la pulcritud emancipadora de la casi desnudez. Su mirada me daba seguridad. Podía leer sus intereses por la forma en la que sus ojos recorrían sutilmente mi entrepecho. La música en alto dio inicio al desenfreno y todos nos entregamos desmedidos al placer. Los novatos del centro en poco fueron eruditos, los besos tímidos se convirtieron en desgarradores y sensitivos gemidos, los dos de la esquina que solo bailaban ya gozaban de un experimentado misionero, la mesa de billar facilitó la posición de perrito para otros y así todo lo grotesco se hizo sacro. Nosotros, tan anonadados como deleitados por la multiplicidad de escenas, como un par de voyeristas nos detuvimos a observar mientras el gozo se apoderaba exponencialmente de ambos. Sebastián, que era más alto, me tomo y empotró en una colum-
na, ubicándome casi que con cariño a su altura. Se acercó a mi boca y nos besamos para no dejar de hacerlo en adelante. La posición era incómoda, entonces decidimos ir a lo que bauticé como el Copulatorio. Era la sala más grande y oculta, semi oscura, con espejos y un enorme círculo acolchonado en el centro. Allí, cinco parejas experimentaban despreocupadas el paraíso sexual. Unos estaban siendo azotados, una pareja usaba parafina, otros hacían sexo anal. Se escuchaba el choque de los genitales como pequeños aplausos que se incrementaban a la par en intensidad y placer. Olía a diferentes fluidos corporales que se entendían como una ofrenda en el lugar sacro santo de la perversión. Fijé mi mirada en la bien maniobrada paja que le hacía una chica a su compañero mientras Sebastián dibujaba, con sus dedos índice y corazón, delicadas líneas paralelas encima de mi tanga; notaba que él disfruta sentir cómo mi respiración se aceleraba. Luego, introdujo ambos dedos y comprobó que Marte dejaba de ser un sitio árido y obtuvo un suspiro desbordante. Una mano allí y la otra en mi pezón, ahora duro como una piedra lunar. Atareada, buscaba encargarme también de su virilidad que se levantaba agradecida por mi inédita experticia. Entró en mí calmando mis ansias; entraba y salía, lamía, gemía, rozaba, apretaba, gritaba, me sostenía y jadeamos hasta terminar aliviados en un primitivo orgasmo. Saciamos y superamos la falta de expectativas delante de otros que, indiferentes, se nutrían como nosotros del apogeo sexual. Al salir de allí, levitando en una plenitud antes desconocida, observé a dos especímenes rarísimos entre los jubilosos más experimentales. Eran dos amantes bien conocidos, ungidos por la fidelidad y exclusividad presente entre ellos. No estaban cogiendo como los demás, se consagraban al cariño mismo. Con el calor de un desconocido aún en mis entrañas, anhelé amor. En eso pensaba mientras vimos acercarse a la atractiva diosa roja quien, sin previo aviso, me besó y luego a él y él a mí y yo a ella, hasta entrelazarnos en un ritual erótico sin fin. Faltando diez para las tres de la mañana, la policía y algunos funcionarios de la Alcaldía irrumpieron en el lugar y desalojaron a todos los que nos apurábamos a terminar, con las erecciones arriba y los deseos expuestos, la más increíble noche de desenfreno. Entonces, ellos me tomaron de la mano para dirigirme a lo que sería mi primer trío sexual.
NOTICIAS
CORTAS Nicole Rubinstein | nrubinstea@eafit.edu.co
Red (Taylor’s Version): el renacimiento de Taylor Swift Desde su primera aparición en 2006, Taylor Swift ha sido una de las artistas más reconocidas en el mundo de la fama. Por más de una década ha logrado reunir una impresionante fanaticada que la idolatra y disfruta de sus álbumes. Sin embargo, Swift se ha visto enfrentada a una batalla por la autoría de su música: la compañía con la cual trabajaba antes, Big Machine, fue comprada por el manager de música Scooter Braun. Esto significa que los álbumes de Swift ahora pertenecen a Braun. Es por esto que Swift decidió volver a grabar todos sus álbumes ella misma e incitar a sus fans a que los escuchen en lugar de las versiones anteriores para que Braun no se siga lucrando de estas. El pasado viernes 12 de noviembre, Swift publicó la nueva versión de Red, uno de sus álbumes más famosos. Es la producción más larga que ha sacado hasta la fecha. Con una duración de casi dos horas, el álbum incluye nuevas versiones de canciones icónicas como We are never getting back together y All too well.
El éxito de El Juego del Calamar: segunda temporada confirmada El Juego del Calamar superó toda expectativa y pronóstico cuando se posicionó como la serie más vista en toda la historia de Netflix. La serie coreana generó un efecto muy similar al de La casa de papel: con todo el mundo hablando de ella, replicando los atuendos de los personajes y en general siendo tema de tendencia por varias semanas seguidas. La serie fue tan famosa que su creador y productor Hwang Dong-hyuk ya confirmó una segunda temporada que está
planeada para salir entre el 2023 y el 2024. Los fans de esta serie tienen altas expectativas para la segunda temporada tras el explosivo final de la primera, por lo cual solo nos queda esperar a ver qué preparará Hwang para la siguiente parte de esta historia.
Disney+ adaptará Las Crónicas de Spiderwick Disney+ ha alegrado a muchas personas con la noticia de que traerá a la vida series de libros que fueron famosas en la década de los 2000. Además de anunciar que sacará una serie basada en los libros de Percy Jackson, revelaron que también lanzarán una serie de Las Crónicas de Spiderwick en el 2023. En 2008, Spiderwick fue recreada en una película que fue muy bien recibida por el público. Muchos están a la espera de la nueva recreación por parte de Disney+, así como las demás series basadas en otros libros famosos.
La tragedia de Astroworld El cantante Travis Scott ha tenido muchos escándalos en el pasado, pero quizás este es el peor hasta el momento: su festival Astroworld fue celebrado entre el 5 y 6 de noviembre y una estampida en el público dejó nueve muertos y varios heridos. La estampida comenzó debido a que varias personas se colaron al evento y el lugar se llenó más de lo que su capacidad permitía. Los más indignante es que Scott no detuvo el concierto a pesar de que las ambulancias llenaron el lugar, haciendo que sus fans se cuestionaran si realmente al cantante le importa la seguridad de quienes van a sus conciertos. A pesar de que Scott publicó una historia en su cuenta de Instagram disculpándose, las críticas continúan lloviéndole.
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RELATOS DE UN INTERPRETE DEL ROCK David Ochoa | dochoas@eafit.edu.co |
@esetal__ochoa
Cantando la historia de Juan José Moreno Gómez... Músico, poeta, amante del romance y estudiante de EAFIT “Canción tras canción, El Diestro fue dibujando la imagen de aquella chica de Laureles que rompió su corazón”. Esa frase del artículo Como el amor y la música, escrito en el periódico Nexos por Lucy Ortega, trajo a mi mente la idea de cuán triste y llamativa es la figura de la pareja que rompe el corazón de los artistas. Son muchos los poetas, pintores, escritores y músicos que han usado su arte para decir “adiós”, “te amo” o simplemente maldecir con hermosura a esa persona que es o fue su inspiración.
medida que avanza la canción, la sonoridad se vuelve bonita, como si ella fuera la cura”.
Luego de leer ese texto supe que tenía que conocer al Diestro, el vocalista de La Parrokia; una semilla del rock que habita entre los callejones de Medellín. Me tomó dos llamadas y un mensaje de texto alcanzar a este personaje que resultó ser un estudiante de música de Eafit: Juan José Moreno Gómez.
“Por supuesto que aún tenemos para ver
Acordamos encontrarnos en un parque de algún barrio de Medellín, rodeado de perros, ambientado con los gritos de los niños y las conversaciones entre tenderos y ancianos de las cuadras aledañas. Antes de ir a la entrevista escuché toda la discografía de la banda, una mezcla entre romance, desamor y un poco de misticismo. También descubrí que El Diestro es un amante empedernido y hasta comencé a sentirme identificado con sus poemas melódicos. No había libreto, ni preguntas. Llegué a ese parque para conversar con un desconocido como si fuera un amigo de toda la vida. Sentía que conocía todo de él, porque eso es lo que hacemos todos cuando escuchamos las canciones de los artistas.
Pero esta canción, que está próxima a estrenarse, no es solo una muestra de dependencia emocional. Este “tema” representa la facilidad de un amante del romance para enamorarse y exagerar sus recuerdos y experiencias. El Diestro tiene la costumbre de hacer de su vida una hipérbole y luego volverla canción. PELÍCULAS
Tantas series en donde tengas que mover Tu sillón y el mío Más juntos por el frío Sin pensar que pronto Me habré de despedir”
Imágenes: Cortesía La Parrockia Debo irme
Un lago era todo lo que había
Antes de volverme arrepentir
Excepto por vos”
Lo hago por ti (…) Tanto te quiero que mejor te dejo ir”
El abrebocas de nuestra charla fue Eafit, pues los rockeros que conocía estudiaban en la Universidad de Antioquia y en Bellas Artes. Entonces, Juan José abrió mi panorama y me explicó lo completo y atractivo que es el programa de música en la Universidad. Al terminar este tema, encendimos un bafle y comenzó a narrarme parte de su historia a través de sus canciones.
En grado décimo, El Diestro conoció a La Maga, una mujer con quien tuvo una relación clandestina y dañina. Un día, decidido a alejarse, fue a su casa y le dijo: “En este momento vamos a fingir un beso de telenovela, así increíble”, y ella le respondió: “Esto no es fingido, esto es real”. Al salir de esta última cita recibió una llamada: “Juan, su mamá se accidentó”. A raíz de una cadena de sucesos dolorosos, El Diestro se alejó de la mujer y fue ahí cuando escribió Náufragos bajo la premisa de que “el mejor regalo que le puedes dar a una persona es su libertad”, pues Juan José no creía necesario hundir junto con él a La Maga.
NÁUFRAGOS
EUKARÍSTIA
“Quisiera ser más valiente y hallar la solución Sin dudar
“Cuando aún no había estrellas en el cielo Y la vida era una historia del pasado
En esta canción reside la esencia de la banda. El Diestro comenzó este proyecto hace un par de años y su idea con la banda, así como con esta canción, es la de mostrar melodías que parezcan dedicadas a divinidades o a divinas realidades. CORDALES “Y están ahí y ese dolor es tan real como la lluvia pero qué tiene de real todo eso de afuera la ventana da a lugares insalvables pero yo estoy a salvo acá con vos no sabe nadie que me duelen tanto pero vos me estás curando cada día que pasa” En palabras del Diestro: “Se me salieron las cordales y mientras me estaba muriendo pensaba en esa parcera que me estaba enloqueciendo y sabía que necesitaba componer algo. Entonces hice una sucesión de acordes que están enfermos, que están envenenados. Y a
Esta fue la última canción que escuchamos. Es la trama principal del álbum de la que Lucy habla en su texto. El Diestro comenzó a ver películas con una amiga suya de Laureles y, lamentablemente, como a muchos nos ha pasado, sintió que se había enamorado, pero al ser una amiga sabía que era impertinente decirlo. Tres semanas después de grabar la canción decidió enviársela, y a pesar de preferir no contar cuál fue la respuesta, admitió que sin duda le rompieron el corazón. Esta historia resulta repetitiva y deprimente, pero para un cantante toma el papel de una obra de arte.
Antes de terminar nuestra conversación, llegó al parque una amiga del Diestro. Después de escucharnos hablar un par de minutos sobre las historias de amor y desgracia de Juan José, esperó a que ambos estuviéramos en silencio y dio cierre a nuestro encuentro diciendo: “En resumidas cuentas, con El Diestro si a uno le va bien le escribe una canción y si le va mal le termina escribiendo un álbum entero”. Tras ese comentario no hubo más para añadir. Escuchamos una última vez Películas y los dejé en el parque mientras caminaba de regreso a mi casa tarareando los coros de La Parrokia.
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JUSTICIA EN LLAMAS La lucha por la reconquista del Palacio
Simón Monsalve Orozco | smonsalveo@eafit.edu.co |
@simon.monsalveo
Miércoles, 6 de noviembre de 1985 22:00 horas Durante las últimas diez horas el país y el mundo han permanecido en suprema confusión y angustia. A las 11:00 de la mañana, siete guerrilleros del Movimiento 19 de abril vestidos de civil ingresaron con poco esfuerzo a los corredores del Palacio de Justicia, sede del Consejo de Estado y la Corte Suprema de Justicia. Para las 12:00 del meridiano el número de los insurgentes habría aumentado a treinta, según informa el Ejército Nacional, y ya se habían tomado el edificio con más de trescientos civiles; entre empleados, magistrados y visitantes. Las fuerzas armadas no dudaron en responder. Desde entonces, la Plaza de Bolívar, que había visto nacer y crecer a la patria, presenciaba un evento sin precedentes: el glorioso Ejército Nacional –representado en las tropas del comando F2, el batallón guardia presidencial y la décimo tercera brigada– se hacía paso en la sede de las Cortes a fuego abierto sin discreción alguna. Las altas Cortes –defensoras de la Constitución y el Estado de derecho– han sido alcanzadas por la sangre del conflicto que jamás, en la historia del pueblo colombiano, se había atrevido a atentar contra el corazón mismo de la nación. La justicia, entonces, ha quedado presa de la fuerza y coartada por el fusil del enemigo y del Estado mismo. Para la una de la tarde, la duda que carcomía a todos los colombianos se tornó en una aterradora certeza. Luis Otero Cifuentes, comandante del M-19, anunció en la radio nacional que todo había sido el resultado de una operación militar denominada “Operación Antonio Nariño por los Derechos del Hombre”, que tenía por objetivo hacerle un juicio político al presidente Betancur. La respuesta fue contundente. Al comando del teniente coronel Luis Alfonso Plazas Vega, las fuerzas armadas iniciaron la retoma del Palacio. Tres tanques Cascabel arremetían contra las
Ilustración: Manuela Restrepo entradas del sótano del edificio, permitiendo la entrada de los militares que, sin dudarlo, abrieron fuego. A eso de las 3:00 de la tarde, Colombia entera se estremeció al escuchar en la radio Todelar el clamor de Alfonso Reyes Echandía, el presidente de la Corte Suprema, quien permanecía dentro de las instalaciones como rehén de Otero. Dijo Reyes con desesperación “Estamos en un trance de muerte. Ustedes tienen que ayudarnos. Tienen que pedirle al gobierno que cese el fuego. Rogarle para que el Ejército y la Policía se detengan… Ellos no entienden. Nos apuntan con sus armas. Yo les ruego que detengan el fuego porque están dispuestos a todo… Nosotros somos magistrados, empleados, somos inocentes… He tratado de hablar con todas las autoridades. He intentado comunicarme con el señor presidente, pero él no está. No he podido hablar con él”. Lo más escalofriante era el silencio del presidente de la república. En las
calles se escuchaba con indignación: “¿Cómo es posible que el presidente de la república no le responda el teléfono al presidente de la corte?”. La única respuesta por parte de la jefatura de Estado fue enviar al director del socorro nacional, Carlos Martínez Saenz, quien fue retenido por las fuerzas militares sin poder ingresar a las premisas. El coronel Plazas Vega salió unos segundos del Palacio en llamas para ser interpelado por los periodistas que lo esperaban ansiosos a las afueras. El coronel les pidió que no se acercaran mucho, pues todavía había reductos de resistencia. Uno de los periodistas le preguntó por la decisión de las fuerzas regulares; la respuesta fue directa y retumbó junto con el sonido de los cañones a unos pocos metros: ¡Mantener la democracia, maestro! El caos continuó hasta las horas de la noche. Toda la nación permaneció sintonizada escuchando el minuto a minuto de lo que sucedía en la capital. Sin embargo, el desasosiego
fue profundo cuando a las 8:02 de la noche, Juan Gossaín, de RCN Radio, suspendió los anuncios de la angustiante encrucijada de la fuerza pública y los rehenes del Palacio para anunciar el inicio de la transmisión de la octagonal, la liga final del campeonato de balón pie en Colombia. El público se inquietó, recordando la última vez que la radio dejó de transmitir un evento de tal envergadura y la violencia que trajo consigo, por allá en el 70. Algunas fuentes cercanas al Palacio de Nariño arguyen que el cubrimiento de los hechos fue suspendido por orden de la ministra de comunicaciones, la dra. Noemí Sanín, en contra de los deseos de los corresponsales. Siendo así, al son de la algarabía provocada por los tiros al arco de Millonarios y el Unión Magdalena, transmitida a toda la nación desde el Campín, en la plaza de Bolívar aún se oyen los tiros de los fusiles, los petardos y los cañones, que hacen eco en el silencio de una nación entera que guarda vigilia.
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LOS DESEOS Salomé Arango Botero | sarangob1@eafit.edu.co
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“Un deseo es algo que se realiza, si es que uno está dispuesto a perderse un poquito en ese paso”. Luciano Lutereau
odos conocen esa sensación previa cuando se sopla la vela para pedir el deseo más anhelado, o cuando una pestaña se posa sobre la mejilla; se cierran los ojos y se imagina aquello que se quiere, o cuando se logra ver el destello del cometa más rápido en el cielo; se añora por los sueños. También cuando preguntan por ahí qué es lo quieres hacer en la vida. Existe una creencia que dice que los deseos no están hechos para cumplirse, sino solo para el anhelo. Porque una vez se cumplen algo de cada ser se pierde. Fanny Buitrago, escritora nacida en 1943 en Barranquilla, describe en sus historias esos deseos que están tan presentes en la vida del ser humano. Con gran trayectoria en la novela, en el cuento y en el teatro ha ganado premios como el Nacional de Teatro en Cali, el Premio Villa de Avilés y el Premio Felipe Trigo. La editorial EAFIT recopiló varias obras de la autora, algunas inéditas y otras ya publicadas, para realizar una antología llamada Cuentos (2017) que reúne veinte relatos de Buitrago. Las historias están envueltas en el mar del Caribe, en islas y en tradición costera. Los personajes encarnan al ser humano soñador que anhela estudiar teatro, conseguir una casa en la playa o casarse con el amor de su vida. En esos cuentos algo de cada personaje se pierde por los sueños que alguna vez desearon. Tres cuentos serán los seleccionados: New York, New York (2017), Sirena del Caribe (1976) y Mar insomne (2010). Los tres comparten finales pesarosos, esos que se acercan a la realidad. New York, New York narra la historia de Lorenzo Andrade: un joven que desea estudiar teatro, pero sus padres no están muy a gusto con esa decisión. Lorenzo “quería a Bogotá y a Bogotá, la ciudad de lo impensable, de la lluvia y de los árboles, ir a estudiar teatro, lo cual había escandalizado a toda la familia”. Sin siquiera llevar la mitad de sus es-
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@salomearanbo_b
tudios el muchacho tiene que huir por haberse visto inmiscuido, indirectamente, en zonas de la mafia de su país. La historia termina con el consejo que su padrino le pide: “Tienes que salir del país enseguida, ¡y felicitaciones! Ahora puedes estudiar en Nueva York, Madrid, en París o en Moscú”. Aquel sueño se le resbaló entre los dedos.
Esta idea se contrapone al concepto de Occidente donde es visto como un motor movilizador e inspirador para vivir. No obstante, pensar en el deseo de forma tan idealizada es sumergirse en un mundo alejado de la realidad. Precisamente, esto es lo que nos muestran los cuentos de Fanny Buitrago. La autora nos invita a preguntarnos ¿qué es lo que se pierde cuando los sueños se cumEn Sirena del Caribe Buitrago plen? ¿la vida misma, una parte de cuenta la historia de Leandro Palella? ¿El pasado? ¿El presente? ¿El ma, un hombre que compró un temismo ser humano? rreno al lado del mar porque era su sueño. Lo describe como “el deseo Lo único que le es verdaderamente vehemente, nostálgico, por el dis- propio al ser humano es el deseo. frute de un pedazo de tierra”. Este Sin embargo, su incesante persecurozaba los límites con la obsesión. ción, como nos demostró Buitrago En la historia del señor Palma ese en el relato de Damaris Wilson, consueño que tanto anhelaba y que duce a una irremediable pérdida de luchó para conseguirlo le costó la nosotros mismos. Esta idea budista, vida. Algo tiene de razón el filó- junto con la psicoanalítica, aterriza sofo argentino Luciano Lutereau la idea que se tiene sobre los deseos. en su ensayo Una enfermedad lla- En los tres cuentos, los personajes mada “deseo” (2021) cuando nos sufren y sacrifican amistades, amodice: “Un deseo es algo que se rea- res, la familia, sus propias vidas liza, si es que uno está dispuesto a para que sus sueños se vean cumpliperderse un poquito en ese paso”, dos. Esto último se relaciona con la el señor Palma se fue perdiendo en idea capitalista de que debes esforel camino hasta verse asesinado zarte por conseguir lo que quieres, por la envidia del ser humano. sin embargo, no se enseña al ser humano a disfrutar, sino que su vida se En Mar insomne, Damaris Wilson, convierte en una perpetua búsqueda una muchacha de buena familia, de los sueños, en la cual la única vez se enamora de Josué Guevara, un que le son suyos es al momento de amante de los caballos que es poco pedirlos, porque una vez se cumplen querido por la familia Wilson. dejan de serlo, se pierde el control Los padres “no imaginaban que sobre estos y los otros entran a juDamaris soñaba con el príncipe a gar un papel que antes no tenían. El caballo que la libraría de limpiar, deseo deja de ser algo privado para fregar, sacudir, despertar cada maconvertirse en algo público, que les ñana para complacer a las voces pertenece a todos, donde todos toexigentes”. Una vez que se dieron man partida y opinan. cuenta de este amor pañamán, el padre planeó la boda sorpresa con Algo de cada ser humano se sacrifica el hombre deseado: cachaco, pero para poder conseguir sus metas y a de mal corazón. Finalmente, lo su vez se ven interrumpidas por los que nadie podía impedir “es que otros: Damaris pierde a su amor por Damaris Wilson [...] tuviese pen- culpa de sus padres, Lorenzo debe samientos propios, acceso a los irse de su lugar soñado por conocer libros que sacaba de la biblioteca los movimientos de un narcotrafipública, ideas concretas acerca del cante y el señor Palma pierde su vida futuro. Su presente estaba allí, al porque lo asesinan los vecinos envialcance y, además, el deseo”. diosos. Una vez estuvieron cumplidos se los arrebataron de las manos y En el budismo el deseo es considealgunos ni pudieron disfrutarlos. rado la causa de todo sufrimiento.
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NO LLORAR Pablo Patiño |
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l jueves 18 de noviembre del presente año te mandé un mensaje donde te invitaba a ver juntos la última película de Wes Anderson. —¿Nos vemos este lunes para ver la película? Sería otra cita, debemos recuperarlas, y la película te gustará, te lo prometo. No la he visto, pero estoy seguro de eso. Te prohíbo verla con alguien más, prohibido verla sin mí. Durante cuatro días no existió respuesta, el lunes de la película respondiste a la 1 de la tarde: —No podré ir.
El siguiente artículo está dedicado a S******* A******* y debe leerse mientras suena de fondo la canción “Aline”, de Christophe (el verdadero Tip Top), en caso de tardar más la lectura que la música, ésta última debe repetirse hasta acabar ambas al unísono.
Fui por mi cuenta, y aquí te traigo las razones pérdidas para ver juntos The French Dispatch —usaré el título en inglés porque sé que lo estás practicando—. Se ha dicho que Wes Anderson es el director vivo con el estilo más reconocible. Es ésta, su décima película, donde se da la aglutinación de todos sus atributos, no es gratuito entonces que sea la primera narrada en episodios casi autónomos. Es también un excelente milagro shockeante para un espectador que, como vos, no ha visto nunca alguna de sus películas. Empezar por la más fresca, la más madura, la más reciente, la más rápida —aunque esto pueda jugar en su contra—. Empezar por el final, como el final de un beso que es la separación, lo cual es al mismo tiempo su inicio, creando un bucle de separación-unión-separación-. Verla en el año de su estreno es una gran oportunidad, no como una obra maestra aislada, sino como el último fruto de una gran carrera maestra. Y sí, soy consciente de mi excesiva adoración hacia Wes Anderson (como hacia ti) sin embargo, la defiendo porque siento que muchas veces se escapan razones para adorar a este director, es decir, en contra de todo los que se dice sobre él, creo que está infravalorado.
@pat_patinson
Salgamos pronto de lo que siempre se dice de él y que encontrarás en cualquiera video ensayo flojo de Youtube. Wes Anderson crea planos hermosos, es el rey y dictador de la simetría en la actualidad, de los colores pastel, de la ola hípster y de la melancolía por lo viejo y por las modas de antaño. Todo esto parece ser dicho por personas con ojos que saben ver pero no leer. Porque Wes Anderson es, además de director, escritor y guionistas de casi todas sus películas, labor donde destaca por su profundidad en el estudio de las relaciones humanas y por su incandescente creación de personajes. Es un gran narrador, además de un gran estilista, de un gran acomodador de espacios y colores. Sin embargo debo decir que The French Dispatch sufre un poco por su entrada en un campo nuevo para Wes y es de la narración episódica separada como un libro de cuentos. En dos de las tres historias principales de la película se nota la dificultad para terminar la trama, y siendo la primera la que menos adolece y la última la más sufrida, se puede criticar la elección en la repartición, el espectador —o podríamos llegar a decir que el lector— se cansa un poco con la última historia, la más floja de todas, por lo tanto, una reacomodación de las historias del original 1-2-3 a 3-2-1 o 2-3-1 o 3-1-2 podría ser la solución para esta fatiga. O la solución también podría ser ir a verla con alguien que ame a Wes y que esté constantemente dando cariñosos codazos o apretando la mano y señalando la pantalla con la promesa de que todo valdrá la pena. Es la primera película de Wes que adolece de esto, y por lo tanto haberla visto contigo hubiera sido un buen experimento.
Sin arruinar tramas ni adelantarnos a los que no la han visto, aunque algo me dice que simplemente olvidarás mi petición y nunca la verás, o la verás y olvidarás que era tan importante, es necesario decir que la película es también una carta de amor a la libertad, a la pintura, al cuerpo femenino, al amor entre hombres, a la política, a la juventud, a Timothée Chalamet (más que a nadie más), al lenguaje, a Francia, al padre y al hijo, a la animación, a la música, a los amores sin edades y a los amores tristes. Primordial, crucial, indispensable verla acompañado. Es una de las ventajas de la decisión de historias separadas, lograr la sumatoria de temas, muchos de los cuales no habían sido tocados antes en su filmografía. Esa sumatoria de temas y amores demuestra lo importante que es verla acompañado, sin importar el estado o la naturaleza de la relación de los espectadores, encontrarán una luz o una verdad en las historias de The French Dispatch, una conexión, no importa si es artificial o postiza, son relaciones nacidas e inspiradas en un estilo que logra belleza en la ultra preparación de todo: escenarios, diálogos, tomas y maquetas.
El motivo general de la película, que se repetía como un mantra irónico, es el letrero y la máxima en las oficinas del editor Arthur Howitzer Jr., donde se pide, o se obliga a “no llorar”. Imposible tarea teniendo en cuenta las circunstancias de ausencia y abandono en las que éste servidor presenció la última película de Wes Anderson, con algunas falencias y por primera vez con éste director, con algunos excesos —específicamente el de la rapidez— sin dejar de ser una película hermosa, inteligente, una obra de arte necesaria de presenciar en el año de su Casi todos los videos que se enestreno para hacer parte de la pequecuentran en español al momento ña historia de la décima película del, de escritura de este artículo, en ojalá muy duradero, Wes Anderson. especial los grabados en español, definen la película como una carta Salí del cine obligado a romper las de amor al periodismo, siendo una reglas del editor y las mías propias: idea cierta pero corta. vi la película solo y lloré.
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ENTREVISTA A IVÁN HERNÁNDEZ, FRAILEJÓN EDITORES Matilda Lara Viana
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matildalaraviana@gmail.com |
@matildaconaaaaa
Cuidamos los libros como los frailejones del páramo cuidan el agua – Frailejón Editores
I
ván Hernández es fundador de Frailejón Editores, editorial independiente antioqueña que desde 2013 ha enamorado a los lectores con sus libros para la sed del espíritu. Iván fue editor de Norma, la editorial colombiana, durante cerca de 15 años. Allí dirigió una importante colección para público escolar: Cara y Cruz. A su cargo se publicaron algo más de 120 títulos, que contenían no solo la obra sino comentarios críticos sobre la misma y el autor. Tras su jubilación, el amor por la labor editorial lo llevó a crear su propio proyecto: Frailejón Editores. ---¿Cuál fue su inspiración para el nombre de la editorial? Los nombres surgen un poco al azar. De joven solía visitar los páramos, sobre todo las regiones cercanas al Nevado del Tolima. El paisaje y el ambiente me impresionaban mucho. Incluso escribí una novela, Las hermanas, cuyo escenario es una región cercana al nevado. Se trata de la historia de dos mujeres que viven solas en esos parajes. Sin embargo, el verdadero protagonista de ese libro, más que los dos personajes, es el paisaje, el viento, la zona nevada. Las hermanas es un libro silencioso, en el que la naturaleza juega un papel importante. En esas excursiones conocí los frailejones; plantas hermosas que no solo nos regalan su belleza, sino que también cuidan el agua; de ellos depende la supervivencia del agua, y de esta la del hombre. Y volviendo a Frailejón Editores, creo también que de la supervivencia del libro depende, en algún sentido, la supervivencia del hombre. ---¿Qué diferencia a Frailejón Editores de otras editoriales? No sé qué nos diferencia; sé, más o menos, qué es Frailejón.
Hay dos cosas que caracterizan a Frailejón Editores: una, somos una editorial que no publica sino literatura; y en literatura, solo nos atenemos a la calidad literaria de lo que publicamos. Las razones del mercado tratamos de no tenerlas en cuenta. Tal vez el hecho de ser una editorial que no tiene gastos administrativos importantes nos da la posibilidad de que primen los criterios de calidad. Es también esa la razón por la cual apostamos a géneros de la literatura que no gozan del favor de amplias masas de lectores; me refiero a la poesía y al ensayo literario. Adicionalmente, tratamos de que los libros de la editorial sean objetos bellos. Creemos que las palabras que contienen merecen estar muy bien dispuestas en el papel, pues el libro es el receptáculo de la labor espiritual del escritor. Es decir, le concedemos al libro la belleza y el valor que ha perdido con el tiempo y que creemos que debe recuperarse. --¿De qué está compuesto su catálogo editorial? Estamos convencidos de que, en una época de sequía espiritual como esta, la poesía es el mejor y el más refinado alimento para el espíritu. Creemos que es la más excelsa, la mejor expresión del espíritu humano. Es por esto que la mitad del catálogo de Frailejón es de libros de poesía. Contamos con libros de algunos de los mejores poetas colombianos e hispanoamericanos de hoy. Además, con varios libros de autores colombianos del pasado, algunos de ellos a los que no se había vuelto a publicar. También, con una selección de clásicos de poesía, especialmente española. Contamos con una colección de ensayo, ya que pensamos que en un momento de confusión como el que atravesamos es indispensable una reflexión a partir de la razón, del conocimiento, del espíritu, sobre lo que es la vida, el arte, la naturaleza; en fin, sobre la razón por la que vinimos a este mundo. Además, tenemos una colección de narrativa joven, pues aspiramos a que en las páginas de la editorial se den a conocer voces nuevas que nos parecen importantes, sobre todo de escritores colombianos. También, algunas pequeñas colecciones de cuadros de costumbres, libros de navidad, clásicos de la novela de amor. Tratamos de que el catálogo sea selecto, de manera que los lectores
Imágenes: Cortesía Frailejón Editores | sientan confianza cuando compran un libro de Frailejón. Aspiramos a que, en un tiempo, ojalá no muy lejano, los lectores identifiquen a la editorial con la buena literatura. Que sepan que si un título o un autor que no les es familiar ha sido publicado por nosotros, es porque es bueno. --¿Qué se ha publicado este año y que viene para el 2022? A la fecha hemos publicado alrededor de 100 títulos de buena literatura. Entre las más recientes se encuentran El canto de las moscas, de María Mercedes Carranza, que fue un éxito en la Fiesta del Libro de 2021. Otros títulos de este año que han sido bien acogidos por los lectores son, entre otros: Los apuntes de Humboldt de Daniel Montoya, Blues de la gran ciudad de Cesare Pavese, País de Yolanda Pantin. Acaba de aparecer un libro de Ernesto Volkening, García Márquez o el Trópico Desembrujado, una selección de la obra del maestro hecha por Santiago Mutis. También, la Carta de Jamaica
@frailejoneditores
de Simón Bolívar, acompañada de una semblanza muy hermosa, como todas las suyas, de José Martí. Estamos trabajando en un libro de narrativa llamado Hilos. Es la obra primera de su autora y se trata de un testimonio duro y doloroso de la vida matrimonial de una mujer casada con un hombre importante. Es un libro escrito con sinceridad, casi con rabia. También damos los últimos pasos para la publicación de un nuevo libro de Nelson Romero Guzmán, poeta entrañable para Frailejón. Se titula Proverbios y Cantares y su inspiración fue el gran pintor flamenco Brueghel, el Viejo. Es una aproximación libre, divertida, erudita y bella de un poeta enamorado… --Frailejón Editores es un proyecto literario que confía en el libro como entidad portadora de respuestas y que ha logrado, con sus ediciones, contribuir al crecimiento del mercado editorial. Tener un libro de Frailejón en casa es albergar una pieza única, en la que el amor por la literatura se hace explícito.
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El perseguido Andrés Vélez Cardona | avelezc10@eafit.edu.co |
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esde hace años vivía en el diminuto pueblo de Forabia a unos cuantos kilómetros de un puerto del mar Caribe, nunca tuvo inconvenientes con nadie allí. Sus vecinos eran como las hormigas, hacían sus roles heredados mecánicamente durante toda su vida y él encajaba en esa colonia. Hasta los últimos segundos del desgaste de su cordura, siempre vio los mismos rostros claros de ascendencia europea. Creía respetar a cada persona por lo que era, sin importar la apariencia de quienes se acostumbró a ver. Su rutina era monótona incluso en los caminos que tomaba para llegar a su casa, teniendo un orden para cada variación posible. Durante esas fechas fingió pasar por alto una noticia de un barco que llegó al puerto lleno de inmigrantes sin pasaporte, a los que les darían residencia por un tiempo mientras el resto de los países aportaban una solución. Él aparentaba su tranquilidad, se profesaba aislado de los problemas por fuera del pueblo, sin embargo, las inquietudes alrededor sobre la seguridad iban en aumento por los rumores sobre las probabilidades de foráneos llegando sin aviso a delinquir.
@avcandres1
Pasó algunas semanas sin tener mayores preocupaciones que las ya forjadas por su rutina, pero hubo un instante, mientras regresaba a su casa durante una jornada de sol, en que sintió un leve cosquilleo que le recorrió la nuca, una desazón producida por la sensación de ser observado. Volvió la mirada al camino recorrido con la sospecha de haber visto algo tras el muro que había pasado. Seguro de sí mismo, se devolvió a la esquina solo para percatarse que no había nadie cerca. Resopló con tranquilidad, aunque se devolvió desconcertado decidido a usar otra de sus rutas favoritas a la tarde siguiente.
lleno de rasguños en el rostro, que se le quedó mirando un par de segundos con una fijeza desafiante, dejando vislumbrar la malicia en sus ojos. Estaba allí para observarle, quería algo de él, su dinero, su vida o tan solo el placer de su miedo, no estaba seguro, mas no dudaba del peligro inminente en el que se encontraba. Tomó fuerzas al recordar que estaba en su entorno natural, donde el resto de su colonia lo apoyaría, se dio la vuelta y caminó firme al lugar en el que había visto al hombre, solo para encontrarse con un armario viejo que le obstruía la vista. Su perseguidor había escapado de nuevo.
Los próximos días caminó nervioso: miraba por encima del hombro cada tantos pasos, caminaba apresurado y tomaba decisiones de último segundo al voltear por las esquinas. Había notado en varias ocasiones que alguien le seguía el rastro y recordó que por las calles se corría la voz de lugareños viendo entrar inmigrantes al pueblo.
No era la primera vez que le pasaba y sabía que no iba a ser la última. Los nervios se apoderaron de todo su cuerpo, salió a paso apresurado por la esquina de la iglesia, cruzó la calle divisando, tras una viga, una figura musculosa que, en vano, trataba de ocultársele. Comenzó a correr, no soportaba más la idea de ser seguido, observado, estudiado; cambió sus usuales pasos dando vueltas en círculos tratando de despistar a su acosador. Fue gritando por las cuadras hasta llegar a la puerta de su casa que tiró tras de sí, poniéndole llave y corriendo muebles para tapar todas las posibles
El miedo se intensificó luego de una caminata a mediodía. Mientras pasaba por los comercios en la plaza principal del pueblo, creyó ver en el reflejo de un espejo a un hombre corpulento, oscuro,
Ilustración: Juan Guillermo Durán @lavidademems entradas. Dejó una lámpara prendida y de tanto en tanto miraba por las ventanas, esperando tranquilizarse. Los instantes de calma se perdieron en el aire. Mientras pasaba de una habitación a otra pudo notar la forma inconfundible que desde hace días lo seguía. Se agitó y su mejor reacción fue encerrarse con un teléfono para pedir auxilio. Marcó, pero antes de que alguien le pudiera hablar, dejó escapar con voz desesperada unas palabras confusas. Cuando por fin llegaron, lo encontraron tirado en el suelo temblando de miedo. Detrás estaba, encorvada y medio temblorosa, una figura lóbrega, siguiendo sus movimientos con la misma inquietud de su perseguidor.
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EN MEDELLÍN ESTALLA LA NAVIDAD Juliana Heredia
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Mariana Arango Trujillo
jherediab@eafit.edu.co |
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marangot1@eafit.edu.co
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“Volará Medellín en pedazos una vez más, así como voló con Escobar y sus secuaces”, Jorge Franco en la novela El cielo a tiros.
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inalizaba el último día de noviembre de 2003. El cielo se rompía y amenazaba con caerse sobre la ciudad de la eterna primavera. Los pirotécnicos volaban en silencio, se suspendían y luego estallaban como una bomba que detona en la guerra. Algunos recuerdan esa noche como la más iluminada de Medellín, el principio de una mala tradición o el día en el que perdieron a un ser querido. De lo que no cabe duda es que el estruendo, desde el 25 de noviembre, se debía a la desmovilización de más de 800 hombres del Bloque Cacique Nutibara de las Autodefensas Unidas de Colombia al comando de alias Don Berna. Y que, a su orden, se repartió pólvora en distintas comunas para hacer presencia y festejar la reintegración de los hombres a la sociedad. Desde ese momento los estallidos en la ciudad el 30 de noviembre son costumbre. Desde los años 90, cuando los narcos coronaban un cargamento de droga también tiraban pólvora, que muchas veces era confundida con disparos. Los voladores se elevaban como una alegría, pero su estallido solo traía temor. La relación entre La Alborada, el narcotráfico y el paramilitarismo es estrecha porque, inclusive, muchos de los estallidos son en honor a Pablo Escobar, por su cumpleaños el primero de diciembre. Los fuegos pirotécnicos, chispitas mariposas y voladores anuncian la llegada de las festividades decembrinas; las luces en el cielo y los globos que adornan la noche indican que se vienen fechas de alegría. Sin embargo, este es el panorama para los que pueden observar el espectáculo desde lejos, pero para otros, aunque resulte paradójico, el mes de diciembre representa un gran peligro.
¿A cuántos muertos equivale un segundo de pólvora? La fabricación, almacenamiento, transporte, manipulación, comercialización y uso inadecuado de la pólvora se intensifican entre el 1 de diciembre y el 16 de enero y son los menores de edad los más afectados por la pólvora, ya que al manipularla muchas veces sin supervisión de un adulto se exponen a ser gravemente heridos. Las cifras de casos de niños quemados son elevadas, y cada navidad, año nuevo y día de velitas son más altas. A nivel nacional, del 2019 al 2020 hubo 839 casos de lesionados por pólvora pirotécnica e intoxicados por fósforo blanco, mientras que para el periodo del 2020 al 2021 hubo 725, de acuerdo con las cifras del Instituto Nacional de Salud. Por otro lado, Sivigila informó que en el departamento de Antioquia se reportaron 100 lesionados en el periodo del 2019-2020 y 70 en el siguiente periodo. Las lesiones navideñas, por desgracia, son casi tan comunes como las natilladas en el último mes del año; y además del 7, 24 y 31 de diciembre, el 30 de noviembre es un día muy explosivo y riesgoso. Además de los cientos de quemados y de personas fallecidas por pólvora, es relevante también mencionar las consecuencias ambientales. Medellín no se caracteriza precisamente por la buena calidad de su aire, y la quema de pólvora contamina aún más el oxígeno que se respira en el Valle de Aburrá. La pólvora está compuesta por químicos como el azufre y el nitrato de potasio; y metales pesados como el cobre, níquel y selenio; todas ellas sustancias altamente tóxicas que son liberadas al aire y que pueden ocasionar problemas respiratorios. Incluso, pueden causar lluvias ácidas, pero solo vendría bien un di-
luvio en el día de la Alborada para menguar la pólvora y los perjuicios innecesarios al medio ambiente. Ahora, ¿qué hay de los animales? Ellos también se ven afectados en estas fechas debido a que la audición de los perros y gatos, por ejemplo, es muy sensible: pueden escuchar los estallidos de los fuegos artificiales hasta siete veces más fuerte que el oído humano. Las bonitas luces de colores que danzan en el cielo oscuro hacen que las mascotas se desorienten, se pongan nerviosas y que su ritmo cardiaco se acelere. Lo mismo sucede con los animales silvestres y las aves. El sonido de la pólvora genera altos niveles de estrés, lo que provoca que huyan a la carretera, choquen con cables de electricidad y edificios. Los héroes contra el fuego Sin lugar a duda, el cuerpo de bomberos es la entidad encargada de atender la mayoría de los accidentes provocados por la pirotecnia en las fechas mencionadas y por ello es relevante diferenciar las modalidades que existen según la ley 1575. Los cuerpos de bomberos voluntarios son empresas privadas de carácter social, sin ánimo de lucro, dedicadas a prestar un servicio a la comunidad. Los bomberos aeronáuticos son los encargados de los accidentes en los aeropuertos. Y los bomberos oficiales son los que hacen parte de la administración de la ciudad, como el Cuerpo Oficial de Bomberos Medellín, cuyo jefe es el alcalde. Luis Bernardo Morales, comandante de Bomberos Voluntarios de Envigado, comenta que a pesar de que la pólvora está prohibida y restringida, todo el cuerpo de bomberos debe doblar su capacidad de respuesta, personal y recursos para La Alborada. Ubican los vehícu-
los desde las 11 p.m. en parques principales para poder llegar con mayor facilidad a los lugares de accidentes; buscan que el tiempo de acción y respuesta sea menor a 10 minutos. Sin embargo, y a pesar del esfuerzo de todos los cuerpos de bomberos, la pólvora, al igual que el fuego, es impredecible. No sabemos dónde va a terminar la pizca de “diversión” que fue lanzada al aire. La Alborada es una mala costumbre conocida como tradición. Por fortuna ya son pocos los que celebran en nombre de los narcos en esta fecha, porque ahora la mayoría juega con fuego sin escuchar el refrán de las abuelitas “no juegue con fuego que se quema”. Ojalá se pudiera decir que el refrán no hace justicia, pero las cifras de arriba dicen todo lo contrario. Entonces, si se conocen las consecuencias ambientales y lo riesgosa que puede llegar a hacer la pólvora, ¿por qué se sigue haciendo La Alborada? Morales, en calidad de persona y no de comandante, opina que “no existe pólvora fría o pólvora inofensiva. Existe la pólvora. Mal manipulada es muy peligrosa y bien manipulada es de todas formas peligrosa”. Es por ello que se presentan tantos accidentes e incendios en estas fechas y que por más “duchas” que sean las personas en la práctica, siempre habrá la posibilidad de atentar contra la vida misma. A Medellín la navidad no llega: en Medellín la navidad estalla. La mala costumbre disfrazada de tradición sigue dejando muertos, heridos, consecuencias ambientales y afectaciones a los animales año tras año. Hay que dejar atrás esa cultura mafiosa en la cual la bala se celebra con pólvora y la pólvora se pasa con aguardiente, y pensar en estrategias para no volar la ciudad en pedazos.
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Arreglos florales Natalia Torres - Miembro del grupo literario Letras | ntorresj@eafit.edu.co |
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stoy en una habitación blanca en la que apenas quepo de pie. La gravedad se vuelve ilusoria y entonces ya no estoy de pie, estoy acostada. El espacio se expande y se recoge y ahora hay una persona a mi lado. Su cuerpo está cubierto por una sábana blanca que empieza a mancharse de sangre. Miro hacia abajo, tiene descubierto el talón derecho, tres lunares que forman un triángulo perfectamente centrado. No necesito ver su rostro para saber quién es. Despierto. Me encuentro con mi reflejo en el baño y recuerdo que he cortado mi pelo, que el pasado ya no me duele. O que solo duele en las noches. Talismán abre la puerta y se queda viendo mi imagen en el cristal, él ya no me reconoce. Despertar por la mañana es la parte más difícil. Me acostumbré a ver sus párpados cansados, sus pestañas cubiertas de lagañas que, como estrellas que retrasan en vano la salida del sol, demoraban la revelación de sus pupilas. Nos veíamos y cruzábamos una mirada cómplice: el deseo de volver al sueño, la imposibilidad de evadir nuestras obligaciones.
De camino a la floristería cruzo el establo tan velozmente como me lo permiten mis pasos. Siento como si mi pelo cayera por mi espalda y rozara ocasionalmente mis codos, aunque ya no lo haga. A mi primer caballo lo bauticé Siniestro. No era mío en realidad, era de don Curzio, y su nombre no era Siniestro, era Rossina. Yo no lo supe hasta que un par de años más tarde tuvo dos potrillos. Ya son cuatro meses sin montar. A la entrada del local me recibe Helenita, con una sonrisa en la cara –como siempre: sonrisa en la cara y ojos tristes–. ¿Me veo como Helenita ahora? Hoy es un día ajetreado: hay matrimonio; preparamos los arreglos de centro de mesa, los pétalos de los pastorcitos y el yugo de la novia: rosas y gardenias blancas. No trabajábamos así desde la muerte de Avelino, el marido de Helenita. A ese señor sí que lo quería la gente. Y aunque Helenita no vino a la tienda ese día, fue como si lo hubiera hecho porque a su casa se enviaron once arreglos de condolencias. A mi casa solamente llegaron dos: el de Helenita y el del establo.
Señora Londoño, Lamentamos profundamente los hechos acontecidos y le expresamos nuestro más sincero pésame. Firma, Establo de San Martín A mediados de abril conocí a Ramiro, hace cuatro años. Coincidimos en una competencia en México y el resto fue historia. Nos mudamos al pueblo y adoptamos a Talismán. Yo comencé a ayudar a Helenita con la floristería cuando su marido se enfermó y desde entonces no he parado. “Mire qué bonita se ve con el ramo en las manos, cásese mija, antes que sea muy vieja para tener niños, que el marido se le va a una y no queda nadie que le haga compañía”, me decía. Él daba clases en el establo, al frente de la tienda. Fue hace unos meses que llegó el hijo de don Curzio con un caballo nuevo –Deutsch– de raza alemana, prominente y tosco, de un café premonitorio. El animal no estaba castrado.
@torresjnatalia
Arrancó a correr a una velocidad incontrolable y fue cuando sucedió. Yo lo vi todo: sus manos aferradas con fuerza al sillín, sus piernas abrazando el tronco del caballo como el gancho de una máquina de juguetes abraza un muñeco, yo haciendo fuerza como un niño pequeño. La caída. Deutsch no se detuvo. Todo el peso de un caballo sobre la costilla de un hombre. El pulmón perforado. Sangre. Vi cómo lo llevaban al quirófano en camilla, su talón descubierto, sus tres lunares. Al rato llegó el doctor, “lo lamento, hicimos todo lo que estaba a nuestro alcance”. Me dejaron entrar a verlo, su cuerpo estaba completamente tapado por una sábana blanca, también su talón. No quise verle la cara, solo agarré su mano helada bajo la sábana. Intenté dormir para olvidar. Talismán lo esperó toda la noche. Y al día siguiente. Y al siguiente… Hace cuatro meses que no monto. El hijo de Don Curzio no es capaz de mirarme a los ojos. Aún así, aquí me hallo, preparando los arreglos florales de su matrimonio.