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Evento
Ilustres escaladoras de pollera
Javier Prado Rodríguez C holitas aymaras de montaña de la ciudad de El Alto, La Paz, tienen el deseo de conquistar el Everest (la cumbre más alta del mundo con una altitud de 8.848 msnm, localizada en el continente asiático, entre la frontera China y Nepal) y plantar en la cima la bandera de Bolivia, para lo cual buscan financiamiento, pero entre sus planes también está realizar el filme Cholitas escaladoras II. “Queremos realizar una película de nuestra ascensión al Everest; sin embargo, estamos buscando una productora en alta montaña porque los camarógrafos tienen que ser especializados en este tipo de actividades para que sea todo un éxito”, confiesa Ana Lía Gonzales Magueño, una de las cholitas escaladoras del país.
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El sueño que tienen es dejar este tipo de películas a la juventud boliviana para que de aquí a unos años sigan ese ejemplo de mujeres motivadoras e inspiradoras, ya que ahora mucha gente se identifica con ellas por sus características, historia de vida, además pretenden que la juventud no se desanime y luche para alcanzar sus sueños.
Por esa razón, como grupo tienen el proyecto de ir al Everest en noviembre de 2021 si todas las cosas les salen bien, porque ya conquistaron la montaña más alta de Sudamérica y ahora quieren tocar el techo del mundo.
“Nosotras siempre entrenamos de manera individual porque estamos conscientes de que para llegar a esa montaña se requiere mucha preparación física”, afirmó Ana Lía, más conocida como Liíta.
Sin embargo, antes de cumplir ese objetivo principal, cada una se prepara para visitar otras cimas cerca de Bolivia. “En mi caso tengo planificado viajar por el mes de julio a la montaña Pumaya, que está en Perú, para lo cual trabajó intensamente porque implica gastos, hasta ahora todo lo que hemos conquistado salió de nuestros bolsillos, aunque tenemos algunos amigos que nos ayudan”. En cuanto a lo económico, aseguró que para conquistar la montaña más alta del mundo tienen un cálculo de medio millón de dólares para la travesía, incluso los ingresos por persona cuestan aproximadamente entre 15 mil y 20 mil dólares, pero tienen algunas empresas que se ofrecen a apoyarlas económicamente, por eso trabajan en varios proyectos para conseguir ese dinero.
1. La pollera y el aguayo, indumentaria tradicional de la mujer andina, a punto de cumplir la meta de llegar a la cima.
2. Las mujeres expresan su alegría luego de conquistar una nueva montaña. Fotos: redes sociales
CAMBIOS DE CLIMA La entrevistada comentó que percibió cómo las montañas, especialmente de La Paz, en el caso del Huayna Potosí, sufrieron cambios debido al clima, al igual que la pista de esquí del Chacaltaya, donde desapareció la nieve.
Fue en ese lugar que la escaladora tuvo sus primeros pasos para lanzarse a la travesía gracias a su padre (guía de turismo), quien le dio seguridad para perder el miedo y donde el entorno era casi netamente masculino.
Desde entonces, ella piensa que la mujer debería también ser guía de montaña, así que después de conquistar varias cumbres de Latinoamérica, Gonzales tiene el objetivo de capacitarse a corto plazo en la Asociación de Guías de Montaña para tener certificación y mayor reconocimiento para desempeñarse, ya que también es egresada de la carrera de Turismo.
MUJERES ESCALADORAS El grupo de mujeres aymaras escaladoras se conformó el 17 de septiembre de 2015, desde entonces ascienden por distintas montañas de América Latina con su vestimenta típica. Las cholitas subieron ya siete montañas por encima de los 6.000 metros de altura. Recientemen- te (en enero), experimen

El 6 de marzo fueron reconocidas por el municipio de El Alto con una resolución que las nombró “Las cholitas escaladoras y personas ilustres”

3. Las alpinistas nacionales muestran el reconocimiento que recibieron del Ministerio de Culturas.
4. Las escaladoras con el equipo de seguridad necesario para la subida. Fotos: redes sociales
taron la escalada en el Aconcagua, el pico más alto de Sudamérica.
Dora Magueño Machaca, Ana Lía Gonzales Magueño, Cecilia Llusco Alaña, Lidia Huayllas Estrada y Elena Quispe Tincuta realizaron la hazaña en el Aconcagua y se convirtieron en las primeras mujeres aymaras en lograrlo.
Explicó que sus compañeras y ella tienen el oficio de escaladoras de apoyo y trabajan como cocineras en campamentos de montaña o son cargadoras de los equipos de alpinistas profesionales y guías de montaña.
Relató que sus inicios no fueron fáciles, pues debían escalar con poca preparación, ya que solo conocían lo que veían hacer a los escaladores y turistas en sus jornadas cotidianas de trabajo. Sin embargo, reconoció que esa experiencia les permitió subir varias montañas.
Todas las cimas que alcanzaron superan los 6.000 metros sobre el nivel del mar: el pico Huayna Potosí (6.090 metros), el Acotango (6.052 metros), el Parinacota (6.348 metros), el Pomarapi (6.650 metros), Illimani (6.460 metros), el Sajama (6.542 metros) para finalmente alcanzar el Aconcagua (6.960 metros).
VIAJE A ESPAÑA Las alpinistas tenían programada la pasada semana (9 de marzo) una gira por España para presentar en un festival un documental que muestra su vida y su travesía para coronar la montaña más alta de América: el Aconcagua argentino, pero por el problema de la pandemia del COVID-19 tuvieron que regresar de inmediato al país y postergar la acti
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vidad.
“Fue muy dura esa época, en la película se muestra cómo vivimos el mes de ascensión y el retorno, en total se tomaron tres meses para filmar”, contó Ana Lía. El documental, denominado Cholitas escaladoras, las mujeres aymaras de Bolivia, fue realizado por los directores españoles Jaime Murciego y Pablo Iraburu, y la productora Arena, fue presentado el 8 de diciembre en la XII versión del festival BBK Mendi Film, en Bilbao, un festival internacional de cine de montaña y aventura. La producción muestra la vida de las cinco mujeres indígenas que con sus vestimentas tradicionales como la pollera (falda plisada) ascendieron los 6.962 metros del Aconcagua, la más alta de América y la mayor hazaña del grupo.
“No fue nada fácil el Aconcagua, hemos sufrido, también pasamos cosas lindas, fue una experiencia distinta de las que pasamos en Bolivia”, comentó Ana Lía Gonzales.
Cuatro de las cinco alpinistas están casadas con guías de montaña; Lía (la única soltera del grupo) es hija de una de ellas (Dora). Las escaladoras tienen una edad promedio de entre 35 y 54 años.
Finalmente, Gonzales agregó que el 6 de marzo, en su 35 aniversario de creación, fueron reconocidas por el municipio de El Alto, donde actualmente radican, con una resolución municipal que las nombra “Las cholitas escaladoras y personas ilustres” por su aporte a la actividad turística de la ciudad, por lo que se sienten muy felices y orgullosas, ya que ello une mucho más al grupo. 4