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Mano a mano en Juriquilla
Los matadores Andrés Roca Rey y Octavio García "El Payo", protagonizarían una corrida especial, que a la postre cobraría mayor significado
La última corrida que presenciaría en su casa Juan Arturo "El Pollo" Torres Landa, llevaría por nombre Manoamano,entre los matadores Octavio García "El Payo" y Andrés Roca Rey, duelo que dejó grandes emociones y pañuelos por toda la grada.
Provincia Juriquilla sería sede también de una noche gélida, en donde el queretano José Funtanet tomaría la alternativa, graduándose ante la mirada del público, que nunca abandonaría sus asientos pese a la temperatura.
Sin embargo, mención honorífica recibiría Diego Ventura, quien tras indultar a uno de los toros, saldría en hombros, por supuesto, acompañado de Roca Rey y "El Payo", cada uno con dos orejas.


La audiencia sería testigo de la elegancia del portugués, de formación sevillana, quien tras sufrir una caída supo realizar la faena, dando cátedra de su experiencia frente al toro y manejo de caballos.
Cabe mencionar que "El Pollo" pudo dar cuenta de la primera función como conjunto entre las empresas queretanas, Provincia Juriquilla y Era Taurina (Plaza de Toros Santa María), alianza que busca contribuir en el desarrollo de la tauromaquia. Afortunados los que pudieron acompañar a "El Pollo" en su última corrida en Juriquilla.

Con la gracia que lo caracteriza, "El Pollo" tomó el toro por los cuernos, tras saber de tan terrible noticia, con ayuda de su familia, en particular de su amada esposa, María Guadalupe Urquiza, que siempre lo acompañó en los cuidados necesarios que los médicos le ordenaron al empresario iniciaría su tratamiento.
En cada momento, "El Pollo" confeso sentirse afortunado por haber sabido escoger al gran amor de su vida, la persona que estaría con él en las buenas y las malas.
As Comenzar A La Historia
Juan José Torres Landa, el papá de " El Pollo", era un hombre adelantado a su época. Visualizaba el crecimiento en San Luis Potosí y Querétaro, estados que apenas se asomaban en el panorama industrial de México. Atinadamente, los veía como un corredor importante en el desarrollo económico del país.

Y los ranchos de Jurica y Juriquilla eran clave en esos deseos. Fue hasta 1959 cuando compraría la primera hacienda, para trabajarla agrícolamente. Casi 10 años después, fraccionaría las 600 hectáreas, levantando un hotel, a la par de la llegada de capitalinos a la región.
1969 sería el año en que adquiriría Juriquilla, en la que un joven Juan Arturo, comenzaría a formarse en la vocación.
La experiencia de "El Pollo", tras abandonar sus estudios, abarcan un puesto como telefonista y luego contralor en el Banco Mexicano, para posteriormente ser gerente de compras en
laboratorios Syntex.
"La escuela del banco fue una maravilla porque te hacen ser puntual, debes entregar tu control sin que falte un solo centavo. La disciplina que me dio, me sirvió para demostrarle a mi papá que yo, para trabajar, sí era bueno", comentó Juan Arturo, que con su hermano, acompañaron a su padre en el sueño de levantar Provincia Juriquilla. Pero esa meta, se vería un poco postergada con la venta de terrenos, cuando Juan José, recibió la encomienda del entonces presidente Luis Echeverría, de convertirse en embajador de México en Brasil.
Esa venta vino enseguida por la decepción del en- tonces jerarca de la familia y por una década, Juriquilla pasaba de mano en mano.
La familia Torres Landa continuó su carrera como inversores inmobiliarios en Querétaro, pero en 1980, Juan José fallecería, dejando a José Arturo como la cabeza del proyecto. Tres años después, se recuperaría la región vendida, en lo que se - ría la continuación del sueño familiar. "Para todos fue una satisfacción enorme. Logramos cumplir todo lo que mi papa nos dijo: parques industriales, campo de golf, hotel, centros comerciales y escuelas", contó "El Pollo" en entrevistas, en las cuales resaltaba la joya de la corona: la Plaza de Toros.




