PERIÓDICO ALMA MATER 596 MARZO 2011

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Opinión

Nº 596, UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA Medellín, marzo de 2011

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El fin de los IMPERIOS DE MIEDO en el MUNDO ÁRABE HASAN TURK Profesor Relaciones Internacionales Facultad de Derecho y Ciencias Políticas Universidad de Antioquia hasturco@gmail.com https://hsnturco.blogspot.com

El mundo es testigo de unos acontecimientos históricos en Oriente Medio y en Magreb. Los árabes sorprendieron no sólo al mundo musulmán sino a toda la humanidad. Muchos no esperaban que los árabes lograran derrocar a los regímenes y dictadores que estaban en el poder hace casi un siglo. Lo que está pasando en el mundo árabe es sin precedentes, solo el Ayatola y sus seguidores habían sorprendido al mundo occidental hace tres décadas, imponiendo una república islámica en Irán. Pero lo que está ocurriendo en los países árabes es muy diferente a lo que ocurrió en 1979 en Irán, porque en la revolución chiíta había un líder visible que era Jomeini, en cambio en las manifestaciones del mundo árabe no hay un actor visible. ¿Dónde y cuándo iniciaron las manifestaciones? Las manifestaciones se iniciaron el 17 de diciembre de 2010 en Túnez, con la inmolación de un joven universitario desesperado que vendía frutas y verduras en su carreta ambulante, porque la policía se la había confiscado. Este hecho disparó una revuelta que derrumbó a uno de los regímenes más represivos del Magreb que llevaba 23 años en el poder. El dictador Zine El Abidine Ben Ali sólo fue capaz de resistir tres días a las manifestaciones del pueblo y encontró refugio donde otro monarca autócrata y teócrata saudí, el rey Abdalá bin Abdelaziz. Lo que se inició en Túnez produjo un efecto dominó en Egipto, Yemen, Argelia, Libia, Marruecos, Jordania, Arabia Saudita, Irán, Bahréin y Siria. ¿Por qué se iniciaron las manifestaciones? Se puede decir que por la pobreza, el desempleo, la corrupción, la represión y una rebelión al moderno sistema colonial occidental en los países árabes. Por ejemplo, sólo en El Cairo hay más de dos millones de personas viviendo en los cementerios y en todo Egipto casi 20 millones de personas. Entre el 40 y 50%

de la población gana al día uno o dos dólares. De un lado la población aguanta hambre y lleva una vida indignante, de otro lado el dictador y unas pocas élites llevan una vida faraónica, exageradamente lujosa. Los jóvenes de Egipto, Túnez, Argelia, Marruecos son universitarios, mínimo manejan dos o tres idiomas, pero están desempleados, el Estado no es capaz de ofrecerles un medio para sobrevivir. Otro factor y de los más importantes es la represión. Estos autócratas durante décadas gobernaron con mano de hierro, declarando terrorista a la oposición cuando los veían como un competidor, encarcelándolos. Según las noticias internacionales, en Egipto existía un millón de espías, el pueblo vivía vigilado por parte de sus gobernadores. Además el pueblo árabe sabe que los títeres sólo reciben órdenes; por eso, las manifestaciones eran también en contra de Occidente que apoyó durante décadas a los dictadores opresores. ¿Puede que llegue al poder un grupo islamista? Los que hacen las manifestaciones no son unos partidos políticos, tampoco grupos islamistas, los que hacen las manifestaciones son

los jóvenes. En realidad, los árabes ya han probado los dictadores seculares y teócratas. Tienen un claro ejemplo de Irán, están viendo que tampoco funciona un régimen islamista, porque saben que entre un dictador religioso y secular no hay mayor diferencia, los dos oprimen los derechos naturales del ser humano. Otro asunto importante, la nueva generación del mundo musulmán, los que están gritando en las calles, no están pidiendo una república islámica sino una democracia. Occidente debe despertarse de esa paranoia hacia el Islam. ¿Israel debe preocuparse por su existencia en la región? En realidad entre el mundo musulmán y judío no hubo grandes guerras y conflictos a lo largo de la historia, el problema comenzó con la creación del Estado judío en la región y con la pésima distribución de la tierra. Pero ahora los árabes y los judíos deben aceptarse uno al otro, respetando las fronteras, los derechos y la soberanía. Los árabes deben reconocer al Estado judío y el Estado judío debe trazar sus fronteras, cambiar su política hacia el pueblo palestino y aceptar la creación del Estado palestino. ¿Quiénes ganan y pierden? Puede decirse que el gran perdedor es Europa que sacó un cero en el examen de democracia. Cuando analizamos los discursos de los líderes Merkel, Sarkozy y Cameron, en el comienzo estaban al lado de los regímenes, pero no se dieron cuenta que el pueblo iba a salir como el gran ganador. El otro perdedor fue Israel que se consideraba como la única democracia en la región, pero en esto vimos que una democracia no tiene que apoyar a los dictadores. En el caso de Estados Unidos, Obama fue muy pragmático, no supo pronosticar las manifestaciones, pero fácilmente se convirtió en un actor. Además Obama en su visita a El Cairo había pedido más democracia en Egipto, ahora no podía rechazarlo. Para muchos analistas el ganador fue Turquía, porque Turquía ha sido mostrada como un buen ejemplo para tomar en Oriente Medio. ¿De verdad Occidente quiere llevar la democracia al Oriente Medio? Como dice el famoso dicho “interés cuánto vales”. La revuelta

en Oriente Medio está dejando al descubierto el doble discurso de las potencias occidentales; la democracia, la libertad y la igualdad pierden su valor absoluto cuando los intereses económicos y energéticos están en juego. El mundo se dio cuenta otra vez que los mismos portadores de la democracia fueron los mismos obstaculizadores de la democracia en la región. Antes expandieron sus territorios con la excusa de llevar la superioridad del hombre blanco y ahora con la excusa de llevar la democracia. A las potencias occidentales, en realidad, no les interesan si el mundo árabe quiere la democracia o no. Ellas están preocupadas por los pozos petroleros. Hasta ahora los han controlado muy bien a través de sus ex vigilantes de los pozos (dictadores derrocados). Occidente cuando mira al Oriente Medio no ve un pueblo que está luchando por su libertad. Ve que están en peligro sus pozos petroleros. ¿Deben ser juzgados los dictadores en sus países por los hechos de corrupción y represión? En realidad deberían ser juzgados no sólo en sus países sino en los tribunales internacionales, pero como bien se sabe, los títeres sólo reciben órdenes y las cumplen, en ese caso hay que juzgar primero a los que dan órdenes y luego a los que las cumplen. Por ahora la justicia internacional no es tan democrática y tampoco creo que las potencias occidentales se vayan a juzgar a sí mismas. Entonces sí sacarían un cinco bien merecido ante la opinión pública internacional. Pero no son tan valientes y sinceros en sus discursos. ¿Se puede aplicar el mismo sistema en todos los países árabes? No se puede aplicar. Porque primero no hay que analizar todo el mundo árabe como un conjunto. Entre ellos hay mucha diferencia. No se puede comparar a Egipto con Arabia Saudí, a Yemen con Túnez, tienen historias y culturas muy diferentes; por eso, no se puede aplicar el mismo modelo a todo el mundo árabe. Por ejemplo, en Arabia Saudita no se puede aplicar una democracia como en un país europeo, al menos en los próximos doscientos años, porque allí la religión, el tribalismo, la cultura, son actores importantes. Además, el wahabismo (puritanismo) sería un gran obstáculo.


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