DÉJAME DECIRTE Déjame decirte lo que ayer no supe. Deja que llene, para siempre, mi carne de calma. Déjame contarte por qué no pude darles más que espadas a tus labios y abrojos a tus manos. Déjame que llore hoy la dicha perdida, déjame pasar cuentas con este torpe ser que habita en mí a escondidas. Si no te di lo que esperabas, si no busqué dentro de mí, fue por temor a que, detrás de espadas y abrojos, creciera fuerte una flor con tu nombre.
INDEFINICIONES Soy ordenada en mi caos, caótica en mi orden. Razonadamente alocada, coherente en mis desvaríos. Quien me conoce sabe que si callo, no otorgo, y que grito mil verdades si con injusticias me topo. Soy un poema desmembrado, de verbo impredecible y verso cojo. Soy un corazón de rima libre y ritmo loco. Soy todas estas cosas y aún es poco.
29