L A C I U DA D
La tortuosidad de la mayor parte de sus calles, lo recto de otras y lo desigual
de la anchura que se advierte en todas y cada una con respecto a las demás, prueban evidentemente, que si esta población se fundó con regularidad desde un principio no se ha observado plan alguno en las modificaciones que ha ido recibiendo el caserío en el discurso de tres siglos y medio (…). Sus numerosas calles corren unas de N. á S. con inclinaciones al O. y aun al E., y otras a todos los demás rumbos. (…). Cuenta la ciudad con 9 plazas, que son: las de Isabel II, la mayor y mas regular de todas. Es un cuadrilongo de 110 varas de longitud sobre 90 de mayor anchura, en cuyos lados aparecen los mas decentes edificios de la población, entre otros el que sirve de casa de ayuntamiento y cárcel, sin incluir entre ellos un pobrísimo teatro (…). En su centro hay un recinto de cuadros de plantas con intermedios embaldosados y con asientos enverjados en los lados. La de San Juan, mas espaciosa que la precedente es un ensanche de las calles de San Blas y de San Juan, al frente a la parroquia de este mismo nombre. La de Santo Domingo, de Regla, del Cristo, San Blas, Luz y Santa Ana no merecen el nombre de plazas porque son simplemente ensanches irregulares que lo desordenado de la planta de la población determina en los términos de algunas calles. Jacobo de la Pezuela, Diccionario geográfico, estadístico, histórico de la Isla de Cuba, t. 1, 1863.
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AGI. MAPAS Y PLANOS, SANTO DOMINGO, 369, CATALOGO DE MAPAS Y PLANOS, 292: «PLANO DE LA VILLA DE SAN SALVADOR DEL BAYAMO ECHO DE ORDEN DEL SEÑOR DON ALONSO DE ARCOS Y MORENO, DEL ORDEN DE SANTIAGO,
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MARISCAL DE CAMPO DE LOS REALES EJÉRCITOS DE SU MAJESTAD, GOBERNADOR Y CAPITÁN A GUERRA DE LA CIUDAD DE CUBA Y SU PARTIDO», REALIZADO POR BALTASAR DÍAZ DE PRIEGO, 1753.
En el plano levantado por Baltasar Diez de Priego, el primero conocido de Bayamo, se aprecian las huellas urbanas de las tres zonas en que la población quedó dividida: en los extremos los barrios indígenas —de estrechos y tortuosos callejones— y, en el centro, el poblado de los españoles, de relativa regularidad. Angosta la ciudad por los extremos, ancha por el centro. Es de notar que la zona de Bayamo– centro no coincide en la actualidad con el lugar donde se encuentra la iglesia Parroquial y la plaza Mayor, sino se configura por el cruce casi perpendicular, a manera de cardus y decumanus, de las calles San José, en la orientación este/oeste, con la de San Juan, en sentido norte/sur.