yanquis, y otro grupo de relatos que proyectaba publicar con el título de “Los hijos del Sol” (que cambiaría luego al de “El caballero Carmelo”) En 1916 fundó y dirigió la revista Colónida, que reunió a lo más representativo de la intelectualidad peruana de la época. Sólo llegaron a salir cuatro números con los retratos en la portada de José Santos Chocano, José María Eguren, Javier Prado y Percy Gibson, respectivamente, hechos por el propio Valdelomar, quien además colaboró con las notas líricas tituladas “Falsa Carátula”, así
como
con
otros
artículos.
Los
“colónidas”
publicaron
mancomunadamente el poemario “Las voces múltiples” (1916), donde figuraba 10 poemas de Valdelomar, En 1917 empezó a publicar en la revista Mundo Limeño la serie de artículos “Decoraciones de ánfora”. Obtuvo el premio del concurso de Círculo de Periodistas con su ensayo “La psicología de gallinazo”. Por esa época aparecieron textos suyos en Variedades, Sudamericana, Almanaque de la Prensa. En Mundo Limeño apareció en dos entregas su novela corta Yerba santa, y el cuento “Evaristo, el sauce que murió de amor”. Escribe también su tragedia “Verdolaga”. En 1918 renunció a La Prensa seguido de un conato de duelo con su director, Glicerio Tassara. Ese año salieron a la luz su colección de cuentos “El caballero Carmelo” (encabezada por el cuento del mismo nombre) y su ensayo “Belmonte el trágico” (1918).
6