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José María Valladolid
Gabriel Drolin el 21 de noviembre de 1691, y que nos llegó gracias a que el Hno. Gabriel Drolin no se deshizo de la fórmula cuando regresó desde Roma a Francia en 1728, pero se la mostró al Hno. Timoteo, que la ignoraba por completo, y probablemente también a Blain, que la copió. Aparte de la anterior, las primeras fórmulas de votos que conservamos son las del 6 de junio de 1694. Son trece en total, la de La Salle y las de sus doce compañeros, y en ella se comprometen a formar «sociedad» con los Hermanos de las Escuelas Cristianas para sostener las escuelas gratuitas» y «para lo cual» emiten voto perpetuo de obediencia. Fórmulas de renovación de los votos - Desde esta fecha hasta el año 1724, año anterior a la obtención de la bula de aprobación del Instituto, conservamos otras 29 fórmulas de emisión o de renovación de votos. Las fórmulas de renovación más antiguas que conservamos datan de 1717 y de 1718. Pero no podemos ignorar que desde 1694 hubo Hermanos que emitían votos temporales y los tenían que renovar hasta que eran admitidos a los votos perpetuos. Las fórmulas de emisión y las de renovación variaban ligeramente, cambiando el «prometo y hago voto» por «renuevo los votos que tengo ya hechos de...». En la Regla de 1718 se incluyeron dos fórmulas de renovación de votos, una para los Hermanos de Escuela y otra para los Hermanos sirvientes. Pero hay que tener en cuenta que todos los Hermanos que tenían votos perpetuos también los renovaban cada año, el día de la Santísima Trinidad, diciendo: «renuevo los votos que tengo ya hechos....» y «prometo guardar inviolablemente durante toda mi vida». Votos por tres años, renovados anualmente, con una nueva fórmula - ¿Y cómo hacían los Hermanos que tenían sólo votos temporales? Aquí viene la forma original de hacerlo, que según parece se vino aplicando desde 1694. Pero lo conocemos de forma segura gracias a la Regla de 1726 (la que se publicó después de la recepción de la bula de aprobación), que dice, copiando de la bula: «Los Hermanos que no hayan cumplido veinticinco años sólo harán los votos por tres años; los renovarán todos los años por el mismo tiempo, con una nueva fórmula, hasta que sean aceptados y admitidos a los votos perpetuos» (pp. 57-58). ¿Qué significaba esta forma de renovar los votos? En primer lugar, que no había votos anuales, puesto que en la primera emisión temporal ya se hacían por tres años. En segundo lugar, que si un Hermano de votos temporales deseaba salir de la Sociedad o del Instituto, dejaba de renovar los votos, pero aún mantenía el compromiso «de estabilidad» por dos años, y no podía retirarse hasta haber cumplido todo el tiempo de su trienio. En tercer lugar, la frase «con una nueva fórmula» no significa «con un texto nuevo», sino con «una copia nueva», que el interesado hacía de su puño y letra. Voto de asociación y voto de estabilidad - Hagamos una consideración final. Se trata de subrayar la relación que tenía el voto de «unirse en sociedad...» con el voto