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Jardines secos, paisajismo resiliente
from PENINSULA CONSTRUYE - Nº 37 JULIO 2023
by Península Construye | Real Estate, Arquitectura, Diseño y Construcción
El diseño de los jardines secos emerge como una respuesta ingeniosa y sostenible ante los desafíos planteados por el cambio climático. Estos espacios cuidadosamente planificados y adaptados a condiciones especiales tienen el potencial de desempeñar un papel crucial en la lucha contra este fenómeno global.
Elegir tener un jardín seco, que no requiera riego, ofrece numerosos beneficios. El más importante es que se reduce de una manera considerable el consumo de agua, conservando este recurso escaso y valioso. Un jardín seco también es más resistente a la sequía y a las fluctuaciones climáticas, lo que lo convierte en una opción sostenible y de bajo mantenimiento. Además, contribuye a la conservación de la biodiversidad al utilizar plantas autóctonas y puede ayudar a mitigar el cambio climático al reducir las emisiones de carbono.
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El éxito de un jardín seco radica en la elección cuidadosa de las especies vegetales que lo componen. Es fundamental optar por plantas autóctonas, aquellas que han evolucionado y se han adaptado a las condiciones climáticas específicas de una región. En México, la Península de Yucatán, con su diversidad de ecosistemas y su singularidad geográfica, cuenta con una amplia variedad de flora nativa capaz de prosperar en jardines secos. La ceiba, el ramón, el zapote y el chacá son árboles emblemáticos que tienen características adaptativas notables y que les permiten sobrevivir en condiciones extremas. Un ejemplo de ello son sus hojas modificadas que permiten reducir su transpiración y sus sistemas radiculares profundos con los cuales acceden a fuentes de agua subterránea. Las palmas también son una opción idónea para los jardines secos. La palma chit, endémica de la región, con su tronco delgado y su corona de hojas palmadas, añade un toque de elegancia y autenticidad. Las plantas herbáceas y arbustivas también juegan un papel crucial. Las orquídeas, como la orquídea vainilla y la orquídea catleya, añaden belleza y sofisticación al entorno. Además, las suculentas, como los cactus y las crasas, son excelentes opciones debido a su capacidad de almacenar agua en sus tejidos, lo que les permite sobrevivir en condiciones de sequía.
La elección de plantas autóctonas para un jardín seco no solo garantiza la adaptabilidad y la resistencia de las especies, sino que también fomenta la conservación de la biodiversidad local. Al utilizar plantas nativas, se contribuye a preservar los ecosistemas y a mantener los hábitats de otras especies autóctonas, promoviendo así un equilibrio ecológico.



