formalista que prefería la deducción razonable. Sin Embargo, Aristóteles, veía la política de manera mas objetiva. Era un materialista, confiaba más en la observación, en la experiencia sensorial. Es aquí donde se genera el conflicto entre lo que debe ser y lo que es, entre la teoría y la práctica. Este conflicto genera a su vez un contraste, entre la teoría o lógica y la práctica o realidad, y es precisamente este contraste lo que provoca una de las mayores razones por las cuales un joven no se incentiva a participar en política: “el descrédito del sistema político dominicano”. La falta de credibilidad que afecta el sistema político dominicano, es una de las razones fundamentales por las que muchos jóvenes de la sociedad civil se resisten a participar en política. No creen en el sistema como una solución a los distintos problemas que agobian a la sociedad dominicana. Este descrédito genera a su vez una serie de efectos en los jóvenes de la sociedad civil, como son: 1. 2. 3. 4.
Inmediata repulsión a todo lo que se relaciona con la política; Indiferencia respecto de los problemas fundamentales de la colectividad; Un estado de pasividad respecto de su participación en política; Falta de confianza, no solo en el sistema político dominicano, sino en los actores principales que accionan en él, como son las instituciones políticas (partidos políticos) y los individuos.
El temor es otra de las razones por las que el joven de la sociedad civil no participa activamente en la política dominicana. Pero es un temor que se refleja con relación a varias realidades, como son: 1. 2. 3. 4.
Temor a las retaliaciones políticas; Temor a ser arrastrado por esa corriente de descrédito que arrastra a todo aquel que interactúa en el sistema; Temor a la critica generalizada, o sea, a ser juzgado como parte de un grupo determinado, no como un elemento independiente; Temor a dedicar sus esfuerzos en un sistema tan inestable como el político.
Ahora bien, ¿son estas razones suficientes para no participar en política?, entendemos que no. El joven de la sociedad civil, no escapa a una realidad que al igual que los demás, le afecta o lo perjudica. El joven de la sociedad civil no puede pretender vivir en un mundo distinto, de espaldas a la realidad, a los conflictos que se mantienen actualmente. El joven de la sociedad civil, necesita aportar, participar del debate, pero siempre sobre la base de ponderaciones críticas y objetivas. Necesita ser coparticipe de la solución de los problemas de la sociedad, que no son más que sus propios problemas. Debe sentirse identificado con los problemas socio-económicos y presentar sus planteamientos, integrarse a la búsqueda de las soluciones de estos problemas que cada día se profundizan más y le cierran las puertas del progreso y el bienestar. El joven de la sociedad civil tiene que participar en política, ya sea a través de los partidos políticos (que sería lo más conveniente) o utilizar otras vías o canales para darle presencia a su participación.
Liderazgo Joven y Participación Política
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