Materialización de un pensamiento vanguardista, su obra • 103
2.º El blasón de la Orden en los primeros tiempos de su formación, compuesto de una cruz flordelizada, dividido el fondo de cada uno de sus cuatro brazos en plata y sable por partes iguales. 3.º El blasón de España, que indica el grado de parentesco de la Casa de Guzmán con la Real Familia. Á LA DERECHA 4.º El escudo de la antiquísima familia de Aza, flanqueado o partido en sauter; en el superior é inferior flanqueamiento, sobre compa azul, ostenta dos grandes calderos, de los cuales salen cuatro pequeñas serpientes por cada uno de sus lados; los blanqueamientos de la derecha é izquierda son de plata armiñada. 5.º El blasón del Santo Tribunal de la Fe, ostentándose en él, sobre campo sable (negro), la cruz sinople (verde), teniendo en el lado derecho un ramo de olivo y en el izquierdo una espada, entre el ramo de olivo y la cruz una T., y entre la cruz y la espada las letras V.D., cuyas iniciales se traducen: Tribunal veritatis divinae. 6.º El escudo de San Francisco de Asís, inseparable amigo de Santo Domingo. La cruz flordelizada de la Orden se repite con frecuencia en la ornamentación general, lo mismo que las azucenas, emblema de la pureza del Santo, las cuales forman el motivo predominante de las cúpulas laterales.
GASTON LELARGE32 La ceremonia de consagración e inauguración del altar mayor y el presbiterio del templo de Santo Domingo contó con un extenso programa de actividades que se inició el 30 de octubre y finalizó el 5 de noviembre de 1908. El 31 de octubre se efectuó su consagración y el 1.º de noviembre se estrenó con una solemne misa. En la construcción y ornamentación de la capilla mayor se destacó la instalación del piso de baldosín traído de Barcelona, al igual que las tres imágenes de bulto para el altar, además de algunos ornamentos como los candelabros, la custodia grande, el incensario y la fina alfombra; las obras tuvieron un costo mayor de $ 12.00033. El destino del altar mayor diseñado por Lelarge estuvo ligado al de la iglesia de Santo Domingo, que años más tarde sufrió varias intervenciones, como la ejecución de la ornamentación de las tres naves del templo y la intervención en el coro, obra que contó con la participación del arquitecto Carlos Camargo Quiñones. Además se adelantó la pintura y decoración de la cúpula y las pechinas, trabajos realizados por Dionisio Cortés y que fueron bendecidos en 1919. Por otra parte, en 1918 fray Manés Mendieta adelantó la restauración de los 32 33
El Correo Nacional, año XIX, 28 de noviembre de 1908, s. p. Báez, La orden dominica en Colombia, 167-179.