por investigadores de la Pontificia Universidad
que habían circulado sobre la construcción de
Javeriana en octubre de 1963, uno de los
la represa. Esto dio lugar a una serie de me-
varios que se elaboraron sobre Guatavita en
moriales de los vecinos y a un telegrama de
esa época, mostró que este municipio tenía
protesta dirigido al Presidente de la República,
una extensión de 145 km y una población
enviado luego a la Empresa por la Secretaría
de 6.467 habitantes dispersos en el casco
General para que se le diera respuesta.
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urbano y trece veredas que reunían, según el catastro municipal, 2.759 fincas, 246
nicaciones el padre Villate, cura párroco de
urbanas y 2.513 rurales, con un avalúo total
Guatavita, convocó a una reunión que tuvo
de $8’663.000.
lugar en las oficinas de la Gerencia de la
No obstante, para los habitantes del pueblo
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Como resultado de las anteriores comu-
Empresa y a la cual asistieron el Alcalde, el
la cosa era mucho más compleja que la
Presidente del Consejo y miembros pres-
simple inundación del valle del río Tominé.
tantes de dicho municipio. En el curso de la
Contaban por aquella época que hacía mu-
reunión se aclararon numerosas dudas sobre
chos años, más exactamente el “4 de diciem-
el particular y se hizo una amplia exposición
bre de 1939, hacia las 10 de la mañana, el
sobre el proyecto de Tominé, que cobijó el as-
párroco Isaac Fernández, quien había sido
pecto técnico de la obra, los procedimientos
muy ultrajado, al despedirse de los feligreses
para la adquisición de los terrenos requeridos
de Guatavita dijo estas palabras: “Dentro de
para la misma y las dos alternativas posibles
cuarenta años habrá desaparecido Guatavita
respecto de la población de Guatavita, es
bajo las aguas, y sólo se verán las torres
decir, la construcción de un dique de protec-
donde anidarán las garzas. Los habitantes de
ción o su traslado a otro lugar. Los asistentes
Guatavita tomamos esto como un castigo”.
dejaron un memorándum al estudio de la
Fuera o no la inundación el producto de
Empresa que contenía las aspiraciones de los
la “maldición de un sacerdote”, el hecho es
habitantes de la citada población en caso de
que tanto Guatavita como los demás pueblos
que fuera trasladada a un sitio diferente.
involucrados en el proyecto vieron desde el
Una fotografía publicada por El Espectador,
comienzo afectados sus intereses; prueba de
en la que tres mujeres miran por la ventana
ello es la versión surgida en la Junta del 19
de su nueva casa, ilustra a los primeros habi-
de febrero de 1960, donde el Gerente informó
tantes de Guatavita la Nueva: “Benita Rozo de
que se había creado una situación de alarma
Mora, de 70 años, Ana Elvia Rodríguez y Ana
y zozobra en la región de Sesquilé y Guatavita
Joaquina de Rodríguez fueron las primeras
con motivo de las publicaciones y versiones
personas que ocuparon una casa en la mo-