Capilla de VALMARÍA
pósito, el edificio de estilo republicano, ubicado todavía hoy en el costado nororiental de la plaza de Usaquén. En 1939 los Eudistas decidieron edificar, en lugar cercano, hacia el oriente, un nuevo seminario, más apropiado para la labor de la formación de sacerdotes. Por un recuerdo de familia lo llamaron Valmaría. Los trabajos empezaron en 1942. En el año de 1943, al cumplirse los 300 años de la fundación de la Congregación, decidieron conmemorar ese acontecimiento de forma digna y memorable. ¿Cómo hacerlo? Pensaron en edificar un templo a Jesucristo, sumo y eterno Sacerdote, como capilla del seminario. Dos eudistas, nacidos en Francia, unieron su talento artístico, iluminado por su fe y su amor al sacerdocio y a la Congregación, para la realización de ese anhelo. El Padre Andrés Basset (1892-1984) era buen conocedor de la historia del arte cristiano al cual dedicó una de sus obras escritas. Añadía a su talento dotes innatas de arquitecto. Él mismo diseñó los planos del seminario, y particularmente del futuro templo, y dirigió la construcción con el
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