(149) más perdido que cachaco en playa. Certero símil en el que se compara un estado de extrema desubicación con la extraña presencia de un clásico bogotano raizal en inmediaciones de algún predio costero, afectado por las veleidades del clima, la ausencia de prendas adecuadas para tal espacio y sus nulas habilidades en los deportes acuáticos. más perdido que el hijo de Límber. Vulgarismo con el que se alude a un individuo u objeto extraviado, al equiparar su condición a la misteriosa desaparición del hijo del pionero de la aeronáutica Charles Lindbergh. La pésima pronunciación del apellido ha contribuido a que, para muchos, los orígenes del concepto sean dudosos. El primogénito de Charles Lindbergh, Charles A. Lindbergh, fue secuestrado el 1 de marzo de 1932 de su lugar de residencia en East Amwell, Nueva Jersey, Estados Unidos. Su cadáver fue encontrado más de un año después con una severa fractura en el cráneo. más perdido que embolatado. Vulgarismo hiperbólico empleado para aludir a un individuo en obvias condiciones de desorientación. más perdido que un piojo en una rodilla. Expresión burlona con la que se señala un estado de absoluta desubicación padecido por un determinado individuo. más picado que muela de gamín. Eufemismo empleado para referirse a un individuo orgulloso y arrogante. El término ‘picado’ (léase ‘picao’) alude a un hombre o mujer pretenciosos. El ingrediente adicional de ‘muela de gamín’ se refiere al deteriorado estado de salud periodontal de los habitantes de las calles citadinas. más raro que un perro a cuadros. Coloquial y cómica fórmula para aludir a la extrañeza o singularidad de un ser al compararlo con un representante de la especie canis lupus familiaris de piel ajedrezada.
*bogotálogo
más recostado que la pobreza. Realista y cruda frase en la que se ilustra la directa relación entre el grado de descaro de un individuo y el nivel de desesperación económica en el que éste se encuentre. más se perdió en el diluvio y nada era mío. Débil fórmula de consuelo empleada para minimizar las consecuencias de una evidente y apocalíptica tragedia. más sentido que un bambuco. Dícese de quien padece de excesivos sentimentalismos o de una marcada tendencia a la irritabilidad, actitud equiparable al alto grado de emotividad del ritmo en cuestión. más tragado que calzoncillo de ciclista. Fórmula análoga a ‘más tragado que media de torero’, en la que se utiliza como base el reconocido deporte nacional cuyo periodo de esplendor para el país tuvo lugar en los ya lejanos años 80 del siglo XX. más tragado que media de torero. Expresión extraída del diario acontecer de la tauromaquia, empleada para aludir a la condición de embelesamiento experimentada por quien se encuentra prendado de un determinado individuo. más viejo que el hambre. Figura con la que se equipara la longevidad de un individuo a la de existencia de la mencionada sensación en los individuos. masato. Refresco dulzón, pesado y levemente fermentado a base de maíz o de arroz en cuya superficie suele espolvorearse canela. másimo. Distorsión del vocablo original máximo, popularizada por el personaje protagónico de la telenovela Pedro el Escamoso. Es infortunado, por decir lo menos, que la mayor fuente de abastecimiento para nuevos modismos sea impuesta por el capricho de los guionistas de televisión y por la actitud de borregos de la mayor parte de nuestro pueblo. masquesea. Véase manquesea.