(88) ejecutivo debería supuestamente gozar de unas propiedades gastronómicas y nutricionales superiores, cuando en realidad no suele ser más que la mescolanza indiscriminada y malsana de tres o cuatro farináceas (por lo general yuca, papa, plátano, arroz y pastas comestibles de baja estofa), cuyo consumo potencial obstruye las vías coronarias. Como si tales ejemplos no fueran suficientes, hay también un programa radial llamado ‘Noticias para ejecutivos’, cuyo contenido parece ser más el de una selección de música brillante que el de un informativo. ejero. En la jerga de la construcción, obrero encargado de verificar que las medidas de las construcciones se acojan a las indicadas en los planos. el. Artículo determinado de uso generalizado entre ciertas clases sociales fáciles de detectar para anteceder nombres propios; también muy empleado por los vendedores ambulantes con el fin de realzar la trascendencia de los productos ofertados, con menciones en número de tres. Son las 5 y el Wilson no ha llegado. El Deiber no volvió por aquí. ¡El cuaderno!, ¡el cuaderno!, ¡el de moda! el 31 de agosto, de un año que no diré, sucesivos terremotos hundirán a Santafé. Antigua profecía atribuída a Francisco Margallo y Duquesne, clérigo católico nacido en Bogotá en 1765, y fallecido en la misma ciudad, en 1837. El piadoso es recordado, entre otras cosas, por sus virtudes ejemplares y por la elaboración de prédicas escritas tituladas 'El gallo de san Pedro', 'El perro de santo Domingo', 'La espada de Holofernes', 'El arca salutífera' y el folleto 'Dirección cristiana de las acciones cristianas'. Además de ello escribió 'La ballena', texto en contra de la Sociedad Bíblica protestante. Diez años antes de su deceso, el padre Margallo y Duquesne lanzó su apocalíptico vaticinio, aún no cumplido. el agua es pa´ las matas y pa´ los enfermos. Típico mantra proferido por un beodo inveterado
al verse ofendido por una ofrenda hídrica distinta a la del licor. ¡el de p’irnos! Fórmula a cuyo dudoso gusto se añade el defecto de la falsedad. Es empleada por las congregaciones de consumidores de mesa, ya diezmados por la copiosa libación etílica, pero aun así ansiosos de una sola dosis más, cantidad que termina por incrementarse a cada sorbo. el diablo es puerco. Amonestación puritana a guardar recato y a abstenerse de aproximarse a las tentaciones mundanas. El dicho se hizo popular gracias a haber sido puesto en boca de uno de los personajes de la telenovela de finales del siglo XX ‘Yo soy Betty la fea’. el fútbol es así. Frase de cajón esgrimida por los comentaristas y narradores deportivos con el propósito de justificar una inesperada eventualidad en el marco de un encuentro balompédico. el palo no está pa' cucharas. Clásica frase a la que se apela para referirse a una lamentable situación pecuniaria o a una carencia de recursos tal que impide incurrir en gastos excesivos o inversiones riesgosas. el que fía no está. Mala fórmula para excusar la ausencia de políticas crediticias en una cigarrería, cantina, tenderete o mercado de barrio. el que fía se fue a cobrar. Aleccionadora frase de tienda y mercado de barriada en la que se manifiesta el triste destino de quienes tienen por costumbre otorgar amplias opciones de crédito a su clientela informal, convertidos por el infortunio en cobradores espontáneos. el que no hace los goles los ve hacer. Adagio extraído de la cultura futbolística, en donde se afirma que quien no se apreste a la inmediata ejecución de una acción verá como otros la llevan a cabo antes que él, con toda la carga de acontecimientos negativos y dolorosos que ello acarrea. el que nunca ha tenido ganado hasta la mierda lo embiste. Triste y certera frase en la