Los fragmentos de arte que vemos todos los días en Bogotá tienen como objeto traer a la mente el pasado, son la referencia de actos y personajes que han cumplido un papel importante en la historia de la ciudad y del país. Su propósito no sólo es embellecer nuestra ciudad y convertirla en una especie de “museo a puerta abiertas”, sino que robustecen la memoria.