ACERCA DE “SIE, LA DIOSA DEL AGUA” Escultura de María Teresa Zerda Pobre esta diosa del Agua. No ha de sentirse muy bien sin su agua, es decir, sin una gota de agua. Totalmente suspendido, eliminado y privado del líquido vital ha quedado dicho monumento. Y con tan gran espacio de ladrillos, al menos le hubieran podido colocar sus símbolos: caracoles, serpientes, peces… Un trazado sin orden ni sentido la envuelve. ¿A dónde fue a parar su estanque original? Inicialmente estaba rodeada de árboles, jardines y un estanque como para que la diosa nadara en su medio y recogiera el agua como parte esencial de su iconografía acuática. Hoy se encuentra prisionera entre dos carriles de Transmilenio, totalmente seca, sin su entorno escultórico verde arborizado, abandonada de las autoridades. Sin protección alguna, solamente conviven y duermen con ella los indigentes. Sin los sillares para la contemplación de la diosa, el remate en piedras talladas con peces y caracoles fue rellenado con cemento. La grifería, las tuberías y el agua, parte fundamental iconográfica y simbólica de la obra, fueron suprimidas. Lo mismo que el espejo de agua: fue reemplazado por baldosines azules de sanitario… ¡Pobre diosa mutilada! Ya por sus canales solamente corren desperdicios, basuras, residuos sólidos y ni una gotita de agua…
Detalle del caracol en manos de la “Diosa Sie”. Al igual que muchas otras esculturas presentan grafitos y mutilaciones vandálicas. 2008. Fotografía. Autor: Ernesto Monsalve Pino. 113