Negocios de antaño Tiendas de abarrotes, misceláneas, cafeterías, tiendas de licor y otros negocios modestos que aún se encuentran en algunos barrios, fueron acomodados en los lugares donde antes era el garaje, la sala o alguna habitación de la casa. Hacen parte de algunas viviendas autoconstruidas, en las que se busca su rentabilidad (Carvajalino, 2004). Los primeros negocios y las tiendas ayudaron a promover el comercio en los barrios y algunos de estos aún persisten.
Peluquería en San Fernando “El señor Domingo fundó una de las primeras peluquerías del barrio, aquel negocio quedaba en una habitación que daba a la calle. Como era aficionado a la música compró guitarra, maracas y otros instrumentos. Los vecinos acudían a ese lugar a tocar y pasar un buen rato” Jorge Enrique Bautista, habitante del barrio San Fernando.
Víveres Fagua o“El Transnocho” Estela, administradora de El Trasnocho, cuenta: “el local ya estaba hecho cuando llegamos. Al comienzo no se vendía porque no había mucha gente. Lo que había era mucho potrero, mucho lote desocupado. Y como no se vendía, tampoco había con qué comer […]. Llegamos a vender almuerzos para los obreros que estaban por aquí construyendo. Pero lo que siempre hemos vendido, lo que nos sacó adelante, fue la venta de cerveza y de harina, que la tenemos desde un comienzo”. (Sánchez, 2013).
Tienda Víveres Fagua o “El Trasnocho” en el barrio Bosque Popular. Foto: Valery Guerrero, 2019.
Relojería y Joyería Gina En 1966, doña Policarpa Ramírez y su esposo, don Ricardo Velasco, abrieron un pequeño taller de relojes. Ella lo recuerda como “el tiempo de bonanza”. En esa época trabajaban de lunes a sábado, sobre todo en la reparación y la hechura de bellos relojes de oro, aparatos que funcionaban con cuerda y no con pila. Su taller sigue decorado como en sus primeros años. A pie por Engativá y Barrios Unidos
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Vitrina de la relojería y joyería Gina, barrio La Estrada. Foto: Angela María Agudelo, 2019.
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Pa t r i m o n i o s Lo cal e s · 2 01 9