Prevención para la Vida Integral (alcoholismo y drogadicción) 125

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Revistas Nro. 125 mayo - junio 2015

47 años Policlínico Obispo Enrique Alvear… “GRACIAS POR SER PARTE DE NUESTRA HISTORIA”!!!

Pastoral Nacional de Alcoholismo y Drogadicción Área Pastoral Social Caritas - Conferencia Episcopal de Chile


Editorial Esté número lo dedicamos a la celebración que se realizó en el mes de abril, de los 47 años del programa formado por las Comunidades Cristianas de la Victoria que nació al interior al interior de las comunidades de la Población La Victoria, para prevenir y rehabilitar personas y sus familias con problemas de alcohol y cuya celebración fue dedicada a homenajear a los profesionales que trabajaron primero en el programa intracomunitario y después en el intramural. La Doctora Estrella Gutiérrez nos da una reseña de su abnegada labor en la atención de adictos al alcohol y sus familias. La Escuela de Formación en Adicciones y Situaciones Críticas Asociadas (EFAD) de la Pastoral Nacional de Alcohol y Drogas (PANAD) estuvo solidarizando con las víctimas del aluvión en Copiapó, describiendo las desastrosas consecuencias y el drama de los desaparecidos. Relatan cómo tuvieron que infundir Fe y Esperanza ante la total pérdida material y humana, el apoyo solidario que pudieron brindar el trabajo en red con Pastoral Social Caritas, Hogar de Cristo, Pastoral Juvenil de la Parroquia San José Obrero de Copiapó, Conferre, Parroquia Santa Gema, organizaciones de la comunidad etc. Reproducimos un artículo de Riod que nos muestra el daño de fumar marihuana y respirar su humo, puede dañarnos el corazón y los vasos sanguíneos, aumentando las posibilidades de arteriosclerosis e infartos. Finalizamos este número con la oración a San José Carpintero, patrono de los obreros. El Señor Resucitado nos bendiga. Equipo de Redacción.

LES PEDIMOS LAS DISCULPAS CORRESPONDIENTES POR EL ATRASO DE ESTE NRO. HEMOS ESTAMOS REALIZANDO ALGUNOS CAMBIOS LOS QUE NO NOS HA PERMITIDO CUMPLIR CON LOS PLAZOS ESTABLECIDOS PARA SU ENTREGA. ESPERAMOS PODER ORGANIZARNOS PRONTO Y ENTREGARLES EL BOLETIN EN LA FECHA QUE CORRESPONDA. COMO SIEMPRE LA INVITACIÓN ES A QUE SIGAN HACIENDO SUS APORTES PARA LA REVISTA A panad@episcopado.cl ATTE. EQUIPO PANAD.


47 AÑOS RECONSTRUYENDO VIDAS Fuente: Comunicaciones Santiago. El Policlínico Obispo Enrique Alvear de tratamiento para personas con problemas de alcoholismo y drogadicción tuvo su celebración con una eucaristía oficiada por el Cardenal Ricardo Ezzati. Con el motivo de celebrar los 47 años de vida del Policínico Enrique Alvear, se ofreció una eucaristía en sus dependencias ubicadas en la Población José María Caro, la que estuvo presidida por el Cardenal Ricardo Ezzati; junto con el Obispo Auxiliar de Santiago, Monseñor Pedro Ossandón; el padre Sergio Naser, encargado del Policlínico desde su fundación, y el recientemente ordenado sacerdote, padre Daniel Irarrázabal.

Con un gran contingente integrado por psicólogos, terapeutas, asistentes sociales y trabajadores sociales, el Policlínico está desde el año 1968 atendiendo a personas que requieren combatir sus adicciones a las drogas y el alcohol y seguir por el camino de Dios. Actualmente los pacientes van a charlas y tratamientos a partir de las 19 horas entre lunes y viernes.


En la liturgia, el Cardenal comentó: "Quiero expresar la alegría de compartir este día de los 47 años de este centro. Expresar la alegría, las caricias de Dios Padre a la gente que sufre en esta vida y que vive al margen de su reconocimiento de la dignidad humana y que con esta ayuda finalmente se dan cuenta cuan dignos son de Dios". También hubo palabras de agradecimiento para la labor que ha realizado el padre Sergio en el policlínico desde fines de la década de los 60'. "El padre Naser ha animado a mucha gente que trabaja aquí a seguir trabajando con entusiasmo, con sacrificio y motivación social, y por eso el padre Naser tiene motor para mucho tiempo más", expresó el Cardenal Ezzati. Este año la celebración tuvo la particularidad de reconocer a personas que en la historia del Policlínico han trabajado en favor de la rehabilitación de tantos hermanos.


RESCATAR A LAS OVEJAS DE LOS LOBOS PARA QUE TENGAN VIDA Palabras del padre Sergio Naser, director del Policlínico Obispo Enrique Alvear, con ocasión de los 47 años de su creación.

A nombre del equipo del Policlínico Obispo Enrique Alvear le damos gracias a Dios porque Él nos ha inspirado, alentado y acompañado durante 47 años al servicio del tratamiento, la rehabilitación y la prevención de adictos al alcohol, drogas y a sus familia. Le damos gracias también al Cardenal Ezzati, Arzobispo de Santiago; a monseñor Pedro Ossandón, Obispo Auxiliar de Santiago, Vicario Espiscopal para la Zona Sur y presidente de la Pastoral Social Caritas; al Sr. diputado de distrito, aquí presente, valorando la presencia y apoyo de quienes tienen una agenda tan recargada, a los representantes de Previene de Pedro Aguirre Cerda y de lo Espejo y a todos ustedes por acompañarnos en esta celebración. En 1968, como diácono hice el año pastoral, previo a la ordenación sacerdotal, en la Población La Victoria. Además de otros trabajos pastorales, el párroco me dijo: "Y preocúpate también de los curaos, que hay muchos….". Efectivamente una encuesta reveló que el 19% de los papás era enfermo alcohólico y el 35% bebedor excesivo, lo que se definía como la persona que bebiera más de un litro de vino al día o se embriagaba más de 12 veces al año. O sea, el 54% de los varones que encabezaban sus hogares eran bebedores anormales, con el consiguiente maltrato familiar, desnutrición infantil, mal rendimiento escolar, ausencia de participación social y religiosa, elevando el índice de morbilidad y mortandad, engendrando niños con síndrome de alcoholismo fetal o con predisposición genética a ser alcohólicos o drogadicto. Contribuían, además, en altísimo porcentaje, a elevar los índices de robos, asaltos, violaciones, homicidios y suicidios. Al poco tiempo, trabajando con los que íbamos rehabilitando, previa capacitación y a partir de sus propios testimonios y, como miembros de la Comunidad Cristiana de la Parroquia Nuestra Señora de La Victoria, formamos el Club de Abstemios, con 30 hermanos y hermanas adictos al alcohol y con sus familias. Dos años después, el Equipo de Psiquiatría y Salud Mental de la Universidad de Chile,


que dirigía el profesor Juan Marconi, se trasladó al Área Sur, con sede en el Hospital Barros Luco. En ese equipo estaban también los doctores Rogelio Aravena, Alberto Minoletti y Alfredo Pemjean, además de otros médicos, psicólogos, enfermeras y trabajadores sociales. Ellos me invitaron a formar parte del Equipo. Así, con el apoyo de tan destacado equipo profesional, los pobladores de La Victoria realizamos importantes acciones comunitarias como son el tratamiento de adictos al alcohol, el tratamiento a los familiares que padecían neurosis, la búsqueda de soluciones para superar la deprivación cultural de los niños, la cesantía o precariedad laboral de los padres en tratamiento, la capacitación, la necesidad de vacaciones y el buen uso del tiempo libre de la familia. El tratamiento del alcoholismo se realizó primero en el Hospital Barros Luco, después en el Consultorio La Feria - hoy Padre Pierre Dubois - posteriormente en el Policlínico Parroquial de Población Villa Sur, donde trabajó la doctora Estrella Gutiérrez, hasta que en el año 1975 nos trasladamos a esta sede, donde trabajaron los que serán homenajeados en algunos instantes. En este momento quisiera aprovechar la oportunidad de destacar el trabajo voluntario que en esos años realizaron algunos profesionales, sobre todo el de la doctora psiquiatra Mireya Castro Santoro. Al comienzo de la década del 70, En el Club de Abstemios llegamos a tener 150 socios, en ramas masculina, femenina y juvenil (CEJUCA), de los cuales unos 80 participaban en las reuniones semanales y en actividades de convencimiento, de rescate, de visita a hospitalizados, etc. Los jóvenes hacían labores de prevención especialmente en centros juveniles y clubes deportivos. El tratamiento de la neurosis se realizaba en grupos de catarsis, a través de familiares capacitadas como monitoras y que tenían neuroticismo bajo. Contamos para ello con la investigación y asesoramiento del Dr. Alberto Minoletti y cuyo trabajo se publicó en el Acta Psiquiátrica y Psicológica para Américo Latina el año 1972. La depresión cultural de los niños se abordó creando el Jardín Infantil “El Palacio de los niños”, de La Victoria, que dirige hasta hoy la Sra. Alicia Cáceres y cuyo asesoramiento lo realizó el Dr. Alfredo Pemjean junto a otros profesionales. El problema de la cesantía y de precariedad laboral se enfrentó creando los talleres de carpintería, hojalatería, fundición y cerrajería, donde trabajamos con el Hno. Jorge Eykman, para enseñar un oficio a los que estaban en rehabilitación, con un plazo de 3 meses, mientras buscaban trabajo. También es destacable la Bricora, que dirigió el poblador en rehabilitación, Heráclito Valenzuela y asesoró el Dr. Rogelio Araven, que permitió construir casas para los asentamientos en período de reforma agraria. La Capacitación se realizaba en la acción y a través de unidades de enseñanza programática para los niveles D5, D4 y D3. Los adictos y sus familias hasta hoy día van al Campamento de Verano en Playas Blancas. En el Programa Intracomunitario, los grupos de auto ayuda intercambian experiencias y reciben capacitación. Actualmente estamos atendiendo alrededor de 200 adictos al año, además de la capacitación y ayuda que prestamos a los familiares que los apoyan. En todos estos años hemos procurado ser testimonio de una Iglesia, que, como dijo el Papa Francisco, trabajó y trabaja en las periferia, que escucha, atiende a estos hermanos y les ayuda, con un enfoque espiritual-bío-psico-social, a encontrar mejores


rumbos para cuidar su vida, la de su familia y la del prójimo, rescatándolos de los lobos, para tener vida y vida en abundancia. Gracias a todos los que han trabajado en este programa, gracias a los que siguen trabajando en él, gracias a Senda que aprueba nuestros proyectos y trabajos, gracias a las instituciones y personas presentes y los que no han podido venir y, sobre todo, gracias a Dios. Esto es lo que queremos expresarle a Él, que siempre nos inspira, alienta y acompaña, a través de esta Eucaristía que presidirá nuestro Arzobispo de Santiago. Gracias Señor, gracias a todos ustedes.


DRA. ESTRELLA GUTIÉRREZ (Ex – Trabajadora Policliníco Obisco Enrique Alvear)

Conocí al Padre Sergio Naser en la Vicaría de la Zona Oeste de Santiago en una reunión de gente que buscaba cómo organizarse para enfrentar los problemas de salud que iban surgiendo en los primeros tiempos de la dictadura. Yo estaba recién recibida pero sin trabajo. El Padre Sergio me propuso ir a trabajar con él. Me habló del programa intracomunitario que funcionaba en la Población La Victoria y de los muchos pacientes alcohólicos que se habían quedado sin atención profesional... Yo no sabía prácticamente nada del problema. La formación en el tema en la Escuela de Medicina había sido casi nula. Empecé a asistir al curso de Alcoholismo para alumnos de Medicina de la U. de Chile en el Hospital Barros Luco y al Consultorio externo de ese Hospital donde entre otros atendía el Dr. Rogelio Aravena. Él había integrado el equipo del Profesor Juan Marconi, creador del programa de salud mental intracomunitario. Me entusiasmó el enfoque y especialmente el modelo de delegación de funciones que integraba el conocimiento popular del problema al conocimiento más profesional e incorporaba la participación de voluntarios. Gracias al Dr. Aravena conocí también a otros profesionales que compartieron su experiencia. Al comienzo empecé a tender enfermos en una pequeña sala del Club de Abstemios de la Población La Victoria. La implementación era mínima. Poco después el Padre Sergio consiguió que pudiéramos funcionar en un Policlínico Parroquial en la Villa Sur. Hasta ahí llegaba yo desde mi casa en bicicleta. Trece km. Excelente ejercicio que tuve que abandonar después de mi primer embarazo. En el Poli había que hacer de todo. Lo primero fue crear un sistema de ficha para recoger antecedentes, atender a los pacientes, consolar a aquellos que no podía


resignarse a todo lo ocurrido: detenciones, muerte y desapariciones de seres queridos, cesantía, etc. Había que atender también a las mujeres que los acompañaban, despachar sus recetas, colocar inyecciones, tomar la presión, ordenar y traducir folletos de medicamentos donados, preparar leche para darle la primera dosis de medicamentos a los enfermos que llegaban con síndrome de privación, hacer aseo, limpiar los baño... Felizmente, muy pronto se incorporó la Sra. Blanca Jhonson (Q.E.P.D.) pobladora de La Victoria y voluntaria del programa cuyo marido era un rehabilitado. Aparte del aseo, Blanca hacía sesiones de relajación como la mejor de las técnicas. Manejaba al dedillo también las sesiones para líderes del tercero y cuarto nivel de delegación de funciones del programa de neurosis y, sobre todo, conocía y daba confianza a la gente. En el Policlínico de la Villa Sur solíamos tener la desagradable visita de un hombre de lentes oscuros que se sentaba en la sala de espera, observaba a los que entraban y salían y tomaba notas en un cuaderno. Si le preguntábamos que deseaba respondía que quería ver cómo atendíamos. Siempre pensamos que era “un sapo”. La situación se ponía muy difícil cuando los pacientes llegaban más graves luego de recaídas que se habían prolongado demasiado tiempo. Mal alimentados, las consecuencias eran peores. Hacíamos lo que podíamos con la ayuda de otros voluntarios que se fueron sumando al programa. Más de una vez fuimos con el padre Sergio a visitar a un moribundo a su propia casa. Después de dos años empezamos a dar de alta a los primeros rehabilitados. De entre ellos elegimos un grupo al que preparamos como monitores del nivel de delegación 4 Así sucesivamente, cada dos años fuimos formando monitores. Los clubes de Rehabilitados más destacados eran el de la Población la Victoria, que incluso contaba con un taller de carpintería donde trabajaban algunos rehabilitados, y el Club San Lucas. El Padre Sergio contactó a algunos religiosos de la Zona Sur, a quienes empezamos a formarlos como líderes de delegación 3 (D3), según el modelo de Marconi. Nos reuníamos periódicamente con ellos en el mismo Policlínico o en la sede de la Vicaría Sur; ellos aplicaban sus conocimientos en sus respectivos sectores y nos traían pacientes a los que ya habían convencido de la necesidad de tratamiento. Muchas veces los pacientes venían desintoxicados porque los líderes D3 contaban con un pequeño botiquín para tratar el síndrome de abstinencia. Felizmente para entonces nuestro programa contaba con una Asistente Social, la Sra. Isabel Ferrer; estaba adscrito al Programa de Salud de esta Vicaría y recibíamos financiamiento de la Vicaría de la Solidaridad. No hablo del financiamiento de los primeros tiempos. El Padre Sergio hizo muchos milagros de multiplicación de panes y peces para poder subsistir como programa. En abril de 1982 nos trasladamos a la actual sede del Policlínico. ¡Fue un tremendo logro gestado nuevamente por el Padre Sergio con el apoyo del Vicario Don Camilo Vial! Recién había fallecido Monseñor Enrique Alvear por lo que nuestro Vicario nos propuso inaugurar la nueva sede con el nombre de este ejemplar pastor. Fue un honor para todos nosotros.


Los pacientes estaban felices pues el lugar era mucho mejor que el antiguo Policlínico. Nosotros también. Ahora teníamos hasta teléfono. Antes teníamos que ir a la casa de una vecina para llamar y nos pasaba la cuenta a fin de mes. Durante todos esos años yo no contaba con apoyo de laboratorio básico. Si los síntomas o la historia del paciente sugerían otra patología les aconsejaba vivamente que acudieran al policlínico de su sector pues no podía hacerme cargo de atender otros problemas de salud, pero no siempre me hacían caso. Insistían en recurrir a nosotros. Después de algunos años hicimos contacto con el Hospital El Peral, de donde obteníamos los medicamentos básicos, y con los policlínicos del sector para derivar pacientes con interconsulta. También empezamos a recibir pasantías de voluntarios del área médica y social que querían conocer nuestra experiencia. Tuvimos que pensar e implementar algún programa de selección de pacientes pues descubrimos que varios acudían a nosotros sin mayores intenciones de rehabilitarse sino para obtener alguna ayuda material, tan necesaria en esos tiempos de tanta escasez (leche, alimentos, incluso dinero para la locomoción) que gestionaba la Asistente Social del programa. Recuerdo que en una ocasión una mujer se hizo pasar por enferma alcohólica para poder darle a escondidas medicamentos a su marido que no quería hacerse tratamiento. Conocía muy bien los síntomas de la enfermedad. Yo le creí y la animé a seguir con nosotros. Después de un tiempo, a través de otra paciente supimos la verdad. A mi personalmente me sirvió muchísimo conocer de cerca el programa de los Alcohólicos Anónimos con su rama para la familia Alanon y para los hijos Alateen. De allí cogí los principios básicos para entender mejor la codependencia y tener una mirada más amplia del problema. Creo que los dos pilares de mi formación fueron por una parte el programa del profesor Marconi y por otra parte la de Alcohólicos Anónimos. En mis 17 años de trabajo en el Policlínico creo que llegué a atender unos 5 mil pacientes alcohólicos. Muchos lograron la abstinencia y después se convirtieron en verdaderos apóstoles de la causa. Otros fueron más difíciles. Recayeron muchas veces. Llegaban en condiciones lamentables e insistían en que los atendiéramos. A veces nos amenazaban si nos negábamos a hacerlo. Querían llevar diazepan, que después comercializaban entre sus vecinos como lo hacían con la droga; se fue imponiendo la necesidad de estudiar para atender también este problema que tenían muchos de nuestros pacientes, especialmente los más jóvenes. En el Policlínico tuvimos que inventar un botón de pánico que estaba justo debajo de mi escritorio para cuando algún paciente se ponía muy violento y uno necesitaba ayuda. El botón se hacía sonar de otra manera cuando lo que queríamos era que la Sra. Blanca invitara a la esposa a conversar con ella pues venía tan desesperada que no dejaba entrevistar al paciente. Un tercer botón sonaba diferente cuando veíamos que el paciente “no estaba ni ahí” y había que invitarlo a salir afuera para atender a la mujer que seguramente estaba corriendo peligro de maltrato si es que ya no lo estaba sufriendo. Teníamos que ser muy cautelosos para dar a entender al paciente que si él no necesitaba tratamiento, probablemente sí lo necesitaba su pareja o esposa. De


este modo dábamos un espacio a la mujer para que se explayara y mantuviera un vínculo con nuestro programa. Mantuve siempre el contacto con los líderes D3 que se habían formado con nosotros y los visitaba en sus propias casas al menos cada 2 meses para supervisarlos. Yo asumía el rol del lider D1 y D2 en el modelo del Dr. Marconi. De ellos guardo un recuerdo de admiración y gratitud. Fueron un apoyo para mí en momento de duda, de pesimismo o de desolación. Siempre me pesó sentirme tan aislada del mundo académico u hospitalario. Cuando me encontraba con algunos colegas no entendían que estuviera trabajando en un sector tan pobre y con tantas carencias. Me daba cuenta que para ellos era inadmisible. Casi todos se jactaban de sus logros materiales o académicos. Yo no pude hacer una especialización. Estábamos recién casados. Luciano, mi marido, había quedado cesante justo después del golpe militar y no tenía opción de encontrar trabajo fuera de Santiago. Por lo mismo no podía pensar en irme a provincia como médico general de zona. Por eso me alegré mucho cuando tuve el ofrecimiento de optar a una beca universitaria en Neuropsiquiatría Infantil. Presenté mis antecedentes cuando me di cuenta que el próximo paso era firmar una carta de irrestricta adhesión al régimen militar. En ese momento me eché atrás. Sencillamente prefería no postular. Fue por entonces cuando Dios puso en mi camino al Padre Sergio. Durante los años que trabajé en el Policlínico nacieron mis tres hijos que ahora son adultos, profesionales e independientes. Después de 17 años en el Poli, y no sin momentos de grandes dificultades, decidí que era tiempo de partir para llevar mi aporte y mi experiencia al sistema público. Porque de una cierta manera los que trabajábamos en la Vicaría de la Solidaridad vivíamos como en una burbuja, sin conocer la realidad del sistema público, sin conocer desde adentro el clima de constante desconfianza y sospecha que sufrían los equipos de salud y que se prolongó en el tiempo durante muchos años. Mirando para atrás mi vida, pienso que mi título de médico sirvió para que yo fuera un instrumento en manos de Dios a fin de que a muchas familias llegara la liberación de un problema tan doloroso como el del alcohol. Bendigo a Dios por eso y por todas las bendiciones que trajo para mí y mis seres queridos, mi paso por el Policlínico Obispo Enrique Alvear.


LA ESPERANZA BROTA DESDE EL BARRO La experiencia del equipo de la Escuela de Formación de Atención en el Aluvión de Copiapó.

David Urrea1

Desde el martes 24 de marzo, la Región de Atacama ha vivido una de las tragedias por causas de la naturaleza más grandes de los últimos 20 años, situación que ha producido destrucción en buena parte de las áreas de esparcimiento de la comunidad, casas y lugares destinados a actividades productivas y comerciales. Todo esto es debido al inusual comportamiento meteorológico que significó fuertes lluvias y una gran cantidad de agua descontrolada en poco tiempo, lo que desbordó los cauces de ríos y quebradas, provocando aluviones sucesivos que fueron destruyendo los principales centros urbanos de la Región. La gente en las calles comenta nunca antes haber vivido un acontecimiento similar; se escuchan rumores de que la región demorara bastante en levantarse, que los mayores centros urbanos como Copiapó o Chañaral jamás estuvieron preparados para tal situación.

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Trabajador Social Equipo EFAD-Copiapó


Liceos, escuelas y universidades de la zona suspenden sus clases desde los niveles de pre-básico hasta los cursos superiores, ya que una gran cantidad de estos establecimientos se vieron considerablemente afectados por el deslizamiento de lodo. Otros se utilizan como albergues improvisados, cobijando a más de cinco mil familias, además de ser centros de acopio-distribución de ayuda humanitaria. Muchas de personas afectadas deciden pernoctar en sus moradas, cuidando los últimos enceres en buen estado de posibles saqueos. Hasta la fecha, estas casas se encuentran llenas del material que arrastró el agua desde las quebradas. Los medios de comunicación explican que hay una cantidad importante de personas desaparecidas, más de cien, y que existen grandes posibilidades de una emergencia sanitaria en cuanto a polvo, aguas detenidas y residuos en el barro se refiere. Los que apenas tenían un ruquito (casa de material ligero) en las orillas del rio ya no cuentan ni con un par de palos para prender fuego. En horas de la madrugada las personas en situación de calle son evacuadas por autoridades de los lugares ocupados, pues estos eran evidentes zonas de inundación. El daño es evidente. La catástrofe no tan solo se llevó cosas materiales de los pobladores de Atacama, sino también, por momentos, se raptÓ la esperanza de las personas y sobre todo la fe, el creer que es posible recuperarse en momentos adversos.


Ante estos trágicos hechos, nosotros como organización nos preguntamos: ¿Qué hacer?, ¿cómo, desde nuestro pequeño rincón solidario llamado EFAD, podemos levantar los corazones?. Nuestra respuesta comenzó el día 24 de marzo, porque la tragedia para las personas que vivían en la calle se produjo desde el inicio de las lluvias. Primero, por la evidente humedad de sus pertenecías y ropas, pero en segundo término porque el Rio Copiapó, que no traía agua desde hace muchos años, y en cuyo cauce vivían gran parte de estas personas, comenzó a llevar agua en gran cantidad, desapareciendo con ello sus lugares de vivienda. De esta manera, la primera acción que llevamos a cabo fue tomar contacto con estas personas y llevar alguna ayuda que permitiera recuperar lo humedecido por el agua. A medida que el agua subió e hizo insostenible la vida a orillas del cauce, ayudamos a trasladar a varios a dependencias del Hogar de Cristo y, finalmente, desde estas, que también resultaron dañadas e inundadas, a las dependencias de los primeros alberges municipales que surgieron una vez que el agua comenzó a desbordarse. En un segundo momento, ante la gravedad de los acontecimientos, la ciudad de Copiapó se paralizó, y con ello hizo imposible que nuestro equipo pudiera estar presente en la calle, básicamente por la falta de medios para enfrentar la situación. Por esto debimos pasar las primeras horas de la tragedia esperando que estuvieran las condiciones para salir. Una vez que se pudo, nuestras primeras acciones estuvieron destinadas a conectarnos con el Hogar de Cristo y apoyar sus acciones en favor de las personas que viven en la calle. Comenzamos a tomar contacto con Pastoral Social Caritas de Copiapó para ponernos a su servicio en la articulación de una respuesta a esta tremenda tragedia desde nuestra Iglesia.

La Pastoral Social Caritas y otros órganos de la iglesia diocesana conformaron un gran mesa de trabajo, a la que fue invitada EFAD desde el inicio, para intentar apoyar desde su experticia en trabajo inmediato, un auxilio en situación de crisis,


estructurando acciones locales, nacionales e internacionales en busca de solidaridad y verificando de forma territorial los espacios en los cuales se desenvuelven cada uno de los grupos para comenzar a aportar en la recuperación de la comunidad y su gente. El Equipo de EFAD logró reunirse completamente cerca de 5 días tras la tragedia, momento en el que logramos articular una alianza con la Pastoral Juvenil de la Parroquia San José Obrero. En primera instancia nos abocamos al tema de las personas en situación de calle, intentando saber si se encuentran bien, si existían algunos que haya sufrido algún tipo de problema grave, etc. En Copiapó, nuestra fundación mantiene un trabajo desde el año 2000 con los amigos y amigas que se hallan en situación de sufrimiento social, de modo que el conocimiento y compromiso con las personas de calle es permanente. Con la ayuda de los distintos equipos de nuestra organización nacional y la Conferencia de Reiligiosos y Religiosas de Chile (CONFERRE), logramos movilizar ayuda material cercana a las dos toneladas desde Santiago e Iquique. En Santiago se reunieron donaciones de distintos amigos/as de EFAD, y la ayuda recolectada por CONFERRE que puso a nuestra disposición; en Iquique, el equipo completo hizo puerta a puerta en las ciudades de Iquique y Alto Hospicio recolectando alimentos y artículos de aseo. Con estas cooperaciones logramos ayudar a más de 50 familias que se encontraban en situación crítica debido a al aluvión. En la misma dirección, se comienza a desarrollar una labor con niños y niñas en conjunto con el Obispado de Copiapó y distintas pastorales sociales de ciudad de Copiapó, con la intención de prestar apoyo de contención psico-social y espiritual en cuatro poblaciones que se vieron directa e indirectamente afectadas por la catástrofe. Este trabajo atiende a más de 120 infantes que han dejado de asistir a escuelas o jardines. Juegos, jornadas de estudio relacionadas con lo académico y simples conversaciones se trasforman en espacios de terapia y contención para la dura realidad que se vio durante los últimos días del mes de marzo.

Por otro lado, parte de los profesionales del área de nuestros equipos, en conjunto con los amigos de Caritas, desarrollan jornadas de educación en torno al cuidado e


higiene personal y ambiental, entregando en estas jornadas artículos de aseo ambiental en un kit especialmente preparado para momentos de catástrofes. Por último, y concretando nuestro aporte al trabajo de esta mesa, se logra contactar y conocer la realidad de 30 adultos mayores que viven en Paipot, zona cero del aluvión y que fue prácticamente arrasada por las aguas del rio. Allí se comienza un proceso de escucha y acompañamiento de estas personas, además de prestar apoyo en el área de salud, en conjunto entre el Equipo de EFAD y La Parroquia Santa Gema de Paipote. De esta forma se han definido tres líneas de trabajo en el mediano plazo en Copiapó: apoyo a personas en situación de calle en Copiapó y Caldera; instalación de modelo de atención comunitario de niños/as en Campamento Fernando Ariztía y Paipote; y acompañamiento de adultos mayores afectados en Paipote, lo que implica también el apoyo a comedor fraterno de la parroquia Santa Gema Las jornadas han sido extensas; el trabajo no se ha detenido desde el primer día de la catástrofe. Con más corazón que recursos nuestra fundación se ha transformado en un verdadero brazo de amor para nuestro pueblo desde nuestra iglesia. Hoy más que nunca debemos entregarnos por completo a la solidaridad, al apoyo mutuo y la construcción de esa sociedad distinta. Por eso, hoy más que nunca, debemos mostrar el cuerpo de Cristo hecho alimento para el mundo. Seguimos apoyando el proceso de reconstrucción material y espiritual y esperamos contar con la solidaridad de todos/as.

EFAD COPIAPÓ


SAN JOSÉ OBRERO, PATRONO DE LOS TRABAJADORES El 1 de mayo la Iglesia celebra la Fiesta de San José Obrero, patrono de los trabajadores, fecha que coincide con el Día Mundial de Trabajo. Esta celebración litúrgica fue instituida en 1955 por el Siervo de Dios, Papa Pío XII, ante un grupo de obreros reunidos en la Plaza de San Pedro en el Vaticano.

La Iglesia afirma respecto al trabajo que "para los creyentes es cierto que la actividad humana individual o colectiva o el enorme esfuerzo realizado por el hombre a lo largo de los siglos para lograr mejores condiciones de vida, considerado en sí mismo, responde a la voluntad de Dios. Pues el hombre, creado a imagen de Dios, recibió el mandato de que, sometiendo a su dominio la tierra y todo cuanto ella contiene, gobernase el mundo con justicia y santidad, y de que, reconociendo a Dios como creador de todas las cosas, dirija su persona y todas las cosas a Dios, para que, sometidas todas las cosas al hombre, el nombre de Dios sea admirable en todo el mundo. Esta verdad tiene su vigencia también en los trabajos más ordinarios. Porque los hombres y mujeres que, mientras procuran el sustento para sí y sus familias, disponen su trabajo de tal forma que resulte beneficioso para la sociedad, con toda razón pueden pensar que con su trabajo desarrollan la obra del Creador, sirven al bien de sus hermanos y contribuyen con su trabajo personal a que se cumplan los designios de Dios en la historia.


Los cristianos, lejos de pensar que las conquistas logradas por el hombre se oponen al poder de Dios y que la criatura racional pretende rivalizar con el Creador, están por el contrario convencidos de que las victorias del hombre son signo de la grandeza de Dios y consecuencia de su inefable designio. (...) De donde se sigue que el mensaje cristiano no aparta a los hombres de la edificación del mundo, ni los lleva a despreocuparse del bien de sus semejantes, sino que más bien les impone esta colaboración como un deber" (Constitución pastoral Gaudium et Spes nos. 33-34). Para cumplir tal ideal, la Iglesia nos propone seguir el ejemplo de San José. El Santo Padre Pío XII, en la proclamación de esta fiesta, pidió que “el humilde obrero de Nazaret, además de encarnar delante de Dios y de la Iglesia la dignidad del obrero manual, sea también el próvido guardián de vosotros y de vuestras familias”. Pío XII quiso que el Santo Custodio de la Sagrada Familia, “sea para todos los obreros del mundo, especial protector ante Dios, y escudo para tutela y defensa en las penalidades y en los riesgos del trabajo”.


NOTICIAS

RADIO MARIA.- Les recordamos que todos los jueves de 3:15pm a 4:00pm en Radio María FM 89.3 se emite el programa FAMILIAS, ADICCIONES Y ESPIRITUALIDAD. Espacio radial pensado para prevenir, orientar y hacer crecer la esperanza en la rehabilitación, conducido por el p. Sergio, acompañado de distintos profesionales y testimonios.

RIOD.- Respirar humo de la marihuana de segunda mano puede dañar el corazón y los vasos sanguíneos, igual que lo hace el humo del cigarrillo de segunda mano, según revela un estudio preliminar presentado en las Sesiones Científicas de 2014 de la Asociación Americana del Corazón.

En el estudio, la función de los vasos sanguíneos en ratas de laboratorio se redujo un 70 por ciento después de 30 minutos de exposición al humo de la marihuana de segunda mano. Incluso cuando la marihuana no contenía tetrahidrocannabinol (THC), un compuesto de la marihuana que produce la intoxicación, la función de los vasos de la sangre todavía se veía afectada. La disminución de la función de los vasos sanguíneos puede aumentar las probabilidades de desarrollar aterosclerosis y podría conducir a un ataque al corazón. La aterosclerosis es el proceso de la


enfermedad que causa la acumulación de placa en las arterias que las estrecha y restringe el flujo de sangre. "La mayoría de la gente sabe que el humo de cigarrillo de segunda mano es malo, pero muchos no se dan cuenta que el humo de la marihuana de segunda mano también puede ser perjudicial", afirma Matthew Springer, autor principal del estudio e investigador cardiovascular y profesor asociado de Medicina de la División de Cardiología en la Universidad de California, San Francisco, en Estados Unidos. La marihuana y el humo del tabaco son química y físicamente iguales, al margen de sus ingredientes activos. La caída de la función de los vasos sanguíneos por culpa de la marihuana sin THC sugiere que el compuesto no es responsable del efecto. Del mismo modo, este estudio confirma que la nicotina del humo no interfiere en la función de los vasos sanguíneos. En el trabajo, los investigadores utilizaron una máquina para fumar tabaco modificada para exponer a ratas al humo de la marihuana y, gracias a una máquina de ultrasonido de alta resolución, se midió el funcionamiento de la principal arteria de la pierna. Los investigadores registraron la dilatación de los vasos sanguíneos antes de la exposición al humo y 10 y 40 minutos después de la exposición al humo. También realizaron pruebas independientes con marihuana sin THC y aire limpio, lo que les premitió descubrir que no había diferencia en la función de los vasos sanguíneos cuando las ratas se expusieron a aire normal. En estudios previos de tabaco, la función de los vasos sanguíneos tiende a volver a la normalidad a los 30 minutos de exposición, pero en este análisis de la marihuana, la función de los vasos sanguíneos no volvió a la normalidad a los 40 minutos de la exposición. "Si usted está pasando el rato en una habitación donde la gente está fumando mucha marihuana, se le pueden estar dañando los vasos sanguíneos", advierte Springer. "No hay razón para pensar que el humo de la marihuana es mejor que el humo del tabaco. Evite los dos", aconseja. El humo del tabaco de segunda mano causa cerca de 34.000 muertes prematuras por enfermedades del corazón cada año en Estados Unidos entre los no fumadores, según un informe de este año sobre las consecuencias del consumo de tabaco. Los autores de este trabajo creen que se necesita más investigación para determinar si el humo de la marihuana de segunda mano tiene otros efectos similares al humo de tabaco de segunda mano en los seres humanos.

PASTORAL DE ADICCIONES CONMEMORA DÍA INTERNACIONAL DE LA PREVENCIÓN.- La PANAD de la Pastoral Social Caritas, adhiere a la conmemoración por parte de las Naciones Unidas al día Internacional de la Prevención, y en función de lo mismo, nos parece oportuno recordar nuestra permanente posición respecto de las acciones de prevención, tratamiento y reducción de daños en nuestro país.


Nuestra Pastoral basa su confianza en el Señor de la Vida, en su misericordia y buscando asociarnos con todos y todas, en la labor de protección de la VIDA de las personas, sus familias y nuestras comunidades. Invitamos a todas las Diócesis a que desarrollen un departamento en la Pastoral Social que se dedique a las respuestas pastorales a los temas asociados al uso de drogas, de forma de poder tener algunas sesiones en las catequesis sobre prevención, desarrollando acciones de acompañamiento a las personas y familias afectadas; e involucrándose en el acontecer comunitario para poder formar la organización como mecanismo de prevención. Invitamos al Gobierno a incorporar en los estudios epidemiológicos las variables de morbilidad y mortalidad, para asociada a la de prevalencia poder tener una claridad mayor de las sustancias y procesos asociados al uso problemático de drogas. La estrategia Nacional de Drogas debiera ser desarrollada, puesta en práctica y evaluada en torno al mayor consenso posible y un monitoreo constante por parte de las organizaciones de la sociedad civil, las universidades y otros centros de pensamiento, así como de las entidades locales como municipios y organizaciones funcionales, de manera que las personas puedan contar con los espacios necesarios para ser actores centrales de las transformaciones comunitarias imprescindibles para enfrentar las consecuencias negativas del uso de drogas y alcohol. Nuestra pastoral realizó varias actividades conmemorativas en las ciudades de: 

Iquique, viernes 26 de Junio. Acto de conmemoración en la Residencia para la Superación Olga Luza.

Copiapó, jueves 25 de Junio. Misa en la Catedral presidida por el Obispo Monseñor Celestino Aós Braco.

Santiago, se realizaron actividades en el Colegio Alberto Pérez de Maipú, relacionadas con la prevención bajo el lema "Cuida tu vida", las actividades se cierran con una "Eucaristía por la Vida sin Drogas" el Viernes 26 de Junio , presidida por el p. Sergio Naser, Director de la Pastoral Nacional de Alcohol y Drogas.


Rancagua, sábado 27 de Junio, Eucaristía y presentación de actividades realizados por niños, comunidad y escuela de futbol.

Los Ángeles, sábado 27 de Junio, Eucaristía en la Catedral de Los Ángeles presidida por el Obispo Felipe Bacarreza, en Tucapel y Nacimiento se hicieron actividades recreativas especiales, relacionadas con la fecha, con niños y niñas.



UN ESPACIO PATA TI:

Oración a San José obrero

Nos dirigimos a ti, bendito San José, nuestro protector en la tierra, como quien conoce el valor del trabajo y la respuesta a nuestro llamado. A través de tu Santa Esposa, la Inmaculada Virgen Madre de Cristo, Dios, y sabiendo el amor paternal que tuviste a nuestro Señor Jesús, te pedimos nos asistas en nuestras necesidades y fortalezcas en nuestros trabajos. Con la promesa de realizar dignamente nuestras tareas diarias, intercede por nosotros para que sigamos tu ejemplo y el de Jesús, tu Hijo carpintero, de ser honestos, generosos en nuestra labor diaria y, estando en la presencia del Señor Resucitado, seamos sus fieles discípulos misioneros. Se tú el solícito guardián de nuestro trabajo y con tu intercesión, el Señor nos libre de todo mal. Seguimos tu ejemplo y buscamos tu auxilio. Socórrenos en todos nuestros esfuerzos, para así poder obtener contigo el premio eterno en el Cielo. Amén.


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