Motor Electrico
Ecologia
La apuesta del gobierno español y de distintas autoridades locales por los vehículos eléctricos a través del proyecto Movele ha puesto de actualidad este tipo de coches, aunque ¿qué hay de realidad y que hay de ficción en todo lo que se ha dicho y opinado durante los últimos días? ¿Es factible, a día de hoy, comprar y utilizar un vehículo eléctrico? Para incorporarnos a la circulación "con chispa" lo primero sería disponer de un coche totalmente eléctrico. Es aquí donde encontramos el primer escollo para reducir nuestro consumo de hidrocarburos ya que en el mercado existen varios modelos de coches híbridos que cuentan ya con años de contrastada fiabilidad y experiencia, pero resulta mucho más complicado hacerse con un vehículo exclusivamente eléctrico. ¿Dónde lo compro? Diariamente aparecen varias noticias sobre nuevos modelos de coches eléctricos a punto de salir comercializarse, tanto de grandes marcas como de fabricantes desconocidos que se han especializado en vehículos eléctricos. Pero actualmente sólo existen en el mercado español dos turismos disponibles para su compra inmediata: el Think City y el Micro-Vett Fiat 500. El "catalogo Movele" es el listado de coches eléctricos presentado a principios de esta semana por el gobierno. Incluye un total de 13 turismos, aunque la mayor parte de ellos sólo estarán disponibles hasta bien entrado el 2010. En cuanto a los puntos de venta, el gobierno tiene censados en torno a 40 concesionarios en todo el territorio nacional, que distribuyen tanto motocicletas como cuadriciclos, turismos y vehículos comerciales, por lo que las opciones se reducen si nos limitamos a los que ofrecen turismos. Apoyo de las autoridades Los coches eléctricos disponibles en la actualidad en España cuestan entre 30.000 y 50.000 euros, por lo que las subvenciones se convierten en una herramienta prácticamente imprescindible para poder afrontar estas inversiones millonarias. En el caso del Think City, la ayuda establecida es de 6.300 euros, por lo que el precio final sería de unos 25.000 euros (sin IVA). El Micro-Vett Fiat 500 cuenta con una subvención de 7.000 euros, por lo que el precio final quedaría en torno a los 42.000 euros (sin IVA). A estas ayudas habría que sumar las que ofrecen las comunidades autónomas y autoridades locales para la compra de vehículos ecológicos, que normalmente se concretan en descuentos tanto en el impuesto de matriculación como en el de circulación. Finalmente, las distintas ciudades que se han sumado al proyecto de promoción de los vehículos electrónicos también están contemplando la posibilidad de eximir del pago por aparcamiento en la zona ORA a este tipo de vehículos. El alcalde de Madrid, Alberto Ruíz Gallardón ya ha confirmado esta medida y se espera que otras ciudades se adhieran en breve. Beneficios indudables Además de no quemar combustibles fósiles durante su funcionamiento, una de las grandes ventajas de este tipo de vehículos es su escaso coste de funcionamiento. Se estima que cargar la batería puede costar en torno a un euro, y con ella se pueden recorrer unos 150 kilómetros. Además, los conductores de coches eléctricos disfrutan de una vida mucho más relajada, ya que el silencio de los motores eléctricos supone un cambio trascendental frente al ruido de los motores de combustión. Y los que necesitan aún más razones para convencerse de que estos vehículos suponen una alternativa rentable no tienen más que echar un vistazo al apartado de mantenimiento, ya que se eliminan los gastos en lubricantes y filtros, así como de reparación y sustitución otras piezas de desgaste ligadas al motor y a la transmisión de los vehículos tradicionales. No es oro… Entre los inconvenientes de los coches eléctricos figuran su limitada autonomía (en torno a 150 km), lo que los convierte en vehículos de uso eminentemente urbano. Tampoco son la elección más ideal para los apasionados de la velocidad, ya que el límite que alcanzan está en torno a los 120 km/h. El tiempo de carga de las baterías en enchufes tradicionales (hasta 10 horas) y la aún escasa disponibilidad de puntos de recarga en las ciudades son otros aspectos que pueden llegar a lastrar la popularización de estos vehículos. Por su parte, distintas organizaciones de defensa del medio ambiente han insistido en que estos vehículos no son "ecológicos" sino "menos contaminantes", ya que la energía eléctrica que utilizan se genera, en parte, en centrales térmicas que son altamente contaminantes. Además, argumentan que el proceso de fabricación de las baterías que almacenan la energía supone la emisión a la atmósfera de importantes cantidades de CO2
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