Gray, john n falso amanecer los engaños del capitalismo global

Page 255

Los fines del laissez-faire

255

gestión de crisis sea casi imposible de lograr. No existe el consenso nece­ sario sobre los medios y los fines de las políticas de control de población y de conservación medioambiental. Un requisito vital para emprender con éxito la reforma de la econo­ mía internacional es el apoyo de la principal potencia mundial. Sin un apoyo activo y continuado de Estados Unidos no podrá haber institucio­ nes operativas de gobernación global, pero mientras Estados Unidos continúe comprometido con el proyecto del libre mercado global vetará cualquier reforma en ese sentido. Mientras su política siga basándose en la ideología del laissez-faire que dicta el consenso de Washington, no ha­ brá posibilidad de reformar la economía mundial.

¿ E l f in d e l c o n s e n s o d e W a s h in g t o n ?

El ideal de gobierno mínimo que inspira el consenso de Washington es, en el mejor de los casos, un anacronismo. Pertenece a una era en la que las principales amenazas a la libertad y a la prosperidad eran los E s­ tados totalitarios. En la actualidad, el bienestar humano y social peligran, principalmente, por el colapso o el debilitamiento de los Estados. La reforma empieza por la rehabilitación del Estado moderno. En el próximo siglo, la situación de un país como Somalia será una amenaza más importante para el bienestar humano que las actividades de los Es­ tados «delincuentes». Igual que Somalia, una buena parte del mundo ca­ rece de un gobierno eficaz. En Liberia, Albania, Tayikistán, Pakistán, Co­ lombia, Siberia o Chechenia, la amenaza a la paz y al progreso económico no proviene de tiranías o de Estados expansionistas sino de la ausencia de cualquier tipo de gobierno eficaz. En muchas partes del mundo, el Estado moderno no ha echado raí­ ces o se ha colapsado. En esos países, falta la principal precondición de la paz y del progreso económico: unos niveles humanos de trabajo y de conservación del medio ambiente. Durante la mayor parte de la existencia del mundo contemporáneo, el Estado moderno no ha sido una institución cuya existencia pudiera darse por sentada. Para la mayor parte de la humanidad, la inseguridad hobbesiana — el peligro de la muerte violenta— es una realidad cotidia­ na. Sin embargo, hasta que ese problema hobbesiano no se haya resuel­ to, ninguno de los rudimentos del bienestar humano podrá asegurarse.


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.