030-043 Pintura decorativa
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Técnicas tradicionales El hombre durante siglos ha ido experimentando con distintos materiales, como los aglutinantes, para fabricar sus propias pinturas; en muchas de estas recetas se utilizaban materiales que estaban fácilmente a su alcance. Algunos de los resultados obtenidos todavía siguen siendo válidos en la actualidad, porque los años han demostrado su resistencia y buena conservación. Seguidamente, se exponen unas cuantas recetas antiguas que son las más utilizadas actualmente por los artesanos y restauradores para conseguir distintos tipos de pintura.
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Temple al huevo Sus orígenes son muy antiguos, pero por las investigaciones podría decirse que se emplea desde el siglo X; en la Edad Media se impuso para pintar sobre madera. Existen impresionantes retablos góticos sobre fondos dorados donde se utilizó esta técnica. Una lista interminable de artistas, como Fray Angélico, Piero de la Francesca y Botticelli emplearon este procedimiento para sus obras sobre madera. Volvió a resurgir en el siglo XIX de la mano de algunos pintores como el francés Gustav Moreau. El temple al huevo consiste básicamente en una emulsión de yema de huevo, rebajada debidamente con agua, a la que se añade una pequeña cantidad de resina o de aceite de linaza. La albúmina que contiene la yema hace que la pintura una vez seca sea insoluble al agua. Es muy importante seguir el orden indicado para mezclar los distintos productos, pues de lo contrario se estropearía.
1- Como el temple al huevo es muy antiguo, existen distintas recetas para su preparación, pero una buena proporción sería la siguiente: la yema de un huevo, agua destilada o hervida y barniz mástic o dammar. 3
2- Se empieza separando totalmente la yema de la clara, se pincha la yema del huevo y con los dedos índice y pulgar se retira toda la bolsa que envuelve la yema dejando el líquido. Como medida se utiliza la cáscara del huevo que se ha usado y se mide 1/2 volumen de barniz mástic por 1 volumen de yema de huevo. 3- Seguidamente, se añade el barniz mástic a la yema, removiendo suavemente. Ésta es una técnica intermedia entre las grasas y acuosas, también se puede utilizar aceite de linaza en lugar de barniz.
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4- A continuación, sin dejar de remover, se añaden a la mezcla 2 volúmenes de agua destilada. Se sigue removiendo hasta que la mezcla quede homogénea y finalmente se añade el pigmento deseado para darle el color. El soporte más indicado para decorar con esta técnica es la madera, preparada previamente con una imprimación de cola de conejo y blanco de España.