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haciaadentro

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diosasdelukhupacha

diosasdelukhupacha

Fotografía digital 1.20 x 1.80 mts. 2022. E-co 22.

Vallas exteriores del Centro de la imagen. CDMX

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Mirar la herida, acercarse al dolor, buscando entre las posibilidades y encontrarse con medicinas de la tierra: la ayahuasca, los hongos, el sapo, san pedro, peyote. Psicódélicos, no son drogas, todos son caminos. Gracias a los enteógenos pude ser algo más que una historia de dolor, ver más allá de la actitud masculina de violencia que rechazo, sanar las ausencias, abandonos. Me vi de niña, vi mi niña herida y vislumbré a todas esas infancias heridas que se esconden tras las identidades de mi familia, sólo a partir de la compasión pude liberarme. La psilocibina me permitió desprenderme del yo, abandonar el género, salir de ese binarismo y todas sus implicancias, pude curar linajes, conectarme con el amor, compasión, gratitud a las redes femeninas que me sostienen, entendiendo que todos tenemos las mismas heridas que se originan en el mismo lugar, en una estructura injusta que tenemos que cambiar,

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