Urbanidad

UNIVERSIDAD CÉSAR VALLEJO FACULTAD DE CIENCIAS EMPRESARIALES ESCUELA ACADÉMICO PROFESIONAL DE CONTABILIDAD

MACROECONOMÍA TITULO: “MANUAL DE URBANIDAD Y BUENAS MANERAS” INTEGRANTES:  García Polo, Kevin  Pinglo Miranda, Alejandra  Rodríguez Cabrera, Daril  Varas Cruz, Jordan Andre  Varas Flores, Liliana DOCENTE:

Zavaleta Núñez, Alexander Iván TURNO: Mañana

Trujillo – Perú 2016

URBANIDAD MANUAL DE URBANIDAD Y BUENAS MANERAS

DE

MANUEL ANTONIO CARREÑO

ARREGLADO PARA EL USO DI LAS ESCUELAS DE AMBOS SEXOS

TIP. MOGOLLÓN CARTAGENA

DEBERES MORALES DEL HOMBRE

CAPITULO I De los deberes para con Dios.

— Refiriendo a los deberes para con Dios que se encuentra en los Deberes Morales Del Hombre, se señala: Que Dios es grande y maravilloso y todo lo que hace es gracias a su Bondad y misericordia (Pág.

3) — Refiriendo a los deberes para con Dios, señala que: que el hombre verdaderamente religioso es siempre el modelo de todas las virtudes, el padre más amoroso, el hijo más obediente, el esposo más fiel, el ciudadano más útil a su patria (Pág. 3)

CAPITULO II I. Deberes para con nuestros padres.

— Refiriendo al tema deberes para con nuestros padres de la que se encuentra de los deberes para con la sociedad. Se señala: Deberes para con nuestros padres El amor y los sacrificios de una madre comienzan desde que nos lleva en su seno. (Pag.7).

— Terminada nuestra educación, y formados ya nosotros de tantos sacrificios, no por eso nuestros padres nos abandonan a nuestras propias fuerzas. Su sombra protectora nos cubre toda la vida, y sus cuidados, como ya hemos dicho, no se acaban sino con la muerte. (Pág. 7).

II. Deberes para con la Patria — Después de estas consideraciones, fácil es comprender que a nuestra patria todo lo debemos — Refiriendo al tema deberes con la patria la que se encuentra de los deberes para con la sociedad. Se señala: Es gobernada por las mismas leyes que rigen en el lugar en que hemos nacido. Donde formamos con nuestros conciudadanos una gran sociedad de intereses y sentimientos nacionales (Pag.12)

III. Deberes para con nuestros semejantes.

—Refiriendo al tema Deberes para con nuestros semejantes. Se encuentra de los deberes para con la sociedad. Se señala: Deber de amar a Dios, sin amar también a los demás hombres, que son como nosotros criaturas suyas. (Pág. 16).

CAPITULO III De los deberes para con nosotros mismos — El hombre instruido conocerá a Dios, se conocerá a sí mismo, y conocerá a los demás hombres.

— Refiriendo al tema del modo conducirnos dentro de la casa, que se encuentra de los deberes para con nosotros mismos. Se señala: El bienestar y el progreso de una nación como la sociedad entre sus habitantes, y para esto son indispensables la cortesía, las buenas maneras, la tolerancia y el trato gentil entre unos a otros. (pag.18)

URBANIDAD

CAPITULO I. Principios generales.

— Se refiere que para ser cultos y corteses, no nos basta conocer a buscar la sociedad de las personas virtuosas y bien educadas, y luego imitar sus acciones y palabras.

CAPITULO II. Del aseo.

ARTICULO I. Del aseo en nuestra persona.

— Se refiere a que el aseo a nuestra persona debe hacer una actividad diaria; y que no nos limitaremos a lavarnos la cara al acto de levantarnos

ARTICULO II. Del aseo en nuestros vestidos.

— Se refiere a que la limpieza de nuestras prendas no es la condición que nos impone el aseo (cuidemos de no llevarlas roto ni ajados). Cuidemos que nuestro calzado esté siempre limpio y bien lustrado.

ARTICULO III. Del aseo en nuestra habitación.

— Se refiere a que pongamos un buen cuidado en la casa, nuestros muebles, y todos los objetos, permanezcan siempre limpio. Los suelos deben estar en perfecto aseo.

ARTICULO IV. Del aseo para con los demás.

— Se refiere a que no toquemos con nuestras manos. Ni menos con nuestros labios y ni con nada que haya entrado ya a nuestra boca los objetos que otros ha comido o bebido. También al entrar a una casa debemos limpiar la suela de nuestro calzado

CAPITULO III. Del modo de conducirnos dentro de la casa.

ARTICULO I. Del acto de acostarnos y de nuestros deberes durante la noche.

— Se refiere a que antes de ir a dormir, debemos estar en perfectas condiciones de evitar enfermedades, conflicto.

ARTICULO II. Del acto de levantarnos.

— Se refiere que al levantarnos temprano favorece nuestra salud y nos beneficia en nuestros estudios demás tareas. Al despertarnos nuestro primer recuerdo debe consagrarse a Dios, saludaremos a nuestros compañeros despiertos.

ARTICULO V. Del modo de conducirnos con nuestra familia.

— Se refiere a que debemos ser atentos, delicados y respetuosos con las personas con quienes vivimos, eso hará resplandeces nuestras relaciones con los extraños.

ARTICULO VI. Del vestido que debemos usar dentro de la casa.

— Se refiere a que Jamás debemos entrar a un hogar, aun así cuando se encuentre abierto, pero si entrar cuando nos dan el permiso los dueños.

ARTICULO VII. Del modo de conducirnos con nuestros vecinos.

— Se refiere a que jamás hagamos juegos bruscos que hagan molestar a nuestros vecinos

CAPITULO IV. Del modo de conducirnos en diferentes lugares fuera de nuestra casa.

ARTICULO I. Del modo de conducirnos en la calle.

— Se refiere a que no debemos fijarnos detenidamente la vista de las personas que encontremos, ni en las ventanas abiertas de una casa.

ARTICULO II. Del modo de conducimos en el Templo.

— Se refiere a que al entrar a la iglesia, no debemos distraer c a nadie con ningún ruido la atención de los demás de los que se encuentren allí.

ARTICULO III. Del modo de conducirse en las casas de educación.

— Se refiere a nuestra conducta en la escuela debe damos por resultado, "el amor de nuestros maestros y la amistad y estimación de nuestros compañeros. No hay afecto más puro que mi amistad y duradera que aquella que nace en la escuela.

ARTICULO IV. Del modo de conducirnos cuando estamos hospedados en casa ajena.

— Se refiere a que un amigo nos anuncie que va a hospedarse en nuestra casa, nos dispondremos a recibirle dignamente.

ARTICULO V. Del modo de conducirnos en los viajes.

— Se refiere a que fumar dentro de un vehículo es un acto incivil, aun cuando no haya entre los pasajeros ninguna señora.

CAPITULO V.

Del modo de conducirnos en sociedad.

ARTICULO I. De la conversación.

— Se refiere a que nuestro lenguaje debe ser siempre culto, decente y respetuoso, por grande que sea la confianza con que podamos tratar a las personas que nos oyen.

ARTICULO II. De las visitas.

— Se refiere a que son visitas de amistad, todas aquellas que hacemos a las personas con quienes estamos relacionados, sin ningún motivo especial.

ARTICULO III. De la mesa.

SECCIÓN PRIMERA. De la mesa en general.

— Se refiere a que para levantamos de la mesa, esperemos a que se ponga de pie una persona, sin embarco, sin manifestar a los demás que la necesidad nos obliga a ello

SECCIÓN SEGUNDA. Del modo de trinchar y del servicio en la mesa.

— Se refiere a que cuando una persona sirva alguna cosa, ya sea por nuestra petición o por ofrecimiento, le daremos las gracias, haciéndole al mismo tiempo una ligera inclinación de cabeza.

ARTICULO IV. Del juego.

— Las discusiones que suelen suscitarse en el juego no toman jamás, entre la gente fina, un carácter de seriedad e importancia que pueda elevarlos al grado de calor de los altercados — No nos entreguemos exclusivamente al juego, en reuniones que tengan también por objeto otros entretenimientos.

CAPITULO VI. Diferentes aplicaciones de la urbanidad.

ARTICULO I. De los deberes respectivos.

— Se refiere a que el jefe de una oficina debe recibir con amable atención a cualquier persona que en ella le solicite a tomar asiento.

ARTICULO II. De la correspondencia epistolar.

— Se refiere a que cuando se escribe una carta en papel, los datos y el nombre de la persona a quien se escribe, se ponen después de la firma y hacia el lado izquierdo.

ARTICULO III. Reglas diversas.

— Se refiere a que al momento de sentarnos, hagámoslo con suavidad y delicadeza, de modo que no caigamos de golpe sobre el asiento. Solo entre personas que tienen confianza, puede ser tolerable el acto de cruzar las piernas.